Las_practicas_de_lectura_y_de_escritura

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Jornadas de Estudios en Comunicación y Cultura

7, 8 y 9 de agosto 2019. Sede Volta


Mesa 3. Más allá de las plataformas digitales. Aproximaciones a la complejidad de las
tecnologías digitales de Internet en el mundo contemporáneo.

Título: Las prácticas de lectura y de escritura en el universo digital

Autores:
1. Viñas, Rossana - Centro de Investigación en Lectura y Escritura (CILE)-FPyCS-UNLP.
Argentina. [email protected]
2. Secul Giusti, Cristián - Centro de Investigación en Lectura y Escritura (CILE)-FPyCS-
UNLP. Argentina. [email protected]
3. Viñas, Mariela - Instituto de Investigación de Humanidades y Ciencias Sociales
(IdIHCS). Facultad de Humanidades y Ciencias de la Educación (FaHCE)-UNLP. Argentina.
[email protected]
4. López, Yemina - Centro de Investigación en Lectura y Escritura (CILE)-FPyCS-UNLP.
Argentina. [email protected]

RESUMEN
Los avances tecnológicos de los últimos años han provocado una transformación en los hábitos
lectores y en los procesos de escritura. Así, el fomento de la lecto-escritura se ha reinventado y
postula actualmente nuevos modos de comprensión. Del mismo modo, la transmisión del
conocimiento fue reconfigurándose a fin de destacar instancias dinámicas del encuentro entre la
lectura y la escritura. Si bien el evento comunicativo entre un lector y su consiguiente escritura
persiste, es posible destacar un cambio de paradigma, atendiendo al entorno virtual en general en
este escenario de nuevos recorridos.
De esta manera, y a partir de las diferentes plataformas y/o portales web y redes sociales en las
que nos desempeñamos como docentes/tutores, cursantes y/o profesionales de la comunicación,
este trabajo tiene como objetivo recuperar y evidenciar los desafíos y las potencialidades de leer
y escribir en el universo digital y de los que las instituciones educativas no pueden estar ajenas.
Desde una metodología cualitativa, y a través de las técnicas de recolección y análisis de
materiales documentales y las entrevistas a actores vinculados al campo de la comunicación y la
educación, se ponen en juego los conceptos de Jorge Huergo desde la comunicación/educación.
Asimismo, la visión de Chartier (2007, p. 13) sirve para pensar la lectura frente a una pantalla y
sus diferencias con los gestos y las operaciones intelectuales propias del libro.
En tanto, también cabe resaltar la mirada de Piscitelli (2008, p. 12) sobre las redes sociales,
entendidas como una arquitectura “expresada en el código informático, una comunidad con su
propio ethos y escala de valores, o un lenguaje que puede ser aprendido y entendido
críticamente”. Del mismo modo, se retomarán las experiencias recogidas por los autores de este
artículo en el terreno de la educación a distancia, a través de las plataformas educativas que cada
institución posee para el dictado de sus clases.
En este sentido, concebimos que los estudiantes no son un “depósito de saberes” y los docentes
no son meros transmisores de conocimiento en la virtualidad. Desde ese plano, la gestión en
redes sociales necesita entender a sus públicos no sólo como “simples destinatarios de
mensajes”, sino como una comunión hacedora de conocimientos e intercambio que se potencia
en el proceso de formación y la interacción a través de una trama lectora y escritural dinámica e
hipertextual.

PALABRAS CLAVE: UNIVERSO DIGITAL – LECTURA – HÁBITOS LECTORES –


ESCRITURA – PLATAFORMAS EDUCATIVAS – REDES SOCIALES –
COMUNICACIÓN/EDUCACIÓN.

