Este documento discute la sugestión y la libido. Define la libido como la energía de las pulsiones relacionadas con el amor y la unión sexual. En el psicoanálisis, estas pulsiones se llaman pulsiones sexuales. También explora los lazos afectivos que unen a las personas en masas artificiales como la iglesia y el ejército, así como las relaciones entre individuos.
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Este documento discute la sugestión y la libido. Define la libido como la energía de las pulsiones relacionadas con el amor y la unión sexual. En el psicoanálisis, estas pulsiones se llaman pulsiones sexuales. También explora los lazos afectivos que unen a las personas en masas artificiales como la iglesia y el ejército, así como las relaciones entre individuos.
Este documento discute la sugestión y la libido. Define la libido como la energía de las pulsiones relacionadas con el amor y la unión sexual. En el psicoanálisis, estas pulsiones se llaman pulsiones sexuales. También explora los lazos afectivos que unen a las personas en masas artificiales como la iglesia y el ejército, así como las relaciones entre individuos.
Este documento discute la sugestión y la libido. Define la libido como la energía de las pulsiones relacionadas con el amor y la unión sexual. En el psicoanálisis, estas pulsiones se llaman pulsiones sexuales. También explora los lazos afectivos que unen a las personas en masas artificiales como la iglesia y el ejército, así como las relaciones entre individuos.
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Sugestión y libido
▪ En la lengua inglesa, donde «to suggest» y «suggestion»
equivalen a las expresiones alemanas «nahelegen» {«insinuar»} o «Anregung» {«incitación»}. Por otro lado a la libido se le considera como energía, en una magnitud cuantitativa —aunque por ahora no medible—, de aquellas pulsiones que tienen que ver con todo lo que puede sintetizarse como «amor». El núcleo de lo que designamos «amor» lo forma, desde luego, cuya meta es la unión sexual. ▪ En el psicoanálisis estas pulsiones de amor son llamadas a potiori, y en virtud de su origen, pulsiones sexuales. La mayoría de los hombres «cultos» lo consideran «Eros» y «erotismo». Dos masas artificiales: Iglesia y ejército
▪ Iglesia y ejército son masas
artificiales, debido a que se previene su disolución e impedide cualquier alteracion de su estructura. Por regla general, no se pregunta al individuo si quiere ingresar en una masa de esa índole, ni se lo deja librado a su arbitrio; y el intento de separación suele estorbarse o penarse rigurosamente, o se lo sujeta a condiciones muy determinadas Otras tareas y orientaciones de trabajo
▪ Hemos investigado hasta ahora dos masas artificiales, y
hallamos que están gobernadas por lazos afectivos de dos clases. Uno, la ligazón con el conductor, parece —al menos para las masas consideradas— más influyente que el otro, la ligazón de los individuos entre sí. ▪ Consideremos el modo en que los seres humanos en general se comportan afectivamente entre sí. Según el famoso símil de Schopenhauer sobre los puercoespines que se congelaban, ninguno soporta una aproximación demasiado íntima de los otros. De acuerdo con el testimonio del psicoanálisis, casi toda relación afectiva íntima y prolongada entre dos personas — matrimonio, amistad, relaciones entre padres e hijos— contiene un sedimento de sentimientos de desautorización y de hostilidad que sólo en virtud de la represión no es percibido. La identificación
▪ El psicoanálisis conoce la identificación como la más
temprana exteriorización de una ligazón afectiva con otra persona. Desempeña un papel en la prehistoria del complejo de Edipo. ▪ En primer lugar, la identificación es la forma más originaria de ligazón afectiva con un objeto; en segundo lugar, pasa a sustituir a una ligazón libidinosa de objeto por la vía regresiva, mediante introyección del objeto en el yo, por así decir; y, en tercer lugar, puede nacer a raíz de cualquier comunidad que llegue a percibirse en una persona que no es objeto de las pulsiones sexuales. Mientras más significativa sea esa comunidad, tanto más exitosa podrá ser la identificación parcial y, así, corresponder al comienzo de una nueva ligazón.