cuaderno 1

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NORMATIVA CHILENA DE PARTICIPACIÓN CIUDADANA

CFT CENCO
UNIDAD 1: PARTICIPACIÓN CIUDADANA.

Introducción a la unidad

En esta primera unidad denominada “participación ciudadana”, comentaremos aspectos contextuales


históricos y a qué fundamento constitucional y sociopolítico responde, además de los cambios en la
legislación Chilena en torno a la temática, daremos cuenta de la ley 20.500 y el desarrollo que ha tenido
la temática históricamente, finalmente mencionaremos el desarrollo sustentable y sostenido en el tiempo
entendiéndola cómo una temática incorporada en el quehacer municipal a lo largo del tiempo y cuáles son
sus funciones en esta materia.
El Resultados de Aprendizaje General a alcanzar en esta Actividad Curricular es:
Relaciona los fundamentos de la participación ciudadana con las normativas vigentes para explicar su
impacto en la sociedad y en las comunidades.

El Resultados de Aprendizaje a alcanzar en esta Unidad Temática es:


Ejemplifica distintas formas de participación explicando los fundamentos, objetivos y motivaciones de la
ciudadanía.

Durante esta unidad, para fortalecer sus aprendizajes y poder compartir sus experiencias, iremos
realizando foros de consultas y dudas de la Unidad a través de la plataforma.

Los invito a compartir sus inquietudes para que podamos cumplir con las actividades que se diseñaron
para este módulo. Sus comentarios sin duda serán de gran aporte para el curso.
Actividad inicial.
Entendiendo que estamos en un mundo globalizado y la participación ciudadana, se ha vuelto fundamental en
estos días, los invito a reflexionar, en torno a estas preguntas y a comentar sus respuestas en la carpeta I,
mensajes dudas y consultas.

¿Usted conoce algo del contenido que veremos en esta unidad? si la respuesta es sí, ¿qué es?
¿Considera usted aprender sobre la participación ciudadana? ¿por qué?
¿Cómo relaciona este contenido, con lo que ya ha visto hasta ahora?
¿en qué contenido específico le gustaría profundizar? ¿por qué?

Estimado(a) estudiante:

A continuación, usted comenzará el estudio de la actividad curricular a través de la


Unidad normativa chilena de participación ciudadana. Para que usted alcance los
aprendizajes esperados y que éstos sean de calidad, le entregamos algunas
recomendaciones:

1. Tómese su tiempo para el estudio y acomódese en un lugar que le sea grato y sin
distractores.
2. Deténgase en aquellos contenidos que le sean más difíciles de entender. Vuelva
atrás toda vez que lo necesite.
3. Apóyese en el material complementario para el estudio, el cual le permitirá
profundizar y obtener mayor información sobre un tema en particular.
4. Si se le presenta alguna duda que no pueda despejar en este documento, diríjase al
Foro de la Unidad y plantéemela.

¡Bienvenido(a) al estudio!

TUTOR ACADÉMICO
1. Que es la participación ciudadana.

Para efectos de este curso se hace imprescindible dar cuenta que de qué es la participación ciudadana,
entendiendo que ésta, no se limita a la elección de las autoridades públicas como Presidente, parlamentarios,
alcaldes y concejales, o a votar en un Plebiscito ocasional, sino que además es una actividad permanente de
articulación y equilibrio de las potestades públicas con los intereses de la comunidad, para cumplir la finalidad
del Bien Común y el respeto a la dignidad de las personas, en un marco de Estado de Derecho.
En consecuencia, podemos decir que el papel del ciudadano no se limita solo a recibir y usar los servicios, sino a
controlar la gestión, plantear demandas, señalar estándares de calidad, ayudar a la toma de decisiones y, en
general, colaborar en el perfeccionamiento de la gestión pública.

En un contexto de capitalismo, en su fase neoliberal, la ciudadanía y su participación se ven permeadas bajo las
lógicas de dicho sistema, “generando un proceso por medio del cual se restituyen las condiciones para la
acumulación del capital y la restauración del poder de clase de las élites dominantes” (Paula Vidal-Molina, 2019,
pág. 65). Este proceso de restauración frente al “Estado social” del siglo XX se propone como una transformación
del patrón de acumulación, a partir del cual se concretiza la acumulación y valorización del capital cambiando la
relación Estado, sociedad y mercado. Tanto la flexibilización y precarización laboral, como la financiarización de
la economía, el extractivismo de los recursos medioambientales, como la desposesión, serán algunos de los
modos usados para restituir la acumulación y dominación.

Para establecer las implicancias y transformaciones de la ciudadanía en el neoliberalismo, es pertinente


complementar algunos aspectos relevantes del proceso de neo liberalización del capitalismo dependiente. Según
Garretón (2013) citado por Vidal-Molina en algunas características centrales proceso son: el individualismo
extremo, donde los derechos básicos de los ciudadanos son la propiedad privada y consumo; la primacía de la
libertad, vale decir, libertad y autonomía económica como el fundamento de la libertad política; el mercado se
presenta como la máxima expresión de la realización de la libertad, y por tanto, por exclusión se niega cualquier
otro espacio donde sea posible la realización de la libertad; la desigualdad se defiende como una cuestión
natural, de esta manera, la justicia social es peligrosa y destructiva, además de que solo sería aplicable a
individuos y no a grupos sociales (clases sociales) o al Estado. (Paula Vidal-Molina, 2019, pág. 35).

En la actualidad, la participación ciudadana según el ministerio de justicia y derechos humanos dice relación con
el involucramiento activo de los ciudadanos y las ciudadanas en los procesos de toma de decisiones públicas que
tienen repercusión en sus vidas. Esto recibió reconocimiento legal en nuestro país con la entrada en vigencia de
la Ley sobre Asociaciones y Participación Ciudadana en la Gestión Pública, que incorporó en nuestra legislación
la afirmación de que “el Estado reconoce a las personas el derecho de participar en sus políticas, planes,
programas y acciones”. Participación Ciudadana – Subsecretaría de Prevención del Delito. (n.d.).
Lo anterior se materializa a través de los mecanismos de participación establecidos por cada órgano de la
Administración del Estado, y primordialmente en virtud de los siguientes 4 mecanismos expresamente señalados
por la ley N° 20.500:

● Acceso a la información relevante


● Consultas ciudadanas
● Cuentas públicas participativas
● Consejos de la sociedad civil.

