Particion de Nutrientes en Rumiantes y Su Regulacion
Particion de Nutrientes en Rumiantes y Su Regulacion
Particion de Nutrientes en Rumiantes y Su Regulacion
FACULTAD DE AGRONOMÍA
Elaborado por:
Ing. Agr. María de Jesús Marichal
Ing. Agr. Mariana Carriquiry
Ing. Agr. Ana Inés Trujillo
MONTEVIDEO URUGUAY
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INTRODUCCIÓN
La utilización de los nutrientes absorbidos está relacionada aL el conjunto de reacciones bioquímicas y
procesos físico-químicos (metabolismo) que ocurren en las células y el organismo, dividiéndose los
procesos involucrados en vías de síntesis o anabólicas y vías de degradación o catabólicas.
Las principales vías anabólicas son la gluconeogénesis y la síntesis de aminoácidos, de proteínas, de
ácidos grasos y de triglicéridos, vías relacionadas al metabolismo energético y proteico, mientras que
las principales vías catabólicas (glicolisis, beta-oxidación...) están relacionadas al metabolismo
energético de los animales.
Las proteínas y los triglicéridos integrantes del tejido muscular, del tejido adiposo, de la leche .... son los
compuestos que hacen valiosos para el ser humano los productos animales. La cantidad de proteínas y
triacilgliceroles generados por los animales está directamente determinada por su status energético,
considerándose este el factor principal que determina la producción de los animales.
El análisis comparativo de las principales vías anabólicas y catabólicas muestran el rol central de la
disponibilidad de los substratos energéticos en determinar la capacidad de generación de proteínas y
triglicéridos.
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Cuadro 1. Destinos metabólicos de los principales compuestos orgánicos absorbidos desde el tracto
gastro-intestinal de un rumiante.
A pesar que en la mayoría de los sistemas de alimentación de los rumiantes la cantidad de glucosa que
llega a la sangre porta desde el tracto gastro-intestinal es poca, la disponibilidad de glucosa es muy
importante pues este compuesto desempeña un papel central en el metabolismo energético del sistema
nervioso. Por esta razón en los rumiantes, la generación de glucosa (gluconeogénesis) ocupa un rol
central en el metabolismo.
La gluconeogénesis es una vía metabólica que se lleva a cabo principalmente en los hepatocitos
diferenciándose de la vía glucolítica (glucosa ----> piruvato) por tres reacciones irreversibles en las
cuales intervienen tres enzimas específicas. Estas reacciones son la conversión de glucosa a glucosa-
6P, de fructosa-6P a fructosa-1,6-bisfosfato y de fosfoenolpiruvato a piruvato.
En los rumiantes, los precursores para la síntesis de glucosa son la conversión de ácido propiónico a
succinil CoA , la conversión de aminoácidos a piruvato o intermediarios del ciclo de los ácidos
tricarboxílicos (CAT) (todos los aminoácidos, excepto la leucina y la lisina, pueden suministrar carbono
para la síntesis de glucosa), la conversión de lactato a piruvato; y el ingreso del glicerol como
dhidroxiacetona P. El balance entre estas vías dependerá de la disponibilidad relativa de los
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compuestos gluconeogénicos, fundamentalmente de los dos precursores cuantitativamente más
importantes en los rumiantes el ácido propiónico y los aminoácidos. (Figura 1).
También, para todas las reacciones de síntesis se requiere energía (ATP, UTP...) y poder reductor. La
energía proviene esencialmente de la oxidación total (glicolisis, CAT y cadena respiratoria) en las
mitocondrias de compuestos resultantes del metabolismo celular o productos finales de la digestión.
El funcionamiento adecuado del metabolismo energético oxidativo celular es función de la disponibilidad
de ácido oxaloacético (OAA) y unidades de 2 carbonos (acetil CoA). En animales alimentados “ a
voluntad”, los precursores más importantes de la acetil CoA son el ácido acético, el β - OH – butirato,
la glucosa y otros precursores del piruvato (ácido láctico, esqueletos carbonados de aminoácidos, etc).
