UNIDAD 7 Resumen Final Forense

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Resumen Psicología Forense Final

UNIDAD 7 ADMINISTRACIÓN DE JUSTICIA Y COMPETENCIAS EN EL


CAMPO
PERICIAL.

• Privadización de la Administración de Justicia: Del Derecho Romano a la


Inquisición (Iglesia Católica).
• Del Positivismo al Humanismo. Aplicación de la Ciencia (S XIX) a los
Derechos Humanos en el acto de justicia.
• Del Jus-Naturalismo al Jus-Humanismo.
• La administración de justicia como restricción de la libertad, en tanto sanción
y/o tratamiento sin respeto del encuadre constitucional y disposiciones de la
ONU.
• La criminología y el derecho penal. Teorías de la criminalidad. Paradigma
etiológico. Teorías biológicas, psicológicas y sociales de la criminalidad.
• Ámbitos de la Administración de Justicia: penal, civil y comercial, laboral y
familiar. Fuero Federal.
• Normativas internacionales. El Pacto de San José de Costa Rica. Reglas
Mínimas para el Tratamiento de los Reclusos y Recomendaciones Conexas.
Reglas de Mandela.
• Concepto de pericia. Prueba. Informe pericial. Peritos. Tipo de peritos.
Acordada 2728/97. Puntos de pericia. La pericia psicológica vinculante y no
vinculante. Pericia psicológica en el ámbito Civil y Laboral. Daño psíquico y
daño moral. Incapacidad. Uso de baremos. Pericia Psicológica en el ámbito
Penal. Imputabilidad. Juicio oral. Pericia Psicológica en Tribunales de Familia.
Audiencias.

Abelleira, Norma; Delucca, Norma (2004) Intervención psicológico-


pericial con familias en institución judicial. En Clínica Forense en
Familias.
Capítulo I
Especificidad del Campo Forense es diversa y compleja. Los diferentes lugares de
inserción dentro del mismo, delimitan distintos espacios de prácticas de nuestra
disciplina, dada la particularidad de cada fuero.
En el Fuero Penal se instrumentan el conjunto de normas que regulan el ejercicio del
poder punitivo del Estado. Determinando que acciones constituyen delitos o faltas y
se establecen las correspondientes penalidades. El Fuero Civil, regula las relaciones
privadas de los ciudadanos entre si, tanto en las derivadas de su integración en la
familia como aquellas relaciones que se generan por ser sujetos de un patrimonio
dentro de una comunidad. El Fuero Laboral efectiviza el conjunto de normas que
relan las relaciones entre empresarios y trabajadores, y de ambos con el estado. En el
ámbito de Menores se apunta a la protección y tutela de niños en grave riesgo, por
maltrato o abandono, como a su institucionalización y asistencia cuando han
intervenido en delitos.
Se incluyen dentro del Campo Forense las instituciones penitenciarias y toda
institución estatal que funcione bajo la jurisdicción de un Juez.
Desde el ámbito privado, se recortan dos intervenciones posibles de los psicólogos en
función de peritos: peritos de oficio (son designados por el juez a realizar la pericia
psicológica, a partir de un sorteo de un listado oficial); peritos consultores o de
partes (designados por un juez a propuesta de una o ambas partes). La tarea de
ambos se enmarcara dentro de la caracterización general pertinente al Campo
forense, aunque sin la impronta que supone la intervención desde la institución judicial.
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El juez lo habilita al profesional para actuar solamente en esa determinada causa o


expediente judicial.
“Forense” enmarca toda acción o producción que ha de ser incluida en un proceso
judicial, dirigido por un Juez o Tribunal. Históricamente los médicos (Medicina Legal)
se desempeñan brindando asesoramiento a los Jueces y Tribunales. Por extensión
hemos adoptado la denominación de “Peritos Psicólogos forenses”.
Cada uno de los fueros descriptos más arriba demanda intervenciones especificas del
psicólogo, en relación con los interrogantes que se le plantean al Juez o representante
de la Ley, en su función de aplicarla a los sujetos que han cometido delitos;
Especificidad de la intervención pericial psicológica
En tanto peritos oficiales, somos designados o habilitados por un Magistrado o Juez
que interviene en un determinado juicio dentro del fuero penal, laboral o civil y
comercial a fin de brindar asesoramiento especializado.
La demanda puede partir desde el Juez o de otros funcionarios que intervienen en el
juicio: defensores oficiales, asesores de menores, fiscales.
A si mismo las partes involucradas pueden solicitar el asesoramiento psicológico a
través de los abogados que los patrocinan y en tal caso el juez decide si es pertinente
o no.
El expediente que se forma cuando e inicia un juicio se denomina causa en el fuero
penal y autos en el fuero civil. Todas las acciones y medidas que se han tomado
constan por escrito. De modo que cuando se solicita nuestra intervención es
importante poder tener acceso a su lectura, para interiorizarnos en los pasos previos
De esa lectura, una documentación de especial interés en los juicios de familia son los
escritos que contienen la demanda y su contestación. Si bien quienes las escriben son
los abogados de las partes, transcriben las ideas básicas que las personas tienen de
conflicto que se ha planteado. De allí que tengamos una primera idea de la índole de
la problemática, el grado de hostilidad con el que se ha abordado.
Los pasos de nuestra intervención:
- La inaugura la demanda del juez, formulada como puntos de pericia
- La continúa el estudio pericial de una persona o grupo familiar
En esta etapa, por la metodología y el objetivo que perseguimos (que no es la cura ni
la disolución de un síntoma), consideramos el estudio pericial como una mini
investigación del caso. Nos planteamos a través de entrevistas hipótesis provisorias
con las características del método clínico (apuntamos a la singularidad y nos sabemos
incluidos en el vínculo transferencial con las personas entrevistadas). Incorporaremos
otros instrumentos de evaluación que nos permitan correlacionar, ratificar o rectificar
nuestras hipótesis iniciales.
- Nuestra tarea concluye con un dictamen pericial psicológico transmitido en un informe
escrito elevado al juez que debe cumplir con ciertas reglas
Desde los códigos procesales del Derecho, para que un informe se lo pueda
considerar una “prueba pericial” deberá contar con:
a) Una explicitación de la metodología utilizada
b) Fundamentos científicos de lo afirmado
c) Conclusiones psicológico-forenses
Esto suponen que no solo brindaremos una evaluación psicológica de las personas
que hemos investigado, sino que en las conclusiones deben contestar a los puntos de
pericia que han solicitado, incluida nuestra interpretación de la problemática que
genero el juicio.
Esta praxis compleja que hemos descripto implica a su vez la convergencia con
diferentes corpus teóricos (de la psicología y el derecho) y sus singulares modelos de
abordaje en momentos críticos de la vida de las personas.
Desplegamos entonces nuestro quehacer como Peritos Psicólogos, en un ámbito
institucional que, como cualquier esfera de la praxis, posee un discurso que le es
propio: Discurso jurídico.
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En el discurso jurídico (en adelante DJ) tradicional predomina la concepción positivista


del sujeto, racional, consiente y aislado. La mirada y la escucha del Psicoanálisis
vincular (en adelante PSA V) apunta a la investigación de procesos inconscientes
producidos en una trama vincular multideterminada, que se van construyendo en el
atravesamiento por diferentes vínculos intersubjetivos, dentro de especificas
condiciones culturales y sociohistoricas.
El DJ tiende a encontrar certezas, causas, totalidades; requiere soluciones y verdades.
El PSA V observa, formula hipótesis, aproximaciones; da respuestas desde lo relativo
y singular de cada situación; da cuenta de posibilidades y ciertas verdades del sujeto o
grupo, objetos de su investigación.
En relación al campo de intervención (familia) se demanda nuestra participación
cuando la dimensión del conflicto vincular obstaculiza las posibilidades de
comprensión y manejo desde la infancia judicial.
La cada vez más compleja realidad del hombre y sus vínculos consigo mismo, con los
otros y el entorno, ha incrementado la crisis de la familia como ámbito de sostén y
discriminación, por eso la mayor demanda de intervención de ambas disciplinas
(psicología y derecho) ha promovido entre ellas la necesidad de una aproximación y
un dialogo. En este contexto se hizo necesario ir construyendo una zona de encuentro
en la que ambos discursos dialoguen.
Esto supone un esfuerzo mutuo de cuestionamiento de las certezas fundantes de
ambas prácticas que conduzca a la producción de nuevos conocimientos que
modifiquen el operar sobre las familias, transformándolo en una construcción
interdisciplinaria. Esto implica el reconocimiento de los límites de una y otra
disciplina, preservando a especificidad de cada mirada. No se trata de igualar
discursos, sino de rescatar singularidades y producir una intervención conjunta en
función de diferentes aproximaciones al mismo objeto de estudio. En última instancia,
las intervenciones persiguen un objetivo común: promover la resolución de una
problemática vincular-familiar.
Los grupos familiares que abordamos transitan por situaciones altamente conflictivas.
Buscan acudir a la justicia para que un representante de un orden social los escuche,
los mire, los piense, ponga en palabra donde hay vacío y/o violencia, instaure límites y
diferencias, allí donde algo de la legalidad se ha perdido.
La intervención interdisciplinaria no solo articula Derecho y Psicología. La complejidad
de las problemáticas requiere más profesionales (Médicos, Asistentes Sociales). Se
instala asi entre los psicólogos, las familias y los otros profesionales una relación
caracterizada por complejas redes vinculares, que la familia despliega con el equipo y
a su vez este con ella.
De este modo, la intervención del Perito Psicólogo en su asesoramiento al juez genera
la posibilidad de creación de una instancia de potencial eficacia transformadora, no
siempre posible y suficiente, pero si generadora de una marca en el devenir de esa
familia que abrirá algún tipo de modificación de su manera de funcionar.
La potencial eficacia transformadora reside en la confluencia de determinadas
variables:
- El sentido que adquiere para la familia la figura y función del juez. Como
representante de la ley y la autoridad. Cuando logramos formar con el un verdadero
equipo interdisciplinario, puede hacer suyas nuestras consideraciones sobre las
tramas vinculares, difíciles de desentrañar desde el saber jurídico. Disponer de la
posibilidad de acceder al sentido del funcionamiento familiar, lo preserva al juez de
quedar adherido al discurso manifiesto de la familia y favorece la producción de
dictámenes de mayor eficacia operativa.
- La cualidad del dispositivo que habilitamos. Nos referimos a poder ofrecer un
espacio neutral, firme y sostenedor, de escucha múltiple, único y diferente a todos los
conocidos, el cual abre la posibilidad de pensarse, escucharse y empezar a establecer
conexiones de sentido, donde no había mas que caos.
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- Que nuestra intervención sobre las familias este sostenida y avalada por el
contexto institucional y la autoridad del juez. El acontecimiento de que el Juez en
el contexto del dispositivo habilitado, le permita conectarse con su dolor y mirarse
desde otros lugares, es a la vez la única garantía para que empiecen a sostener
nuevos ordenamientos familiares.
Pensamos que la efectiva tarea del equipo interdisciplinario se inscribe en el campo de
la prevención, en la medida que apunta a ciertos objetivos:
- Que la intervención judicial tienda a impedir la cronificación de las situaciones
conflictivas de la familia.
- Que la resolución de la situación crítica, preserve a os menores de la hiper
involucración en la conflictiva parental
- Que el trabajo interdisciplinario preserve a los profesionales intervinientes de posibles
entrampamientos en la problemática familiar.
Para evitar capturas identificatorias con las posturas extremas que enarbolas los
subgrupos familiares, ha sido desde el comienzo de nuestra practica abordar la
intervención en un equipo de dos profesionales. El vínculo que establecemos con las
familias posee características singulares anudadas al contexto institucional:
- Es acotado en tiempo: lo inaugura la demanda del juez y lo cierra nuestra producción
pericial escrita
- Es impuesto por la instancia jurídica y no demandado por la familia de forma directa.
- Su finalidad no es la cura, sino la construcción en base a las producciones de cada
familia en ese espacio singular.
Las autoras proponen tres aconteceres fundamentales:
1) La necesidad de mantener una actitud que podríamos denominar la “alerta teórica”,
en tanto esfuerzo de definir, profundizar y volver a pensar de continuo el marco
referencial, que nos permitiera “leer y descubrir” la problemática singular de cada
familia, más que forzar lecturas desde cierto dogmatismo teórico.
2) La creciente demanda de intervenciones que exigen la participación oral, la
inmediatez de ciertas decisiones y en una “escena” compartida y mirada por los
integrantes de Equipo Jurídico. Nos referimos a las audiencias a las que somos
convocadas al Tribunal y con presencia del Juez, letrados, Asesores de Menores y las
partes.
3) La aparición a nivel de la Clínica Forense, de nuevas problemáticas a las que el
tejido social más lazo ha permitido un mayor protagonismo y en consecuencia, ha
abierto a una lucha por sus derechos en el terreno de la familia. Nos referimos a
diferentes formas de asunción de la identidad sexual, que deriva en la construcción de
modalidades novedosas de parejas y familias con el consecuente surgimiento de
conflictos específicos de estas configuraciones vinculares.
Finalizando este desarrollo, sintetizaremos las dos formas que adquiere nuestra
intervención como peritos psicológicos:
En dos espacios:
1) En estudios periciales del grupo familiar, que supone la realización de una serie de
entrevistas individuales y vinculares, con producción del informe pericial.
2) En audiencias con las partes, menores, asesores de menores y e Juez, en
diferentes situaciones, cuando se plantea un problema puntual y es necesaria una
resolución o toma de medidas urgentes o en otras ocasiones que no comportan riesgo,
pero en las que se requiere nuestro asesoramiento previo a una decisión del juez, que
implica un cambio para la familia.
En dos niveles:
1) De asesoramiento al juez: a través del esclarecimiento psicológico de la
problemática familiar.
2) De intervención operativa o transformadora: por el efecto movilizador y promotor de
nuevos ordenamientos, que produce nuestra intervención en las familias.
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Marianetti, Jorge Enrique: (1997) El daño psíquico. El daño psíquico y el