Ahora bien, al adentrarnos al concepto de participación ciudadana, es dable analizar sus componentes, es decir,
participación y ciudadanía.
En palabras de C. Wright Mills (citado por Mancilla, 2013, pág. 43) la participación la podemos definir como “un
proceso permanente de formación de opiniones, dentro del seno de grupos de trabajo y organismos intermedios,
en torno a todos los problemas de interés común, a medida que éstos vayan surgiendo y requieran de soluciones,
es decir, de decisiones”. Al mismo tiempo Gyarmati (Mancilla, 2013, pág. 61) nos propone entender la
participación como “la capacidad real, efectiva de un individuo o grupo de tomar decisiones sobre asuntos que
directa o indirectamente afectan sus actividades en la sociedad, y específicamente dentro del ambiente en que
trabaja”

Respecto al segundo componente, es decir, la ciudadanía, es necesario mencionar en primera instancia que es
un concepto que ha variado a lo largo del tiempo y que al mismo tiempo cambia según los contextos
sociopolíticos en los cuales se desarrolle, en este sentido Jenifer Morgado (1998) basada en los planteamientos
de Cisneros, clasifica cuatro concepciones de ciudadanía:
Cuatro concepciones de ciudadanía:
- Concepción limitada: en la cual se confunden los conceptos de ciudadanía y nacionalidad al reducir
los derechos del individuo a la sumisión de la autoridad del Estado.
- Concepción amplia: es el derecho de los miembros de una comunidad política a participar activamente
y en condiciones de equidad en la vida política del Estado.
- Concepción vertical: es donde el vínculo del individuo con el Estado se establece por una relación de
sujeción, imposición y sometimiento. Se pasa así de la relación súbdita- soberano a la relación
ciudadano-Estado.
- Concepción horizontal: es la aspiración a la igualdad en derechos individuales y colectivos.
Fuente; Mancilla, J. M. (n.d.). Participación ciudadana y visiones sobre la política social.

Otra forma en la cual se puede entender el concepto de ciudadanía dice relación con el grado de actividad que
esta desarrolle dentro de los procesos de creación de diversas políticas públicas, así pues, surgen las
concepciones de ciudadanía pasiva y activa. Enrique Correa. (n.d.). NOCIONES DE UNA CIUDADANÍA
QUE CRECE. Marcela Noé.

Grado de actividad desarrollado.


- Ciudadanía pasiva: entiende al ciudadano como un sujeto de derechos y obligaciones bajo una
institucionalidad vigente.
- Ciudadanía activa: le confiere al ciudadano la determinación del contenido de fondo de las políticas,
haciendo referencia a una práctica vinculada al poder que refleja las luchas acerca de quiénes pueden
decidir qué problemas se abordan en las políticas públicas, cuáles son los que se priorizan tanto entre
los problemas comunes como en los problemas más particular.

Basándonos en lo ya planteado, podríamos decir que la concepción de participación ciudadana está ubicada en
un terreno de la existencia de un poder público, el cual tiene la pretensión de expresar el interés general de un
conjunto social, y de la administración que orienta el poder público. Desde ahí la participación ciudadana tiene
dos objetivos, uno correspondiente a la esfera política y otro a la esfera administrativa. En su aspecto político, la
participación ciudadana apunta al tema del régimen político, en cuanto a procedimiento de constitución de la
voluntad política; en concreto, ella ha estado referida a la sustitución o complementación de la democracia
representativa. En cuanto a la administración, la participación ciudadana es impulsada como una forma de
mejorar su funcionamiento” Correa, E. (n.d.). Nociones de una ciudadanía que crece.

Aspectos Contextuales e históricos

Si bien es cierto, la idea de participación ciudadana cuenta con una amplia historicidad, para fines del
presente cuadernos nos situaremos en Chile durante el siglo XXI.

Durante el gobierno de Ricardo Lagos, año 2001, se conformó un Consejo Ciudadano para el Fortalecimiento
de la Sociedad Civil que elaboró un informe que llevó a la formulación del proyecto de Ley de Participación
ciudadana (actual Ley N° 20.500) y a la dictación de un Instructivo Presidencial de Participación Ciudadana
que involucró al sector público en la materia. (Leichtle, 2019)

Posteriormente, en 2007, durante el primer gobierno de Michelle Bachelet, se generó una Agenda Pro
Participación y en 2008 se dictó un Instructivo Presidencial sobre Participación Ciudadana en la Gestión
Pública que obligaba a los órganos de la administración pública a establecer mecanismos básicos de
participación. (Leichtle, 2019)

En el 2011, durante el gobierno de Sebastián Piñera, se promulgó la Ley 20.500 sobre Asociaciones y
Participación Ciudadana en la Gestión Pública. También el gobierno dictó su propio Instructivo Presidencial
sobre Participación Ciudadana. (Leichtle, 2019)

En 2014, el gobierno de Michelle Bachelet firmó el Instructivo Presidencial Nº 007, a través del cual se da
impulso a la participación ciudadana en la gestión pública mediante la implementación completa de la Ley
N° 20.500 y cuyos objetivos estratégicos apuntan a profundizar la democracia a través de la efectiva
incorporación de la ciudadanía en la gestión pública. (Leichtle, 2019)

También durante el Gobierno de Michelle Bachelet, en enero de 2016, se creó el Consejo Nacional de
Participación Ciudadana y Fortalecimiento de la Sociedad Civil, como instancia asesora presidencial que tuvo
por misión conducir un diálogo nacional sobre el estado de la participación ciudadana en el país y desarrollar
una propuesta de reforma a la Ley N°20.500 sobre Asociaciones y Participación Ciudadana en la Gestión
Pública.

