Lenguaje Claro - Eafit. Signos de Puntuación

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Lenguaje Claro

1 Signos de puntuación y uso de las mayúsculas.


Aspectos generales de ortotipografía.

CELEE, Centro de estudios en


lectura y escritura
NFI Habilidades comunicativas
Análisis Textual
Unas recomendaciones en el umbral
(A propósito del lenguaje claro)

Lo primero es conoser vien la hortografia.


Cuide la concordancia, el cual son necesaria para que Vd. no caigan en aquellos errores.
Evite las repeticiones, evitando así repetir y repetir lo que ya ha repetido repetidamente.
Use; correctamente. Los signos: de, puntuación.
Trate de ser claro; no use hieráticos, herméticos o errabundos gongorismos que puedan jibarizar las
ideas.
Imaginando, creando, planificando, un escritor no debe aparecer equivocándose, abusando de los
gerundios.
Correcto para ser en la construcción, caer evite en trasposiciones.
Si Vd. parla y escribe en castellano, o.k.
¡Voto al chápiro!… creo a pies juntillas que deben evitarse las antiguallas.
Si algún lugar es inadecuado en la frase para poner colgado un verbo, el final de un párrafo lo es.
Relea siempre lo escrito, y vea si palabras.
Pone cuidado en las conjugaciones cuando escribáis.
No utilice nunca doble negación.
Relea siempre lo escrito, y vea si palabras.
Con respecto
Tomado a frasespara
de: «19 consejos fragmentadas.
un aspirante a escritor». En: El Malpensante (2002, ed. 41).
La puntuación
«Los signos de puntuación son como caminos del significado
y luminarias de las palabras, tan instructivos para los lectores
como el más claro de los comentarios».

Casiodoro, siglo VI d. C.*

*(Citado en Mediavilla, 2012, p. 944).


Un breve recuento histórico

Inscripción con mayúsculas cuadradas en el Arco de Tiro, 81 d. C., aprox. Fuente: Wikipedia
(2018).
LASLAPIDASEINSCRIPCIONESROMANASQUESECONSERVANENLOSMUSEOSSOLOLLEVANLET
RASMAYUSCULASNOSEPARABANLASPALABRASCONESPACIOSENBLANCOCOMOHACEMOSN
OSOTROSNIUTILIZABANTAMPOCONINGUNTIPODESIGNODEPUNTUACIONNIDEORTOGRAFIAP
ARAMARCARELTEXTOYFACILITARLALECTURA

Ejemplo de escritura continua tomado de Cassany (2009, p. 39).


Un breve recuento histórico

Aunque los primeros vestigios del uso de los signos


de puntuación se remontan al siglo VIII a. C. con el
origen de la práctica de la escritura en la Antigua
Grecia, es solo hasta el siglo II a. C. que aparece el
primer intento de sistematización con Aristófanes de
Bizancio. Este gramático ideó una notación de puntos
llamada «por cláusulas y frases» (per cola et
commata) a fin de indicar la entonación de la lectura
de los textos escritos en escritura continua (sin
espacios entre palabras): un punto en la línea superior
marcaba un «periodo» (periodos), en el medio un
«miembro» (colon), y en la línea inferior un «inciso»
(coma).

Fragmento de las Geórgicas de Virgilio en letra capital rústica. Fuente: Universidad de Barcelona (s. f.).
Un breve recuento histórico

Siguiendo la notación griega, los gramáticos


latinos concebían estos signos de puntuación
como «distinciones» o «señales» que indicaban
«los límites de las partes de la oración y, a la
vez, el lugar donde se debe hacer pausa cuando
Escritura cursiva en mayúsculas latinas. Fuente: Wikipedia (2018).
se lee» (Mediavilla, 2012, p. 940). Lo cual
equivale a decir que el orden sintáctico-semántico Dicho sistema buscaba resolver el problema de la
está determinado por la unidad de entonación de equivocación en la lectura en voz alta, como en el
la oración: «en la lectura, la sentencia completa ejemplo del siguiente pasaje de la Eneida, de
se llama periodo, y sus partes son los cola Virgilio: collectam ex Ilio pubem («una reunión de
[cláusulas] y los commata [frases]» (Donato, personas procedentes de Troya»), en lugar de
citado en Mediavilla, 2012, p. 941). collectam exilio pubem («un pueblo reunido para el
exilio»), citado por Manguel (2012, p. 98).
Un breve recuento histórico

