PEC 2 Raquel Lop

Descargar como pdf o txt
Descargar como pdf o txt
Está en la página 1de 10

Raquel Lop Aznar

PRUEBA DE EVALUACIÓN CONTINUA


Tarea 2.1. Resumen de Las lenguas románicas de José Manuel Fradejas Rueda

1. LA ROMANIA Y LAS LENGUAS ROMÁNICAS

La Romania es el territorio en el que se ha hablado la lengua de Roma. El ámbito lingüístico es mucho


más restringido que el correspondiente a la máxima extensión del Imperio Romano (en la zona oriental
se hablaba griego y no latín). La romanística habla de tres Romanias: la Romania Antigua, territorios
europeos en los que se ha mantenido el habla de Roma de forma ininterrumpida; la Romania Submersa,
territorios que pudieron tener una lengua románica, pero donde el latín acabó por desaparecer; y la
Romania Nova, con lenguas romances debido a la colonización que se inició en el siglo XV.

2. EL ORIGEN

El latín pertenece a la familia itálica, que a su vez forma parte de otra familia más amplia: la
indoeuropea. El indoeuropeo es una lengua prehistórica cuya existencia se infiere del parentesco entre
una serie de lenguas difundidas por Europa y el sudoeste asiático. Las lenguas indoeuropeas se han
dividido en dos grupos según la evolución del fonema oclusivo velar sordo: las lenguas satem (si se
transformó en fricativo alveolar sordo) y las lenguas centum (si se conservó).

Hacia el 1000 a. C. entró una oleada de pueblos indoeuropeos en Italia, que se estableció en la zona de
Umbría y Etruria. Las lenguas de estos pueblos (habladas en el centro de Italia) se conocen como
dialectos itálicos y se distinguen tres: el umbro, el osco y el sabélico. Entre las características de estas
lenguas sobresale el mantenimiento de -/s/- intervocálica frente al rotacismo que se da en latín.

En sus inicios, el latín estuvo limitado a la ciudad de Roma y sus alrededores. Durante la expansión de
Roma, el latín se encontró con otras lenguas que ejercieron influencia sobre el latín: son las lenguas de
sustrato. Los sustratos son aquellas lenguas indígenas a las que el latín (u otra lengua) se superpuso y
a las que acabó eliminando posteriormente. Existen varios sustratos del latín, con diferentes influencias
en cambios fonéticos, toponimia, acentuación, sufijación o léxico. Estos son: celta; etrusco; ligures;
rético; paleovéneto; el de las islas de Sicilia, Córcega y Cerdeña; ilirio; daco-tracio y las lenguas de la
península Ibérica (vascos, íberos, tartesios, fenicios, griegos y cartagineses).

3. EL LATÍN VULGAR

Se han establecido cinco etapas cronológicas del latín: latín arcaico, latín preclásico, latín clásico, latín
postclásico, latín tardío o bajo latín, latín medieval y latín humanístico.

Pero es la variación social la que más ha atraído la atención de los romanistas. Ya desde el
Renacimiento se ha establecido que las lenguas románicas no proceden del latín clásico, sino del latín

1
hablado, de un latín popular, denominado latín vulgar. El latín vulgar carece de límites cronológicos
absolutos, no hay textos en latín vulgar ya que los escritos fueron redactados por gente culta que
utilizaba la variedad estándar del latín. Sin embargo, existen fuentes que permiten ver las
características de este latín vulgar: tratados técnicos de diversos temas; textos cristianos donde hay
muestras del latín hablado; inscripciones en tumbas, pintadas de Pompeya y Herculano o listas de la
compra; comentarios de gramáticos como el Appendix Probi; o préstamos latinos a otras lenguas.

Podemos nombrar una serie de características del latín vulgar. En fonética, la transformación del
sistema vocálico (que pasa de una oposición de cantidad a una basada en el grado de abertura con un
sistema de siete vocales) y el cambio de la naturaleza del acento (del tonal a una de intensidad). En
morfosintaxis, uno de los cambios más destacados fue la casi total desaparición del sistema de casos
latino y la reducción del número de declinaciones y de géneros. En el léxico, el latín vulgar es
esencialmente el mismo que el del latín clásico.

4. LA FRAGMENTACIÓN DE LA ROMANIA

El Imperio Romano acabaría siendo destruido por las invasiones bárbaras, pero a su vez, estos pueblos
facilitaron el triunfo del latín vulgar. A las lenguas de estos pueblos se las conoce como lenguas de
superestrato, ejerciendo una fuerte influencia en el latín.

