Metafísica Medieval

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Metafísica medieval

San
Agustín
• Funda su filosofía en la fe antes
que en la razón, parte de la idea
de que Dios nos ha revelado su
nombre y es el Ser.

• A partir de este presupuesto


desarrollará su filosofía: el ser de
Dios implica la simplicidad y la
inmutabilidad.
• Dios es inmutable porque es simple. La inmutabilidad
implica un ser permanente, él dirá que el cambio es
un dejar de ser lo que se era y que sólo se deja de ser
cuando no se es, por tanto si Dios es el Ser, Él no
puede cambiar, siempre es.

• Dios es simple. Reconoce que la simplicidad es la raíz


de la inmutabilidad. Sólo lo simple no cambia, lo
compuesto implica una distinción con lo que se es.
Dios es y no participa de la bondad, etc. Es Decir Dios
es y no tiene Ser porque el es el ser mismo.

• Hay una distinción entre las creaturas y Dios. Dios es


sustancia y atributo, es sustancia y cualidad.
Mediación de la semejanza. El
Verbo es semejanza imparticipada,
es decir, es semejante al Padre. Es de
su misma naturaleza. No es solo
semejanza del Padre, es la
semejanza del Padre, es unidad. La
semejanza del Verbo en la
encarnación permite comprender la
participación en el ser de las
creaturas.
Las creaturas participan del ser y son
verdaderos porque son semejantes
al ser. El Verbo media entre el Ser y
los seres, él es semejanza del ser y, a
su vez los seres comparte la
semejanza por él.
La persona como
creatura

• Se disputan las posturas del


hombre que posee el ser en sí y
la del ser por otro, las cuales
tiene de fondo a la libertad
como fundamento.
• El hombre no es sinónimo de
persona, porque puede perder
su propia posibilidad de
apertura. Si sólo se centra en la
parte natural o de identidad
entre hombre y persona se
puede dar paso a posturas
discriminatorias.
El ser por sí y ser por
otro
• No implica una individualidad sustentada
en la razón para gobernarse a sí mismo,
sino que implica una relación con el
Creador.
• La persona en la relación con Él es
contingente, es decir, que depende de
otro. Este depender implica que la persona
en sí es más a fin a la nada que al ser, su
propia experiencia de nada le revelan que
no tiene una autarquía sino que es
atravesada por la presencia de los otros.
• Esta conciencia de la nada lleva a la
persona a darse cuenta del llamado de las
cosas, del otro y de Dios para encontrarse
con el Ser. Para ser persona se necesita de
este llamado.
La dignidad de la persona implica el
reconocimiento de su propia vocación, la cual
la lleva a darse cuenta que ésta está fuera de
sí misma.
El cuerpo es una característica necesaria para
la relación del hombre con el otro. Es muestra
de la dignidad como creatura. Es relación
consigo mismo y con el mundo. EL hombre no
es sólo alma y no es solo cuerpo es ambas.
Nos conecta con dos realidades: el perdernos
en las cosas vanas o en encontrarnos con
nuestro fin verdadero. Es esta segunda que
nos lleva a centrarnos en la libertad.
El cuerpo es semejanza con la encarnación,
nos remite a la presencia de Cristo que
subsiste en su doble naturaleza, la human ay
la divina.
• La sensibilidad es parte nuestra y nos conecta con
la misma paradoja de la carne, en la que no puede
sustraerse de lo que le afecta y no 5tiene la
libertad de ser tocado o no, es un lugar de
actividad. Las pasiones forman parte de nuestra
composición y nos hace tocar con la nada porque
esta experiencia nos invade y nos muestra nuestra
imposibilidad de librarnos de esta situación.

• Yo soy mis pasiones en el sentido de que estas se


suscitan en mí y no en alguien más.

La memoria es el lugar de construcción e uno mismo en


la historia de la vida, aquí se produce el yo. Para
Agustín, la memoria es un lugar de inquietud, que está
sustentado en la memoria que yo tengo de Dios y que
me remite a la interioridad.

