Trastorno Pasivo Agresivo

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TRASTORNO PASIVO

AGRESIVO DE LA
PERSONALIDAD
Características diagnósticas.
 La característica esencial de este trastorno es un
cuadro permanente de actitudes de oposición y
resistencia pasiva ante las demandas adecuadas
de rendimiento social y laboral, que se inicia al
principio de la edad adulta y se refleja en multitud
de contextos.

 Este patrón de comportamiento no aparece


exclusivamente en el transcurso de episodios
depresivos mayores y no se explica mejor por la
presencia de un trastorno distímico.

 Estos individuos acostumbran a mostrarse


resentidos, llevan la contraria y se resisten a cumplir
las expectativas de rendimiento que los demás
depositan en ellos.
Estos individuos acostumbran a mostrarse
resentidos, llevan la contraria y se resisten a
cumplir las expectativas de rendimiento que los
demás depositan en ellos.

Esta actitud de oposición suele ponerse de


manifiesto en el trabajo, aunque también
aparece en las relaciones sociales.

Esta actitud de resistencia se traduce en


aplazamientos, descuidos, obstinación e
ineficiencia intencionada, sobre todo como
respuesta a las tareas que sus jefes les
encomiendan..
Estos individuos sabotean los esfuerzos de los
demás, ya que no cumplen su parte del trabajo.
Por ejemplo, un ejecutivo tiene una reunión al
día siguiente, para lo cual encarga la revisión
de cierto material a uno de sus subordinados.
Éste extraviará o archivará incorrectamente el
material en vez de aducir que no ha tenido el
tiempo suficiente para revisarlo

Síntomas y trastornos asociados.

Las personas que presentan este trastorno


suelen sentirse estafados, despreciados e
incomprendidos, y se pasan todo e, día
quejándose de los demás
También se muestran envidiosos y resentidos
hacia los compañeros de trabajo que triunfan o
están bien considerados por los altos cargos, y
suelen quejarse abiertamente de su mala
fortuna.

Su visión del futuro es negativa y suelen hacer


comentarios del tipo «no vale la pena ser
bueno» y «las cosas buenas no duran para
siempre»

Las figuras de autoridad (p. ej., cargos


superiores en el trabajo, profesores de escuela,
padres o el miembro de la pareja que encama
el papel de padre) suelen convertirse en el
origen de su descontento.
Estos individuos pueden moverse entre dos
extremos: o bien lanzan amenazas hostiles
hacia quienes consideran el origen de sus
problemas, o bien intentan apaciguar los
ánimos de estas personas pidiéndoles excusas
o asegurándoles que en el futuro trabajarán
mejor.

Cuando surge algún problema, lo achacan a


los defectos de quienes les rodean. Algunos se
muestran huraños, irritables, impacientes,
cínicos, escépticos, siempre dados a discutir y
a llevar la contraria.
Debido a su propensión a llevar la contraria y a
exteriorizar abiertamente sus críticas y
acusaciones, a la mínima provocación estos
individuos hacen una demostración pública de su
hostilidad hacia las figuras de autoridad.

También se muestran envidiosos y resentidos hacia


los compañeros de trabajo que triunfan o están
bien considerados por los altos cargos, y suelen
quejarse abiertamente de su mala fortuna.

Su visión del futuro es negativa y suelen hacer


comentarios del tipo «no vale la pena ser bueno» y
«las cosas buenas no duran para siempre».
Estos individuos pueden moverse entre dos
extremos: o bien lanzan amenazas hostiles hacia
quienes consideran el origen de sus problemas, o
bien intentan apaciguar los ánimos de estas
personas pidiéndoles excusas o asegurándoles que
en el futuro trabajarán mejor.

Síntomas y trastornos asociados

Estos individuos acostumbran a mostrarse


abiertamente ambivalentes, oscilando
indecisos desde un extremo al opuesto
A veces siguen un camino errático que da
lugar a disputas constantes con los demás,
para acabar defraudándose a sí mismos.

La dependencia de los otros y la necesidad


de autoafirmarse constituyen un conflicto
típico de estos individuos, y su falta de
autoconfianza es notoria a pesar de su
aparente bravuconería.

Para la mayoría de las situaciones prevén el


peor de los resultados, incluso en aquellas que
parecen ir bien.
Esta visión catastrofista de los acontecimientos
suele provocar respuestas hostiles y negativas por
parte de los demás, hartos de aguantar sus
continuas quejas. Este tipo de comportamiento
suele verse en individuos con trastornos de la
personalidad límite, histriónico, paranoide,
dependiente, antisocial y por evitación.