Los pueblos germanos fueron uno de los pueblos que se incorporaron al Imperio (la lengua germánica
influyó en el latín vulgar, sobre todo en el léxico). En año 711 los árabes desembarcaron en Hispania
conquistando la península en poco tiempo y manteniéndose durante siete siglos (los préstamos léxicos
son su mayor contribución en Hispania, aunque en Italia su influjo fue menor). Las invasiones eslavas
fueron de lenta incorporación y la latinidad románica retrocedió tras su asentamiento hacia el oeste y
hacia el este (en el rumano, los préstamos eslavos son más numerosos que los latinos).

Todas las lenguas del latín comenzaron siendo lenguas de adstrato, pero cuando las poblaciones
conquistadas por Roma comenzaron a romanizarse, sus lenguas se convirtieron en lenguas de sustrato.
El adstrato más importante del latín es el griego.

5. EL DESPERTAR DE LOS ROMANCES

Entre los siglos IV y VII se perdieron o debilitaron las relaciones entre las diversas regiones y
provincias. En la Alta Edad Media hubo en el antiguo mundo romano una situación de diglosia. Este
periodo finalizó con la creación del latín medieval. Entre los siglos VIII y X surgieron los glosarios en
diversas partes de la Romania. Trataban de hacer más claro el léxico y las estructuras del latín clásico
a través de un latín más fácil y cercano al habla diaria, pero sin estar en ningún romance.

Es imposible establecer un momento cronológico absoluto para el nacimiento de las lenguas romances.
Lo más cercano es uno basado en tres etapas consecutivas: el nacimiento de la nueva oralidad, la toma
2
de conciencia de esa metamorfosis y la fijación por escrito de esa nueva oralidad. Se ha fijado en los
primeros decenios del siglo VII para la Galia pero en las penínsulas Itálica e Ibérica el momento debe
retrasarse unos 150 años.

Entre los siglos VIII y X aparecen los primeros ejemplos escritos en unas variedades lingüísticas que
no se pueden interpretar como latinas puras. En Francia fueron los Juramentos de Estrasburgo; en
Italia, el Indovinello veronesse; en la península Ibérica, la Nodicia de kesos; en los demás territorios
románicos aparecieron a partir del siglo XI.

6. EL PORTUGUÉS

El portugués es una lengua hablada en Portugal, Brasil y las antiguas colonias de África y Asia. Es la
segunda lengua románica en número de hablantes, por detrás del español. El portugués derivó del
romance gallego-portugués. Algunos de los rasgos fonéticos que diferencian el portugués del
castellano son: no diptongación de e y o breves latinas, que pasan a e y o abiertas respectivamente;
palatización de los grupos iniciales latinos PL-, FL- y CL- en /ʃ/; el desarrollo de -CL- y -LI-
intervocálicas a /ʎ/; la evolución de -CT- a /it/; la pérdida de -L- y -N- intervocálicas; o la existencia
de vocales nasales fonológicamente pertinentes.

7. EL GALLEGO

Se habla en las cuatro provincias gallegas y en la franxa exterior: el Bierzo (León), algunas localidades
de Zamora y en la parte occidental de Asturias. El gallego se divide en tres bloques: occidental, central
y oriental. El gallego comparte con el portugués la etapa inicial de formación, cuando se denomina
gallego-portugués. Las principales diferencias entre portugués y gallego son: ausencia de sibilantes
sonoras, ausencia de vocales nasales, mantenimiento del carácter africado de la <ch> o las diferencias
en la morfología verbal (como por ejemplo dixo vs disse).

8. EL ESPAÑOL

El español es la lengua románica más difundida en el mundo. Su territorio de origen fue Castilla pero
se extendió por la expansión política castellana por la península. La amplia difusión del español se
debe al descubrimiento de América y a la expulsión de los judíos de España, ambos en 1492. Hay dos
tipos de dialectos: los históricos, que surgieron directamente del latín (leonés o asturleonés y aragonés)
y los innovadores, procedentes de la evolución del castellano a lo largo de su expansión hacia el sur
(andaluz, extremeño, murciano y canario).

