EUCARISTIA - Viatico de Vida Vida Eterna.

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AÑO DE LA FE

2012-2013
TALLER FORMATIVO No. 06
2012 - AÑO DE LA FE - 2013
Ejercicios Espirituales
(Cuarta parte)

Eucarístico
y devoción de todos los santos
San Ignacio de Antioquía
«Eucaristía es medicina de
inmortalidad, antídoto para
no morir, remedio para vivir
en Jesucristo para siempre»
Viático
Proviene del latín “vía”, o
sea, “camino”, y significa
«provisiones para el viaje
que se va a emprender».
¿Qué es el Santo Viático?
El Santo Viático
es la Comunión
Eucarística que
se administra a
los enfermos de
cierta gravedad,
en cuyo caso no
se necesita estar
San Honorato de Vercelli da el Viático a
San Ambrosio en ayunas.
Viático Eucarístico

En la liturgia católica el Viático consiste en administrar la


comunión, bajo las dos especies a ser posible, a los
agonizantes como ayuda para celebrar la Pascua definitiva.
Así pues, a los que van a dejar la vida terrena la Iglesia
les ofrece un alimento espiritual para su pascua, la
comunión, llamada en esta ocasión Viático.
No debe confundirse el Viático con llevar la
comunión a los enfermos, que ahora en tiempo
pascual se realiza en algunos casos solemnemente
con procesión eucarística.
Concilio de Nicea
(año 325)

Desde los primeros siglos fue una costumbre muy valorada el que a los cristianos en peligro cercano de
muerte se les diera la comunión eucarística, recomendándolo el Concilio de Nicea (año 325):
“que si alguno va a salir de este mundo, no se le prive del último y
más necesario viático”. La consigna de que no se les deje marchar sin
el consuelo del Viático se ha mantenido hasta la actualidad.
Viático Eucarístico

El cristiano que une su propia muerte a la de Jesús ve la


muerte como una ida hacia El y la entrada en la vida eterna.
Viático

Cuando la Iglesia dice por última vez las palabras de


perdón de la absolución de Cristo sobre el cristiano
moribundo, lo sella por última vez con una unción
fortificante y le da a Cristo en el viático como
alimento para el viaje a la eternidad.
La Iglesia con dulce seguridad realiza la:

“Recomendación del alma”

“Alma cristiana, al salir de este mundo, marcha en el nombre de Dios Padre


Todopoderoso, que te creó, en el nombre de Jesucristo, Hijo de Dios vivo, que
murió por ti, en el nombre del Espíritu Santo, que sobre ti descendió. Entra
en el lugar de la paz y que tu morada esté junto a Dios en Sión, la ciudad
santa, con Santa María Virgen, Madre de Dios, con San José y todos los
ángeles y santos... Te entrego a Dios, y, como criatura suya, te pongo en sus
manos, pues es tu Hacedor, que te formó del polvo de la tierra. Y al dejar esta
vida, salgan a tu encuentro la Virgen María y todos los ángeles y santos. ...
Que puedas contemplar cara a cara a tu Redentor y gozar de la visión de Dios
por los siglos de los siglos. Amén”
Viático Eucarístico

Significa así vida, comunión y eternidad.

La Eucaristía recibida como Viático


nos da la contemporaneidad con el acontecimiento
salvífico de Cristo en el momento de la muerte.
Viático Eucarístico

Como vida, nuestra muerte se une en el Viático a la muerte y resurrección de Cristo.

