Trabajo Nutricion Pediatrica (1) - 1

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UNIVERSIDAD NACIONAL DE VILLARRICA DEL ESPÍRITU SANTO

FACULTAD DE CIENCIAS DE LA SALUD

LICENCIATURA EN NUTRICIÓN

Alergias alimentarias en niños: diagnóstico, y manejo

nutricional

Materia: Nutricion Pediatrica

Profesora:

Lic. Laura Gonzalez

Autores

Johana Verdechia -Nidia Anzoategui-Antonella Bogado-Liza Gonzalez-Ruth Miranda

Villarrica – Paraguay

2024
Índice

Introducción…………………………………………………………………1

Desarrollo……………………………………………………………………..2,

3,4,5,6,7,8,9, 10, 11,12,13

Conclusione……………………………………………………………14

Bibliografía ……………………………………………………………15
Introducción

La alergia a alimentos es una patología que ha aumentado en los últimos


años. Su prevalencia se estima entre el 6 y el 8% en menores de cuatro
años, y entre el 1 y el 3% en la población adulta. La sospecha de alergia
alimentos constituye un elevado porcentaje de las derivaciones a las
consultas de alergia.

En los menores de 14 años, la alergia a alimentos ocupa el tercer lugar


de los trastornos alérgicos diagnosticados en las consultas de alergia.

Las dietas son muy diversas, en función del área geográfica y las
costumbres alimentarias. Todos los alimentos son potencialmente
sensibilizantes, pero la lista de alimentos implicados en las reacciones
alérgicas en el mundo se reduce a unos pocos. Los alimentos implicados
son los más consumidos. Las sensibilizaciones suelen aparecer en relación
con la introducción de los alimentos en la dieta del niño. En nuestro medio,
y durante la edad pediátrica, los alimentos implicados en orden de
frecuencia son las proteínas de huevo (39,1%) y leche (32,3%), seguidas
del pescado (11,3%), los frutos secos (18,8%) y las frutas (12%).

El diagnóstico de alergia a un alimento significa la eliminación de este


de la dieta, la revisión del etiquetado de las comidas preparadas o el temor
a comer alimentos elaborados por terceros y estar alerta por si aparece una
reacción adversa. Esta situación altera la calidad de vida del niño y su
familia. Por estos motivos, es muy importante hacer un diagnóstico
correcto que justifique adoptar estas medidas.
Desarrollo

La alergia alimentaria (AA) se define como un efecto adverso para la


salud derivado de una respuesta inmune específica, que ocurre con la
exposición a un alimento dado. Se desarrolla debido a la inducción fallida
de la tolerancia tras la exposición inicial al antígeno alimentario.

La alergia alimentaria infantil se asocia con una calidad de vida


deteriorada, interacciones sociales limitadas, condiciones alérgicas
comórbidas y un costo económico significativo y su prevalencia varía entre
4 y 8%.

Se describe a la leche de vaca como principal desencadenante de


alergias alimentarias en numerosas regiones del mundo y en la región.

A menudo, otras causas de reacciones adversas a los alimentos pueden


malinterpretarse como una alergia alimentaria. La intolerancia a la lactosa
es un ejemplo: La incapacidad para digerir el azúcar lactosa produce
meteorismo y diarrea, pero no es una alergia. Las reacciones adversas a los
alimentos pueden también ser causadas por factores metabólicos,
farmacológicos o tóxicos que deben distinguirse de la alergia.

Entre el 35% y 71% de las personas diagnosticadas con alergia


alimentaria padecen de dermatitis atópica; entre el 33% y el 40 %, rinitis
alérgica y entre el 34% y 49%, se manifiestan como asma. La dermatitis
alérgica y la alergia alimentaria coexisten frecuentemente en aquellos
pacientes con dermatitis atópica de comienzo precoz, intensa y persistente;
con propensión a cuadros severos, lo cual podría estar relacionado con
aspectos genéticos.
Es sabido que algunas alergias alimentarias infantiles mediadas por IgE,
como las alergias a la proteína de la leche de vaca y al huevo, tienen más
probabilidades de resolverse con una adecuada intervención con dieta de
exclusión en comparación con otras, como las alergias al maní y otros
frutos secos. De ahí la importancia de realizar tempranamente el
diagnóstico a fin de favorecer la remisión según cada caso y mejorar el
pronóstico en cuanto a estas atopias. Es sabido que la mejor estrategia es la
prevención y la detección oportuna de factores de riesgo.

