RESUMEN_SAPAG[1] (1)
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El proyecto surge como respuesta a la necesidad de resolver un problema, como la sustitución de tecnología
obsoleta o el abandono de una línea de productos, o para aprovechar una oportunidad de negocio, como cubrir la
demanda insatisfecha o sustituir importaciones costosas. Por ello, el proyecto debe evaluarse en términos de su
conveniencia, lo que garantiza que la solución propuesta sea eficiente, segura y rentable, permitiendo la asignación
racional de recursos para la alternativa mas viable.
En una primera etapa se preparará el proyecto, es decir, se determinará la magnitud de sus inversiones, costos y
beneficios. En una segunda etapa, se evaluará el proyecto, en otras palabras, se medirá la rentabilidad de la
inversión. Ambas etapas constituyen lo que se conoce como la pre inversión.
En el éxito o fracaso de un proyecto influyen múltiples factores técnicos, como cambios tecnológicos. La
inestabilidad política o económica también pueden afectar los resultados del proyecto. Restricciones comerciales no
previstas o modificaciones en las barreras arancelarias pueden hacer inestable un proyecto inicialmente viable. Los
cambios socioculturales pueden modificar la demanda de productos, lo que impacta en los flujos futuros. La
evaluación y preparación técnica de los proyectos es crucial para reducir la incertidumbre y ajustar a los cambios del
entorno.
La toma de decisiones en proyectos empresariales implica el análisis de diversos factores y niveles de apoyo técnico.
Aunque no existe un mecanismo rígido para la toma de decisiones, es fundamental que estas se basen en
antecedentes concretos que minimicen la incertidumbre y el riego asociado. La evaluación de proyectos es el
proceso mediante el cual se analizan las ventajas y desventajas de asignar recursos a una idea, con el objetivo de
tomar decisiones informadas y reducir los riesgos inherentes a la ejecución de un proyecto.
Según el objetivo o la finalidad del estudio, es decir, de acuerdo con lo que se espera medir, es posible identificar
tres tipos de proyectos que obligan a conocer tres formas de obtener los flujos de caja para lograr el resultado
deseado:
- Estudios para medir la rentabilidad del proyecto, del total de la inversión, independientemente de donde
provengan los fondos.
- Estudios para medir la rentabilidad de los recursos propios invertidos.
- Estudios para medir la capacidad del propio proyecto para enfrentar los compromisos de pago asumidos en
un eventual endeudamiento para su realización.
El evaluador debe diferenciar entre la rentabilidad del proyecto y la del inversionista. La primera mide el negocio en
general, mientras que la segunda evaluar los recursos propios del inversionista. Aunque hay diferencias entre
proyectos para empresas en marcha y nuevos negocios, los conceptos básicos de evaluación son los mismos.
Según la finalidad o el objeto de la inversión, es decir, del objetivo de la asignación de recursos va desde crear
nuevos negocios o empresas y proyectos que buscan evaluar un cambio, mejora o modernización. En los nuevos
negocios, la evaluación analiza todos los costos y beneficios asociados con la inversión, mientras que en las mejoras
de empresas existentes solo se consideran los aspectos relevantes para la decisión.
LA EVALUACIÓN DE PROYECTOS
La evaluación de proyectos implica estimar variables como precios, demanda, tecnología y políticas económicas a lo
largo de un periodo. Los evaluadores deben tomar decisiones sobre aspectos como insumos, tecnología, localización
y financiamiento. Aunque puede haber diferentes criterios y supuestos de evaluación, lo clave es que estén basados
en la realidad del proyecto. La valoración adecuada de beneficios y la claridad en los objetivos de la evaluación son
esenciales. Los proyectos pueden tener enfoque privados o sociales, y su viabilidad dependen del contexto
económico e institucional del país.
Socialmente la técnica de la evaluación de proyectos busca medir el impacto que una determinada inversión tendrá
sobre el bienestar de la comunidad. Por medio de la evaluación social se intenta cuantificar los costos y beneficios
sociales directos, indirectos e intangibles, además de las externalidades que el proyecto pueda generar.
La planificación constituye un proceso mediador entre el futuro y el presente. El mañana nos afecta hoy, porque es
hoy cuando podemos decidir hacer algo para estar en condiciones de aprovechar las oportunidades del mañana. Es
por ello que en todo proyecto debe planificarse el futuro, para así poder determinar tanto las variables susceptibles
de ser medidas numéricamente, como aquéllas de carácter cualitativo de indudable incidencia en el
comportamiento del proyecto en el tiempo.
La puesta en marcha de los programas definidos se realiza mediante la elaboración de proyectos, los cuales deberán
prepararse y evaluarse para ulteriormente aprobarse o rechazarse en función de su viabilidad económica y del
cumplimiento de los objetivos establecidos en el programa.
El proyecto no puede entenderse como un objetivo en sí mismo; por el contrario, sólo será un medio para alcanzar
los objetivos generales sobre los cuales se elaboró tanto el plan de desarrollo como el diseño de estrategias de
solución de los problemas sectoriales.
El preparador y evaluador de proyectos tiene que ser neutral respecto a las políticas de contexto que se dan en un
momento determinado, independientemente de cuál sea su posición frente a ellas.
CAPITULO 2: EL PROCESO DE PREPARACION Y EVALUACION DE PROYECTOS
ALCANCE DEL ESTUDIO DE PROYECTOS
Si bien toda decisión de inversión debe responder a un estudio previo de las ventajas y desventajas asociadas con su
implementación, la profundidad con que este se realice dependerá de lo que aconseje cada proyecto en particular.
son varios los estudios particulares que deben realizarse para evaluar un proyecto: los de la viabilidad comercial,
técnica, legal, organizacional, de impacto ambiental y financiera –si se trata de un inversionista privado– o
económica –si se trata de evaluar el impacto en la estructura económica del país–.
- Estudio de viabilidad comercial: Evalúa si el mercado es o no sensible al bien y la aceptabilidad que tendría
en su consumo, pudiendo determinar la postergación o el rechazo de un proyecto. Normalmente se incluye
en el estudio financiero.
- Estudio de viabilidad técnica: Evalúa si es posible producir el bien o servicio considerando aspectos
materiales, fiscos o químicos. Es fundamental aprobar técnicamente un proyecto para garantizar su
capacidad de producción, incluso antes de analizar su rentabilidad económica.
- Estudio legal: Restricciones de carácter legal que impediría su funcionamiento en los términos que se
pudiera haber previsto, haciendo no recomendable su ejecución.
- Estudio de viabilidad organizacional: Evalúa si existe la capacidad administrativa y estructural necesaria para
implementar un proyecto. Aunque a menudo se le da poca atención, es crucial para evitar el fracaso.
Además, permite identificar posibles inconsistencias en la gestión que podrían afectar el éxito del proyecto.
- Estudio de viabilidad financiera: Determina su aprobación o rechazo. Este mide la rentabilidad que retorna
la inversión, todo medido con bases monetarias.
- Estudio de viabilidad ambiental: Posibles impactos ambientales, importancia, riesgos y medios para
mitigarlos, lo cual conlleva efectos económicos que dichas consideraciones introducen en un proyecto.
La etapa de idea, se basa en una gestión orientaba a identificar problemas y oportunidades de negocio
sistemáticamente. Las ideas de proyecto surgen como soluciones a problemas, como reemplazar maquinaria o
aprovechar materiales de desecho. Así, la generación de ideas se fundamente en un diagnostico que considera
diversas alternativas.
En la etapa de pre inversión se realizan tres estudios de viabilidad: perfil, pre-factibilidad y factibilidad. El estudio de
perfil ofrece estimaciones globales sobre inversiones y costos, analizando la situación sin el proyecto para evaluar si
debe ser abandonado antes de invertir recursos significativos. SU objetivo es identificar razones para descartar ideas
de proyectos.