Los precursores del OAA son la glucosa, esqueletos carbonados de aminoácidos y el ácido propiónico
(Figura 1).
En estas condiciones, los ácidos grasos de cadena larga generalmente no son usados como
generadores de acetil CoA (Figura 1), excepto en animales en ayuno o durante la subnutrición
fisiológica de inicio de lactancia. En estas situaciones la movilización del tejido adiposo resulta en un
aumento de los niveles de ácidos grasos en la sangre como resultado de un reordenamiento en los
destinos metabólicos de los nutrientes.
El poder reductor lo proveen el NADPH Y EL NADH. El NADPH requerido para la síntesis de ácidos
grasos y aminoácidos se produce en la oxidación de la glucosa por la vía de las pentosas, en la
oxidación (en la vía de las pentosas) de la glucosa 6 – P generada de la recombinación de las triosas
(como el glicerol) y a través del ciclo citrato/ isocitrato/ α-cetoglutarato (Figura 1). Este último sustituye
al ciclo citrato/ malato/ piruvato, muy poco activo en todos lo tejidos lipogénicos de los rumiantes. Estos
dos últimos mecanismos de generación de poder reductor apoyan el "ahorro" de la glucosa presente en
el torrente sanguíneo. En los procesos de síntesis, el NADPH necesario es suministrado en partes
aproximadamente iguales por la vía de las pentosas y el ciclo el isocitrato. (Storry, 1981).
El NADH2 requerido para la síntesis de algunos aminoácidos se genera en la metabolización
anaeróbica de la glucosa (vía glicolítica) (Figura 1).
En referencia a los procesos de generación de proteínas y triglicéridos, la síntesis de proteínas se
realiza usando cantidades y secuencias de aminoácidos que están determinadas genéticamente. Los
aminoácidos empleados son sintetizados por el animal y/o provienen de la actividad digestiva. Las vías
de síntesis de los aminoácidos son variadas participando en la síntesis esqueletos carbonados que son
compuestos intermediarios de la glicolisis, de la vía de las pentosas o del TCA. Esto muestra que la
síntesis de aminoácidos así como su destino metabólico están estrechamente vinculados a la
disponibilidad de otros substratos energéticos.
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La síntesis de ácidos grasos y de triglicéridos tiene lugar en los adipocitos y en las vacas lactando, en
la glándula mamaria. En los adipositos, los nutrientes empleados en la síntesis serán mayoritariamente
los ácidos acético y β- OH- butírico, empleándose también ácidos grasos absorbidos - de origen
alimentario o microbiano - desde el intestino delgado. En la glándula mamaria, el precursor principal
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para la síntesis de ácidos grasos será el acetato.
El metabolismo de la totalidad de los nutrientes presentes en la sangre se puede representar como una serie
de compartimentos que interactúan (Figura 2). Los destinos metabólicos de los compuestos absorbidos
desde el tracto gastro-intestinal pueden variar de acuerdo a la cantidad y al balance de los nutrientes
absorbidos, y a la partición y priorización que se genere en el metabolismo.
Partición
Predecir la respuesta animal en términos de cantidades y/o en características (calidad) de los productos es
un objetivo central en la formulación y desarrollo de los planes de alimentación de los animales. Cuando los
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animales son capaces de consumir suficiente alimento adecuadamente balanceado para alcanzar su
potencial genético, los animales lograrán todos sus “propósitos” de acuerdo a un orden dado de prioridades
(Situación ideal).
La predicción se hace difícil cuando los animales no están en el estado deseado, no son capaces de
consumir la cantidad de alimento necesario y/o el balance de nutrientes de la ración no es adecuado para
expresar su capacidad productiva. En estas situaciones la predicción del comportamiento de los animales se
basa en tratar de describir como se repartirán los nutrientes entre las funciones del animal que compiten
entre sí por los mismos y como esto afectará el producto deseado (Situación problemática).En la situación
ideal, el uso diferencial de los nutrientes por los distintos tejidos se hará según un orden de prioridades
prefijado (genéticamente) mientras que en la situación problemática, los nutrientes se repartirán según el
orden genéticamente prefijado y la afinidad relativa de los nutrientes absorbidos por los diferentes eventos
fisiológicos.
