La Sangre de Cristo

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LA SANGRE DE CRISTO: RESCATADOS

POR SANGRE
1 Pedro 1:13–18 RVR60
13
Por tanto, ceñid los lomos de vuestro entendimiento, sed sobrios, y esperad por
completo en la gracia que se os traerá cuando Jesucristo sea manifestado; 14 como
hijos obedientes, no os conforméis a los deseos que antes teníais estando en
vuestra ignorancia; 15 sino, como aquel que os llamó es santo, sed también vosotros
santos en toda vuestra manera de vivir; 16 porque escrito está: Sed santos, porque
yo soy santo. 17 Y si invocáis por Padre a aquel que sin acepción de personas juzga
según la obra de cada uno, conducíos en temor todo el tiempo de vuestra
peregrinación; 18 sabiendo que fuisteis rescatados de vuestra vana manera de vivir,
la cual recibisteis de vuestros padres, no con cosas corruptibles, como oro o plata,

INTRODUCCIÓN
La doctrina de la sangre de Cristo es un mensaje que es vital en la
Biblia y se es necesario poder entenderlo y comprenderlo. La frase
sangre de Cristo aparece cuatro veces en el Nuevo Testamento, dos
veces por Pablo en la Primera Epístola a los Corintios: “La copa de
bendición que bendecimos, ¿no es la comunión de la sangre de
Cristo? El pan que partimos, ¿no es la comunión del cuerpo de
Cristo?” ( 1 Corintios 10:16) y en la Carta a los Efesios: “Pero ahora en
Cristo Jesús, vosotros que en otro tiempo estabais lejos, habéis sido
hechos cercanos por la sangre de Cristo.” (Efesios 2:13), una vez por
el autor de la Carta a los Hebreos: “Porque si la sangre de los toros y
de los machos cabríos, y las cenizas de la becerra rociadas a los
inmundos, santifican para la purificación de la carne, ¿cuánto más la
sangre de Cristo, el cual mediante el Espíritu eterno se ofreció a sí
mismo sin mancha a Dios, limpiará vuestras conciencias de obras
muertas para que sirváis al Dios vivo?” (Hebreos 9:14) y finalmente por
el Apóstol Pedro en su primera carta: “sino con la sangre preciosa de
Cristo, como de un cordero sin mancha y sin contaminación,” (1 Pedro
1:19). Sangre es la palabra clave para poder entender el mensaje de
la redención que Dios ofrece al hombre ya que nos permite entender
los sacrificios del Antiguo Testamento y aún más el sacrificio que hizo
Jesús en la cruz del Calvario.
EL SIGNIFICADO DE LA SANGRE
Dios estableció que sin derramamiento de sangre no hay remisión de
pecados: “Y casi todo es purificado, según la ley, con sangre; y sin
derramamiento de sangre no se hace remisión.” (Hebreos 9:22).
Desde la perspectiva de la Biblia cuando se menciona la sangre el
énfasis está en la muerte. J. A. Robinson mencionó: “Para la
mentalidad judía, la sangre no era simplemente, ni siquiera
principalmente, la corriente de vida que fluye por las venas de los
seres vivientes, significaba especialmente la vida vertida en la muerte;
y aún más particularmente, en el aspecto religioso es símbolo de la
muerte mediante sacrificio.” (1) El problema de los sacrificios del
antiguo pacto era que estos no podían limpiar a quién los ofrecía por
ello Cristo vino a morir en una cruz y derramar su sangre, la de un
sacrificio perfecto para limpiar en forma real, efectiva y eterna al
pecador. Podemos confiadamente al hacer una revisión de los pasajes
bíblicos que se refieren a la frase “sangre de Cristo” concluir que se
refiere a su sacrificio y muerte.
Ahora nos enfocaremos en el pasaje de la Primera Carta del Apóstol
Pedro para poder comprender con más detenimiento está doctrina. En
esta primera parte entenderemos que la sangre de Cristo da tres
ordenes, marca un tiempo y ofrece un rescate.