La memoria de Dios em lleva a descubrir la inmensidad


de la memoria y descubre la imposibilidad del tiempo
de estar encerrado en una identidad. Sólo encontramos
nuestro ser cuando recordamos el amor que Él nos
entrega.
• Historicidad: la personalidad se forja desde el ser y desde la
historia. Nos lleva a la identificación con el proyecto de una
determinación. Nos lleva a reconocernos parte de una
comunidad. Nos lleva a confrontar dos conceptos: individuo
( que implica el conjunto de la vida pasada sedimentada
presente en una conciencia reflexiva) y la persona es la
conciencia de lo que ella debe hacer, ella y solo ella, en un
mundo histórico que es suyo.
• Amor
• Nos muestra alteridad que destituye el sí dado por el yo. Aquí
hay un lazo esencial entre el amor y la persona. Muestra la
fragilidad de la persona.
• El amor es el modo de ser fuera de sí de la persona.
Metafísica en
Santo Tomás
de Aquino
Naturaleza y objeto de este saber
• Metafísica es la disciplina principal; es la sabiduría humana o a nivel natural.

• La sabiduría metafísica conjunta el rigor de la ciencia y la amplitud y penetración de la


inteligencia.

• La metafísica les supera, pues la sabiduría es el intelecto de los primeros principios y la


ciencia es lo que demuestra por las causas últimas o más elevadas el ser de las cosas.

• A pesar de ser ciencia, la sabiduría metafísica analógicamente tiene más carácter


de intelecto que de ciencia, pues tiene como más propia la función de éste: es llevar
todo a sus principios de ser.
• El objeto de la metafísica, según Santo Tomás , es el ente en cuanto tal.
• Todo aquello que de alguna manera es: Las maneras de ser son analógicas, es decir, que se dan
según una jerarquía de principalidad y secundariedad.

• Las principales maneras de ser son la de la substancia y la del accidente, y éstas se


organizan según las categorías. Es pues la substancia la base de toda posibilidad de ser el
ente.

• El concepto de ente es el más universal de todos los conceptos. Ya de suyo los conceptos
son universales aunque puedan darse conceptos singulares, imperfectos, pues los
universales, que son objeto del intelecto (así como los singulares lo son de la sensación),
no son propiamente universales en las cosas (sino sólo en potencia, en cuanto
naturalezas abstraibles de ellas)

• Son propiamente universales en el intelecto, como naturalezas abstractas conocidas ene


el concepto. Y el universal mayor es el universal metafísico, y el universal metafísico es el
concepto del ente.
El ente en Santo Tomás de Aquino
• En el concepto de ente, lo que Santo Tomás estudia es su carácter de concepto primero y
primordial.

• En el orden cronológico es el primer concepto que se forma el hombre, ya que el ser humano
todo lo concibe bajo la noción de ente, aun cuando aquí se trate de un concepto confuso y
todavía virtual del ente.

• Así mismo, el concepto de ente, según el Aquinate, es a la vez un concepto abstractísimo y


concretísimo. Es abstractísimo porque se alcanza con el grado de abstracción real más elevado,
que es el propio de la metafísica, por encima de los grados que pertenecen a la física y a la
matemática.

• Es más concreto porque su abstracción es una abstracción analógica, y por más elevada que sea,
no se puede prescindir completa y cabalmente de los inferiores agrupados en ese concepto, y
por eso hay que estar oscilando entre la captación universalísima del ente y la de sus inferiores.
Propiedades y divisiones
trascendentales del ente
• Del mismo concepto de ente se derivan cinco propiedades que ha de poseer todo
lo que aspire a ser considerado un ente: ser cosa, algo, uno, verdadero y bueno.

• El atributo cosa destaca el aspecto del ente por el cual éste es una esencia que recibe
determinada existencia o acto de ser.
• El ser algo indica que el ente es una cosa distinta (aliud quid- aliquid=algo) y que no se
confunde con ninguna otra cosa.
• El ser uno significa que el ente es indiviso en sí mismo; no sólo es distinto de otras cosas,
sino idéntico consigo mismo.
• La propiedad de lo verdadero destaca la relación que tiene el ente con el conocimiento. En
este sentido, ser verdadero significa ser cognoscible.
• Lo bueno indica la relación del ente con la voluntad. Significa que todo ente es deseable. Y
si por alguna circunstancia no fuera deseable para la voluntad humana, por lo menos lo
sería para la voluntad divina.
Acto y Potencia
• Algo que es importante señalar, es que el ente tiene una división de actualidad y potencialidad.
Esto es, lo que ya existe y lo que se encuentra en proceso de llegar a la existencia, o en devenir.

• Como el ente que fuera pura potencia sería la materia prima y el ente que fuera puro acto sería
Dios, y ya que la materia de suyo no existe sin la forma, por eso es más exacto decir que Santo
Tomás divide el ente en:
• A) ente en acto, que sólo sería Dios
• B) ente en acto mezclado con potencia, que sería la creatura.