La alergia a alimentos mediada por IgE se produce por un fallo en los


mecanismos de tolerancia inmunológica. En alergia a alimentos, hay que
tener presente que en determinadas personas es necesaria la presencia de
cofactores para que suceda una reacción alérgica. Estos cofactores pueden
ser ejercicio físico, infecciones víricas, fiebre, antiinflamatorios no
esteroideos, estrés o alcohol. Para que suceda la reacción alérgica, es
preciso que el individuo sea alérgico a un alimento y que lo ingiera junto
con la presencia del cofactor.

El objetivo de este trabajo fue determinar la frecuencia, las


características clínicas, diagnosticos, manejo nutricional y los tipos de
alimentos asociados a las alergias alimentarias, en pacientes pediátricos
menores de 18 años.
1. Alérgenos alimentarios:

Los alimentos implicados en la alergia pediátrica son, en orden de


frecuencia, huevo, leche de vaca, pescado, frutos secos, frutas y verduras.
Los alimentos contienen distintas proteínas.

Cada una de estas proteínas puede actuar como alérgeno. Algunas


proteínas son específicas de cada alimento y otras son compartidas por
otros alimentos de la misma especie o familia, o incluso de especies
alejadas.

En cada alimento pueden identificarse alérgenos mayores y otros


menores o secundarios. Un alérgeno mayor es aquel con más del 50% de
frecuencia de reconocimiento por anticuerpos IgE, entre los pacientes
positivos a la fuente alergénica de la cual proviene, y no se relaciona en
absoluto con la gravedad de la reacción que pueda causar. Los nuevos
avances en técnicas moleculares permiten conocer mejor los componentes
proteicos de cada alimento.

Esto es un paso importante en el diagnóstico y posiblemente también en


el tratamiento de la alergia, al poder identificar exactamente a qué
componente alergénico reacciona un paciente. El perfil de componentes a
los que está sensibilizado el paciente puede orientarnos al pronóstico y
también a realizar pruebas de provocación para comprobar tolerancia a
otros alimentos del mismo grupo o el mismo alimento procesado a altas
temperaturas. Un concepto novedoso es el de los panalérgenos y
eualérgenos.
Estos alérgenos explican muchas de las reacciones cruzadas entre
alimentos de distintas especies y familias, de los reinos animal y vegetal.
Son familias antigénicas identificadas por biología molecular que
comparten homologías superiores al 70%, contienen una secuencia
proteica muy conservada a lo largo de la evolución filogenética y tienen
funciones importantes (defensa, almacenamiento) en las especies
animales o vegetales correspondientes. El panalérgeno o eualérgeno no
suele ser un antígeno mayor. Los más estudiados actualmente son (lípidos
transmembrane protee protein (LTP), procalcina o profilina.

Se muestran a continuación los componentes más importantes de


algunos de los alimentos más frecuentemente implicados en la edad
pediátrica

2. Manifestaciones Clínicas:

La forma clínica de presentación más frecuente en la edad pediátrica es


la afectación cutánea, que se manifiesta como urticaria-angioedema
63,5%), síntomas orales (33,6%), la clínica digestiva (24,7%), la anafilaxia
(<20%), el broncoespasmo (<10%), la rinitis (<10%) y la anafilaxia
inducida por el ejercicio (<5%). La clínica digestiva puede manifestarse
como náuseas, vómitos, dolor abdominal o diarrea. El síndrome de alergia
oral que se caracteriza por prurito oral o faríngeo y eritema peribucal es
característico de determinados vegetales. El broncoespasmo de modo
aislado es poco frecuente y debe alertarnos sobre la posibilidad de que se
esté presentando una anafilaxia (Tabla 2).
La anafilaxia se define clásicamente como la afectación sistémica de dos o
más órganos simultáneamente. Los últimos documentos de la EAACI y la
AAAI definen anafilaxia como una o una reacción de hipersensibilidad
grave que pone en riesgo la vida, independientemente de si presenta o no
hipotensión arterial. De hecho, los síntomas respiratorios graves aislados
(afonía, tos repetitiva, dificultad para hablar, sibilantes), sin afectación de
ningún otro órganoreacción de hipersensibilidad grave que pone en riesgo
la vida, independientemente de si presenta o no hipotensión arterial.

