Las_practicas_de_lectura_y_de_escritura
Las_practicas_de_lectura_y_de_escritura
Las_practicas_de_lectura_y_de_escritura
Autores:
1. Viñas, Rossana - Centro de Investigación en Lectura y Escritura (CILE)-FPyCS-UNLP.
Argentina. [email protected]
2. Secul Giusti, Cristián - Centro de Investigación en Lectura y Escritura (CILE)-FPyCS-
UNLP. Argentina. [email protected]
3. Viñas, Mariela - Instituto de Investigación de Humanidades y Ciencias Sociales
(IdIHCS). Facultad de Humanidades y Ciencias de la Educación (FaHCE)-UNLP. Argentina.
[email protected]
4. López, Yemina - Centro de Investigación en Lectura y Escritura (CILE)-FPyCS-UNLP.
Argentina. [email protected]
RESUMEN
Los avances tecnológicos de los últimos años han provocado una transformación en los hábitos
lectores y en los procesos de escritura. Así, el fomento de la lecto-escritura se ha reinventado y
postula actualmente nuevos modos de comprensión. Del mismo modo, la transmisión del
conocimiento fue reconfigurándose a fin de destacar instancias dinámicas del encuentro entre la
lectura y la escritura. Si bien el evento comunicativo entre un lector y su consiguiente escritura
persiste, es posible destacar un cambio de paradigma, atendiendo al entorno virtual en general en
este escenario de nuevos recorridos.
De esta manera, y a partir de las diferentes plataformas y/o portales web y redes sociales en las
que nos desempeñamos como docentes/tutores, cursantes y/o profesionales de la comunicación,
este trabajo tiene como objetivo recuperar y evidenciar los desafíos y las potencialidades de leer
y escribir en el universo digital y de los que las instituciones educativas no pueden estar ajenas.
Desde una metodología cualitativa, y a través de las técnicas de recolección y análisis de
materiales documentales y las entrevistas a actores vinculados al campo de la comunicación y la
educación, se ponen en juego los conceptos de Jorge Huergo desde la comunicación/educación.
Asimismo, la visión de Chartier (2007, p. 13) sirve para pensar la lectura frente a una pantalla y
sus diferencias con los gestos y las operaciones intelectuales propias del libro.
En tanto, también cabe resaltar la mirada de Piscitelli (2008, p. 12) sobre las redes sociales,
entendidas como una arquitectura “expresada en el código informático, una comunidad con su
propio ethos y escala de valores, o un lenguaje que puede ser aprendido y entendido
críticamente”. Del mismo modo, se retomarán las experiencias recogidas por los autores de este
artículo en el terreno de la educación a distancia, a través de las plataformas educativas que cada
institución posee para el dictado de sus clases.
En este sentido, concebimos que los estudiantes no son un “depósito de saberes” y los docentes
no son meros transmisores de conocimiento en la virtualidad. Desde ese plano, la gestión en
redes sociales necesita entender a sus públicos no sólo como “simples destinatarios de
mensajes”, sino como una comunión hacedora de conocimientos e intercambio que se potencia
en el proceso de formación y la interacción a través de una trama lectora y escritural dinámica e
hipertextual.
La lectura y la escritura son prácticas socio-culturales que están presentes en nuestra vida diaria
y acompañan nuestras propias prácticas en el mundo, al igual que las elecciones de paseo, ocio,
diversión y entretenimiento. Por esto mismo, a través de distintos medios como el cine, la radio y
la televisión, la lectura se entiende como una necesidad humana que continúa interpelando a los
sujetos y, asimismo, forja un vínculo distintivo con las nuevas generaciones. La escritura, por su
parte, se encuentra viva en nuestro desempeño diario, como instancia comunicativa y, también,
como proceso de enlace en la actualidad, con las redes sociales y las propias narraciones
cotidianas.
En la escena educativa, la lecto-escritura es una de las herramientas fundamentales que tienen los
estudiantes para conocer, relacionarse y progresar en el mundo. El acto de leer y escribir es un
placer pero al mismo tiempo, un modo de construir criterio y crítica. Este hábito encierra un
universo cercano, sensible y certero que reconoce contextos, reconstruye prácticas y advierte lo
que sucede a nuestro alrededor.
El encuentro con estas prácticas no solo se sostiene con la buena intención de leer, también se
fomenta en virtud del lugar que ocupa en la cotidianeidad de los estudiantes. En este sentido, no
se puede dejar de mencionar que los avances tecnológicos de los últimos años han provocado
una transformación en los hábitos lectores y de escritura de los jóvenes. De este modo, el
fomento de la lectura y la promoción misma del libro, por ejemplo, se ha reinventado postulando
nuevas vivencias.