• Esto último en el sentido que la creatura, aunque es en acto (ya que existe), sin embargo
todavía puede llegar a ser muchas cosas y alcanzar otras perfecciones (por lo cual, su acto está
mezclado con potencia), lo que será denominando como contingente (puede que actualice o no
su potencialidad).
La substancia según Santo Tomás
• Así podemos ver que la substancia es identificada con la unidad pura y simple, con la entidad concreta y
particular, que a su vez está constituida por un compuesto indisoluble de materia y forma.

• En cuanto tal, la substancia es el modo privilegiado de ser, al que le compete un modo de ser por sí o autónomo
(per se). A este modo de ser se anteponen los accidentes, que son las formas de ser que no son autónomas sino
que se dan en otro (per aliud).

• En efecto, la materia es su parte potencial y la forma compone su parte actual. Por eso cada una de las
substancias es por sí misma un ser y una unidad. Algo que también será diferenciado de los accidentes.

• Santo Tomás, acepta la misma ordenación de las categorías accidentales aristotélicas: cantidad, cualidad,
relación, lugar, tiempo, posición, estado, acción y pasión.

• La pregunta que será detonante de una reflexión en Tomás: ¿Es posible la existencia de sustancias que no estén
compuestas de materia y forma?
• Ha de serlo si se pretende conciliar la filosofía aristotélica con la revelación, que se refiere, al menos, a dos de ellas: los ángeles
y Dios.
Esencia y Existencia
• Una aplicación de la distinción del acto y la potencia, es la llevada a cabo por el Doctor
Angélico en la cual él supera el substancialismo formalista aristotélico.

• La esencia corresponde a lo que es la cosa, y la existencia o, más correctamente, el acto


de ser (actus essendi), corresponde al hecho de que es la cosa.

• La esencia es la que hace ser tal, aquello por lo que (quo) la cosa es tal; la existencia es
aquello por lo que (quo) la cosa simplemente es.

• La esencia es el ente real divisible en los diez predicamentos, y la existencia es aquella


perfección por la que la esencia tiene realidad, es el acto de la esencia, la manera como
la esencia misma se actualiza y es.
• Para el dominico la esencia de los seres contingentes comprende también la materia, y la esencia
de los seres espirituales se identifica exclusivamente con la forma, ya que carecen de materia.

• Se establece pues una separación radical entre Dios y el mundo, haciendo del mundo una realidad
contingente, es decir, no necesaria, y que debe su existencia a Dios, único ser necesario.

• Pero en la medida en que la existencia representa el acto de ser se establece una primacía de ésta
sobre la esencia.

• Esta identificación del ser con la existencia le permitirá a Santo Tomás hablar de seres constituidos
por formas puras, como los ángeles y Dios, distinguiéndose en que los ángeles reciben también la
existencia de Dios.

• Por eso se pueden aseverar la existencia de substancias inmateriales, algo que desde una posición
estrictamente aristotélica resultaría difícilmente considerable.
Las causas y el orden metafísico
• Santo Tomás establece que el orden pertenece al sabio; y la sabiduría humana es la metafísica; en
consecuencia, ésta no sólo tiene la capacidad de ordenar a las otras ciencias, sino que también se ordena a
sí misma. Y lo hace a partir de principios y causas.

• El principio de causalidad establece que todo entente contingente tiene causa. La causa es aquello que
influye en el ser de otra cosa, y esto puede hacerse de muchas maneras.

• Pueden realizarse al interior de la cosa misma, y esto es la causa intrínseca. La causa intrínseca a la cosa
puede estar constituyéndola o componiéndola.

• Las causas intrínsecas son, pues la causa material y la causa formal. Otras causas intervienen desde fuera
de la cosa en su existir; son las causas extrínsecas. Estas son la causa eficiente y la causa final.

• Por esto, la metafísica está en base al orden de las causas:


• En primer lugar la causalidad es un aspecto del ente
• En segundo lugar, la causalidad es susceptible de un tratamiento universal.
Las causas y el ente
• Partiendo del ente, Santo Tomás encuentra una progresión:
• “El principio se dice propiamente de las causas extrínsecas; el elemento se dice de las causas que son
partes de la cosa, a saber, de las causas intrínsecas; y la causa se dice de todas ellas”. De principiis
naturae.
• Por eso, hay un orden entre las causas derivadas desde su relación con el ente, y este orden
es doble: Uno de tipo relacional (las causas se relacionan de unas maneras) y de tipo
analógico (las causas de manera en parte idéntica y en parte diversa) en la que predomina la
diversidad, es decir algo primario y según algo secundario (per prius y per posterius).