9. EL CATALÁN

El catalán se habla en Cataluña, Comunidad Valenciana, Baleares, Andorra, parte oriental de Aragón,
el Rosellón francés y en una ciudad de Cerdeña (Alghero). De las tres grandes lenguas peninsulares es

3
la que ha tenido una extensión menor, ya que solo se extendió por el Mediterráneo. El área lingüística
catalana se divide en dos grandes variedades dialectales, la oriental y la occidental, según los siguientes
rasgos: [a, e, o, u] pretónicas se mantienen en el occidental y se confunden en el oriental; [e] del latín
vulgar se conserva en el occidental y pasa a [ɛ] o [ə] en el oriental; [ʧ] inicial y posconsonántica del
catalán preliterario se conserva en el occidental y se desafrica en el oriental [ʃ]; o la realización de la
secuencia -<ix>- es [iʃ1] en el occidental y [ʃ] en el oriental.

10. EL OCCITANO

En el sur francés existe un conglomerado de variedades romances que desde antiguo recibieron el
nombre de langue d’oc, frente a las variedades del norte, conocidas como langue d’oil. El empleo
moderno del término occitano se inicia a finales del siglo XIX. Se habla en el mediodía francés, en el
valle de Arán (aranés, España), sur de Italia (Guardia Piemontese, gardiol). Para P. Bec existe un
dominio dividido en cuatro zonas: occitano septentrional, occitano medio, gascón y catalán (la
inclusión de este último es controvertida). La división entre occitano septentrional y medio se basa en
un hecho fonético: la palatalización de KA y GA en cualquier posición en el primero, mientras que en
el segundo se conservan. Las particularidades lingüísticas del gascón han hecho pensar a algunos
investigadores que se puede considerar como una lengua independiente del occitano.

11. EL FRANCÉS

Por número de hablantes, el francés es la tercera lengua románica del mundo. En Europa se habla en
Francia, Bélgica, Suiza, Luxemburgo, Mónaco, en el Val d’Aosta (Italia), y en las islas británicas del
Canal de la Mancha. Fuera de Europa tiene dos lugares primordiales: Quebec (Canadá) y el estado de
Luisiana (EE.UU.). En el resto del mundo francófono, se encuentra en el África subsahariana. La
originalidad evolutiva del francés le ha hecho parecer la menos románica de las lenguas romances
debido al acortamiento de palabras, a la diptongación (como de /e/ y /o/ en silaba abierta), a la
nasalización y a la palatalización. Se distinguen en los manuales de francés medieval una gran serie de
dialectos, como el anglonormando y el francoprovenzal.

12. EL RETORROMANCE

Engloba las variedades románicas de tres áreas separadas entre sí. Una variedad del retorromance es
el romanche y se habla en el cantón suizo de los Grisones. En el norte de Italia (Alpes Dolomitas) se
habla la variedad de retrorromance central conocida como ladino. La tercera variedad, también en el
norte de Italia (en la región de Friuli-Venezia Giulia), es el friulano. Los italianistas afirman que nunca
existió esa unidad retorromance y que no hay separación entre las variedades ladino-friulanas y las
italianas, tan solo una zona de transición variable según cada fonema.

13. EL ITALIANO

4
El italiano es la lengua oficial de Italia, del cantón de Ticino y en cuatro valles del de los Grisones de
Suiza, en el Vaticano y en la república de San Marino, además de grupos minoritarios de la costa Azul
francesa (Niza y Mónaco) y de la isla de Córcega. Ha tenido una pequeña difusión en Argentina y
EE.UU. sobre todo, aunque se puede encontrar también en Canadá y Australia. Como resto colonial
se usa como lengua de cultura en Eritrea. El italiano es un dialecto innovador surgido de un dialecto
histórico: el florentino. Los dialectos italianos se dividen en dos grandes bloques: septentrionales
(véneto, trentino, lombardo, piemontés, ligur o genovés, Emiliano y romañol) y centromeridionales
(toscano o corso, umbro, romano, campanés, pullés, salentino, lucano, calabrés y siciliano).

14. EL SARDO

El sardo es una lengua románica hablada en la isla de Cerdeña, pero no en toda ella. En 1997 se le
otorga el estatus de lengua oficial. Al sardo se lo considera la lengua neolatina más conservadora, por
el mantenimiento de muchos rasgos arcaicos, próximos al latín. Los dialectos del sardo se dividen en
tres: campidanés, en la mitad sur de la isla; nuorés, en el centro-este; y logudorés, en el centro-oeste.
Las diferencias más importantes y drásticas se dan entre el campinadés y los otros dos dialectos como
por ejemplo que el campidanés tiene siete vocales frente a las cinco del logudorés o que se conservan
las velares en las secuencias -qu- y -gu- en campidanés y pasan a -b- en logudorés.

