CAP1

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I.

Literacidad y alfabetización académica en la universidad


En este primer capítulo se aborda los principios de esta investigación, comenzando con
Literacidad, pues es un elemento clave en la investigación que ayuda a sustentar el trabajo; un
enfoque hacia la alfabetización académica en el contexto universitario.

1.1 Literacidad definición y tipología…

El tiempo es clave del cambio constante de las cosas, pues siempre surge el cambio y
nuevas perspectivas; pues así es como la definición de lenguaje se ha ido modificando con el
paso del tiempo y han surgido nuevas sugerencias de lo que es. Si bien sabemos que las nuevas
cosmovisiones parten de como la sociedad acepta o rechaza las nuevas definiciones. Un caso
particular es el lenguaje y su definición que como bien sabemos ha ido cambiando y se ha
ampliado de acuerdo al área o enfoque, aunque también sabemos que se ha ido moldeando de
acuerdo a las primeras definiciones y las que han ido surgiendo, todos estos cambios pueden
surgir a partir de las perspectivas de distintos autores, disciplinas, áreas de estudio, perspectivas,
etc., pero siempre se llega a una similitud.

Sabemos que el lenguaje es una capacidad que los seres humanos desarrollamos, es una
herramienta de comunicación. Pinzón (2005) afirma:

Por otra parte, el lenguaje se entiende también como la herramienta fundamental en la


construcción de espacios sociales, a partir de los cuales los sujetos comparten intereses,
necesidades y motivaciones, que les permiten comunicar percepciones sobre su entorno
de manera lógica, como es el caso del lenguaje matemático o informático, a través del
cual se lleva a cabo la transmisión de datos. (p.13)

Para poder establecer la noción de lenguaje se necesita comprender las perspectivas de


distintos autores y así poder representarlo, sabemos que se trata o se puede concebir como la
manifestación de ideas, pensamientos o sentimientos a alguien más, en este caso a un grupo
social.
De igual manera, debemos conocer y estar abiertos a las nociones que pueden llegar a
presentarse, tales como los comienzos desde la perspectiva de la Lingüística Sistémico
Funcional. Ahora bien, Halliday propone y afirma que el lenguaje posee dos niveles, el primer
nivel es una visión filosófico-lógica, donde la lingüística se ve desde la filosofía y la gramática
forma parte de la lógica; mientras que la visión descriptivo- etnográfica la lingüística se ve desde
la perspectiva de la antropología y la gramática forma parte de la cultura (Ghio. E., Lukin, A. y
Navarro, F., 2017).

El lenguaje ha servido como un medio para compartir conocimiento entre comunidades;


siendo más específicos, ha tenido un gran impacto en el área de ciencias y humanidades, donde
el medio principal para compartir los descubrimientos y avances, ha sido el discurso, pero tal y
como el lenguaje, el discurso posee distintas perspectivas.

Definir el concepto de literacidad ha sido un tema de debate muy amplio, pero si se busca
una definición general, se entiende por la castellanización de la palabra inglesa Literacy, que por
muchos años se tradujo al español como alfabetización, es decir, el aprendizaje del código
(Montes y López, 2017). Barton y Hamilton (2004) definen la literacidad como una práctica
social del lenguaje, es decir el uso de la lectura y escritura en una comunidad discursiva.

Ahora hablemos desde la perspectiva de Cassany y Morales (2008), que plantean la


literacidad como el aprendizaje de la lectura y escritura en textos académicos. Los autores
recalcan que el aprendizaje y proceso de la literacidad requiere de acompañamiento, práctica y
esfuerzo para llevarse a cabo, pues no se trata de una práctica vernácula, si no de una práctica
académica que se aprende principalmente en una institución.

La enseñanza de la lectura y escritura se ha enseñado desde hace décadas, y con el paso


del tiempo se han adaptado métodos de enseñanza de acuerdo a las necesidades de los
estudiantes, el entorno donde se encuentran y la efectividad del uso de los métodos. Las prácticas
letradas se han llevado a cabo en distintas áreas de estudio, pero especialmente en el área de
humanidades se han observado características particulares que la definen, es así como
nombramos literacidad académica. Podremos conceptualizar a la literacidad académica como las
maneras en que utilizamos el lenguaje en un contexto académico.
Agregando a lo anterior, la literacidad en el ámbito académico juega un papel de suma
importancia, pues nos ayuda a comprender como es que se usa la lectura y escritura en las
comunidades discursivas; tomando como ejemplo, aquellos que estudian ciencias sociales es
común que en su comunidad se escriban ensayos, reseñas, resúmenes, tesis, de esta forma las
comunidades se distinguen por los participantes, las prácticas sociales que hacen y a esto lo
podemos definir como literacidad académica.

Como afirma Cassany y Morales (2008), la literacidad tiene como objetivo la


observación del proceso de adquisición de las prácticas letradas, haciendo énfasis que se necesita
acompañamiento, práctica y esfuerzo para así poder cumplir con los objetivos del desarrollo de
los productos de cada comunidad. Sabemos que la literacidad académica es una práctica que se
sitúa en un contexto social específico, especialmente en la educación superior, donde se realiza
investigación científica en las comunidades y se realizan prácticas específicas de la comunidad
(Carlino, 2005).