De hecho, los síntomas respiratorios graves aislados (afonía, tos


repetitiva, dificultad para hablar, sibilantes), sin afectación de ningún otro
órgano, en relación con la ingesta de un alimento sospecho, debe
considerarse y tratarse como una anafilaxia. La alergia a alimentos es la
causa más frecuente de anafilaxia. Es importante identificarla, porque
iniciar un tratamiento precoz marca el pronóstico.
3. Diagnostico:

El primer paso en el diagnóstico de una alergia a alimentos es una


anamnesis correcta, detallada y sistemática, y una exploración física
exhaustiva.

Es importante conocer los síntomas y signos aparecidos, el contexto en


el que sucedió la reacción (por ejemplo, si el niño tenía
un proceso infeccioso intercurrente, si pudiera haber otros alimentos,
fármacos u otros factores implicados), el tiempo de latencia entre la
ingesta del alimento y el inicio de los síntomas, la cantidad de alimento
ingerido, si posteriormente volvió a comer el alimento sospechoso,
cuándo sucedió la reacción alérgica y la presencia de cofactores. Debe
existir causalidad.

Los datos obtenidos nos orientarán mucho al tipo de reacción que


presentó el niño y qué alimentos o grupos alimentarios debemos
sospechar como causantes:
4. Pronostico y evolución de alergia a alimentos.

Afortunadamente las alergias a leche y huevo, las más frecuentes en


edad pediátrica, se resuelven espontáneamente en la mayoría de los
pacientes antes de los 7-9 años de edad. La alergia a frutos secos cacahuete,
pescados y mariscos se considera persistente, el porcentaje de resolución
espontánea es mucho mayor.

5. Tratamiento de Alergias Alimentarias:

El tratamiento de la alergia a alimentos continúa siendo básicamente la


evitación del alimento implicado y el tratamiento de las reacciones
alérgicas en caso de ingesta accidental.

No se recomienda, de modo sistemático, la dieta de evitación del


alimento implicado a la madre lactante.
La evitación del alimento y sus derivados debe ser estricta. Deben
prevenirse reacciones por contaminación. No pueden mezclarse ni estar
en contacto los alimentos que deben evitarse con los que el paciente va a
ingerir. Es importante que los alimentos envasados estén correctamente
etiquetados y que se compruebe siempre que no contienen el alérgeno
implicado, aunque sea de consumo habitual por la familia. Actualmente
existe un listado de alérgenos de etiquetado obligatorio: gluten, crustáceos,
moluscos, huevo, pescado, cacahuete, soja, leche, frutos de cáscara, apio,
mostaza, sésamo, dióxido de azufre y sulfitos, altramuces.

En función de las proteínas a las que el paciente es alérgico, puede


tolerar alimentos cocinados y horneados. Así mismo, que un paciente sea
alérgico a un alimento no implica que lo sea a todo el grupo alimentario.
Dependerá de los componentes proteicos a los que sea alérgico. En estos
casos, las dietas que realizan los pacientes serán menos restrictivas. Antes
de hacer cualquiera de estas recomendaciones, siempre debe realizarse una
prueba de provocación oral para comprobar la tolerancia específica a un
alimento crudo o cocinado y a otros alimentos del mismo grupo.

La tolerancia a alimentos cocinados es un factor de mejor pronóstico.


Parece ser que la introducción de estos en la dieta podría facilitar la
posterior adquisición de tolerancia al alimento crudo, aunque aún faltan
estudios que lo confirmen.