Siguiendo la notación griega, los gramáticos


latinos concebían estos signos de puntuación
como «distinciones» o «señales» que indicaban
«los límites de las partes de la oración y, a la
vez, el lugar donde se debe hacer pausa cuando
Escritura cursiva en mayúsculas latinas. Fuente: Wikipedia (2018).
se lee» (Mediavilla, 2012, p. 940). Lo cual
equivale a decir que el orden sintáctico-semántico Dicho sistema buscaba resolver el problema de la
está determinado por la unidad de entonación de equivocación en la lectura en voz alta, como en el
la oración: «en la lectura, la sentencia completa ejemplo del siguiente pasaje de la Eneida, de
se llama periodo, y sus partes son los cola Virgilio: collectam ex Ilio pubem («una reunión de
[cláusulas] y los commata [frases]» (Donato, personas procedentes de Troya»), en lugar de
citado en Mediavilla, 2012, p. 941). collectam exilio pubem («un pueblo reunido para el
exilio»), citado por Manguel (2012, p. 98).
Un breve recuento histórico

Con el tránsito hacia la lectura en silencio, ya en el siglo VII Isidoro de Sevilla anotaba que:
La oración se compone de palabras y se estructura en comma, colon y período. Comma es una
pequeña parte de la oración. Colon es un miembro de la misma. Período es la frase completa.
El comma [frase] está integrado por la combinación de palabras; la coordinación de cómatta
forma un colon; y, a su vez, la de cola [cláusula], compone un período. Un comma es el límite
de una concordancia [enlace de palabras], por ejemplo (Cicerón, Mil., 1): «Aunque temo, oh
jueces,»… Esto es un comma; detrás sigue otro comma: «que resulte vergonzoso empezar la
defensa de un hombre tan valiente». De lo cual resulta un colon, es decir, un miembro, ya que
confiere sentido a la expresión. Pero todavía está incompleta la oración, hasta que después de
varios miembros se concluye el período, es decir, la cláusula final de la oración: «así los ojos
van buscando la antigua costumbre de los juicios». El período no debe superar en amplitud lo
que pueda expresarse en una sola expiración (Etimologías, Libro II, Cap. 18, 1-2, p. 371).
Evolución de los signos de puntuación (siglos I a XVI)

Tomado de: Mediavilla (2012, p. 955).


Evolución de los signos de puntuación (siglos XVII a XXI)

Tomado de: Mediavilla (2012, p. 956).


Funciones de la puntuación

Caso 1. (Acertijo) Caso 2.


¿Cuál es una palabra de cuatro letras «Tras la verja coma a la derecha de la cancela
que tiene tres aunque se escribe con coma junto al alerce coma se hallaba la caseta de
seis mientras tiene ocho raramente Genaro abrir paréntesis al que ahora llaman Gen
consta de nueve y nunca se escribe con dos puntos ¡Toma, Gen; ven, Gen! cerrar paréntesis
cinco? coma como de muñecas coma blanca también
coma el tejado de pizarra gris…».
Miguel Delibes, Parábola del
náufrago*
* Citado en Benito Lobo (1992, p. 17).
Funciones de la puntuación

Caso 1. Solución Caso 2. (Sin el experimento de Delibes)