Así completamos en nuestro cuerpo lo que falta a la pasión


de Cristo y entramos en su gloriosa resurrección.
Viático Eucarístico

Nuestra vida se torna digna por los méritos de


Cristo, gracias al Espíritu Santo que da mérito
a la virtud y nos entrega el gozo perenne.
Viático Eucarístico
Como comunión, por el Viático la
muerte deja de ser soledad y se
convierte en la máxima
compañía
nos da la transparencia de nosotros
mismos, nos une a Cristo centro del
Universo y así con todo el
Universo, nos abre a la compañía
de toda la Iglesia por la comunión
de los santos; nos une con la
Santísima Virgen María,
con todos los santos, y con todos
los miembros de la Iglesia reinante.
Viático Eucarístico

Por el Viático llegamos al momento de la recapitulación de


todas las cosas en Cristo. Vencemos la soledad. La soledad
en la muerte va en razón inversa de la fe en el Viático.
Viático Eucarístico

Como eternidad, por el Viático vencemos la


movilidad del deseo en la plenitud del amor
trinitario, gusto del que participamos al tener a
Cristo como el gozo perenne de llegar a la
plenitud de la participación de la vida divina.
Viático Eucarístico

En cuanto sacramento de la Pascua de Cristo, la


Eucaristía debería ser siempre el último sacramento
de la peregrinación terrenal, el "viático" para el
"paso" a la vida eterna.
Viático Eucarístico
  "Al participar en el sacrificio eucarístico, fuente y cima
de toda la vida cristiana, ofrecen a Dios la Víctima divina
y a sí mismos con ella. Muestran de manera concreta la
unidad del pueblo de Dios, que este santísimo Sacramento
realiza tan maravillosamente“ (S.C.)
Viático Eucarístico

Partimos de la contemporaneidad que el mandato del Señor: 


"Haced esto en conmemoración mía"
conlleva en el Viático eucarístico precisamente con
la hora de nuestra muerte física.
Viático Eucarístico

En cada Eucaristía nuestro tiempo concreto y el de todos los siglos se insertan en


el acontecimiento cumbre de la historia, en el que todo culmina: 
La Cena pascual, la muerte y resurrección del Señor
el significado pleno del misterio de la Encarnación en su totalidad,
desde el designio eterno del Padre, oculto antes de todos los siglos,
hasta la presencia eterna actual de Cristo a la diestra del Padre.
Primera parte

Viático eucarístico como


fuente de vida
El Viático eucarístico
es la culminación de la vida

La Eucaristía es la fuente total de la vida, ya que es la


presencia simultánea de todo el misterio de Cristo. Se
trata de la nueva creación, de la nueva criatura.
Viático Eucarístico

En la Eucaristía siempre se participa en la medicina de la


inmortalidad; sin embargo, en el Viático, al borde de la
muerte, se da la contemporaneidad de la muerte con la
plenitud de la vida, se recibe la medicina para vencer la
muerte con la irrupción máxima de la vida.
Viático
Eucarístico

Nuestra muerte es el término último, pero, al contacto con el


Viático eucarístico, deja de ser la meta final para
convertirse de túmulo en cuna, en un auténtico nacimiento.
Viático Eucarístico

Cristo en la cruz se abandona en manos del Padre y le entrega su


Espíritu; y esta entrega de Amor, el Espíritu, es la fuerza con la que el
Padre convierte la muerte de Cristo en fuente de vida, y lo resucita
Viático Eucarístico

Nuestro abandono en manos del Padre en el momento final es como un


abrazo total, amoroso, en el Espíritu; es un abrazo con los brazos de Cristo
clavados en la cruz; y con Cristo, en el Viático, nuestro abrazo mortal se
convierte en la especial inmortalidad de la resurrección.
Viático Eucarístico

Cristo habló de su hora como la hora de su glorificación.


