Muertes,Secuestros Y Carceles Del Pueblo
Muertes,Secuestros Y Carceles Del Pueblo
Muertes,Secuestros Y Carceles Del Pueblo
Un primer ejemplo doloroso. Era un próspero empresario minero de 60 años, no muy conocido
que digamos ni siquiera como poseedor de una fortuna millonaria impresionante. El había
nacido en Apurímac, de contextura gruesa y sonrisa constante.
Ese día, la capital lucía, al menos, tranquila, con un inusitado sol de invierno que aclaraba algo
el cielo panza de burro de todos los días. Ballón, como era su costumbre, se levantó muy
temprano, a las 6 de la mañana, tomó desayuno con su esposa y sus hijos.
Les preguntó, con tranquilidad, sus actividades. Dándoles experiencias y consejos. Como hacía
cotidianamente. Era un esposo y padre responsable, un ciudadano emprendedor.
Al terminar la taza de café con leche presagió: “este será un día arduo y complicado, de fuerte
trabajo. Nos vemos en la noche”. Fueron sus últimas palabras. Pero no intuía, bajo ningún
punto de vista, lo que el destino le deparaba. Menos,evidentemente, lo inesperado y cruel.
Los criminales a balazos redujeron al conductor, obligaron a Ballón a bajar del vehículo y lo
metieron a otro de marca Toyota robado. Era la tarde del 11 de setiembre de 1992, un día antes
de la detención de Abimael Guzmán.
Ello no impidió que de frente, vendado de los ojos y con inicios leves del dolor que,
posteriormente, se hiciese tremendamente intenso, lo llevasen a un estrecho e inhumano
cubículo de una casa que hasta ahora no se sabe donde estaba ubicada. Así entraba el
empresario a una cárcel del pueblo. ¡Qué barbaridad1
Luego empezó la negociación con sus familiares y cinco meses después no se había llegado a
ningún acuerdo, sobre el monto a pagar por su rescate. La madrugada del 23 de febrero de
1993, el cuerpo del empresario fue ubicado por la policía en una calle del distrito de San Miguel
con dos balazos en la cabeza y tenía muestras de haber sido torturado. Pesaba 40 kilos
menos.
Según lo que se supo, el chileno Jaime Castillo Petruzzi, hoy felizmente preso en una de las
cárceles del Perú, fue el que lo remató de un balazo en la cabeza a Ballón. Este desalmado
asesinó, además, a un miembro del comando que secuestró al empresario Miyasato, porque
se compadeció de los reclamos de su víctima.
Estos extractos forman parte del manual de seguimiento y observación incautado por la policía
en la captura del cabecilla Peter Cárdenas Schulte en 1993, hijo del publicista y creativo Luis
“Luchín” Cárdenas. Pobre padre.
El MRTA aparece oficialmente en 1982 con algunos atentados menores como detonación de
explosivos a agencias bancarias ubicadas en Lima. En ese entonces, el siniestro Castillo
Petruzzi enrumba a El Salvador y se incorpora al Frente Farabundo Martí. Allí se conoce con
María Pincheira de la misma nacionalidad. Luego de 24 meses, los dos deciden ir a Nicaragua
a apoyar la revolución sandinista. Habian hecho frecuentes viajes a Cuba.
Polay mandó a llamar a Castillo Petruzzi de Nicaragua para que se integre al MRTA y por
supuesto que quiere explotar al máximo sus atrocidades. Aquí con la Pincheira se pone a
diseñar la nueva línea militar emerretista. Los ayudaban Lautaro Mellado y Alejandro Astorga,
también chilenos.
Fue precisamente que con la ayuda de estos delincuentes se concebían los secuestros a
prominentes empresarios y las “cárceles del pueblo”, como una forma de obtener dinero para
comprar armamento moderno y suficiente.
El General Enrique López Albujar Trint fue espada de honor de su promoción en la Escuela
Militar de Chorrillos, el año 1953. Una foja de servicios castrenses impecable que le permitió
llegar a la Comandancia General del Ejército. Con estudios permanentes, sacrificio y
dedicación. Había nacido en Chiclayo el 2 de junio de 1930.
Era miembro de una familia honorable. Su padre, Enrique López Albujar, había sido un
destacado abogado que se desempeñó como juez en diferentes lugares del país. Entre ellos:
Huánuco y Tacna. Una eminencia jurídica y sobre todo un excelente escritor con libros de éxito:
"Cuentos Andinos", "Matalaché" y "Las Intimidades de la señora Tordoya". Una figura eminente
de la Literatura peruana.
Así informaron los diarios sobre el asesinato
En la época del primer gobierno aprista de Alan García, este distinguido militar desempeñó el
cargo de Ministro del Interior entre 1987 y 1989. Lo hizo con el beneplácito del gobierno, sus
compañeros de armas y de la población. No tenia de que retractarse. Ni menos de que
avergonzarse. Un profesional que cumplió sus funciones a cabalidad.
En el distrito de Los Molinos en Jauja (Junín), los militares interceptaron a más de medio
centenar de terroristas, dispararon-como debe ser- porque, realmente, éstos eran los criminales
y atacaban a discreción. Allí perdieron la vida muchos de ellos que estaban directamente
relacionados con la subversión. Eso, los del MRTA, nunca lo perdonaron.
