Nelson Cap 338
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Los trastornos de malabsorción implican una absorción intestinal reducida de uno o varios
nutrientes, y pueden resultar de defectos en la digestión de nutrientes en la luz intestinal o en la
absorción por la mucosa. Estos trastornos se dividen en dos categorías principales:
Signos y síntomas
Los síntomas clínicos de la malabsorción en niños dependen del tipo y extensión de nutrientes no
absorbidos. Los más comunes en niños pequeños incluyen diarrea, distensión abdominal y bajo peso,
lo que afecta el crecimiento. La exploración física puede revelar distensión abdominal, pérdida de
masa muscular y grasa subcutánea. Estos efectos son más graves en niños pequeños debido a su
menor reserva de energía. En niños mayores, la malnutrición puede causar retraso en el crecimiento,
especialmente en enfermedades como la celiaquía diagnosticada tarde.
Algunos signos específicos guían hacia diagnósticos concretos: edema (enteropatía perdedora de
proteínas), dedos en palillo de tambor (fibrosis quística o celiaquía), y excoriaciones perianales
(malabsorción de carbohidratos). Muchos niños con malabsorción mantienen buen apetito para
compensar las pérdidas energéticas, aunque en condiciones de inflamación de las vellosidades
(como la celiaquía) la anorexia puede agravar la malnutrición.
La valoración de la función pancreática exocrina comienza con la prueba de cloruro en sudor para
detectar fibrosis quística, una causa común de insuficiencia pancreática en niños. La elastasa-1 fecal
evalúa la función pancreática, especialmente en fibrosis quística y pancreatitis crónica, aunque
puede dar falsos positivos. La concentración de tripsinógeno en suero se usa como cribado, con
niveles elevados en fibrosis quística al principio, pero que disminuyen con el tiempo. Otras pruebas
como el NBT-PABA tienen baja especificidad. La prueba definitiva es el análisis del aspirado duodenal
tras estimulación con secretina y pancreozimina.
Pruebas de Imagen.
Las radiografías simples y los estudios con bario pueden indicar la ubicación y causa de trastornos de
la motilidad intestinal. Aunque las floculaciones de bario y un intestino dilatado con pliegues
mucosos engrosados se observan en lesiones malabsortivas difusas, como en la enfermedad celíaca,
estas anomalías no son específicas. Asimismo, las asas intestinales dilatadas con líquido en la
ecografía también sugieren malabsorción.
ENFERMEDAD CELIACA
Etiología y epidemiologia
La enfermedad celíaca tiene una fuerte base genética, principalmente asociada con los antígenos
HLA-DQ2 y DQ8, presentes en la mayoría de los pacientes. Otros genes también influyen en la
susceptibilidad, especialmente aquellos relacionados con la activación de linfocitos T. El trastorno es
mediado por linfocitos T y tiene un componente autoinmunitario, donde el gluten incompletamente
digerido estimula el sistema inmunológico. Los péptidos de gliadina inducen la activación de
linfocitos T y la producción de citocinas, lo que provoca daño en la mucosa intestinal. La presencia de
anticuerpos contra la transglutaminasa 2 (TG2) es común, aunque no siempre causa daño.
La enfermedad celíaca presenta una amplia variedad de síntomas, desde problemas intestinales
como diarrea, vómitos y pérdida de peso en niños pequeños, hasta manifestaciones extraintestinales
como anemia, osteoporosis, artritis, epilepsia, neuropatías y trastornos dentales. Los síntomas
pueden aparecer sin problemas digestivos, especialmente con la detección temprana mediante
pruebas de cribado. Además, está asociada con otras enfermedades autoinmunitarias como la
diabetes tipo 1 y problemas tiroideos. Los pacientes celíacos tienen mayor riesgo de desarrollar
linfoma no Hodgkin y otras complicaciones si el diagnóstico se retrasa o no siguen una dieta sin
gluten adecuada.
Diagnostico
TRATAMIENTO
El único tratamiento para la enfermedad celíaca es una dieta estricta sin gluten de por vida,
eliminando trigo, cebada y centeno. Aunque la avena es segura para la mayoría, existe riesgo de
contaminación con gluten. Todos los pacientes celíacos, con o sin síntomas, deben seguir la dieta sin
gluten, ya que quienes no la cumplen enfrentan riesgos como la osteopenia. El Codex Alimentarius
define la dieta sin gluten como aquella con menos de 20 ppm de gluten, aunque se recomienda un
consumo máximo de 50 mg/día. Es fundamental el asesoramiento de un dietista experto, y en los
niños se debe monitorear su crecimiento y cumplimiento de la dieta mediante consultas y análisis
periódicos de anticuerpos.