LA SANGRE NOS ORDENA


A) NOS ORDENA UNA VESTIMENTA MENTAL
1 Pedro 1:13 RVR60
13
Por tanto, ceñid los lomos de vuestro entendimiento, sed sobrios, y
esperad por completo en la gracia que se os traerá cuando Jesucristo
sea manifestado;
Pedro viene discutiendo sobre la gran promesa que tenemos en Cristo
que es una esperanza viva y la gran herencia que un día vamos a
experimentar: “Bendito el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo,
que según su grande misericordia nos hizo renacer para una
esperanza viva, por la resurrección de Jesucristo de los muertos,para
una herencia incorruptible, incontaminada e inmarcesible, reservada
en los cielos para vosotros,que sois guardados por el poder de Dios
mediante la fe, para alcanzar la salvación que está preparada para ser
manifestada en el tiempo postrero.” (1 Pedro 1:3-5).
Es en esta esperanza viva que ahora el cristiano se le da la primera
orden en cuanto a su vestimenta mental. La primera instrucción que se
le da es vestirse de una manera muy especial. Esta vestimenta no se
refiera a la ropa sino a nuestra mente, lo que pensamos y que revela
lo que creemos y somos. Ceñir significa preparase para pensar
detenidamente y mucho y llevar a la acción estos pensamientos y la
palabra lomos nos habla de estar listos para aprender. En otras
palabras es una demanda y orden aprender mucho pero para ponerlo
en practica.
La segunda orden es ser sobrios que se refiere a saber controlar las
emociones y los deseos, con ello se vivirá en una forma razonable y
correcta.
La tercera orden es esperad, poner nuestra esperanza en forma
completa en la gracia de Cristo que es confiar en su buena voluntad
que va a operar en nuestro beneficio. Lo interesante es que esa gracia
total sera manifestada hasta el regreso de Cristo cuando lo veamos,
mientras tendremos que vivir tiempos difíciles pero siempre con la
ayuda de nuestro salvador: “En lo cual vosotros os alegráis, aunque
ahora por un poco de tiempo, si es necesario, tengáis que ser afligidos
en diversas pruebas,para que sometida a prueba vuestra fe, mucho
más preciosa que el oro, el cual aunque perecedero se prueba con
fuego, sea hallada en alabanza, gloria y honra cuando sea
manifestado Jesucristo,a quien amáis sin haberle visto, en quien
creyendo, aunque ahora no lo veáis, os alegráis con gozo inefable y
glorioso;” (1 Pedro 1:6-8).
B) NOS ORDENA UNA VIDA MORAL LIMPIA
1 Pedro 1:15–16 RVR60
15
sino, como aquel que os llamó es santo, sed también vosotros
santos en toda vuestra manera de vivir; 16 porque escrito está: Sed
santos, porque yo soy santo.
Es Dios que nos llama a ser santos como El es santo. Este
llamamiento es un comunicado que se da con autoridad, es un
llamado a hacerse presente para dar cuentas y lo que Dios demanda
es santidad. La palabra santidad es tener las características de pureza
moral, no tener mancha alguna que es uno de los atributos de Dios y
esta es la demanda de Dios que vivíamos una vida de obediencia que
nos llevara a tener una conducta moralmente correcta. Y esta orden es
en cada una de las áreas de nuestra vida, no queda ninguna en la que
podemos decir que Dios no nos ordena que vivamos en sujeción a sus
mandatos y por consiguiente en santidad.
Ademas Dios no nos pide nada que El mismo no sea o cumpla. Y es
en Dios que se puede recurrir para que le ayude a vivir de esta
manera ya que en la fuerza humana, el hombre siempre se va a
fracasar.

C) NOS ORDENA UN COMPORTAMIENTO


1 Pedro 1:17 (RVR60)
17
Y si invocáis por Padre a aquel que sin acepción de personas juzga
según la obra de cada uno, ...
Y en esta orden nos recuerda Dios que si lo reconocemos como
nuestra autoridad y le llamamos Padre no debemos de olvidar que El
es juez y que traerá a juicio cada uno de nuestros actos y que nadie se
salvara de ello. En el caso de los cristianos no es para dar salvación
ya que ya la tienen por fe (Efesios 2:8) pero es para ser juzgados que
hicimos con nuestra salvación que sera en el tribunal de Cristo:
“Conforme a la gracia de Dios que me ha sido dada, yo como perito
arquitecto puse el fundamento, y otro edifica encima; pero cada uno
mire cómo sobreedifica. Porque nadie puede poner otro fundamento
que el que está puesto, el cual es Jesucristo. Y si sobre este
fundamento alguno edificare oro, plata, piedras preciosas, madera,
heno, hojarasca, la obra de cada uno se hará manifiesta; porque el día
la declarará, pues por el fuego será revelada; y la obra de cada uno
cuál sea, el fuego la probará. Si permaneciere la obra de alguno que
sobreedificó, recibirá recompensa. Si la obra de alguno se quemare, él
sufrirá pérdida, si bien él mismo será salvo, aunque así como por
fuego.” (1 Corintios 3:10-15).