daño moral. Mendoza. Ediciones Jurídicas Cuyo.
Cap. 10: Daño psíquico
Mientras el daño sea objetivable, visible, no se plantean mayores dudas con respecto
a su valoración. Pero con el daño psíquico resulta necesario dilucidar cómo evaluarlo,
incorporando necesariamente criterios de diversas disciplinas, que tienen como objeto
al hombre. Para evaluar lo que se entiende por daño psicológico debe existir un
menoscabo resultante de una alteración anatómica o funcional, física o psíquica,
que lleve al organismo a una disfunción, que implica una modificación del
estado anterior de la persona, que afecta peyorativamente su integridad,
provocando un perjuicio susceptible de una apreciación pecuniaria.
Es necesario comprender la enfermedad de una persona como parte de su historia
original e irrepetible. Donde la unidad de sentido está dada dentro de su drama
particular y que esa enfermedad tiene que ver con esa persona y no otra. Esto nos
posibilita la comprensión, y da elementos para poder llegar desde un compromiso
profundamente humano a ayudar a alguien que sufre.
Estamos acostumbrados a pensar que una enfermedad es un trastorno material, o si
no se trata de eso, es la descompostura de un mecanismo de funcionamiento.
Cuando aceptamos que lo psíquico influye sobre el cuerpo, pensamos en lo psíquico
como una fuerza capaz de generar una alteración en la maquinaria que constituye
nuestro cuerpo físico. Nos parece entonces que curar esa enfermedad, es ante todo
reparar la máquina y que la función de la psicoterapia se limite a impedir que la
influencie psíquica dificulte la tarea o que repita la perturbación.
Aunque admitimos que lo psíquico puede ser una causa, nos cuesta creer que por sí
solo pueda generar una enfermedad “en serio”. Tal vez, pensamos, lo psíquico puede
haber iniciado un proceso que conduce a una enfermedad, a través del sufrimiento, del
vicio, del abandono o del descuido, pero una vez establecida la enfermedad, el
tratamiento exige más que la psicoterapia.
Aquí es entonces donde se encuentra el porqué de las diferencias de criterio
apreciadas cuando se tiene que evaluar el daño. Si el que tiene que juzgar no posee
una amplitud de conocimientos podría caerse en lo dogmático o lo injusto. Creemos
que NO es encerrándose en el propio campo de saber el modo de llegar a una mayor
claridad conceptual. Por el contrario es imperativo abrirse a nuevas disciplinas, a
nuevos aportes, para que existan cada vez menos interrogantes y sean más
equitativas las conclusiones judiciales.
La intervención frente al padecimiento del otro no puede resultar peor para el paciente
que el padecimiento mismo (“lo primero es no hacer daño”, evitar iatrogenia). La
tecnología ha brindado un sinfín de comodidades y aceleraciones en los diagnósticos,
que ha ido de la mano de un proceso de deshumanización de la tarea médica y el
profesional, especialmente en aquellos que se dedican a la medicina aparatológica,
que terminan convirtiéndose en técnicos o, lo que es peor, en tecnócratas (¿acaso
como mecanismo de defensa para no participar del sufrimiento del paciente? Por
ejemplo al hablar de “casos” o “enfermedades” más que de “personas”). Por su parte
los abogados y jueces tratan de tipificar la lesión, y por establecer si es resarcible o no,
fijar montón, porcentaje de incapacidad, etc. Es hora que ello cambie, y para ello es
necesario el enfoque multifactorial, multidisciplinario, la visión holística de la
problemática humana
DAÑO PSIQUICO O PSICOLOGICO
Algunos intentos de definir el daño psíquico:
¨ Una perturbación transitoria o permanente del equilibrio espiritual preexistente,
de carácter patológico, producida por un ilícito, que genera en quien lo padece la
posibilidad de reclamar una indemnización por tal concepto a quien la haya
ocasionado o deba responder por ella
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¨ Una perturbación patológica de la personalidad de la víctima que altera su


equilibrio básico o agrava algún desequilibrio precedente, ubicando en tal concepto,
tanto a las enfermedades mentales como a los trastornos pasajeros, trascendiendo en
su vida espiritual o de relación (Zavala de González).
¨ Una cierta clase de lesión inferida a la persona que constituye fuente de daños
resarcibles… y supone una perturbación patológica de la personalidad de la víctima,
que altera su equilibrio básico o agrava algún desequilibrio precedente (Z. de
González).
¨ Un perjuicio producido por un evento no previsible e inesperado para el sujeto
al que le provoca determinadas perturbaciones, modifica su interacción con el medio y
le origina alteraciones en el área afectiva, volitiva, ideativa o en todas ellas, que
desencadenan patologías en mayor o menor grado. Se dan en el nivel ICC pero
producen modificaciones conductuales, repercusión en la esfera afectiva y en la
interrelación con el medio. Por su calidad de acontecimiento inesperado que desborda
la tolerancia del sujeto, produce una ruptura en su equilibrio homeostático donde el
más mínimo desajuste de su sistema defensivo adaptativo, será suficiente para inferir
un perjuicio en su salud (Tkaczuk).

Debe considerarse al daño psíquico como consecuencia traumática de un


acontecimiento vivido en forma de ataque, que desborda la tolerancia del sujeto. Este
cuadro está constituido por fenómenos que producen una importante modificación en
la vida del sujeto, en grados y áreas variables, con detrimento de la paz anímica, o
sea, ocasionando estados de tristeza y descenso en el nivel de calidad de la
existencia. Tal acontecimiento inesperado afecta el equilibrio homeostático del sujeto,
produciendo un desajuste en sus sistemas de adaptación y defensa, de tal modo que
conllevan un perjuicio para su salud. Será importante evaluar los factores
constitucionales, sus experiencias previas, el funcionamiento de su economía mental y
las condiciones previas y posteriores al acontecimiento traumático.

A pesar de que dentro de la esfera jurídica no se contempla el daño psíquico, en la


práctica, la noción suele estar cada vez más incorporada al Derecho, por sus alcances
y características. En el art. 1068 del Código Civil se habla del daño en tanto
menoscabo que se experimenta en la persona, en sus derechos o facultades. El bien
jurídico protegido sería aquí el equilibrio espiritual. El daño psíquico sería la
resultante de un acontecimiento traumático.

¨ Puede hablarse de la existencia de daño psíquico en un sujeto determinado,


cuando éste presenta un deterioro, disfunción, disturbio o trastorno, o desarrollo
psicogenético que, afectando sus esferas afectiva y/o intelectiva y/o volitiva, limita su
capacidad de goce individual, familiar, social y/o recreativo, como consecuencia de
accidentes de cualquier índole, reconocido legalmente y que, por ende, crea
responsabilidades en quienes lo producen y derechos resarcitorios para quienes lo
padecen (De Filippis Novoa- Imbriano).

Orígenes del daño psíquico: Puede provenir de distintas situaciones: un accidente de


tránsito, mala praxis médica, haber sido víctima de un delito, de un accidente laboral,
de un despido, de la muerte o desaparición de un ser querido en forma traumática o
inesperada, por exposición al uso de sustancias o productos tóxicos, etc. Resulta de
importancia establecer el grado de deterioro a partir del hecho traumático
(comparativamente con la vida anterior del examinado). Para determinar de forma
fehaciente el daño a partir de una determinada situación, es necesario tener en cuenta
todos los estudios clínicos, psicológicos o psiquiátricos anteriores al suceso.
Se requiere que el evento desencadenante revista caracteres de traumático. Resulta
incompatible con los rubros reparatorios de un ilícito con efectos exclusivamente
patrimoniales. Es posible un nexo entre daño psíquico y lucro cesante, dado que
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puede ocurrir que una patología psíquica determine durante un tiempo la pérdida de
réditos legítimamente esperables (o debido al costo de una terapia que resulte
consecuentemente necesaria). El perjuicio psíquico derivado del ilícito no es
exclusivamente patrimonial o extramatrimonial, en tanto puede abarcar la perdida de
chances económicas o el costo de una terapia, así como los disturbios de su equilibrio
espiritual.
Síntomas del daño psicológico
[Del Pópolo, tomando el caso de las reacciones de oficiales de policía después de
hacer fuego a un sujeto] Bloqueo o disminución de las diversas funciones del yo,
accesos emotivos incontrolables, ira, ataques convulsivos, insomnio, perturbaciones
oníricas, sueños repetitivos, crisis de ansiedad, confusión mental, complicaciones
neuróticas secundarias, estados regresivos, pesadillas, aislamiento, depresión,
alienación, sentimientos de culpa, aflicción, remordimiento, problemas con figuras de
autoridad, problemas sexuales, uso de alcohol y drogas y pensamientos suicidas.
Distingue tres fases de reacción frente a un evento traumático en policías:
1. Fase de impacto: comienza con el evento traumático y continúa hasta que el agente
estresante ya no tiene efecto directo. Pueden existir sentimientos o actos sin sentido o
torpeza.
2. Fase de aislamiento: dura hasta que la persona retorna a la vida y rutina diarias.
Tiene necesidad de contar su historia, en un intento de dominar al stress.
3. Fase postraumática: con síntomas típicos (incluyendo jaquecas, vértigos, cefaleas,
opresiones precordiales, taquicardias, síntomas digestivos, fotofobia, etc.).
Cabe recordar la importancia que tiene la respuesta diferente de cada uno frente a un
trauma, debido al significado simbólico particular, individual del trauma, y los factores
cognitivo-conductuales que le dan un sello único a cada caso.
Zavala de Gonzales distingue dos tipos de lesiones psíquicas: Psicosis traumáticas
(con lesión orgánica); neurosis traumáticas (solo está dañado el mecanismo psíquico)

Autonomía del daño psíquico: La consideración de interrogantes sobre el modo de


reparar los daños a la persona debe realizarse teniendo muy en cuenta todas las
dimensiones del afectado por el perjuicio. La magnitud del daño psíquico exige una
afinada percepción del impacto que en esa esfera ha producido el siniestro sobre los
integrantes del núcleo familiar y, especialmente, sobre el propio damnificado.
Factores causantes del daño psíquico Realmente esta parte no la leería
El trastorno psíquico puede ser de cuatro tipos: deterioro cognitivo, cambio de
personalidad, psicosis, y neurosis. Si se toma en consideración el factor temporal,
pueden considerarse alteraciones con efectos psicológicos agudos o crónicos.
1. Deterioro cognitivo: es casi siempre el resultado de un daño directo sobre el tejido
cerebral
1a. Deterioro cognitivo focal: es más frecuente como consecuencia de las heridas
penetrantes y cursa con déficits de memoria, lenguaje y visión espacial, trayendo
aparejados trastornos deficitarios en la atención y velocidad mental. Suele persistir un
deterioro selectivo de la memoria, aun habiéndose restituido otras funciones
intelectuales.
1b. Deterioro intelectual generalizado: cuando existen lesiones cerebrales cerradas, el
deterioro intelectual tiende a hacerse global, con importante pérdida de funciones
cognitivas. Así, la demencia postraumática se ve acompañada habitualmente de hemi
y tetraparesias y otros importantes desajustes neurológicos, mutismo e inmovilidad,
disartria y apatía, labilidad emocional.
2. Cambios de personalidad: son alteraciones en las actitudes y patrones del
comportamiento del sujeto. Para los familiares y el entorno, constituyen uno de los
aspectos más angustiantes aparecidos como secuela, después de una lesión cerebral.
El paciente puede ser CC de ello, pero frecuentemente lo olvida.
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2a. Cambios de personalidad con daño cerebral: estos pueden fluctuar a partir de una
leve pérdida de finura o una vitalidad disminuida. En los casos de demencia grave,
aparecen alteraciones de la motivación, pérdida de la libido y cambios afectivos con
embotamiento, inestabilidad emocional, apatía o euforia, irritabilidad y situaciones de
ira y marcado egocentrismo, conductas antisociales e irresponsables, desinhibición,
que pueden ocurrir sin evidencia de deterioro en los test de habilidad cognitiva.
Aparece un deficiente control de la agresividad (arrebatos), exagerándose los rasgos
de la personalidad de base. También puede darse una euforia jocosa, apatía,
egocentrismo, tendencia a la satisfacción inmediata de los apetitos, indiscreción, falta
de tacto social, etc.
3a. Psicosis después de lesión cerebral: en estos casos la etiología resulta compleja.
El daño cerebral puede contribuir por sí mismo al desarrollo de su trastorno o puede
actuar como precipitante en individuos predispuestos.
3b. Esquizofrenia después de lesión cerebral: varias lesiones cerebrales han
desembocado en el desarrollo de diferentes formas de esquizofrenia, siendo las más
frecuentes las de tipo paranoide, habiéndose observado su presencia con mayor
frecuencia en las lesiones leves, lo que sugiere que existen factores independientes
del daño lesional en el desencadenamiento del trastorno. Para establecer el
diagnóstico de esquizofrenia postraumática, deben darse las siguientes condiciones: 1.
Que el traumatismo craneal tenga intensidad suficiente como para inducir un síndrome
confusional inmediato 2. Que el cuadro esquizofrénico presente predominancia notable
de signos productivos, en particular, ideas delirantes 3. El problema central de la
esquizofrenia postraumática es el delirio paranoide, que se caracteriza por ser del tipo
interpretativo (se interpreta el traumatismo craneal mismo como una agresión, una
persecución vivida por el sujeto como particularmente importante).
3c. Psicosis paranoide: es frecuente la aparición de ideas persecutorias, en individuos
de edad mediana, no asociadas a daño cerebral importante, ni con un determinado
asentamiento sobre una región cerebral concreta. 1. Psicosis afectivas: en presencia o
no de daño cerebral, soliendo ser más frecuente la psicosis depresiva que la
hipomanía. 2. Otras psicosis: psicosis epilépticas, episodios delirantes, psicosis
histéricas, hipocondrías
411 con imitación de las manifestaciones. También pueden aparecer síntomas
obsesivo-compulsivos acompañando la depresión o la ansiedad, coloreando el cuadro.
El paciente está preocupado por la lesión cerebral, está tenso y prodiga la atención en
su problemática, apareciendo, a veces, síntomas de despersonalización
5. cuadros secundarios al impacto emocional: trastorno de estrés post traumático;
síndrome postconmocional; neruosis de renta. ESTO NO LO DESARROLLE PORQUE
YA LO ANTERIOR ME PARECIO INECESARIO
Baremos de evaluaciones de incapacidades psiquiátricas

