Cuento Caperucita Roja
Cuento Caperucita Roja
Cuento Caperucita Roja
—¡Qué buena niña eres! —exclamó el lobo. —¿Qué tan lejos tienes que ir?
—¡Oh! Debo llegar hasta el final del camino, ahí vive abuelita—dijo Caperucita
con una sonrisa.
El lobo corrió hacia la casa de la abuela. Entró a la casa, se
puso un camisón y se metió en la cama.
Un rato mas tarde, Caperucita Roja llegó a la casa. Llamó a
la puerta y entró.
Caperucita Roja fue hacia la cama de la abuela.
“Oh, abuelita, qué orejas mas grandes tienes” dijo.
“Son para oirte mejor” contesto el lobo.
“Oh abuelita, qué ojos mas grandes tienes” dijo Caperucita Roja.
“Son para verte mejor” contestó el lobo.
“Oh abuelita, qué dientes mas grandes tienes” dijo Caperucita Roja.
“Son para comerte mejor” contestó el lobo.
“¡Ayuda!” gritó Caperucita Roja cuando se dio cuenta de que era un lobo el que
estaba en la casa de la abuela. Entonces se fue corriendo de la casa.
Un cortador de leña andaba cerca. Escuchó los gritos de Caperucita Roja y
corrió hacia la casa.
El cortador de leña golpeó al lobo en la cabeza. El lobo salió corriendo y
Caperucita Roja nunca mas le volvió a ver.
La abuelita y Caperucita Roja agradecieron al leñador por salvarlas del malvado
lobo y todos comieron galleticas con leche. Ese día Caperucita Roja aprendió una
importante lección:
“Nunca debes hablar con extraños”.
Fin