Las prácticas de lectura y de escritura en el universo digital

La lectura y la escritura son prácticas socio-culturales que están presentes en nuestra vida diaria
y acompañan nuestras propias prácticas en el mundo, al igual que las elecciones de paseo, ocio,
diversión y entretenimiento. Por esto mismo, a través de distintos medios como el cine, la radio y
la televisión, la lectura se entiende como una necesidad humana que continúa interpelando a los
sujetos y, asimismo, forja un vínculo distintivo con las nuevas generaciones. La escritura, por su
parte, se encuentra viva en nuestro desempeño diario, como instancia comunicativa y, también,
como proceso de enlace en la actualidad, con las redes sociales y las propias narraciones
cotidianas.
En la escena educativa, la lecto-escritura es una de las herramientas fundamentales que tienen los
estudiantes para conocer, relacionarse y progresar en el mundo. El acto de leer y escribir es un
placer pero al mismo tiempo, un modo de construir criterio y crítica. Este hábito encierra un
universo cercano, sensible y certero que reconoce contextos, reconstruye prácticas y advierte lo
que sucede a nuestro alrededor.
El encuentro con estas prácticas no solo se sostiene con la buena intención de leer, también se
fomenta en virtud del lugar que ocupa en la cotidianeidad de los estudiantes. En este sentido, no
se puede dejar de mencionar que los avances tecnológicos de los últimos años han provocado
una transformación en los hábitos lectores y de escritura de los jóvenes. De este modo, el
fomento de la lectura y la promoción misma del libro, por ejemplo, se ha reinventado postulando
nuevas vivencias.

Es entonces que las tecnologías digitales de la información -portadoras y transmisoras de


saberes sociales y culturales- son quienes hoy, cuestionan la hegemonía que la escuela
construyó en la modernidad en relación a la organización del saber considerado socialmente
legítimo.
En este sentido, los modos de acceso a la información y al conocimiento se han transformado
y modificado. Y esta nueva materialidad ha impuesto nuevas prácticas de lectura y de
escritura. Quizás, los estudiantes no las problematicen y hasta las vivan de manera natural.
Sin embargo, ellos están claramente atravesados por estos nuevos modos de acceder y utilizar
la información y el conocimiento (Viñas, 2015, p. 34).

Por consiguiente, la transmisión del conocimiento fue configurándose a fin de destacar instancias
dinámicas de encuentro lector y de escritura. Si bien aún persiste el evento comunicativo entre un
lector y el libro impreso, o entre quien escribe y el papel, se debe destacar cierto cambio de
paradigma. De esta manera, el lugar preponderante que ocupan las tecnologías de la
comunicación y de la información (TIC) en un escenario de lectura y escritura es notable. Esto
último no deja de lado el debate sobre la firmeza del libro impreso versus el componente libro
digital; no obstante, cabe resaltar la importancia que éstos poseen y poner en cuestión la
convivencia de ambos en diversos formatos.
Tal como menciona Chartier (2007, p. 13), leer un texto frente a una pantalla no corresponde ni a
los gestos ni a las operaciones intelectuales propias del libro. No se hojea, por ejemplo, por la
sencilla razón que no hay hojas; se rolea el texto para volver atrás. Son nuevos usos y nuevas
prácticas. La lectura hoy, es más fragmentada e hipervinculada ya que se puede navegar de un
texto a otro en apenas segundos. Ya no hay una lectura lineal y secuencial como la conocíamos y
caracterizaba el código escrito.
Esto no significa que con el soporte impreso no se realice esa lectura fragmentada, porque sucede
que la mirada prioriza determinados fragmentos; sino que en la lectura digital co-existe con el
código escrito, el código de la imagen, el código audiovisual, el código publicitario.
Así, coincide Néstor García Canclini (2011):

Los libros siguen siendo buenos para pensar, pero su crisis sirve además para pensar con más
apertura y ser escritores y lectores más versátiles… Al comienzo del siglo XXI estamos
descubriendo que el mejor lector no es el que recorre el libro de principio al fin, sino el que
divaga de un libro al otro, a los debates en la red, extraviándose en Google y YouTube,
cultivando y disfrutando destinos insospechados.