Cual es una palabra de cuatro letras, Tras la verja, a la derecha de la cancela, junto al
que tiene tres, aunque se escribe con alerce, se hallaba la caseta de Genaro (al que
seis, mientras tiene ocho, raramente ahora llaman Gen: ¡Toma, Gen; ven, Gen!), como
consta de nueve, y nunca se escribe de muñecas, blanca también, el tejado de pizarra
con cinco. gris…
Funciones de la puntuación
Caso 3.
CRISPÍN. –Y ahora, doctor, ese proceso ¿habrá
tierra bastante en la tierra para echarle encima?
DOCTOR. –Mi previsión se anticipa a todo.
Bastará con puntuar debidamente algún
concepto… Ved aquí: donde dice… «Y resultando
que si no declaró…», basta con una coma, y dice
«Y resultando que sí, no declaró…» Y aquí: «Y
resultando que no, debe condenársele…», fuera la
coma y dice: «Y resultando que no debe
condenársele…»
CRISPÍN. –¡Oh admirable coma! ¡Maravillosa
coma! ¡Genio de la justicia! ¡Oráculo de la ley!
¡Monstruo de la jurisprudencia!
Jacinto Benavente, Los intereses
* Citado en Benito Lobo (1992, p. 17).
creados*
Funciones de la puntuación
Caso 4.
Cuéntase de un señor que, por ignorancia, dejó al morir el siguiente escrito, falto de todo
signo de puntuación:
«Dejo mis bienes a mi sobrino Juan no a mi hermano Luis tampoco jamás se pagará la
cuenta al sastre nunca de ningún modo para mis primos todo lo dicho es mi deseo».
Se dio lectura del documento a las personas aludidas en él, y cada cual se atribuía la
preferencia; pero, a fin de resolver estas dudas, acordaron que cada cual presentara el
escrito con los signos de puntuación cuya falta motivaba la discordia y, en efecto, el sobrino
Juan lo presentó de esta forma:
«Dejo mis bienes a mi sobrino Juan; no a mi hermano Luis. Tampoco, jamás, se
pagará la cuenta al sastre. Nunca, de ningún modo, para mis primos. Todo lo dicho es
mi deseo».
Como se ve, el favorecido resultaba ser Juan; pero no conforme Luis, lo arregló así:
«¿Dejo mis bienes a mi sobrino Juan? ¡No! A mi hermano Luis. Tampoco, jamás, se
pagará la cuenta al sastre. Nunca, de ningún modo, para mis primos. Todo lo dicho es
mi deseo».
Funciones de la puntuación
Caso 4.
El sastre, a su vez, justificó su reclamación como sigue:
«¿Dejo mis bienes a mi sobrino Juan? No. ¿A mi hermano Luis?, tampoco; jamás. Se
pagará la cuenta al sastre. Nunca, de ningún modo, para mis primos. Todo lo dicho es
mi deseo».
De este modo el sastre intentó cobrar su cuenta; pero se interpusieron los primos del difunto
a reclamar toda la herencia, sosteniendo que la verdadera interpretación del escrito era esta:
«¿Dejo mis bienes a mi sobrino Juan? ¡No! ¿A mi hermano Luis?, tampoco, jamás.
¿Se pagará la cuenta al sastre?, nunca, de ningún modo. Para mis primos todo. Lo
dicho es mi deseo».
Esta lectura motivó un gran escándalo entre los concurrentes y, para poner orden, acudió la
autoridad. Ésta consiguió restablecer la calma y, después de examinar el escrito objeto de
discusión, exclamó en tono severo:
—Señores, aquí se trata de cometer un fraude. La herencia pertenece al Estado, según las
leyes en vigencia; así lo prueba esta verdadera interpretación:
Funciones de la puntuación

Caso 4.

«¿Dejo mis bienes a mi sobrino Juan? ¡No! ¿A mi hermano Luis? Tampoco. Jamás se
pagará la cuenta al sastre. Nunca, de ningún modo, para mis primos. Todo lo dicho es
mi deseo».
En virtud de ello, y como no existen herederos para esta herencia, yo, el Juez, me apropio
de ella en nombre del Estado. Se da por terminado este asunto.*

* Adaptado del artículo «La ortografía… ¡con humor!», de Fernando Carratalá (Centro Virtual Cervantes, 2012).
El sistema de puntuación es un código auxiliar de la lengua escrita

Indicadores de entonación: pausa, línea melódica y tonema final.