Los animales tienen tejidos que cumplen distintas funciones y tienen necesidades específicas en cantidad
y/o tipo de compuestos para poder funcionar en forma adecuada, existiendo una competencia entre los
tejidos por los nutrientes circulando en la sangre. Esa competencia está regulada y esa regulación definirá
una partición del conjunto de los nutrientes disponibles a efectos de asegurar el funcionamiento de todas
las células del organismo.
Metabolismo
Toma de decisiones
La regulación del metabolismo apoya dos fenómenos: la sobrevivencia del individuo y el mantenimiento
de la especie. La sobrevivencia del individuo está fundada en la estabilidad del medio interno, mientras
que el mantenimiento de la especie depende de la modificación del flujo de nutrientes entre los tejidos
frente a cambios de los eventos fisiológicos (p.ej. inicio de una lactancia).
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estabilidad del medio interno se denomina "homeostasis" y es requerimiento estricto para la
sobrevivencia del individuo. Así por ejemplo, una señal que activa un mecanismo homeostático puede
ser el incremento brusco en la absorción de cantidades elevadas de ácidos grasos volátiles, situación
que de no controlarse podría generar una disminución del pH de la sangre lo que atentaría contra la
salud (Bauman and Currie, 1980). La regulación homeostática implica mecanismos de control de corto
plazo que permiten al animal funcionar bajo un rango de condiciones ambientales.
Los animales a lo largo de su vida crecen y se reproducen (gestan y lactan), eventos que desencadenan
una serie de cambios coordinados en el metabolismo para asegurar la homeostasis y el suministro
uniforme de nutrientes a los tejidos involucrados en el evento de forma que se produzca un desarrollo
normal del evento en cuestión. Estos cambios metabólicos se traducen en un reajuste en la partición de
los nutrientes entre los distintos tejidos, al conjunto de estos cambios se denomina “homeorhesis” (del
griego homo = igual, rhesis =flujo) o “teleorhesis” (del griego, teleo = dirigido, rhesis = flujo), estando
estos cambios integrados con la regulación homeostática. La regulación homeorhética implica
mecanismos de control de largo plazo que manifiestan la genética del animal (potencial productivo)
(Bauman and Currie, 1980).
En general, los animales redistribuyen (homeorhesis) el suministro de sus substratos metabólicos frente
al estrés (STRESS = Situations That Require Emergency Signals for Survival; ejemplos: gestación,
lactación, crecimiento ) ya que, si la partición de los nutrientes no se modifica se perderá la constancia
del ambiente interno (homeostasis).
La regulación homeorhética tiene naturaleza crónica (requiere horas o días), actúa simultánea en varios
tejidos y sistemas con funciones aparentemente no relacionadas y actúa a través de la alteración de
respuestas a los controles homeostáticos. El mecanismo general para modificar la partición de
nutrientes y el metabolismo implica alteraciones en los puntos fisiológicos de respuesta a los controles
homeostáticos. Estas alteraciones reflejan cambios en la sensibilidad o magnitud de la respuesta
biológica a los agentes reguladores.Los mecanismos específicos de alteración de la respuesta a las
señales homeostáticas pueden incluir alteraciones de los receptores tisulares y de la cinética de unión,
cambios en los sistemas de transducción intracelulares y efectos en la expresión y actividad de
enzimas claves de los vías bioquímicas. Los controles homorhéticos tienen efectos específicos, tanto en
las cantidades como en las actividades de enzimas metabólicas críticas y en las proteínas que las
regulan. De esta manera, las adaptaciones homeorhéticas generan alteraciones crónicas o re -
direccionamiento de procesos fisiológicos permitiendo mantener la constancia del medio interno.
Algunas de las situaciones fisiológicas en las cuales se ha aplicado el concepto de regulación
homeorhética son el crecimiento, la pubertad , el envejecimiento, la gestación, la lactanción, la
ovoposición, el ejercicio.