En la actualidad, lo primordial es que se lea y se escriba, más allá del tipo de soporte en el cual
se realice. Sin embargo es necesario reconocer que con el advenimiento de los llamados nativos
y los migrantes digitales debemos modernizar ciertos procesos y hábitos, y el de la lecto-
escritura no puede quedar ajeno a ellos.
En el marco educativo, como docentes, no debemos perder de vista que los estudiantes de hoy
han asimilado de manera menos compleja su vínculo con la red internet, con la telefonía móvil y
demás dispositivos, y los cambios en sus usos y en apropiaciones de ellos. Eso repercute de
forma directa en las prácticas de lectura y escritura: “Por consiguiente, eso los convierte en
jóvenes que no sólo son de la lecto-escritura, sino que son jóvenes digitales que enfrentan la
lecto-escritura con otras tres herramientas diferentes a las que usualmente, los docentes están
acostumbrados” (Viñas, 2015, p. 62).
El escenario actual educativo se caracteriza por la convivencia de distintos soportes -los
impresos y los digitales en su mayor diversidad- que ponen en juego una multiplicidad de
prácticas de lectura y de escritura de manera simultánea.
Ante este nuevo paradigma, el sistema educativo y por supuesto los docentes, no pueden ni
deben estar ajenos a él sino, tal como menciona la Prof. Claudia Festa -docente del nivel
secundario y universitario-: “el docente debe capacitarse y proponer enfoques para la enseñanza
y el aprendizaje de las prácticas de la lectura y la escritura, que vayan en consonancia con los
actuales tiempos de la conectividad, las tecnologías y las narrativas transmedia”1.

Las redes sociales y la web

El empleo de las computadoras y aplicaciones vinculadas a la red internet ya no refieren


únicamente a tareas especializadas, sino que son parte de la vida cotidiana. Las computadoras y
las redes sociales de información están presentes en el ámbito de la producción, de la cultura, de
las relaciones sociales, del entretenimiento, de la educación y de la política, por ejemplo.
En este aspecto, la red social es entendida como “una arquitectura expresada en el código
informático, una comunidad con su propio ethos y escala de valores, o un lenguaje que puede ser
aprendido y entendido críticamente” (Piscitelli, 2008, p. 12). Por consiguiente, es un lugar de
trabajo y abordaje que permite alcanzar una construcción colectiva que puede determinar
diálogos e interacciones generadores de experiencias diversas. La irrupción de las nuevas
tecnologías de la información y la comunicación en la escena comunicacional ha impactado en
las formas de interacción de los estudiantes. Los procesos de lectura y escritura comenzaron a
materializarse en tramas virtuales, de características propias y subjetividades usuarias.
Se entiende así que las redes sociales potencian la lectura y la escritura porque facilitan el
intercambio de opiniones, permiten el acceso a la intertextualidad, la interpretación de discursos,
la proliferación de citas y la divulgación de fragmentos de obras, anotaciones y/o comentarios de
la cultura. Del mismo modo, profundizan la relación entre los autores y sus lectores.
En este entorno, las redes sociales se asocian con el acto y la práctica de la lectura por añadidura,
en vínculo con el empleo de las TIC. Esta trama permite también el surgimiento de una gran
variedad de lectores que comentan y re-transmiten el espacio de la lectura y la disquisición. En
esos espacios se pueden encontrar comentarios, críticas y/o lista de los mejores libros destacados,
de novedades, de noticias, etc. A fin de cuentas, el propósito es claro y conciso: las

