Tema: Estatus de La Mujer en La Historia
Tema: Estatus de La Mujer en La Historia
Tema: Estatus de La Mujer en La Historia
El egipcio de aquel tiempo no reconocía a la mujer como igual al varón, sino como su complemento. Este
respeto se expresaba claramente tanto en la teología como en la moral, pero es bastante difícil determinar su
grado de aplicación en la vida cotidiana de los egipcios.
Al casarse, la mujer mantenía su nombre, con el añadido «esposa de X», lo que es natural ya que el
matrimonio no constaba como un acto administrativo, cosa rara en un Estado con la mayor burocracia
posible, ni tampoco era una demostración religiosa. Simplemente, ratificaba el hecho de que un hombre y
una mujer deseaban convivir, eso en el caso en que se hiciera un contrato matrimonial, que no era necesario
más que a efectos económicos para diferenciar el patrimonio de cada cual.
El marido debía garantizar el bienestar de su esposa, incluyendo, por supuesto, el plano material.
1.3 BABILONIOS
Defensa
A pesar de que el rol de la mujer china en China ha mejorado, aún se requieren
cambios. Las personas están apoyando el aumento de la representación femenina
en el gobierno y aumentar su fortalecimiento económico.
1.5 HINDUS
El papel de la mujer india en la sociedad se relega así a un segundo plano, supeditado a la voluntad del
hombre: primero, del padre y los hermanos; luego, del marido. La mujer, al igual que ocurriera en España,
está inmersa en un sistema patriarcal en el cual es tratada como una menor de edad hasta su muerte. De
hecho, nacer mujer en la India es un auténtico problema y un peligro porque desde que nace hasta su muerte
vive bajo los parámetros de la exclusión social y la vulneración continúa de sus derechos. Nacer niña en la
India se considera todavía hoy una carga familiar, las familias deben pagar una dote, que endeuda de por
vida, para casar a sus hijas. Esta situación se agrava en las comunidades rurales, donde las mujeres sufren
una doble discriminación, por sexo y por pertenecer a una casta inferior. Un dato relevante de la situación de
la mujer, o el estigma que supone nacer mujer en la India, lo revela la aprobación en 1996 de una ley para
prohibir las pruebas de determinación de sexo del bebé, pues, los datos revelaron que si el bebé era niña el
embarazo se interrumpía.
1.6 GRIEGOS
Las mujeres que nacían libres eran no ciudadanas (cives), no podían votar ni ocupar cargos
públicos. Debido a este limitado papel público de la mujer en la Antigua Roma, los historiadores
romanos mencionan con menos frecuencia a las mujeres que a los hombres. Sin embargo,
mientras que las mujeres romanas en general no tenían ningún poder político directo, las de
familias ricas y destacadas podían ejercer (y de hecho ejercían) gran influencia a través del
entorno privado. Como sucedió con los hombres, las mujeres de la élite y sus significativos actos
políticos eclipsaron a las mujeres de rango inferior en los registros históricos.
El único papel público principal reservado exclusivamente a las mujeres fue en el ámbito
religioso: el sacerdocio de las vestales.
El pater familias tenía el derecho y el deber de encontrar un marido para su hija, puesto que los
primeros matrimonios fueron normalmente acuerdos matrimoniales. En teoría, la pareja debía ser
lo suficientemente mayor como para dar su consentimiento, pero la edad de consentimiento
sexual era de doce años para las chicas y de catorce para los chicos. En la práctica del
matrimonio, los chicos parece que eran en promedio cinco años mayores que las chicas. Entre la
élite, catorce era la edad de transición de la infancia a la adolescencia. Sin embargo, los
compromisos se podían organizar por razones políticas cuando la pareja era demasiado joven para
casarse y, en general, las mujeres nobles se casaban antes que las de las clases bajas. La mayoría
de las romanas ya estaba casada entre la pubertad y los veinte pocos. Se esperaba que una niña
aristocrática fuera virgen en el momento del matrimonio como su corta edad podía indicar. Una
hija podría rechazar legítimamente un emparejamiento hecho por sus padres solo demostrando
que el futuro marido tenía mal carácter.
1.8 TEUTONES
Por siglos, el papel de una mujer en sociedad alemana fue resumido y circunscrito
por los tres "las palabras de K": Más bueno (niños), Kirche (iglesia), y Küche
(cocina). La cuarta "K" se menciona a veces: Kleider (ropas). A través del
vigésimo siglo, sin embargo, las mujeres han ganado gradualmente victorias en su
búsqueda para las derechas iguales. En 1919 recibieron la derecha de votar. Los
cambios profundos también fueron realizados por la Segunda Guerra Mundial.
