Crisis de Onganía

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Dependencia o liberación en Argentina (1966-1976)

La crisis de la dictadura
La caída de Onganía
El régimen de Onganía entró en crisis después del Cordobazo; sin embargo, el Presidente
de facto no estaba dispuesto a conceder elecciones. Algunos sectores proponían como
figura de reemplazo al general Aramburu, pero éste fue asesinado por los Montoneros.
Finalmente, el general Alejandro Agustín Lanusse –Jefe del Ejército– reemplazó a On-
ganía en junio de 1970, mediante un golpe interno, comandado por el general Roberto
Levingston.

El gobierno de Levingston
Levingston, de la sección de Inteligencia, estaba más orientado al nacionalismo que
su antecesor. En continuidad con las ideas de la “Revolución Argentina”, no autorizó
a los partidos políticos ni anunció futuras elecciones. Preocupado por fortalecer a la
industria nacional –desprotegida por la política de Onganía– nombró como ministro
de Economía a Aldo Ferrer, un técnico desarrollista. Éste, sin hacer grandes reformas,
introdujo la política del “compre argentino” mediante la cual los organismos estatales
cuando adquirían bienes de uso, debían comprarlos a fábricas argentinas, siempre que
se produjesen en el país. De este modo se protegían las empresas nacionales (públicas
o privadas), marcando un contraste con el excesivo liberalismo anterior. Además se
tomaron otras medidas nacionalistas, como la restricción del crédito local para las
empresas extranjeras.
Pese a esta política económica, Levingston no contaba con el apoyo político de los que
querían elecciones libres, ni tampoco con el del sector que siempre le había sido fiel a
Onganía: los medios financieros y las grandes empresas.

El Viborazo
El descontento popular continuaba, acompañado de
acciones guerrilleras cada vez más osadas. El nuevo go-
bernador de Córdoba, José C. Uriburu, preocupado por
la posibilidad de otro Cordobazo, auguró en marzo de
1971 que descabezaría a la víbora de la rebelión. Con sus
palabras:
Confundida entre la múltiple masa de valores morales
que es Córdoba por definición, anida una venenosa
serpiente, cuya cabeza quizá Dios me depare el honor
histórico de cortar de un solo tajo.

La reacción popular cordobesa no se hizo esperar y fue


denominado Viborazo en alusión a los dichos del Gober-
nador-Interventor. La CGT resolvió un paro activo y una
Tapa de revista Así, marzo de 1971
marcha en repudio. Ese día (12/3/71), la represión mató a
un obrero adolescente. Si bien el joven no era militante del

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CAPÍTULO 5

Fábrica tomada en el Vivorazo

ERP, su familia aceptó que el féretro fuera envuelto en una bandera de esa agrupación,
como símbolo de odio a la dictadura. Las cámaras periodísticas registraron ese fenó-
meno inusual de la presencia de organizaciones armadas en un sepelio multitudinario.
El Viborazo no sólo provocó la renuncia del gobernador de Córdoba, sino también la
destitución del general Levingston por la Junta de Comandantes, en marzo de 1971.

La Hora del Pueblo


La Hora del Pueblo fue un acuerdo entre los distintos representantes de los partidos
políticos proscriptos, durante el gobierno de Levingston (noviembre de 1970). Consti-
tuyó la primera expresión oficial de reconciliación entre el peronismo y el radicalismo,
después de 25 años de duros enfrentamientos y con el fin de presionar por la salida
electoral. Por supuesto, fue repudiada por los sectores más conservadores y por los
militares, ya que significó el compromiso entre los partidos de eliminar toda manio-
bra proscriptiva, aceptar la victoria de las mayorías y respetar a las minorías. También
se pusieron de acuerdo en que, ganara quien ganara, se llevaría adelante una política
económica con orientación nacional.
Concurrieron para firmar la alianza el delegado personal de Perón (en ese momento,
Jorge D. Paladino), Ricardo Balbín (UCR), Vicente Solano Lima (Partido Conservador Po-
pular) y representantes del Partido Demócrata Progresista, Partido Socialista Popular,
Bloquismo Sanjuanino e independientes.