Diagnóstico diferencial

En el DSM-IV los individuos que cumplan


estos criterios de investigación serán
diagnosticados de trastorno de la
personalidad no especificado
En el trastorno negativista desafiante existe un
patrón similar de actitudes de oposición y
problemas con las figuras de autoridad, si bien
suele diagnosticarse en niños y el trastorno pasivo-
agresivo sólo debe diagnosticarse en adultos.

 No se ha de establecer el diagnóstico de
trastorno pasivo-agresivo de la personalidad si los
síntomas se explican mejor por la presencia de un
trastorno distímico o si sólo aparecen en el
transcurso de episodios depresivos mayores.

Es frecuente encontrar comportamientos de tipo


pasivo-agresivo en la vida diaria de las personas
normales, sobre todo en las situaciones que se
prestan a autoritarismos (p. ej., el trabajo, el
ejército, la cárcel), y donde no suelen tener
cabida formas de asertividad alternativas.
Sólo cuando estos rasgos de personalidad
pasivo-agresivos se muestran inflexibles y
maladaptativos y provocan malestar
clínicamente significativo o deterioro global de
la actividad del individuo, constituyen
propiamente un trastorno.

Criterios de investigación para el


trastorno pasivo-agresivo de la
personalidad.

A. Patrón permanente de actitudes de


oposición y respuestas pasivas ante las
demandas que exigen un rendimiento
adecuado, que se inicia a principios de la
edad adulta y se refleja en una gran variedad
de contextos, y que se caracteriza por cuatro
(o más) de los siguientes síntomas:
(1) resistencia pasiva a rendir en la rutina social y
en las tareas laborales
(2) quejas de incomprensión y de ser
despreciado por los demás
(3) hostilidad y facilidad para discutir
(4) crítica y desprecio irracionales por la
autoridad
(5) muestras de envidia y resentimiento hacia los
compañeros aparentemente más afortunados
que él
(6) quejas abiertas y exageradas por su mala
suerte
(7) alternancia de amenazas hostiles y
arrepentimiento
B. El patrón comportamental no aparece
exclusivamente en el transcurso de episodios
depresivos mayores y no se explica mejor por la
presencia de un trastorno distímico.

Se caracterizan básicamente por buscar la


compañía de los demás pero al mismo tiempo y
debido a su gran ambivalencia, les rechazan y
alienan.

Por un lado la persona quiere que alguien cuide


de él o haga su vida gratificante, pero por otro
lado, no quiere perder autonomía o libertad y le
disgusta aceptar indicaciones y mandatos, en
general de aquellos de los que dependen.
Están atrapados entre la intensa dependencia y la
demanda de autonomía

Desea por un lado sentirse independiente de los demás y


por ello le disgusta acatar las órdenes de los demás no
cediendo ante el otro; pero por otro lado desea contar
con el favor del otro puesto que el pasivo-agresivo es muy
dependiente, y no puede permitirse la confrontación
directa y el ser asertivo, puesto que corre el riesgo de
perderle.

 Si el otro se enfada por la oposición del pasivo-agresivo


actúan ofreciendo una imagen de perplejidad o
ineptitud, aparenta haberse olvidado del asunto o se
ofrece al otro con una imagen indolente
Para solucionar esta ambivalencia entre querer
oponerse al otro sin ser asertivo y buscar la
confrontación, utiliza estrategias de resistencia a
las órdenes indirectas recurriendo a la
posposición, la ineficacia y la obstinación, así
como mostrando conductas de oposición y
fastidio hacia los demás.

Sus creencias son: “Si sigo las normas pierdo


libertad”, “si alguien llega a conocerme seré
vulnerable”, “si dependo de alguien no tengo
capacidad de decisión”, “no imponiéndome a
los demás directamente estoy a buenas con los
demás”, “no debo seguir los pasos de nadie”,
“dar el brazo a torcer significa que no tengo
control”.
Aunque en ocasiones hacen confesiones
genuinas de arrepentimiento, a la larga
vuelven a mostrarse oposicionistas y
malhumorados.

Raramente se culpabilizan a sí mismos.

Reaccionan ante la percepción de no sentirse


apreciados.

Se muestra resentido y envidioso de los demás


haciendo comentarios desagradables sobres
los que tienen más suerte que él.
Se ve así mismo con poca suerte, poco
apreciado, gafado y ninguneado por los
demás, muestra sentirse desilusionado de la
vida, agrio y descontento.

Los demás les ven como obstinados, no


cooperadores, desobedientes, quisquillosos,
malhumorados, enfurruñados, pesimistas.