En resumen factores tales como procesos fisiológicos, variaciones en consumo, cantidad de nutrientes
absorbidos, relaciones entre los nutrientes absorbidos, y modificaciones del ambiente externo generan
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variaciones en status endócrino y nervioso del animal que producen modificaciones en el metabolismo
(sin alteraraciones en la homeostasis)
Priorización
Los animales priorizan los nutrientes circulando en la sangre de acuerdo a la afinidad relativa de esos
nutrientes con: a) las vías metabólicas de los distintos tejidos, y b) con los distintos eventos fisiológicos
que se están desarrollando.
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se empleará hasta que el metabolismo se reajuste al uso de mayor cantidades de AGNE.
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Figura 4. Afinidad relativa entre los nutrientes y distintos eventos fisiológicos en una vaca lechera
gestando y lactando.
El C2 es empleado como “combustible” para el metabolismo energético y como la unidad básica para la
síntesis de la grasa corporal y de la grasa de la leche (Figura 4). También actúa como “combustible”
fisiológico para apoyar los procesos de síntesis de ácidos grasos de los triglicéridos de la leche y del tejido
adiposo, y de la grasa de la leche. No habría ninguna situación de “superávit” de acetato, ya que el destino
final del acetato es la deposición de grasa , situación que no resultaría en una demanda posterior de
nutrientes, y por lo tanto es el límite al consumo de alimentos.
En referencia a los aminoácidos, su primer destino será el mantenimiento de las estructuras proteicas
ya existentes, luego aliviar cualquier deficiencia de las necesidades obligatorias de sistema nervioso
central, luego mantener el feto (si está presente) y por último la síntesis de proteína de la leche de
acuerdo a los límites genéticamente fijados (Figura 4). De producirse un deficit energético, los
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esqueletos carbonados de los aminoácidos serán priorizados para el metabolismo energético, actuando
simultáneamente como ahorradores de glucosa. Luego de haber satisfecho todos estos procesos
prioritarios, si existe un excedente, los aminoácidos serían catabolizados y metabolizados del mismo
modo que el ácido acético (Oldham and Evans, 1989).
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Regulación nerviosa del metabolismo
El sistema nervioso autónomo es un medio poderoso de regulación del metabolismo. Los nervios
sensoriales monitorean la concentración de metabolitos en el fluido extracelular ya sea centralmente o en
lugares específicos del organismo (p.ej. en el sistema porta hepática). El sistema nervioso central (SNC)
integra esta información junto con la información proveniente de otras fuentes (ambiente externo, balance
hídrico del animal...) y “decide” la estrategia metabólica global así como provee el control de muchos
procesos metabólicos en el corto plazo (minuto a minuto). El SNC puede controlar las modificaciones del
metabolismo directamente o indirectamente (modificar la motilidad del intestino, la absorción de
nutrientes...).
La acción directa del sistema nervioso en el metabolismo puede producirse por tres rutas principales:
1 - Los impulsos nerviosos pueden estimular o inhibir las neuronas, células que secretan compuestos
neurosecresiones que pueden actuar a nivel del hipotálamo o en otras glándulas (p.ej. modificando la
secreción de adrenalina desde la médula adrenal). A nivel hipotalámico, las neurosecreciones afectan la
secreción de factores liberadores de hormonas (los cuales a su vez controlan la síntesis y la liberación de
hormonas de la hipófisis anterior)
2 - Los nervios vasomotores pueden alterar el flujo sanguíneo a través de un tejido u órgano y así influir en el
metabolismo.
3 - Los neurotrasmisores pueden actuar como hormonas afectando directamente el metabolismo un órgano
o un tejido.
↓ Gluconoegénesis Hígado
GLUCAGÓN
↑ Glucógenolisis ** Hígado
↑ Gluconeogénesis Hígado
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Cuadro 2 (cont.). Efectos metabólicos de algunas hormonas
HORMONA DE
CRECIMIENTO
↑ Gluconeogénesis Hígado
PROLACTINA
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Regulación hormonal de la partición de nutrientes durante la lactancia: competencia entre la
glándula mamaria y otros tejidos.