Pausa: El profesor, furioso, salió del salón. / No, señor.
Vienen el tío de Juan Felipe González y vos.
Vienen el tío de Juan, Felipe González y vos.
Vienen el tío de Juan Felipe, González y vos.
Vienen el tío de Juan, Felipe, González y vos.
(La coma no es una pausa de respiración sino de entonación)
Principales usos de la coma (,)

a. Enumerativas:
María es juiciosa, simpática y buena estudiante.
Vendrán amigos de Barranquilla, de Bogotá y de Cali.
b. Vocativas:
Oye, Juana, ven acá.
Mesero, un café, por favor.
¿Cómo está mi madre, doctor?
c. Para separar incisos:
Mis amigas, Camila y Mariana, están en China.
¿Vos, que tanto me rogaste, ahora me decís que no?
Es necesario, afirma Juan, modificar los estatutos.
Principales usos de la coma (,)

d. En locuciones adverbiales:
Ya has viajado mucho; por tanto, es hora de afincarte en algún lugar.
He leído toda la tarde; sin embargo, no entendí nada.
e. Para separar complementos oracionales:
Afortunadamente, todo sucedió como lo esperaba.
En primer lugar, todos tenemos las mismas oportunidades.
f. Para sustituir un verbo:
Ana es simpática; María, extrovertida; José, muy alegre.
A la vejez, arrugas.
Principales usos de la coma (,)
g. En oraciones unidas por y
Mañana hay examen y, que yo sepa, nadie ha estudiado.
Pagó el traje, el bolso y los zapatos, y salió de la tienda.
(Nota: Como en el primer ejemplo hay un inciso después de la conjunción, es necesario
marcar la coma. En el segundo caso la y sirve de unión con todo el predicado
anterior, y no con el último elemento de la enumeración).
Otros usos de la coma después de la y:
→ En el último elemento de una enumeración compleja separada por punto y coma:
En el armario puso la vajilla; en el cajón, los cubiertos; en los estantes, los vasos, y
los alimentos, en la despensa.
→ Cuando la y equivale a pero:
Le aconsejé que no comprara esa casa, y no hizo caso.
→ Cuando se introduce un elemento que no pertenece a la enumeración precedente:
Debes prestar atención al leer y escribir, y consultar las dudas en el diccionario.
Principales usos de la coma (,)

h. Para separar oraciones coordinadas o yuxtapuestas:


Unos dicen que es un loco, otros opinan que es un genio.
Si comes tanto, engordarás.

i. En oraciones adversativas y consecutivas:


Ayer fui al clásico, pero no me gustó el comportamiento de la hinchada.
Ya desayunaste, así que ponte a hacer el aseo.
Principales usos del punto y coma ( ;)
a. Para separar componentes mayores que son paralelos o se oponen dentro de una
oración en la que hay varias comas:
Mi hija estudia medicina; Pedro, filosofía; Carmen, ingeniería.
La primera intervención fue interesante, pero corta; la segunda, en cambio, fue
muy larga; con la tercera, todos bostezábamos.
b. Para separar oraciones con entonación descendente pero que presentan una
conexión semántica fuerte:
Ayer estuve en Santa Fe de Antioquia; hacía un calor tremendo.
c. Antes de las locuciones mas, pero, aunque, sin embargo, por tanto, no obstante,
por consiguiente, en cambio, con las que se exponen aspectos diferentes de una
misma idea o un hecho y su consecuencia:*
Te agradecemos los cuadernos y los bolígrafos que nos enviaste; sin embargo,
echamos de menos algún libro.
(*Si la frase es corta, basta con una coma: Vendrá, pero no sé a qué hora
/ Me invitó, aunque no tenía mucho dinero).
Los dos puntos (:)

Tienen como finalidad llamar la atención sobre lo que sigue.