• En la primera, la relación es aquella que procede de lo mayor a lo menor en causalidad.


• La subordinación de las causas lo deja entre ver: La materia se ordena a la forma, la forma al eficiente, el
eficiente al fin. Por lo tanto, la causa final es más causa en su modo de realizarse en el ente. Ésta también
lleva la dirección y es la causa de las demás causas, pues de ella dependenden.

• En la segunda, al observar la primacía de una entre ellas desde la relación, se puede entender
que hay un orden que reconoce una identidad y una diversidad en su manera de proceder.
Juan Duns Escoto

Sacerdote Franciscano, Separa ciencia/filosofía


quiere poner fin a las y fe/ teología
numerosas disputas
que se venían dando
entre la fe y razón la teología no es una ciencia; y en la
medida en que pueda llamarse ciencia, es
una ciencia practica.
Cuando Escoto habla de ciencia, piensa en la ciencia
matemática como modelo de ciencia en sentido
estricto: sus objetos son deducibles.

En cambio los objetos de la teología no


son deducibles, sino revelados. Y el sentido
practico esta en la salvación.

En un sentido la filosofía esta al servicio de la teología, pero no en sentido


estricto, pues el metafísico tiene su independencia: no toma sus principios de
la teología.
La metafísica es la ciencia del ser en cuanto ser.

El concepto de ser es el mas simple de todos los conceptos; no puede reducirse a


otros mas sencillos: el ser no puede ser definido.

Podemos concebirlo en su mas amplia significación: lo que noincluye


contradicción alguna. Y cualquier otro concepto incluye el concepto
de ser. El ser trasciende todos los géneros.
Guillermo de Ockham

Para Ockham la palabra es signo de un concepto, el cual esta solo en la mente; y el concepto
es signo de una cosa.

Así pues, la aprehensión directa de una cosa cualquiera causa de manera natural en la mente humana un
concepto de esa cosa.

Todos adquirimos el mismo concepto, pero lo expresamos con palabras diversas dependiendo del
idioma: Las palabras
perro
dog
hunt son signos convencionales, pues cada quien lo entiende en su idioma,
cane pero todos tenemos el mismo concepto.

Las palabras, signos de los conceptos, son diversas. Los


conceptos, signos de las cosas, son los mismos para todos.
a de
ob lem ales * Por el mero hecho de que algo exista es individual.
r rs
El p unive * No hay ni puede haber universales existentes.
los *La existencia del universal consiste solo en un acto del entendimiento; existe solo como
un acto del entendimiento.
* No hay realidad alguna que corresponda al universal como tal.

a a) La singularidad es un predicado que conviene inmediatamente a toda la cosa porque


ri o
e nta cada cosa es idéntica o diferente de otra por si misma.
Com firio Si todo lo real es singular
Por b) Ningún universal esta fuera del alma existiendo de modo real en las sustancia
individuales, ni es de la sustancia o esencia de estos.

singular su universalidad no depende de una


- Todo aquello que es uno y no muchos naturaleza intrínsecamente universal, sino
- Es lo que es uno, y no puede funcionar como signo de muchos que depende de su función como signo de
una pluralidad o agrupación de cosas
absolutamente individuales, que sí existen
fuera de la mente.
nominalismo

hace de los conceptos universales -en que se basa nuestro pensamiento- signos
vacíos, palabras desnudas, meras palabras.
Ockham: no son signos vacíos, pues representan algo: las cosas
singulares

A grandes rasgos …
1. Desarrollo de la lógica terminista. Importancia de la teoría de la suposición.
2. Solo existen cosas individuales. Un termino representa solo cosas individuales.
3. Solo son absolutamente ciertas las proposiciones que se pueden reducir al principio de
contradicción; esto es, cuando la opuesta implique contradicción.

4. Las proposiciones que enuncian una relación causal no cumplen con este requisito;
son simples generalizaciones empíricas, que a lo mas serán altamente probables.
(El análisis empirista del nexo causal esta emparentado con la critica a los universales).
5. Por tanto los argumentos metafísicos tradicionales que se basen en el principio de causalidad
no dan certeza absoluta.
6. Por la sola razón no llegamos

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