205 - Repaso Fuerzas Intra e Inter

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205 - GUIA DE APRENDIZAJE SEGUNDO MEDIO

UNIDAD 2: PROPIEDADES COLIGATIVAS


REPASO FUERZAS INTRA E INTER MOLECULARES

Nombre: Curso: 2°M


Profesor: PCV Fecha: / /2024

1. FUERZAS INTRAMOLECULARES

Las fuerzas intramoleculares son las que mantienen unidos a los átomos dentro de una molécula. Estas fuerzas
son más fuertes que las fuerzas intermoleculares, ya que implican la interacción directa entre electrones y
núcleos atómicos para formar enlaces estables. Existen tres tipos principales de fuerzas intramoleculares:

1.1. Enlace iónico

Los enlaces iónicos se forman cuando un átomo dona completamente uno o más electrones a otro átomo,
generando iones cargados positiva y negativamente que se atraen mutuamente por fuerzas electrostáticas.
Este tipo de enlace es muy fuerte debido a la magnitud de la atracción entre cargas opuestas. Los enlaces
iónicos ocurren cuando hay una gran diferencia de electronegatividad entre los átomos involucrados,
generalmente entre un metal y un no metal. El metal pierde electrones para formar un catión (carga positiva),
mientras que el no metal gana esos electrones, convirtiéndose en un anión (carga negativa). Este proceso de
transferencia de electrones forma una red cristalina estable.

Ejemplo: el cloruro de sodio (NaCl) es


un ejemplo típico de enlace iónico. El
átomo de sodio (Na) dona un electrón,
ya que se encuentra en el grupo 1A de
la tabla periódica, lo que indica que
tiene un electrón en la capa externa o
un electrón de valencia, característica
fundamental de los metales del grupo
1A o metales alcalinos y este electrón
es cedido al átomo de cloro (Cl), quien
lo acepta con mucho gusto debido a
que se encuentra en el grupo 7A, lo que
indica que tiene 7 electrones de valencia y solo le falta un electrón para completar su octeto, característica
fundamental de los no metales halógenos. De esta manera se forman iones Na⁺ y Cl⁻, que se atraen entre sí,
formando una estructura cristalina estable.

1.2. Enlace covalente

El enlace covalente se forma cuando dos átomos comparten electrones. Los átomos en este tipo de enlace no
transfieren completamente los electrones como en el enlace iónico, sino que los comparten de manera
equitativa (en un enlace covalente no polar) o de manera desigual (en un enlace covalente polar), dependiendo
de las electronegatividades de los átomos involucrados. Los enlaces covalentes se forman principalmente entre
no metales. En los enlaces covalentes polares, la diferencia de electronegatividad genera un dipolo (dos polos
magnéticos), donde una parte de la molécula tiene una carga parcial positiva y la otra parte una carga parcial
negativa.

Ejemplo: en el dióxido de carbono


(CO₂), los átomos de oxígeno y
carbono comparten electrones para
formar enlaces covalentes. En este
caso, aunque el oxígeno es más
electronegativo que el carbono, la
geometría lineal de la molécula hace
que los dipolos individuales se
cancelen, resultando en una molécula
globalmente no polar.
1.3. Enlace metálico

Los enlaces metálicos se producen entre átomos metálicos, donde los electrones de valencia se deslocalizan y
forman un "mar de electrones" que es compartido entre todos los átomos del metal. Esto permite la
conductividad eléctrica y la maleabilidad de los
metales. Los átomos en un enlace metálico no tienen una
fuerte atracción específica por los electrones de
valencia, lo que permite que estos electrones se muevan
libremente por toda la estructura metálica. Este
movimiento libre de electrones es lo que proporciona a
los metales su capacidad para conducir electricidad y
calor.

Ejemplo: en el cobre (Cu), los electrones de valencia se


mueven libremente entre los átomos, lo que da lugar a
una alta conductividad eléctrica y térmica.

2. FUERZAS INTERMOLECULARES

Las fuerzas intermoleculares son las que actúan entre moléculas. Son más débiles que las fuerzas
intramoleculares, pero son fundamentales para comprender las propiedades físicas de los líquidos y sólidos,
como el punto de ebullición, la viscosidad y la solubilidad. Aquí se explican los tipos de fuerzas
intermoleculares, de mayor a menor fuerza:

2.1. Fuerzas ion-dipolo

Las fuerzas ion-dipolo ocurren entre un ion y una molécula polar. Estas fuerzas son más fuertes que otras
fuerzas intermoleculares debido a que los iones tienen una carga completa que interactúa con el dipolo de una
molécula polar, que tiene una carga parcial. Estas interacciones son particularmente importantes en
disoluciones acuosas de compuestos iónicos, ya que las moléculas polares del agua rodean y estabilizan los
iones. La fuerza de atracción ion-dipolo depende de la magnitud de la carga del ion y de la intensidad del dipolo
de la molécula polar. Cuanto mayor sea la
carga del ion y más fuerte el dipolo, mayor
será la atracción. En la disolución de
cloruro de sodio (NaCl) en agua, los
iones Na⁺ y Cl⁻ se disocian. Las moléculas
de agua, que son polares, rodean los iones:
los oxígenos, con su carga parcial negativa,
se orientan hacia el ion Na⁺, mientras que
los hidrógenos, con su carga parcial
positiva, se orientan hacia el ion Cl⁻. Estas
interacciones son fuerzas ion-dipolo.

2.1.1. Disociación en iones

La disociación en iones es un proceso clave en la química de soluciones, especialmente en el caso de los


compuestos iónicos. Cuando un compuesto iónico se disuelve en agua (u otro solvente polar), sus iones
constituyentes, que estaban fuertemente atraídos entre sí en el sólido cristalino, se separan debido a la
interacción con las moléculas del solvente, lo que facilita la separación de los iones. Los compuestos iónicos
están formados por iones positivos (cationes) y iones negativos (aniones) que se mantienen unidos
mediante fuerzas electrostáticas en una estructura cristalina. Estas fuerzas son fuertes y responsables de la
estabilidad del compuesto en estado sólido. Sin embargo, cuando el compuesto se coloca en un solvente polar
como el agua, las moléculas del solvente comienzan a rodear a los iones.

Este proceso se llama solvatación (o hidratación, en el caso de que el solvente sea agua). Durante la
solvatación, las moléculas de agua (que son polares) interactúan con los iones disociados de dos formas:

- Las cargas parciales negativas del oxígeno en las moléculas de agua rodean y estabilizan los cationes.

- Las cargas parciales positivas de los hidrógenos en las moléculas de agua rodean y estabilizan los aniones.
Este proceso de solvatación reduce la atracción entre los iones del compuesto iónico, lo que permite que se
separen y se mantengan distribuidos uniformemente en la solución.

2.1.2. Disociación de compuestos en más de dos iones:

Algunos compuestos iónicos se disocian en más de dos iones porque su fórmula química contiene varios
cationes y aniones. Por ejemplo, el sulfato de aluminio (Al₂(SO₄)₃) se disocia en agua en dos iones Al³⁺ y tres
iones SO₄²⁻, lo que resulta en un total de cinco iones por cada unidad de fórmula que se disuelve. Este tipo de
disociación genera múltiples iones en solución, aumentando la concentración total de partículas cargadas, lo que
tiene un impacto en las propiedades de la solución. La disociación en múltiples iones ocurre porque los enlaces
iónicos en estos compuestos son completamente superados por las interacciones con las moléculas del solvente.
Cada ion está suficientemente estabilizado por la solvatación, lo que impide que los iones se vuelvan a asociar.
Para indicar la cantidad de iones se procede a utilizar un modelo de ecuación química como el que se muestra a
continuación:
3+ 2−
𝐴𝑙₂(𝑆𝑂₄)₃(𝑠) → 2𝐴𝑙 (𝑎𝑞)
+ 3𝑆𝑂₄ (𝑎𝑞)
Otro ejemplo de disociación de compuestos iónicos en más de dos iones es el siguiente:
+ 3−
𝑁𝑎₂𝑃𝑂₄(𝑠) → 3𝑁𝑎 (𝑎𝑞)
+ 𝑃𝑂₄ (𝑎𝑞)
Por lo que es posible apreciar que en este compuesto se puede disociar en 4 iones cuando se encuentra en
solución.

2.2. Puentes de hidrógeno

Los puentes de hidrógeno son un tipo especial de interacciones


dipolo-dipolo, pero son más fuertes que las dipolo-dipolo comunes. Se
producen cuando un átomo de hidrógeno está unido covalentemente a un
átomo altamente electronegativo como oxígeno, nitrógeno o flúor, y el
hidrógeno se atrae hacia el par de electrones no compartidos de otro átomo
electronegativo cercano. Los puentes de hidrógeno son posibles debido a la
fuerte polarización que ocurre en los enlaces donde el hidrógeno está unido
a un átomo muy electronegativo. Esto hace que el hidrógeno tenga una carga
parcial positiva considerable, lo que lo hace atractivo para otros átomos
electronegativos. Las moléculas de agua (H₂O) forman puentes de hidrógeno entre sí. El átomo de oxígeno, que
es muy electronegativo, tiene una carga parcial negativa, mientras que los átomos de hidrógeno tienen una carga
parcial positiva. Las moléculas de agua se atraen entre sí mediante estas interacciones de puente de hidrógeno,
lo que explica muchas de las propiedades únicas del agua, como su alto punto de ebullición en comparación de
otros compuestos covalentes como el alcohol etílico (etanol) que comienza a evaporarse a los 78.37°C.