1 Entrevista realizada por los autores de la ponencia.


recomendaciones cobran valor y las “clasificaciones sociales” se vuelven interesantes en pos del
fomento constante del universo de lecto-escritura.
Por otro lado, los modos de escribir en las redes sociales cobran importancia de acuerdo a la
utilización y los propósitos de cada una de ellas, y son importantes a la hora de leerlas, de
chequear el perfil y la información.
Facebook, Twitter o Instagram (tres de las más utilizadas, entre muchas otras redes) pueden ser
útiles para diferentes fines como distribuir contenidos, promocionar los medios o empresas,
anticipar noticias, contactar con fuentes, dar participación del público, publicitar productos, entre
otras.
La red Facebook permite la escritura de determinados posteos de variada longitud y acompañarlo
con archivos, videos o imágenes.
Por su parte, en Twitter, es la utilización de un hashtag o etiqueta. Es relevante porque posibilita
llegar a audiencias que no nos siguen y es muy utilizada por políticos y comunicadores para la
transmisión de información de actos de campaña, novedades y/o noticias.
En tanto, en Instagram la importancia reside en la fotografía que se utilice y la fortaleza del texto
que lo acompañe. Además de contar hoy, con una nueva opción de subida de videos verticales
con una duración de 1 hora, a través de una cuenta de IGTV, la nueva televisión de esa red.
Tanto en Instagram como en Facebook, asimismo, es posible subir historias que duran 24 horas,
con un texto breve para transmitir información relacionada a un momento o un día determinado,
que se pueden almacenar en el perfil del usuario y al mismo tiempo, ser compartidas.
Ahora bien, es en la elección del lenguaje, de la palabra a utilizar que cada red social varía y su
perfil definirá la forma de comunicación, la función de la red en sí y el tipo de usuario.
En relación a ello, el armado de un usuario en una red social debe ser planificado por una
estrategia que posibilite una mejor comunicación con el público: tener en claro los objetivos para
luego definir en qué canal de comunicación participaremos para aprovechar sus potencialidades.
Esa identidad de usuario es una construcción comunicacional y como tal se debe tener en cuenta
los tonos, la imagen, los contenidos, el desarrollo.
Una de las cuestiones que las TIC plantean para analizar, justamente, es el problema sobre los
modos de escritura y de lectura que se transforman en vistas a un tiempo y a un espacio nuevo
que representa la pantalla como tecnología: la pantalla de la pc, la de los dispositivos móviles, la
de las tablets. En las pantallas o en las plataformas online no se formula el mismo código de
encuentro con el lector que en lo impreso, ya que la escena de lectura encuentra multiplicidad de
links posibles que pueden ser recorridos y la cantidad y diversidad de información que estos
incluyen. Por lo que la lectura se diversifica en apenas instantes.
Y justamente, en relación a esa lectura en la web u online, es que

cuando hablamos de «escribir» para internet no solo nos referimos a encadenar palabras. Se
trata en cambio de aprender a combinar palabras, enlaces, imágenes y todo tipo de
elementos multimedia que se ordenan en pro de una comunicación más rica y eficaz”
(Cobo, 2012, p. 1-2).

En esa multiplicidad y diversidad de links, debe estar el conocimiento de las preferencias y los
usos de los usuarios; eso va a influir de manera directa en cómo se escriba para la web.
"Riqueza en los contenidos, sencillez en la forma y capacidad para establecer «contacto textual»
-«llegar», «tocar» al lector en la jerga- con quienes nos leen es lo que busca una prosa ágil"
(Kreimer, 2013, p. 13), que haga la diferencia con respecto al papel.

Las plataformas web educativas

El desplazamiento actual, digital y dinámico, ofrece actualizaciones en la trama lectora, que


incluye un uso novedoso de las intertextualidades y un empleo destacado de aplicaciones que
pueden estar relacionadas con el acceso a la información y el compartimiento de enlaces de
aprendizaje en el aula. El hecho de dar cuenta de estos cambios involucran nuevos modos de
interpretación de textos y contextos de lectura. A partir de ello, la comprensión corresponde a
una diagramación comunicativa que pretende advertir las formas de alfabetización que tendrán
las nuevas generaciones en circunstancias cotidianas y tecnológicas.