Trastornos ligeros (Grupo I) Trastornos moderados (G. II) Trastornos medios (Grupo
III)

Los síntomas son poco Los síntomas, de orden Los síntomas, de orden
molestos y discapacitantes neurótico, son más molestos neurótico, son notables y
(ansiedad intermitente, pero siguen siendo poco discapacitantes (angustia,
nerviosismo, irritabilidad, discapacitantes (ansiedad, depresión, fobias,
etc.), la exploración y la ideas depresivas, trastornos obsesiones, etc.), pero no
anamnesis no revelan nada del sueño, etc.). No hay hay trastornos del curso del
muy particular. La eficiencia trastornos de la expresión, de pensamiento, ni alteración
social, sobre todo la la presentación, del del raciocinio. Las anomalías
profesional, es normal. El comportamiento. La eficiencia puestas de manifiesto por la
paciente sigue siendo social del sujeto es normal exploración, si existen, son
autónomo para todos los (trabaja, tiene relaciones leves. La eficiencia social es
actos de la vida cotidiana. normales o discretamente satisfactoria o relativamente
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patológicas, está bien satisfactoria. El paciente


adaptado a su entorno, etc.). puede ejercer una actividad
La autonomía intelectual es profesional, su integración
total para los actos de su vida en el entorno es correcta. La
cotidiana. autonomía para los actos de
la vida cotidiana permanece.
La dependencia de otra
persona, si existe, no reviste
un carácter muy patológico o
contrariante.

Ejemplos: angustia flotante Ejemplos: neurosis poco Ejemplos: neurosis que


semi-intermitente, irritabilidad invalidantes que permiten una entrañen síntomas y
simple, trastornos del sueño vida afectiva correcta, una sufrimiento notables, que sin
poco marcados, inestabilidad integración profesional normal, embargo permiten una
emocional simple. una integración social integración social y
satisfactoria. Neurosis simples, profesional correcta. Déficit
personalidades patológicas intelectual del tipo de
(histérica, fóbica, obsesiva, debilidad ligera.
etc.) satisfactoriamente Desequilibrios psíquicos que
integradas en su medio. permiten, pese a las
molestias creadas por los
síntomas y la inestabilidad,
una integración afectiva,
social y profesional.

Trastornos importantes Trastornos muy importantes (Grupo V)


(Grupo IV)

Los trastornos y los síntomas Los síntomas son graves: ideas delirantes, depresión crónica
son patentes o muy patentes, severa con apragmatismo, trastornos masivos del juicio,
de orden neurótico e incluso memoria, razonamiento, etc. Aparecen anomalías patentes en
psicótico (depresión de larga la actitud, vestimenta, discurso. La comunicación es posible
evolución, ansiedad (neurosis graves) o está comprometida (delirios,
importante, fobias muy esquizofrenia), o incluso muy comprometida o anulada
limitantes, obsesiones, (demencias). Las relaciones con la realidad están muy
inestabilidad importante). perturbadas; la eficiencia intelectual se halla generalmente
Pueden existir producciones muy perturbada; la eficiencia social es nula o casi, no puede
delirantes que, sin embargo, ejercer ninguna profesión si no es más que a título ocasional o
no invaden el campo de la CC marginal. El paciente sólo dispone de una autonomía reducida
y permiten una capacidad de o incluso ha perdido + ó – su autonomía. Como mínimo debe
análisis y raciocinio correctos. ser vigilado y acompañado o ayudado en su vida cotidiana. En
Las relaciones con la realidad los casos más graves, no puede atender sus asuntos ni cuidar
siguen siendo satisfactorias o de sí mismo (llegando a necesitar internación). Sus relaciones
muy satisfactorias, aunque con sus semejantes están muy perturbadas o son muy
pueden presentarse patológicas e incluso están ausentes.
anomalías del
comportamiento, la actitud y
la expresión. La eficiencia
social está comprometida en
diversos grados: en los casos
más graves el sujeto no es
apto más que para un trabajo
muy simple o estereotipado.
Aun así, conserva su
autonomía, con ayudas
parciales de su entorno,
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según el caso. Las relaciones


con sus semejantes están
muy perturbadas.

Ejemplos: neurosis severas Ejemplos: estados neuróticos muy severos con apragmatismo
de angustia, histérica, fóbica, (neurosis de angustia histérica, fóbica, obsesiva), lentitud
con síntomas muy notables, ideatoria, resistencia a la terapéutica, desinterés global,
importantes sufrimientos, y fatigabilidad psíquica e intelectual considerable. Psicosis
sin embargo, el paciente alucinatorias crónicas. Esquizofrenias graves, que apartan al
sigue siendo capaz de asumir paciente de la realidad, convirtiéndolo en incapaz para
una actividad profesional. cualquier actividad profesional. Deficiencias intelectuales
Psicosis (esquizofrenia, graves, congénitas o adquiridas (debilidad profunda,
manía, melancolía) demencias, etc.).
relativamente bien
compensadas. Debilidad
mental media. Desequilibrio
psíquico que permite, durante
periodos + ó – prolongados,
una integración social y
profesional.

Cap. 12: Daño moral y daño psíquico


El concepto de daño:
Según la Real Academia de la Lengua, define la Acción de Dañar, como “Causar
menoscabo, detrimento, dolor o molestia
Medicamente se afirma que “daño es toda alteración anatómica o funcional causada por
agentes externos o internos”
Para la medicina legal: daño es “toda alteración física o química causada por agentes
mecánicos, físicos, químicos o biológicos, derivados de una acción exógena de carácter
doloso o no”, asimilable al concepto de lesión, que implica “daño causado en la integridad
corporal o en la salud física o psíquica de una persona. El concepto de la medicina legal
es asimilable a de disfuncionalidad o funcionalidad alterada, que significa una
modificación peyorativa de una o más funciones corporales, según Gisbert.
Para el Tribunal Supremo de España lo interpreta como “toda alteración de la salud i
enfermedad, que tenga o no origen traumático”
Zannoni lo define como el menoscabo que, a consecuencia de un evento determina,
sufre una persona, tanto en sus bienes vitales como en su patrimonio
La O.M.S. entiende como daño o dañar “la pérdida o anormalidad en una estructura o
función psicológica, fisiológica o anatómica, valorándose todo aquel daño que cause un
defecto o deformidad que pueda ser objetivable, afectando a cualquier parte del
organismo”
Código Civil, art. 1068: “Habrá daño siempre que se causare a otro algún prejuicio
susceptible de apreciación pecuniaria, o directamente en las cosas de su dominio o
posesión o indirectamente por el mal hecho a su persona o a sus derechos o facultades”.
Había otras definiciones pero ya me parecía que se entendía el punto.
Responsabilidad civil y daño: para que exista responsabilidad civil, debe existir un nexo
causal entre el ilícito y el daño. Es necesario que el acto sea ilícito, imputable
subjetivamente al agente, que haya culpabilidad, que exista daño patrimonial o moral y
que medie un nexo de causalidad adecuado entre el ilícito y el daño.
Desde lo jurídico, daño psicológico es la perturbación transitoria o permanente del
equilibrio espiritual preexistente, de carácter patológico, producida por un hecho ilícito que
genera a quien lo padece, la posibilidad de reclamar una indemnización por tal concepto a
quien la haya ocasionado o deba responder por ella.
Este daño seria el resultado o la consecuencia producida por un acontecimiento fuera de
lo común, extraordinario o no frecuente en la historia de una persona, resultado de una
Resumen Psicología Forense Final

situación de perdida de gran entidad, ya sea de integridad física o en el mundo afectivo.


Este hecho produce una importante modificación en la vida del sujeto, que conlleva el
detrimento de la paz anímica, produciendo un descenso en el nivel de calidad de su
existencia y provocando un cuadro en el que prevalece la tristeza, como fundamental del
estado ánimo.
Breves consideraciones finales sobre el daño moral y el daño psíquico
Algunas definiciones de daño moral:
El daño moral consiste en la violación de algún derecho inherente a la personalidad, con
prescindencia de las repercusiones anímicas en la víctima (Brebbia).
El daño moral es el menoscabo o pérdida de un bien –en sentido amplio- que ocasiona
una lesión a un interés amparado por el derecho, de naturaleza extra-patrimonial. Dicho
interés tiene un contenido puramente espiritual (sufrimiento, dolor, aflicción, angustia,
desánimo, desesperación, pérdida de la satisfacción de vivir) (Bueres).
El daño moral es todo menoscabo referido a los atributos o presupuestos de la
personalidad jurídica, con independencia de su repercusión en la esfera económica
(Segundas Jornadas de Derecho Civil).
El daño moral es la lesión de razonable envergadura producida al equilibrio espiritual,
cuya existencia la ley presume –y tutela- y que atañe a una persona. Si ese equilibrio
estuviera ya alterado antes del hecho considerado como generador del daño moral, puede
consistir en una agravación, en una situación intensificadora. El daño moral es un
acontecimiento conmovedor. Hasta podría conllevar también una perturbación para el
normal proceso de pensamiento (Cipriano).
El daño moral es una modificación disvaliosa del espíritu en el desenvolvimiento de su
capacidad de entender, querer o sentir, que se traduce en un modo de estar de la
persona, diferente de aquel en que se encontraba antes del hecho, como consecuencia de
éste y anímicamente perjudicial, o sea, es un perjuicio susceptible de apreciación desde la
óptica del entendimiento, de la sensibilidad o de la voluntad de la persona (Z. de
González). El daño moral incide sobre lo que el sujeto ES. Implica un defecto existencial
en relación a la situación subjetiva de la víctima precedente al hecho (disvalor personal),
aunque no todo estado espiritual disvalioso es un daño moral.
En diversos fallos (españoles) se dice:
- La noción de daño moral se halla vinculada con el concepto de desmedro
extra-patrimonial o lesión en los sentimientos personales, en las afecciones
legítimas o en la tranquilidad anímica
- El daño moral es aquel que en lo más íntimo de su ser padece quien ha sido
lastimado en sus afecciones legítimas y que se traduce en dolores y
padecimientos personales
- Entendemos que el daño moral constituye una lesión a los derechos extra-
patrimoniales de naturaleza subjetiva que, sin abarcar los perjuicios que son
recuperables por vía del daño directo, recaen sobre el lado íntimo de la
personalidad (vida, integridad física o moral, honor, libertad) y no existe cuando
se trata de un simple perjuicio patrimonial.
- Siempre que exista una lesión corporal, resulta razonable admitir que ha
existido daño moral y, aunque éste haya sido leve, ya que su efecto puede
exceder el límite de las meras molestias, debería tenerse en cuenta que el
hecho ha desencadenado angustia y sufrimiento, que exigen ser satisfechos al
haber transgredido intereses legítimos, de contenido extra-patrimonial.
Para nosotros, tanto en el daño moral como en el psicológico está afectado el
equilibrio espiritual. En el daño psicológico ese desequilibrio debe llegar a producir
una patología, para ser reconocido como tal. El daño moral se hace referencia a
dolores, padecimientos y angustias. En el daño psicológico, se tiende a resarcir la
incapacidad que en ese campo produjo el accidente. Por lo que sabemos, no es
necesario probar la existencia o extensión del daño moral, cosa que no sucede con el
daño psíquico.
Resumen Psicología Forense Final