La sensibilidad al gluten no celíaca se refiere a síntomas inducidos por el trigo en personas sin
enfermedad celíaca, y se presenta en dos formas: la alergia al trigo mediada por IgE y la sensibilidad
al gluten no celíaca. La alergia al trigo se diagnostica por anticuerpos IgE y causa síntomas como
urticaria, asma y eczema poco después de consumir trigo. La sensibilidad al gluten no celíaca incluye
síntomas digestivos (dolor, distensión abdominal) y sistémicos (cefaleas, fatiga) sin enteropatía ni
autoanticuerpos, y se parece al síndrome de intestino irritable. Este tema aún es incierto en
pediatría, con estudios limitados en adultos
La enteropatía en penacho es una enfermedad congénita que causa diarrea persistente en los
primeros meses de vida y se caracteriza por "penachos" epiteliales en el intestino delgado. Estos
penachos son grupos de enterocitos apilados y redondeados, visibles en la mayoría de la superficie
epitelial. La condición se asocia con un defecto de adhesión celular y a menudo con inflamación. Está
relacionada con mutaciones en el gen EPCAM, que codifica una proteína de adhesión celular, y
puede presentarse con otras anomalías como queratitis y displasia conjuntival. No tiene tratamiento
definitivo, y el trasplante intestinal es una opción.
Adenocrinosis entérica
El déficit de proproteína convertasa 1/3 causa diarrea neonatal crónica junto con hiperinsulinismo,
hipoglucemia, hipogonadismo e insuficiencia suprarrenal. Las biopsias intestinales revelan una
enteropatía inespecífica. Esta condición autosómica recesiva suele llevar a obesidad e hiperfagia en
lactantes, y se caracteriza por niveles elevados de proinsulina sérica. Es causada por mutaciones con
pérdida de función en el gen PCSK1
DIARREA SINDRÓMICA
ENTEROPATÍA AUTOINMUNITARIA
La malabsorción primaria de ácidos biliares es causada por una mutación en el gen SLC10A2, que
codifica el cotransportador Na+/ácidos biliares en el íleon. Esto resulta en diarrea congénita,
esteatorrea y una interrupción de la circulación enterohepática de los ácidos biliares, lo que reduce
los niveles plasmáticos de colesterol. Los ácidos biliares, que normalmente facilitan la absorción de
grasas y vitaminas liposolubles, no se reabsorben adecuadamente en el íleon, lo que causa una
pérdida excesiva en las heces. Esta malabsorción provoca diarrea, que puede tratarse con
colestiramina. También puede ocurrir malabsorción secundaria debido a enfermedades ileales, como
la enfermedad de Crohn. En la xantomatosis cerebrotendinosa autosómica recesiva, un trastorno de
síntesis de ácidos biliares, los niños presentan diarrea crónica, cataratas juveniles, colestasis neonatal
y retraso en el desarrollo. El tratamiento con ácido quenodesoxicólico es efectivo para esta
condición.
LINFANGIECTASIA INTESTINAL
La linfangiectasia intestinal es una condición en la que la obstrucción del drenaje linfático del
intestino, causada por defectos congénitos o factores secundarios como pericarditis o insuficiencia
cardíaca, conduce a la fuga de linfa rica en proteínas y lípidos hacia la luz intestinal. Esto provoca
enteropatía perdedora de proteínas, esteatorrea, malabsorción de grasas y vitaminas liposolubles,
hipoalbuminemia, linfopenia y ascitis quilosa. Se asocia con síndromes como Turner, Noonan y
Klippel-Trenaunay-Weber. El diagnóstico se basa en hallazgos clínicos, elevación de α1-antitripsina en
heces y biopsia que muestra vasos quilíferos dilatados. El tratamiento incluye una dieta baja en
lípidos con triglicéridos de cadena media y, en casos graves, nutrición parenteral o resección
quirúrgica de la porción afectada del intestino.
ABETALIPOPROTEINEMIA
HIPOBETALIPOPROTEINEMIA HOMOCIGOTA
En este raro trastorno recesivo, hay un defecto de la exocitosis de quilomicrones por los enterocitos.
La proteína Sar1-GTP promueve la formación de portadores de transporte del retículo endoplásmico
al Golgi y el gen Sar1b es defectivo en la enfermedad de Anderson. Estos pacientes tienen síntomas
intestinales graves con esteatorrea, diarrea crónica y fallo de medro. La acantocitosis es infrecuente,
y las manifestaciones neurológicas son menos intensas que las observadas en la
abetalipoproteinemia. Las concentraciones plasmáticas de colesterol se hallan moderadamente
reducidas (<75 mg/dl); los triglicéridos en ayunas son normales, pero las vitaminas liposolubles,
sobre todo la A y la E, son muy bajas. El tratamiento ha de ser enérgico y temprano, con vitaminas
liposolubles y modificación de la ingesta de grasa en la alimentación, como en el tratamiento de la
abetalipoproteinemia.
ENFERMEDAD DE WOLMAN
Esta rara y mortal enfermedad por tesaurismosis lipídica causa una acumulación de lípidos en
muchos órganos, incluido el intestino delgado. Además de vómitos, diarrea intensa y
hepatoesplenomegalia, los pacientes tienen esteatorrea como consecuencia de la obstrucción
linfática. La deficiencia de lipasa ácida lisosómica es la causa de la enfermedad. Un tratamiento
satisfactorio de injerto de médula ósea a largo plazo ha normalizado la actividad de lipasa ácida
lisosómica en los leucocitos periféricos, con la posterior resolución de la diarrea y la restauración de
los hitos del desarrollo.
MUTACIÓN DGAT1
Dos hermanos de una familia con diarrea intensa prolongada que se inició a los 3 días de edad tenían
mutaciones de corte homocigóticas de pérdida de función en el gen de la diacilglicerol aciltransferasa
(DGAT1) que cataliza el paso final en la síntesis de los triglicéridos.