Actualmente dicha ley contempla la creación de los Consejos de la Sociedad Civil (COSOC), organismo que
reemplaza a los Consejos Económicos y Sociales Comunales (CESCOS).Este nuevo organismo tiene como
objetivo asegurar un mecanismo institucional de participación de la ciudadanía en el control ciudadano de la
gestión municipal, proporcionan un espacio de carácter consultivo, asesorando en el diseño, planificación,
ejecución y evaluación de las políticas públicas comunales al igual que la gestión realizada por el municipio.
La Subsecretaría de Desarrollo Regional y Administrativo, elaboró un reglamento sobre la base de un
“reglamento tipo” que el Alcalde respectivo podrá someter a la aprobación del Concejo Municipal, o bien
someter a la aprobación de dicho Concejo, un reglamento propio del municipio, el cual determinará la
integración, organización, competencia y funcionamiento del Consejo Comunal de Organizaciones de la
Sociedad Civil, al igual que la forma en que podrá autoconvocarse, cuando así lo solicite por escrito, un tercio
de sus integrantes, o lo estipulado por cada reglamento. El reglamento podrá ser modificado por dos tercios
de los miembros del Concejo, previo informe del consejo comunal de organizaciones de la sociedad civil.
Según lo establecido en la Ley N° 20.500, la implementación de los COSOC genera diversas interrogantes
sobre su funcionamiento, composición, atribuciones, entre otros elementos de gran importancia para
entender su preponderante labor en la participación ciudadana a nivel local. Es por ello, que daremos
respuesta a un número determinado de interrogantes que permitirán entender el rol de este órgano
consultivo de representación social.

¿Cuáles son las funciones del COSOC?

Participar, en el mes de marzo de cada año, sobre: la Cuenta pública que el Alcalde genere de su gestión
anual y sobre la marcha y funcionamiento general de la Municipalidad. Además de la Cobertura y eficiencia
de los servicios municipales, con el fin Formular propuestas de presupuesto, plan comunal de desarrollo, plan
de inversiones y formular modificaciones al plan regulado
1.1. Fundamento constitucional.

En relación a lo siguiente es importante mencionar que, la noción universal referente a los derechos
fundamentales con los que cuentan las personas del mundo, considerar el enfoque de derecho como un
lineamiento acertado a la validación y reconocimiento de toda la sociedad chilena como iguales unos con otros.
Los derechos hacen alusión a una condición obligatoria para todas las personas, los cuales deben ser reconocidos
universalmente, es por esto que nuestra constitución señala lo siguiente;

“El Estado está al servicio de la persona humana y su finalidad es promover el bien común, para lo cual debe
contribuir a crear las condiciones sociales que permitan a todos y a cada uno de los integrantes de la comunidad
nacional su mayor realización espiritual y material posible, con pleno respeto a los derechos y garantías que esta
Constitución establece” (República de Chile, Senado, 2012).

Es deber del Estado resguardar la seguridad nacional, dar protección a la población y a la familia, propender al
fortalecimiento de ésta, promover la integración armónica de todos los sectores de la Nación y asegurar el
derecho de las personas a participar con igualdad de oportunidades en la vida nacional. (República de Chile,
Senado, 2012)

Al respecto Gabriela, (Leichtle, 2019, pág. 19) menciona:

“Internacionalmente se consagra como mínimo el derecho de todo ciudadano de participar de manera


directa o indirecta en la gestión de los asuntos públicos del país al que pertenece. En ese ámbito, el
Estado de Chile ha suscrito instrumentos internacionales, así como desarrollado transversalmente
diversas medidas encaminadas a establecer un marco regulatorio que promueva la participación
ciudadana en las fases del proceso de implementación de las políticas públicas, tanto en su formulación
como en su planificación, ejecución, seguimiento, evaluación y control.”

A partir de lo anterior, es dable mencionar que una de las medidas en las cuales cristaliza el interés por
fomentar la participación ciudadana, es la publicación de la Ley N° 20.500, sobre Asociaciones y Participación
ciudadana en la Gestión Pública. La cual reconoce el derecho de todas las personas a asociarse libremente
para la consecución de fines lícitos y el deber del Estado de promover y apoyar las iniciativas de la sociedad
civil. Asimismo, se reconoce el derecho de las personas a participar en la gestión pública, estableciendo
mecanismos para su consecución. (Leichtle, 2019)
Otro aspecto relevante a nivel constitucional, dice relación con la idea de Garantía Constitucional de
Asociación, la cual toma fuerza mediante el artículo 19 C.P:

● 15º.- El derecho de asociarse sin permiso previo.

● Para gozar de personalidad jurídica, las asociaciones deberán constituirse en conformidad a la ley.

● Nadie puede ser obligado a pertenecer a una asociación.

● Prohíbanse las asociaciones contrarias a la moral, al orden público y a la seguridad del Estado.

“La participación está estrechamente vinculada a la asociatividad, como canal intermedio entre la persona y
el Estado, con mayor efectividad como interlocutor para informarse, comunicar e influir”.

1.1.2. Art. 1, incisos 4° y 5° Constitución pública

Artículo 19 C.P.

● 15º.- El derecho de asociarse sin permiso previo.

● Para gozar de personalidad jurídica, las asociaciones deberán constituirse en conformidad a la ley.

● Nadie puede ser obligado a pertenecer a una asociación.

● Prohíbanse las asociaciones contrarias a la moral, al orden público y a la seguridad del Estado.

“La participación está estrechamente vinculada a la asociatividad, como canal intermedio entre la persona y
el Estado, con mayor efectividad como interlocutor para informarse, comunicar e influir”.

Síntesis temática: En una primera instancia dimos cuenta de que es la participación ciudadana y cuáles son
sus concepciones y grado actividad, para luego inmiscuirnos en la constitución para mencionar bajo que
artículo se avala la participación en nuestro país, siguiendo con un desarrollo histórico de dicha temática para
poder dar cuenta que poco a poco se ha ido flexibilizando y favoreciendo la participación ciudadana desde
un punto de vista legislativo y constitutivo, donde se otorgan derechos a todas las organizaciones que están
conformadas ante la ley, y dicha ley se ha ido modificando dando origen a la N° 20.500 que viene a reemplazar
los CESCOS por los COSOC y los representantes elegidos anteriormente por el Alcalde, pasan a ser elegidos a
través de elecciones periódicas por las organizaciones comunitarias de carácter territorial y funcional, y
organizaciones de interés público de la comuna.

