Metafísica Medieval
Metafísica Medieval
Metafísica Medieval
San
Agustín
• Funda su filosofía en la fe antes
que en la razón, parte de la idea
de que Dios nos ha revelado su
nombre y es el Ser.
• El concepto de ente es el más universal de todos los conceptos. Ya de suyo los conceptos
son universales aunque puedan darse conceptos singulares, imperfectos, pues los
universales, que son objeto del intelecto (así como los singulares lo son de la sensación),
no son propiamente universales en las cosas (sino sólo en potencia, en cuanto
naturalezas abstraibles de ellas)
• En el orden cronológico es el primer concepto que se forma el hombre, ya que el ser humano
todo lo concibe bajo la noción de ente, aun cuando aquí se trate de un concepto confuso y
todavía virtual del ente.
• Es más concreto porque su abstracción es una abstracción analógica, y por más elevada que sea,
no se puede prescindir completa y cabalmente de los inferiores agrupados en ese concepto, y
por eso hay que estar oscilando entre la captación universalísima del ente y la de sus inferiores.
Propiedades y divisiones
trascendentales del ente
• Del mismo concepto de ente se derivan cinco propiedades que ha de poseer todo
lo que aspire a ser considerado un ente: ser cosa, algo, uno, verdadero y bueno.
• El atributo cosa destaca el aspecto del ente por el cual éste es una esencia que recibe
determinada existencia o acto de ser.
• El ser algo indica que el ente es una cosa distinta (aliud quid- aliquid=algo) y que no se
confunde con ninguna otra cosa.
• El ser uno significa que el ente es indiviso en sí mismo; no sólo es distinto de otras cosas,
sino idéntico consigo mismo.
• La propiedad de lo verdadero destaca la relación que tiene el ente con el conocimiento. En
este sentido, ser verdadero significa ser cognoscible.
• Lo bueno indica la relación del ente con la voluntad. Significa que todo ente es deseable. Y
si por alguna circunstancia no fuera deseable para la voluntad humana, por lo menos lo
sería para la voluntad divina.
Acto y Potencia
• Algo que es importante señalar, es que el ente tiene una división de actualidad y potencialidad.
Esto es, lo que ya existe y lo que se encuentra en proceso de llegar a la existencia, o en devenir.
• Como el ente que fuera pura potencia sería la materia prima y el ente que fuera puro acto sería
Dios, y ya que la materia de suyo no existe sin la forma, por eso es más exacto decir que Santo
Tomás divide el ente en:
• A) ente en acto, que sólo sería Dios
• B) ente en acto mezclado con potencia, que sería la creatura.
• Esto último en el sentido que la creatura, aunque es en acto (ya que existe), sin embargo
todavía puede llegar a ser muchas cosas y alcanzar otras perfecciones (por lo cual, su acto está
mezclado con potencia), lo que será denominando como contingente (puede que actualice o no
su potencialidad).
La substancia según Santo Tomás
• Así podemos ver que la substancia es identificada con la unidad pura y simple, con la entidad concreta y
particular, que a su vez está constituida por un compuesto indisoluble de materia y forma.
• En cuanto tal, la substancia es el modo privilegiado de ser, al que le compete un modo de ser por sí o autónomo
(per se). A este modo de ser se anteponen los accidentes, que son las formas de ser que no son autónomas sino
que se dan en otro (per aliud).
• En efecto, la materia es su parte potencial y la forma compone su parte actual. Por eso cada una de las
substancias es por sí misma un ser y una unidad. Algo que también será diferenciado de los accidentes.
• Santo Tomás, acepta la misma ordenación de las categorías accidentales aristotélicas: cantidad, cualidad,
relación, lugar, tiempo, posición, estado, acción y pasión.
• La pregunta que será detonante de una reflexión en Tomás: ¿Es posible la existencia de sustancias que no estén
compuestas de materia y forma?
• Ha de serlo si se pretende conciliar la filosofía aristotélica con la revelación, que se refiere, al menos, a dos de ellas: los ángeles
y Dios.
Esencia y Existencia
• Una aplicación de la distinción del acto y la potencia, es la llevada a cabo por el Doctor
Angélico en la cual él supera el substancialismo formalista aristotélico.
• La esencia es la que hace ser tal, aquello por lo que (quo) la cosa es tal; la existencia es
aquello por lo que (quo) la cosa simplemente es.
• Se establece pues una separación radical entre Dios y el mundo, haciendo del mundo una realidad
contingente, es decir, no necesaria, y que debe su existencia a Dios, único ser necesario.
• Pero en la medida en que la existencia representa el acto de ser se establece una primacía de ésta
sobre la esencia.
• Esta identificación del ser con la existencia le permitirá a Santo Tomás hablar de seres constituidos
por formas puras, como los ángeles y Dios, distinguiéndose en que los ángeles reciben también la
existencia de Dios.
• Por eso se pueden aseverar la existencia de substancias inmateriales, algo que desde una posición
estrictamente aristotélica resultaría difícilmente considerable.
Las causas y el orden metafísico
• Santo Tomás establece que el orden pertenece al sabio; y la sabiduría humana es la metafísica; en
consecuencia, ésta no sólo tiene la capacidad de ordenar a las otras ciencias, sino que también se ordena a
sí misma. Y lo hace a partir de principios y causas.
• El principio de causalidad establece que todo entente contingente tiene causa. La causa es aquello que
influye en el ser de otra cosa, y esto puede hacerse de muchas maneras.
• Pueden realizarse al interior de la cosa misma, y esto es la causa intrínseca. La causa intrínseca a la cosa
puede estar constituyéndola o componiéndola.
• Las causas intrínsecas son, pues la causa material y la causa formal. Otras causas intervienen desde fuera
de la cosa en su existir; son las causas extrínsecas. Estas son la causa eficiente y la causa final.
• En la segunda, al observar la primacía de una entre ellas desde la relación, se puede entender
que hay un orden que reconoce una identidad y una diversidad en su manera de proceder.
Juan Duns Escoto
Para Ockham la palabra es signo de un concepto, el cual esta solo en la mente; y el concepto
es signo de una cosa.
Así pues, la aprehensión directa de una cosa cualquiera causa de manera natural en la mente humana un
concepto de esa cosa.
Todos adquirimos el mismo concepto, pero lo expresamos con palabras diversas dependiendo del
idioma: Las palabras
perro
dog
hunt son signos convencionales, pues cada quien lo entiende en su idioma,
cane pero todos tenemos el mismo concepto.
hace de los conceptos universales -en que se basa nuestro pensamiento- signos
vacíos, palabras desnudas, meras palabras.
Ockham: no son signos vacíos, pues representan algo: las cosas
singulares
A grandes rasgos …
1. Desarrollo de la lógica terminista. Importancia de la teoría de la suposición.
2. Solo existen cosas individuales. Un termino representa solo cosas individuales.
3. Solo son absolutamente ciertas las proposiciones que se pueden reducir al principio de
contradicción; esto es, cuando la opuesta implique contradicción.
4. Las proposiciones que enuncian una relación causal no cumplen con este requisito;
son simples generalizaciones empíricas, que a lo mas serán altamente probables.
(El análisis empirista del nexo causal esta emparentado con la critica a los universales).
5. Por tanto los argumentos metafísicos tradicionales que se basen en el principio de causalidad
no dan certeza absoluta.
6. Por la sola razón no llegamos