2.3. Fuerzas dipolo-dipolo

Las fuerzas dipolo-dipolo son interacciones entre moléculas polares, donde los extremos de las moléculas con
cargas parciales opuestas se atraen entre sí. Estas fuerzas no son tan fuertes como las ion-dipolo o los puentes
de hidrógeno, pero son más fuertes que las fuerzas de dispersión. Estas fuerzas se producen debido a la
diferencia de electronegatividad entre los átomos en una molécula,
lo que genera un dipolo permanente. Las moléculas se alinean de
modo que el extremo positivo de una molécula es atraído por el
extremo negativo de otra. En las moléculas de acetona
(CH₃COCH₃), el átomo de oxígeno es más electronegativo que los
átomos de carbono e hidrógeno, lo que crea un dipolo. Las
moléculas de acetona se atraen entre sí a través de estas
interacciones dipolo-dipolo.

2.4. Fuerzas de dispersión o de London

Las fuerzas de dispersión, también conocidas como fuerzas de


London, son las fuerzas intermoleculares más débiles. Ocurren
en todas las moléculas, pero son las únicas fuerzas que actúan entre
moléculas no polares. Estas fuerzas son causadas por la creación
temporal de dipolos inducidos por el movimiento de los electrones.
Aunque las moléculas no polares no tienen un dipolo permanente, los
electrones dentro de las moléculas están en constante movimiento. En
un momento dado, pueden distribuirse de manera desigual, lo que genera un dipolo instantáneo. Este dipolo
temporal puede inducir un dipolo en una molécula cercana, generando una atracción débil entre las moléculas.
En las moléculas de nitrógeno (N₂), que son no polares, los dipolos instantáneos que surgen debido al
movimiento de los electrones generan fuerzas de dispersión entre las moléculas. Aunque son fuerzas débiles,
son suficientes para mantener juntas a las moléculas de nitrógeno en estado líquido a temperaturas muy bajas.

3. POR QUÉ LAS SUSTANCIAS POLARES Y APOLARES NO SE MEZCLAN

El comportamiento de las sustancias polares y apolares está determinado por el tipo de fuerzas
intermoleculares que predominan en cada una. En una solución, la mezcla de sustancias depende de cuán
favorable es la interacción entre las moléculas del soluto y del solvente. En términos generales, se sigue la regla
química de que "lo semejante disuelve a lo semejante," es decir, las sustancias polares se mezclan con
sustancias polares, y las sustancias apolares se mezclan con apolares.

Las sustancias polares tienen dipolos permanentes, lo que significa que una parte de la molécula tiene una carga
parcial positiva y otra parte tiene una carga parcial negativa. Esto genera fuerzas dipolo-dipolo y, en algunos
casos, puentes de hidrógeno. Por otro lado las sustancias apolares no tienen un dipolo permanente porque sus
átomos comparten los electrones de manera equitativa o porque la geometría molecular cancela cualquier dipolo
que pudiera formarse. Las fuerzas intermoleculares predominantes en estas sustancias son las fuerzas de
dispersión o de London, que son temporales y mucho más débiles que las interacciones dipolo-dipolo.

Las sustancias polares y apolares no se mezclan principalmente por la diferencia en la fuerza de atracción
entre las moléculas de cada tipo de sustancia; en una sustancia polar, las moléculas están fuertemente unidas
entre sí por fuerzas dipolo-dipolo o puentes de hidrógeno. Estas interacciones son más fuertes que las fuerzas de
dispersión. Las sustancias apolares, por otro lado, solo experimentan fuerzas de dispersión, que son mucho más
débiles y temporales. Si intentas mezclar una sustancia polar y una apolar, las fuerzas dipolo-dipolo que
mantienen unidas a las moléculas polares son mucho más fuertes que cualquier interacción que las moléculas
apolares puedan ofrecer a las polares. Por lo tanto, las moléculas polares prefieren interactuar entre ellas
mismas, excluyendo a las moléculas

La solvatación (el proceso por el cual las moléculas del solvente rodean y estabilizan al soluto) también es
clave. Para que las sustancias se mezclen, la energía liberada al solvatizar las moléculas apolares con las polares
debe ser comparable a la energía necesaria para romper las interacciones dipolo-dipolo entre las moléculas
polares. Sin embargo, esto rara vez ocurre porque las interacciones entre moléculas apolares y polares (fuerzas
de London y dipolo inducido) son mucho más débiles y no compensan la energía necesaria para romper los
fuertes dipolos permanentes de las sustancias polares.

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