3. La Segunda Revolución Industrial. TEXTO.docx
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En esta época se empezarán a utilizar nuevas energías. Entre otras cosas, el petróleo y la
energía eléctrica sustituirán al carbón como fuentes de energía. En el siglo XIX se dará el
inicio de estas energías, cuyo uso intensivo se materializará en el siglo XX.
Con el uso del petróleo, aparecerán los primeros motores. En 1885, el ingeniero alemán
Gottlieb Daimler diseñó el Reitwagen o Automóvil de Montar, que se movía por combustión
interna. Ese mismo año el alemán Karl Benz también presentó el primer automóvil. Años
después, las empresas creadas por estos dos ingenieros comenzarán a colaborar creando
Daimler-Benz. Asimismo, en 1892 el inventor alemán Rudolf Diesel inventó el motor que
funcionaba a través del gasóleo que llevaría su nombre. Pronto comenzó a desarrollarse la
industria del automóvil y a principios del siglo XX se convertirá en una de las industrias más
importantes, con la aparición de empresas como Ford, Citroen o Chrysler.
Pero el petróleo no sólo se usaba en automoción, porque los motores diésel también
encontraron su espacio en la construcción naval y en los ferrocarriles.
Todas estas industrias tirarán de otras, convirtiéndose en motores del sector económico.
Por otro lado, la energía eléctrica se desarrollará de forma intensiva un par de décadas más
tarde, aunque la bombilla de Edison supuso que la principal invención se diera antes que
los motores de petróleo (1879). Tuvo un gran éxito y supuso también el desarrollo de las
industrias de producción de cristalería y cobre, dos elementos imprescindibles para la
fabricación de bombillas.
La segunda invención relacionada con la energía eléctrica fue el motor eléctrico. Se utilizó
por primera vez en un tren de Berlín en 1879. Su éxito se extendió rápidamente y ello
contribuyó a que el uso de la energía eléctrica se generalizara. De hecho, el siguiente uso
intensivo más significativo se dio en 1887 en el metro de Londres.
También a nivel tecnológico hubo un enorme desarrollo, contando por miles las
invenciones. Será una época de optimismo pensando que a través de la tecnología se
puede conseguir una sociedad perfecta. En esta época, de hecho, surgieron las
Exposiciones Universales, como símbolos de las cuales se construyeron el Crystal Palace
de Londres para 1851 y la Torre Eiffel de París para 1889, entre otros.
La industria química fue quizás el campo en el que más se desarrolló, sobre todo para
poder ayudar a otros sectores económicos. Se crearon tintes para la industria textil,
fertilizantes para la agricultura, explosivos para la minería o neumáticos para la
automoción, entre otros.
Asimismo, a finales del siglo XIX la armería se desarrolló rápidamente, impulsada por la
carrera armamentista entre diferentes países. Así, se mejorarán los fusiles, los cañones o
el blindaje de los transportes, generando mayores bajas en las futuras guerras.