El estudio de pre-factibilidad profundiza en la investigación usando información secundaria para estimar variables
clave como el mercado, opciones técnicas y capacidad financiera. A pesar de que se descarten soluciones menos
viables, este estudio aún se basa en datos no demostrativos y busca seleccionar las alternativas más prometedoras.
En la etapa de factibilidad, es un análisis detallado que se realiza antes de iniciar un proyecto. Su objetivo principal
es determinar si el proyecto es viable desde el punto de vista económico y financiero. Este estudio se basa en
información precisa y cuantitativa, y se divide en dos etapas, formulación y evaluación. La primera etapa define las
características del proyecto, mientras que la segunda calcula su rentabilidad. El estudio de factiblidad es crucial para
tomar decisiones de inversión informadas y reducir riesgos.
En la etapa de formulación y preparación se reconocen, a su vez, dos subetapas: una que se caracteriza por recopilar
información (o crear la no existente), y otra que se encarga de sistematizar, en términos monetarios, la información
disponible. Esta sistematización se traduce en la construcción de un flujo de caja proyectado, que servirá de base
para la valuación del proyecto.
- Flujo de caja de la inversión total: Mide la rentabilidad de toda la inversión, sin importar su origen (capital
propio o deuda).
- Flujo de caja del inversionista: Mide la rentabilidad especifica de los recursos aportados por el inversionista.
- Flujo de caja de la deuda: Evalua la capacidad del proyecto para cumplir con las obligaciones de deuda.
El estudio técnico es una pieza fundamental en la evaluación de la viabilidad de un proyecto, ya que proporciona la
información necesaria para cuantificar las inversiones y los costos de operación relacionados con la producción.
- Definir el proceso productivo optimo: Se busca identificar el proceso que maximice la eficiencia en el uso de
recursos y minimice los costos.
- Determinar los requerimientos de inversión: Se calculan las inversiones necesarias en quipos,
infraestructura y capital de trabajo.
- Cuantificar los costos de operación: Se estiman los costos de mano de obra, materias primas,
mantenimiento, energía, etc.
- Dimensionar la planta: Se determina el tamaño y la distribución de la planta, considerando las necesidades
productivas y las normas de seguridad.
El estudio técnico está relacionado con otros estudios, como el de mercado o financiero. La información
proporcionada por este es esencial para:
- Dimensionar la demanda: El estudio de mercado define la demanda del producto, lo que permite
determinar el tamaño óptimo de la planta.
- Calculas los ingresos: Los costos de producción calculados en el estudio técnico son necesarios para
determinar la rentabilidad del proyecto.
- Evaluar la viabilidad financiera: El estudio financiero utiliza la información del estudio técnico para construir
los flujos de caja y evaluar la rentabilidad del proyecto.
EL ESTUDIO DE MERCADO
El estudio de mercado es una parte fundamental en la evaluación de la viabilidad de un proyecto. Este estudio va
más allá de determinar la oferta y la demanda, se introduce en el análisis de factores como la estrategia comercial, la
competencia y las características del consumidor.
- Cuantificar la demanda: Determinar el volumen de ventas que se puede esperar del producto o servicio.
- Identificar a los consumidores: Caracterizar a los clientes actuales y potenciales para diseñar una estrategia
comercial efectiva.
- Analizar la competencia: Evaluar a los competidores y sus estrategias para identificar oportunidades y
amenazas.
- Definir la estrategia comercial: Establecer las políticas de precios, distribución, promoción y venta.
EL ESTUDIO ORGANIZACIONAL-ADMISNTRATIVO-LEGAL
Si bien el estudio de mercado y los aspectos técnicos suelen acaparar la atención, la forma en que se estructura y se
gestiona un proyecto puede tener un impacto significativo en su viabilidad y rentabilidad. La importancia de
considerar estos factores es:
- Estructura organizativa: Definir la estructura mas adecuada para el proyecto permite determinar las
necesidades de personal y los costos asociados.
- Procedimientos administrativos: Establecer procedimientos eficientes para las operaciones diarias, como
contabilidad, gestión de personal y compras, optimiza los recursos y reduce costos.
- Sistemas de información: Implementar sistemas de información adecuados facilita la toma de decisiones y
mejora la gestión del proyecto.
- Subcontratación: Evaluar las ventajas y desventajas de subcontratar ciertas actividades para reducir costos y
mejorar la eficiencia.
- Localización: Considerar los aspectos legales y regulatorios que pueden influir en la elección de la ubicación
del proyecto.
- Aspectos tributarios: Analizar las implicaciones discales del proyecto y buscar incentivos fiscales.
La omisión de estos factores puede llevar a subestimar los costos reales del proyecto, lo que puede comprometer su
rentabilidad, como los son los costos de personal, de infraestructura, legales y de cumplimiento (normas y
regulaciones).
EL ESTUDIO FINANCIERO
El estudio financiero constituye la etapa final en el análisis de la viabilidad de un proyecto. Su objetivo principal es
evaluar la rentabilidad económica de una iniciativa empresarial. Para ello, se realiza un análisis detallado de los flujos
de caja proyectados durante la vida útil del proyecto. Se compara los ingresos esperados con los egresos previstos
para determinar si la inversión realizada generara un retorno adecuado.
¿Cómo se lleva a cabo? Se recopila y organiza toda la información financiera proveniente de estudios previos, como
el de mercado, técnico y organizacional. Esta información se utiliza para construir proyecciones financieras
detalladas.
Luego, se elaboran estados financieros proyectados, como el estado de resultados y el flujo de efectivo. Estos
estados muestran, de manera detallada, los ingresos, costos y gastos que se espera generar durante la vida útil del
proyecto.
Una vez realizada las proyecciones financieras, se procede a evaluar la rentabilidad del proyecto. Para ello, se utiliza
la evaluación económica de el Valor Actual Neto (VAN) y la Tasa Interna de Retorno (TIR). Esto nos permite
determinar si el proyecto genera valor para los inversores y si la tasa de retorno es superior al costo de capital.
Dado que las proyecciones financieras están sujetas a incertidumbre, es fundamental realizar un análisis de
sensibilidad. Este análisis permite evaluar cómo se verían afectados los resultados del proyecto ante variaciones en
las variables claves.
El estudio financiero debe considerar otros aspectos como, el financiamiento (capital propio o deuda), el horizonte
de tiempo y los aspectos cualitativos (reputación, innovación del proyecto, impacto social y ambiental).
La integración de las normas ISO 14000 en la evaluación de proyectos es fundamental para garantizar un desarrollo
sostenible. Al considerar los impactos ambientales desde el inicio de un proyecto, se pueden tomar decisiones
informadas y reducir los riesgos asociados a problemas ambientales. Además, se puede mejorar la reputación de la
empresa y aumentar si competitividad de un mercado cada vez más exigente en términos de sostenibilidad.
- Enfoque en el ciclo de vida: Considerar el impacto ambiental a lo largo de todo el ciclo de vida del producto,
desde la obtención de MP hasta la disposición final.
- Prevención y mejora continua: Importancia de prevenir y mitigar los impactos ambientales, así como de
implementar sistemas de gestión ambiental que permitan la mejora continua.
- Costos ambientales: Toda prevención o mitigación conlleva costos.
- Externalidades ambientales: Costos y/o beneficios que afectan a terceros y no se reflejan en los precios de
mercado.
- Valoración contingente: Busca determinar cuánto estarían dispuestos a pagar los individuos por un bien
ambiental o por evitar un daño ambiental.
- Costo evitado: Calcula el costo de evitar un daño ambiental y lo incorpora como un beneficio del proyecto.
- Precios hedónicos: Analiza como los atributos ambientales de un bien influyen en su precio de mercado.
Es importante destacar que no solo se enfoca en los aspectos ambientales, sino también en los sociales y
económicos. Se busca lograr un equilibrio entre el desarrollo económico y la protección del medio ambiente.