La pausa que exigen es menor que la impuesta por el punto.

Principales usos:
a. Después del encabezamiento de las cartas:
Respetada señora:
Querido Luis:
b. Cuando se anuncia una enumeración:
Todo en este momento de mi vida es maravilloso: mis hijos, mi carrera, mis amigos...

c. Para cerrar una enumeración y precisar lo que ella representa:


Agudas, graves y esdrújulas: son las clases de palabras según el acento.
Salud, dinero y amor: ahí están las metas de la mayoría de las personas.
Los dos puntos (:)

d. Cuando a una o varias oraciones sigue otra que es consecuencia, resumen o


causa de lo que antecede:
Siempre me dice lo mismo: que estudie.
Pocas cosas son más perjudiciales que el juego: por él, muchas personas se han
arruinado; por él, se pierde la vergüenza y el aprecio de los demás.
e. Para introducir una conclusión:
Últimamente comemos demasiado y hacemos poco deporte: no sabemos
cuidarnos.

f. Para introducir una cita en estilo directo:


Dice un refrán castellano: «Al que madruga, Dios le ayuda».

g. En textos administrativos o jurídicos después de verbos realizativos:


Como rectora de este centro certifico:
Los puntos suspensivos (…)
Se emplean para indicar la interrupción de una idea o para provocar una reacción emocional en el lector.

a. Para expresar suspenso:


Entonces se abrió la puerta…, se apagó la luz…, se oyeron unos suspiros… y me
desmayé.

b. Para dejar algo incompleto o interrumpido, o para cambiar de tema:


Ya sabes que a buen entendedor... Me gustaría contártelo, pero... no merece la pena.

c. Para indicar vacilación, inseguridad o nerviosismo en el hablante:


Y entonces... ¿cómo me atreveré a decírselo?
d. Con el valor de etcétera en las enumeraciones:
Son muchos los turistas que vienen a Cartagena: venezolanos, canadienses, judíos...
e. Para indicar supresión de alguna palabra, frase o párrafo de una cita que
reproducimos en un texto:
«En un lugar de La Mancha […] no ha mucho tiempo […]»
Principales usos del paréntesis ( )

a. Para intercalar aclaraciones o incisos que se separan del resto del discurso:
Los vecinos de este bloque (muchos no asisten a las reuniones del edificio)
protestaron por tener que pagar una cuota extra.
b. Para encerrar noticias o datos aclaratorios:
El COI (Comité olímpico internacional) se reunió ayer.
La Segunda Guerra Mundial (1939-1945)…
César dijo: «Alea iacta est» («La suerte está echada»).
Federico García Lorca es autor de Yerma (1934) y La casa de Bernarda Alba
(1936).
c. Para especificar el año de edición de una obra dentro de un texto o en la
Bibliografía:
Como lo menciona Ardila (2015), son tres los aspectos que comprende la
literatura en segundo grado: la autoconciencia, la autorreflexividad y la
autorreferencialidad.
Ardila Jaramillo, Alba Clemencia (2015). El segundo grado de la ficción.
Medellín: Fondo Editorial Eafit.
El guion (-)

a. Se usa para separar las palabras al final de un renglón: ca-sa /reu-nión

b. Para unir componentes de palabras compuestas:


anglo-americano / teórico-práctico

c. Para indicar numeración correlacionada: págs. 18-24


La raya (—)
a. Indican la intervención de los hablantes en un diálogo:
—¿Le enseñaste el libro?
—Sí: le gustó mucho.
b. Para enmarcar expresiones de énfasis:
Robert Crumb –músico, además de artista gráfico– dibujó a los mejores
intérpretes de blues y jazz tradicional.
c. Para señalar una acotación:
—¿Le enseñaste el libro? —preguntó María.
—Sí: le gustó mucho —respondió Antonio.
Nota: Para las expresiones de énfasis –o cualquier otro tipo de inciso dentro de la
oración–, se recomienda usar la raya media (–) y no la raya larga (—). En los
equipos con sistema operativo Windows, la raya media se activa con Alt + 0150, y
la raya larga con Alt + 0151. En los Macintosh, se oprime la tecla «Command» de
la derecha y el signo de guion (-).
Las comillas (“ ” « »)

a. Para indicar una cita en estilo directo:


El poeta Antonio Porchia escribió en uno de sus aforismos: «Lo que dicen las
palabras no dura; duran las palabras; porque las palabras son siempre las
mismas, pero lo que dicen no es nunca lo mismo».
b. Para indicar que una expresión tiene un segundo sentido, o es vulgar o es
foránea:
Perdí todo: soy un «sabio». / El autor emplea como técnica el «flash-back».
c. Para los apodos o alias cuando van al lado de un nombre propio:
Leopoldo Alas, «Clarín». / Hernán Darío, el «Bolillo» Gómez.
Las mayúsculas

«Las reglas de uso de la tilde y la diéresis se aplican


a todas las palabras, con independencia de la forma
en que estén escritas. Así pues, el empleo de la
mayúscula no exime del uso de estos signos cuando
así lo exijan las normas:
Álvaro, LEÓN, ANTIGÜEDAD, PINGÜINO, INTRODUCCIÓN».
RAE, ASALE* (2013, p. 103).

* Real Academia de la Lengua Española y Asociación de Academias de la Lengua


Española.
Principales usos de las mayúsculas

a. En la primera palabra de un escrito, en la que va después de punto aparte o


seguido:
Llegó temprano. Aún no había anochecido. (El verano estaba llegando a su fin).
¿Habría alguien en la casa?
(Nótese que las últimas dos oraciones inician con mayúscula, independientemente
de que vayan precedidas por el signo de paréntesis o de interrogación. Lo mismo
aplica en el caso de los puntos suspensivos cuando estos cierran el enunciado:
Estuvieron con nosotros Mario, Carlos y Catalina… Todos preguntaron por ti.
(Adicionalmente, es importante tener presente que en los dígrafos –aquellas letras
que representan un solo sonido: ll, ch, gu y qu– solo se pone mayúscula en la primera
letra:
Llegaste tarde / Chile / Gutiérrez / Quiero ).
Principales usos de las mayúsculas

b. Después de los dos puntos cuando se citan palabras textuales, en la primera


palabra que sigue al encabezado de una carta y en los enunciados
explicativos:

De acuerdo con el artículo 20 de la Constitución: «Se garantiza a toda persona la


libertad de expresar y difundir su pensamiento y opiniones, la de informar y
recibir información veraz e imparcial, y la de fundar medios masivos de
comunicación».
Apreciada Laura:
En atención a la solicitud concerniente a la cotización por el servicio de asesoría
del mes de abril…

Nota: Recuérdese que las comillas también cumplen la función de un signo de


puntuación.

ADVERTENCIA: Medicamento no indicado para menores.

La arquitectura egipcia: El elemento más característico de la arquitectura egipcia


Principales usos de las mayúsculas

c. En los nombres propios de persona, animal y cosa singularizada:

Sonia Inés López Franco.*

Platero y yo.

«Narsil, la espada de Elendil con que Isildur cortó el dedo de Sauron…»

* Nota: Cuando los apellidos tienen preposición, o preposición y artículo, se


escriben con minúscula si van acompañados del respectivo nombre de pila
(Humberto de la Calle Lombana), y en mayúscula si se omite éste (De la
Calle Lombana /De la Rúa / De Bedout).
Principales usos de las mayúsculas

