Taller 1 (Atención Selectiva)
Taller 1 (Atención Selectiva)
Taller 1 (Atención Selectiva)
PRIMERA ACTIVIDAD:
INSTRUCCIONES:
1. Poner su celular con audífonos o un elemento en el que pueda escuchar una de sus
canciones favoritas.
2. Leer detenidamente el siguiente cuento intentando únicamente concentrar la
atención en el mismo (Sólo se puede leer una vez).
3. Cuándo haya terminado de leerlo, sin apagar la música, intente concentrar su
atención y escriba el cuento nuevamente, intentando reproducir tal cual lo que leyó,
es decir, intentando escribir el cuento tal cual como está, con todos los detalles
posibles.
4. Cuando haya terminado compare ambos cuentos, revisando los posibles errores o
las omisiones que cometió y las razones por las que esto pasó.
Y aunque la cadena era gruesa y poderosa me parecía obvio que ese animal capaz
de arrancar un árbol de cuajo con su propia fuerza podría, con facilidad, arrancar la
estaca y huir. El misterio es evidente: ¿Qué lo mantiene entonces? ¿Por qué no
huye?
Cuanto tenía cinco o seis años, yo todavía confiaba en la sabiduría de los grandes.
Pregunté entonces a algún maestro, a algún padre o a algún tío por el misterio del
elefante. Alguno de ellos me explicó que el elefante no se escapa porque estaba
amaestrado. Hice entonces la pregunta obvia... si está amaestrado, ¿por qué lo
encadenan? No recuerdo haber recibido ninguna respuesta coherente.
Con el tiempo me olvidé del misterio del elefante y la estaca… y sólo lo recordaba
cuando me encontraba con otros que también se habían hecho la misma pregunta.
Hace algunos años descubrí que por suerte para mí alguien había sido lo bastante
sabio para encontrar la respuesta: el elefante del circo no escapa porque ha estado a
unido a una estaca parecida desde que era muy, muy pequeño. Cerré los ojos y me
imaginé al pequeño recién nacido sujeto a la estaca. Estoy seguro de que en aquel
momento el elefantito empujó, tiró, sudó, tratando de soltarse. Y a pesar de todo su
esfuerzo, no pudo.
La estaca era ciertamente muy fuerte para él. Juraría que se durmió agotado, y que
al día siguiente volvió a probar, y también al otro y al que le seguía… Hasta que un
día, un terrible día para su historia, el animal aceptó su impotencia y se resignó a su
destino. Este elefante enorme y poderoso, que vemos en el circo, no se escapa
porque cree -pobre- que no puede. Él tiene registro y recuerdo de su impotencia, de
aquella impotencia que sintió poco después de nacer. Y lo peor es que jamás se ha
vuelto a cuestionar seriamente ese registro. Jamás… jamás… intentó poner a prueba
su fuerza otra vez…”
Ahora que ya sabe de sus fallas, nuevamente practique e intente los pasos con el siguiente
cuento:
EL PAISAJISTA
“Érase una vez un pintor de gran talento que fue enviado por el emperador de China a una
provincia lejana y recién conquistada, con la misión de traer a su vuelta imágenes pintadas.
Tras un largo viaje en el que visitó en profundidad todos los territorios de la provincia, el
pintor regresó, pero sin embargo no portaba ninguna imagen. Ello generó sorpresa en el
emperador, quien terminó enfadándose con el pintor.
En ese momento, el artista solicitó que le dejaran un lienzo de pared. En él, el pintor dibujó
con gran detalle todo lo que había visto y recorrido en su viaje, tras lo cual el emperador
acudió a verlo. Entonces el pintor le explicó cada uno de los rincones del gran paisaje que
había dibujado y explorado en sus viajes. Al acabar, el pintor se aproximó a un sendero que
había dibujado y que parecía perderse en el espacio. Poco a poco, el pintor se adentró en el
sendero, metiéndose en el dibujo y haciéndose cada vez más pequeño hasta desaparecer tras
una curva. Y cuando este desapareció, lo hizo todo el paisaje, dejando el muro
completamente desnudo.”
SEGUNDA ACTIVIDAD:
INSTRUCCIONES:
1. Ahora va a poner en sus audífonos el poema de Eduardo Galeano “Utopía”
encontrado en youtube en el link https://www.youtube.com/watch?v=lNxafgc9Z48
2. Mientras lo escuchas vas a leer el siguiente cuento, intentando no prestar atención a
tu lectura, sino a lo que estás escuchando.
EL FANTASMA PROVECHOSO (DANIEL DEFOE)
“Había una vez un caballero que poseía una casa muy muy vieja, construida
aprovechando los restos de un antiguo monasterio. El caballero decidió que quería
derruirla, pero sin embargo consideraba dicha tarea implicaría demasiado esfuerzo y
dinero, y empezó a pensar en alguna manera de lograr hacerlo sin que le supusiera a
él ningún costo.
El propietario de la casa respondió que no sería justo que le tirasen la casa abajo y
se llevaran el tesoro, pero magnánimamente les ofreció que si excavaban y retiraban
los escombros que su acción generase y en el proceso encontraban el tesoro, él
aceptaría que se llevaran la mitad. Los vecinos aceptaron y se pusieron a trabajar.