Así, en el Viático, Cristo hace que nuestra hora final sea también la hora de nuestra glorificación.
Viático Eucarístico

En el Viático nuestra muerte se une a la muerte de Cristo y así


completa lo que falta a la pasión de Cristo para la salvación
de todo el mundo.
Viático Eucarístico

El acontecimiento máximo de nuestra existencia


llega a esta cumbre cuando nos encontramos en
sintonía con Cristo, y con Cristo ofrecemos
nuestra vida por la salvación del mundo.
Viático Eucarístico

Así llegamos a dar un sentido pleno al sufrimiento, a la enfermedad y


al dolor, que se aceptan para completar en nuestro cuerpo lo que falta a
la pasión de Cristo, para darles su sentido pleno, propio de nuestra
Viático Eucarístico

Se trata de una paradoja por la cual el sufrimiento, la enfermedad y el dolor


dejan de ser el cortejo fúnebre que nos acompaña toda la vida, y se convierten en
una procesión triunfal de los méritos que por el único verdadero mérito, el de
Cristo, nos obtiene la nueva vida imperecedera.
Viático Eucarístico

Esta unión entre los precedentes dolorosos que preludian la


muerte y la muerte misma con todos los sufrimientos, pero
juntamente con la poderosísima muerte de Cristo, constituye
la que llamamos Eucaristía como Viático.
Viático Eucarístico

En definitiva, el Viático nos ofrece la contemporaneidad del


conjunto de toda nuestra vida con el conjunto de la vida de
Cristo, y nos hace herederos de la verdadera vida eterna.
Ejercicios Espirituales
(Quinta parte)

Eucarístico
y devoción de todos los santos

San Francisco de Sales


"Cuando la abeja ha recogido el roció del cielo y el
néctar de las flores mas dulce de la tierra, se apresura a
su colmena. De la misma forma, el sacerdote,
poseyendo del altar al Hijo de Dios (que es como el
rocío del cielo y verdadero hijo de María, flor de
nuestra humanidad), te lo da como manjar delicioso"
Segunda parte

Viático eucarístico como


comunión
Viático Eucarístico

Se habla de la tremenda soledad de la muerte,


ya que nadie puede sustituir a nadie y todos
debemos morir individualmente.
Viático Eucarístico

La soledad es verdad, pero para un cristiano, gracias


al Viático, esta soledad no es tan terrible como
parecería a primera vista. Jesús te acompaña.
Viático Eucarístico

En la Eucaristía recibida como Viático nos encontramos


en plena e íntima unión con Cristo que muere en nuestra
muerte, no en las tinieblas del aniquilamiento, sino en la
luminosidad de la resurrección.
Viático Eucarístico

Esta luminosidad significa la compañía de la


Verdad personal de toda la existencia que,
vivida en Cristo, lleva consigo el juicio
misericordioso y benigno de nuestro Salvador.
Viático Eucarístico

Esta luminosidad significa el amor


misericordioso del Padre eterno, que vive en
el que muere, en virtud de la Eucaristía, y que
es el Amor todopoderoso del Espíritu Santo.
Viático Eucarístico

En el Viático entramos en la comunión trinitaria como en el último


peldaño de la subida a la perfección de nuestra existencia terrena, para
abrirnos a la perfección máxima del cielo.
Viático Eucarístico

En la Eucaristía, cabeza del Cristo total, entramos en la comunión


de los santos con la santísima Virgen María, con san José, con todos
los santos, con todos los que se encuentran en el estado purgatorio
y con todos los cristianos con los que estamos en comunión.
Al comulgar con el Viático Eucarístico
todos nos acompañan en el momento definitivo de la
muerte física y nos ayudan a realizar el paso fundamental
a la felicidad absoluta en el Reino de los Cielos.
Viático Eucarístico

En Cristo, alfa y omega, primogénito del universo,


se encuentra virtualmente toda la creación entera.
Viático Eucarístico

En el momento de la muerte, con la Eucaristía recibida en el


Viático, toda la creación espera su redención a través de la
comunión del agonizante.
Viático Eucarístico

Este es el momento de entrar en la herencia de todo


el universo, uniéndose cada uno a Cristo, centro del
universo, primogénito de toda la creación.
Viático Eucarístico