1.2. Fundamento sociopolítico

La ley crea el concepto de “organizaciones de interés público”, las que están conformadas por aquellas personas
jurídicas sin fines de lucro, cuya finalidad es la promoción del interés general en materia de derechos ciudadanos,
asistencia social, educación, salud, medio ambiente o cualquiera otra de bien común, en especial las que recurren
al voluntariado, y que estén inscritas en el Catastro. Por el solo ministerio de la ley tienen carácter de interés
público las organizaciones comunitarias funcionales, juntas de vecinos y uniones comunales; y las comunidades
y asociaciones indígenas. Su registro estará a cargo del Registro Civil, actualizado según la información que
remitan las municipalidades y otros órganos de la Administración del Estado. Cabe señalar que la no remisión de
antecedentes oportunamente se considerará infracción grave en cuanto a deberes funcionarios. También en
este punto, la Ley crea un Fondo de Fortalecimiento de las Organizaciones de Interés Público y un Consejo
Nacional del Fondo. El Fondo estará constituido por: los aportes ordinarios o extraordinarios que la ley de
presupuestos contemple anualmente para tales efectos, aportes de la cooperación internacional que reciba a
cualquier título, recursos provenientes de otros organismos del Estado, y donaciones y otros aportes que se
hagan a título gratuito.

1.2.1 Objetivos de la participación.

● Hacer partícipes de las decisiones a los propios ciudadanos, favoreciendo el ensanchamiento de la


democracia.
● Permitir una actuación más eficiente de los órganos del Estado encargados de tomar decisiones
públicas, al considerar los intereses en juego y el grado de aceptación de las medidas,
perfeccionándose las decisiones finales, en función del interés colectivo.
● Establecer un mayor equilibrio entre las potestades del Estado y los derechos de las personas, dentro
del concepto de Estado de Derecho.

1.2.2 Desarrollo sustentable

El desarrollo sustentable, para serlo y diferenciarse del simple crecimiento, tecnificación, industrialización,
urbanización o aceleración de los ritmos debe: satisfacer ciertas condiciones, además de ser endógeno, es decir
nació y adecuó a la especificidad local, y auto gestionado, es decir planificado, ejecutado y administrado por los
propios sujetos del desarrollo. También debe tener:
a) Sustentabilidad económica, para disponer de los recursos necesarios para darle persistencia al proceso.

b) Sustentabilidad ecológica, para proteger la base de recursos naturales mirando hacia el futuro y cautelando,
sin dejar de utilizarlos, los recursos genéticos (humanos, forestales, pesqueros, microbiológicos), agua y
suelo.

El desarrollo sustentable incluye dos conceptos claves:


Necesidades: En particular de los más pobres del mundo, a las que se les debe dar prioridad. Limitaciones:
Impuestas por el Estado de las tecnologías y de la organización social a la habilidad del medio ambiente de
satisfacer las necesidades presentes y futuras.
Esta definición implica una preocupación por la equidad social entre las distintas generaciones, una inquietud
que lógicamente debe ser extendida a la equidad dentro de cada generación. Los objetivos del desarrollo social
y económico de todos los países, desarrollados o en vías de desarrollo, deben estar definidos en términos de la
sostenibilidad, sin importar si se basan en sistemas económicos orientados a una economía de mercado o a una
planificación central. Actualmente un vasto número de personas en países en desarrollo no tienen la oportunidad
de mejorar sus condiciones de vida. Esta situación hace al mundo muy propenso a sufrir crisis humanitarias,
económicas y ecológicas, que afectan el desarrollo, es por esto que satisfacer las necesidades básicas de todas
las personas, y ofrecerles la oportunidad de una mejor calidad de vida, son los mínimos requerimientos para
lograr un desarrollo sostenible. (Larrouyet, 2015)
El objetivo del desarrollo sostenible es definir proyectos viables y reconciliar los aspectos económico, social y
ambiental de las actividades humanas; "tres pilares" que deben tenerse en cuenta por parte de las comunidades,
tanto las autoridades, las empresas y la sociedad;
Económico: funcionamiento financiero "clásico", pero también capacidad para contribuir al desarrollo
económico en el ámbito de creación de empresas de todos los niveles, políticas públicas que permitan un
crecimiento.
Social: consecuencias sociales de las actividades de las autoridades y la empresa en todos los niveles: los
trabajadores (condiciones de trabajo, nivel salarial, etc), los proveedores, los clientes, las comunidades locales
y la sociedad en general, necesidades humanas básicas; búsqueda de una mejor calidad de vida y bienestar para
cada individuo que compone la sociedad, bienestar general.
Ambiental: compatibilidad entre las actividades gubernamentales y las actividades sociales de las empresas y la
preservación de la biodiversidad y de los ecosistemas. Incluye un análisis de los impactos del desarrollo social de
las empresas y de sus productos en términos de flujos, consumo de recursos difícil o lentamente renovables, así
como en términos de generación de residuos y emisiones y los análisis de la afectación hacia la comunidad.
Este último pilar es necesario para que los otros dos sean estables. Como se observa la participación activa del
ser humano es esencial en este tipo de desarrollo, se debe crear una conciencia en donde cada participante,
tenga claro los límites de los recursos naturales sugieren tres reglas básicas en relación con los ritmos de
desarrollo sostenibles.

1. Ningún recurso renovable deberá utilizarse a un ritmo superior al de su generación.


2. Ningún contaminante deberá producirse a un ritmo superior al que pueda ser reciclado, neutralizado o
absorbido por el medio ambiente.
3. Ningún recurso no renovable deberá aprovecharse a mayor velocidad de la necesaria para sustituirlo por
un recurso renovable utilizado de manera sostenible. (Guillen, 2008).
Síntesis temática: en este apartado pudimos ver los cuáles son los objetivos fundamentales de la participación y
como se puede ir favoreciendo a lo largo del tiempo desde las perspectivas del desarrollo sustentable.
1.3 Participación ciudadana y desarrollo sustentable.

Fuente: Pamela L. Bachmann. (n.d.). Gobernanza ambiental: una estrategia orientada al desarrollo
sustentable local a través de la participación ciudadana. Luisa E delgado.

1.3.1 Esquema de participación ciudadana.


Cabe señalar que, hoy en día se ha vuelto a incorporar el término “participación” en el discurso público, en
algunos casos con insistencia, expresando una voluntad de diferenciación, a la vez, del Estado neoliberal. Sin
embargo, hay que destacar que, no se debe situar en ese nivel ensalzador, ni la importancia, ni las
posibilidades que guarda esta recuperación del tema participativo.