El tratamiento de las reacciones alérgicas es farmacológico. La


adrenalina intramuscular es el tratamiento de la anafilaxia. Las
manifestaciones de urticaria-angioedema o digestivas o de rinoconjuntivitis
se trataran con antihistamínicos orales. Es necesario que las familias,
cuidadores y el propio paciente (en función de la edad) sepan reconocer
una reacción alérgica y conozcan el tratamiento adecuado en función de las
manifestaciones clínicas.

La familia, los cuidadores principales y la escuela deben tener un plan de


acción por escrito, con la secuencia de administración de los fármacos y su
dosis. Los cuidadores y el niño han de aprender a usar los autoinyectores de
adrenalina si se le han prescrito.

El objetivo principal es evitar las reacciones alérgicas graves. Para ello


se administra una cantidad de alimento que se va aumentando
progresivamente hasta alcanzar una cantidad determinada para cada
alimento. Así se consigue incrementar la dosis umbral necesaria
para provocar una reacción alérgica. En este momento, el paciente está
desensibilizado y debe mantener la ingesta diaria.

El objetivo final es inducir la tolerancia al alimento induciendo memoria


inmunológica.

6. Prevención de la alergia alimentaria.

La incidencia de alergia alimentaria se ha incrementado en los últimos


años, a pesar de la recomendación de retrasar la introducción de los
alimentos sólidos en la dieta hasta los 6 meses de vida. Estudios recientes
señalan que la introducción más precoz de alimentos en el lactante
favorece la tolerancia inmunológica. No se recomienda ninguna
dieta de evitación en la madre gestante, ni durante la lactancia
materna, aunque el lactante tenga riesgo atópico.

Las recomendaciones actuales de prevención de alergia alimentaria serían:

 Dieta normal en las mujeres gestantes y madres en periodo de


lactancia, sin dietas de evitación.
 Mantener la lactancia materna un mínimo de 6 meses
 No se recomienda administrar fórmulas hidrolizadas ni soja como
alternativa en lactantes de alto riesgo atópico y no alérgicos a
proteína de leche de vaca.
 Se recomienda la introducción precoz de los alimentos sólidos en la
dieta del niño con riesgo atópico, al menos como el del niño no
atópico.

1. Materiales y métodos:

Estudio observacional, descriptivo, de corte transverso y retrospectivo,


en base a datos secundarios obtenidos a partir de las fichas clínicas de
pacientes pediátricos, menores de 18 años, que acudieron al Consultorio de
Especialidades del Hospital de Clínicas de la Universidad Nacional de
Asunción. Fueron incluidos todos los niños/as y adolescentes con
diagnóstico de alergia alimentaria realizado con la prueba de Radio Allergo
Sorbent Test®, o RAST® que fue considerada como positiva con valores
por encima de 0.35 kUa/L.

Fueron incluidos los pacientes de ambos sexos que fueron evaluados


durante el periodo comprendido entre el 01 de marzo del 2016 al 31 de
marzo del 2019 con RAST positivo para alergenos alimentarios, por lo
tanto, solo se incluyeron casos de alergia IgE mediados. Fueron excluidos
pacientes con diagnóstico de patología gastrointestinal concomitante (Ej.
Enfermedad Celiaca, Síndrome de intestino irritable, Enfermedad de
Crohn, Colitis Ulcerosa, entre otras) y con fichas clínicas incompletas.

El muestreo fue no probabilístico por conveniencia de casos


consecutivos que cumplieron con los criterios de inclusión.

Como variables fueron evaluadas: edad de diagnóstico, sexo,


características clínicas detectadas y tipo de alergeno desencadenante
detectado por RAST.

Se accedió al Archivo Central del Hospital de Clínicas previa


autorización de la Jefatura de Cátedra y Servicio de Pediatría y se
seleccionaron las fichas clínicas de pacientes a ser incluidos,
correspondientes al periodo de estudio.