Especialmente en este instante, cada uno participa en este carácter


central de Cristo y también él se convierte, en Cristo, en centro del
universo y primogénito de toda la creación (cf. Col.1, 15-20).
Así, con el Viático, para todo cristiano llega el momento culminante del que habla San Pablo:
«El Señor nos ha llamado "dándonos a conocer el misterio de su
voluntad según el benévolo designio que en él se propuso de
antemano, para realizarlo en la plenitud de los tiempos: hacer que
todo tenga a Cristo por cabeza, lo que está en los cielos y lo que
está en la tierra. A él, por quien entramos en herencia, elegidos de
antemano según el previo designio del que realiza todo conforme a
la decisión de su voluntad, para ser nosotros alabanza de su gloria,
los que ya antes esperábamos en Cristo" (Ef.1, 9-12)».
Viático Eucarístico

Sólo experimentan la soledad de la


muerte los que no tienen fe.
Viático Eucarístico

En el Viático la fe nos sostiene por la


presencia definitiva de Cristo.
Viático Eucarístico

El Viático es la coronación del triunfo individual, solidario, de comunión, de


fraternidad, de amistad, de amor total, de entrega, que consistirá en la felicidad futura.
Viático Eucarístico

La proporción entre la soledad y la fe en el momento de la muerte


es inversa, es decir, cuanto mayor es la fe tanto menor es la
soledad, y cuanto mayor es la soledad tanto menor es la fe.
Tercera parte

Viático eucarístico como


eternidad
y devoción de todos los santos
San Francisco de Asís al comulgar
«Ardía de amor en sus entrañas hacia el sacramento del cuerpo del Señor,
sintiéndose oprimido y anonadado por el estupor al considerar tan estimable
dignación y tan ardentísima caridad. Estimaba un grave desprecio no oír,
por lo menos cada día, a ser posible, una misa. Comulgaba muchísimas
veces, y con tanta devoción, que infundía fervor a los presentes. Sintiendo
especial reverencia por el Sacramento, digno de todo respeto, ofrecía el
sacrificio de todos sus miembros, y al recibir al Cordero sin mancha,
inmolaba el espíritu con aquel sagrado fuego que ardía siempre en el altar
de su corazón» (II Celano 201)
Viático Eucarístico
La presencia definitiva de Cristo en las especies eucarísticas nos
brinda ya una anticipación de la eternidad.
Viático Eucarístico

Cristo se presenta como independiente


de las condiciones de espacio y tiempo. Su dimensión
trasciende cualquier imaginación, siempre
condicionada por las medidas materiales.
Viático Eucarístico

Esta realidad, que se da en todas las Eucaristías, se


verifica de una manera muy especial al cruzar el umbral
de la eternidad con el Viático.
Boecio Eucaristía signo de eternidad
(Roma 480–Pavía 525)
Es clásica la definición de eternidad que
dio el venerable filósofo romano del siglo
VI Boecio:  interminable, simultánea y
perfecta posesión de la vida.
En esta definición podemos vislumbrar
una huella que nos permite desvelar,
balbuciendo, la participación en la vida
divina.
En efecto, por decirlo así, la frontera
entre la divinidad y la creaturalidad es el
movimiento. Dios es inmutable; la
criatura, mudable.
Ciertamente, no se trata sólo de un
movimiento cuantitativo, mensurable con
las coordenadas de espacio y tiempo,
sino de un movimiento esencial que se
perfecciona progresivamente.
Boecio Eucaristía signo de eternidad
(Roma 480–Pavía 525)
La inmutabilidad divina no es
un estado estático de
quietud, carente de
dinamismo, sino una plenitud
de actividad que significa la
omniperfección.

