Revolución Industrial

Inglaterra -1760-1880
Clase 07/04/2020- Prof. Mariano Fiore
La Revolución Industrial, que tuvo sus orígenes en Gran Bretaña en las últimas décadas
del siglo XVIII, fue el resul­tado de una serie de factores interrelacionados (económicos,
políticos, sociales y tecnológicos) que terminaron por trastocar el sistema social vigente
dando nacimiento a la civilización industrial. Entre estos factores cabe mencionar: un
hecho comercial, la expansión colonial británica y como conse­cuencia la apertura de
nuevos mercados para sus productos lo que planteó la necesidad de una mayor
producción; y dos hechos técnicos, por un lado la invención y puesta en marcha de
máquinas que permitieron la mecanización de actividades que hasta ese momento se
realizaban manualmente, nos referimos concretamente a la hiladora mecánica y al telar
mecánico que surgieron como respuesta al requerimiento de una mayor producción, y
por otro la invención de la máquina de vapor de James Watt (1736-1819). La Revolución
industrial continúa hasta la primera mitad del siglo XIX, época en que los fenómenos
que la caracterizaron terminaron de extenderse por el resto de Europa y Estados
Unidos.
Se trata de una de las tres revoluciones con las que se da por terminado trastorna al
“ancien régime” en el continente europeo y a todo el sistema mercantilista. Las tres
están influidas por el pensamiento ilustrado del siglo XVII. En su vertiente vinculada al
desarrollo del conocimiento científico está la Revolución industrial con el epicentro en
Inglaterra. Las otras dos revoluciones se vinculan con la vertiente filosófica y política del
iluminismo. La primera fue la Independencia norteamericana, con la que Inglaterra
comienza a perder la supremacía global. La segunda fue la Revolución francesa de 1789
que marca el gran golpe a la jerarquía social de la nobleza y del clero.
El uso de las máquinas es esencialmente lo que distingue la fábrica de la manufactura, lo
que caracteriza la forma nueva de la producción en relación con todas las precedentes.

En el Antiguo Régimen la producción era realizada por artesanos especializados

en pequeños talleres llamadas manufacturas, con herramientas manuales . Su venta se hacía
en el mismo establecimiento. El principio y la razón de ser de la manufactura es la división del
trabajo. En el taller del artesano ayudado por dos o tres compañeros, o en la choza del obrero
aldeano, rodeado de su mujer y de sus hijos, la división del trabajo es aún muy rudimentaria.

La producción industrial se realiza en fábricas, el trabajo era rutinario y realizado por

obreros poco cualificados con máquinas (nueva división del trabajo). El sistema de fábrica
(factory system) designa la cooperación de diversas clases de obreros, adultos y no adultos,
que secundan con su trabajo asiduo un conjunto de máquinas productoras, a las que se
imprime un movimiento regular mediante una fuerza motriz central.

El advenimiento de la industria provoca el surgimien­to de dos nuevas clases sociales: el

proletariado y la burguesía industrial en abierta oposición. Una que da su trabajo y no
posee nada, que vende la fuerza de sus brazos y el tiempo de su vida por un salario mientras
que crece demográficamente. La otra detenta el capital, a la que pertenecen las fábricas, las
materias primas, las máquinas, y a la que van a parar las ganancias mientras que goza de
todos los beneficios de una civilización refinada.
Con la herramienta la destreza está en quien la maneja, con la máquina y con su
evolución, la destreza pasa a ser cualidad de la máquina que condiciona el ritmo del
trabajo y provoca una indiferenciación de las aptitudes profesionales. Inventada la
máqui­na automática el hombre pasa a ser servidor de la máquina; no sucedía lo
mismo con la herramienta manual que era una prolon­gación de sus manos y estaba a
su servicio cuando él la necesitaba, mientras que con la máquina automática, él está al
servicio de la misma.
Es la industria textil, el punto de partida de los progresos más decisivos es en efecto, la
invención de las máquinas de hilar. Pero en la industria metalúrgica, veremos que el
acontecimiento capital ha sido la aplicación de la hulla a la fundición del mineral de hierro.