En las vacas en lactación, la partición de los nutrientes entre tejidos - principalmente tejido adiposo,
muscular y mamario - depende del balance energético de los animales. Al inicio de la lactancia, y hasta
que la capacidad máxima de consumo se alcanza, se producen en las vacas una serie de
adaptaciones - homeorhesis - para satisfacer la demanda de nutrientes para la síntesis de leche
(Cuadro 3). Algunas de estas adaptaciones están vinculadas a incrementar el consumo, otras con el uso
de nutrientes de reserva y otras con asegurar que los nutrientes sean usados preferentemente por la
glándula mamaria.
Cuadro 3 . Algunas modificaciones metabólicas asociadas con el inicio de la lactancia.
¾ Metabolismo de:
• Lípidos • ↑ lipolisis
• Tejido adiposo
• ↓ lipogénesis
• Glucosa • ↑ gluconegénesis
• Hígado
• ↑ glucógenolisis
• ↑ movilización • Hueso
• ↑ reabsorción • Riñón
↑ : Aumenta; ↓ : Disminuye
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Estas adaptaciones están coordinadas por cambios en el status endócrino del animal. Así cambios en
la capacidad de respuesta de los tejidos a las hormonas (modificaciones en el número y sensibilidad de
los receptores, síntesis de proteínas transportadoras....) así como los cambios en la concentración
sanguínea de algunas hormonas tiene un papel importante en las adaptaciones metabólicas durante la
lactación. El énfasis de estas adaptaciones está puesto en deprimir la acción de la insulina, su
concentración en la sangre decrece mientras que la concentración de hormonas antagonistas se
mantiene o aumenta; además la capacidad de respuesta de algunos tejidos disminuye. Así, cambios en
la capacidad de respuesta a las hormonas así como cambios en la concentración sanguínea de algunas
hormonas tienen un papel importante en las adaptaciones metabólicas durante la lactación.
A continuación se analizarán algunos aspectos parciales del control del metabolismo energético durante
la lactancia de vacas de alto potencial de producción introduciendo previamente un recordatorio breve
de los principales efectos metabólicos de la insulina, el glucagón, la hormona de crecimiento y el
glucagón.
Insulina, Glucagón, Hormona de Crecimiento, Prolactina y Metabolismo
La insulina actúa en:
1 - el metabolismo de la glucosa, favoreciendo su captación por el tejido muscular y adiposo, donde podrá
ser usada como “combustible”, en la síntesis de aminoácidos y glicerol.. En el hígado y en el tejido muscular
estimula la síntesis de glucógeno, inhibiendo la gluconeogénesis hepática. Sin embargo, la entrada de
glucosa a aquellos tejidos que la requieren en forma obligatoria no está regulada por la insulina. Así,
cuando la disponibilidad de glucosa está limitada y la concentración sanguínea de insulina disminuye, la
entrada de glucosa al músculo y al tejido adiposo disminuye mientras que la entrada de glucosa al cerebro y
a los glóbulos rojos no se modifica.
2 - el metabolismo de los lípidos, disminuyendo la renovación de los triglicéridos en el tejido adiposo. La
insulina no afecta apreciablemente la velocidad de síntesis de ácidos grasos sino que actúa disminuyendo la
lipolisis y estimulando la lipoproteína lipasa aumentando la cantidad de ácidos grasos disponibles para la
lipogénesis.
3 - el metabolismo del ácido acético, favoreciendo su oxidación en el músculo esquelético sin modificar su
tasa de uso en la síntesis de ácidos grasos, lo cual llevaría a una disminución de la cantidad de ácido acético
presente en la sangre.
4 – el metabolismo de las proteínas, en el músculo esquelético, favoreciendo la captación de aminoácidos,
estimulando la síntesis proteica y disminuyendo la proteolisis.