Durante la guerra, las mujeres asumieron las posiciones llevadas a cabo
tradicionalmente por los hombres. Después de la guerra, el Trümmerfrauen
supuesto (mujeres del escombro) tendió a herido, enterrado los muertos,
pertenencia salvadas, y comenzó la tarea dura de reconstruir Alemania guerra-
rasgada simplemente despejando lejos el escombro.
En República Federal de Alemania, la ley orgánica de 1949 declaró que los hombres y las mujeres
eran iguales, pero no era hasta 1957 que el código civil fue enmendado para conformarse con esta
declaración. Incluso en los comienzos de los años 50, las mujeres podrían ser despedidas de la
función pública cuando casaron. Después de la Segunda Guerra Mundial, a pesar de la escasez
severa de los hombres jóvenes que hicieron la unión imposible para muchas mujeres, la unión
tradicional sintió bien de nuevo a la sociedad ideal. Los programas del empleo y de la asistencia
social seguían afirmados en el modelo masculino del breadwinner
1.9 ANGLOSAJONES
Estatus en la sociedad:
La mujer debía permanecer con su padre hasta que se casara o entrara a un
convento. En los libros de leyes estaban asentados los derechos de igualdad entre
hombres y mujeres, iguales privilegios e iguales cargos políticos sin embargo esto
pasaba de ser un escrito.
Matrimonio y familia:
Durante el matrimonio, la esposa estaba bajo el cuidado y tutela del esposo, a quien
le debía obediencia, solo como ama de casa, era la mujer independiente.
Propiedad y herencia:
Los regalos eran para el esposo y las esposas en conjunto; las propiedades de la
mujer no respondían por las deudas del esposo. La viuda nunca heredaba de su
esposo. El esposo era copropietario con su esposa no podían vender ninguna
propiedad sin el consentimiento del otro.
Divorcio y adulterio
La mujer recibía la mitad de las propiedades del esposo, si los hijos eran suyos.
Al esposo se le permitía el divorcio si su mujer le había sido infiel, y todas las
propiedades de ella pasaban a ser de él.
1.10 LOS AZTECAS
Estatus en la sociedad:
El valor de la mujer era diferente en aquellas sociedades en las que las labores femeniles quedaban reducidas a
las actividades hogareñas y aquellas en las que existían la posibilidad de que la mujer interviniera en la
producción de artículos destinados a la venta.
La mujer tenía en realidad una importancia secundaria. Era especialista en medicina mágica, brujería y la
adivinación.
Matrimonio y familia
La virginidad de la mujer era muy estimada, se equipara a una preciada joya que la madre encargaba a su hija,
La mujer casada no debía sentirse altivezcada, menospreciar a su esposo y tampoco traicionarlo.
La mujer no podía elegir a su marido; ya que debía aceptar lo que los dioses le hubieses deparado, aunque se
tratara de maridos feos.
Divorcio y adulterio
El matrimonio era una forma de impedir el descarrío de las jóvenes.
El adulterio se castigaba machacándole la cabeza a la mujer en la calle y arrastrándola. El vínculo
matrimonial era tan protegido y sagrado que no podía ser perturbado ni aun con la mirada.
El divorcio era mal visto ya que había una presión moral sobre el prestigio de la vida del célibe.
Propiedad y herencia
Las faenas agrícolas la ejercían tanto hombres como mujeres. La artesanía textil estaba reservada
solo para mujeres.
1.11 JAPONESES
En lo que se refiere a la concepción de la mujer en la Edad Media, hay que diferenciar entre la imagen
dada por el ámbito eclesiástico y el ámbito popular/literario.
Ámbito eclesiástico
Se trata de una visión que obedece a los criterios de la cultura monástica, por tanto de una minoría que veía a
la mujer de una forma negativa, en parte porque estaban sometidos al celibato. Por ello, dentro de esta
visión, negativa, destacaron autores como:
San Agustín: defendía la idea de que la mujer debía ser un individuo subordinado, quedando reducida a tres
papeles: el de tentadora como instrumento del diablo, el de esposa como instrumento del marido y el de
madre como instrumento de Dios.
Santo Tomás de Aquino: se apoyó en la idea que difundió Aristóteles en De Generatione Animalium (De la
generación de los animales), en la que afirmaba lo siguiente: “La mujer es como un varón impotente”.
Igualmente, en este ámbito la imagen de la mujer se dividía en virtudes y vicios. En mi opinión, aspectos
quedan reflejados en dos personajes de la Biblia.
Ámbito Popular/Literario
Esta concepción, parecida a la anterior, obedecía más a la realidad. Una realidad, que nos presenta
a una mujer que rara vez llegaba virgen al matrimonio ó que era fiel…Así lo muestran obras
como: Decamerón ó Los cuentos de Canterbury. “…Yo no tengo vecina que intacta haya ido a sus
bodas; aún de las que ya casaron yo sé bien cuántos y cuáles engaños hacen a sus maridos; y este
simple me quiere mostrar como son los hombres, como si yo fuese nacida ayer…” G. Boccaccio,
Decamerón
La mujer en la sociedad medieval
Cuando hablamos de la mujer, debemos insertarla dentro de la sociedad feudal. La cual, se caracterizaba por ser
un sistema social muy rígido, marcado por el nacimiento y que establecía la clase social a la que se pertenecía.