CAPITULO 3: ESTRUCTURA ECONOMICA DEL MERCADO
ESTRUCTURA DEL MERCADO
- Competencia perfecta: Muchos compradores y vendedores, productos homogéneos, sin poder de mercado
y con libre entrada y salida.
- Monopolio: Un único proveedor vende un producto sin sustitutos, con altas barreras de entrada.
- Competencia monopólica: Varios emprendedores de productos diferenciados, con fácil entrada y salida en
el largo plazo.
- Oligopolio: Pocos vendedores que ofrecen productos homogéneos o diferenciados, con dificultades para
entrar o salir, y con cierto poder de mercado.
LA DEMANDA DE UN PRODUCTO
El análisis de la demanda es crucial en el estudio de proyectos, ya que influye en los resultados del negocio. La
cantidad demandada de un producto depende del precio, ingreso de los consumidores, precio de bienes sustitutos o
complementarios, y preferencias del consumidor. Generalmente, al bajar el precio, la demanda aumenta, esto se
relaciona inversamente. Entender la elasticidad de la demanda (como la cantidad demandada reacciona ante
cambios de precio) es fundamental para evaluar la viabilidad del proyecto.
Cuando se analiza la elasticidad de la demanda, se puede cuantificar como cambian las cantidades demandadas con
variación en el precio. Cuando la elasticidad es mayor a 1, se considera elástica, si es igual a 1 es unitaria y si es
menor a 1 es inelástica.
Los bienes complementarios, muestras como el consumo de uno afecta al otro. Los bienes independientes no
afectan su demanda entre sí.
El comportamiento de los consumidores no siempre sigue la teoría económica tradicional. Factores sociales y
tendencias pueden influir en cómo se compra y consume. Por lo tanto, el analista de proyectos debe considerar no
solo la demanda actual, sino también las tendencias y preferencias de los consumidores para proyectar la demanda
futura.
En los mercados reales, existen imperfecciones que permiten a las empresas obtener ganancias extraordinarias,
debido a barreras de entrada que impiden la competencia. Esta situación provoca una ineficiente asignación de
recursos y una perdida de bienestar social. Los monopolios naturales, pueden elevar las tarifas afectando la
población, por lo que los organismos reguladores fomenten la eficiencia en estas empresas.
El Outsourcing se ha vuelto común en empresas grandes, permitiendo la externalización de funciones a terceros. Sin
embargo, esta estrategia no siempre garantiza una mayor eficiencia y debe ser respaldada por estudios técnicos que
analicen el impacto de la externalización. La tarifa del contratista también debe determinarse usando el criterio
marginalista.
A partir del modelo de eficiencia, se pueden evaluar bases de licitación para externalizar tareas internas,
garantizando una distribución optima de recursos. Los contratos resultantes de estos procesos deben especificar
claramente las responsabilidades y derechos entre la empresa y los contratistas, asegurando una colaboración
efectiva.
LA OFERTA
La oferta se refiere a la cantidad que los vendedores estas dispuestos a ofrecer a distintos precios. El equilibrio del
mercado se alcanza cuando la cantidad ofrecida se iguala a la demandada. Sin embargo, diversos factores pueden
influir en la oferta, como el costo de insumos, avances tecnológicos y condiciones climáticas.
La inclusión de costos implícitos y de oportunidad es crucial para evaluar la rentabilidad real. Con el tiempo, el
ingreso de nuevas empresas puede incrementar la oferta en el mercado, reduciendo los precios y, en consecuencia,
los beneficios económicos extraordinarios. Por ello, un análisis exhaustivo de la oferta y sus dinámicas es esencial
para le evaluación de proyectos de inversión, considerando factores como la capacidad instalada, calidad de
productos y canales de distribución.
CAPITULO 4: EL ESTUDIO DE MERCADO
El estudio de mercado es crucial en la preparación de un proyecto, ya que no solo se trata de entender al
consumidor, sino también de analiza a los proveedores, competidores y canales de distribución. Este análisis debe
enfocarce en proporcionar información relevante sobre ingresos y egresos, sin profundizar en detalles innecesarios
que no aporten al objetivo principal.
Un enfoque general para el estudio de mercado incluye un análisis histórico para establecer relaciones de causa-
efecto, un estudio de la situación actual y proyecciones para el futuro tanto con como sin el proyecto. Es esencial
entender los hábitos de compra y la motivación del consumidor, así como su capacidad de gasto.
En cuanto a la estrategia comercial, las variables claves son producto, precio, canales de distribución y promoción. Si
bien algunas decisiones pueden simplificarse mediante cotizaciones, el precio es fundamental, ya que debe alinearse
con lo que los consumidores están dispuestos a pagar, los precios de la competencia y los márgenes de los
distribuidores. Esto asegurara la viabilidad del proyecto en el mercado.
- Cualitativas: Se basan en opiniones de expertos y son útiles cuando no se dispone de datos cuantitativos o
cuando se anticipan cambios significativos en el comportamiento de la variable a proyectar. Ejemplos
incluyen el método Delphi, la investigación de mercados y el consenso de panel.
- Causales: Utilizan datos históricos para proyectar el futuro bajo el supuesto de que las condiciones que
afectaron el pasado se mantendrán. Entre los métodos causales están el modelo de regresión, el modelo
econométrico y el modelo de insumo-producto.
- Series de tiempo: Se basan en la suposición de que el comportamiento futuro puede predecir a partir de
datos históricos. Sin embargo, estos modelos pierden precisión si hay cambios significativos en las
condiciones externas, como avances tecnológicos o cambios económicos. Los ejemplos analizados incluyen
el método de promedios móviles y el de suavización exponencial.
Dentro de los métodos de muestreo, estos se dividen en probabilísticos, permiten inferencias más rigurosas, y los no
probabilísticos, son útiles en situaciones donde le acceso a la información es limitado. Se destaca la importancia de
ajustar los modelos a los cambios del entorno para mejorar la precisión del pronóstico.
La combinación de técnicas cualitativas y cuantitativas es clave para mejorar la robustez de los pronósticos,
especialmente en contextos de alta incertidumbre. Además, la integración de métodos más avanzados como el
análisis de Big Data y la Inteligencia Artificial podría complementar las técnicas tradicionales, ofreciendo una mayor
capacidad de adaptación a entornos dinámicos y cambiantes.
CAPITULO 6: ESTIMACIÓN DE COSTOS
INFORMACION DE COSTOS PARA LA TOMA DE DECISIONES
Al tomar decisiones empresariales, es fundamental contar con información financiera precisa y relevante. Los costos
juegan un papel crucial en este proceso, y es importante distinguir entre los contables y no contables.
Los costos contables son aquellos que se registran en los estados financieros de acuerdo con las normas contables
establecidas. Son tangibles, se pueden medir en términos monetarios y se relacionan con transacciones comerciales.
Son históricos porque reflejan los costos incurrido en el pasado. Su objetivo es satisfacer los requisitos legales y
tributarios, así como proporcionar información para la gestión financiera general de la empresa. En ciertos casos
reflejan el impacto real de una decisión, pueden no considerar factores relevantes como los costos de oportunidad o
los costos futuros. Pueden ser irrelevantes para ciertas decisiones, por ejemplo, los costos hundidos (costos que han
sido incurridos en el pasado y que no pueden ser recuperados) no deben influir en decisiones futuras.
Los costos no contables son aquellos que no se registran en los estados financieros tradicionales, pero son
relevantes para la toma de decisiones. Tienen como objetivo proporcionar información adicional para evaluar
alternativas y tomar decisiones estratégicas. Son intangibles y futuribles. Ejemplo de estos son los costos de
oportunidad, hundidos y externos.