El daño moral es un tipo de trastorno lesional que puede generar angustia y afectar
sentimientos. Para establecer su existencia deberá determinarse la naturaleza de los
sufrimientos o la magnitud que alcanza el dolor producido por el evento dañoso en el
común de las personas. Para establecer su existencia deberá determinarse la
naturaleza de los sufrimientos o la magnitud que alcanza el dolor producido por el
evento dañoso en el común de las personas. Por lo tanto, su determinación es difícil,
ya que por su naturaleza particular, este tipo de trastorno perjudicial viene traducido en
las vivencias personales del afectado. Para el juzgador, que carece de elementos para
precisar el “quantum” del sufrimiento, medir los sinsabores, los padecimientos, las
perturbaciones o incertidumbres que plantea el afectado en sus dichos, es una
temática predominantemente subjetiva. Aquí la ley deberá poner a disposición de la
víctima elementos lo suficientemente aptos para que el actor pueda tener acceso a
gratificaciones viables acordes con la situación de incapacidad resultante.
Entendemos que en la lesión hay una afección en una determinada esfera de la
integridad psicofísica en la persona. La lesión no sería el daño, sino su causa. En
cuanto al daño, refiere a consecuencias o efectos dañosos o disvaliosos a nivel
personal. Daño moral y psicológico tienen en común ser lesiones incapacitantes, dada
la imposibilidad de corregir lo global del menoscabo.
El daño moral se manifiesta, en especial, afectando el área afectiva o de los
sentimientos. Las formas más frecuentes están dadas por la angustia, pero también el
pesar, el dolor, la tristeza, la tranquilidad de ánimo, la vergüenza. Se configura el daño
moral cuando el hecho ha afectado o comprometido de modo perjudicial no sólo la
esfera afectiva o de su sensibilidad (a través de cómo se siente el sujeto), sino
también su esfera intelectual y volitiva (Z. de González).
Los límites entre lo psíquico y lo somático son difusos de manera tal que las
afecciones anímicas repercuten funcionalmente en la salud del individuo y los
menoscabos corporales no dejan de producir un quebranto en la personalidad de
quien los padece. No existe una incapacidad psíquica y una incapacidad física. Existe
una sola incapacidad y ella puede estar dada por la afectación del fondo vital o de la
vida anímica (Iturraspe). El daño psíquico ejerce una gravitación en la capacidad de la
víctima, que se traduce en una disminución de las aptitudes para el trabajo y la vida de
relación. Siempre que haya una enfermedad psíquica, coincidirá el daño psíquico con
el daño moral. El daño psíquico reside en la alteración patológica misma de la
personalidad. El daño moral valora y recoge la realidad como desequilibrio espiritual
profundo. El daño psíquico, entonces, no implica cualquier desequilibrio espiritual, sino
uno patológico, diagnosticable y más o menos clasificable por la ciencia médica. Si
existe, producirá siempre un daño moral, pero no se identifican conceptualmente
ambas nociones, aunque éste derive de aquél. La lesión psíquica puede ser causa o
génesis de daño, no sólo moral, sino también eventual y frecuentemente patrimonial,
desde el punto de vista de la causalidad jurídica o principio de razón suficiente. La
enfermedad psíquica sería un factor de intensificación del daño moral resarcible (Z. de
González).

Dragone, Antonio: Puntos de pericia. Puntos dilemáticos. Ficha de


Cátedra.
Asistimos a un incremento progresivo de la demanda pericial psicológica desde el
ámbito judicial, y esto permite pensar que afirman su confianza en una prueba que ha
comenzado a tener historia, apareciendo en escena un cuerpo teórico con multiples
recursos técnicos.
Comenzó a enriquecerse la prueba judicial psicológica tomando forma en la aparición
de puntos de pericia, motivada por el interés de precisar cuestiones que no cierran y
que ya no pueden responderse a la manera de un oráculo. Aquí se instalan dos
momentos: el primero es la legitimidad de demandar por un mayor saber. El segundo,
un deseo no expresado de ejercer control sobre la tarea, confundiendo algunas veces
Resumen Psicología Forense Final

la puntuación pericial con una modalidad del proceso como es la absolución de


posiciones.
Aquí se responde únicamente desde la verdad. Reconocer que desde la función de
peritos psicólogos estamos insertos en un espacio institucional sujetado a la
normatividad, no implica obturar la construcción de nuevos espacios de interacción.

ROITSTEIN, LEGUIZAMÓN, CATTÁNEO, BIDART


El espacio específico en el que se inserta la actividad pericial: EL PROCESO
JUDICIAL
Es un conjunto de actos coordinados entre sí, cuyo objeto consiste en pronunciar una
sentencia por parte de un órgano perteneciente al Poder Judicial. El proceso
comprende el conjunto de actos que son necesarios en cada caso, para el
pronunciamiento de una sentencia; el procedimiento, en cambio, constituye cada una
de las fases o etapas que aquél puede comprender.
El ordenamiento jurídico procesal se apoya en principios procesales. Dentro del
proceso civil pueden individualizarse: el Principio dispositivo (o de las partes), que
plantea una pretensión que no excede por regla general, el interés de las partes. Son
las partes las que deben llevar el proceso adelante, requiere que éstas lo inicien, lo
impulsen, para transitar las diferentes fases hasta llegar a la sentencia definitiva. Y son
solo las partes las que determinan el objeto del litigio.
La contracara del anterior principio, es el principiode inquisición, predominante en
materia penal, en el cual es el órgano jurisdiccional quien tiene en todo momento el
poder de proceder de oficio, aun sin ser requeridos por las partes; porque el estado
reacciona por iniciativa pública, prescindiendo de toda consideración de interés
individual.
Siguiendo con los principios del proceso penal, el Principio de contradicción o
bilateralidad, implica la prohibición de que los jueces dicten alguna resolución sin que
previamente sean oídos quienes pudieran verse directamente son afectados por ella.
El Principio de escritura, supone que el juez o tribunal conoce las pretensiones y
peticiones de las partes a través de actos escritos. Y el Principio de publicidad,
comporta la posibilidad de que los actos procesales sean presenciados o conocidos
incluso por quienes no participan en el proceso como partes, funcionarios o auxiliares.
Por lo que alcanza su mayor efectividad en materia oral.
Los procesos pueden ser clasificados siguiendo los siguientes criterios:
Por su finalidad: De conocimiento: determinar cuál de las partes se halla
asistida de razón. De ejecución: realizar mediante las medidas coercitivas
correspondientes, el derecho ya declarado en una sentencia de condena anterior.
Cautelares: Con el otorgamiento de las medidas cautelares, la parte que puede
resultar eventualmente perjudicial puede obtener la eliminación del riesgo.
Por su estructura: Ordinario: conocimiento pleno y formalidad. Todas las
contiendas judiciales que no tengan señalada una tramitación especial, tramitarán por
juicio ordinario. Especiales: los sumarios: se caracterizan por la simplicidad de las
formas que los rigen. Esta simplicidad se traduce en la disminución de los plazos, en la
concentración de los actos que lo integran, y en la reducción de los recursos. Los
universales: se caracteriza por la circunstancia de recaer sobre la totalidad de un
patrimonio, con miras a su distribución y liquidación. Son Universales el juicio
sucesorio, el concurso y la quiebra.
¿A través de qué medios, da constancia el perito de su intervención?
El escrito judicial es el medio que permite intervenir en el juicio; forman parte del
expediente judicial que puede ser definido como un legajo de foliatura corrida en el
cual se reúnen ordenada todas las actuaciones producidas por las partes, el juez, sus
auxiliares o terceros. Es la crónica escrita, oficial y fehaciente de los actos procesales
Resumen Psicología Forense Final

realizados en el marco de un proceso o procesos.Como peritos estamos autorizados


para consultar el expediente.
¿Existe otro medio de presentación de lo realizado por el perito?
Las audiencias son los actos en los cuales el juez o tribunal escucha las
declaraciones de las partes y de los testigos, el dictamen de los peritos o sus
explicaciones. De esto se deja constancia en el expediente, mediante las actas. Las
audiencias serán públicas, salvo que el juez disponga lo contrario.
¿Cuáles son los medios por los que se manifiestan las comunicaciones en un
proceso judicial?
Estos medios son: traslados (providencias mediante las cuales el juez dispone poner
en conocimiento de una de las partes la petición formulada por la otra), los oficios
(comunicaciones libradas por un juez a otro para encomendarle alguna diligencia o
requerirle informes), los exhortos (medios para dirigir comunicaciones a autoridades
judiciales de otra jurisdicción) y mandamiento (orden escrita del juez, ordenando
ejecutar o cumplimentar una medida).El modo normal de terminación de todo proceso
es el pronunciamiento de una sentencia definitiva.
Los actos procesales deben ejecutarse dentro de un espacio de tiempo al que se
denomina término procesal.
De las resoluciones judiciales, se toma conocimiento por “notificaciones” que pueden
ser: por nota, tacita, personal, por cedula o por telegrama.
LA PERICIA Y SU UBICACIÓN EN EL PROCESO.
- Etapa de postulación o sustanciación. La misma comprende los actos procesales
de:a) Interponer la demanda, ya que todo expediente judicial debe iniciarse mediante
la presentación de una demanda.b) antes de presentar la demanda, se pueden llevar a
cabo diligencias preliminares, a fin de facilitar conocimientos, hechos o informaciones
con el objeto de promover la acción en forma precisa y eficaz.c) Contestar la
demanda: es el escrito a través del cual el demandado, va a negar los hechos de la
actora o reconocerlos, pudiendo relatar su versión de los hechos y las defensas.

- Etapa probatoria. Donde se debaten los hechos introducidos en las alegaciones de


los litigantes, con el fin de esclarecerlas.

- Etapa decisoria. El juez dicta sentencia de conformidad con los hechos alegados y
probados en el proceso.

- Etapa impugnativa. Es la oportunidad en la cual la parte que se sienta perjudicada


por una resolución judicial, puede impugnarla o recurrirla ante el mismo órgano que la
dictó, u otro de grado superior, a fin de que se la modifique.

LA PERICIA TENDRÁ LUGAR EN LA ETAPA PROBATORIA.


Los medios de prueba se conceptualizan como los modos u operaciones que,
referidos a cosas o personas, son susceptibles de proporcionar un dato demostrativo
de la existencia o inexistencia de uno o más hechos.La prueba es todo elemento de
convicción del juez, pero igualmente son los medios que le permiten formarse esa
convicción. La prueba es la actividad procesal realizada con el auxilio de los medios
previstos o autorizados por la ley, encaminada a crear la convicción judicial acerca de
la existencia o inexistencia de los hechos afirmados por las partes en sus alegaciones.
La finalidad de la actividad probatoria es producir en el ánimo del juez una certeza, no
lógica o matemática, sino subjetiva, sobre la existencia o inexistencia de los hechos
afirmados. Quien juzga debe tener la certeza de que ha alcanzado esa verdad.
Resumen Psicología Forense Final

Los medios probatorios regulados en el CPCC, son: Prueba documental; Prueba


informativa; Prueba confesional; Prueba testimonial; Prueba pericial; Prueba de
reconocimiento.
En ocasiones, surge la necesidad de auxiliar al magistrado, por personas
especializadas en alguna ciencia, arte, industria o actividad técnica, a quienes se
denomina peritos. El perito es la persona capacitada en determinada disciplina
que posee los conocimientos científicos o técnicos necesarios para asistir al
juez en su tarea de administrar justicia, colaborando con él en la correcta
percepción y verificación de los hechos, causas y efectos que comprueban el
juicio. Los peritos se erigen en intermediarios en el reconocimiento judicial de los
hechos controvertidos, supliendo los conocimientos de los cuales el juez
habitualmente carece.
Entre los medios de prueba personales encontramos el dictamen pericial y la prueba
testimonial:

DECLARACION TESTIMONIAL DICTAMEN PERICIAL


versa sobre hechos pasados Puede tener por objeto la comprobación y
enjuiciamiento de hechos pasados,
presentes y futuros.
El testigo declara sobre hechos percibidos El perito se expide sobre hechos
o realizados fuera y con independencia percibidos en ocasión de aquél
del proceso
El testigo, da noticias sobre hechos El perito dictamina científicamente.
El testigo es la prueba El perito la produce
El testigo está obligado a declarar El perito no declara
El testigo no es recusable El perito es recusable
El testigo no cobra honorarios El perito sí
La prueba pericial es suministrada por terceros que, a raíz de un encargo judicial, y
fundados en los conocimientos científicos, artísticos o prácticos que poseen,
comunican al juez las comprobaciones, opiniones o deducciones de los hechos
sometidos a su dictamen. Se trata de un medio probatorio indirecto, por cuanto el
juez podrá extraer, de los datos aportados por el experto, la deducción acerca de la
existencia o inexistencia de un hecho.
Presentación del dictamen: acto mediante el cual los peritos, respondiendo a cada uno
de los puntos de pericia propuestos por las partes –o por el juez- den cuenta de las
operaciones realizadas y exponen su opinión fundada acerca de las conclusiones que
a su juicio cabe extraer de aquellas.
Debe comenzar con un análisis detallado de las cuestiones previas que lo llevaron a la
conclusión, como ser antecedentes, exámenes, inspecciones y observaciones
realizadas, concurrencia al lugar del hecho, bibliografía consultada, documentación
agregada al expediente. Dará una respuesta pormenorizada de los puntos de pericia,
razón de los mismos, los principios científicos de su materia en los que se basó y
bibliografía utilizada. Finalmente, debe fundar sus conclusiones definitivas a las que
arribó basándose en las diligencias y estudios efectuados y de las pruebas que surjan
del expediente de las que también pudo valerse. También puede agregar al dictamen
distintos instrumentos como son tests psicológicos, croquis del lugar del hecho,
fotografías, planos, radiografías, etc. En todos los casos, debe abstenerse de opinar
sobre cuestiones de índole jurídica. La pericia no ha de ser una mera opinión del
experto, ha de exponerse en detalle.
Medidas en relación a la prueba pericial:
1-Fijación de puntos de pericia: El juez fija los puntos que van a constituir el
objeto de la prueba pericial, pudiendo agregar otros a los ya propuestos por las partes,
o eliminar los improcedentes o superfluos y fijando el plazo dentro del cual deben
expedirse los expertos.Los puntos de pericia son los interrogantes de carácter técnico
Resumen Psicología Forense Final

que los litigantes formulan al experto, a fin de que éste, basándose en los
conocimientos especializados que posee, los dilucide mediante su dictamen.
2-Pedido de explicaciones: Puede el juez ordenar a los peritos que den
explicaciones para aclarar conceptos oscuros.Las explicaciones forman parte del
dictamen pericial.
3-Confección de nueva pericia.
TIPO DE PERITOS INTERVINIENTES.
El perito del cuerpo oficial es quien forma parte como empleado de la Asesoría Pericial
dependiente de la Suprema Corte de Justicia; recibe un salario por la labor profesional
realizada y tienen prioridad en la atención de los Fueros Penal, Familia, Menores y en
última instancia Civil y Comercial y Laboral.
El perito de lista (oficio), todo aquel profesional que habiendo aprobado el curso y
examen de Practica Procesal, y habiendo sido aceptada su solicitud de inscripción,
forma parte de un listado oficializado del cual se extraerán, a través de un sorteo para
intervenir como perito en un proceso judicial. Este perito actúa en los fueros Civil y
Comercial y Laboral, y por su labor profesional cobra honorarios cuando la causa tiene
sentencia firme.
El perito de parte, es aquel que la parte propone para que intervenga en el proceso y
que actuara en conjunto con el resto de los peritos.
Y el consultor técnico es aquel profesional especializado que cumple la función de
asesorar a la parte que lo propuso; por ello se lo considera un defensor. Dadas sus
características no puede ser recusado ni removido por no presentarse en el
expediente o por no presentar su dictamen ya que no tiene obligación de hacerlo.
EL PERITO Y LA REALIZACIÓN DE LA PERICIA.
El perito realiza un acto procesal. Tiene derecho a investigar con absoluta libertad,
cualquier limitación va en contra de los principios de espontaneidad. El perito puede
recibir informes de terceros y utilizar la asesoría de otros expertos, siempre que las
conclusiones las adopte personalmente.

El ejercicio de la función pericial no constituye una carga pública y el perito puede


rehusarse a su aceptación como tal. Producida la aceptación, el perito es pasible de la
aplicación de sanciones de orden civil, penal y procesal:

1-Sanciones civiles: Será removido el perito que, después de haber aceptado el


cargo, renunciare sin motivo atendible, rehusare dar su dictamen o no lo presentare
oportunamente.
2-El perito es penalmente responsable en el caso que actuare con dolo/estafa.

3-La responsabilidad disciplinaria puede ser: a) su reemplazo, por no rendir el


dictamen en el tiempo designado; b) multas pecuniarias; c) inhabilitación para
desempeñar funciones y supresión en las listas oficiales.

Domínguez Lostaló, Juan Carlos & Facio Fernández, Tatiana:


Administración de Justicia: Política y burocracia (Cap III y IV)
PRINCIPIOS INSTITUCIONALES
1- El principio de Corrección. El principio de corrección es la alternativa
ante la función represiva de la pena, ya que los recursos sociales disponibles
hacen suponer que existen posibilidades de readaptar a la persona que ha
delinquido. Proceso de readaptación o tratamiento, es un trato regulado y
programado de un sujeto con la finalidad de su transformación por el uso de recursos
técnicos.
Resumen Psicología Forense Final

Si bien el tratamiento es aceptado y promulgado desde la perspectiva conservadora,


queda reducido a sus aspectos formales, y vacío de contenido, ya que sólo posibilita la
existencia de un aparato burocrático que produce trabajo y poder a los custodios. Su
proyección en la realidad sólo refleja la protección de la sociedad ante los
delincuentes que perturban su orden y no la aspiración un cambio positivo de
éstos para su incorporación consciente al sistema productivo. Sostenemos que
la pena (tiempo de segregación) debe aprovecharse para cubrir las carencias
que las personas detenidas sufrieron en su desarrollo. Se busca una adaptación
activa que, cuestionando la conducta propia y ajena, permita entender críticamente la
realidad.
El criterio de adaptación activa propone la participación en los diferentes niveles de
relación: comunitarios, grupales e individuales, donde la persona vaya adquiriendo su
autorespeto y el respeto a los otros como obligación y como derecho.
2- El principio de Clasificación. Aceptado el principio de Corrección, es
necesaria para la organización, determinar agrupaciones, clases, que permitan señalar
una ubicación diferenciada para el interno con base en la mayor o menor peligrosidad
para sí mismo o para con los otros. También el esquema de clasificación refleja en sí
las actitudes conservadoras o progresistas de quienes lo han diseñado y lo van a
utilizar.
Buscamos determinar los factores dominantes y subsidiarios en la motivación
delictiva: 1- la patología individual (inimputable); 2- el condicionamiento
neurótico del infractor, producto de la relación de éste con sus grupos
primarios; 3-contaminación antisocial; y la propia institucionalización. Siempre
se dan dos o más de estos factores.
3-El principio de Modulación de la Pena.Al ser la recuperación social del
individuo el objetivo último de la pena, su modulación es el principio según el cual la
pena se modifica de acuerdo con la transformación de la persona dentro de la
institución que le proporciona el tratamiento. Este principio es el eje fundamental del
sistema progresivo de tratamiento penitenciario, sistema mediante el cual el interno
avanza desde distintas etapas, según su diagnóstico y clasificación, hasta la libertad
en régimen de prueba.
Por otro lado, el sistema progresivo de tratamiento es el único sistema que
permite la participación activa del interno en su tratamiento, pues gracias a sus
avances o retrocesos, le hace reconocer la capacidad que ha logrado para
manejar sus impulsos y el grado de capacitación que ha obtenido para poder
desenvolverse en la sociedad. Rescatando el sistema de la progresividad para la
modulación de la pena, nuestra propuesta hace especial hincapié en los fenómenos de
convivencia evaluados mediante dinámicas grupales. La participación de la persona en
el grupo le permite tomar conciencia de por qué avanza o no en las distintas etapas
del sistema progresivo, pues al ser sus actos constantemente reflejados les encuentra
significación y sentido.
4- El principio del trabajo. El fin último del tratamiento penitenciario es la
reincorporación social del individuo, frente a sus necesidades y las de su
familia, proveer a la satisfacción de las mismas, sin quebrantar las normas de
convivencia social y los bienes jurídicos que la legislación protege.
5- El principio de la Educación. La actitud progresista frente a la
educación pretende enseñar al sujeto a aprehender correctamente su realidad
individual y social por medio de una participación activa en el conocimiento, la
cual le haga aspirar a su desarrollo integral: individual, social y cultural. Abarca
la capacitación para el trabajo, la recreación y la convivencia con sus semejantes. Sus
ejes son el diálogo, la discusión y la acción. El objetivo es crear las condiciones que
permitan al educando detectar sus necesidades y adquirir los elementos conceptuales
e instrumentales para poder atenderlas.
6- El principio del Control Técnico. El control técnico en el modelo
conservador, se ejerce a través de una jerarquización verticalista y rígida que excluye
Resumen Psicología Forense Final

el diálogo y favorece la arbitrariedad y discrecionalidad en las decisiones. En nuestra


propuesta, la metodología produce la ruptura de la verticalidad rígida y promueve
situaciones dialógicas que permiten una disciplina permanente y cogestionaria. Para
nosotros, que asumimos la actitud progresista, este es el único y verdadero control
técnico en una institución. Modificamos el sentido de la institución al transformarla
en un ámbito pedagógico cuyo principio es que a las cárceles entran hombres y
el delito queda en la puerta. El técnico se transforma en un militante de la justicia
social.
7- El Principio de las Instituciones anexas. Estas instituciones, al tener
como objetivo común la justicia social, deben complementarse en la
especificidad de su función. El trabajo interinstitucional favorece el proceso de
reinserción social. La posición conservadora pretendería disminuir los programas de
ayuda social y hacer que el marginado resuelva sus problemas de modo totalmente
individual, quedando sumergida en su propia dinámica, al margen del funcionamiento y
de las necesidades de las otras instituciones. Cuando se tiene claro que la creación
de la institución obedece a un planteo político general y que su objetivo
fundamental es la prestación de servicios para combatir la desigualdad social, lo
que sólo reconoce una actitud progresista, entonces la organización interinstitucional
es totalmente distinta.

Carranza, Elías (1997) Situación del Delito y de la Seguridad de los


Habitantes en los países de América Latina (pp. 23-49) y Política Criminal:
entre la política de seguridad y la política social (pp. 80-98) (VER UNIDAD
2 – Baratta)
SITUACIÓN DEL DELITO Y DE LA SEGURIDAD DE LOS HABITANTES EN LOS
PAÍSES DE AMÉRICA LATINA.
Presentaremos el panorama de la criminalidad en las tres categorías de delitos que
han sido materia del proyecto que originó este libro, a saber: delitos contra la vida y la
integridad personal, delitos contra la propiedad, y delitos contra la libertad sexual o
sexuales. En rigor, éstos no son los únicos ni necesariamente los que con mayor
gravedad afectan la seguridad de los habitantes, pero causan gran temor y alarma por
herir directamente a las personas o a su entorno inmediato.
Por lo que respecta al término “seguridad de los habitantes”, en primer lugar, un
concepto verdaderamente abarcador debería incluir no sólo la seguridad de no ser
víctima de delitos, sino también la de gozar de la vigencia de un Estado constitucional
de derecho y de un estándar mínimo o razonable de bienestar en materias de salud,
educación, vivienda, ingreso, etc. este concepto no sería otro que el reciente concepto
de “desarrollo humano sostenible” que tiene la equidad como principio.
En segundo lugar, aclarar que hemos considerado apropiado utilizar el término
“seguridad de los habitantes” y no “seguridad ciudadana”, por cuanto la palabra
“habitante” no sólo cubre a los ciudadanos sino a todas las personas sin excepción.

ROITSTEIN, LEGUIZAMÓN, CATTÁNEO, BIDART. Consideraciones sobre


la ética del psicólogo en la actividad pericial. Ficha de Cátedra
De acuerdo con la Constitución Nacional, existen, por un lado, una justicia nacional
que ejerce sus atribuciones en todo el territorio de la República, con respecto a los
asuntos del art.116 (competencia federal) y en los lugares sometidos a la potestad del
gobierno nacional; y por el otro lado, una justicia ordinaria que ejerce sus funciones a
través de los órganos judiciales provinciales (arts.5,121/123) y cuya competencia
abarca el conocimiento de todos los asuntos regidos por el derecho común y local, con
las limitaciones establecidas por el art.75inc. 12 (naturalización, nacionalidad,
Resumen Psicología Forense Final

bancarrotas, falsificación de moneda corriente y documentos públicos del Estado y las