Por consiguiente, la transmisión del conocimiento fue configurándose a fin de destacar instancias
dinámicas de encuentro lector y de escritura. Si bien aún persiste el evento comunicativo entre un
lector y el libro impreso, o entre quien escribe y el papel, se debe destacar cierto cambio de
paradigma. De esta manera, el lugar preponderante que ocupan las tecnologías de la
comunicación y de la información (TIC) en un escenario de lectura y escritura es notable. Esto
último no deja de lado el debate sobre la firmeza del libro impreso versus el componente libro
digital; no obstante, cabe resaltar la importancia que éstos poseen y poner en cuestión la
convivencia de ambos en diversos formatos.
Tal como menciona Chartier (2007, p. 13), leer un texto frente a una pantalla no corresponde ni a
los gestos ni a las operaciones intelectuales propias del libro. No se hojea, por ejemplo, por la
sencilla razón que no hay hojas; se rolea el texto para volver atrás. Son nuevos usos y nuevas
prácticas. La lectura hoy, es más fragmentada e hipervinculada ya que se puede navegar de un
texto a otro en apenas segundos. Ya no hay una lectura lineal y secuencial como la conocíamos y
caracterizaba el código escrito.
Esto no significa que con el soporte impreso no se realice esa lectura fragmentada, porque sucede
que la mirada prioriza determinados fragmentos; sino que en la lectura digital co-existe con el
código escrito, el código de la imagen, el código audiovisual, el código publicitario.
Así, coincide Néstor García Canclini (2011):
Los libros siguen siendo buenos para pensar, pero su crisis sirve además para pensar con más
apertura y ser escritores y lectores más versátiles… Al comienzo del siglo XXI estamos
descubriendo que el mejor lector no es el que recorre el libro de principio al fin, sino el que
divaga de un libro al otro, a los debates en la red, extraviándose en Google y YouTube,
cultivando y disfrutando destinos insospechados.
En la actualidad, lo primordial es que se lea y se escriba, más allá del tipo de soporte en el cual
se realice. Sin embargo es necesario reconocer que con el advenimiento de los llamados nativos
y los migrantes digitales debemos modernizar ciertos procesos y hábitos, y el de la lecto-
escritura no puede quedar ajeno a ellos.
En el marco educativo, como docentes, no debemos perder de vista que los estudiantes de hoy
han asimilado de manera menos compleja su vínculo con la red internet, con la telefonía móvil y
demás dispositivos, y los cambios en sus usos y en apropiaciones de ellos. Eso repercute de
forma directa en las prácticas de lectura y escritura: “Por consiguiente, eso los convierte en
jóvenes que no sólo son de la lecto-escritura, sino que son jóvenes digitales que enfrentan la
lecto-escritura con otras tres herramientas diferentes a las que usualmente, los docentes están
acostumbrados” (Viñas, 2015, p. 62).
El escenario actual educativo se caracteriza por la convivencia de distintos soportes -los
impresos y los digitales en su mayor diversidad- que ponen en juego una multiplicidad de
prácticas de lectura y de escritura de manera simultánea.
Ante este nuevo paradigma, el sistema educativo y por supuesto los docentes, no pueden ni
deben estar ajenos a él sino, tal como menciona la Prof. Claudia Festa -docente del nivel
secundario y universitario-: “el docente debe capacitarse y proponer enfoques para la enseñanza
y el aprendizaje de las prácticas de la lectura y la escritura, que vayan en consonancia con los
actuales tiempos de la conectividad, las tecnologías y las narrativas transmedia”1.
cuando hablamos de «escribir» para internet no solo nos referimos a encadenar palabras. Se
trata en cambio de aprender a combinar palabras, enlaces, imágenes y todo tipo de
elementos multimedia que se ordenan en pro de una comunicación más rica y eficaz”
(Cobo, 2012, p. 1-2).
En esa multiplicidad y diversidad de links, debe estar el conocimiento de las preferencias y los
usos de los usuarios; eso va a influir de manera directa en cómo se escriba para la web.
"Riqueza en los contenidos, sencillez en la forma y capacidad para establecer «contacto textual»
-«llegar», «tocar» al lector en la jerga- con quienes nos leen es lo que busca una prosa ágil"
(Kreimer, 2013, p. 13), que haga la diferencia con respecto al papel.
Es entonces que la lectura y la escritura en el entorno virtual de la educación está siempre dada
por una relación de mediación entre docentes y estudiantes, en el que la palabra es la herramienta
y su uso, en esa mediación, debe ser adecuado para evitar malos entendidos y no alterar el
proceso de enseñanza-aprendizaje.
Consideraciones finales
La educación mediada por herramientas digitales implica pensar recursos específicos, no sólo
para la dinamicidad de los contenidos, sino también para propiciar el trabajo colaborativo,
inclusivo y colectivo de personas que se encuentran en puntos de residencia totalmente disímiles
o aún en el mismo espacio geográfico, para acortar las distancias entre cursada y cursada
presencial, en el caso del ámbito educativo.