Así, en lo que respecta a la mujer, tenemos distintos tipos, dependiendo la clase a la que perteneciese:
La prostituta
Esta se encontraba en el último estrato de la sociedad, dentro de los sectores de marginación y pobreza. Pues, eran las
mujeres que vivían en peores condiciones y que moralmente estaban mal vistas dentro de la sociedad, porque
representaban el antagonismo del modelo de mujer medieval. Por lo que llevaban una vida muy compleja, expuesta a
todo tipo de enfermedades venéreas, violencia y escarnio público. Este último, reflejado (en parte) en las leyes que las
obligaban a vestir de forma diferente para ser diferenciadas del resto de mujeres (vestidos con colores llamativos o
llevar un adorno hecho con cintas de colores)
Por lo general, las mujeres que acababan ejerciendo la prostitución eran viudas pobres con hijos o mujeres
violadas que habían sido repudiadas por su propia familia. Y todas ella podían ofrecer servicios en burdeles
(prostibu-lum), tabernas, baños públicos o en la calle.
La mujer campesina/ urbana
Debía de organizar la casa (en todos los sentidos: cocina, limpieza…) y estar al cuidado de los hijos. Además
de trabajar en el campo o en la ciudad, contribuyendo a la economía familiar.
Eran muy pocas las que trabajaban fuera del ámbito familiar, de forma independiente. No obstante, hay
constancia de que en Córdoba las mujeres podían aprender un oficio artesano, de que en Sevilla existían telares
dirigidos por mujeres o que en ciudades como Cuenca/ Palencia no se prohibía a la mujer la práctica de algún
oficio. De hecho, en el Registro de Alcabalas (impuesto) de la Corona de Castilla, está documentado la
contribución y el oficio que desempeñaban algunas mujeres (lenceras, silleras, zapateras, calceteras,
zurradoras…). Como por ejemplo Maria Lopes (1448), la tocinera que arrendaba casas de la Cofradía del
Salvador, Palencia.
La monja
Este tipo de mujer dejaba toda su vida para dedicársela enteramente a Dios. Aunque no todas
ingresaban en un monasterio con este fin, sino movidas por otros objetivos: tener una mayor libertad
(escapar de un matrimonio pactado…), encontrar un techo y comida, obtener el perdón por pecados
cometidos o por ser viudas (este caso muy dado entre nobles y reinas).
Motivaciones aparte, lo que sí sabemos es que estamos ante un grupo de mujeres muy valorado,
diverso y culto. Pues, sabían leer, escribir y varios idiomas (latín, griego…). Precisamente, de sus
manos surgieron tratados muy interesantes sobre diferentes materias.
La noble
Este grupo estaba formado princesas reales casadas con nobles, condesas, duquesas y marquesas. Por
tanto, un tipo de mujer que por la clase social a la que pertenecía podía llegar alcanzar mayores
reconocimientos.
Entre sus tareas cabe destacaban: Organización y control al servicio que trabaja en el hogar, cuidado y
educación de los hijos, estar pendiente de la economía de la familia en ausencia del marido, que
generalmente estaba en la guerra…Todas estas funciones se multiplicaban cuando la mujer se quedaba
viuda, pues era cuando asumía el control de todo: las posesiones, contabilidad, empleados… Una
situación que se reafirmaba cuando había de por medio un heredero menor, pues esto provocaba que
estas llegaran a adquirir un gran poder social.
1.13 SIGLOS XVII, XVIII Y XIX
Las últimas décadas deI sigIo XVIII y Ias deI primer tercio deI sigIo XIX constituyen un periodo
de sumo interés tanto para Ia cuItura europea, en general, como para Ia hispanoamericana, en
especial, dado que es un Iapso en eI cual encontramos variados e interesantes temas asociados con
Ia educación: Ia ilustración, Ia crisis deI antiguo régimen, Ia revolución, Ia independencia,
cambios de estructuras sociales y eI roI de Ia mujer en sociedades cambiantes, entre otros.
En eI transcurrir de Ia historia, Ia mujer ha pasado por un sinnúmero de
vicisitudes, que van desde Ia escIavitud y eI sometimiento totaI y absoIuto aI
varón, quien en múItipIes contextos históricos y cuIturaIes -con escasísimas
excepciones- ha dispuesto despóticamente hasta deI cuerpo y eI aIma de esta, y
de Ia famiIia, en un rígido destino caracterizado por Ia infIexibiIidad, hasta eI
Iogro en Ios úItimos tiempos de su total emancipación, situándose a Ia altura deI
hombre, con igualdad de derechos y responsabiIidades.