1 Pedro 1:17 (RVR60)


17
… conducíos en temor todo el tiempo de vuestra peregrinación;
Es por ello que el cristiano debe de conducirse o comportarse con un
sentido de profundo respeto hacia Dios y sus disposiciones durante su
vida en esta tierra, la cual entiende que él ya no es ciudadano de este
mundo sino del cielo: “Mas nuestra ciudadanía está en los cielos, de
donde también esperamos al Salvador, al Señor Jesucristo;...”
(Filipenses 3:20).
Debemos de temblar de respeto ante las ordenes de Dios y como no
obedecerlo si tenemos una esperanza segura de vida eterna. Le
obedecemos porque le amamos: “Si me amáis, guardad mis
mandamientos.” (Juan 14:15)

LA SANGRE DE CRISTO MARCA UN TIEMPO

A)UN PASADO DEL HOMBRE


1 Pedro 1:14 (RVR60)
14
como hijos obedientes, no os conforméis a los deseos que antes
teníais estando en vuestra ignorancia;
En base a esta ordenes es que Pedro nos dice que ahora somos hijos
de Dios (Juan 1:12) somos obedientes, por lo que nos sometemos a
sus ordenes y a sus mandatos y es por ello que no nos conformamos
lo que implica que no seguimos un patrón o un estilo de vida que antes
nos caracterizaba, nuestro comportamiento no esta moldeado por los
deseos que antes teníamos.
El Apóstol usa un verbo en pasado en este versículo. La palabra
“tenias” nos habla de una naturaleza o esencia que ya dejó de ser, que
ya no existe, que es algo que está en el pasado. El hijo de Dios no
puede continuar viviendo en el pecado, antes eran desobedientes y se
conformaban a los deseos que se tenían cuando ignoraban lo que
Dios demandaba pero ahora esto dejó de existir.
En un tiempo anterior el cristiano era un desobediente a Dios al no
conformarse ni sujetarse a la autoridad de Dios lo cual queda
perfectamente establecido por Pablo: “Pues como vosotros también en
otro tiempo erais desobedientes a Dios, pero ahora habéis alcanzado
misericordia por la desobediencia de ellos,...” (Romanos 11:30). Pedro
nos explica que esta desobediencia era consecuencia de la
ignorancia, que es la falta de conocimiento especialmente la que
conduce a una conducta reprochable (2), estaban sin conocimiento de
Dios y sugiere que los receptores de esta carta eran sobre todo
gentiles que antes de acudir a Cristo practicaban religiones paganas
(3)
Todo este conocimiento que se tiene está basado en un rescate y en
el precio que se pagó cuando Cristo derramó su sangre en la cruz. Es
la sangre de Cristo la que marca una diferencia en la vida del hombre,
su sangre le hace posible distinguir que en su pasado era un
desobediente a las leyes divinas.

B)UN PRESENTE DEL HOMBRE


1 Pedro 1:18 (RVR60)
18
sabiendo que fuisteis rescatados de vuestra vana manera de vivir,
la cual recibisteis de vuestros padres, no con cosas corruptibles, como
oro o plata,
Es obvio que la vida cristiana no es fácil poderla vivir pero es vital que
las mentes y corazones estén llenos de lo que Dios va a establecer
por qué esa información ya la tienen sus hijos. El verbo “sabiendo”
aquí empleado está en presente continuo, la información que el
Apóstol va a dar ya se tiene, ya se comprendió y está a disposición
para ser recordada. El cristiano ya tiene una nueva condición cuando
se arrepintió de sus pecados, puso su fe y recibió a Jesús como su
Señor y Salvador y este presente fue marcado y hecho posible cuando
se derramó sangre para el perdón de pecados y este acto fue llevado
a cabo por Cristo en la cruz. Este es el presente que ahora marca e
identifica a los hijos de Dios.
La vida anterior dejo de ser, ahora se vive en un presente totalmente
diferente porque el crsitiano fe rescatado.