La insulina no actúa en la remoción de aminoácidos y glucosa por la glándula mamaria o el útero
grávido, por lo que la captación de estos compuestos en esos tejidos es función de la cantidad de los
compuestos en la sangre.
La insulina es una hormona anabólica que estimula el metabolismo en el músculo esquelético y en el tejido
adiposo. En estos, la hormona favorece la captación, la síntesis y el almacenamiento de compuestos
energéticos y proteicos. La captación de los nutrientes por esos tejidos disminuye la cantidad de
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compuestos disponibles para el metabolismo en el tejido mamario. La secreción de insulina es estimulada
por un aumento en la concentración sanguínea de ácido propiónico y glucosa situación que normalmente se
produce a continuación de la ingestión de alimentos.
La secreción de insulina, glucagón, hormona del crecimiento y prolactina sufren variaciones en el curso
de la lactancia generando modificaciones en las relaciones hormonales que determinan la adaptación
homeorhética del metabolismo energético.
En el curso de la lactancia, la concentración sanguínea de insulina aumenta en forma curvilínea
(incrementos decrecientes) mientras que la concentración plasmática de glucagón parece no variar, por
lo tanto los cambios en los niveles de insulina tendrán como resultado modificaciones en la relación
entre las dos hormonas. (Sauvant, 1994 ; Vernon, 1988).
Los relación hormona de crecimiento: insulina al inicio de la lactancia resultan en una disminución de
la sensibilidad de los receptores a la insulina en los tejidos periféricos (músculo esquelético y tejido
adiposo). Esta sensibilidad va aumentando a medida la concentración plasmática de la hormona de
crecimiento disminuye el transcurso de la lactancia (Sauvant, 1994; Vernon 1988)
La prolactina tiene un rol crítico en el metabolismo de la glándula mamaria al inicio de la lactación, ya que
es uno de los factores claves para una diferenciación completa de organelos celulares estructurales, y en el
desarrollo y mantenimiento de la síntesis de enzimas claves para la síntesis de leche. En las últimas etapas
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de la gestación, previo al parto, se produce una liberación muy grande de prolactina y un aumento en el
número de receptores a esta hormona en el tejido adiposo los cual indica su relación con las modificaciones
homerhéticas necesarias para apoyar la lactancia. Su rol en la coordinación continuada del metabolismo
materno, una vez iniciada la lactancia, se mantendría por los pulsos de liberación de la hormona como
resultado de la acción de mamar u del ordeño mecánico. A medida que avanza la lactancia la magnitud de
liberación de esta va disminuyendo.
En el último tercio de la gestación se produce un crecimiento muy importante del feto y se acelera en
forma importante el desarrollo de la glándula mamaria preparándose para la próxima lactancia. Estos
cambios traen consigo un aumento muy marcado en las necesidades de nutrientes de los tejidos fetales
y aquellos vinculados al mantenimiento del nuevo individuo ( útero grávido, placenta, mama...). La
provisión de esos nutrientes está regulada por modificaciones en los flujos de nutrientes entre la
glándula mamaria, el tejido adiposo, el hígado, el músculo esquelético y los tejidos fetales. Esta partición
de los nutrientes está modulada, en parte, por el sistema endócrino, estando involucradas
adicionalmente modificaciones en la secreción de tres hormonas: al plasma lactógeno (o somatrotropina
coriónica), los estrógenos y la progesterona.
La plasma lactógeno es una hormona producida por la placenta cuya secreción aumenta rápidamente
en el último tercio de la gestación. Esta hormona tiene una estructura similar a la hormona de
crecimiento y a la prolactina, uniéndose a los mismos receptores en la glándula mamaria, el hígado y el
tejido adiposo. Favorece el desarrollo del feto al estimular la lipolisis en el tejido adiposo, aumentando
así la concentración plasmática de ácidos grasos no esterificados y el glicerol. A su vez disminuye la
captación de la glucosa por el hígado, el tejido adiposo y el músculo esquelético. El resultado neto de su
acción es aumentar la disponibilidad de glucosa para los tejidos fetales al mismo tiempo que incrementa
los niveles sanguíneos de otros “combustibles” para los tejidos extrafetales.
