El documento describe la relación íntima que Moisés tuvo con Dios, en la que Dios se le reveló personalmente y respondió a sus preguntas. Moisés pasó 40 años en el desierto antes de responder al llamado de Dios para liberar a Israel de Egipto. Aunque no se sintió digno, tomó la mejor decisión al obedecer a Dios. Más tarde, Dios le pidió a Moisés que compartiera sus palabras y experiencias con el pueblo a través de la escritura.
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El documento describe la relación íntima que Moisés tuvo con Dios, en la que Dios se le reveló personalmente y respondió a sus preguntas. Moisés pasó 40 años en el desierto antes de responder al llamado de Dios para liberar a Israel de Egipto. Aunque no se sintió digno, tomó la mejor decisión al obedecer a Dios. Más tarde, Dios le pidió a Moisés que compartiera sus palabras y experiencias con el pueblo a través de la escritura.
El documento describe la relación íntima que Moisés tuvo con Dios, en la que Dios se le reveló personalmente y respondió a sus preguntas. Moisés pasó 40 años en el desierto antes de responder al llamado de Dios para liberar a Israel de Egipto. Aunque no se sintió digno, tomó la mejor decisión al obedecer a Dios. Más tarde, Dios le pidió a Moisés que compartiera sus palabras y experiencias con el pueblo a través de la escritura.
El documento describe la relación íntima que Moisés tuvo con Dios, en la que Dios se le reveló personalmente y respondió a sus preguntas. Moisés pasó 40 años en el desierto antes de responder al llamado de Dios para liberar a Israel de Egipto. Aunque no se sintió digno, tomó la mejor decisión al obedecer a Dios. Más tarde, Dios le pidió a Moisés que compartiera sus palabras y experiencias con el pueblo a través de la escritura.
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Heb.
1:1, 2 “Dios, habiendo
hablado muchas veces y de muchas maneras en otro tiempo a los padres por los profetas, en estos postreros días nos ha hablado por el Hijo”. Dios siempre ha buscado darse a conocer. Antes de que el pecado colocara una barrera entre él y nosotros, la comunicación con Dios era personal y directa. Varios siglos pasaron y la Biblia registra la experiencia de un hombre que gozó de una comunicación sumamente íntima y directa con Dios. Su nombre fue Moisés. Dios conoció a Moisés cara a cara y, en esa experiencia, Moisés también conoció a Dios. En diversas oportunidades, la Biblia nos señala que Dios tomo la iniciativa para llamar y hablar a Moisés, además de responder a sus inquietudes. Luego de huir de Egipto, Moisés pasó 40 años en el desierto de Madián. Atrás habían quedado los días de la realeza y de su poder en la corte egipcia. Perfectamente él pudo rechazar el llamado de Dios e incluso se sintió no merecedor de tan honrosa invitación a servirle, el tomo la mejor decisión de su vida, a partir de ahí todo cambiaría. Hubo momentos importantes en la experiencia del pueblo, en los que Dios no solo le habló a Moisés, sino que además le pidió que compartiera sus palabras y vivencias por escrito con el pueblo. Cuando tenemos una relación estrecha con él, somos su voz para quienes nos rodean. Éxodo 17:14 El pueblo acababa de molestarse con Moisés y con Dios. ¿Tienes una Biblia? Consigue una, es la mejor manera que tenemos de comenzar una relación íntima con nuestro Dios. A través de estas líneas lo conocerás profundamente. Éxodo 24:4,7 En este episodio se registra el optimismo del pueblo. ¡Qué contraste! El libro escrito por Moisés y escuchado por el pueblo era un testigo poderoso en contra de ellos mismos. Su Palabra nos recuerda las maravillas que él nos ha prometido. Tal como actuó en el pasado lo hará con nosotros en el presente, sin embargo, ¡cuán fácilmente se nos olvida que tenemos a un Dios poderoso de nuestro lado! Debemos permitir que la Biblia refresque nuestra memoria y nos invite a confiar en las victorias que Dios nos dará. Dios es un Dios de oportunidades; cada error nuestro es una oportunidad en la que él nos muestra su gracia y fidelidad. La Biblia da testimonio de eso. La vida de Moisés no fue perfecta. Estuvo marcada por luchas, por el desánimo, el cansancio y, en ocasiones, la frustración. Sin embargo, tomó la mejor decisión de su vida, en todo momento el diálogo íntimo con su Dios lo sostuvo y supo El secreto de Moisés fue sencillo: él hablaba con Dios. Tú tienes la misma oportunidad. Puedes vivir la vida con esperanza al confiar en la Palabra de Dios.