Introducción a la Antropología filosófica

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Antropología Martín F.

Echavarría

Guías de la asignatura

Tema 1. La antropología filosófica

1.1. Definición, objeto y método e historia de la Antropología Filosófica

Comenzamos definiendo “antropología”. Veremos tres tipos de definición de antropología: la


definición etimológica (el origen de la palabra); la definición semántica (los usos que ha tenido
y tiene esa palabra); y la definición real o esencial (la que dice cuál es la esencia de la cosa
definida).

- Definición etimológica:

• ἄνθρωπος (ánthrōpos): hombre, ser humano


• λόγος (logos): palabra, concepto, concepción, discurso

- Definición semántica 1: Historia de la palabra antropología

• Magnus Hundt, Antropologium de hominis dignitate, natura et proprietatibus, de


elementis, partibus et membris humani corporis (1501).
• Otto Cassman, Psychologia anthropologica, sive doctrina animae humanae (1594)
• Immanuel Kant, Antropología desde el punto de vista pragmático (1798).
• Mediados del s. XIX: “Antropología física”
• Principios del s. XX: “Antropología social”
• Max Scheler, Helmuth Plessner, Arnold Gehlen (primera mitad del siglo XX):
“Antropología filosófica”.
• Mediados del siglo XX: “Antropología teológica” (antecedente “De homine”).

- Definición semántica 2: Tipos de antropología

• Antropología empírica: es la concepción sobre el hombre que toda persona se forma


a lo largo de su experiencia.
• Antropología literaria: es el estudio de las concepciones del hombre en las obras de
la literatura universal.
• Antropología física o biológica: es la ciencia que estudia la evolución y variabilidad
biológica de la especie humana usando los métodos de las ciencias naturales.
• Antropología social y cultural: la antropología social es el estudio de las estructuras
sociales, mientras que la antropología cultural estudia los productos de las distintas
culturas humanas, en las distintas épocas y sociedades.
• Antropología filosófica: es el estudio de la esencia del hombre.
• Antropología teológica: es el estudio del hombre a la luz de la fe.

- Definición real de antropología filosófica: La antropología filosófica (también llamada


psicología filosófica, filosofía de la mente, y filosofía de la psicología), es una disciplina
filosófica que tiene por objeto la esencia del hombre.

Como disciplina filosófica, tiene como fuente la experiencia humana integral, analizada a
la luz natural de la razón, empleando como instrumento la lógica. Para filosofar
adecuadamente, es necesario que experiencia y lógica vayan de la mano. La antropología

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filosófica es una parte de la filosofía de la naturaleza, la que estudia la naturaleza del


hombre.

1.2. Orientaciones antropológicas en la Psicología

Se presentan textos de grandes representantes de la psicología contemporánea, como


argumento de autoridad sobre la importancia de la Antropología filosófica para la formación
del psicólogo.

• S. Freud, Carta a W. Fliess del 01/01/1896:

“En mi juventud no conocí más anhelo que el del saber filosófico, anhelo que estoy a punto
de realizar ahora, cuando me dispongo a pasar de la medicina a la psicología. Llegué a ser
terapeuta contra mi propia voluntad”.

• S. Freud, ¿Pueden los legos ejercer el psicoanálisis?

“Tras 41 años de actividad médica mi autoconocimiento me dice que no he sido un médico


cabal. Me hice médico porque me vi obligado a desviarme de mi propósito originario, y mi
triunfo en la vida consiste en haber reencontrado la orientación inicial mediante un largo
rodeo”

“No escapará a mis lectores que en lo anterior he presupuesto como evidente algo que
todavía se cuestiona mucho en las discusiones, a saber: que el psicoanálisis no es una rama
especial de la medicina. No veo cómo alguien podría negarse a reconocerlo. El psicoanálisis
es una pieza de la psicología, no de la psicología médica en el sentido antiguo ni de la
psicología de los procesos patológicos, sino de la psicología lisa y llana; por cierto, no es el
todo de ella sino su base, acaso su fundamento mismo.”