Invenciones:
Telar mecánico.  En 1760
la lanzadera volante hizo
su aparición y al carbón
co­menzó a reemplazar a
la madera en la fundición.
En 1764 Hargrea­ves
inventó el torno de hilar,
a primera máquina
o torno movido a mano la
Spinning Jenny capaz
de hilar varias fibras de
algodón al mismo tiempo,
permitía producir seis
veces más hilo que la
rueda de hilar ordinaria.
 En 1776 Samuel Crompton
ideó la hiladora mecánica.
Los defectos de la  Spinning-
Jenny le imbuyeron la idea
de concebir algo mejor, una
máquina apta para el hilado
y uso en la manufactura de
la muselina, que en un
principio fue conocida como
la hiladora de muselina o la
hiladora Hall-i'-th'-Wood (por
el mismo nombre de la casa
de donde él y su familia
residían), y más tarde como
la Spinning-mule. Permite el
nacimiento de una industria
textil con producción en
masa.

Es la industria textil, el punto de partida de los progresos más decisivos es en efecto, la

invención de las máquinas de hilar. Pero en la industria metalúrgica, veremos que el
acontecimiento capital ha sido la aplicación de la hulla a la fundición del mineral de hierro.
Máquina de vapor. Patentada en escocia por James Watt en 1762. Su fabricación masiva
comienza en 1782. Se utiliza el vapor de agua para producir movimiento rotatorio. El
combustible utilizado es el carbón mineral (coque). Aumenta capacidad de trabajo.
En el siglo XIX:
Telégrafo. La primera forma de comunicación instantánea.
Se le suele dar la autoría a un solo hombre, a Samuel Finley Beese Morse, pero
realmente fue el resultado de una cadena de aportes realizados por varios
investigadores. Sin embargo, fue Samuel F. B. Morse el que consiguió crear en
1837 el primer telégrafo, además de crear un alfabeto para transmitir la
información que tiempo después llevaría su nombre, el código morse.

Primer telégrafo receptor de señales eléctricas

 Locomotora. La máquina de vapor
aplicada al transporte.

John Blenkinsop se dio a conocer

cuando construyó una locomotora de
vapor capaz de funcionar,
llamada Salamanca. Comoquiera que
se temía que las ruedas de hierro
patinarían sobre los carriles, se instaló
un piñón en la locomotora y
una cremallera en la vía. Así se creó la
primera locomotora para ferrocarril de
cremallera, a la que se concedió en
1811 la patente inglesa n.º 3431.

Pero, aunque esas máquinas servían como salidas para los movimientos acelerados de
aquellos tiempos, no eran la causa de la aceleración. En sí mismos, los In­ventos eran
pasivos... estaban a la espera de que se acumularan suficientes reservas de fuerza que los
pusiera en acción. Estas re­servas deben tomar siempre la for­ma de dinero, de dinero no
ateso­rado, sino en movimiento. Antes de la entrada de los tesoros in­dios y la expansión del
crédito que fue su consecuencia, no existían fuerzas suficientes para esta fi­nalidad.
Es importante señalar que la invención de las nuevas
máquinas dio pie al surgimiento y a la expansión de
la doctrina económica liberal, que plantea el libre
juego de las fuerzas en presencia, como principio
fundamental de la producción y el inter­cambio de
bienes (con las nuevas máquinas y la doctrina
liberal nace el capitalismo industrial).
¿Por qué la Revolución Industrial ocurrió primero en Inglaterra? (se sigue el texto de
Vivian Trías)
Un grupo de causas determinan el triunfo de la Revolución industrial en Gran Bretaña,
mucho antes que el resto del continente europeo.

- Algunas tienen que ver con su privilegiada geopolítica. Su situación periférica con
respecto a la masa continental eurásica, su control de los accesos marítimos europeos,
su fácil apertura hacia las principales rutas oceánicas.

- Riqueza en yacimientos de carbón y a su favorable ubicación con respecto a las ricas

minas de hierro, lo que facilitó el desarrollo de la industria de hierro y acero y le otorgó
enormes ventajas en ese sector verdaderamente clave de la economía moderna.