Los costos no contables son una herramienta esencial para tomar decisiones acertadas en los negocios. A diferencia
de los costos contables, que se registran en los estados financieros, los costos no contables nos permiten tener una
visión más completa de las implicaciones de nuestras decisiones. Al considerar factores como el costo de
oportunidad o los impactos a largo plazo, podemos evaluar diferentes alternativas y elegir la que mejor se adapte a
nuestros objetivos. En resumen, los costos no contables son una guía invaluable para tomar decisiones estratégicas y
alcanzar el éxito en nuestros negocios.
COSTOS DIFERENCIALES
La toma de decisión en costos implica considerar los costos diferenciales, que son aquellos que representan el
cambio en los costos totales al implementar diferentes alternativas en comparación con una situación base. Estos
costos se utilizan para evaluar si una acción especifica, como aceptar un pedido adicional, es financieramente viable.
Al analizar n pedido especial, solo se debe considerar los costos variables de producción como costos diferenciales,
ya que los costos fijos permanecerán constantes y no son relevantes para la decisión. Los gastos de venta y
administrativos, que son fijos, se excluyen del análisis.
Se debe tener en cuanta el impacto impositivo que podría surgir de aceptar un pedido extra, evaluando el amento en
el impuesto sobre las ganancias. Es importante destacar que los costos diferenciales no son necesariamente lo
mismo que los costos variables, ya que los primeros se refieren a cambios específicos entre alternativas, mientras
que los segundos se relacionan con el volumen de producción.
COSTOS FUTUROS
Las decisiones presentes impactan los resultados futuros, y los costos históricos son irrelevantes en este contexto
porque ya se han incurrido y no se pueden recuperar. Por ejemplo, al adquirir un activo fijo, el costo ya es inevitable,
por lo que no influye en decisiones futuras. Es crucial no confundir el costo histórico con el valor de un activo que
aun puede ser relevante, como en la venta o arrendamiento de un bien.
A menudo, los inversionistas se ven atrapados por la “falacia del costo hundido”, continuando en proyectos debió a
inversiones pasadas, en lugar de enfocarse en minimizar las perdidas. A veces podrían incluso decidir abandonar
negocios que, aunque no son rentables, permitirían reducir perdidas si se mantienen. La clave es evaluar siempre las
opciones futuras sin dejarse influir por costos irrecuperables.
Cuando se evalúa el reemplazo, es crucial determinar las ventajas económicas diferenciales del nuevo equipo frente
al antiguo, asegurándose de que los ahorros operativos cubran la inversión adicional y generen un retorno
razonable. Los costos fijos y los ingresos constantes se excluyen del cálculo, enfocándose en los ahorros de costos
variables.
Además, se deben considerar el valor residual del equipo viajo al momento del reemplazo y el valor del nuevo al final
del periodo de evaluación. Con toda esa información, se procede a calcular el Valor Actual Neto (VAN) y la tasa
Interna de Retorno (TIR) para tomar una decisión informada sobre la sustitución.
Las inversiones buscan generalmente aumentar la capacidad productiva para enfrentar la expansión del mercado o
ingresar a nuevos segmentos. Este análisis debe basarse en estimaciones del mercado potencial, considerando
precio y volumen de ventas para proyectar los ingresos esperados.
El impacto en los gastos variables unitarios dependerá de si la sustitución mejora el rendimiento técnico. Si se logra,
los costos directos disminuirán, de lo contrario, se mantendrán constantes. Además, un incremento significativo en
la capacidad puede llevar a un aumento en los costos fijos, lo que se vuelve relevante para la decisión.
Por lo tanto, al determinar los ingresos diferenciales y las variaciones en los costos asociados a la sustitución, se
puede elaborar un flujo de caja relevante que, actualizado, se compara con la inversión adicional ajustada por el
valor residuo del equipo antiguo. Esto permitirá tomar una decisión informada sobre la viabilidad del reemplazo.
El análisis de costos relevantes es fundamental para la toma de decisiones, pero es necesario identificar cuales
costsos son pertinentes para cada proyecto. Aunque se pueden clasificar genéricamente ciertos costos, es el examen
detallado de los que impactan la decisión lo que permite una catalogación adecuada.
Se recomienda establecer funciones de costos para cada alternativa y compararlas para eliminar aquellos costos
inaplicables. Entre los costos prioritarios a considerar se incluyen variaciones en materia prima, salarios, necesidades
se supervisión, combustible, volumen de producción, desperdicios, valores de adquisición y residual, así como
impuestos y mantenimiento.
Además, es crucial tener en cuenta el costo de oportunidad, aunque es complejo de cuantificar, es esencial para una
toma de decisión informada. Todos estos costos deben analizarse en términos reales, incorporando el factor tiempo,
para evaluar correctamente la rentabilidad de las alternativas mediante un flujo proyectado.
COSTOS SEPULTADOS
Son aquellos compromisos de pago adquiridos en el pasado que, aunque impliquen desembolsos futuros, son
irrelevantes para la toma de decisiones actuales. Este tipo de costo, al ser inevitable, no afecta la evaluación de
nuevas alternativas.
Sin embargo, si hay una opción de modificar la modalidad de pago que no se aplique a todas las alternativas,
entonces puede volverse relevante, ya que su variabilidad puede afectar el valor del dinero en el tiempo. Los costos
sepultados pueden ser tanto fijos como variables, pero su naturaleza como costos irrecuperables los hace
inapropiados para influir en decisiones futuras.
El análisis de costos pertinentes es esencial en decisiones de fabricación, como optar por fabricar o comprar,
seleccionar la combinación optima de producción y minimizar la inversión en inventarios. Aunque la decisión de
fabricar puede parecer sencilla, requiere considerar inversiones en capital y estimaciones de costos futuros, además
de los beneficios de utilizar espacios existentes.
La selección de la combinación optima de producción tiende a ser menos compleja centrándose en el margen de
contribución, pero no se deben ignorar los costos fijos que pueden variar con diferentes combinaciones. En cuando a
la gestión de inventarios, es crucial estudiar los costos variables relacionados con el lote de compra y los costos de
mantenimiento, así como considerar el costo de oportunidad de capital invertido en inventarios.
Generalmente, un pequeño porcentaje de artículos puede representar una gran parte de la inversión total, lo que
sugiere que el análisis de costos pertinentes debe enfocarse en esos ítems de mayor valor para una gestión eficiente.
En el corto plazo, una nueva empresa enfrentara costos fijos y variables. Los costos fijos, como el arriendo y algunas
remuneraciones, se mantienen constantes sin importar el nivel de producción, mientras que los costos variables,
como materias primas y mano de obra, fluctúan con la cantidad producida. La suma de ambos costos constituye el
costo total del periodo.
Con la información de los costos fijos y variables, se pueden derivar funciones de costos unitario:
- Costo fijo medio (CFMe): se calcula dividiendo los costos fijos totales por el nivel de producción (Q)
- Costo variable medio (CVMe): se obtiene dividiendo los costos variables totales por la producción.
- Costo medio total (CMeT): es la suma de CFMe y CVMe, o se calcula dividiendo el costo total entre la
producción.
- Costo marginal (CMg): representa la variación en los costos totales ante un cambio unitario en la
producción.
La relación entre estos costos muestra que, al inicio, los costos variables medios y totales disminuyen, pero
eventualmente aumentan debido a las economías de escala hasta un punto y luego a las des economías de escala.
Los costos fijos totales permanecen constantes, y los costos variables totales aumentan a medida que se incrementa
la producción.
La diferencia entre CMeT y CVMe es igual a CFMe, lo que resalta la importancia de los costos fijos en la estructura de
costos de la empresa. Este análisis permite a la empresa comprender cómo varían los costos en función de la
producción y tomar decisiones informadas sobre su capacidad y eficiencia.