d. En los títulos, nombres o apodos que acompañan o califican de modo


constante a un nombre propio:
Le recé un rosario a la Virgen María.
Le doy gracias a Dios Todopoderoso.
Mi equipo es el Rojo [el Verde/] de la Montaña.
Carlos, «el Pibe» Valderrama.
Radamel Falcao «el Tigre» García.
Principales usos de las mayúsculas
e. En los nombres propios geográficos: África, América, Antioquia, Risaralda,
Armenia, Medellín, Manizales, la Amazonía, el Orinoco, los Andes, el
Atlántico, el Caribe, el Pacífico.
Nótese que en los casos en los que la región geográfica está acompañada de un
artículo este va siempre en minúscula, salvo cuando hace parte del nombre oficial de
un país o de un municipio, corregimiento y/o ciudad:
La Habana, Las Palmas, La Tebaida, El Salvador, La Estrella, El Retiro, La
Pintada.
Los sustantivos que acompañan a los nombres propios geográficos también van en
minúscula (ciudad de Panamá, bahía de Cartagena, mar Caribe, océano
Pacífico, cordillera de los Andes), excepto cuando están integrados al nombre:
Golfo de Morrosquillo, Ensenada de Utría, Sierra Nevada de Santa Marta, Valle
de Aburrá.
Por último, se escriben con mayúscula los sustantivos y adjetivos que forman
parte de áreas geográficas mayores tales como América Latina, Occidente, Cono Sur,
Oriente Medio.
Nota: En los nombres de vías y espacios urbanos solo se escriben con mayúscula
los respectivos nombres propios:
Principales usos de las mayúsculas
f. En los nombres de instituciones:
Corte Constitucional
Consejo de Estado
Corte Suprema de Justicia
Fiscalía General de la Nación
Ministerio de Hacienda
Ministerio de Relaciones Exteriores
Presidencia de la República
Rama Judicial
Real Academia de la Lengua Española
Nótese que en ningún caso se pone mayúscula en las preposiciones ni en los
artículos; únicamente en los sustantivos comunes que hacen parte del nombre de la
entidad. Así mismo, los cargos que ocupan los responsables de estos organismos van
en minúscula: fiscal general de la Nación, ministro de Hacienda, presidente de la
República.
Principales usos de las mayúsculas
g. En los nombres de publicaciones periódicas:
EAFIT Journal of International Law
El Colombiano
El Espectador
El País
El Tiempo
Revista Co-herencia
h. En la primera palabra del título de una obra literaria, académica o
científica:

Cien años de soledad / El cerebro y el mito del yo /Democracia cosmopolita: una


solución probable a problemas de justicia global en términos de pobreza /
Debate de competencias jurídicas en el caso de «Jesús Santrich»: el
tratamiento noticioso de El Tiempo

Nótese que en los títulos únicamente van con mayúscula los nombres propios.
Principales usos de las mayúsculas
i. En los títulos de leyes y documentos oficiales o históricos:
la Carta Constitucional
el Código Civil
el Código Penal
la Ley 1737 de 2014 por la cual se decreta el Presupuesto de Rentas y Recursos
de Capital y Ley de Apropiaciones para la vigencia fiscal del 1° de enero al 31 de
diciembre de 2015
la Convención de Ginebra
el Pacto de Roma
Declaración Universal de los Derechos Humanos
j. En los sustantivos y adjetivos de las disciplinas científicas cuando hacen
referencia a materias de estudio: el Derecho Constitucional, el Derecho de Gentes,
la Biología, el Cálculo Numérico, la Filosofía, etc. (fuera del ámbito
académico se escriben con minúscula, al igual que las profesiones: la
biología / biólogo; el derecho / abogado; la ingeniería / ingeniero; la matemática /
matemático, etc.).
Principales usos de las mayúsculas
k. En los nombres históricos:
la Edad Media / la Segunda Guerra Mundial / la Conquista española / la Revolución
francesa
el Renacimiento / la Contrarreforma /
(Nota: los adjetivos especificativos de los sustantivos revolución e imperio no llevan
mayúscula –Revolución rusa, Imperio español, etc.–).
l. En los nombres que designan a una entidad o un grupo:

el Estado, la Universidad, la Judicatura, el Ejército, el Gobierno. A este respecto, el


