Ideas Taller de Convivencia
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aceptarnos”
2ª Parte: “Los demás también existen y valen la
pena. Los demás son diferentes”
Objetivos
Población diana
Adolescentes.
Duración aproximada
De 45 minutos a 1 hora.
Materiales necesarios
Juego de hojas “Lo importante de ponerse en el lugar del otro” y bolígrafo para
cada participante.
Descripción
De forma individual rellenan las hojas “Lo importante de ponerse en el lugar del
otro” (completan las caras y las frases, siendo lo más descriptivos posible).
Por parejas, eligen distintas situaciones de las hipotéticas presentadas en las
hojas, así como las dos reales del final, y las representan. Al final, cada uno de los
actores dirá cómo cree se debe haber sentido la otra persona.
Población diana
Adolescentes.
Duración aproximada
De 30 a 45 minutos.
Materiales necesarios
Hoja “Aprendiendo a ser tolerante” y bolígrafo para cada participante.
Descripción
Por grupos de 4 a 6 personas, leen las “Historias de Juan, el superpapa, y su
familia” de la hoja “Aprendiendo a ser tolerante”. Deben descubrir posibles
prejuicios y com portamientos intolerantes, y plantear cómo se deberían afrontar
las distintas situaciones aceptando las diferencias.
A continuación, comparten tres situaciones de intolerancia con las que se han
encon trado en la vida real y sugieren propuestas para resolverlas.
Para terminar, ya en gran grupo, se realiza puesta en común de lo trabajado en
los grupos pequeños.
Todo el mundo lo dice: “Juan es un hombre bueno, honrado e íntegro”. Todo un superpapá.
Juan está felizmente casado con María y tiene tres hijos: Joaquín (16 años), Raquel (15 años)
y Manuel (14 años).
Juan es siempre puntual en su trabajo. Bueno..., casi siempre. Algunos lunes se pone
“enfermo”. Sus compañeros le creen, porque Juan es un hombre bueno.
Suena el teléfono. Su cuñado ha tenido un accidente. Juan toma su coche para llegar pronto al
hos pital. ¡Vaya, la salida del garaje se encuentra taponada: una furgoneta se halla
descargando! – Apártese, que tengo prisa, dice Juan.
– No se impaciente, hombre, le responde el conductor de la furgoneta.
– Tengo mucha prisa. Apártese o llamo a la grúa.
– En seguida terminamos, hombre.
Juan llama a la grúa. Multa y todo lo demás. El conductor grita:
– ¡Malaleche, cabrón!
Juan no replica. Juan cree que las normas están para cumplirlas, y son normas para todos.
A Joaquín, el hijo mayor de Juan, no le gusta el futbol ni el baloncesto, prefiere entretenerse
hacien do colecciones y trabajos manuales en casa. En su clase, lo más “in” es ser hincha del
Real Madrid y ver los partidos de la NBA. Un día, en una discusión tonta, un compañero le dice:
“eres un tío raro, no hay quien salga contigo”. Joaquín se siente dolido. Piensa que aunque no
le gusta ir a jugar al fútbol, estaría encantado en quedar con sus compañeros de clase para ir al
cine.
De regreso del trabajo, Juan entra a comprar tabaco. Deja el coche donde puede. ¡Cómo está
la cir culación! Llega por detrás un coche y comienza a sonar el claxon.
– ¡Apártese, hombre, que molesta!
– ¡Un poco de paciencia. que ya voy!, responde Juan.
– Apártese, o llamo a la grúa.
Juan escucha la amenaza. A Juan le duele. Él es un hombre comprensivo con los otros, y le
duele que los otros no sean comprensivos con él.
Manuel, el menor de los hijos de Juan, es llamado “marica” por casi todos los compañeros de
su cla se porque tiene modales que parecen “afeminados” a los demás. Manuel se enfada y
contraataca insultándoles o pegándoles. La cosa empeora. Juan ha sido citado a las siete de la
tarde por el direc tor del colegio del chaval. Son las 19,30 cuando el director le recibe.
– ¿Sabe Ud. qué hora es?
– Sí, las siete y media.
– ¿Cree Ud. que tengo el tiempo para perderlo?
– Discúlpeme, no he podido...
– No valen las disculpas. ¿Qué seriedad enseñan Uds. a los alumnos, si Uds. mismos son los
prime ros que no cumplen?
Para Juan hay que predicar con el ejemplo, incluso en los pequeños detalles.
María, la mujer de Juan, es militante política de un partido de derechas. Hoy en el trabajo,
discute con varios compañeros y uno le suelta: “eres una facha asquerosa”. Ella le responde: “y
tú un comunista ende moniado”. Juan está enojado por la poca tolerancia que hay en algunos
ambientes de trabajo.
¿Cómo se debería afrontar cada situación intolerante del texto aceptando las
diferen cias?
Pasando a la vida real, enumera tres situaciones de intolerancia con las que te
has encontrado en tu entorno cercano y sugiere propuestas para resolverlas: 1.
2.
3.