La exposición de experiencias permite que docentes y estudiantes, cursantes y tutores, visibilicen
sus ideas, sus trabajos y sus proyectos para compartirlos con otros. El trabajo con instrumentos
provenientes del entorno digital, posibilita pensar en el desarrollo de la lectura y la escritura, y el
acto de compartir con el otro un pensar y un hacer, que es una dimensión pedagógico-política de
gran importancia en todo proyecto educativo.
Por esta razón, el proceso de enseñanza/aprendizaje nunca se da de manera unidireccional, sino
todo lo contrario. En este escenario, los estudiantes no son un “depósito de saberes” y los
docentes no son meros transmisores de conocimiento. Ambos son hacedores de conocimiento y
es en el intercambio, en el ida y vuelta en el que se fortalece el proceso de formación.
Cuando hablamos de educación como proceso de formación subjetiva, necesitamos
comprender que la subjetividad es esa zona de mediación entre el “yo que lee y escribe” y el
“yo que es leído y escrito”. Es decir, una zona de articulación entre las experiencias y el
lenguaje. El lenguaje me permite comprender, interpretar y expresar las experiencias; pero
también es una plataforma que hace posible la experiencia (Huergo, 2007, p. 9).
Referencias bibliográficas
1. Chartier, R. (2007). “Hay una tendencia a transformar todos los textos en bancos de
datos”, en La Biblioteca, Lectura y Tecnología, 6. Recuperado de
https://www.bn.gov.ar/micrositios/admin_assets/issues/files/460ab8d42242f4f387e65c26aacf5
5d1.pdf
2. Cobo, S. (2012). “Escribir para internet”, en Internet para periodistas: Kit de
supervivencia para la era digital. Barcelona: UOC.
3. Fernández Fernández, I. (2010). Las TICS en el ámbito educativo. Recuperado de
http://www.eduinnova.es/abril2010/tic_educativo.pdf
4. García Canclini, N. (2011). “Enseñar a leer, más importante que pensar en nuevos
formatos”, en Simposio Internacional del Libro Electrónico en el Museo de Antropología
2011. Recuperado de http://www.jornada.unam.mx/2011/09/24/cultura/a03n1cul
5. Huergo, J. (2007). “Los medios y tecnologías en la información”. Recuperado de
http://fediap.com.ar/administracion/pdfs/Los%20Medios%20y%20Tecnolog%C3%ADas
%20en%20Educaci%C3%B3n%20-%20Jorge%20Huergo.pdf
6. Kreimer, J. C. (2013). Cómo lo escribo 2.0. Una guía para escribir, editar y publicar.
Recuperado de https://issuu.com/surenyo/docs/como_lo_escribo_2.0__juan_carlos_kr
7. Link, D. (2007). “El libro sigue siendo más poderoso y más inclusivo”, en La Biblioteca,
Lectura y Tecnología, 6. Recuperado de
https://www.bn.gov.ar/micrositios/admin_assets/issues/files/460ab8d42242f4f387e65c26aacf5
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8. Ladaga, S. A. C. (2018). “La clase en los entornos virtuales”, en Seminario Docencia en
entornos virtuales del aprendizaje. La Plata: Facultad de Bellas Artes, UNLP, pp. 22-31.
9. Orozco, M. G. (2015). Lectura en la nube como red social literaria. Recuperado de
http://www.elcorreodeburgos.com/noticias/cultura/lectura-nube-red-
socialliteraria_99047.html
10. Piscitelli, A. (2008). El proyecto Facebook. Recuperado de
http://www.proyectofacebook.com.ar/ - Ver además
http://www.magisterio.com.co/articulo/lectura-y-escritura-de-narrativas-en-la-redsocial-
facebook#sthash.Kpo0gUsT.dpuf
11. Viñas, R. (2015). Tesis doctoral Ser joven, leer y escribir en la universidad. La Plata,
Facultad de Periodismo y Comunicación Social, UNLP. Recuperado de
http://sedici.unlp.edu.ar/handle/10915/44649
12. Viñas, R.; Secul Giusti, C.; Viñas, M.; López, Y. (2018). “Nuevas herramientas digitales
para la enseñanza en la universidad”, en 2das Jornadas sobre las Prácticas Docentes en la
Universidad Pública, 19 y 20 de abril de 2018, La Plata, Argentina. Recuperado de
http://www.memoria.fahce.unlp.edu.ar/trab_eventos/ev.10443/ev.10443.pdf
Bibliografía consultada
1. Huergo, J. (2011). Comunicación/Educación: un acercamiento al campo. Documento de
cátedra Comunicación/Educación. Facultad de Periodismo y Comunicación Social. UNLP.
Recuperado de http://comeduc.blogspot.com