Todo esto dice, más bien, a las nuevas circunstancias que, desde las maneras de producir, la multiplicación
de las situaciones, de los intereses sociales, y el fortalecimiento de la cultura de lo heterogéneo, han llevado
a la disolución del contacto entre, por una parte, los órganos tradicionales de representación política y, por
otra, la vida cotidiana de la gente a la que quieren representar.

Augusto Varas (2013), en un artículo sobre “Democratización y Políticas Públicas”, nos dice:

“Tomando en cuenta el nuevo contexto en que se dan las políticas públicas, función propiamente política al
interior de los procesos democratizadores puede analizarse a partir de tres dimensiones indisolublemente
interrelacionadas, el rol que juegan en la construcción del interés público, su capacidad para armonizar
intereses corporativos y su potencialidad para permitir la participación ciudadana.”
(http://168.96.200.17/ar/libros/chile/arcis/palma.rtf)

Es cierto que estas tareas más importantes, donde “participación” aparece incorporada a la reconstrucción
de los sentidos políticos, se debe comenzar hoy en el contexto de esta “popularidad” del tema, lo cual,
paradojalmente, no ha facilitado la empresa, ya que la soltura con que se tiende a recurrir al término oculta
una variada ambigüedad conceptual. Martín Hopenheyn, inicia así una reflexión sobre el tema:

“Insistir sobre el carácter equívoco del concepto de participación parece, a estas alturas, un ejercicio gratuito.
Cada vez más la palabra, a lo largo y ancho de todo el arco político, es reivindicada por corrientes tan diversas
como el neo-liberalismo, el neo-estructuralismo, la democracia cristiana, el socialismo renovado, el
anarquismo y, en general, toda forma de populismo. Se ha convertido en una referencia obligada de planes y
programas de desarrollo, de manifiestos ideológicos y de campañas presidenciales”

En cada contexto discursivo distinto en que se incluye la palabra “participación”, el término se significa con
contenidos diversos; de allí que se pueda intentar un cierto ordenamiento en esta variedad ambigua según
las diferentes conceptualizaciones en uso.

A. Existe hoy una recuperación del tema por parte de los grupos más serios del pensamiento liberal.

El marco neoliberal en que se incorpora aquí la participación se expresa en los supuestos siguientes: los
individuos se desenvuelven en un escenario neutro, donde cada uno avanza según su propio empeño.
En la investigación que citamos a continuación, si bien se aparenta reconocer dos o tres veces que el contexto
económico social debe favorecer o dificultar la participación de determinados fragmentos o personas, los
autores entienden que, en aras del principio metodológico que una investigación singular es incapaz de
considerar todo y debe definir un objeto, ellos pueden abstraer de esa dimensión contextual (que de hecho
no se incorpora para efectos de análisis) y concentrarse sobre las características de los individuos capaces de
participación (a quienes ellos denominan “pobres habilitados”); así, han escamoteado el contexto, y la
“habilitación” aparece como una capacidad cuasi-natural en algunos individuos que explica (justifica) los
diferentes grados de exclusión.

Así, conceptualizada la capacidad de participar, Ignacio Irarrázabal puede desplegar un argumento que,
formalmente, se asemeja en varios aspectos al que presentamos más adelante, en el sentido que las políticas
públicas deberían reconocer, en su diseño, esta capacidad de (algunos) grupos populares para construir su
propia realidad y no invadir ese espacio desde el Estado.

En otras expresiones más transparentes de esta corriente de pensamiento, se presenta la participación como
la capacidad individual para incorporarse en las oportunidades del mercado; en el centro está la “libertad de
elegir” (Buchanan) y al Estado se le pide que no obstaculice este ejercicio fundamental del individuo. Oscar
Godoy, siguiendo de cerca a Von Hayek, señala:

“La sustitución de la decisión individual, basada en la información que cada cual posee, por la decisión
colectiva, fundada en los conocimientos globales del planificador, entraña limitar la libertad, entendida en
este caso como la aptitud individual para emplear, sin restricciones, sus propios conocimientos” (Godoy,
1998).

B. Un eje de reflexión distinto, en el cual coinciden algunos estudios del Centro de Estudios Públicos
(C.E.P) en torno a la educación, es aquel en el cual la participación se considera como un rasgo,
técnicamente necesario a las nuevas políticas sociales, que, a diferencia de la que fueron propias del
Estado interventor, han aprendido a respetar y a perseguir metas de eficiencia, de eficacia y auto
sustentabilidad.

La participación se propone entonces como un aporte “funcional” al desempeño de las políticas según esos
rasgos deseados; así los programas de autoconstrucción se justifican, porque bajan los costos por vivienda y
permiten, de esta manera, que con los mismos fondos se alcance una cobertura mayor. Un poco más
sofisticado aparece cuando se argumenta que la incorporación de los usuarios en ciertos momentos de la
gestión permite afinar la ejecución de la política hasta aspectos que quedan ignorados cuando esas mismas
iniciativas son responsabilidad sólo de los funcionarios; así se justifican algunos “diagnósticos participativos”
en términos de que permiten identificar situaciones más allá de lo que recogen los instrumentos técnicos de
la investigación.

Esta concepción de participación, porque es funcional es a la vez subordinada, ya que la participación existe
sólo en la medida en que aporta a iniciativas que son decididas, diseñadas y controladas por el aparato
técnico burocrático, que es externo a quienes se invita a participar.

En Chile, esta participación “funcional y subordinada” es la que se estudió y propuso desde los Organismos
de Naciones Unidas durante los años 80 por intelectuales, varios de los cuales luego, con el advenimiento de
la democracia, pasaron a desempeñarse en el Gobierno, por lo que no resulta extraño que ésta sea la
concepción que permea buena parte del discurso y de la política oficial.

En un texto que recoge presentaciones diversas de funcionarios de la primera administración democrática


en el Chile post Pinochet, aparece una intervención del presidente Aylwin, quien inauguraba un seminario
titulado “El desafío de la participación: democracia y modernización del Estado”, donde indica: “...la
superación de la pobreza no es un problema que pueda dejarse meramente a la economía. Se requiere
también de ciudadanos activos, comprometidos en organizaciones sociales para adaptar y ejecutar
programas estatales...”. En la misma reunión, Edgardo Riveros, entonces Subsecretario General de Gobierno,
afirmaba en su presentación: “...Las organizaciones vecinales enfrentan el siguiente desafío: establecer
relaciones de cooperación con el Municipio, que apuntan a que esas organizaciones puedan desarrollar una
acción que multiplique la tarea municipal y que el Municipio sirva de articulador con las políticas sociales
nacionales.”