Diccionario Panhispánico de Dudas (DPD, 2017, 4.28) señala lo siguiente:

«En muchos casos, esta mayúscula tiene una función diacrítica o diferenciadora, ya que permite
distinguir entre acepciones distintas de una misma palabra: Iglesia (‘institución’) /
iglesia (‘edificio’), Ejército (‘institución’) / ejército (‘conjunto de soldados’), Gobierno
(‘conjunto de los ministros de un Estado’) / gobierno (‘acción de gobernar’). La mayúscula
diacrítica afecta tanto al singular como al plural: «Europa es importante para los Gobiernos,
pero sobre todo para los ciudadanos».
Por último, no se escriben con mayúscula inicial (salvo cuando lo exija la puntuación):
1. Los nombres de los días de la semana, de los meses y de las estaciones del año: lunes, abril
verano. Solo se escriben con mayúscula cuando forman parte de fechas históricas,
festividades o nombres propios: Primero de Mayo, Primavera de Praga, Viernes
Santo, Hospital Doce de Octubre.
2. Nombres propios de persona que pasan a designar genéricamente a quienes poseen el rasgo
más característico o destacable del original: Estás en camino de convertirte en el garcía
márquez de tu generación; Siempre vas de quijote por la vida; Mi padre, de joven, era
un donjuán.
3. Nombres de marcas comerciales, cuando no designan ya un objeto o un producto de la marca,
sino, genéricamente, cualquier objeto o producto de características similares: deme
un colombiano, por favor (para referirse a cualquier periódico); Me aficioné al martini
seco.
4. Los nombres de las religiones: catolicismo, budismo, islamismo, judaísmo.
5. Los nombres de tribus o pueblos y de lenguas, así como los gentilicios: el pueblo inca, los
mayas, el español, los ingleses, los mexicanos, los colombianos.
6. Las formas de tratamiento (usted, señora, doctor) excepto cuando llevan abreviatura: Ud., Sra.,
Dr.
7. Los títulos, cargos y nombres de dignidad (alcalde, presidente, magistrado, juez, ministro)
cuando están acompañados del nombre propio de quien los posee. No obstante, el DPD
Referencias

Benito Lobo, José Antonio (1992). La puntuación: usos y funciones. Madrid: Edinumen.
Cassany, Daniel (2009). Doce demos sobre la lectura. En Para ser letrados: voces y miradas sobre la lectura (pp. 37-62). Barcelona: Paidós.
De Sevilla, Isidoro (2004 [627-630]). Sobre el colon, el comma y los períodos. Libro II, Acerca de la Retórica y la Dialéctica, Cap. 18, 1-2. En
Etimologías (p. 371). [Archivo PDF]. Madrid: Biblioteca de Autores Cristianos. Recuperado de https://bit.ly/2SitpoB
Diccionario Panhispánico de Dudas (2017). Mayúsculas [en línea]. Recuperado de https://bit.ly/R1PFml
Diecinueve consejos para un aspirante a escritor (2002). El Malpensante. Recuperado de https://bit.ly/2Q6XpYd
Carratalá, Fernando (2013, enero 3). La ortografía… ¡con humor! [citado en Archivo del Foro del español, en línea]. Centro virtual Cervantes.
Recuperado de https://bit.ly/2zwIvQq
Manguel, Alberto (2012). Una historia de la lectura. Madrid: Alianza.
Mediavilla, Fidel Sebastián (2012). Itinerario de un sistema de puntuación. BULLETIN HISPANIQUE, 114(2), 937-961. Recuperado de https://
bit.ly/2Qp6ESI
Real Academia Española, Asociación de Academias de la Lengua Española (2013). El buen uso del español. Barcelona: Espasa Libros.
Universidad de Barcelona (s. f.). Características de la escritura en Roma [en línea]. Recuperado de https://bit.ly/2BHJMFQ
Wikipedia (2018, enero 27). Escritura cuadrada. Recuperado de https://bit.ly/2ACVG1R

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