Reporte de Bayona-1
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Las rocas ígneas son características clave que permiten entender su origen y el
ambiente en que se formaron. En las rocas ígneas, la mineralogía está determinada
por la cristalización del magma o lava durante su enfriamiento. Los principales
minerales que forman estas rocas incluyen cuarzo, feldespatos (alcalinos y
plagioclasas), micas (biotita, moscovita), olivino, piroxenos y anfíboles. La
proporción de estos minerales define la clasificación de las rocas ígneas en términos
de si son félsicas (ricas en cuarzo y feldespatos) o máficas (ricas en olivino y
piroxenos). Las texturas se clasifican en función del tiempo de enfriamiento del
magma o lava. Las rocas que se enfrían lentamente en el interior de la Tierra, como
las plutónicas, tienen texturas faneríticas (grano grueso) con cristales visibles a
simple vista. Por otro lado, las rocas volcánicas que se enfrían rápidamente en la
superficie tienden a tener texturas afaníticas (grano fino) o vítreas, con cristales
pequeños o ausencia de ellos. Otras texturas importantes incluyen la porfirítica
(mezcla de cristales grandes en una matriz fina) y la vesicular (con burbujas o
cavidades).
Objetivo
Conocer y comprender las partes del microscopio óptico y su funcionamiento
para desarrollar el uso correcto de este instrumento.
Microscopio Óptico.
Es un instrumento que utiliza la luz visible y
un sistema de lentes para ampliar la imagen
de objetos muy pequeños, como las células,
los tejidos y los microorganismos.
El principio básico del microscopio óptico es
el de la refracción, que es el cambio de
dirección que sufre la luz al pasar de un medio a otro con distinta densidad. Al
atravesar una lente, la luz se desvía y se enfoca en un punto, formando una imagen
ampliada del objeto. El microscopio óptico tiene dos tipos de lentes: los oculares y
los objetivos.
Los oculares son las lentes por donde miras el objeto y los objetivos son las lentes
por donde pasa la luz que viene del objeto. Al combinar diferentes oculares y
objetivos, puedes obtener diferentes aumentos, que son el número de veces que se
amplía la imagen del objeto.
Sistema mecánico
El sistema mecánico del microscopio comprende todas
aquellas partes que forman parte de la estructura del
propio aparato. Estas partes le otorgan equilibrio, unen
las partes que constituyen el sistema óptico del
microscopio y regulan tanto la nitidez como el aumento
de la imagen de la muestra.
1. Base o pie:
El pie constituye la base del microscopio, encontrándose en la parte más inferior del
aparato y le da apoyo. Acostumbra a ser la parte más pesada de todo el
microscopio, y es gracias a ello que el aparato consigue el suficiente equilibrio para
evitar tumbarse. Esta estructura puede tener varias formas, pero la más común es
en forma de Y o de rectángulo. Suele incluir algún tope de goma para evitar que,
mientras se usa, se deslice por la superficie.
2. Brazo o columna:
El brazo, también llamado columna o asa, es el esqueleto del microscopio. Es una
pieza que se encuentra en la parte intermedia del aparato, conectando todas sus
partes. De esta manera, conecta la superficie donde se colocará la muestra a
observar y el ocular, parte por la que se observará.
Tanto las lentes que conforman el ocular como las que se encuentran en los
objetivos están en el brazo del microscopio.
3. Platina:
La platina es la parte en la que se coloca la muestra que se quiere observar. Se
trata de una superficie plana en la que se coloca la tira de cristal en la que se
encuentra el objeto minúsculo que se desea observar. Para sujetar esta tira de
cristal, la platina posee dos pinzas de metal. La posición vertical de la platina con
respecto a las lentes del objetivo es regulable mediante dos tornillos, permitiendo
también modular el grado de enfoque de la imagen de la muestra. En el centro de
la platina se encuentra un orificio a través del cual pasa el haz de luz proveniente
de la fuente de iluminación, ubicada en la base del microscopio.