C. Una tercera línea gruesa que hoy disputa el campo de las propuestas participativas es aquella que
busca recoger los desarrollos impulsados por la Educación Popular, y que entiende la participación
como una “práctica” cuyos propósitos se ubican, fundamentalmente, en la línea del “desarrollo de
las personas que participan”. La práctica es una acción responsable, que busca modelar la realidad
según intención, “deja huella” en la realidad según la conceptualización de “acción” que hace Hanna
Arendt, pero se caracteriza porque al mismo tiempo y en el único acto, constituye en sujeto a quien
impulsa esa acción; el sujeto se construye en el mismo acto en el que construye su “mundo de vida”.
Arendt, H. La Condición Humana, ed. Paidós, Barcelona, 1993

Esta mirada encuentra mucho asidero en la reflexión que atraviesa los distintos momentos de la Escuela de
Frankfurt en su lucha por mantener la vigencia del “espíritu crítico” frente a las imposiciones científico-
objetivas del pensamiento positivista. Para ellos, la inspiración crítica del marxismo surgía desde la dialéctica
sujeto-objeto.
Según Habermas, cuando Marx puso sobre los pies lo que en Hegel estaba de cabeza, lo que hizo fue articular
dos tesis de la filosofía hegeliana ubicándolas en un proceso único: la conciencia reflexiva del individuo como
hacedor de historia y la auto constitución de la humanidad a través del trabajo. En la medida en que esta
dialéctica se oscurece en favor de algún proceso objetivo, entonces se disuelve todo lazo entre historia y
libertad. (Palma, 1999, pág. 56)

1.3.2 Definición de ciudadanía.

A continuación, se presentarán por Juan Manuel Ramírez Sáiz en su texto Dimensiones constitutivas y ejes
estructurales de la ciudadanía, las cinco dimensiones de la ciudadanía que se encuentran incluidas y explicitadas
en las Constituciones nacionales y en los Pactos Internacionales de Derechos Humanos de la ONU, en especial el
"Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos", PIDCP, y el "Pacto Internacional de Derechos Económicos,
Sociales y Culturales", PIDESC;

1. Dimensión civil de la ciudadanía


Esta modalidad de la ciudadanía hace referencia a los derechos y obligaciones relacionados principalmente con
la igualdad ante la ley y con las libertades de la persona, es decir, las de palabra, de pensamiento, de culto y de
reunión. Igualmente forman parte de ella los derechos y obligaciones a la vida, la propiedad, la realización de
contratos y a un juicio justo.
2. Dimensión política de la ciudadanía
Consiste en los derechos y en las responsabilidades de asociación y de participación en el ejercicio del poder
político como miembro de órganos o instituciones investidas de autoridad política (Ejecutivo y Legislativo) o
como elector de los miembros de ellos. Gira en torno a las relaciones de poder y a la intervención del individuo
en ellas. Ello implica que la ciudadanía política se desarrolla a partir de la transformación de la dominación
política o poder político en la autodeterminación del ciudadano (Habermas, 1994). Con base en ella, los
miembros de un Estado nacional tienen la capacidad jurídica de concurrir a su vida política, participando en las
formas democráticas que permiten la toma de decisiones (Carbonell, 2005; 25 y nota 49). Habermas, Carbonell.
(n.d.). Dimensiones constitutivas y ejes estructurales de la ciudadanía. Juan Manuel Ramírez Sáiz.
3. Dimensión social de la ciudadanía
Esta modalidad de ciudadanía estriba en los derechos y en los deberes vinculados a los mínimos de justicia social
y a la garantía de un nivel digno de vida (principalmente a través de las políticas públicas sobre vivienda, salud y
educación) que sea acorde con los estándares prevalecientes en la sociedad en la que se vive. Es el derecho a
condiciones materiales de vida que atiendan las necesidades humanas fundamentales de todos los ciudadanos.
Como sostiene O'Donnell (1993), por debajo de esos mínimos de justicia social, el concepto mismo de ciudadanía
quedaría interpelado. Porque la ciudadanía comienza por la satisfacción de las necesidades básicas. Es decir, esa
satisfacción tiene que habilitar al ciudadano para que pueda ejercer los derechos realmente (ONU, 2004:59). En
otros términos, la ciudadanía social ha de posibilitar al individuo las condiciones materiales de vida suficientes
para que pueda ser ciudadano y actuar como tal.

4. Dimensión económica de la ciudadanía


Ésta es una modalidad de la ciudadanía poco analizada. Usualmente es confundida con la ciudadanía social.
Plantea a los ciudadanos como agentes económicos, en cuanto trabajadores y emprendedores. Remite a la
participación de ambos en las decisiones que, sobre economía, les afectan en la comunidad política a la que
pertenecen. Los posibilita para ser elementos activos y responsables en las decisiones económicas que afectan
a la sociedad. Este tipo de ciudadanía visualiza la Economía no sólo como actividad destinada a la acumulación
ilimitada de ganancia, sino también como producción de bienes necesarios para la subsistencia digna de la
comunidad política.
5. Dimensión cultural de la ciudadanía
La ciudadanía cultural tiene dos vertientes: 1. El derecho al acceso a los bienes culturales, tangibles e intangibles,
que posee una sociedad, y la responsabilidad ante ellos, y 2. El derecho a la diferencia y el respeto a ella. Los
principales bienes culturales tangibles son los que conforman el patrimonio arquitectónico, escultórico y
pictórico. Son ejemplos de los intangibles: las tradiciones orales, las creaciones literarias y la música.
Los grupos minoritarios de distinto tipo tienen derecho a la diferencia, a su identidad y a su cultura propia. Se
incluyen en ellos los indígenas, los inmigrantes internacionales, los que tienen una preferencia sexual distinta a
la heterosexual, etcétera
A continuación, se presentará un esquema explicativo de las diferentes dimensiones de la Ciudadanía.

