Clasificación de Los Seres Vivos
Clasificación de Los Seres Vivos
Clasificación de Los Seres Vivos
Edad Moderna
R.H. Whittaker (1920 – 1980) En 1969
estableció la agrupación de los seres
vivos en cinco grandes reinos: móneras,
protoctistas, hongos, plantas y animales.
Destaca por separar a los hongos de las
plantas, creando un reino propio, el reino
hongos.
HISTORIA DE LA CLASIFICACIÓN
Lynn Margulis (1985) Clasifica a
los seres vivos en 89 grupos o
filos, distribuidos en los cinco
reinos, tomando como referencia
los últimos conocimientos
evolutivos de los seres vivos.
TIPOS DE CLASIFICACIÓN
Clasificación utilitaria
Divide a los animales y a las plantas por
su uso. El problema es que un ser vivo
puede tener varias funciones, o no tener
ninguna, por lo que se clasifica de
forma práctica y no científica.
TIPOS DE CLASIFICACIÓN
Clasificación artificial
Considera a los organismos como seres
invariables, se fija en características
fácilmente observables, tomando en cuenta
las semejanzas o diferencias externas de
los seres vivos: tamaño, forma, color, etc.
TIPOS DE CLASIFICACIÓN
Clasificación natural
Considera las relaciones que
existen entre los seres vivos,
analizando su parentesco evolutivo
según diversas características:
celulares, genéticas, bioquímicas,
fisiológicas, etc.
TAXONOMÍA Y NOMENCLATURA
El sistema artificial establecido por
Linneo se ha conservado hasta la
actualidad ya que realiza el
agrupamiento de los seres vivos en
categorías cada vez más amplias.
Linneo estableció las bases de la
taxonomía, la ciencia de la
clasificación de los seres vivos, y de
la nomenclatura de los seres vivos, es
decir, la forma de nombrarlos.
TAXONOMÍA Y NOMENCLATURA
Como puede apreciarse, se utiliza un sistema
“binomial” de nomenclatura, ideado por el naturalista
sueco Linné (Linneo) en el siglo XVIII. El nombre
científico de un organismo está formado por dos partes:
un nombre genérico y un epíteto específico (adjetivo o
modificador), ambos en latín. Un epíteto específico
carece de sentido cuando se escribe solo, ya que
muchas especies pueden tener el mismo epíteto
específico. Por ejemplo: Drosophyla melanogaster
(mosca de la fruta) y Tamnophis melanogaster (una
culebra semiacuática). De esta manera, el término
“melanogaster”, que significa “estómago negro”, por sí
solo no identifica a ningún organismo.
TAXONOMÍA Y NOMENCLATURA
Linneo había distinguido dos reinos: el animal y
el vegetal. Aún con el descubrimiento del mundo
microbiano, este sistema subsistió. Las bacterias
fueron ubicadas en el reino vegetal; la presencia
de una pared celular rígida lo justificó. Los
hongos también, por carecer de locomoción,
aunque desde el punto de vista estructural, tenían
poco en común con las plantas superiores.
Algunos organismos, como Euglena se mueven y
fotosintetizan, de modo que fueron reclamados
por zoólogos y botánicos, y aparecían en ambos
reinos.
TAXONOMÍA Y NOMENCLATURA
Durante siglos, los naturalistas han intentado describir la
diversidad del mundo natural. La Sistemática, se dedica al
estudio de la diversidad de los organismos y sus relaciones de
parentesco. Para clasificar a los seres vivos, la Sistemática
utiliza a la Taxonomía, que es el área del conocimiento
encargada de establecer las reglas de clasificación. Cuando se
aplican ciertas reglas de clasificación a los seres vivos, se
genera un sistema jerárquico, es decir un sistema de grupos
dentro de grupos, o de grupos inclusivos. En el sistema
jerárquico de clasificación biológica, cada grupo o “taxón”
tiene asociado un conjunto de características, que determina
la pertenencia de ciertos organismos a ese grupo. Ese sistema
de clasificación jerárquica se compone de