2. Resultados:

De 875 pacientes pediátricos que consultaron durante el periodo


estudiado, 71 (8,1%) de ellos tenían el diagnóstico de Alergia alimentaria.
En cuanto a la procedencia, 9/71 (12%) correspondieron a Asunción,
55/71 (77,4%) al Departamento Central, y el resto en menor proporción,
provenían de otros departamentos del país.
(Tabla 1)

La mediana de edad fue de 12 meses, la edad mínima fue de 1 mes y la


máxima de 16 años. Al evaluar únicamente al grupo de lactantes, la edad
media al momento de la consulta fue de 10 meses (1 a 23 meses). Como se
observa en la Tabla 1, el grupo etáreo más afectado fue el que correspondía
a los lactantes 52 (73%), 10 (14%) fueron pre-escolares, seguido en menor
proporción por los pacientes en edad escolar y adolescentes.

Edad (meses) 12 Mínimo 1, Máximo 192


Procedencia n %
Central 55 77,5
Capital 9 12,7
Guairá 2 2,8
Caaguazú 1 1,4
San Pedro 1 1,4
Paraguari 2 2,8
Cordillera 1 1,4
Sexo
Femenino 28 39,4
Masculino 43 60,6
Grupos etáreos
Lactantes (0-23 meses) 52 73,2
Prescolares (24-59
10 14,1
meses)
Escolares (60-119 meses) 5 7,0
Adolescentes (≥ 10 años)

En cuanto a la distribución por sexos, 28 (39%) pacientes


correspondieron al sexo femenino frente a 43 (60%) correspondientes al
sexo masculino, lo cual representa una relación de 1,5:1 de varones
respecto a las niñas.

Entre las manifestaciones clínicas, las lesiones cutáneas estuvieron


presentes de manera aislada o en combinación con otros síntomas en 46
casos (64%); seguidas por los síntomas respiratorios en 38 casos (53%); y
los gastrointestinales en 30 casos (42,2%) tal como se presenta en la
grafica.
Frecuencia de signos y síntomas de pacientes pediátricos con
diagnóstico de alergia alimentaria del Hospital de Clínicas FCM-UNA.
Años 2006-2009.

Del total de pacientes 31(43.66%) se presentó con síntomas únicos: 15/71


(21%) con lesiones cutáneas, 8/71 (11%) con síntomas gastrointestinales y
8/71 (11%) con síntomas respiratorios.

La asociación de síntomas cutáneos y respiratorios fue encontrada en 17


casos (24%); mientras que la asociación de síntomas gastrointestinales y
cutáneos fue hallada en 9 casos (12%) y la asociación de síntomas
gastrointestinales y respiratorios en 8 casos (11%). La triple asociación de
síntomas cutáneos, respiratorios y gastrointestinales fue hallada en 5 casos
(7%). Adicionalmente, se constató escasa ganancia de peso en 9 niños
(12%).

En cuanto a los alérgenos alimentarios, en la Figura 2 se puede observar


que la leche estuvo involucrada con el diagnóstico de alergia alimentaria en
52 (73%), en tanto que el huevo en 33 (46%) pacientes, el trigo en 7 casos
(9,8%), la soja en 6 (8,5%) casos y el gluten en 5 casos (7%); en menor
proporción se detectó alergia a golosinas, el maní, el maíz y los embutidos
con 2 casos (2,8%) cada uno y finalmente la sandía, el tomate y
condimentos con 1 caso (1,4%) respectivamente.
Tipo de alimento involucrado con alergias alimentarias en pacientes
pediátricos del Hospital de Clínicas FCM-UNA. Años 2006-2009

Se registró un único alérgeno en 46 casos (64,7%), dos alérgenos en 16


casos (22,5%) y en menor frecuencia, a mayor cantidad de alergenos

Cantidad de
n %
alérgenos
Alimento único 46 64,8
2 alimentos 16 22,5
3 alimentos 5 7,0
≥ 4 alimentos 4 5,6
Total 71 100

Cantidad de alimentos involucrados con alergias alimentarias en


pacientes pediátricos del Hospital de Clínicas FCM-UNA. Años 2006-2009

Como alérgeno único, se registró a la leche en 31 casos (43,6%),


seguido por el huevo en 12 casos (16,9%). La asociación de leche y huevo
se encontró en 12 casos (16,9%) y como alérgenos asociados a otros
alimentos en 18 casos (25,3%).