Desde esta perspectiva se hace necesario mencionar la evolución histórica que ha tenido la ciudadanía desde la
perspectiva de Rosario González en su investigación la ciudadanía como construcción social.
Tendencia Contenido ideológico Derechos conquistados Modelo
ideológica de
ciudadaní
a
Liberalismo, siglo Las convicciones liberales enfatizan Civiles o individuales: Ciudadanía
XVIII los aspectos personales o • Igualdad ante la ley. civil
individuales de la ciudadanía. Se • Libertad de la persona.
enfocaron en los derechos del • Libertad de palabra,
individuo frente al Estado pensamiento y culto.
absolutista y otras formas de • Derecho de propiedad.
vinculación social, como gremios y • Derecho de concluir
mayorazgos. Defendieron las contratos.
garantías individuales, tolerancia y
respeto al orden jurídico; su meta es
limitar la acción del gobierno.
Impulsado por la Revolución
francesa.

Republicanismo, La tradición republicana y Políticos: Ciudadanía


siglo XIX democrática del siglo XIX, se enfocó • Derecho de asociación. política
en la defensa de la participación • Derecho a la
política, particularmente del participación y al ejercicio
sufragio. Plantea la participación, la político.
justicia y el autogobierno como • Derechos de elección
formas de expresión de la de representantes
democracia. Se fundó en la
soberanía popular y se desarrolló
durante el siglo XIX
Socialismo, siglo XX Se fundamenta en la necesidad de Sociales: Ciudadanía
un sentido comunitario y de • Derecho al bienestar social
bienestar social. social.
• Derecho a la
educación.
• Derecho a la vivienda.
Democracia social: Surge como una crítica al Culturales: Ciudadanía
movimientos igualitarismo, éste derivado de • Derecho civil a la cultural
sociales de derechos y deberes ciudadanos que diferencia (a la
reivindicación de al entrar en contacto con las individualidad, a lo
las minorías. Siglo desigualdades sociales e individuales distintivo, cultural,
XX, década de los produce desigualdad y exclusión de étnico, etcétera).
años ochenta en ciertos sectores y grupo sociales. La
adelante democracia social busca afirmar lo
constitutivo y diferenciante,
salvaguardar y reconocer los
derechos de las minorías.
Fuente; Rosario González. (2001). LA CIUDADANÍA COMO CONSTRUCCIÓN SOCIOCULTURAL (Revista Electrónica
Sinéctica, núm. 18, enero-junio, 2001, pp. 89-104 Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Occidente
Jalisco, México ed.).
1.3.3 Garantía constitucional de asociación.

Fuente: Ministerio de obras públicas. (n.d.). Guía para la gestión de participación ciudadana.
https://biblioteca.digital.gob.cl/bitstream/handle/123456789/1205/GUIA%20PARA%20LA%20GESTION%20MO
P%20PAC.pdf?sequence=1&isAllowed=y

1.3.4 Participación a nivel comunal y funciones de las municipalidades.

1. CONSULTAS CIUDADANAS

En el artículo 73 de la Ley N° 20.500 se indica que “los órganos de la Administración del Estado, de oficio o a
petición de parte, deberán señalar aquellas materias de interés ciudadano en que se requiera conocer la opinión
de las personas (…) La consulta señalada (…) deberá ser realizada de manera informada, pluralista y
representativa (...) Las opiniones recogidas serán evaluadas y ponderadas por el órgano respectivo, en la forma
que señale la norma de aplicación general”.

2. CUENTAS PÚBLICAS PARTICIPATIVAS

Las Cuentas Públicas Participativas de acuerdo con la Ley N° 20.500 que establece el derecho de la ciudadanía a
participar en las distintas instancias de la gestión pública, señalando en su artículo 72: “Los órganos de la
Administración del Estado, anualmente, darán cuenta pública participativa a la ciudadanía de la gestión de sus
políticas, planes, programas, acciones y de su ejecución presupuestaria”.
3. CONSEJOS DE LA SOCIEDAD CIVIL

Los Consejos de la Sociedad Civil se fundan en el derecho que el Estado reconoce a las personas a participar en
las políticas, planes, programas y acciones gubernamentales. Todos los órganos de la administración pública -
excepto los señalados en el artículo 21 de la Ley N° 18.575, Orgánica Constitucional de Bases Generales de la
Administración del Estado-, deben constituir Consejos de la Sociedad Civil. El artículo 74 de la Ley Nº 20.500
Sobre Asociaciones y Participación Ciudadana en la Gestión Pública establece: “Los órganos de la Administración
del Estado deberán establecer consejos de la sociedad civil, de carácter consultivo, que estarán conformados de
manera diversa, representativa y pluralista por integrantes de asociaciones sin fines de lucro que tengan relación
con la competencia del órgano respectivo”.

1.3.5 Organismos institucionales de participación comunal.

A continuación, veremos las instancias de participación a nivel comunal y funcional de las municipalidades,
expuestas por la Guía para la gestión de participación ciudadana desarrollada por el Ministerio de Obras Públicas
2016.

1.UNIDADES DE PARTICIPACIÓN CIUDADANA.

Los órganos de la administración del Estado deberán conformar unidades de participación ciudadana, que
tendrán como labor desarrollar una planificación estratégica del área, para así incorporar de mejor forma a la
ciudadanía en todo el ciclo de las políticas públicas sectoriales y hacer uso de los mecanismos de participación
que contemple la norma específica del servicio.

2. AUDIENCIAS PÚBLICAS.

Este mecanismo representa el derecho ciudadano a dialogar con la autoridad del Ministerio o servicio público
de que se trate para expresar sus preocupaciones, demandas y propuestas mediante el cual ésta conoce desde
la perspectiva de los propios ciudadanos sus opiniones sobre una materia de interés público. De acuerdo al
Instructivo Presidencial, las audiencias públicas podrán ser solicitadas por no menos de quinientos ciudadanos
y/o veinticinco organizaciones de la sociedad civil sin fines de lucro. También podrán ser convocadas por la
autoridad o a requerimiento de la mayoría simple del Consejo de la Sociedad Civil del servicio respectivo.

3. PRESUPUESTOS PARTICIPATIVOS.

Es un mecanismo de decisión ciudadana sobre una parte de los recursos que un Servicio Público dispone
anualmente, para financiar el diseño, formulación y ejecución de proyectos prioritarios para la sociedad civil del
ámbito del servicio. A través de jornadas de votación directa, abiertas a toda la comunidad, combinado con los
acuerdos adoptados por el consejo o asamblea del Presupuesto Participativo, se decide la inversión y
participación en todo el proceso de desarrollo del proyecto. Supone, por tanto, procesos deliberativos de la
comunidad para realizar diagnósticos, formular propuestas, elaborar proyectos, vigilar su implementación y
evaluar tanto los resultados del proyecto como del mismo proceso.
4.CABILDOS CIUDADANOS SECTORIALES Y TERRITORIALES.

