1_3 INTRODUCCION_ EDIFICIOS INTELIGENTES, INTERNET ....

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1.3.

INTRODUCCIÓN: EDIFICIOS INTELIGENTES, INTERNET Y COMERCIO


ELECTRÓNICO
En los últimos años hemos asistido al crecimiento exponencial del uso de
tecnologías en nuestra vida diaria.
Desde la aparición del primer ordenador comercial, en 1951, hasta hoy, las
tecnologías se han desarrollado de manera vertiginosa. No es de extrañar que
algunos recuerden la primera vez que escribieron con un bolígrafo, en 1938, y se
sorprendan al ver cómo hoy los asistentes de voz escriben por nosotros en una
minúscula caja con pantalla que hace las veces de Smart Phone. Y es que estos
dispositivos nada tienen que ver con el primer teléfono, que vio la luz en 1889, o
con sus hermanos, los teléfonos móviles de 1975.
Apenas ha trascurrido algo más de medio siglo desde la aparición de internet y
nos encontramos inmersos en un nuevo paradigma tecnológico totalmente
distinto al de nuestros abuelos y padres, y que afecta a todos los sectores que
nos rodean.
Estas previsiones se han hecho, teniendo en cuenta las posibilidades de uso de
estas tecnologías, pero no tanto las barreras que en sí mismo presentan de
implementación, uso e interconexión. La carrera por copar este mercado está
haciendo que no sólo las grandes multinacionales del sector tecnológico
desarrollen infinidad de dispositivos al uso, sino que un gran número de
emprendedores, start ups, pequeñas empresas de los sectores eléctrico,
electrónico y telecomunicaciones, entre otros, están sacando al mercado
componentes y soluciones de todo tipo.
Incluso las empresas de desarrollo de Apps han encontrado un reciente nicho de
mercado. Esto está provocando una gran telaraña de dispositivos con gran
potencial, pero incompatibles entre ellos o difícilmente interconectables. A esto
cabe sumar la ausencia de ciertas regulaciones en materia de seguridad de
acceso o de confiabilidad en su conectividad, lo que provoca una gran
vulnerabilidad a toda la red de dispositivos interconectados y, en último lugar, al
edificio donde se encuentran.
La proliferación masiva de dispositivos electrónicos con diferentes protocolos de
comunicación, herramientas de programación e incluso funcionalidades hace
difícil la manutención y la sinergia entre sistemas, llegando a provocar cierta
reticencia a la incorporación de estos salvo cuando son impuestos por motivos
de reglamentación.
Sin embargo, esto abre la puerta a nuevos modelos de negocio basados
principalmente en el pago por uso de los dispositivos y/o funciones de estos.
Además, la implementación de electrónica en los dispositivos tradicionales de
instalaciones actúa como una enorme fuerza tractora en estos ecosistemas,
dando pie a nuevas soluciones en todos los ámbitos que engloban, tales como la
comunicación LIFI, las soluciones basadas en visión por computador, la realidad
aumentada, etc
Así mismo, la imperiosa necesidad de una comunicación estable y segura requiere
de la implantación de redes de comunicaciones cada vez más potentes para
soportar el mayor número de espacios conectados. Y es precisamente la robustez
de esta conectividad uno de los factores clave para la automatización de edificios
y hogares.
Según los últimos datos del Instituto Nacional de Estadística, en España, más del
80 % de los hogares disponen de conexión a internet y cerca del 76 % de la
población utiliza dispositivos de mano conectado a internet. En cuanto a
empresas, casi el 99 % de las empresas de 10 o más empleados dispone de
conexión a internet.
Estos datos se ven complementados con los datos extraídos de la encuesta
realizada por la Asociación para la Investigación de Medios de Comunicación
(AIMC) realizada en 2017 sobre los intereses de la población acerca del internet
de las cosas, en la que se observa un claro interés sobre los edificios y hogares
inteligentes sólo comparado al interés suscitado por los coches inteligentes.
Encuesta sobre el interés por los dispositivos conectados
Fuente: AIMC 2017