La incorporación de las TIC en la sociedad y en especial en el ámbito de la educación ha ido


adquiriendo una creciente importancia y ha ido evolucionando a lo largo de estos últimos
años, tanto que la utilización de estas tecnologías en el aula pasará de ser una posibilidad a
erigirse como una necesidad y como una herramienta de trabajo básica para el profesorado y
el alumnado (Fernández Fernández, 2010).
En este sentido, los espacios virtuales o campus virtuales son estructuras creadas a manera de
una comunidad virtual en la que se desarrollan las actividades académicas de una institución
educativa.
Como señalan Rossana Viñas, Mariela Viñas, Yemina López y Cristian Secul Giusti, son un
espacio exclusivo para los estudiantes de determinados cursos o carreras, orientado a facilitar su
experiencia de la capacitación presencial con apoyo a distancia o netamente a distancia (2018, p.
6). Ofrecen información adicional, contacto interactivo de los estudiantes con los docentes o
tutores y entre los mismos estudiantes para compartir sus experiencias y facilitar la
comunicación entre profesores y estudiantes. Además, brindan también acceso a informes, notas,
artículos, videos, documentos, trabajos prácticos, foros, etc.
Por ejemplo, la Universidad Nacional de La Plata (UNLP) cuenta con un Campus Virtual en el
que se encuentran espacios especialmente creados por las facultades y establecimientos ideados
para desarrollar propuestas a distancia o para ampliar las aulas presenciales. Tanto el Portal como
el Campus Virtual se constituyen en un modo de representación de la comunidad universitaria,
una presentación institucional. Entre algunos de ellos, se pueden nombrar: Campus Virtual
Latinoamericano o CAVILA (https://cavila.ead.unlp.edu.ar/cavila/ ), Aulas Web
(https://aulasweb.ead.unlp.edu.ar/aulasweb/ ), Web ideas (https://ideas.info.unlp.edu.ar/login ),
entre otros. Éstos son utilizados por las distintas instituciones que componen la UNLP para el
apoyo o dictado de sus carreras a distancia, más allá que cada facultad a su vez posee campus
virtuales, por ejemplo FaHCE, UNLP, utiliza moodle: https://campus.fahce.unlp.edu.ar/
Como se mencionó previamente, el hábito de la lectura y la escritura se encuentran en un
desplazamiento constante que no ha postulado conclusiones, pero que ha señalado horizontes
cambiantes entre el lector en papel y lector en pantalla, social, en la nube, el cual ha integrado las
tecnologías y las utiliza en su práctica lectora.
En este aspecto, los modos de acceso a la información y al conocimiento se han transformado y
modificado: esta nueva materialidad ha impuesto nuevas prácticas de lectura y de escritura:
“Quizás, los alumnos no las problematicen y hasta las vivan de manera natural. Sin embargo,
ellos están claramente atravesados por estos nuevos modos de acceder y utilizar la información y
el conocimiento” (Viñas, 2015, p. 36).
Las plataformas web educativas posibilitan hoy, un modo de acceso a contenidos adicionales
dados a partir de la presencialidad o al acceso virtual de contenidos en la educación a distancia.
Aquí, la escritura y el uso de la palabra implican el desarrollo de manera precisa teniendo en
claro el para qué o el objetivo de cada clase para que la producción de textos y materiales no
derive en confusiones.

Seguro, vamos a transmitir información disciplinar, explicar, seleccionar bibliografía, generar


actividades; pero la práctica docente en aula virtual no es “colgar” materiales en una
plataforma, instalando un repositorio de archivos; sino acompañar al alumno en la
construcción de conocimiento y promover la interacción mediada por tecnología (Ladaga,
2018, p. 22).

Es entonces que la lectura y la escritura en el entorno virtual de la educación está siempre dada
por una relación de mediación entre docentes y estudiantes, en el que la palabra es la herramienta
y su uso, en esa mediación, debe ser adecuado para evitar malos entendidos y no alterar el
proceso de enseñanza-aprendizaje.