- Históricas: . En 1651 el Parlamento aprobó la Ley de Navegación, pilar del desarrollo

naviero británico, obligando al transporte en barcos ingleses de las mercaderías
importadas de todos los continentes. En 1640 más de la mitad de los pares habían recibido
su título después de 1603 y muchos provenían de la clase media enriquecida en los
negocios. Es la génesis de la burguesía.
La abolición de los odiados monopolios comerciales, un nuevo y ágil régimen de patentes,
la desaparición temprana del régimen de gremios que trababan tan rígidamente el
desarrollo de la industria y la movilidad de la mano de obra así como las garantías políticas
que el país ofrecía a los perseguidos de otras latitudes. Después de la Revocación del
Edicto de Nantes en 1685, decenas de miles de tejedores flamencos y obreros
especializados franceses emigraron a Inglaterra.
-Históricas (sigue):

▪En 1651 el Parlamento aprobó la Ley de Navegación, pilar del desarrollo naviero
británico, obligando al transporte en barcos ingleses de las mercaderías importadas de
todos los continentes. En 1640 más de la mitad de los pares habían recibido su título
después de 1603 y muchos provenían de la clase media enriquecida en los negocios. Es
la génesis de la burguesía.
▪ La abolición de los odiados monopolios comerciales.
▪ Un nuevo y ágil régimen de patentes: el Statute of Monopolies (1624). Pero es a partir
de la primera mitad del siglo XVIII que el sistema comienza a utilizarse con mayor
profusión y a sistematizarse su uso. Desarrollándose y permitiendo una intensa actividad
industrial con el Estado como regulador del juego económico. El Estado dirige el control
hacia el análisis de los posibles perjuicios para el país, para sus fabricantes o para el
comercio mientras que permite la iniciativa privada en la explotación de las patentes. La
agilidad del sistema implementado permite que inventores extranjeros patentes sus
productos. De esta manera Inglaterra tiene por varias décadas el control del
conocimiento aplicado a la industria y su posible comercialización.
▪ La desaparición temprana del régimen de gremios que trababan tan rígidamente el
desarrollo de la industria y la movilidad de la mano de obra.
▪ Las garantías políticas que el país ofrecía a los perseguidos de otras latitudes. Después
de la Revocación del Edicto de Nantes en 1685, decenas de miles de tejedores flamencos
y obreros especializados franceses emigraron a Inglaterra
▪ Por otra parte, los cercamientos de los campos arrojan al trabajo fabril una apreciable
cantidad de hombres dispuestos a emplearse por salarios muy bajos. Lo mismo puede
afirmarse de los progresos ingleses en el campo de la ciencia aplicada

▪ En 1660 se funda la Real Academia para el Progreso de la Ciencia Natural Mediante la

Experimentación; Isaac Newton será uno de los primeros presidentes. El pensamiento de
la Ilustración están en el origen de la ciencia y de las invenciones tecnológicas

▪ Entre las causas históricas también hay que mencionar la secuencia de guerras que
enfrenta a Inglaterra con Francia durante poco más de un siglo, en la gran mayoría de
ellas el país insular es la gran vencedor. La pugna por el dominio del mundo con Francia
será ardua, larga y plena de incertidumbres. Se dirime en dos fases. Una verdadera guerra
de 100 años, distribuida en conflictos a lo largo del siglo XVIII, y luego la prueba final
contra el Imperio Napoleónico.
Las más importantes son :
Guerra de los Nueve años (1688-1697)
Guerra de la Sucesión Española (1701-1714)
Guerra de la Sucesión Austríaca (1742-1748)
Guerra Franco-India (1754-1763)
Guerra de los Siete Años (1756-1763)
Guerra de la Independencia de los Estados Unidos de Norteamérica (1775-1783)
Guerras Napoleónicas (1803-1815)
¿Cuál es el origen del excedente de capital que permitió la revolución industrial?

En primer lugar el grueso del excedente qua se trans­mutó en la Revolución Industrial,

provino de la revolución agrícola interna.
En segundo lugar, y en menor medida, la incidencia decisiva de la explotación colonial.