15. EL RUMANO

El rumano es la lengua oficial de Rumanía y de la república de Moldavia. Hay zonas en Ucrania,


Hungría y Serbia en las que hay una minoría de rumanohablantes. El rumano surgió como lengua
nacional a mediados del siglo XIX. Además de la variedad estándar, el dacorrumano (con cinco
subdialectos basados en el diferente tratamiento de las africadas palatales [tʃ] y[dʒ]), existen una serie
de dialectos rumanos: arrumano, la modalidad más difundida al sur del Danubio al ser la única en
desarrollar una variante culta; meglenorrumano; e istrorrumano, con menor número hablantes.

16. LOS CRIOLLOS

Numerosas fuentes mencionan la existencia de una lingua franca por medio de la que los orientales se
entendían con los occidentales. No tenía hablantes nativos y que se adaptaba a las necesidades de cada
lugar. Otro nombre para estas lenguas auxiliares mixtas es el de pidgin y cuando este tiene hablantes
nativos recibe el nombre de criollo. Los criollos más difundidos son los de base léxica francesa.
Surgieron de la importación de esclavos africanos en los siglos XVII y XVIII, y comparten
características gramaticales. El más importante y extendido es el criollo haitiano. Los criollos
portugueses son los segundos en número de habitantes (los más difundidos son los del África
occidental). Los criollos de base española los utilizan unos hablantes repartidos en dos grandes zonas
geográficas: el Caribe y Colombia (palenquero), y Filipinas (chabacano).

5
Raquel Lop Aznar
PRUEBA DE EVALUACIÓN CONTINUA
Tarea 2.2. Análisis comparado de textos
1. PLANO FÓNICO-ORTOGRÁFICO

1.1 Rasgos característicos del sistema vocálico

1.1.1 Uso del acento gráfico y apóstrofo

En español, el acento gráfico es agudo (´) y señala la sílaba tónica como por ejemplo en ironía, Martín
o próximamente. Este es el único acento existente en español, lo que difiere de otras lenguas. En francés
existe: el acento agudo (´), que solo se utiliza sobre la letra e para indicar que no es muda, como en
pressé; el acento grave (`), que se usa en la preposición à, o sobre la e cuando es abierta y va en sílaba
trabada por consonante como lumière; o el acento circunflejo (^) que en la mayoría de casos indica
que se ha perdido una s del latín o francés medieval como en même. En el portugués, tanto el acento
agudo como el circunflejo reflejan que es la vocal tónica, como en já o até; también existe el til (tilde)
en la a, ao y ae cuando son nasales, como não o Verão; y el acento grave se usa en la preposición a
cuando se funde con el artículo definido como que à muita. Sin embargo, en italiano, aunque existe el
acento agudo (piú) suele usarse el acento grave como en metà o novità. En rumano, la posición de la
sílaba tónica es variable y tiene ocho grafías diferentes para representar a sus siete vocales como a, ă,
â (î al principio y final de palabra), e, i, o, u: face, odată, bârloguri, în, vremea, mijloc, soarele o bun.

El apóstrofo (‘) en francés indica la elisión de una vocal final de palabra ante otra que empieza por
vocal como en d’avril. En italiano también se usa en los artículos ante palabra que empieza por vocal
como sott’acqua. En rumano, en lugar de utilizar el apóstrofo para elidir, se usa el guion (parc-ar).

1.1.2 Sistemas vocálicos

En francés, todas las palabras llevan el acento en la última sílaba pronunciada debido a que las vocales
finales latinas han sincopado. Por ejemplo, en francés la -e de semaine (procedente de la -a latina final)
no se pronuncia, mientras que las vocales finales latinas sí que se mantienen en otros romances como
el español (semana), el portugués (semana), el italiano (settimana) o el rumano (săptămână).

En la pronunciación francesa hay una serie de vocales combinadas que corresponden a unos sonidos
particulares como por ejemplo eau que se pronuncia como una o cerrada (beau) o ai que se pronuncia
como e semiabierta (semaine) o la combinación oi que se pronuncia como [wa] (mois) entre otros
ejemplos. En español, las combinaciones de estas letras se pronuncian como se escriben.