Consideraciones finales

La educación mediada por herramientas digitales implica pensar recursos específicos, no sólo
para la dinamicidad de los contenidos, sino también para propiciar el trabajo colaborativo,
inclusivo y colectivo de personas que se encuentran en puntos de residencia totalmente disímiles
o aún en el mismo espacio geográfico, para acortar las distancias entre cursada y cursada
presencial, en el caso del ámbito educativo.
La exposición de experiencias permite que docentes y estudiantes, cursantes y tutores, visibilicen
sus ideas, sus trabajos y sus proyectos para compartirlos con otros. El trabajo con instrumentos
provenientes del entorno digital, posibilita pensar en el desarrollo de la lectura y la escritura, y el
acto de compartir con el otro un pensar y un hacer, que es una dimensión pedagógico-política de
gran importancia en todo proyecto educativo.
Por esta razón, el proceso de enseñanza/aprendizaje nunca se da de manera unidireccional, sino
todo lo contrario. En este escenario, los estudiantes no son un “depósito de saberes” y los
docentes no son meros transmisores de conocimiento. Ambos son hacedores de conocimiento y
es en el intercambio, en el ida y vuelta en el que se fortalece el proceso de formación.
Cuando hablamos de educación como proceso de formación subjetiva, necesitamos
comprender que la subjetividad es esa zona de mediación entre el “yo que lee y escribe” y el
“yo que es leído y escrito”. Es decir, una zona de articulación entre las experiencias y el
lenguaje. El lenguaje me permite comprender, interpretar y expresar las experiencias; pero
también es una plataforma que hace posible la experiencia (Huergo, 2007, p. 9).

El desplazamiento actual, digital y dinámico, ofrece actualizaciones en la trama lectora y


escritural, que incluye un uso novedoso de las intertextualidades y un empleo destacado de
aplicaciones que pueden estar relacionadas con el acceso a la información y el compartimiento
de enlaces de aprendizaje en el aula.
Y no es que esté demostrado que la gente, los jóvenes leen menos que antes por “estar
conectados”. Tal como opina Daniel Link “la competencia se establece antes entre el tiempo de
conexión a Internet versus tiempo frente al televisor: la gente que pasa mucho tiempo en Internet
no es que dejó de leer para eso, sino que dejó de estar frente al televisor” (2007, p. 50).
Entonces la lectura es igual o mayor que en tiempos de “no estar conectados”. En términos de la
lectura y la escritura, los espacios virtuales posibilitan a los estudiantes transitar, “habitar”
distintos géneros y/o soportes que brinda el entorno digital de enseñanza/aprendizaje y de esta
manera, corregir errores, preguntar, reflexionar para luego, llegar al aula con mayor información
–información chequeada oportunamente- y herramientas para el abordaje de las clases.
El desafío de la educación a través de la virtualidad total o a través de la semipresencialidad o la
virtualidad acompañando la presencialidad, en estos tiempos, es la de la formación y la
actualización docente para poder hacer posible procesos de enseñanza-aprendizaje inclusivos y
no ajenos al avance de las tecnologías de la comunicación y de la convergencia digital.
En consecuencia, debemos propiciar procesos de inclusión en los que la lectura y la escritura no
sean una instancia problemática sino una instancia de oportunidades para la educación y para la
vida.
Por otro lado, y en el campo profesional, pensando las redes sociales y los portales web como
medios de comunicación que transmiten información de personajes de impronta en el entramado
social, cultural y político; de hechos; de eventos; de productos; de empresas; de áreas del Estado,
entre otras, la escritura cobra un dimensión pública que requiere que los profesionales de la
comunicación deban tener muy claro su objetivo y su público lector. Gestionar para comunicar
en una red social o en la web es como “hablar en público” y con la posibilidad de que haya eco
de eso que se dice prontamente.
Por ello, la importancia de la escritura con cuidado y con una estrategia definida; teniendo muy
en cuenta que para comunicar primero se debe tener algo para decir.
Saber desde qué lugar se habla y se comunica y a quiénes en particular, y a quiénes se quiere
proyectar posibilita necesariamente adaptar el tono y el vocabulario de los mensajes.
Como se mencionó anteriormente, la escena de lectura en el entorno digital implica multiplicidad
de recorridos a través de links y hashtags que hace que la lectura se diversifique en apenas
instantes.
Los tiempos que corren hacen necesaria la adaptación a estos nuevos usos y apropiaciones de la
lectura y la escritura en el universo digital. Como docentes, formándonos, deconstruyendo
nuestros modos tradicionales de pensar la formación de nuestros estudiantes y posibilitando la
inclusión de los mismos. Como profesionales de la comunicación, siendo justamente,
profesionales del uso de la palabra y de la gestión de la comunicación.
La problemática y el desafío en la era digital es, a ciencia cierta, dimensionar la posibilidad
infinita de que los mensajes lleguen a los lugares y los lectores menos pensados. Y hete aquí, la
importancia de estar preparados para ese desafío cultural, social y político.

