Hipernatremia
Hipernatremia
Hipernatremia
Síntomas
Las manifestaciones clínicas de la hipernatremia pueden ser sutiles: Sed,
letargo, debilidad, irritabilidad y edema.
Con elevaciones más graves del nivel de sodio pueden ocurrir convulsiones
y el coma.
Generalmente los síntomas graves se deben a elevación aguda del
contenido de sodio del plasma: superior a 158 meq/L (miliequivalentes
por litro). Lo normal es típicamente alrededor de 135 a 145 meq/L.
Valores superiores a 180 meq/L están relacionados con una alta tasa de
mortalidad, particularmente en adultos. En parte la causa puede ser que
raramente estos altos niveles de sodio ocurren sin condiciones médicas
coexistentes graves.
En caso de Disminución del agua corporal total. (Sinónimos:
deshidratación, deshidratación celular, desecación)
La cantidad total de agua a administrar se puede calcular por datos
clínicos, o utilizando la cifra de sodio plasmático. Desde un punto de vista
clínico,
si el único síntoma es la sed, se ha perdido un 2% del peso corporal en
agua;
si hay sed, boca seca y oliguria, un 6%, y
si estan presentes todos los signos, del 7 al 15%.
Para calcular el agua total del paciente, Basándose en el sodio plasmático,
se puede utilizar la fórmula:
Na normal (142) x agua total normal
Agua total actual = ---------------------------------------
Na actual
Por ejemplo, si un adulto de 70 Kg de peso (antes de la deshidratación),
tiene una natremia de 165 mEq/l., su agua total actual será (142 x 42)/165
= 36 l. Su agua normal, antes de la deshidratación, serían
42 l (60% de 70 Kg), luego su déficit de agua total será 42-36 = 6 l. Esta
fórmula tiene el inconveniente de que es preciso conocer con exactitud el
peso corporal antes de la deshidratación.
En la diabetes insípida central completa, y una vez corregida la
deshidratación si se hubiera producido, el tratamiento de elección es la
desmopresina en spray nasal, a la dosis de 10-20 :g. cada 12-24 h. Si es
necesario, se puede administrar por via i.v. a la dosis de 1-4 :g. cada 12-24
h. En enfermos críticos puede ser preferible utilizar la hormona natural
(Pitressin soluble) , a la dosis de 5 U. por via subcutánea cada 3-4 h, ya que
en algunos tipos de diabetes insípida (p.e. después de traumatismos
craneales o cirugía hipofisaria), puede recuperarse transitoriamente la
secreción endógena de AVP (Arginina Vasopresina); si esto coincide con la
administración previa de un preparado de vida media larga, como la
desmopresina, se puede provocar un exceso de actividad antidiurética, con
retención de agua e hiponatremia.
En la diabetes insípida central parcial se pueden administrar fármacos que
aumentan la sensibilidad del receptor tubular a la AVP, como la
clorpropamida o la carbamacepina.
En la forma nefrogénica, aparte de suspender los posibles fármacos que
pueden producirla, puede ser útil administrar una tiazida y reducir el
aporte de sodio; ésto provoca una discreta hipovolemia, que
secundariamente reduce el filtrado glomerular y en consecuencia el flujo al
segmento dilusivo de la nefrona, disminuyendo la diuresis. También se
pueden utilizar dosis muy altas de desmopresina.
POR APORTE EXCESIVO DE SODIO:
Las causas, poco frecuentes en clínica.
Además de la hipernatremia y del aumento de la osmolaridad plasmática,
es característico el aumento de la osmolaridad urinaria (>800 mOsm/l), ya
que la expansión de volumen inhibe la secreción de aldosterona y aumenta
el filtrado glomerular, aumentando la natriuria.
El tratamiento más adecuado, si la función renal está conservada, es
administrar un diurético de asa para forzar la eliminación urinaria de sodio,
reponiendo las pérdidas de agua que se produzcan. Si la función renal está
alterada previamente, casi siempre es preciso recurrir a la diálisis.