LA SANGRE DE CRISTO RESCATA


1 Pedro 1:18 RVR60
18
sabiendo que fuisteis rescatados de vuestra vana manera de vivir, la
cual recibisteis de vuestros padres, no con cosas corruptibles, como
oro o plata,
A)RESCATADO: DEFINICIÓN
La expresión “fuisteis rescatados” empleado por el Apóstol Pedro
habla de alguien quien ha estado preso, cautivo, sin libertad, en este
caso del pecado (2) Pablo nos dice que el hombre sin Cristo era
esclavo del pecado: “Porque cuando erais esclavos del pecado, erais
libres acerca de la justicia.” (Romanos 6:20), estaba bajo su yugo y su
autoridad; el hombre estaba bajo maldición: “Cristo nos redimió de la
maldición de la ley, hecho por nosotros maldición (porque está escrito:
Maldito todo el que es colgado en un madero),” (Gálatas 3:13), por lo
cual se tuvo que hacer un pago por esta persona para poderla liberar
de la condición que tenía. La palabra rescatar se refiere a la acción de
comprar a un esclavo con el objetivo de liberarlo (2); en la carta a Tito
se explica que Cristo se dio a sí mismo como ese pago y saldar la
cuenta de toda transgresión hecha: “quien se dio a sí mismo por
nosotros para redimirnos de toda iniquidad y purificar para sí un
pueblo propio, celoso de buenas obras.” (Tito 2:14). Jesús lo dijo
también que él vino a este mundo para servir y dar su vida como
rescate por muchos: “ como el Hijo del Hombre no vino para ser
servido, sino para servir, y para dar su vida en rescate por
muchos.”(Mateo 20:28). El hombre estaba condenado por la Ley de
Dios que declara a todo hombre culpable y separado de Dios
(Romanos 3:23), solo fallar una sola vez a uno de los mandamientos
hace culpable al hombre, Dios enfáticamente declara al hombre como
malo (Salmos 14:1-2, Salmos 53:1-3, Romanos 3:10-12) y por ello le
es necesario ser rescatado.
B)¿RESCATADOS DE QUE?
1 Pedro 1:18 (RVR60)
18
sabiendo que fuisteis rescatados de vuestra vana manera de
vivir, la cual recibisteis de vuestros padres, no con cosas corruptibles,
como oro o plata,
El rescate liberó a los hijos de Dios de un estilo y conducta de vida
depravada y mala, especialmente en cuanto a su carácter moral. Este
estilo de vida le caracteriza el ser vano, carente de significado, de
beneficio, sin valor, sin uso, inútil, vacío, frívolo, sin verdad y sin
resultados (2). Así es como Dios describe la vida del hombre que está
alejado de él. No conduce a nada bueno ya que el hombre sin Dios
nada puede hacer que sea de provecho, así lo estableció Jesús;
cuando dijo: “Yo soy la vid, vosotros los pámpanos; el que permanece
en mí , y yo en él, éste lleva mucho fruto; porque separados de mí
nada podéis hacer.”(Juan 15:5).
Este estilo de vida de pecado fue transmitida o pasada de los padres a
los hijos, como dice el Salmista: “He aquí, en maldad he sido formado,
y en pecado me concibió mi madre” (Salmos 51:5), esto no quita la
responsabilidad al hombre de sus actos malos, lo que Dios establece
en este pasaje es que está disposición pecaminosa y caída del
hombre la tiene desde el nacimiento y bajo voluntad propia se somete
a ella para obedecerla quedando en esclavitud. Es la responsabilidad
de cada persona y dará cuenta a Dios por esta vida improductiva y
perversa.
El hombre no puede salvarse a sí mismo tratando pagar sus actos
malos con obras buenas, esto es imposible ya que Dios dejó claro: “no
es por obras para que nadie se gloríe” (Efesios 2:9). Además una obra
buena le es imposible deshacer los malos actos. La ley de Dios deja
en condenación al hombre con fallar a un solo mandamiento y quién
hay de los hombres que tan solo en una ocasión no haya mentido,
está es la condición que separa al hombre de Dios, le condena y le
llevará al infierno por la eternidad, alguien necesita salvarlo y hacer el
pago que le rescate.
UNA SANGRE QUE TRANSFORMA, QUE ORDENA Y QUE
RESCATA
El sacrificio de Cristo fue la obra mas extraordinaria, mas grandiosa,
mas profunda, mas excelsa que jamas se haya llevado a cabo. es la
fuente misma y la manifestación mas pura y limpia de amor que se
haya expresado o se vaya expresar en la historia del mundo. Solo la
pudo llevar a cabo Dios mismo por una creación que se rebelo y se
separo de Dios.
Es solo esa sangre derramada que puede transformar al hombre de su
estilo de vida inútil y que no produce nada bueno pero quien cree en el
sacrificio de Cristo y es ahora llamado hijo de Dios que es
transformado no para vivir como quiera sino que es llamado a vivir una
vida transformada pro el poder de Dios donde se somete a Su
voluntad y este produce frutos dignos que reflejan que se arrepintió y
estas acciones no salen de un corazón que quiere ganarse la
salvación sino que al saber que es salvo por gracia es que en
retribución, humildad y amor es que obedece a Dios.
Cristo derramo su sangre por ti y por mi a pesar de ser sus enemigos,
es hora de que te reconcilies con Dios, el tiempo de su regreso se
acorta, no lo dejes para despues.

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