materias que requieran el establecimiento del juicio por jurados).
Estructura del Poder Judicial de la Nación:
El Poder Judicial de la Nación es ejercido por la Corte Suprema de Justicia, los
Tribunales nacionales de la Capital Federal y los nacionales con asiento en las
provincias. Los jueces de la Nación son nombrados por el Presidente de la Nación con
acuerdo del Senado, son inamovibles y conservaran sus empleos mientras dure su
buena conducta. Solo pueden ser juzgados y removidos a través del Juicio Político.
La Corte Suprema esta integrada por nueve miembros y ante ella actuaran el
Procurador General de la Nación y los Procuradores Fiscales.
Competencia: Ha de entender sobre problemas entre nuestro país y un país
extranjero; entre una persona y una provincia; entre dos o más provincias entre sí;
entre funcionarios extranjeros; como ultima instancia cuando ya ha fallado una Corte
de Provincia; en los recursos directos por apelación denegada; en los recursos de
queja por retardo de la justicia; cuando se interponga el recurso extraordinario; o por
apelación ordinaria de las sentencias definitivas de las Cámaras nacionales de
Apelaciones; en casos de extradición, o de embargo marítimo en tiempo de guerra; o
en causas en que la Nación en forma directa o indirecta sea parte.
Los Fueros: Civil, Penal, Comercial, Contencioso Administrativo, Laboral y Penal
Económico.
Las instancias: Son los escalones por donde uno puede subir para reclamar sus
derechos:
1* Instancia: Juzgado o Tribunal
2* Instancia: Cámara de Apelaciones
3* Instancia: Corte Suprema
Estructura del Poder Judicial en la Provincia de Buenos Aires
El art. 160 de la Constitución Provincial establece que el Poder Judicial será
desempeñado por una Suprema Corte de Justicia, Cámaras de Apelación, Jueces y
demás Tribunales que la ley establezca.
Conforme a la Ley Orgánica del Poder Judicial (Ley 5827) la administración de justicia
será ejercida por: Suprema Corte de Justicia - Cámaras de Apelación en lo Civil y
Comercial y en lo Criminal y Correccional; Jueces de I instancia en lo Civil y Comercial
y en lo Criminal y Correccional - Tribunales de Trabajo -Tribunales de Familia -
Tribunales de Menores - Jueces de Paz - Juzgado Notarial.
Se divide a la Pcia en 18 Departamentos Judiciales.
En este texto se destacan dos conceptos de singular importancia en el campo jurídico:
jurisdicción y competencia.
Un juez competente es siempre un juez con jurisdicción; un juez incompetente es
también un juez con jurisdicción, aunque sin competencia. La competencia es el
fragmento de asuntos atribuidos a un juez, la potestad jurisdiccional respecto a una
parte del sector jurídico que le ha sido asignada.
Jurisdicción significa declarar o decir el derecho. La Competencia puede clasificarse
en base a tres criterios:
Objetivo: atienden a la naturaleza y al monto de la causa y a él corresponden la
competencia por razón de materia y del valor. Por razón del valor (monto reclamado)
entenderán los distintos tribunales.
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Funcional: Toma en cuenta la índole de las funciones que deben cumplir los jueces
que intervienen en las distintas instancias de un mismo proceso. Corrientemente se
dan dos instancias: una va desde su iniciación hasta la sentencia; una segunda, desde
la interposición del recurso de apelación hasta la sentencia que en ella se pronuncie.
Territorial: Se vincula con la circunscripción territorial asignada por la ley a la actividad
de cada órgano jurisdiccional. La atribución de competencia territorial puede fundarse
en el lugar del domicilio del demandado, en el lugar del cumplimiento de la obligación,
en el lugar de celebración del contrato, etc.
I) Juzgados de Paz Letrados: funciona en cada Partido de la Provincia con excepción
de aquellos en los cuales esté instalada la sede de cada departamento judicial o en los
que funcionen Juzgados de Primera Instancia en lo Civil y Comercial. Tendrán asiento
en la ciudad cabecera de cada partido.
Entenderán en faltas provinciales, en causas de menor cuantía y vecinales.
Procedimiento predominantemente oral, que garantice la inmediatez, celeridad,
informalidad, accesibilidad y procesal.
II) Juzgados de Primera Instancia:
a) Juzgados en lo Civil y Comercial: su jurisdicción en toda materia civil y comercial de
orden voluntario o contradictorio, a excepción de la que le corresponde a los
Tribunales de Familia, de Menores y de Paz.
b) Tribunales en lo Criminal: Tribunal oral que, por exclusión, le corresponde el
conocimiento de todos los asuntos que no sean alcanzados por la competencia de los
juzgados en lo correccional. Sus decisiones sólo son pasibles de recurso de casación
y las interlocutorias de reposición.
c) Juez de Garantías: órgano de contralor de la etapa penal preparatoria, debiendo
trabajar en
forma complementaria con el Ministerio Público Fiscal. Conoce en:
• Cuestiones derivadas de las presentaciones de las partes civiles, damnificado y
víctima.
• Imponer o hacer cesar las medidas de coerción real o personal, exceptuando la
citación.
• Actos o procedimientos que tuvieran por finalidad la incorporación de pruebas y
realización de
diligencias que se consideren irreproducibles o definitivas.
• Peticiones de nulidad.
• Oposición de elevación a juicio, solicitud de cambio de calificación legal o
excepciones.
• El acto de declaración del imputado ante el Fiscal, cuando aquél así lo solicitare.
• El control de cumplimiento de los plazos de la investigación penal preparatoria.
• Todo otro supuesto previsto expresamente por el C.P.P.
d) Juez en lo Correccional: órgano de enjuiciamiento oral, cuya competencia taxativa
comprende:
• Delitos cuya pena no sea privativa de libertad.
• Delitos que tengan pena privativa de libertad cuyo máximo no exceda de tres años.
• Carácter originario y de alzada respecto de faltas o contravenciones de cualquier
naturaleza; la
competencia de la alzada en cabeza de la Cámara de Apelación y Garantías en lo
Penal o del
Juez en lo Correccional.
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• Queja por denegación de los recursos previstos en cada uno de los sistemas
contravencionales.
e) Juez de ejecución: entiende:
• En las cuestiones relativas a la ejecución de la pena.
• En la solicitud de libertad condicional.
• En la observancia de las garantías con relación al trato de personas privativas de su
libertad.
• En los incidentes y cuestiones suscitadas en la etapa de ejecución.
• En los recursos contra sanciones disciplinarias.
• En las medidas de seguridad aplicadas a mayores de 18 años.
• En el tratamiento de liberados en coordinación con el Patronato de Liberados y
demás entidades
afines.
• En la extinción o modificación de la pena, con motivo de la vigencia de una ley penal
más
benigna.
• En la determinación de las condiciones para la prisión domiciliaria.
• En la reeducación de los internos.
f) Juzgado Notarial: entiende en cuestiones relativas al ejercicio de la función del
notariado, a las que afecten la dignidad o prestigio de la misma, etc.
g) Tribunal de Menores: Tribunales Unipersonales y competentes para entender en
causas en que aparezcan como autores o partícipes de un delito, falta o
contravención, menores de 18 años de edad.
III) Tribunales Colegiados de Instancia Única:
Los órganos jurisdiccionales mencionados se caracterizan por estar compuestos por
jueces unipersonales cuyas decisiones son revisadas por un Tribunal de instancia
superior (Cámaras de Apelaciones).-En favor del sistema se ha dicho que la doble
instancia otorga una mayor garantía de certeza, merced a que las partes pueden
provocar un segundo examen de las resoluciones del juez, ya sean dictadas en el
curso o al final del proceso, cuando son desfavorables a sus pretensiones.
Conjuntamente con aquellos, en la Provincia de Buenos Aires, integran el Poder
Judicial los Tribunales de Trabajo y los Tribunales Colegiados de Instancia Única del
Fuero de Familia, caracterizados por una composición colegiada de sus miembros, en
los que se desarrolla un proceso predominantemente oral, no siendo susceptibles de
revisión por ante la Cámara de Apelaciones las resoluciones que dicten, sino sólo
impugnables mediante los recursos extraordinarios por ante la Suprema Corte de
Justicia de Buenos Aires.
III) Tribunales de Trabajo: por razón de la materia entienden en controversias
individuales del trabajo que tengan lugar entre empleadores y trabajadores, desalojos
de inmuebles dados por razón de trabajo, cobros de asociaciones gremiales, tercerías
en asunto de su competencia; ejecución de resoluciones administrativas relacionadas
con las leyes del trabajo. Por razón de grado entienden en distintas apelaciones:
contra las resoluciones definitivas de la asociación sindical que denieguen las solicitud
de afiliación de los trabajadores o dispongan su expulsión; contra las resoluciones
dictadas por las autoridades administrativas del trabajo cuando las leyes lo
establezcan.
Tribunales Colegiados de Instancia Única del Fuero de Familia: Instancia Única con la
particularidad de crear una etapa informal tendiente a la conciliación de las partes en
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juicio. Se contemplan las causas sobre: separación personal y divorcio, nulidad de


matrimonio, liquidación de sociedad conyugal, reclamación de filiación, ejercicio y
suspensión de patria potestad, adopción, régimen de visitas, alimentos, autorización
para contraer matrimonio, alimentos, internaciones, insanías, etc.
IV) Cámaras de Apelación (2° Instancia): la impugnación se hace efectiva mediante los
recursos que la ley procesal regula al respecto.
1) Fuero Civil y Comercial: dos Cámaras de Apelación en lo Civil y Comercial. Cada
Cámara tiene tres salas de dos miembros cada una. Todas las salas tienen un
presidente en común fijo. Los fallos deben dictarse por los dos miembros de la sala.
En caso de disidencia o desintegración, falla el Presidente de la Cámara.
Resultan alzada respecto de los fallos de 1* instancia y demás providencias recurribles
dictadas por jueces de 1* instancia en lo Civil y Comercial. También las providencias
recurribles dictadas por los jueces de paz.
2) Fuero Criminal y Correccional: existe una Cámara de Apelación y Garantías en lo
Penal, compuesta por 13 miembros dividida en cuatro salas compuestas por tres
miembros cada una, con un presidente común.
V) Tribunal de Casación Penal (Apelación): compuesto por 10 miembros; 1 presidencia
fija; 3 salas de tres miembros cada una. Competencia:
• En el recurso de casación.
• En la acción de revisión.
• En las cuestiones de competencia que menciona el C.P.P.
VI) Ministerio Público: es el Cuerpo de Fiscales, Defensores Oficiales y Asesores de
Incapaces que, encabezados por el Procurador General, actúa en defensa de los
intereses de la sociedad y tutela el interés público y la garantía de los habitantes,
requiriendo la justa aplicación de la ley y del derecho.
Goza de la autonomía e independencia que le otorga la Constitución para el
cumplimiento de su función.
Sus miembros tienen los mismos derechos e inmunidades que los jueces.
Conservarán su cargo mientras dure su buena conducta y solamente podrán ser
removidos o suspendidos, conforme a los procedimientos de juicio político. Son
miembros del Ministerio Público: El Procurador y Subprocurador de la SCJBA, El
Fiscal del Tribunal de Casación y Defensor del Tribunal de Casación, Los Fiscales de
Cámara y Defensores Generales Departamentales, Los Adjuntos del
Fiscal y Defensor del Tribunal de Casación y de los Fiscales de Cámaras y Defensores
Generales Departamentales; Los Agentes Fiscales, Defensores Oficiales y Asesores
de Incapaces; los Adjuntos de los Agentes Fiscales, de los Defensores Oficiales y de
los Asesores de Incapaces.
LA SUPREMA CORTE DE JUSTICIA: más Alto Tribunal a existente en la Provincia de
Buenos Aires.
Composición: nueve miembros y un Procurador General. Son requisitos ser abogado
con 10 años de ejercicio en la profesión, mayor de 30 años y menor de 70. Serán
designados por el P. Ejecutivo con acuerdo del Senado, por mayoría absoluta (los
jueces de otras instancias y demás funcionarios, serán designados por el P. Ejecutivo
de una terna vinculante propuesta por el Consejo de la Magistratura, con acuerdo del
Senado otorgado en sesión pública).
La Presidencia se ejerce por un año, en forma rotativa. Las sentencias se pronuncian
por mayoría.
Competencia: Abarca toda la Provincia de Buenos Aires.
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Tiene competencia originaria en:


• demandas de inconstitucionalidad.
• causas entre los Poderes Públicos de la Provincia y entre los Tribunales de Justicia.
• causas contencioso-administrativas en única instancia y juicio pleno (los juzgados de
Primera
Instancia en lo Contencioso-Administrativa comenzaron a funcionar en 1997). Es
competente para entender en los recursos extraordinarios: Inconstitucionalidad.
Inaplicabilidad de ley. Extraordinario de Nulidad y otras atribuciones en general.
LA ASESORIA PERICIAL DEL PODER JUDICIAL: En La Plata funciona la Dirección
General de
Asesoría Pericial del Poder Judicial. En cada departamento funciona una Oficina de
Asesoría Pericial que depende de la Dirección.
Para formar parte del Cuerpo Pericial, deben darse los siguientes requisitos:
• Título habilitante para la especialidad.
• 5 años de antigüedad.
• Domicilio real en el lugar de asiento.
• Prestar juramento ante la Suprema Corte de Justicia.
La Dirección General está dividida en secciones que correspondan a las distintas
especialidades técnicas.
Las secciones contarán con personal técnico y tendrán un superior jerárquico
designado a quien le incumbe.
Funciones: Deberá producir los informes técnicos periciales que le sean requeridos
judicialmente en virtud de las respectivas disposiciones legales. Los profesionales que
forman el Cuerpo Pericial tendrán la obligación de auxiliar a la administración de
justicia en todos los casos en que sea necesaria su intervención.
En ningún supuesto, los integrantes de la Dirección General de la Asesoría Pericial del
Poder Judicial podrán intervenir como peritos de parte en causas que se sustancien
ante cualquier fuero en el ámbito provincial, ni inscribirse en las listas de profesionales
de la justicia para nombramientos de oficio.
Son funciones de la Dirección General:
• el cumplimiento de los plazos para la producción de las pruebas.
• controlar las Asesorías Periciales departamentales.
• organizar las estadísticas de las Asesorías Periciales.
• designar a los peritos por especialidad.
• proponer las medidas que conduzcan al mejoramiento del sistema.
• convocar a peritos y jefes de las Asesorías departamentales.
El Director General está facultado para aplicar a los peritos y al personal de las
Asesorías Periciales, las siguientes medidas disciplinarias: apercibimiento por escrito,
un día de suspensión.

Roitstein, G; Leguizamón, M; Cattaneo, E; y Bidart, C: (2003)


La diversificación de demandas y entrecruzamientos posibles de nuestro objeto de
conocimiento con la realidad nos impone un esfuerzo constante en la re-creación de
vías de acceso a ese objeto en la tarea de producción del conocimiento.
Inserto el psicólogo en el campo del derecho (como saber acerca de lo que regula las
relaciones de los hombres entre si y por lo tanto de las normas fundamentales de la
vida en sociedad), se puede correr el riesgo de quedar “a merced” de las corrientes de
poder que recorren la trama social organizando los campos del saber, convirtiéndose
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en la gran coartada que perpetúe el sistema de control social punitivo represivo.