La relación entre la progesterona y los estrógenos se modifica durante la preñez, alterando el flujo de
nutrientes al útero grávido y por lo tanto la disponibilidad de nutrientes para el mismo. La producción de
progesterona disminuye gradualmente en las últimas semanas de gestación decreciendo su producción
drásticamente en los días inmediatos previo al parto. Esto produce un cese de la función inhibitoria de
esta hormona en la diferenciación mamaria. Simultáneamente, la secreción de estrógenos aumenta,
culminando el proceso con el “empuje” preparto de la prolactina. Este ”empuje” de la prolactina es uno
de los componentes clave en las últimas etapas de la diferenciación mamara como consecuencia de lo
cual el tejido mamario adquiere la capacidad de sintetizar la leche. Hay un efecto sinérgico entre los
estrógenos y la prolactina, ya que la primera induce la liberación de la segunda por el hipotálamo.
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En resumen: En vacas lecheras en lactación y gestación, la partición de los nutrientes entre los tejidos
adiposo, muscular, fetales y mamario depende del balance energético de los animales. En estos
animales actúan mecanismos regulatorios que proveen un balance correcto de nutrientes a los tejidos
involucrados en los eventos fisiológicos mencionados. La partición de los nutrientes refleja el balance
entre una cantidad de factores incluyendo la regulación de la liberación de hormonas por acción de la
concentración y de la cantidad de los nutrientes presentes en la sangre en sensores presentes en
distintos órganos y tejidos, así como el reconocimiento de las hormonas por los receptores
correspondientes (transducción de las señales hormonales en señales celulares y transformación de las
señales celulares en procesos metabólicos).
Conclusiones:
1. El metabolismo animal se adapta para apoyar eventos fisiológicos tales como la lactación y la
gestación.
Los siguientes ejemplos muestran las implicancias de esta regulación en la alimentación de una vaca
lechera lactando.
Caso 1. Efecto de la ingestión, por vacas lecheras al inicio de la lactancia, de raciones con elevados
(>60%) contenidos de carbohidratos rápidamente fermentables, fundamentalmente grano de trigo o
cebada.
El consumo de estas dietas produce una disminución de la relación C2/C3 en los productos finales de la
fermentación ruminal absorbidos. En general, al aumentar el nivel plasmático de ácido propiónico
aumenta la gluconeogénesis en el hígado lo que resulta en un aumento de la glucosa circulando en la
sangre periférica lo cual:
A - estimula la secreción de insulina. Recordando la acción anabólica de la insulina en el tejido adiposo
(aumento de la actividad de la lipoproteína lipasa, aumento de la captación de ácidos grasos,
incremento de la "de novo" síntesis de ácidos grasos) y en el tejido muscular (aumento del uso del
ácido acético como "combustible") se puede concluir que en esta situación la modificación en la relación
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C2/C3 trae aparejado una disminución de los niveles sanguíneos de compuestos que la glándula
mamaria utilizaría para la síntesis de triacilgliceroles y por lo tanto la concentración de grasa en la
leche disminuirá.
B - favorece la síntesis de lactosa la cual conjuntamente con el sodio, potasio y cloro, es el
osmoregulador primario de la cantidad de leche producida. Esto producirá un aumento de la producción
de leche.
C - aumenta la concentración sanguínea de aminoácidos al disminuir la necesidad de destinarlos a la
generación de glucosa quedando más substrato disponible para la síntesis de proteínas. Por lo tanto en
vacas en lactación, aumenta la posibilidad de expresión del potencial genético de producción de
proteínas de la leche.
Dadas las variaciones en las relaciones hormonales a lo largo de la lactancia este efecto se evidenciará
una vez superado el momento de máxima producción de leche (comienzo del descenso de la hormona
del crecimiento).
Caso 2. Incidencia de la inclusión de triacilgliceroles (grasa, sebos... ) en las raciones de vacas lactantes.
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