En cuanto al mercado de productos para edificios y viviendas inteligentes, el


crecimiento parece asegurado para los próximos años.
El entorno laboral está cambiando.
Los puestos de trabajo del futuro están personalizados, cuentan con información en tiempo
real, son colaborativos, flexibles, saludables y eficientes entre otras características. Y todo
ello porque como consecuencia de un nuevo concepto: el edificio inteligente ¿Sabes qué es
un edificio inteligente? ¿Cuáles son sus ventajas?

Las empresas están invirtiendo en este tipo de inmuebles porque atrae el talento y participan
de manera activa en su negocio. Se pronostica una inversión en edificios inteligentes de
14.460 millones de euros para 2019. Más de 8.600 millones de euros de más en inversión
respecto de 2015.

Los edificios inteligentes y el futuro del trabajo es el título de un informe elaborado por
Schneider Electric y Unwork. Un documento que recoge las excelencias del edificio
inteligente y su impacto en los usuarios, en el trabajo (ya que se refiere a edificios
comerciales) y en el paisaje urbano. Pero también en los promotores de este tipo de
inmuebles.

7 son los pasos para lograr que un edificio sea un edificio inteligente: tenerlo claro desde el
principio, rodearse de los mejores, incluir los aspectos fundamentales, ser inteligente tanto
como el propio edificio, gestionar datos eficazmente y no olvidarse de mantenimiento del
mismo. Por último aliarse con un socios expertos y crear alianzas.

Ventajas de un edificio inteligente


Eficiencia energética y entornos confortables
– Proporciona información de valor sobre el edificio y sus instalaciones. Los resultados
obtenidos se analizan y sirven de base para la toma de decisiones. Entre otros parámetros se
puede evaluar el comportamiento energético del edificio y adoptar medidas de mejora. Y
todo ello gracias a soluciones inteligentes de gestión de la energía. Tecnología que permite
optimizar el rendimiento energético de los sistemas y su consumo para mejorar la eficiencia
energética del edificio. Por lo tanto un edificio más sostenible.

– Integra el aprovechamiento de energía renovable como fuente de energía limpia generada


in situ. Esta energía puede ser auto-consumida o bien ser envía a la red general para que
pueda ser consumida por otros usuarios (balance energético positivo).

– Es saludable ya que hace contribuye al bienestar de los usuarios. Esta cualidad tiene como
consecuencia una mayor productividad en un entorno laboral.

– Los entornos de trabajo en este tipo de edificios son más atractivos y deseables. Se mejora
la experiencia de los usuarios ya que se personaliza y adapta a las preferencia individuales.
También son sencillos en su funcionamiento para los usuarios.

Gráfico extraído del informe Smart Working, Los edificios inteligentes y el futuro del
trabajo. Unwork y Schneider Electric.
Entorno laboral más flexible y adaptativo

– Es más flexible y adaptativo porque permite el desarrollo de trabajos más ágiles y


dinámicos. Los espacios se reconfiguran fácilmente adaptándose a los avances
tecnológicos y a los requisitos comerciales en cada momento. Atrae a nuevos talentos
y mejora el rendimiento del negocio.

– Un edificio inteligente es más colaborativos porque fomenta las interacciones y el


intercambio de conocimientos mediante el uso avanzado de datos y análisis.

Nuevas tecnologías emergentes

– Se beneficia de las tecnologías de la información y la comunicación. De las nuevas


tecnologías emergentes como el Internet de las cosas, el Big Data y el software
inteligente. Gracias a estas herramientas se mantiene un control continuo y en
tiempo real del edificio y de los puestos de trabajo. Esto permite garantizar la
seguridad (reconocimiento facial y videoanálisis) y la funcionalidad en un entorno
laboral.

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