Aunque en ocasiones hacen confesiones


genuinas de arrepentimiento, a la larga
vuelven a mostrarse oposicionistas y
malhumorados.
 Raramente se culpabilizan a sí mismos.

 Reaccionan ante la percepción de no sentirse


apreciados

 Según el CIE-10 los trastornos de la personalidad


tienden a presentarse en la infancia y adolescencia
y a persistir durante la edad adulta.

 Para diagnosticar un Trastorno Específico de la


Personalidad (F60) se requiere la presencia de una
alteración de la personalidad no directamente
atribuible a una lesión o enfermedad cerebral
importante o a otros trastornos psiquiátricos, que
reúna las siguientes pautas:
Actitudes y comportamientos que carecen de
armonía, que afectan por lo general a varios
aspectos de la personalidad; por ejemplo a la
afectividad, a la excitabilidad, al control de los
impulsos, a las formas de percibir y de pensar y
al estilo de relacionarse con los demás.

 La forma de comportamiento anormal es


duradera, de larga evolución y no se limita a
episodios concretos de enfermedad mental.

La forma de comportamiento anormal es


generalizada y claramente maladaptativa
para un conjunto amplio de situaciones
individuales y sociales.
Las manifestaciones anteriores aparecen siempre
durante la infancia o la adolescencia y persisten en
la madurez.

El trastorno conlleva un considerable malestar


personal aunque éste puede también aparecer
sólo en etapas avanzadas de su evolución.

El trastorno se acompaña, por lo general aunque


no siempre, de un deterioro significativo del
rendimiento profesional y social

F60.8 Otros trastornos específicos de la


personalidad.
Se incluyen aquí los trastornos de la personalidad
que no satisfacen ninguna de las pautas de los tipos
específicos (F60.0-F60.7).
Se incluyen:
Personalidad narcisista.
Personalidad excéntrica.
Personalidad inestable.
Personalidad inmadura.
Personalidad pasivo-agresiva.
 Personalidad psiconeurótica.
 Trastorno narcisista de la personalidad.
 Trastorno excéntrico de la personalidad.
 Trastorno inestable de la personalidad.
 Trastorno inmaduro de la personalidad.
 Trastorno pasivo-agresivo de la personalidad.
 Trastorno psiconeurótico de la personalidad.
D. DIAGNOSTICO DIFERENCIAL
La irritabilidad explosiva y la tendencia a la
confrontación del pasivo-agresivo se encuentran
en la personalidad antisocial agresiva.

El descontento consigo mismo y la ambivalencia


interpersonal del pasivo-agresivo son comunes
también entre las personalidades evitadoras.

En general, la heterogeneidad y la variabilidad


de sus propias características representan la
esencia de este trastorno.

 Es en sí esta heterogeneidad lo que distingue


este trastorno de otros que parecen muy similares
ETIOLOGIA
 Factores biogénicos. El patrón puede
observarse en varios miembros de una familia, algo
que puede hacer sospechar un sustrato biológico.

 Weil especula que el bajo umbral de estimulación


en las estructuras límbicas puede dar lugar a lo que
referimos como irritabilidad afectiva, como se
observa en este trastorno.

Millon observa que se da más entre las mujeres que


entre los hombres, interviniendo cambios
hormonales, que podríamos incluir dentro del
denominado sd. Premenstrual.
 Factores ambientales. Parecen ser los más
importantes

Inconsistencia parental. Es probable que


sus padres oscilen desde el cariño al rechazo
y desde el amor a la hostilidad, pudiendo
desarrollar estos niños diversos tipos de
conflictos, tales como confianza contra
desconfianza, seguridad contra dudas e
iniciativa contra culpa y temor, quedando
atrapados en un problema: no tienen forma
de saber qué manera de actuar es la
apropiada.
 Así el niño aprende a imitar la conducta
variable de los padres, nunca aprende
claramente qué conducta es apropiada e
internaliza una serie de mensajes y actitudes
conflictivas. El resultado es un sentimiento
general de frustración y ambigüedad, creando
un estado crónico de tensión afectiva, que
puede estallar en una explosión de conducta
impulsiva y emocional.

 Escisión familiar. Familias en las cuales los


padres están frecuentemente en conflicto
mutuo, los niños soportan la tensión crónica,
jugando, a menudo, un papel de
moderadores. La familia escindida provoca
ambivalencia.
Rivalidad entre hermanos. Muchos de estos
individuos refieren el sentimiento de verse
reemplazados por un hermano más pequeño,
apareciendo sentimientos de resentimiento y
celos.

Variabilidad aprendida. La conducta que


se perpetúa, es reforzadora, sobre todo si
permite una obtención de recompensas desde
ambos lados: el dependiente y el autónomo

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