Los cabildos constituyen instancias de discusión y participación ciudadana, convocada por un ministerio o
servicio, con el objeto de escuchar las opiniones y propuestas ciudadanas sobre una determinada materia de
interés público. Corresponde a un proceso de participación temprana, que permiten recoger insumos para
elaborar una determinada política pública o programa estratégico. Pueden tener carácter territorial o sectorial,
nacional o local.

5.ENCUENTROS DE DIÁLOGOS PARTICIPATIVOS

Estos encuentros conforman un espacio de diálogo e interlocución entre las autoridades de Gobierno y
representantes de la sociedad civil, en forma presencial, y la ciudadanía en general, en forma virtual a través de
alguna de las plataformas digitales participativas, sobre una propuesta de una política pública determinada
previamente por la Autoridad mediante una minuta de posición. El Objetivo de los Encuentros es lograr una
síntesis de los planteamientos y observaciones recogidas durante el proceso de diálogo, por lo cual la autoridad
respectiva deberá elaborar una propuesta, señalando en ella cuáles opiniones y apreciaciones fueron recogidas,
especificando los motivos de su incorporación o rechazo. De esta manera, se busca que la ciudadanía pueda
realizar observaciones e indicaciones a las políticas públicas, para así aumentar su legitimidad, eficiencia y
eficacia. La realización de estos diálogos será coordinada por el ministerio o servicio público del caso. El
Ministerio Secretaría General de Gobierno, a través de la División de Organizaciones Sociales, prestará el apoyo
necesario.

6.PLATAFORMAS DIGITALES PARTICIPATIVAS.

Las plataformas digitales ofrecen la oportunidad de profundizar la democracia al ampliar los accesos que tiene
la ciudadanía para entrar en procesos de colaboración con el gobierno, y permitir a las autoridades entrar en
procesos de retroalimentación continúa con los ciudadanos. Para plasmar lo anterior, nuestro Gobierno trabajará
en la implementación y mejora de una plataforma única que fomente la participación, accesibilidad, información
y transparencia acerca de los procesos de participación ciudadana y consultas que realizan en los distintos
organismos del Ejecutivo, cuyos lineamientos y detalles de implementación serán definidos por el Ministerio
Secretaría General de Gobierno.
Estimado(a) estudiante:

A continuación, lo invito a debatir sobre los contenidos tratados en la sub unidad


temática, con la finalidad de elaborar un argumento donde plantee su opinión y
pueda, además, conocer la opinión de sus compañeros(as) de clase en el Foro de la
Unidad que en su Aula dispone para tales efectos. De esta manera no solo logrará
dar a conocer su nuevo aprendizaje en un proceso de autoevaluación, sino y lo más
importante, podrá construir aprendizajes con otros/as.

TUTOR ACADÉMICO
SÍNTESIS DE LA UNIDAD

Estimados estudiantes, en esta Unidad hemos aprendido varios conceptos y definiciones asociadas
a la Participación ciudadana, entre ellos cabe destacar:

✔ La participación ciudadana es una actividad permanente de articulación y equilibrio de las


potestades públicas con los intereses de la comunidad, para cumplir la finalidad del Bien
Común y el respeto a la dignidad de las personas, en un marco de Estado de Derecho. (Paula
Vidal-Molina 2019)
✔ La participación ciudadana según el ministerio de justicia y derechos humanos dice relación
con el involucramiento activo de los ciudadanos y las ciudadanas en los procesos de toma de
decisiones públicas que tienen repercusión en sus vidas.
✔ “Tomando en cuenta el nuevo contexto en que se dan las políticas públicas, función
propiamente política al interior de los procesos democratizadores puede analizarse a partir
de tres dimensiones indisolublemente interrelacionadas, el rol que juegan en la construcción
del interés público, su capacidad para armonizar intereses corporativos y su potencialidad
para permitir la participación ciudadana “. (Varas, 2013)
✔ “El Estado está al servicio de la persona humana y su finalidad es promover el bien común,
para lo cual debe contribuir a crear las condiciones sociales que permitan a todos y a cada
uno de los integrantes de la comunidad nacional su mayor realización espiritual y material
posible, con pleno respeto a los derechos y garantías que esta Constitución establece”
(República de Chile, Senado, 2012)
✔ Una participación ciudadana efectiva hace partícipes de las decisiones a los propios
ciudadanos, favoreciendo el ensanchamiento de la democracia.
✔ Permite una actuación más eficiente de los órganos del Estado encargados de tomar
decisiones públicas, al considerar los intereses en juego y el grado de aceptación de las
medidas, perfeccionándose las decisiones finales, en función del interés colectivo.

✔ Establece un mayor equilibrio entre las potestades del Estado y los derechos de las personas,
dentro del concepto de Estado de Derecho.

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ACTIVIDAD DE EVALUACIÓN DE LA UNIDAD 1

Estimado(a) estudiante

La Actividad de Evaluación ha sido diseñada para que usted reflexione en forma


autónoma sobre los aprendizajes que ha alcanzado a través del estudio de esta
Unidad Temática de la asignatura y los visibilice. Dicha Actividad de Evaluación se
encuentra disponible en Plataforma, en la Unidad que tratamos. Usted puede
descargarla del icono: Actividad de Evaluación 1.

Por favor revise en detalle las instrucciones de la actividad y proceda a realizarla.

TUTOR ACADÉMICO

Bibliografía
● Guillen, A. M. (2008). La participación ciudadana en el contexto de desarrollo. San Nicolas, México: UANL.
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● Palma, D. (1999). LA PARTICIPACIÓN Y LA CONSTRUCCIÓN DE CIUDADANÍA. Santiago Chile: Universidad
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● Rosario González. (2001). LA CIUDADANÍA COMO CONSTRUCCIÓN SOCIOCULTURAL (Revista
Electrónica Sinéctica, núm. 18, enero-junio, 2001, pp. 89-104 Instituto Tecnológico y de Estudios
Superiores de Occidente Jalisco, México ed.).

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