Riesgo que se resguarda con un pensar critico desde un posicionamiento ético.
La actividad pericial implica actuar dentro de un espacio que está marcado y
delimitado por el discurso Jurídico. Hacia los años 60 comenzaron a trabajar los
primeros psicólogos. Fue un llamado que no puede dejar de responderse, en función
de construir un espacio científico propio, pero dentro de la institución judicial, para
producir un cambio: la humanización del discurso Jurídico Positivista.
¿Cuáles son las expectativas depositadas en las demandas que se nos formulan?
¿Que se nos pide cuando se nos pide que intervengamos? ¿Cómo responder a tales
demandas? ¿Es posible alguna articulación entre la verdad jurídica, hacia la que
apunta el proceso, y la verdad psíquica? Nos planteamos que lugares ocupamos, por
cuales peleamos y en qué medida acompañamos a quienes nos convocan, para que
puedan recortar y precisar su interrogante, transmitir como se puede interpretar un
informe o como una resolución judicial puede tener efectos de intervención más
eficaces según los diferentes modos de implementación.
La pericia como medio de prueba, es un aporte al esclarecimiento de un hecho
controvertido. Esto apunta a demostrar la “verdad jurídica” y nuestra práctica implica
“la verdad del sujeto”. El juicio, es un extenso escrito hablado por los abogados, un
texto donde no habla el sujeto.
Así, cada uno de los actores planteara una posición para llegar a “su” verdad.
Los puntos de pericia que se demandan en función de un saber específico que el juez
no posee, pasan a ser constitutivos de un medio de prueba para demostrar las
diferentes verdades. Cuando el Perito Psicólogo debe responder un pedido de
explicaciones, corresponde al mismo delimitar si el fin de dicha medida apunta a salvar
una deficiencia técnica o formal, develar una falta de argumentación o anular o
desestimar un medio de prueba que es o no favorable.
No podemos dejar de realizar un análisis institucional del expediente judicial para
interpretar ¿Que nos piden cuando solicitan nuestra intervención? Y ante esto,
contestamos desde el posicionamiento ético que implica hacer hablar a aquel que en
todo el proceso judicial no tiene palabra, es responder desde la palabra del sujeto y no
para el discurso jurídico como discurso amo. Con el objetivo ultimo de restituir al sujeto
el lugar protagónico en el proceso, hacer humanizada a la actividad judicial, pasando
de jusnaturalismo al jus humanismo.
Lógica de intervención
El informe pericial, podría ser pensado, en el campo pericial, como la modalidad
“obligada” de realizar una intervención. Una intervención es tal si introduce una
cualidad nueva en un sistema aparentemente clausurado.
Pensar en términos de intervención significa salir de dos lógicas que son:
● Responder desde la lógica de la complementariedad: Los dos discursos
convocados se completan y se complementan, uno está hecho a la medida del
otro, por ejemplo responder al lugar convocado de auxiliar de la justicia.
● Responder desde la lógica de la heterogeneidad incomunicable: desde la
cual no hay ninguna relación entre los dos discursos, cada uno habla para sí,
por ejemplo asumiendo el lugar de experto, se redactan informes de modo tal
que se hacen ilegibles, desde la disciplina del interlocutor. El dictamen no es
vinculante, entonces es desestimado por el Juez y/o mal interpretado,
provocando efectos iatrogénicos en el sujeto en cuestión
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Tomando una tercera posibilidad, se puede responder desde la lógica de


intervención, donde algo tiene que ver un discurso con otro, donde no hay una
complementariedad entre ambos discursos, sino que el discurso convocado opera en
el desacople entre el lugar de llamado y sus propios recursos, establece un tipo de
conexión que produce efectos sin ser una articulación lógica. La relación entre los dos
produce una diferencia y una productividad de la misma, Provoca un plus de
conocimiento para no continuar produciendo saberes y practicas hegemonizantes, sino
que se afecten a ambos para crear preguntas, tendiendo hacia una nueva práctica
jurídica.
Un Discurso que es el jurídico distribuye distintos lugares, un lugar es el de la pericia,
allí se produce un desacople lógico entre supuestos estructurantes de este lugar y los
supuestos del discurso que es convocado a ese lugar. Esta no complementariedad es
una zona de intervención: Donde no hay complementariedad, hay productividad de la
diferencia. No despliega lo que tenía, sino que engendra una característica distinta. No
tienen que temblar los cimientos del Poder Judicial, alcanza con que el expediente
tuerce un poquito el rumbo, o el próximo expediente, o los hábitos del Juzgado.
Aquí entra otro concepto de frontera, porque es difícil una relación de alteración en la
cual uno de los términos altera al otro, pero, el alterador permanece intacto. La
frontera esta activa porque uno altera al otro y no hace síntesis. El temor que aparece
en ciertos enunciados es el de que “los malos” también me alteran a mí, con la
convicción de que alterarme es aproximarme a ellos, es degradarme, es corromperme.
La diferencia no se mide por el grado de pureza, sino por la actividad capaz de
transformación.
En el momento de dar cuenta de la labor realizada como perito, tanto en el Dictamen
como en la respuesta a impugnaciones, pedidos de explicaciones o audiencias, nos
enfrentamos con un punto dilemático como lo es el secreto profesional, el cual se
deberá problematizar, para dar respuesta a un requerimiento sin anular la esencia del
vínculo transferencial. En este marco, nos avalan las siguientes normativas legales:
Articulo 19 de la Constitución Nacional, el articulo 177 y 156 del Derecho Penal; el
artículo 1071, 1068, 1078 y 442 del Derecho Civil; la Ley de Ejercicio Profesional.
El código de Ética de FEPRA dice:
Los informes escritos o verbales sobre personas, instituciones o grupos deberán
excluir aquellos antecedentes entregados al amparo del secreto profesional y ellos se
proporcionaran solo en casos necesarios cuando, según estricto criterio del profesional
interviniente constituyan elementos ineludibles para configurar el informe.
Los psicólogos no deben intervenir en asuntos que puedan obligarlos a revelar
conocimientos amparados por el secreto profesional.
Cuando los psicólogos comparten información confidencial como resultado del trabajo
en equipo o por características de la Institución en que se desempeñan, la obligación
de guardar secreto se extiende a todos los profesionales participantes.

Los psicólogos podrán comunicar información obtenida a través de su ejercicio


profesional sin incurrir en la violación del secreto profesional:
● Cuando así lo exija el bien propio del consultante, debido a que este, por
causas de su estado, presumiblemente haya de causarse un daño o causarlo a
otros
● Cuando se trate de evitar la comisión de un delito o prevenir los daños que
pudieran derivar del mismo
Resumen Psicología Forense Final

Si el psicólogo considera que la declaración del diagnóstico perjudica al interesado,


debe negarlo para no violar el secreto profesional. En caso de imprescindible
necesidad y por expreso pedido de la autoridad calificada que corresponda, revelara el
diagnostico al psicólogo funcionario pertinente lo más directamente posible, para
compartir el secreto con él.

[Enumera más puntos, pero son los mismos que tenemos resumidos en los resúmenes
de las leyes, pues solo los más importantes]

Del análisis realizado sobre las disposiciones legales y éticas vigentes, en el caso de
suspender el secreto profesional, el Perito deberá considerar el objetivo, quien es el
destinatario, cual es el uso posible de la información, su pertenencia y relevancia,
reconociendo en todo momento el carácter de excepcionalidad de este acto y
encontrándose siempre dentro de una “justa causa”, es decir, siempre debe prevalecer
el derecho a la intimidad y por lo tanto el secreto profesional.

Camargo – Encrucijadas del Campo Psi-Jurídico


Anudando Psicoanálisis y Derecho
A partir de lo desarrollado por Juan M. Fariña en sus clases del posgrado dedicadas a
la temática de la responsabilidad, podemos pensar en la aproximación y el debate que
se produce al confrontar dos practicas discursivas disimiles que tienen por objeto a
esa misma temática: el Derecho y el Psicoanálisis.
Para ambos, la responsabilidad es aquello que deñe intrínsecamente al sujeto, el de
derecho de un lado, el del inconsciente, del otro. Para el Derecho, frente a la
criminalidad de un acto, lo primero a discernir es el estado de responsabilidad de su
autor, su capacidad de comprensión de la criminalidad de su acto y de la dirección de
sus acciones. Ello lo hace imputable y responsable frente a la Ley.
No será punible, tal como dice el Art. 34 del Código Penal argentino, “el que no haya
podido, en el momento del hecho, ya sea por insuficiencia de sus facultades, por
alteraciones morbosas de las mismas o por su estado de inconciencia no
imputable, comprender la criminalidad del acto o dirigir sus acciones”.
Para el psicoanálisis, la responsabilidad supone la asunción de parte del sujeto no sólo
del deseo inconsciente que lo habita, sino también de los actos, que sabiéndolo o no,
son su causa.
El Derecho se ha nutrido en estas temáticas de los aportes de algunas prácticas “psi”:
primero la Psiquiatría, luego la Psicología. Sobre la cuestión de la inimputabilidad, el
jurista tomó la concepción de “alteraciones morbosas de las facultades mentales” y la
de “enfermedad mental” tal como se la ofrecían la Psiquiatría Clásica y
subsidiariamente después, las psicologías que ponen el acento en la
autodeterminación del Yo. Prácticas y discursos que, por su origen positivista,
concordaban mejor con la ideología general que porta el Derecho.
Ya en la segunda mitad del SXX, el desarrollo del psicoanálisis, obtiene carta de
presentación para la entrada en el debate de la cuestión, en los textos de los analistas
de formación lacaniana puede colegirse un desacuerdo general con las premisas
jurídicas de la inimputabilidad que poseen la mayoría de los códigos penales
occidentales, por razones que resumiremos de la siguiente manera:
Resumen Psicología Forense Final

● Hay sujeto en las psicosis y por tanto hay posibilidad de asunción subjetiva de
la responsabilidad de sus actos
● La acción jurídica, con el montaje que propone para arribar a la pena y sanción
que pudiere corresponderle al acto criminal cometido en el decurso de un
desarrollo psicótico, contribuye a esa asunción subjetiva de la responsabilidad
● La declaración jurídica de inimputabilidad, con su correlato de internación
manicomial, sólo puede promover la desubjetivación del criminal,
condenándolo a que sus culpas queden en estado mudo, significando al
inimputable como “desaparecido” (ni muerto, ni vivo), en una operación que
podría calificarse de “segregativa”.
Intentaremos entonces ahora cernir algunas cuestiones de esta categoría del “sujeto”
en su posición frente a la Ley, lo que nos llevará a trabajar, aunque sea mínimamente,
cuestiones ligadas a la culpa, la responsabilidad subjetiva, el pasaje al acto homicida,
y la sanción, como aquello que puede provenir del Otro para dar cuenta de un acto de
tal estilo.
Fariña propone en su clase un “circuito de la responsabilidad”. Dice que dicho circuito
se compone de tres tiempos; los dos primeros, son descriptivos situacionales e
implican, el 1 la acción del sujeto, el acto en sí, y el 2 la interpretación que recibe del
Otro; el tiempo 3 es conjetural, ya que implica la pregunta por la responsabilidad del
sujeto, produciendo un sujeto resignificado, distinto al del tiempo 1.
Existe un caso paradigmático que podría ilustrar adecuadamente ese circuito descrito
por Fariña: es el caso de Louis Althousser, el famoso filósofo marxista francés, que en
1980 estranguló a su mujer y recibió de parte de la Justicia la declaración de
inimputabilidad, con posterior internación psiquiátrica. El tiempo 1 circunscribe a
Althousser masajeando a su mujer Hélene y de un momento a otro percatándose que
la había matado él mismo por estrangulación; el tiempo 2 el dictamen jurídico que lo
“beneficia” por el Art. 64 del Código Penal Francés de 1838 y (luego de tres pericias
médico-legales) a la incomparencia pública por su delito, sanción del Otro que lo envía
al manicomio; el tiempo 3 resignificación subjetiva que nada mejor que las propias
palabras de Althousser para describirla: “Al cabo de dos años de confinamiento
psiquiátrico, soy, para una opinión que conoce mi nombre, un desaparecido.”
De allí que tomáramos el significante “desaparecido” en el punto 3 de la enumeración
que hicimos de las razones por las que el psicoanálisis guarda reservas respecto a la
inimputabilidad. Así describe el filósofo su condición de desaparecido: “porque es bajo
la losa sepulcral del no ha lugar, del silencio y de la muerte pública bajo la que me he
visto obligado a sobrevivir y a aprender a vivir”, cuando lo que él pretendió no fue
justiciar su crimen, sino por el contrario responder por él.
Dirijamos el interrogante a ese sujeto del tiempo 1, que es el sujeto del acto. ¿Cómo
concebirlo? Si lo hacemos desde el punto de vista jurídico digamos que el Derecho
plantea allí una probable disyunción: el sujeto es autor, pero, o es el agente, el
dueño, el amo de su acto criminal; o bien lo es, pero (dadas determinadas condiciones
subjetivas) no tiene responsabilidad, no puede responder por su acto, y por ende es
inimputable.
Si lo concebimos desde el Psicoanálisis, nos encontramos que en cambio hay una
conjunción: el sujeto es resultado, es decir, efecto del Otro (discursos, decires
familiares, deseos, etc.), efectos antecedentes que lo condicionan, pero que sin
embargo (y aquí encontramos la conjunción), no lo eximen de responder, tanto de su
decir como de su actuar. O sea, para el psicoanálisis el sujeto es siempre responsable.
Resumen Psicología Forense Final