• E. Fromm, Psicología para no psicólogos

“La mayoría de los hombres piensan que la psicología es una ciencia relativamente moderna.
Opinan eso porque la palabra “psicología” se difundió en general en los últimos 100 o 150
años. Olvidan, sin embargo, que hay una psicología anterior a ésta, que se extendió más o
menos desde el año 500 a.C. hasta el siglo XVIII, aunque no se la haya llamado psicología,
sino ‘ética’, y también, más frecuentemente, ‘filosofía’; pero no era otra cosa que psicología.
[…]

Aristóteles escribió un manual de psicología, sólo que le llamó Ética. Los estoicos
desarrollaron una psicología extremadamente interesante […]. Encontramos en Santo Tomás
de Aquino un sistema de psicología, del que cualquiera podría verosímilmente aprender más
que de la mayoría de los textos de psicología actuales. Allí se encuentran las más interesantes
y profundas discusiones y análisis de conceptos como: narcisismo, soberbia, humildad,
modestia, sentimientos de inferioridad, y muchos más. Algo similar ocurre con Spinoza […].
Spinoza es, por cierto, el primer gran psicólogo que reconoció con total claridad la existencia
del inconsciente, cuando dijo: todos somos conscientes de nuestros deseos, pero no del
motivo de nuestros deseos. Y éste es en verdad, como veremos luego, el fundamento de la
psicología profunda de Freud, que llegó más tarde.”

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• Ph. Lersch, La estructura de la personalidad

“La Psicología general, La Psicología evolutiva y la Caracterología estudian la vida anímica


dentro del marco de lo empírico conocido por la experiencia. Pero en cuanto buscamos la
realidad anímica precisamente en el hombre, la reflexión se siente impulsada más allá de la
simple averiguación de los hechos dados en la experiencia anímica. […]

Esta forma de consideración que llamamos antropológica es de naturaleza filosófica y


desemboca, a fin de cuentas, en una filosofía del alma. Pues la filosofía se ocupa siempre de
la totalidad de la realidad, procura integrar en el seno de la totalidad los contenidos de la
experiencia humana otorgándoles, por tanto, un sentido en su conexión con el todo. […]

En mucho mayor grado que en las restantes ciencias objetivas –como p. ej. La Física o la
Historia- exige la Psicología, como teoría de la vida anímica humana, que la elevemos al plano
de la consideración filosófica, es decir, que reflexionemos sobre el tema de la Psicología hasta
sus últimas consecuencias. No es ningún azar que la Psicología de la antigüedad, hasta el
siglo XIX, fuese hermana de la filosofía y que esta unión sólo quedara rota en la segunda
mitad del siglo pasado en la época del auge de las Ciencias Naturales y del positivismo.”

• V. E. Frankl, La idea psicológica del hombre:

Estas consideraciones sobre la imagen del hombre que nos presenta la Psicoterapia necesitan
ser completadas con unas reflexiones sobre la libertad de la voluntad. Claro que esto nos
llevará a adentrarnos en el ámbito de lo que sería la ‘teoría metaclínica’ de cualquier
Psicoterapia, y teoría quiere decir visión, es decir, visión de una imagen del hombre. Y no es
que nosotros, los médicos, pretendamos introducir la Filosofía en el ámbito de la Medicina;
son nuestros enfermos quienes vienen a nosotros con sus problemas filosóficos a cuestas.

Pero es que, además, de hecho, toda Psicoterapia se hace su Antropología –sin excluir el
Psicoanálisis- […]. Mi opinión personal es que toda Psicoterapia se basa en premisas
antropológicas, a no ser que el psicoterapeuta no se haya hecho consciente de ello, en cuyo
caso se apoya en implicaciones antropológicas.”