ANALISIS COSTO-VOLUMEN-UTILIDAD
Este análisis, también conocido como punto de equilibrio, plasma la relación entre costos, ingresos y niveles de
producción. Se utiliza para determinar la cantidad de producción que hace que la utilidad sea cero, utilizando la
formula:
Donde R es la utilidad, p es el precio, q es la cantidad vendida, v es el costo variable unitario y F son los costos fijos
totales.
El apalancamiento operacional (AO) mide como cambian las utilidades ante variaciones en producción y ventas, se
calcula como:
Por ejemplo, con un precio unitario de $100, costos fijos de $30,000 y un costo variable de $40, se obtiene un punto
de equilibrio de 500 unidades. Para lograr una utilidad específica, como $15,000, se suman estos costos a los fijos y
se resuelve nuevamente, resultando en 750 unidades para alcanzar esa utilidad.
Además, el apalancamiento operativo es mayor cuando mas se aleje la producción del punto de equilibrio, y se
relaciona con el margen de contribución, que indica cuando contribuye cada unida vendida a cubrir los costos fijos y
generar utilidades.
COSTOS CONTABLES
La normativa de depreciación varia entre países, y es esencial que el preparador del proyecto se familiarice con ella.
La depreciación se aplica a activos fijos, mientras la amortización se refiere a activos intangibles, como el software.
Cuando se vende un activo, se debe calcular la utilidad contable restando el valor de libro del precio de venta, esto
también afecta el flujo de caja, ya que se deben considerar impuestos sobre la venta.
El efecto tributario también se refleja en las variaciones de costos. Si los costos aumentan, esto puede llevar a una
menor utilidad y, por lo tanto, a un menor impuesto a pagar. Además, los costos de la deuda son deducible de
impuestos, lo que puede tener un impacto positivo en el fujo de caja. Al financiar un proyecto con deuda, los
intereses pagados se consideran gastos y reducen la utilidad imponible.
El tratamiento del IVA en la evaluación de proyectos es crucial y puede variar según las disponibilidades legales de
cada país. Generalmente, el IA se considera un flujo neutro, ya que la empresa actúa como intermediaria entre el
estado y el consumidor. Por ejemplo, al comprar materia prima y vender productos, la empresa pagara IVA por sus
compras y cobrar IVA por sus ventas, resultando en un pago neto al fisco que no debería afectar los flujos del
proyecto.
Sin embargo, hay excepciones, como en empresas no afectas a IVA en sus ventas, donde el IVA pagado se convierte
en un costo disminuye al base imponible. Además, al adquirir activos de gran valor, el IVA debe considerarse como
un gasto efectivo en el momento de la compra, aunque la depreciación del activo se refleje en flujos futuros.
La recuperación del IVA puede tener un impacto en el capital de trabajo, especialmente si hay desfases en la
facturación. En proyectos que requieren activos significativos, como una planta eléctrica, el IVA puede implicar un
desembolso considerable que afectara temporalmente los flujos de caja. Muchos países permiten la devolución del
IVA no recuperado, lo que debe contemplarse en el análisis financiero del proyecto. Así, el efecto financiero del IVA
debe ser considerado, especialmente en términos de capital inmovilizado y costos de oportunidad hasta su
recuperación.
CAPITULO 7: ANTECEDENTES ECONOMICOS DEL ESTUDIO TECNICO
CAPITULO 8: LA DETERMINACION DEL TAMAÑO
CAPITULO 9: DECISIONES DE LOCALIZACION
CAPITULO 10: EFECTOS ECONOMICOS DE LOS ASPECTOS ORGANIZACIONALES
CAPITULO 11: ANTECEDENTES ECONMICOS DEL ESTUDIO LEGAL
CAPITULO 12: LAS INVERSIONES DEL PROYECTO
INVERSIONES PREVIAS A LA PUESTA EN MARCHA
Las inversiones previas a la puesta en marcha de un proyecto se dividen en tres tipos, activos fijos, activos
intangibles, y capital de trabajo.
- Activos fijos: Incluyen bienes tangibles necesarios para la operación, como terrenos, edificios, maquinaria y
servicios de infraestructura. Estos activos se deprecian contablemente, afectando la evaluación del proyecto.
Los terrenos pueden apreciarse o depreciarse según su uso y desarrollo urbano.
- Activos intangibles: Son gastos relacionados con derechos y servicios necesarios para iniciar el proyecto,
como patentes, licencias y gastos de organización. Estos gastos se amortizan y también impactan el flujo de
caja a través de la disminución de la renta imponible.
- Gastos de puesta en marcha: Incluyen desembolsos necesarios para el funcionamiento inicial, como salarios
y publicidad, que deben registrarse en el momento real de ocurrir.
Además, es común incluir un ítem para imprevistos y se considera irrelevante al costo del estudio del proyecto, ya
que este se incurre independientemente de la decisión de avanzar o no. Por último, es esencial elaborar un
calendario de inversiones que detalle los desembolsos y su momento, considerando el costo de capital involucrado.
La inversión en capital de trabajo se refiere a los recursos necesarios en forma de activos corrientes para la
operación normal de un proyecto durante un ciclo productivo especifico. Por ejemplo, en un hotel, además de las
inversiones en edificios y equipos, se necesita capital de trabajo para financiar la operación diaria hasta que se
reciban pagos de los huéspedes. EN una planta de queso, este capital debe cubrir los costos de materia prima y
operación durante el tiempo de producción, comercialización y recuperación de fondos.
El capital de trabajo se considera comúnmente como activos de corto plazo en teoría financiera, pero su
administración es crucial para la inversión. Si una empresa tiene operaciones de $100 con un 50% de ventas al
contado y 50% a crédito, el desembolso inicial de $100 se convierte en una inversión permanente de $150, ya que
incluye cuentas por cobrar y recursos necesarios para mantener la operación.
En la evaluación de proyectos, el capital de trabajo inicial se considera parte de las inversiones a largo plazo, dado
que es necesario para la operación continua. Si se prevén aumentos en el nivel de operación, puede ser necesario
aumentar el capital de trabajo. Además, proyectos estacionales pueden experimentar variaciones en el capital
requerido, con disminuciones consideradas como recuperación de inversión.
Para calcular la inversión en capital de trabajo, existen tres métodos principales: el contable, el del periodo de
desfase y el del déficit acumulado máximo, cada uno con su enfoque especifico para determinar el monto necesario.
METODO CONTABLE
La proyección de los requerimientos de capital de trabajo implica cuantificar la inversión necesaria en los activos
corrientes, considerando que algunos pueden financiarse mediante pasivos de corto plazo permanentes, como
créditos de proveedores. Los rubros claves incluyen:
La inversión en efectivo busca minimizar el costo total, que es la suma de los costos de administración y
de saldos (excesivos o insuficientes). Se supone que los fljos de ingresos y egresos son constantes y la
única razón para mantener efectivo es la demanda de transacciones.
Donde D es la demanda, P es el costo por unidad y S el costo de mantener inventario. La cantidad optima
del pedido, Q*, se determina por:
Ofrecer crédito puede incrementar ventas y utilidades, pero también riesgos de morosidad.
- Crédito de proveedores y préstamos bancarios: Administrados a corto plazo pero considerados a largo
plazo por su naturaleza renovable. Los factores que incluyen la naturaleza del producto, la situación del
vendedor y del comprador, y los descuentos por pronto pago.
Métodos de calculo:
- Para nuevos proyectos, se recomienda usar datos de la industria para estimar el capital de trabajo.
- En proyectos dentro de empresas existentes, se puede mantener la relación actual entre capital de trabajo y
otras variables relevantes, como el valor de activos o la producción.
Este enfoque asegura que la inversión en capital de trabajo se maneje adecuadamente, optimizando costos y
beneficios asociados.