1.2 Rasgos característicos del sistema consonántico

1.2.1 Empleo de las grafías

6
En francés, se mantiene la ç (frente al español, que perdió esa grafía en la reforma ortográfica de la
Real Academia de 1726), pronunciada [s] como en façon. En portugués también se mantiene ante a
(no en principio de palabra) como en estação.

El francés mantiene la h etimológica incluso en casos en que el español no la conserva como en hiver
(<HIBERNUS; esp. invierno), pero en portugués no se conserva tampoco (Inverno) ni en italiano
(invernale). En italiano, la h, siempre muda, aparece en el texto para distinguirse (ha fretta) de la
preposición a. En rumano, la letra h (no precedida por c o g) se pronuncia como consonante laringal
(equivalente, por aproximación, al sonido de j en español) como en hărăzit.

Los signos de interrogación y exclamación solo aparecen al final de la frase (? !) en francés («Non,
mais regardez-mois ce temps!»), en portugués («Olhem-me só para este tempo!»), en italiano («Ma
guarda che tempaccio!») y en rumano («Ce vreme, domnule!»), aunque no en español, que presenta
signos al principio y al final («¡Pero ve usted qué tiempo!»).

En portugués, en las secuencias qua, quo, la u se pronuncia: qual; en italiano, qu se pronuncia siempre
[kw], como en quasi (esp. casi). En italiano y en el rumano, gh ante e, i representa el sonido [g]:
lusinghe (esp. halagos), aunque no hay ejemplo de ello en el texto en rumano. En rumano, ş representa
el sonido prepalatal fricativo [ʃ] como en nişte [‘niʃte]. En el mismo idioma, ţ representa el sonido
africado [ts] como en miraţii [‘miratsi].

1.2.2 Rasgos fónicos

La F- inicial latina se conserva en portugués, en italiano, en rumano y en francés, pero se pierde en


español (español, hace; francés, faire; portugués, fazer; italiano, fa; y rumano, face).

En francés, la pérdida de las vocales finales implica la no pronunciación de muchas consonantes en


final de palabra, que se conservan en las otras lenguas: revient, por ejemplo.

En francés y en portugués, la r es uvular [R] como en regardez-moi o preparam, respectivamente,


frente al español, que la posee como alveolar. En italiano la pronunciación de r alveolar vibrante simple
[ɾ] es como en español (muore) y la rr doble equivale a un sonido múltiple [r] como en terra. En
rumano, r se articula con el ápice de la lengua, como en italiano o español (porcul).

Pese a la tendencia general a la palatalización de las consonantes en francés, los grupos iniciales latinos
PL-, CL- y FL- se conservan: PLUVIA > pluies. No en cambio en español o portugués, que sí
palatalizan: lluvias, chuva. En italiano estos grupos iniciales latinos no palatalizan sino que se vocaliza
la L, como en piogge. En el caso del rumano, PL- y FL- se conservan, como en ploi; pero CL-
evoluciona (no hay ejemplo en el texto). En italiano hay una palatalización de CT, que da lugar a tt,
como ottobre. El grupo latino LI palataliza, dando lugar a diferentes pronunciaciones en estas lenguas:

7
[χ] en español, como MELIORE > mejor [me’χor]; en francés [j] MELIORE > meilleure [me’joeR];
en portugués e italiano [λ]: MELIORE > melhor [me’λoR] (este ejemplo no está en el texto).

En portugués, [z] es predorso-dental sonora, como en dizendo (diciendo). En italiano también lo es,
pero para la s intervocálica, como en cosidetta. En italiano, la [ts] es dorsodental africada sorda para
la z como en terminaciones -ezza (bellezza) y la [ʤ] es prepalatal africada sonora ante e, i, como en
congedo. En francés, la [ʃ] es prepalatal fricativa sorda, en posición inicial, ya que el fonema procede
frecuentemente de C latina ante A como en chaleur (esp. calor); también lo es en portugués (chuva).

En italiano, hay numerosos ejemplos de consonantes geminadas como ottobre, settimana o


preoccupato. Además, en italiano las consonantes dobles se articulan nítidamente, lo que no ocurre en
las otras cuatro lenguas. En francés, algunas consonantes, por motivos etimológicos, se duplican como
en possible. En cambio, en rumano no existen las consonantes geminadas.