1-Hoy ha quedado incontrastablemente demostrado que la revolución agrícola de la

primera mitad del siglo XVIII, es la causa decisiva de la Revolución Industrial que se inicia
en Inglaterra, en su segunda mitad.
Es la consecuencia de la honda revolución agrícola que se ha desarrollado, según algunos,
desde los últimos años del siglo XVII.
En esencia consiste en la transferencia a la sociedad británica, poco poblada, de las
técnicas agrícolas avanzadas en uso en los Países Bajos (Meca de los agrónomos ingleses),
cuya alta densidad demográfica las ha estimulado para poder saciar el hambre
Se destaca la supresión del barbecho, rotando el cultivo de cereales con plantas que
enriquecen la tierra en nitrógeno, como la alfalfa, el trébol y el ray-grass (cesped inglés).
Lo que implica duplicar las tierras en uso y preservar su feracidad.
La revolución agrícola elevó el excedente a más del 50%. Las épocas de hambre
desaparecieron y el progreso de los agricultores permitió a muchos de ellos convertirse
en los iniciales empresarios industriales cuando, aún, el utillaje era modesto y barato y
con la venta de una granja podía instalarse una pequeña manufactura que diera trabajo a
ocho operarios.
2- Son decisivos el saqueo colonial, los capitales provenientes de la trata de negros,
el comercio a larga distancia, el contrabando y los lucros de la piratería.

En la era mercantilista, a la supremacía española del siglo XVI, siguieron la privanza

holandesa y francesa. El siglo XVII y finalmente el ascenso a la cumbre de Gran
Bretaña en el XVIII.

La Ley de Navegación de 1651 convirtió a Inglaterra en gran potencia marítima y es

un pilar fundamental del “primer imperio”; el “Old Colonial System”. Dispuso la
dependencia de las colonias del Parlamento dominado por negociantes.

Las guerras contra Holanda (1652-74) quitaron a los holandeses el dominio del
comercio de tabaco, azúcar, esclavos y bacalao, y echaron las bases para el
establecimiento del poder territorial inglés en la India. El comercio inglés con la China
data también de aquellos años”. Ya dijimos que el dominio del tráfico había pasado
de manos ho­landesas a inglesas a fines del siglo XVII. Después de 1713 Holanda ya no
cuenta como potencia marítima de primera clase: es casi otro subimperio británico.
No hay que confundir la esclavitud de esta época con la esclavitud del Imperio
Romano. Ahora se trata de un fenómeno económico capitalista, organizado en
compañías por acciones, con factorías, flotas especializadas, agentes de propaganda e
intermediación, redes de influencia, etc.
Navio negrero, obra de M. Rugendas
Se estableció un comercio trian­gular de rendimiento fabuloso; África proveía la mano
de obra. Amé­rica los productos tropicales (ta­baco, azúcar, algodón) y Europa barcos,
compañías y mercados.

La “South Sea Company” (“Com­pañía de los Mares del Sur”) y la “Compañía Africana”
se destacaron en el negocio

El tráfico negrero, su­ministró a Inglaterra y a Europa un afluente de capitales que

contribuye­ron decisivamente a financiar la Re­volución Industrial.

Pero tras el “asiento”, 40 mil esclavos anuales durante 30 años, se movía otro negocio
de incalculables dimensiones: el contrabando. “Existe, pues, una política del
contrabando, que al margen de la política ofi­cial constituye como “el secreto” de la
nación.
En 1776 se declara la Independencia de los Estados Unidos y poco después reciben el apoyo
militar de Francia y España en la lucha por aquélla. En 1783 se concluye la “Paz de París” y el
Primer Imperio se fracturó irreversiblemente.

La Revolución Industrial no hubiera podido producirse en la Gran Bretaña de no haber sido

por la posesión de un imperio colonial que proporcionaba salidas muy superiores a las que
podía absorber el mercado nacional. La industrialización entrañaba una repentina expansión
de la capacidad productiva, que sólo era posible en un país que ocupara una posición clave
dentro de la economía mundial en evolución. El factor decisivo era un monopolio global de
los mercados de exportación durante la difícil transición de una economía basada en los
propios recursos a otra dependiente del comercio mundial. Esta posición, en sus fases
iniciales, se logró mediante la conquista de territorios de ultramar en Norteamérica y la India
durante el siglo XVIII, en competencia principalmente con Francia.

Las Guerras de agresión en que estuvo empeñada la oligarquía británica entre 1702 y 1815
-cuando la derrota de Napoleón significó el final de este capítulo- establecieron un
monopolio comercial universal, pese al revés causado por la pérdida de las colonias
americanas. Después de 1815 la Gran Bretaña dominaba los mares y se estaba
convirtiendo en el taller del mundo.