Referencias bibliográficas
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datos”, en La Biblioteca, Lectura y Tecnología, 6. Recuperado de
https://www.bn.gov.ar/micrositios/admin_assets/issues/files/460ab8d42242f4f387e65c26aacf5
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2. Cobo, S. (2012). “Escribir para internet”, en Internet para periodistas: Kit de
supervivencia para la era digital. Barcelona: UOC.
3. Fernández Fernández, I. (2010). Las TICS en el ámbito educativo. Recuperado de
http://www.eduinnova.es/abril2010/tic_educativo.pdf
4. García Canclini, N. (2011). “Enseñar a leer, más importante que pensar en nuevos
formatos”, en Simposio Internacional del Libro Electrónico en el Museo de Antropología
2011. Recuperado de http://www.jornada.unam.mx/2011/09/24/cultura/a03n1cul
5. Huergo, J. (2007). “Los medios y tecnologías en la información”. Recuperado de
http://fediap.com.ar/administracion/pdfs/Los%20Medios%20y%20Tecnolog%C3%ADas
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6. Kreimer, J. C. (2013). Cómo lo escribo 2.0. Una guía para escribir, editar y publicar.
Recuperado de https://issuu.com/surenyo/docs/como_lo_escribo_2.0__juan_carlos_kr
7. Link, D. (2007). “El libro sigue siendo más poderoso y más inclusivo”, en La Biblioteca,
Lectura y Tecnología, 6. Recuperado de
https://www.bn.gov.ar/micrositios/admin_assets/issues/files/460ab8d42242f4f387e65c26aacf5
5d1.pdf
8. Ladaga, S. A. C. (2018). “La clase en los entornos virtuales”, en Seminario Docencia en
entornos virtuales del aprendizaje. La Plata: Facultad de Bellas Artes, UNLP, pp. 22-31.
9. Orozco, M. G. (2015). Lectura en la nube como red social literaria. Recuperado de
http://www.elcorreodeburgos.com/noticias/cultura/lectura-nube-red-
socialliteraria_99047.html
10. Piscitelli, A. (2008). El proyecto Facebook. Recuperado de
http://www.proyectofacebook.com.ar/ - Ver además
http://www.magisterio.com.co/articulo/lectura-y-escritura-de-narrativas-en-la-redsocial-
facebook#sthash.Kpo0gUsT.dpuf
11. Viñas, R. (2015). Tesis doctoral Ser joven, leer y escribir en la universidad. La Plata,
Facultad de Periodismo y Comunicación Social, UNLP. Recuperado de
http://sedici.unlp.edu.ar/handle/10915/44649
12. Viñas, R.; Secul Giusti, C.; Viñas, M.; López, Y. (2018). “Nuevas herramientas digitales
para la enseñanza en la universidad”, en 2das Jornadas sobre las Prácticas Docentes en la
Universidad Pública, 19 y 20 de abril de 2018, La Plata, Argentina. Recuperado de
http://www.memoria.fahce.unlp.edu.ar/trab_eventos/ev.10443/ev.10443.pdf

Bibliografía consultada
1. Huergo, J. (2011). Comunicación/Educación: un acercamiento al campo. Documento de
cátedra Comunicación/Educación. Facultad de Periodismo y Comunicación Social. UNLP.
Recuperado de http://comeduc.blogspot.com

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