El método de cálculo de la inversión en capital de trabajo (ICT) se basa en determinar los costos de operación que
deben financiarse desde el primer pago por la materia prima hasta el ingreso por la venta de productos. La fórmula
utilizada es:
Por ejemplo, para un corto periodo de recuperación seria un hotel, el periodo puede ser de 5 días que es el tiempo
que un huésped comienza a incurrir en gastos hasta que paga su estadía. Un largo periodo de recuperación seria en
una planta de quesos podría ser de 120 días, considerando producción, curado y comercialización.
Una de las principales ventajas de este método es su simplicidad y utilidad, especialmente en proyectos que
presentan periodos de recuperación cortos, como la venta de periódicos o la operación de un restaurante. Su
enfoque directo facilita el cálculo de la inversión en capital de trabajo, lo que permite a los gestores tomar
decisiones rápidas y fundamentadas.
Sin embargo, también presenta limitaciones significativas. Uno de los aspectos más críticos es que no considera los
ingresos que podrían generarse durante el periodo de recuperación, lo que puede resultar en una sobreestimación
de la inversión en capital de trabajo (ICT). Además, al trabajar con promedios, este método no garantiza que se
cubrirán las necesidades de capital de trabajo en todos los periodos, particularmente en situaciones estacionales
donde los flujos de ingresos pueden variar considerablemente.
En conclusión, este método es útil en estudios de prefactibilidad, proporcionando una guía inicial para evaluar la
viabilidad de un proyecto. Sin embargo, en casos de factibilidad que no presentan estacionalidades, su aplicación
puede ser limitada, ya que no aborda adecuadamente las variaciones en ingresos y costos a lo largo del ciclo
operativo.
El calculo de la inversión en capital de trabajo mediante este método requiere proyectar los flujos de ingresos y
egresos para cada mes y determinar el déficit acumulado máximo. Por ejemplo, si los ingresos comienzan a
percibirse en el cuarto mes mientras que los egresos se registran desde el principio, se puede establecer un cuadro
que muestre el déficit o superávit acumulado.
En este escenario, el déficit acumulado alcanza un máximo de 430, lo que indica la inversión necesaria en capital de
trabajo para financiar la operación normal del proyecto. Es fundamental destacar que, aunque el saldo acumulado se
vuelva positivo en meses posteriores, esto no implica que la inversión en capital de trabajo sea menor. El déficit
máximo acumulado refleja los recursos requeridos a lo largo del tiempo en que se mantenga el nivel de operación
proyectado.
La disminución en el déficit acumulado puede sugerir que los recursos generados por el proyecto podrían ser
suficientes para financiar el capital de trabajo, pero estos recursos deben estar siempre disponibles. Esto se debe a
que siempre habrá un desfase entre ingresos y egresos en la operación. Además, aunque no siempre sea necesario
considerar el IVA en los flujos de caja, es importante recordar que este impuesto debe pagarse al realizar compras,
independientemente de su recuperación a través de las ventas del producto.
Además de las inversiones en capital de trabajo previas a la puesta en marcha, es crucial proyectar las reinversiones
de reemplazo y las nuevas inversiones por ampliación. El calendario de inversiones de reemplazo se define según la
estimación de la vida útil de cada activo, la cual puede determinarse a través de criterios contables, técnicos,
comerciales y económicos.
La necesidad de realizar un reemplazo surge por varias razones: capacidad insuficiente de los equipos, aumento de
costos de mantenimiento, disminución de productividad debido a paradas prolongadas y obsolescencia tecnológica.
Para asegurar la continuidad operativa, es fundamental elaborar calendarios de reinversiones que contemplen
maquinarias, herramientas, vehículos y mobiliario.
El responsable del estudio financiero debe sistematizar la información proveniente de estos análisis. Asimismo, si se
prevén cambios en los niveles de actividad, será necesario ajustar la inversión en capital de trabajo para cubrir
nuevos requerimientos y evitar costos de oportunidad derivados de mantener inversiones innecesarias.
CAPITULO 13: BENEFICIOS DEL PROYECTO
TIPOS DE BENEFICIOS
Al evaluar la rentabilidad de un proyecto, es fundamental considerar no solo los ingresos directos derivados de la
venta de productos o servicios, sino también una serie de beneficios adicionales que impactan el flujo de caja. Entre
estos, se incluye la venta de activos que serán reemplazados, ya que esto puede generar ganancias o pérdidas
contables con implicancias tributarias significativas. Esta venta debe registrarse en el flujo de caja antes de calcular
impuestos, proporcionando una visión más clara de la viabilidad financiera del proyecto.
Además, muchos proyectos pueden generar ingresos a partir de la venta de subproductos o desechos, aunque estos
ingresos tiendan a ser menores. Sin embargo, su inclusión refleja una capacidad de optimización de recursos, como
el aprovechamiento de suero en la producción de queso o el reciclaje de plásticos en fábricas de leche. En algunos
casos, como en la sustitución de procesos administrativos manuales por sistemas computacionales, los beneficios
provienen principalmente del ahorro de costos, lo que se traduce en una mejora en la eficiencia operativa.
Aunque los ingresos y ahorros generados son recursos disponibles para cumplir con compromisos financieros,
también hay beneficios que, aunque valiosos, no son considerados recursos disponibles. Estos incluyen la
recuperación del capital de trabajo y el valor de desecho del proyecto. El capital de trabajo, esencial para el
funcionamiento del proyecto, se considera recuperable a largo plazo, incluso si no estará disponible inmediatamente
al finalizar el periodo de evaluación. De manera similar, el valor de desecho se refiere al valor estimado de los activos
al término de la evaluación, considerando su potencial de generación de beneficios futuros. Ambos elementos deben
valorarse para determinar la rentabilidad de la inversión, ya que representan parte del patrimonio del inversionista,
aunque no se puedan utilizar para afrontar compromisos financieros inmediatos.
VALORES DE DESECHO
La estimación del valor residual de un proyecto tras varios años de operación es una tarea compleja y, a menudo, el
valor de desecho se convierte en un factor decisivo al comparar opciones de inversión. Existen tres métodos para
calcular el valor remanente de una inversión: el contable, el comercial y el económico, cada uno proporcionando
información valiosa para la toma de decisiones.
El primer método, el contable, calcula el valor de desecho sumando los valores contables (o valores libro) de los
activos. El valor contable se determina con la fórmula:
Este método es conservador y se recomienda para estudios de perfil y prefactibilidad, aunque su uso de criterios
conservadores puede resultar en evaluaciones más pesimistas.
El segundo método considera que los valores contables no reflejan el verdadero valor de los activos al final de su
vida útil. Propone que el valor de desecho corresponde a la suma de los valores comerciales corregidos por el efecto
tributario. El cálculo de la utilidad contable se realiza de la siguiente manera:
El tercer método es el económico, que valora el proyecto en función de su capacidad de generación de flujos futuros.
Se estima el valor actual de los beneficios netos esperados utilizando la fórmula:
La simplicidad de este modelo lo hace atractivo, aunque su uso puede resultar en proyecciones excesivamente
optimistas.
Cada uno de estos métodos ofrece diferentes resultados, y no hay un criterio único que determine cuál es el mejor.
Sin embargo, se pueden hacer recomendaciones basadas en el contexto del proyecto. Por ejemplo, si la vida útil del
proyecto supera el horizonte de evaluación, el método económico puede ser más representativo. En casos con
muchos activos, el método contable o la agrupación de activos para su valoración pueden ser más prácticos.
Finalmente, al evaluar el capital de trabajo, este se incluye en el flujo de caja al usar los métodos contable y
comercial, pero no en el método económico, que se centra en los flujos futuros generados con los activos actuales.
En resumen, la elección del método depende de las características del proyecto y los objetivos de la evaluación,
siendo fundamental considerar el impacto de cada uno en la rentabilidad proyectada.
POLITICAS DE PRECIO
El precio de un producto es crucial para determinar los ingresos generados por un proyecto. Este se define como la
relación entre la cantidad de dinero (M) que recibe el vendedor y la cantidad de bienes (Q) entregados al
comprador, expresado en la siguiente fórmula:
- Ajustar el precio unitario: Subir o bajar el precio por cada unidad vendida.