Esta omniperfección no es
sólo el concepto de "motor
inmóvil", sino la plenitud de
entrega en la infinita
donación de amor que es la
santísima Trinidad.
Boecio Eucaristía signo de eternidad
(Roma 480–Pavía 525)
Es un dinamismo que no busca
poseer, porque en sí mismo es
todo, ya que es donación
amorosa sin disminución,
recepción amorosa sin
incremento: Dios es Amor.
No sólo es infinitamente amable,
sino también infinitamente
amante. Esta inmutabilidad de la
alegría perfecta en la entrega
amorosa es la auténtica
inmutabilidad divina, la misma
naturaleza de Dios.
Boecio Eucaristía signo de eternidad
(Roma 480–Pavía 525)
Participar de la naturaleza divina
es entrar en esta comunidad llena
de amor; es entrar en el círculo
trinitario, venciendo la
mutabilidad del deseo y del
crecimiento progresivo, en la
plena satisfacción  de la criatura,
colmando todas sus capacidades.
Esta es la verdadera vida, y así,
esta comunión máxima de amor
constituye la verdadera salud,
que ordinariamente se llama
salud eterna.
Viático Eucarístico

El Viático consiste en participar en el Cuerpo de


Cristo, que se entrega a la muerte, y en su
Sangre, que se derrama en la cruz, para entrar
así en la eternidad.
Viático Eucarístico

La frontera de la mutabilidad de la criatura


se supera en la muerte con el Viático.
Viático Eucarístico

Porque la frontera entre la divinidad y la creaturalidad


se cruza a través del puente que es la cruz.
Viático Eucarístico

El Viático es Cristo muerto y resucitado, como plenitud de los tiempos de la vida


de cada uno de nosotros. Así, la muerte ya no es la oscuridad temida y
rechazada, sino el abrazo amoroso que nos identifica con el Señor Jesús.
Viático Eucarístico

En el Viático nuestra muerte se transforma en plena donación al


Padre, a través del amor total del Espíritu, en el Señor Jesús.
Viático Eucarístico

Esta donación es la suma de todas las donaciones


diarias con las que queremos demostrar al Señor
Dios nuestra entrega en la vida, porque en esta
donación no entregamos algo al Señor, lo
entregamos todo; ponemos en las manos de Dios la
vida en sí misma, en su totalidad.
Viático Eucarístico

Entonces comenzaremos a vivir verdaderamente y se


resolverá la paradoja de la muerte en la vida.
Conclusión
Viático eucarístico
Armonía de la resurrección
y devoción de todos los santos
Santa Teresa de Jesús de Ávila
«Cada día comulgaba, para lo cual la veía [esta
testigo] prepararse con singular cuidado, y
después de haber comulgado estar largos ratos
muy recogida en oración, y muchas veces
suspendida y elevada en Dios»
(Ana de los Ángeles: Bibl. Míst. Carm. 9,563)
La paradoja del Viático: 

La plenitud de la salud es la muerte; pero no cualquier


muerte, sino sólo la muerte en Cristo y con Cristo, es
decir, la muerte vivida íntimamente unida a la muerte
de Cristo y, por consiguiente, a su resurrección.
La realización de esa muerte es el Viático.
Viático Eucarístico

Ratificamos que el Viático es lo que especifica


plenamente la pastoral de la salud, ya que es el
único horizonte válido hacia el cual puede avanzar
verdaderamente la salud de la humanidad.
La clave del Viático
Con el Papa Juan Pablo II se definió la salud como:
“La tensión hacia la armonía física,
psíquica, social y espiritual".
El Viático ya no es la tensión hacia la armonía, sino la
consecución de la armonía, donde la disonancia de la
muerte se transforma en la armonía de la resurrección.
Viático Eucarístico

En el Viático el desorden de la muerte se convierte en el máximo


orden, la angustia en la máxima serenidad; finalmente, se llega a la
anhelada paz al morir, ya que la paz consiste precisamente en esto: 
"La tranquilidad en el orden".
El Viático Eucarístico
último sacramento del cristiano
Viático Eucarístico