Entonces se cobraron la revancha. López Albujar sin seguridad ni nada que se le parezca,
subíó a su automóvil en el Centro Comercial Todos de San Isidro. Fue abatido a tiros el ilustre
militar por el hecho de haber sido el Ministro de Defensa en la época de estos disturbios
terroristas en el departamento de Junín.
Por otro lado, el más espectacular de los secuestros ocurrió, el 11de octubre de 1989, cuando
el empresario televisivo, Héctor Delgado Parker, cayó en manos del MRTA. Aquí los terroristas
efectuaron tres meses de reglaje diario. Incluyendo detalles, movimientos y toda clase de
referencias.
“De pronto nos encontramos con un Datsun amarillo que iba adelante y se sobreparó. En el
momento, una camioneta retrocedió y se paró detrás de nosotros. Del Datsun bajaron dos
fulanos vestidos de policías, disparando con ametralladoras. Un sujeto rompía con una comba
una de las ventanas del Mercedes. Otros con una ametralladora apuntaron a Delgado Parker y
le exigieron entregarse.
Aquí murió el chofer del vehículo del empresario, Fredy León Alayo. El rehen tuvo que ser
operado, mientras estuvo en cautiverio. El MRTA presentó una serie de demandas como la
difusión de un especial sobre la situación del departamento de San Martín, donde habían
asesinado a varios homosexuales sin respetar sus derechos, dicho sea de paso.
El secuestrado
Además, la transmisión de una entrevista a Víctor Polay Campos y una proclama de Cerpa
Cartolini, la repartición de víveres en barrios populares y la entrega de dinero. Muchas de las
exigencias se cumplieron y el empresario fue liberado el 2 de abril de 1990, a las 7.30 de la
noche en una calle de Miraflores.
Durante el cautiverio, Delgado Parker fue sometido a un juicio popular, acusado de la compra
de aviones Mirage por parte del Gobierno y por ser el autor de una supuesta guerra psicosocial
contra el MRTA.
El empresario vidriero Pedro Miyasato fue secuestrado el 22 de abril de 1993, luego de llegar a
la puerta lateral de su centro de trabajo ubicado en el distrito limeño de La Victoria, en
compañía de su hijo y de su nuera. Allí lo encañonaron y lo obligaron a subir a un automóvil,
tras disparar una ráfaga de tiros,
Durante el trayecto, el empresario opuso resistencia por lo que fue torturado con un cuchillo,
resultando herido en varias partes del cuerpo. Sin embargo, Miyasato trató de escapar y sacó
el cuerpo por una de las ventanas del vehículo, pidiendo auxilio. La respuesta vino contundente
con disparos de los terroristas, para luego abandonar su cuerpo en la acera. El empresario
falleció, tras ser auxiliado, cuando ingresaba en una clínica.
Alrededor de las 8.30 de la noche del 9 de julio de 1993, Raúl Hiraoka Torres, hijo del
propietario de la cadena de tiendas del mismo apellido, sufrió un tremendo susto cuando la
camioneta que iba a bordo por una calle de San Isidro, chocó fuertemente contra otro vehículo.
De este último carro descendieron de inmediato dos personas disparando a diestra y siniestra,
resultando heridos el empresario y un miembro de seguridad que murió posteriormente. El
miedo se acrecentó al máximo.
Raul Hiraoka estuvo secuestrado varios meses
Los terroristas obligaron a descender a Hiraoka para llevarlo a otro automóvil estacionado, a
pocos metros del lugar. Antes de partir, los subversivos prendieron fuego a la camioneta en que
llegaron.
En el trayecto, los secuestradores fueron interceptados por la policía que intentó, sin éxito,
detenerlos. Aquí murió un policía por la balacera desatada que atormentó, completamente, a
los vecinos del lugar.
Casi cuatro meses buscó la policía a Hiraoka hasta que fue encontrado en una casa de la
sétima cuadra del jirón Vesalio, en el distrito limeño de San Borja. Hiraoka estaba atado a una
silla con esposas en las muñecas y los tobillos.
Uno de los secuestradores apuntó con su arma al empresario y empezó a gritar, amenazando
con asesinarlo si no se retiraba la policía y no cesaban los disparos. Las autoridades policiales
y judiciales tuvieron que negociar durante ocho horas, hasta que los miembros del MRTA no
pudieron, se rindieron y, muy a su pesar, liberaron a Hiraoka.
Además de los casos descritos, la relación de secuestros del MRTA, según la CVR, incluyó a
las siguientes personas: la periodista Vichy Peláez Ocampo, los empresarios Jorge Benavides
de la Quintana, Julio Vera Gutiérrez, dueño del Canal 9 TV; Julio Rueda, César Fukuda, Carlos
Ferreyros, Víctor de la Torre Romero, Gerente General de Cementos Lima.
Asimismo Demetrio Tafur (San Martín), Gonzalo López Quiroz, Arnaldo Acosta, Hory Chlimper,
Jaime Dohlher Flores, Samuel Vergara Oyarce, Nelly Moncada Terrones, Juan Cabrera Díaz
del Olmo (Arequipa), Glicerio Auris Rojas, Emilio Noriega (Amazonas), Antonio Furukawa,
Alfonso Muños Ordóñez, Luis Salcedo Marsano, Ana María Méndez (Junín) Pedro Ramírez
Parrona (Junín) y Samuel Doria (Bolivia)
Fuente: miscelanea-rafo.blogspot