- Cambiar la cantidad: Alterar la cantidad de producto ofrecido sin cambiar el precio total, como reducir el
tamaño de una barra de chocolate.
- Modificar la calidad: Si la calidad del producto disminuye manteniendo el precio, el valor percibido
aumenta, ya que el comprador recibe menos.
- Variedad en el momento de entrega: Ofrecer condiciones de pago más flexibles, como plazo de 90 días sin
interés, lo que puede considerarse como una reducción efectiva del precio.
- Demanda: Definir el precio máximo que los consumidores están dispuestos a pagar.
- Costos: Determinar el precio mínimo necesario para cubrir gastos.
- Factores competitivos: Las condiciones del mercado pueden influir en el ajuste de precios hacia arriba o
abajo.
- Restricciones al precio: Estas pueden ser externar (regulaciones) o internas (exigencias de rentabilidad
mínima).
Elasticidad precio de la demanda: mide la sensibilidad de los compradores ante cambios en los precios, definida
como:
Elasticidad ingreso de la demanda: La elasticidad-ingreso de la demanda (EI) mide cómo cambia la cantidad
demandada en respuesta a cambios en el ingreso personal, y se expresa como:
La fijación del precio es un aspecto determinante en la estrategia comercial de un proyecto, afectando directamente
los ingresos y la demanda. Las decisiones sobre precios deben estar fundamentadas en una comprensión clara de la
demanda del mercado, los costos asociados, la competencia y las posibles restricciones normativas. Además, las
elasticidades ayudan a entender mejor el comportamiento de los consumidores ante cambios en precios e ingresos.
Para calcular el precio que permita cubrir todos los costos asociados con un proyecto y generar la rentabilidad
deseada, se debe partir de la relación entre ingresos y costos. La fórmula básica para determinar el precio se puede
derivar de la ecuación de rentabilidad, donde se busca que el resultado del negocio sea cero. Esto implica que los
ingresos cubren exactamente todos los costos y permiten recuperar la inversión.
Calculo del precio de equilibrio: Para establecer el precio de equilibrio, partimos de la siguiente ecuación, que se
puede expresar de manera simplificada:
; ;
- Costos Fijos: Costos que no cambian con el nivel de producción (alquiler, sueldos, etc.).
- Costos Variables: Costos que varían con la cantidad producida (materias primas, energía, etc.).
- Costos de Administración: Gastos generales relacionados con la gestión del negocio.
- Costos de Ventas: Gastos asociados a la comercialización del producto.
- Costos Tributarios: Impuestos aplicables.
- Pérdida de Valor de Activos: Depreciación o amortización.
Rentabilidad de la inversión: Para garantizar la rentabilidad deseada, se debe incluir un margen adicional sobre el
costo total. Por lo tanto, la fórmula se ajusta de la siguiente manera:
El cálculo del precio debe considerar todos los costos asociados, así como la rentabilidad deseada. Mediante el uso
de la fórmula de equilibrio y la aplicación de modelos de sensibilidad, se puede establecer un precio que garantice la
viabilidad y rentabilidad del proyecto.
Aplicación de un modelo de sensibilidad: En contextos más complejos, se puede aplicar un modelo de sensibilidad
para calcular el precio de equilibrio en función de un flujo de caja proyectado. Aquí, el objetivo es encontrar el precio
que haga que el Valor Actual Neto (VAN) sea igual a cero:
Al buscar el precio que haga que el VAN sea cero, se determina el precio que permite cubrir todos los costos y
proporciona la rentabilidad esperada.
CAPITULO 14: CONSTRUCCION DE FLUJOS DE CAJA
ELEMENTOS DEL FLUJO DE CAJA
- Egresos iniciales: Inversión inicial para el arranque del proyecto y capital de trabajo.
- Ingresos y egresos de operación: Flujos reales de caja, diferenciados de los devengados contables.
- Temporalidad de los flujos: Es importante el momento en que ocurren los movimientos de caja. Se aplican
convenciones para reflejar los reemplazos de activos y la venta de equipos, evitando distorsiones contables.
- Valor de desecho: Valore remanente de la inversión después de los periodos, generalmente de 10 años si la
empresa no tiene objetivos a largo plazo.
Costos y depreciación:
Los impuestos a las utilidades se calculan tomando en cuenta, de depreciación y amortización, que, aunque no sean
desembolsos, impactan en la utilidad contables y el pago de impuestos.
- Ingresos afectos a impuestos: Incluyen las ventas proyectadas del producto y el ingreso por la venta de
maquinaria reemplazada.
- Egresos afectos a impuestos: Son los costos variables, los costos fijos, comisiones de venta y otros gastos
administrativos.
- Gastos no desembolsables: Depreciaciones, amortizaciones de intangibles y el valor de libro del activo que
se vende.
- Utilidad antes de impuestos (EBITDA): Resta de egresos y gastos a ingresos.
- Impuestos a la utilidad:
- Ajuste de gastos no desembolsables: Para eliminar el impacto de los gastos no en efectivo.
- Egresos no afectos a impuestos: Incluye inversiones en activos (terrenos, maquinas, ampliaciones).
- Beneficios no afectados a impuestos: Valor de desecho del proyecto y recuperación de capital de trabajo.
El leasing es una alternativa de financiamiento en la que una empresa puede utilizar ciertos activos sin haber
realizado el pago completo por ellos, dividiendo los pagos en cuotas que se realizan periódicamente. Este
mecanismo puede tener importantes ventajas para el flujo de caja de un proyecto, especialmente desde el punto de
vista tributario.
El análisis de reemplazo tiene en cuenta los costos relevantes y compara la situación actual con una nueva opción.
Es importante identificar los flujos de caja de ambas situaciones (con y sin el reemplazo) y calcular el flujo
incremental (la diferencia entre ambos escenarios).
El flujo incremental es la diferencia entre los flujos de caja con el proyecto y sin el proyecto. Esto se calcula restando
los costos de mantener el equipo actual de los costos asociados con el reemplazo.
Una vez proyectados los flujos de caja para ambas opciones, se procede a calcular el valor actual neto (VAN) o costo
total actualizado para tomar una decisión informada. El proyecto de reemplazo será beneficioso si el costo
actualizado (ajustado por ahorros y costos fiscales) es menor que el de mantener el equipo actual.
- Es una medida del rendimiento operativo de una empresa antes de considerar los efectos financieros
(intereses) y tributarios (impuestos), así como las decisiones de depreciación y amortización.
- Excluye gastos financieros, depreciación, amortización, e impuestos, lo que lo convierte en una medida más
pura del rendimiento operativo.
- No representa el flujo de caja real, ya que no tiene en cuenta la necesidad de financiar el capital de trabajo o
las inversiones necesarias, como el reemplazo de equipos.
EER (Estado de Resultados):
- Es un informe financiero que refleja los ingresos, costos y gastos de una empresa durante un período,
incluyendo impuestos, intereses, depreciación y amortización.
- Permite calcular el resultado después de impuestos.
- Este resultado es más completo que el EBITDA, ya que incluye todos los costos y gastos relevantes.
- Mide el dinero efectivo disponible que una empresa genera y que puede ser distribuido entre los accionistas
o utilizado para inversiones adicionales.
- Considera los efectos reales de los pagos por intereses, los impuestos, la depreciación, la amortización y
otros egresos como la amortización de capital y el ingreso por valor de desecho de los activos.
- Es la métrica más adecuada para evaluar la liquidez y la capacidad real de generación de caja de un
proyecto o empresa.
EBITDA es un parámetro útil para medir la eficiencia operativa y es comúnmente usado en la valoración y
comparación de empresas, pero no representa el flujo de caja.
