Modelo mecánico cuántico del átomo

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Modelo mecánico cuántico del

átomo
¿Qué es el modelo mecánico cuántico del
átomo?
El modelo mecánico cuántico del átomo supone que este está
formado por un núcleo central conformado por protones y neutrones.
Los electrones, de carga negativa, envuelven el núcleo en regiones
difusas conocidas como orbitales.
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La forma y extensión de los orbitales electrónicos queda determinada


por varias magnitudes: el potencial del núcleo y los niveles
cuantizados de energía y de momentum angular de los electrones.

Figura 1.
Modelo de un átomo de helio de acuerdo a la mecánica cuántica.
Consta de la nube de probabilidad de los dos electrones del helio que
rodean a un núcleo positivo 100 mil veces menor. Fuente: Wikimedia
Commons.
De acuerdo a la mecánica cuántica los electrones tienen
comportamiento dual de onda-partícula y a escala atómica son difusos
y no puntuales. Las dimensiones del átomo quedan prácticamente
determinadas por la extensión de los orbitales electrónicos que rodean
al núcleo positivo.

En la figura 1 se muestra la estructura del átomo de helio, que tiene un


núcleo con dos protones y dos neutrones. Dicho núcleo está rodeado
por la nube de probabilidad de los dos electrones que envuelven al
núcleo, el cual es cien mil veces más pequeño. En la siguiente imagen
se puede observar el átomo de helio, con los protones y neutrones en
el núcleo y los electrones en orbitales.
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El tamaño de un átomo de helio es del orden de un angstrom (1 Å), es


decir 1 x 10^-10 m. Mientras que el tamaño de su núcleo es del orden
de un femtómetro (1 fm), es decir 1 x 10^-15 m.

Pese a ser tan pequeño comparativamente, el 99,9% del peso atómico


está concentrado en el diminuto núcleo. Esto es debido a que los
protones y neutrones son 2 mil veces más pesados que los electrones
que los rodean.

Puede servirte: Betelgeuse

Escala atómica y comportamiento


cuántico
Uno de los conceptos que más influencia tuvo en el desarrollo del
modelo atómico fue el de la dualidad onda – partícula: el
descubrimiento de que cada objeto material tiene asociada una onda
de materia.

La fórmula que permite calcular la longitud de onda λ asociada a un


objeto material fue propuesta por Louis De Broglie en 1924 y es la
siguiente:
λ = h / (m v)

Donde h es la constante de Planck, m la masa y v la velocidad.

Según el principio de De Broglie, todo objeto tiene un comportamiento


dual, pero dependiendo de la escala de las interacciones, de la
velocidad y de la masa, puede ser más preeminente el
comportamiento ondulatorio que el de partícula o viceversa.

El electrón es ligero, su masa es 9,1×10^-31 kg. La velocidad típica de


un electrón es de 6000 km/s (cincuenta veces menor que la velocidad
de la luz). Esta velocidad se corresponde con valores de energía en el
rango de las decenas de electrón-voltio.

Con los datos anteriores, y mediante el uso de la fórmula de De


Broglie, puede obtenerse la longitud de onda para el electrón:

λ = 6,6 x 10^-34 J s / (9,1×10^-31 kg 6 x 10^6 m/s) = 1 x 10^-10 m = 1


Å

El electrón a las energías típicas de los niveles atómicos, tiene una


longitud de onda del mismo orden de magnitud que el de la escala
atómica, por lo que a esa escala tiene un comportamiento ondulatorio
y no de partícula.

Primeros modelos cuánticos

Con la idea en mente de que el electrón a escala atómica tiene


comportamiento ondulatorio, se elaboraron los primeros modelos
atómicos fundamentados en los principios cuánticos. Entre estos
destaca el modelo atómico de Bohr, que predecía a la perfección el
espectro de emisión del hidrógeno, pero no el de otros átomos.

Puede servirte: Sonido

El modelo de Bohr y posteriormente el de Sommerfeld, eran modelos


semi-clásicos. Es decir, el electrón se trataba como una partícula
sometida a la fuerza de atracción electrostática del núcleo que
orbitaba a su alrededor, regida por la segunda ley de Newton.

Adicionalmente a las órbitas clásicas, estos primeros modelos


tomaban en cuenta que el electrón tenía una onda material asociada.
Únicamente las órbitas cuyo perímetro era un número entero de
longitudes de onda eran las permitidas, ya que las que no cumplen
este criterio se desvanecen por la interferencia destructiva.

Es entonces que aparece por primera vez la cuantización de la


energía en la estructura atómica.

La palabra cuántica precisamente viene del hecho que el electrón solo


puede tomar algunos valores discretos de energía dentro del átomo.
Esto coincide con el hallazgo de Planck, que consistió en el
descubrimiento que una radiación de frecuencia f interactúa con la
materia en paquetes de energía E = h f, donde h es la constante de
Planck.

Forma y tamaño de los orbitales


El alcance radial del orbital queda determinado por la función de onda
radial. Es mayor en la medida que crece la energía del electrón, es
decir en la medida que el número cuántico principal aumenta.

La distancia radial suele medirse en radios de Bohr, que para la


energía más baja del hidrógeno es 5,3 X 10-11 m = 0,53 Å.

Figura 2. Fórmula
del radio de Bohr. Fuente: F. Zapata.
Pero la forma de los orbitales queda determinada por el valor del
número cuántico de momento angular. Si l=0 se tiene un orbital de
forma esférica llamado s, si l=1 se tiene un orbital lobulado llamado p,
el cual puede tener tres orientaciones de acuerdo al número cuántico
magnético. La siguiente figura muestra la forma de los orbitales.

Puede servirte: Movimiento relativo


Figura 3.
Forma de los orbitales s, p, d, f. Fuente: UCDavis Chemwiki.
Estos orbitales se empaquetan unos dentro de otros según la energía
de los electrones. Por ejemplo, la siguiente figura muestra los orbitales
en un átomo de sodio.

Figura 4.
Orbitales 1s, 2s, 2p del ion de sodio cuando ha perdido un electrón.
Fuente: Wikimedia Commons.
El espín

El modelo mecánico cuántico de la ecuación de Schrödinger no


incorpora el espín del electrón. Pero se toma en cuenta a través del
principio de exclusión de Pauli, el cual indica que los orbitales pueden
poblarse hasta con dos electrones con números cuánticos de espín s=
+½ y s= -½.

Por ejemplo, el ión de sodio tiene 10 electrones, es decir, si nos


remitimos a la figura anterior, hay dos electrones por cada orbital.
Pero si se trata del átomo neutro de sodio, hay 11 electrones, el último
de los cuales ocuparía un orbital 3s (no mostrado en la figura y de
mayor radio que el 2s). El espín del átomo es determinante en las
características magnéticas de una sustancia.

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