Podríamos decir que en esa disyunción que plantea el Derecho con la noción de
“inimputabilidad”, la resultante es la exclusión del sujeto y la Ley. El “no ha lugar” que
riere Althousser es el sinónimo de esa exclusión del sujeto por la Ley. Sin embargo,
para el psicoanálisis, sujeto y Ley no pueden pensarse jamás en forma excluyente, y
de hecho, el sujeto es instituido por la Ley. Son las leyes de la ciudad, de la polis, las
que procrean al sujeto humano.
Edipo no es sino el nombre que recibe esa articulación, en tanto es el necesario
anudamiento del sujeto a la ley que interdicta incesto y parricidio. El inconciente en
esa concepción, no es sino una legalidad, que revela cómo el sujeto se dirime
permanentemente entre el deseo por lo prohibido y el acatamiento de la ley que
excluye lo prohibido, pero que lo muestra amarrado a los vericuetos de la interdicción.
Entonces, si el sujeto humano, como sujeto del inconciente y sujeto del lenguaje, está
indefectiblemente amarrado a una legalidad, se excluye toda posibilidad de concebirlo
como individuo desamarrado del lazo social, exiliado de la Ley o del principio de la
Razón.
Culpa/Imputabilidad/Responsabilidad
Estos amarres estructurales del sujeto con la Ley, no son sin consecuencia, y una de
las primeras es que el sujeto es antes que nada un deudor: de la Cultura, de las
instituciones (familia, Estado, religiones, etc) en suma, del Otro. Y esto nos lleva
directo al nudo de otra cuestión: la culpa, institución subjetiva sobre la que pesa hoy
una presión social para su desdibujamiento ¿Cómo explicar sino tanta preeminencia
de la “impunidad”?. En tanto analistas, podemos convenir que la culpa es el ombligo
de la subjetividad.
Como dice Marta Gerez Ambertin: “paradojalmente, y más allá de los malestares que
provoca, es preciso reconocer que desde el psicoanálisis no es posible pensar en
la estructura de la subjetividad sin esa categoría omnipresente que es la culpabilidad,
a tal punto que pretender extirpar la culpa del sujeto resulta absolutamente imposible:
ello implicaría disolver al sujeto”.
Una tentación, en tanto ley y deseo son las dos caras de la misma moneda. A esa
tentación a trasponer los límites de lo prohibido, la autora citada da estatuto de oscura
culpa, un goce que ausculta al sujeto, y que Freud nominó como culpa universal. La
culpa es la marca, el trazo de la Ley en la constitución subjetiva. Del carácter
estructural de la culpa para el Psicoanálisis, pasamos, del lado del Derecho, a
concebirla como una “actitud”, puntualmente referida al momento de la comisión del
delito y a la intencionalidad del autor. Para que a alguien pueda imputársele un delito
(o sea, ser jurídicamente imputable), primero tiene que demostrarse su “capacidad de
culpabilidad”. O sea, la culpabilidad aquí es una contingencia, tanto que puede faltar.
Una actitud del judiciable que puede ubicarlo como sujeto reprochable (del delito
cometido), por oposición a una aptitud (constitutiva) del sujeto humano. He aquí
entonces, una nueva exclusión que promueve el Código Penal. Lo que tendremos que
rastrear luego son las posibles consecuencias subjetivas de esa exclusión. Tendremos
que precisar algunas cuestiones alrededor de lo que Fariña llamó el tiempo 2 del
circuito de la responsabilidad, tiempo que implica la sanción del Otro, semblanteado en
nuestro debate, por el dictamen del Juez, a la hora de decidir la punibilidad de un
sujeto que ha transgredido la Ley Penal.
Ante la comisión de un delito penal, tenemos al acusado, al acusador y al juez que
dictamina, que va a encarnar principalmente el lugar del Poder en el proceso. Pero en
Resumen Psicología Forense Final

el esquema así descrito faltan dos referencialidades fundamentales: una, obviamente,


el corpus de los textos legales, que sería como el Gran Otro del Juez, y la otra, el
campo de saberes que pueden denominarse “psi”: psiquiátrico, psicológico, y
eventualmente, psicoanalítico. En ese interjuego de Poder-Saber buscará objetivarse
una Verdad. El lugar de los jueces es objetivar, antes que nada, la culpabilidad o la
inimputabilidad del acusado. Pero esa “objetivación” es también una interpretación, no
sólo de los textos legales, sino una interpretación del sujeto en juego, y eso es la
declaración de punibilidad o no del mismo. Dice Pierre Legendre, “El derecho penal es
un efecto de la representación social de lo humano, e incluye a la teoría psicológica de
la culpa y el pecado, como también a la concepción normativa: el intérprete de los
textos está también en la posición legal de ser también, al mismo tiempo intérprete del
sujeto”.
Esa “interpretación del sujeto”, no está sujeta a su libre albedrío, sino a las
coordenadas que emanan de la misma norma penal.
El problema de la fórmula de nuestro Derecho Penal está en dos términos: la
“alteración morbosa” y la “comprensión” de la criminalidad. “Alteración morbosa” es
una concepción de la patología mental que se sustenta en la visión médico-organicista
de la alienación, que en última instancia trata al Yo (pues no se habla aquí de sujeto)
como equivalente al soma, proclive de “enfermarse” al igual que éste. Es claro que, a
la larga o a la corta, esa concepción se transforma en una bolsa de gatos.
Otro tanto ocurre con “comprender”, que es una categoría de tipo cognoscitiva. ¿Qué
es lo que no “comprende” el criminal? Saber que se mata no es equivalente a saber
por qué se mata. Comprensión, ¿se refiere entonces a un juicio de valor acerca de lo
normativo o de lo moral o lo ético? Si un individuo (como por ejemplo, el resonado
caso del odontólogo platense Barreda) reconoce el carácter antijurídico de su acción y
su punibilidad por la ley, pero, subjetivamente, moralmente, se considera en mayor o
menor grado justificado en su conducta, o dicho de otro modo, si acepta una
responsabilidad jurídico-penal pero rechaza una responsabilidad subjetiva del acto
realizado, ¿le cabe o no la declaración de inimputabilidad?
Uno de los aportes fundamentales que puede hacer el psicoanálisis en este punto: es
descentrar el debate de esos conceptos (alteración morbosa, comprensión, etc) para
ubicar allí lo que tal vez sea la articulación esencial entre Ley y subjetividad: la
cuestión de la “responsabilidad”. Y aquí vamos ya haciendo puente con lo que Fariña
llama el tiempo 3 del mentado circuito, precisamente, de la responsabilidad, tiempo
que implica la re- significación del sujeto, luego de su acto y de la sanción del Otro, en
un movimiento en el que no puede pensarse la una (resignificación), sin el otro
(sanción).
¿Qué es la responsabilidad para el psicoanálisis? En principio, una cuestión que no se
agota en, por ejemplo, la aceptación consiente o no de la comisión de un acto del cual
el sujeto es actor. Eso que estando en mí, aún desconocido, produce efectos, es uno
de los nombres freudianos del deseo inconciente, ese “saber no sabido”, “autor” que
mueve a la subjetividad, y que produce enigma, pregunta que la conciencia busca
desconocer. En este sentido, la función de la represión podría ser concebida como la
de disyunción entre autor y acto, en el sentido del desconocimiento entre causalidad y
efectos.
De modo que, la responsabilidad para el psicoanálisis podría equivaler al re-
anudamiento (o conjunción, en los términos que utilizamos más arriba) entre autor y
Resumen Psicología Forense Final

acto, es decir la implicación subjetiva del sujeto en sus actuares, o lo que es lo mismo,
la apelación a sus posibilidades de “responder” por los mismos.

El Sujeto, para el psicoanálisis, es un sujeto a su decir, pero lo es en relación a la


acción moral de sus actos, con el agregado (y aquí la dimensión de la responsabilidad
subjetiva), que implica la reintroducción de la dimensión ética en cada acto, que
conlleva la evaluación de si la acción del sujeto ha sido en función del deseo o no.
Lacan habló de la responsabilidad en términos de “asentimiento subjetivo”, indicando
que dicho asentimiento subjetivo es necesario para la significación misma del castigo.
Con ello no sólo adquiere significación el castigo, sino el acto mismo del sujeto.
El asentimiento subjetivo, en tanto supone la asunción del lugar del sujeto en los
actos, que le son propios, anuda la trilogía responsabilidad-culpabilidad-castigo: sólo
ahí hay sujeto responsable frente al acto delictivo, sólo ahí se responde ante los dos
“foros”: el externo, y el interno. Si la trilogía se desanuda, tendremos culpables (hasta
es posible, autores confesos, arrepentidos, etc.), o criminales, pero no sujetos
responsables. Sin esto, no se podría producir ese nuevo sujeto, resignificado por el
tamiz de la responsabilidad.
Dictámenes de consecuencia
Dado el acto criminal y su autor, caben entonces, desde el orden jurídico dos
opciones:
● La declaración de inimputabilidad, que detiene el juicio penal
● El procedimiento del juicio y condena penal, con la ritualización estipulada por
el montaje jurídico
El primero veda por completo la posibilidad de que el sujeto pueda responder por su
acto, anudando acto y autor con el lazo del asentimiento subjetivo y la responsabilidad.
Pero también, y mucho más radicalmente, produce otra condena: a que la culpa quede
en estado mudo, donde prima la compulsión al goce superyoico.
Marta Gerez Ambertin menciona distintas vertientes de la culpa: 1º el sentimiento de
culpa propio de la conciencia; 2º la culpa que fortalece el pacto del sujeto con la Ley, y
que invita a responsabilizarse por los propios actos, pero que instituye el don, como el
pago que el deudor ofrece a la cultura por el sacrificio que ella impone, y 3º la culpa de
sangre o muda, donde la deuda se paga con la inmolación sacrificial, sádica o
masoquista, dónde sólo hay procura compulsiva y silenciosa de la satisfacción de
padecer.
Al inimputado lo habita primordialmente esta tercer vertiente, gozosa, de la culpa. Allí
la sanción del Otro sólo toma su faz de castigo que se paga con el cuerpo, o con la
vida, pues la culpa ha perdido su dimensión de reconocimiento, que como dijimos
antes, es el ombligo estructural de la subjetividad.
En ese sentido, podríamos decir que dada la pena (que en general recae sobre la
privación corporal por las instituciones, manicomiales para el inimputado, carcelarias
para el imputado) podrá tramitarse como castigo o como sanción. Uno se inscribe
como real en el cuerpo, vía culpabilidad, la otra escribe sobre el código y las acciones,
subrayando la dimensión real del uno y la simbólica de la otra.
En la inimputabilidad, el Otro Social no otorga crédito alguno al autor, produce el
desvanecimiento del sujeto del derecho, y en tanto el sujeto del inconciente no puede
ser concebido sin éste concluimos que no habrá posibilidad alguna que de ese acto
surja un sujeto, como es la condición estructural del sujeto para el psicoanálisis. Hay
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en la inimputabilidad en su respecto a la ocasión de responsabilidad subjetiva, una


imposibilidad de índole estructural.
En el segundo caso puede implicar una contingencia, a discernirse caso por caso,
una ocasión de llevar al sujeto al asentimiento subjetivo por su acto criminal.
Postulamos que el rito procesal, el montaje simbólico (ficcional) para el enjuiciamiento
y condena del criminal, procurará un decir de la verdad, pero no sólo del crimen (cuya
reconstrucción ficcional será verosímil, pues no toda puede decirse), sino del sujeto en
el punto en que pueda apropiarse o no de la razón de la pena que se le impone, pero
que, en caso que logre la subjetivación de la pena aplicada, abre la vía para que ésta
no se trastoque en mera venganza del Otro, que lo lleve a repetir una y otra vez,
compulsivamente, la causa de la que fue efecto su acto.
Posibilita al imputado subjetivar su falta y de esa manera socializar la culpa, o sea,
hacerlo responder a una acusación jurídicamente fundada, dando cuenta que quien
actuó no es un autómata ni que su acto fue automático.
Hacer lugar a su palabra en el teatro ficcional del juicio, es darle ocasión para que
surja la respuesta singular (en el universo moral que implica cualquier acción prohibida
por la Ley) que anude lo que subyace a su acto, qué verdad, qué deseo, lo subyace y
cuáles son sus consecuencias. En este sentido, podríamos postular que el proceso de
juicio y condena penal, entraña en realidad dos juicios: uno moral y el otro ético. Al
primero lo encarna la ficción jurídica en su procedimiento ritual. Al segundo (auxiliado
por el primero) el sujeto. Solo ahí, en esa encrucijada se anuda la subjetividad con la
juridicidad, única vía para que la penalidad pueda tener algún efecto subjetivo
verdadero sobre quien cometió un delito.
¿Por qué la referencia a la ética? Lacan dice “la ética consiste esencialmente en un
juicio sobre nuestra acción, haciendo la salvedad que sólo tiene alcance en la
medida que la acción implicada en ella también entrañe un juicio, incluso implícita.
La presencia del juicio de los dos lados es esencial a la estructura”.
Dado el crimen de un lado y la sanción penal del otro, la única posibilidad que se
produzca una implicación subjetiva plena, es que a la culpa se le articule todo lo que
aquí hemos trabajado como “responsabilidad”

Falta:

CHRISTIE: no lo encontró facu ni encontró resumen

Jimenez de asua: no se encontró texto ni resumen

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