Las mujeres se han encontrado relegadas a un segundo plano salvo algunas
excepciones, del proceso histórico. Superando en muchas ocasiones en número al
sexo masculino. A partir del siglo XVIII esta situación empezó a cambiar y ahora, en
el siglo XXI las diferencias entre mujeres y hombres en los ámbitos laborales y
cotidianos aun no son nulas.
Las mujeres han sido marginadas y olvidadas a lo largo de los siglos, a excepción de
algunas, que han hecho cosas muy muy importantes, y esas, no han podido ser
apartadas del proceso histórico.
-FAMILIA, CASA Y TRABAJO-
En la casa se producía la mayor parte de lo necesario para subsistir. Todos los miembros, según su edad y
sexo, colaboraban en casa. Las mujeres como siempre, tenían doble trabajo: el doméstico y en la industria
rural (sistema doméstico).
En el ámbito rural, las familias vivían de lo que sus campos podían ofrecerles, siendo una situación bastante
insegura, ya que eso dependía del tiempo, y eso no se podía predestinar.
En las ciudades la vida de la familia giraba alrededor de las factorías y talleres. Y sobre todo en esta
situación las mujeres no solo se encargaban de las tareas domésticas sino que, también trabajaban en los
talleres, sobre todo en las manufacturas textiles.
La mujer seguía estando regida por leyes morales y clasificada según su estado civil; los casamientos
seguían siendo una elección paterna y de conveniencia. Una mujer soltera estaba mal visto en aquella época,
sin embargo, la viudedad era el estado que más respeto se ganaba.
EL SIGLO XIX: DEL TRABAJO EN LA
CASA A LAS FÁBRICAS
Las asociaciones de mujeres se fueron disolviendo cuando, el 1 de Octubre de 1931 fue aprobado el sufragio
universal en el Congreso de los Diputados.
A partir del siglo XX cambió la condición social de las mujeres; fumaban, conducían… y a nadie le parecía
algo raro.
A partir de la Primera Guerra Mundial se incorporaron a las fábricas y se pusieron al cargo de servicios
sociales.
Será después de la Segunda Guerra Mundial cuando el feminismo, como ideología, sea asumido por toda la
sociedad, y ello gracias a la información y a la sociedad de masas. Las mujeres se incorporaron al ámbito
laboral y esto supuso la segunda ola del feminismo.
1.14 EPOCA COLONIAL VIRREINAL
MEXICANA
ESTATUS EN LA SOCIEDAD
Al igual que durante el periodo colonial, a la mujer difícilmente se le consideró como un ser humano que podía
pensar, razonar y gobernar su vida por si misma.
No le permitió ni siquiera decidir sus sentimientos en cuestiones de amor, amistad y fraternidad.
La mujer en aquella época, se le tomaba como simple objeto de pertenencia, primeramente por el padre,
posteriormente por el esposo o hermano
MATRIMONIO Y FAMILIA
Se casaban con las mujeres comprándolas desde pequeñas a sus padres y poseyéndolas hasta que tenían su primera
menstruación. Su vida no tenia mas horizontes, por lo regular, que la ciudad o el campo condenada a servir a su
marido, a educar a los hijos de acuerdo a los ideales de categoría y religiosos.
La familia las preparaba para el matrimonio o para el claustro, con la finalidad de servir ya sea a dios o a su marido.
La mujer de clase alta fue sometida al igual que las demás mujeres, presa de su época y su riqueza, encerrada en la
ambición y el poder, nunca vio un amanecer mas allá de lo que su clase lo permitía.
MATRIMONIO Y FAMILIA
La influencia de la familia y la iglesia en su vida tenia un gran peso para su formación matrimonial, ya que estos
dos elementos le proporcionaban los ideales para ser “feliz”. Ella nunca conoció el verdadero amor, aunque
siempre lo soñaba, pues desde pequeña era “vendida” al mejor postor con la finalidad de salvar de la ruina a su
padre o a su futuro marido.
PROPIEDAD Y HERENCIA
La mujer no podía en esta época aceptar una herencia, su esposo era el que administraba sus vienes.
DIVORCIO Y ADULTERIO
La mujer no podía separarse, disolver su matrimonio y nulificar lo según su caso
Cuando el matrimonio solo era eclesiástico, lo era así mismo la separación que se concedía por adulterio
comprobado, sevicia o enfermedad contagiosa.
La separación que le autorizaba a la iglesia, implicaba la imposibilidad de volver a casarse.
Paralelamente, en Italia surgen los primeros periódicos de corte femenino:
La mujer valiente, la mujer italiana, pero aun son muy tenues los destellos que tuvieron en esta época los
grupos de mujeres lo cual era explicable por la posición sociocultural a la que estaban relegados