Los tres socios principales de la conquista del Perú fueron Diego de Almagro, Francisco Pizarro y el clérigo Hernando de Luque. Pizarro dirigió las expediciones militares, Almagro se encargó de la planificación y administración, y Luque financió la empresa a través de su riqueza personal y conexiones comerciales. Juntos lograron la aprobación necesaria de las autoridades españolas y conquistaron el imperio inca.
0 calificaciones0% encontró este documento útil (0 votos)
695 vistas8 páginas
Los tres socios principales de la conquista del Perú fueron Diego de Almagro, Francisco Pizarro y el clérigo Hernando de Luque. Pizarro dirigió las expediciones militares, Almagro se encargó de la planificación y administración, y Luque financió la empresa a través de su riqueza personal y conexiones comerciales. Juntos lograron la aprobación necesaria de las autoridades españolas y conquistaron el imperio inca.
Los tres socios principales de la conquista del Perú fueron Diego de Almagro, Francisco Pizarro y el clérigo Hernando de Luque. Pizarro dirigió las expediciones militares, Almagro se encargó de la planificación y administración, y Luque financió la empresa a través de su riqueza personal y conexiones comerciales. Juntos lograron la aprobación necesaria de las autoridades españolas y conquistaron el imperio inca.
Los tres socios principales de la conquista del Perú fueron Diego de Almagro, Francisco Pizarro y el clérigo Hernando de Luque. Pizarro dirigió las expediciones militares, Almagro se encargó de la planificación y administración, y Luque financió la empresa a través de su riqueza personal y conexiones comerciales. Juntos lograron la aprobación necesaria de las autoridades españolas y conquistaron el imperio inca.
Descargue como PPTX, PDF, TXT o lea en línea desde Scribd
Descargar como pptx, pdf o txt
Está en la página 1de 8
Los tres socios de la
conquista
AUTORES: Gonzalo Abanto Cruzado y
Daniel Cruz Nazareth Los tres socios de la conquista del Perú fueron los conquistadores Diego de Almagro y Francisco Pizarro, y el clérigo español Hernando de Luque. Cada uno de ellos adquirió un compromiso para sacar adelante esta empresa colonizadora. Por un lado, el sacerdote Hernando de Luque tenía a su cargo la financiación y aprovisionamiento de la expedición. Por otro lado, Diego de Almagro tenía la función de trazar la planeación, el asesoramiento económico y la gestión administrativa, y Francisco Pizarro se encargó de dirigir y ejecutar las labores expedicionarias. Además de ellos también participaron el rico comerciante y banquero español Gaspar de Espinoza, quien financió a través del cura Luque Asimismo, Pedro Arias Dávila, gobernador de Castilla de Oro y Nicaragua, fue quien aprobó la licencia de la expedición. Francisco Pizarro y Diego de Almagro eran soldados, hombres curtidos en las labores de conquista y las expediciones españolas en Centroamérica.
Pedro Arias Dávila
Francisco Pizarro Pizarro nació en Trujillo el 16 de marzo de 1478 y murió asesinado en Lima el 26 de junio de 1541. En el momento de la conquista de Perú era un hombre cercano a los 50 años de edad que había tenido una vida aventurera y estaba en busca de fortuna para su vejez. En la Compañía de Levante sus funciones estaban perfectamente claras: él sería de nuevo el líder o jefe militar de la segunda expedición, habida cuenta de sus conocimientos y destrezas. Diego de Almagro Nació en 1475 en Almagro, España, y murió en el Cuzco, Perú, en 1538. Su obstinación y ambición por conquistar los territorios del sur al igual que su compañero de aventuras Francisco Pizarro, lo llevaron a insistir en esta empresa. Llegó a América en 1514 acompañando la expedición a Panamá dirigida por Pedro Arias Dávila. Después se asoció con Pizarro en las dos expediciones al sur. Hernando de Luque Fue un sacerdote andaluz nacido en Morón de la Frontera, de quien no se dispone mayor información acerca de sus primeros años de vida. Al igual que Almagro, Hernando de Luque también se embarcó en la expedición de Pedro Arias Dávila (Pedrarias) a América. Vivió en Panamá, donde prestaba sus servicios de maestrescuela. Tenía vocación para los negocios, lo que lo convirtió en un hombre adinerado junto con sus amigos y socios Gaspar de Espinoza y Pedrarias Dávila. Gracias por su atención