1.3 Desajustes entre el sistema gráfico y fónico

El sistema fónico del francés es el que más ha evolucionado (no su ortografía), y por eso hay más
desajustes entre los sistemas. Lo contrario sucede con el rumano, ya que su ortografía se corresponde
con su fonología. En italiano, excepto en palabras agudas que llevan acento grave (può), no podemos
saber cuál es la tónica. Tampoco podemos saberlo en rumano, porque no se indica gráficamente.

En francés, las grafías au, eau y o corresponden a una única pronunciación [o], como en beau; las
grafías e, è, ë, ai, aî y ey corresponden a una única pronunciación abierta [ε], como en temps o lumière.
En francés, hay innumerables secuencias, a final de palabra, que no corresponden a ningún sonido,
como préparent o caricature. En francés, ph, en palabras de origen griego, representan el sonido [f],
como en philosophes. La grafía ch representa el sonido prepalatal sordo [ʃ] como en chaleur o choisir.

En francés, g y j pueden representar el mismo sonido [ʒ] como en voyage y jouant. Lo mismo sucede
en portugués (viagem y já). En italiano, g se pronuncia [g] ante a, o, u (prolunga), pero prepalatal
africada sonora [ʤ] ante e, i (stagione).

En francés, s sorda, ss, c y sc (ante e, i), t (ante i + otra vocal) y ç suenan igual ([s]): pressé o façon.
En portugués, s, ss y ç suenan también igual ([s] sorda): sol, fosse o estação. En francés, s sonora y z
suenan igual ([z]): organisant o zoo (este último ejemplo no está presente en el texto). En portugués, s
entre vocales y z se pronuncian igual ([z] sonora): visitas o fazer. En portugués, x representa el sonido
de s sorda como debaixo, de s sonora o de k + s, pero también el sonido prepalatal fricativo sordo [ʃ].

En italiano, c se pronuncia diferente según la letra que le acompañe: como [k] ante consonante (acqua),
ante a, o, u (caricatura, coprono, cui) o en la combinación ch ante e, i: chi [ki]; se pronuncia como [ʧ]
ante e, i (cercano); se pronuncia como [ʃ ] en la combinación sc ante e, i. En rumano c y g se pronuncian
[k] y [g] ante a, ă, â, o, u (pregătirile, care) y [ʧ] y [ʤ] ante e, i (prelungeșt, acelea).
8
2. PLANO MORFOSINTÁCTICO

2.1 Nombre y adjetivo

En cuanto a la terminación elegida para el género, el nombre y el adjetivo presentan en francés


femeninos en –e: une semaine. En portugués, italiano, y español es más común la terminación en –a:
una semana (esp.), uma semana (port.) y una settimana (it.). El rumano tiende a la terminación en –ă:
doar vreo săptămână. Pese a estos ejemplos generales, hay numerosas posibilidades distintas a las
comentadas como los masculinos el sol (esp.), le soleil (fr.), de sol (port.), il sole (it.) o soarele (rum.).

En cuanto al número, en español, francés y portugués forman los plurales con una –s: anfibios (esp.),
amphibies (fr.) y anfíbios (port.). El italiano y rumano modifican la terminación de la palabra, que para
el plural suele ser –i o –e: anfibi (it.) y amfibii (rum.). Sin embargo, existen particularidades en la
formación del plural. En francés, la terminación en –s solo tiene existencia real en la escritura, frente
al español o el portugués, que también tiene existencia fonética. En italiano, los masculinos en -o y los
femeninos en -e hacen el plural en -i, como en filosofi (del singular filosofo); en cambio los femeninos
en -a hacen el plural en -e (visite). En rumano, los masculinos hacen el plural en -i; y los femeninos
terminados en –ă hacen el plural en –e como vizite (del singular vizită).

Respecto a la posición del adjetivo respecto al sustantivo, en portugués, español, francés e italiano se
pueden anteponer o posponer: estación odiosa / buen tiempo (esp.), odieuse saison / beau temps (fr.
ambos antepuestos), odiosa estaçao / bom tempo (port. ambos antepuestos) y bel tempo / stagione
odiosa (it.). El rumano, por el contrario, se pospone del adjetivo: anotimpul acesta odios.

2.2 Artículos

Las cinco lenguas poseen dos tipos fundamentales de artículos: el definido y el indefinido. Francés e
italiano tienen, además, un artículo partitivo (du beau temps en francés o del en italiano).