4. Tornillo macrométrico:
El tornillo macrométrico permite ajustar la posición vertical de la muestra con
respecto al objetivo. Este tornillo, cuando es girado, hace que el tubo del
microscopio se deslice verticalmente gracias a un sistema similar al de una
cremallera. Mediante este movimiento, es posible enfocar rápidamente la
preparación que se encuentra en la platina.
5. Tornillo micrométrico:
El tornillo micrométrico es un mecanismo que se utiliza para conseguir un enfoque
más preciso de la muestra a observar. Si bien el enfoque con este tornillo se hace
de forma más lenta, es más preciso que con el tornillo macrométrico. Así pues,
mediante esta parte del microscopio, es posible obtener un enfoque nítido moviendo
verticalmente y de forma casi imperceptible la platina. Estos movimientos son del
orden de 0,001 milímetros.
6. Revólver:
El revólver es una pieza giratoria en la que se montan los objetivos. Su nombre se
debe a que, cuando se usa, se mueve y suena como el revólver de una pistola. Al
girar el revólver, los objetivos pasan por el eje del tubo y se colocan de forma que
permitan ver lo que se encuentra en la platina. Cada uno de los objetivos que están
enroscados en esta pieza tienen un aumento diferente y, girando el revólver, es
posible escoger el objetivo más adecuado para la muestra a observar.
7. Tubo:
El tubo es una pieza estructural, la cual va unida al brazo del microscopio,
conectando el ocular con los objetivos. Esta parte es la que mantiene la correcta
alineación entre las lentes que conforman la primera y segunda fase de aumento de
la imagen de la muestra.
Sistema Óptico.
El sistema óptico del telescopio incluye todos los elementos necesarios para poder
aumentar la imagen de lo que se posee en la platina y corregir su iluminación. Todas
las partes del sistema óptico están diseñadas de tal forma que sea posible corregir
las irregularidades cromáticas, como por ejemplo que la luz se divida en diferentes
colores.
1. Foco o fuente de luz:
El foco, que ofrece iluminación a la placa, suele estar conformado por una lámpara
halógena que se encuentra en la base del microscopio. La luz sale de la bombilla y
pasa a un reflector, enviando los rayos de luz a la platina. En función del tamaño del
microscopio esta fuente de luz tendrá un mayor o menor voltaje. En los microscopios
más utilizados en laboratorios el voltaje suele ser de 12 voltios.
2. Condensador:
El condensador consiste en un sistema de lentes convergentes que captan el haz
de luz y concentra sus rayos de forma que se ofrezca un mayor o menor contraste.
Normalmente, los rayos que emite el foco de luz son divergentes. Mediante el
condensador, es posible hacer que estos rayos sean paralelos o, incluso,
convergentes. En el microscopio existe un tornillo que sirve para regular la
condensación lumínica. Este tornillo puede encontrarse en diferente lugar en
función del modelo del aparato.
3. Diafragma o iris:
El diafragma se encuentra sobre el reflector de la luz y debajo de la platina. Mediante
esta parte es posible regular la intensidad de la luz, abriendo o cerrando el
diafragma, al igual que el iris humano lo hace ante la luz proveniente del exterior. El
punto óptimo del diafragma variará en función de la muestra que se tenga en la
platina y el grado de iluminación del lugar en el que se encuentre el microscopio.
4. Objetivos:
Los objetivos son las lentes convergentes que son reguladas mediante el revólver.
Estas lentes son las que ofrecen la primera etapa de aumento. Girando el revólver
en el sentido de las agujas del reloj, los objetivos van acoplándose los unos con los
otros, permitiendo aumentar la imagen de lo que se está observando.
5. Oculares:
Los oculares son los sistemas de lentes más cercanos al ojo del observador. Se
trata de cilindros huecos que se encuentran en la parte superior del microscopio y
tienen lentes convergentes. Estos elementos ópticos son los que proporcionan la
segunda etapa de ampliación de la imagen. Es decir, primero la imagen es
aumentada por los objetivos y, luego, otra vez aumentada por los oculares.