A los que van a dejar esta vida, la Iglesia ofrece, además de la Unción de los
enfermos, la Eucaristía como viático.
Recibida en este momento del paso hacia el Padre, la Comunión del Cuerpo y
la Sangre de Cristo tiene una significación y una importancia particulares.
Es semilla de vida eterna y poder de resurrección, según las palabras del
Señor: "El que come mi carne y bebe mi sangre, tiene vida eterna, y yo le
resucitaré el último día" (Jn 6,54).
Puesto que es sacramento de Cristo muerto y resucitado, la Eucaristía es aquí
sacramento del paso de la muerte a la vida, de este mundo al Padre (Jn 13,1).
Viático Eucarístico

Así, como los sacramentos del Bautismo, de la


Confirmación y de la Eucaristía constituyen una unidad
llamada los sacramentos de la iniciación cristiana…
Viático Eucarístico

…La Confesión, la Santa Unción y la Eucaristía,


en cuanto viático, constituyen, cuando la vida cristiana toca
a su fin, "los sacramentos que preparan para entrar en la
Patria" o los sacramentos que cierran la peregrinación.
La Eucaristía constituye el tesoro de la Iglesia
La valiosa herencia que su Señor le ha legado. Y la Iglesia la
custodia con el máximo cuidado, celebrándola diariamente en la
santa misa, adorándola en las iglesias y en las capillas,
distribuyéndola a los enfermos y, como viático, a cuantos parten
para el último viaje.
Viático Eucarístico

Los enfermos graves reciben el Cuerpo de Cristo


como viático para su último paso al Reino.
Se debe administrar el Viático a los fieles que, por
cualquier motivo, se hallen en peligro de muerte.
Aunque hubieran recibido la sagrada comunión el
mismo día, es muy aconsejable que vuelvan a comulgar
quienes lleguen a encontrarse en peligro de muerte.
Mientras dure el peligro de muerte, es aconsejable
administrar la comunión varias veces, en días distintos.
No debe retrasarse demasiado el Viático a los enfermos;
quienes ejercen la cura de almas han de vigilar
diligentemente para que los enfermos lo reciban cuando
tienen aún pleno uso de sus facultades.
El Salmo (112)

Nos invita a dar gracias a Dios omnipotente y misericordioso por todos


sus beneficios, bondades y muestras de amor:
"Alabad, siervos del Señor, alabad el nombre del
Señor". "Bendito sea el nombre del Señor, ahora y
por siempre: desde la salida del sol hasta su
ocaso, alabado sea el nombre del Señor".
Entrar en la verdadera “paz del sábado”
Cuando el hombre, apartándose del bullicio exterior, se ha
recogido en el secreto de su corazón, ha cerrado la puerta a
la muchedumbre ruidosa de las vanidades, cuando en él no
queda nada de agitación ni de desordenado, nada que le
atraiga, nada que le atenace, está en la gozosa celebración de
un primer “sábado”. Pero se puede salir de esta cámara
íntima en la que se alberga su corazón, para entrar en el
descanso gozoso y pacífico de la dulzura del amor fraterno.
Está en el segundo “sábado”, el de la caridad fraterna.
Con Jesús Hostia Santa como Viático
amanecemos al “primer y eterno
sábado” de la vida eterna.
La fórmula del santo Viático:

“Recibe, hermano
carísimo el viático del
cuerpo de Nuestro Señor
Jesucristo, para que te
defienda del enemigo
maligno y te conduzca a
la vida eterna". Amén.
y devoción de todos los santos
Santa Teresa de Jesús de Ávila
Cuando el Padre Heredia le llevó el viático, la santa consiguió erguirse
en el lecho, y exclamó:
"¡Oh, Señor, por fin ha llegado la hora de
vernos cara a cara!"
Santa Teresa de Jesús, visiblemente transportada por lo que
el Señor le mostraba, murió en brazos de la Beata Ana a las
9 de la noche del 4 de octubre de 1582.
Si con tanta devoción celebramos nuestra Primera
Comunión, con mayor piedad preparémonos para la
Última Comunión
Hasta la próxima semana
¡Podemos irnos en paz!
El Señor les bendiga siempre.

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