Sin embargo, se ha tenido un sin fin de debates sobre la literacidad académica y cual es
su propósito, pues se ha observado que, al entrar al medio superior, es decir la universidad, se
contemplan problemas de redacción, identificación de los géneros que se trabajan en la
comunidad, nominalización, etc., ya que, antes de ser parte de la comunidad los estudiantes no
han trabajado específicamente con géneros del área que ahora pertenecen, por esa razón se
espera que durante la enseñanza y acompañamiento, se mejore la producción y los nuevos
miembros de la comunidad sea apropien de nuevos conocimientos capaces de reproducir e
identificar con la ayuda de los docentes.

I.II Alfabetización académica

Hablar de alfabetización académica puede llegar a ser confundido con la definición de


literacidad, previamente vista, pero debemos señalar que se trata de dos conceptos distintos en su
totalidad, pero con cierta relación entre sí; la alfabetización se define como el conjunto de
estrategias necesarias para participar en la cultura discursiva de las disciplinas, así como en las
actividades de producción y análisis de textos requeridos para aprender en la universidad. La
alfabetización académica tiene como propósito orientar a los miembros de una comunidad
científica y/o profesional a ser capaz de poder producir los géneros que caracterizan a la
comunidad a la que pertenece. Dicho con las palabras de Caldera y Bermúdez (2016), la
alfabetización académica se comprende como un conjunto de nociones y estrategias necesarias
para poder ser parte de un grupo discursivo.

Es necesario considerar y aclarar que el concepto de alfabetización y literacidad se han


llegado a considerar como iguales, en general, si se habla de manera general, la alfabetización se
define como la enseñanza de del alfabeto, pero va más allá, se refiere a la enseñanza de los
elementos propios de la comunidad en donde se encuentra el individuo, donde se orienta para
poder producir los elementos de una comunidad, mientras que la literacidad se entiende a las
prácticas discursivas, el uso de la lengua en un ámbito específico, como Montes y López (2017)
la definen, la literacidad es más que lectura y escritura, es una capacidad, pues tiene que ver
también los conocimientos que se tiene sobre la disciplina donde se encuentran los estudiantes,
mientras que la alfabetización es la enseñanza y acompañamiento durante el trayecto de
enseñanza de una comunidad discursiva, y con el objetivo de crear miembros competentes y
capaces de identificar, reproducir, y ser participes de la comunidad con los conocimientos
esperados para poder opinar ante una situación. Agregando a lo anterior, el pertenecer a una
comunidad discursiva debe de dejar en claro que el ser competente para reproducir los géneros
propios de la comunidad es una prioridad, mayormente cuando se entra a la universidad debido a
la demanda de recrear y comunicar conocimiento puede llegar a ser un reto, pues son prácticas
que tienen características particulares dependiendo la comunidad discursiva y que los estudiantes
no las poseen al comienzo, la tarea de la alfabetización es acompañar a los estudiantes en la
adquisición de nuevos conocimientos y brindarles la capacidad de ser miembros de una
comunidad.

Empleando las palabras de Carlino (2003), el concepto de alfabetización académica hace


referencia a los modos de leer y escribir -buscar, adquirir, elaborar y comunicar conocimiento-
son distintos de acuerdo al ámbito y que una vez que se aprenden las prácticas discursivas se
adquieren de por vida. El debate es constante con respecto a la idea que se tiene sobre la
alfabetización de los estudiantes previa al ingreso de la universidad, ya que se piensa que una vez
que se ingresa a la educación superior los estudiantes cuentan con la capacidad de leer y producir
textos propios de la comunidad, pero una vez que los estudiantes comienzan con la reproducción
de los géneros que se solicitan, se cae en cuenta que no cuentan con las habilidades necesarias
para hacer uso de los géneros.

Ciertamente se tiene la idea que una vez que se encuentra en el nivel superior los
estudiantes poseen la capacidad de interpretar el lenguaje escrito, no es hasta que se pide la
reproducción de textos se llegan a observar problemas notables y es cuando el docente retoma la
enseñanza de la escritura y apoya a los estudiantes a mejorar su escritura y se sumerge en la
comunidad discursiva, a esto se le define como alfabetización académica.

I.III Los géneros académicos y su escritura

Inicialmente se conoce que una vez que se inicia el periodo universitario, se comienza a
trabajar con la apropiación de los géneros de la comunidad académica, que nos servirán para
compartir ideas, opiniones, y/o conocimiento. Teniendo en cuenta que Navarro (2010) propone a
los géneros académicos tienen como objetivo reproducir el conocimiento, usualmente hay
características específicas dependiendo de cada comunidad, tales como el vocabulario, el grado
de formalidad, la organización, voz del autor, presentación de las ideas, etc.

Citando a Parodi (2008), el género se compone de 3 dimensiones que lo hacen propio, la


construcción de un género implica una dimensión social, lingüística y cognitiva; también se debe
considerar que los géneros del discurso se apoyan de los modelos de situación y contexto, son
patrones que nos ayudan a la interacción e intercambio de conocimiento a partir de un contexto
específico. Los géneros discursivos sirven como un medio de interacción, pues su finalidad es
crear el diálogo entre los miembros de una comunidad para construir conocimiento. Debemos de
considerar que, dependiendo la comunidad, los géneros cambian; considerando el área de
humanidades se utiliza la reseña, el ensayo, la tesina, entre otros, que nos ayudan a compartir el
conocimiento y las perspectivas de los miembros de la comunidad, pero debemos considerar que
en otras comunidades se puede trabajar otro tipo de género, pero siempre atendiendo a las
necesidades de los participantes y cumpliendo el objetivo.

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