• A. Ellis, Manual de Terapia Racional-Emotiva:

“El enfoque de la terapia racional-emotiva muchas veces es más filosófico que psicológico.
Los terapeutas de la RET más que mostrar simplemente a los clientes la psicodinámica de su
conducta perturbada, les demuestran lo que podría llamarse la dinámica filosófica de su
conducta. Es decir, les demuestran que las verdaderas razones de su conducta auto-
destructiva no radican en sus tempranas experiencias o en su historia pasada, sino en las
actitudes filosóficas y suposiciones que han estado haciendo y todavía se hacen en torno a
estas experiencias y a esta historia suya. Más aún, los terapeutas racionales presentan muy
didácticamente a los clientes una filosofía de vida bastante nueva y de orientación
existencialista. Ellos enseñan que es posible para las personas aceptarse como seres valiosos
y felices en la vida por el mero hecho de que existen y de que están viviendo. Atacan con
firmeza la idea de que la valía intrínseca de las personas depende de los criterios
normalmente reconocidos en la sociedad tales como el éxito, los logros adquiridos, la
popularidad, el servicio a los demás, la devoción para con Dios y otras cosas por el estilo. Por
el contrario, les demuestran a los clientes que harían mejor, si realmente quieren superar sus
perturbaciones emocionales profundamente arraigadas, en aceptarse a sí mismos sin dar

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importancia a que sean competentes o alcancen muchos éxitos y sin mirar a que los demás
los valoren mucho o nada.”

1.3. Praecognita y definición de hombre

Toda disciplina parte de verdades que da por conocidas. Estas se llamas “preconocidos”
(praecognita, en latín). En nuestro caso, partimos de afirmaciones tomadas de la experiencia
ordinaria de todo ser humano:

1. El hombre existe: Esto implica en realidad dos cosas. Primero, que hay seres
humanos (yo, tú, María, Juan, etc.); segundo, que hay una naturaleza humana, es
decir que hay un conjunto de atributos esenciales que permiten distinguir a un
ser humano de otros entes.

2. El hombre es una sustancia corpórea: El cuerpo es una parte esencial del ser
humano. No tenemos cuerpo, sino que somos un cuerpo.

3. El hombre es un cuerpo viviente: Hay cuerpos que viven y cuerpos que no viven.
El hombre es un cuerpo que está dotado de vida (respira, come, duerme, crece,
se reproduce, etc.).

4. El hombre es un animal: En el hombre se encuentran las funciones que distinguen


al animal de vegetales, hongos y bacterias. Este elemento distintivo es el
conocimiento sensorial, y la afectividad que acompaña a ese tipo de
conocimiento.

5. El hombre es racional: Aunque el hombre no obre siempre racionalmente, y no


sea pura razón, el hombre es capaz de pensar en conceptos abstractos, de
razonar, de hacer ciencia, etc. Este es un elemento que lo distingue del resto de
los animales. Por eso ya los griegos definieron al hombre como “viviente racional”
(zoón logikón) y, los latinos, como “animal racional” (animal rationale). Nosotros
tomamos esta como la definición del hombre para esta asignatura.

6. El hombre es libre: La experiencia inmediata le mustra al hombre adulto sano que


él puede elegir libremente entre distintas opciones, que le presentan sus
facultades cognoscitivas, especialmente la razón.

7. El hombre es social: Que el hombre es animal social no quiere decir que sea
simplemente un animal gregario, como otros animales. La expresión que usaban
los griegos (Aristóteles) es “zoón politikón” (viviente político), que quiere decir
que el hombre se inclina por naturaleza a vivir en una sociedad política, es decir
una sociedad regida por leyes emanadas de la razón.

Podrían agregarse otros conocimientos evidentes: el hombre es animal moral (lo cual es
consecuencia de su libertad), el hombre es animal religioso (es el único que, en las distintas
culturas, rinde culto a Dios, o al menos se plantea la cuestión de su existencia); etc.

El temario de la asignatura no es otra cosa que un desarrollo de estos preconocidos.

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