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De acuerdo con la investigación de Stefanie Gänger, la práctica de la élite del siglo XIX de

exponer en sus mansiones colecciones de piezas precolombinas estaba muy extendida en la


época.

Por ejemplo, la colección de Ana María Centeno que poseía casi un millar de antigüedades era
visitada por viajeros europeos, funcionarios y miembros de la alta sociedad de la época. De
hecho, existía un amplio grupo de personas conformado por hacendados, políticos y
comerciantes que tenían la necesidad de hallar, guardar, exhibir y hablar acerca de sus
colecciones privadas por diferentes razones.

- Ana maría centeno


- Miembros de la alta sociedad

Entre las personas que coleccionaron y eventualmente exhibieron sus colecciones se


encontraban personajes tales como Ana María Centeno Romainville, que comenzó a hacerlo
cuando era niña en 1832, también Francisco Alarcón, Mariano Campos, Martín Concha, la
familia Bennet o José Lucas Caparó. Los objetos que se encontraban en estas colecciones eran
de variados tipos, tales como, ollas de arcilla, platos de metal, túnicas, textiles, incluso,
símbolos incas como la mascaypacha, que había sido despojado de su significado de poder, y
ahora solo era visto como una reliquia y antigüedad.

- Fancisco alarcon
- Mariano campos
- Martin concha, familia Benet
- Mascaypacha objeto inca

Las formas con las que se construyeron estas enormes colecciones que podían llegar a dos
mil piezas como las de Caparó fueron variadas. Se descubrieron muchos objetos de forma
accidental cuando se realizaban trabajos agrícolas, sin embargo, a mediados del siglo XIX
fueron cada vez más frecuentes las excavaciones intencionales. Muchos de los coleccionistas
rara vez mencionan la fuente de su hallazgo, pero algunos indican que lo extrajeron de
"huacas".

- Caparó
- Excavaciones

Es decir, el huaqueo que todos conocemos. Asimismo, otros coleccionistas conseguían estas
piezas porque excavaban en sus propias tierras con la participación de los campesinos
quienes trabajaban para ellos. También, algunos catálogos documentan la compra de
artefactos a campesinos, muchos de los cuales los habían recogido de huacas, generando un
mercado de estas piezas con la asistencia y connivencia de las élites, quienes eran los
compradores por excelencia.

- Coleccionistas y campesinos excavando

Así como hoy, en el pasado también todos estos objetos finalmente fueron usados como
formas de capitalización. A la muerte de Ana María Centeno, sus hijos decidieron vender en
1887 las piezas precolombinas al Museo Etnológico de Berlín.

- Museo etnologico de berlin


Como concluye Gänger, los símbolos incaicos fueron convertidos en mercancías desde el
momento mismo de la conquista española. Los primeros contactos que se establecieron con
la cultura material andino coincidió con el saqueo y la constatación que las tumbas escondían
tesoros que aprovechar. Esto desencadenó una búsqueda que prosiguió hasta el siglo XIX y
mucho después.

- Símbolos incaicos fueron mercancía


- Conquista española

De esta forma, el huaqueo tan asociado a las prácticas ilegales de los sectores populares en
parte también ha sido alentada y protagonizada por la élite del país, que blanquearon la
forma en cómo construyeron sus colecciones particulares. Asimismo, esto también está
relacionado con el racismo presentado en la academia de la época. Por ejemplo, Caparó
justificó su coleccionismo bajo el hecho que pretendía hacer un trabajo científico, histórico y
arqueológico con el objetivo de que las piezas expresen su verdadero significado, y dejar de
lado los usos y términos del "vulgo ignorante", que no conocía el valor de esos objetos.

- Caparó

El huaqueo es una práctica

Desde el siglo XIX, la élite peruana y sectores académicos coleccionaban piezas precolombinas
obtenidas a menudo por el huaqueo. Así, los objetos incaicos perdían su valor cultural para
convertirse en mercancías.

Coméntanos, ¿conocías esta práctica ilegal?, ¿cuál es tu opinión? Te leemos.

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