En español, francés, portugués e italiano, las formas del artículo definido para el masculino singular
son: el sol (esp.), le soleil (fr.), de sol (port.), il sole (it.) o para el femenino singular son, en el mismo
orden: la vida, la manière, a temporada y la vita. En rumano, el artículo definido aparece enclítico,
tiene flexión casual y algunas variantes que dependen de la terminación de la palabra a la que se añade
como soarele. Para el masculino singular en nominativo, la terminación es –ul, como en porcul.

En cuanto al artículo indefinido, sus formas básicas en femenino singular son: una semana (esp.), une
semaine (fr.) uma semana (port.), una caricatura (it.), o parodie (rum.).

2.3 Pronombre personal, determinantes y otros pronombres

Se distingue el pronombre personal en función de sujeto y el que desempeña la función de


complemento. En función de sujeto no se encuentran ejemplos en los textos, pero sí de la función de

9
complemento en forma átona, en este caso en tercera persona de plural reflexivo: se abrigan (esp.), se
mettent (fr.), se abrigar (port.), si coprono (it.) y şi se retrag în bârloguri (rum.).

Todas estas lenguas tienen una serie posesiva átona (en español y francés con función de determinante,
y en portugués, italiano y rumano de determinante y de pronombre). Un ejemplo femenino plural es:
sus visitas (esp.), ses visites (fr.), suas visitas (port.), sue visite (it.), lui aprilie (rum.).

Se recogen en el texto los siguientes ejemplos de demostrativos: aquellos halagos (esp.), ces caresses
(fr.), quelle lusinghe (it.) y acelea de lumina (rum.). Los pronombres indefinidos los encontramos en:
unos protestan (esp.), certain (fr.), uns (port.), alcuni (it.), unii (rum.).

2.4 Verbo

En español, francés, portugués e italiano, las formas no personales son el infinitivo, gerundio y
participio. En los textos, gerundio: diciendo (esp.), jouant (fr.), dizendo (port.), mantenendosi (it.) y
făcând (rum.); infinitivo: lucir (esp.), mettent (fr.), tratam (port.), compare (it.), arata (rum.).

Español, francés, portugués e italiano presentan una conjugación verbal bastante cercana. El rumano
se aparta de esta uniformidad. Por ejemplo se ve el presente: buscan (esp.), cherchent (fr.), procuram
(port.), fidano (it.) e încred (rum.).

2.5 Adverbio, preposición y conjunción

Hay varios tipos de adverbios, uno de los que se ve en el texto es el adverbio de negación: no (esp.),
ne…pas (fr.), não (port.), non (it.) y nu (rum.). Se observan preposiciones en los textos: debajo de
(esp.), sous (fr.), debaixo de (port.), sott’acqua (it.) sub apa (rum.); en (esp.), dans (fr.), em (port.), in
(it.) e în (rum.), entre otras. También hay conjunciones: pero (esp.), mais (fr.), mas (port.), ma (it.) y
dar (rum.); y (esp.), et (fr.), e (port.), e (it.) y si (rum.). Estos son solo algunos ejemplos.

3. PLANO LÉXICO

Muchas palabras de estas lenguas son muy semejantes: sol (esp.), soleil (fr.), sol (port.), sole (it.) y
soare (rum.); noviembre (esp.), novembre (fr.), Novembro (port.), novembre (it.) y noiembrie (rum.);
años (esp.), ans (fr.), anos (port.), anni (it.) y an (rum.). Por el contrario, en otros casos se alejan más:
fines de (esp.), environs (fr.), fim de (port.), ultimi giorni (it.) y sfârșitul (rum.).

Además, las lenguas románicas comparten formantes como sufijo latino -OSUS para formar adjetivos:
odiosa (esp.), odieuse (fr.), odiosa (port.), odiosa (it.) y odios (rum.); o el sufijo -TAS para formar
nombres: fertilidad (esp.), fertilité (fr.), fertilidade (port.) y fertilità (it.).

Palabras de origen culto podemos encontrar del latín PHILOSOPHUS (del griego φιλόσοφος):
filósofos (esp.), philosophes (fr.), filosofi (it.) y filozofi (rum.); o AMPHIBĬON (del griego ἀμφίβιος):
anfibios (esp.), amphibies (fr.), anfíbios (port.), anfibi (it.) y amgibii (rum.).

10

También podría gustarte