EERR ayuda a ver el desempeño financiero completo, incluyendo todos los gastos relevantes que afectan las
utilidades después de impuestos.
Flujo Neto de Caja es lo que realmente importa para los inversionistas, ya que muestra el dinero disponible que
puede ser utilizado para pagar dividendos o reinvertido.
EBITDA ≠ Flujo Neto de Caja: El EBITDA puede llevar a confusión si se considera como el flujo de caja, ya que no
toma en cuenta el dinero efectivo necesario para reinversiones o pagos de deuda. Decisiones basadas únicamente
en el EBITDA pueden llevar a errores, especialmente cuando no se consideran aspectos como las inversiones
necesarias o los gastos financieros.
CAPITULO 15:
FUNDAMENTOS DE MATEMÁTICAS FINANCIERAS
El objetivo de descontar los flujos de caja futuros proyectados es determinar si una inversión genera mayores
beneficios que otras alternativas para el uso de la misma suma de dinero. Los principales métodos que aplican el
concepto de flujo de caja descontado son el valor actual neto (VAN) y la tasa interna de retorno (TIR).
una inversión inicial con una tasa de interés 𝑖, se utiliza la siguiente fórmula general:
Las matemáticas financieras permiten capitalizar o descontar el dinero en el tiempo. Para calcular el valor futuro de
Si se desea conocer el valor actual de un monto futuro, se puede despejar VA de la fórmula anterior:
Este cálculo permite determinar cuánto vale hoy una suma que se recibirá en el futuro.
De manera similar, el valor actual de una serie de pagos periódicos se puede calcular usando:
Estas ecuaciones permiten comparar y evaluar proyectos de inversión con distintos flujos de caja en el tiempo,
considerando la tasa de interés como un factor clave para ajustar el valor del dinero. Además, para situaciones
donde se desea conocer el monto necesario que debe depositarse anualmente para alcanzar un valor futuro
objetivo, se puede reordenar la fórmula del valor futuro:
El Valor Actual Neto (VAN) es un criterio fundamental para la evaluación de proyectos, y se considera que un
proyecto debe ser aceptado si su VAN es igual o superior a cero. El VAN representa la diferencia entre todos los
ingresos y egresos de un proyecto, expresados en términos de moneda actual.
Donde 𝐵𝑁𝑡 representa el beneficio neto del flujo en el periodo 𝑡. El beneficio neto puede ser positivo o negativo,
lo que indica si el proyecto está generando ganancias o pérdidas en cada periodo.
El resultado del cálculo dará el VAN, que se puede interpretar de la siguiente manera:
El criterio de la Tasa Interna de Retorno (TIR) se utiliza para evaluar proyectos al determinar una única tasa de
rendimiento por periodo, donde la suma de los beneficios actualizados es igual a los desembolsos en términos de
moneda actual. Según Bierman y Smidt, la TIR “representa la tasa de interés más alta que un inversionista podría
pagar sin perder dinero” si todos los fondos para la inversión se financian mediante un préstamo, el cual se pagaría
con las entradas en efectivo generadas por la inversión.
que es equivalente a establecer el Valor Actual Neto (VAN) igual a cero para determinar la tasa que hace que el flujo
de caja actualizado sea cero.
Decisión de Aceptación: La TIR se compara con la tasa de descuento de la empresa. Si la TIR es igual o superior a
esta tasa, el proyecto debe ser aceptado; si es inferior, debe ser rechazado. Esta consideración es similar a aceptar
un proyecto cuyo VAN sea cero.
La TIR es una herramienta valiosa para la evaluación de proyectos, pero puede presentar complejidades, como la
existencia de tasas internas múltiples. En tales casos, es recomendable utilizar el VAN como criterio principal para
tomar decisiones de inversión.
TIR vs VNA
Las técnicas de evaluación de proyectos, como la Tasa Interna de Retorno (TIR) y el Valor Actual Neto (VAN), pueden
llegar a ofrecer resultados contradictorios en ciertas circunstancias, especialmente cuando se evalúan múltiples
proyectos y se busca jerarquizarlos. Esto es particularmente relevante en situaciones de alternativas mutuamente
excluyentes o en contextos donde existen restricciones de capital que limitan la posibilidad de implementar todos
los proyectos aprobados.
Aceptación o Rechazo: Cuando la decisión es únicamente sobre la aceptación o el rechazo de un proyecto, sin
necesidad de comparaciones entre diferentes proyectos, tanto la TIR como el VAN suelen proporcionar resultados
coherentes. En este contexto, el gráfico 15.2 ilustra cómo, con una tasa de descuento de cero, el VAN es
simplemente la suma de los flujos de caja del proyecto, ya que el denominador en la ecuación del VAN sería 1.
Relación entre VAN y TIR: A medida que se aplica una tasa de descuento mayor, el VAN tiende a decrecer. En el
punto en que el VAN es igual a cero, la tasa de descuento (i₀) se iguala a la TIR. Esto implica que:
- El VAN es aceptable cuando es cero o positivo (esto ocurre cuando la tasa de descuento i está entre cero e
i₀).
- La TIR se acepta cuando es mayor o igual a la tasa de descuento utilizada (r > i para cualquier i entre cero e
i₀, donde r = i₀).
En estas condiciones, tanto el VAN como la TIR conducen a la misma conclusión sobre la viabilidad del proyecto.
Jerarquización de Proyectos: El desafío surge cuando se trata de jerarquizar proyectos. Por ejemplo, consideremos
dos proyectos que requieren la misma inversión y que son mutuamente excluyentes, es decir, solo se puede
seleccionar uno de ellos. Supongamos que ambos proyectos tienen diferentes flujos de ingresos futuros netos. Esto
puede dar lugar a situaciones en las que uno de los proyectos pueda ser aceptable según la TIR, mientras que el otro
sea preferido en términos del VAN, o viceversa.
Mientras la tasa es superior a 11,72%, el VAN y la TIR coinciden en aceptar el proyecto B. Sin embargo, si la tasa es
inferior a 11,72%, el VAN es mayor para el proyecto A, siendo el resultado contradictorio con el entregado por la TIR.
OTROS METODOS DE EVALUACIÓN
- Periodo de Recupero (PR): Este método determina cuántos periodos se necesitan para recuperar la
inversión inicial (I₀) a partir de los beneficios netos (BN) generados por el proyecto.
o Desventajas: Ignora el valor tiempo del dinero. Similar al PR, sobrestima la rentabilidad.
- Razón Beneficio-Costo (RBC): Esta razón compara los beneficios esperados con los costos, incluida la
inversión inicial.
o Desventajas: Proporciona un índice en lugar de valor concreto. Requiere cálculos adicionales, como
el descuento de flujos.
- Valor actual Neto Equivalente (VAE): Este método busca comparar proyectos con distintas vidas útiles,
calculando el VAN y convirtiéndolo en un flujo constante anual.
Comparación y contexto: El uso de diferentes métodos se justifica en función de las circunstancias específicas del
proyecto y las preferencias de la empresa. Por ejemplo:
- Horizonte de Tiempo: Cuando se comparan proyectos con diferentes vidas útiles, el método del VAE puede
proporcionar una mejor comparación, pero debe considerarse la repetitividad de los proyectos.
- Liquidez vs. Rentabilidad: El PR puede ser atractivo por su simplicidad, pero puede llevar a decisiones que
prioricen la liquidez a corto plazo sobre la rentabilidad a largo plazo.
Los métodos de evaluación de proyectos deben ser elegidos con cuidado, considerando sus limitaciones y la
naturaleza del proyecto. Aunque el VAN sigue siendo la medida más precisa en términos de rentabilidad, la realidad
empresarial puede requerir el uso de métodos complementarios, especialmente en contextos de decisiones rápidas
o donde la liquidez es un factor crítico. La clave está en tener un enfoque holístico que considere múltiples
dimensiones de la evaluación de proyectos.