1. Manejo Nutricional en Niños:

El manejo nutricional en niños con alergias alimentarias es crucial


para prevenir reacciones adversas y garantizar una nutrición
adecuada. Algunos consejos y recomendaciones:

Objetivos del Manejo Nutricional:

 Evitar la exposición al alimento causante de la alergia.


 Proporcionar una dieta equilibrada y nutricionalmente
completa.
 Prevenir deficiencias nutricionales.
 Educación nutricional para los padres y cuidadores.

Nutrientes Esenciales:

 Proteínas: carnes magras, pescado, huevos, legumbres.


 Grasas: aceites vegetales, frutos secos.
 Carbohidratos: frutas, verduras, granos integrales.
 Calcio: leche de soja, leche de arroz, yogur de soja.
 Vitamina D: suplementos, cereales fortificados.

Consejos prácticos:
 Mantén un diario de alimentos para rastrear la ingesta y los
síntomas.
 Consulta con un nutricionista o dietista para crear un plan
personalizado.
 Aprende a leer etiquetas de alimentos.
 Prepara comidas seguras en casa.
 Educa a otros (familiares, cuidadores, personal escolar) sobre la
alergia y el plan manejo.

CONCLUSIÓN

Los lactantes son los más afectados por las alergias alimentarias en más
de dos tercios de los casos, seguido por los niños en edad preescolar. En los
escolares y adolescentes la alergia alimentaria es menos frecuente.
Existe un ligero predominio del sexo masculino para el desarrollo de
alergias alimentarias.

Las manifestaciones más frecuentes son por orden de frecuencia las


cutáneas en más de dos tercios de los casos, respiratorias en la mitad de los
niños y gastrointestinales en un tercio de los pacientes, ya sea en forma
solitaria o en combinación estos y otros alérgenos. El shock anafiláctico es
un hallazgo poco frecuente.

Los principales alérgenos involucrados en las alergias alimentarias en


nuestra población son la leche de vaca y el huevo en más de la mitad de los
casos.

La alergia alimentaria única fue la más frecuente, ¼ de los pacientes


reacciona a dos alérgenos y en menor proporción a 3 o más alérgenos

Las alergias alimentarias en niños son una condición común y


potencialmente grave que requiere un diagnóstico y manejo adecuado. El
diagnóstico se basa en la historia clínica, pruebas cutáneas, análisis de
sangre y dieta de eliminación.

La lactancia materna exclusiva durante los primeros 6 meses de vida es


fundamental para prevenir alergias, mientras que la introducción gradual de
alimentos comunes que causan alergias pueden reducir el riesgo de
reacciones alérgicas.

El manejo nutricional es fundamental para prevenir reacciones alérgicas


graves y garantizar una nutrición optima. La evitación del alimento
causante de la alergia, la planificación de comidas seguras y la educación
nutricional para los padres y cuidadores son componentes esenciales del
manejo nutricional

BIBLIOGRAFIA
 Valdesoiro Navarrete L, Bosque García M, Larramona Carrera H.
Manejo del niño con sospecha de alergia a alimentos. Protoc diagn
ter pediatr. 2013;1:177-84.
 Echeverría Zudaire LA. Novedades en diagnóstico y prevención de
la alergia alimentaria. En: AEPap (ed.). Curso de Actualización
Pediatría 2018. Madrid: Lúa Ediciones 3.0;2018, p
 González Miltos, M. A., Meza, R., & Sánchez Bernal, S. . (2021).
Alergias alimentarias en pediatría: frecuencia, características clínicas
y alergenos más frecuentes en pacientes de un consultorio pediátrico
de alergia de referencia. Pediatría (Asunción), 48(3), 187-194.
https://doi.org/10.31698/ped.48032021006
 Revista Sociedad Paraguaya de Pediatría (Órgano Oficial de la
Sociedad Paraguaya de pediatría) Vol. 48. Núm. 3 (2021)

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