Los pueblos, sus dirigentes y el neocolonialismo


Juan D. Perón, La Hora de los Pueblos
El problema argentino es eminentemente político, porque sin el concurso del pueblo, ningún go-
bierno puede desenvolverse en la Argentina. El desastre económico y la anarquía social son sólo
consecuencias [...] Los pretextos para la entrega han sido muchos y muy variados: algunas veces
se la cubre con el desarrollo, otras con la ayuda para el progreso, también con la privatización de
las empresas estatales, a veces con el aporte de capitales o las inversiones extranjeras, etc. Pero,
aunque los pretextos puedan ser muchos, nadie se engaña sobre la verdadera causa y si la abyec-
ción no está en el imperialismo que, al fin y al cabo cumple sus objetivos, recae infamemente en
los que, teniendo la responsabilidad de los destinos nacionales, son capaces de traicionarlos.

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Dependencia o liberación en Argentina (1966-1976)

Actividades

a) ¿A qué situación se refiere Perón cuando dice que ningún gobierno se puede desenvolver
en la Argentina sin el concurso del pueblo?
b) ¿Qué sucede, según Perón, cuando se gobierna sin tener en cuenta al pueblo?
c) ¿Por qué se puede afirmar que las élites dirigentes que entregan los principales recursos
del país a capitales extranjeros favorecen al neocolonialismo?
d) Averigua qué significa “abyecto” y explica el párrafo. Deduce a quiénes se refiere Perón
con ese término.
e) El libro La hora de los pueblos fue escrito por Perón antes de firmar con otros partidos
políticos, el acuerdo llamado “La hora del pueblo”. ¿Cuáles eran los principios que esta-
blecía el acuerdo para la política nacional e internacional?

Lanusse Presidente de facto: el Gran Acuerdo


Nacional
El general Alejandro Agustín Lanusse tomó las riendas
de la tercera etapa de la “Revolución Argentina” (1971-
1973) dispuesto a buscar una solución a la crisis política.
Su propuesta era el Gran Acuerdo Nacional o GAN, por
medio del cual preparaba la transición hacia la vida polí-
tica del país, intentando que la retirada del Ejército fuese
de la manera más honrosa posible. Trataba de someter
a todos los sectores políticos a las reglas de juego que él
mismo impusiera. Por lo pronto, permitiría por primera
vez en quince años, la incorporación del peronismo a las
General Lanusse
elecciones generales. Lanusse quería llegar a un acuerdo
con Perón para ser, él en persona, el candidato por el
Ejército y por el peronismo. Perón se rehusó a negociar,
ya que el régimen en crisis sentía la presión del acuerdo
entre radicales y peronistas en la Hora del Pueblo.
Pese a que la represión seguía y caían presos los dirigentes
del sindicalismo combativo (entre ellos Raimundo Onga-
ro y Agustín Tosco) la guerrilla continuaba con acciones
espectaculares, como tomas de pueblos (La Calera, Garín,
San Jerónimo Norte) y comisarías. El fusilamiento de los
presos políticos que se habían fugado de la cárcel de
Trelew el 22 de agosto de 1972 provocó la indignación del
pueblo, que los consideró sus mártires; una multitud de-
safió a la dictadura con su concurrencia a los entierros.

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CAPÍTULO 5

Fusilamientos de Trelew
Tosco llegó en 1972 al penal de Rawson, una cárcel de alta seguridad donde la dicta-
dura de Lanusse reunió a presos políticos vinculados a las organizaciones guerrilleras
peronistas y marxistas, y a sindicalistas combativos.
En agosto de ese año, presos de Montoneros, FAR y ERP organizaron una gran fuga.
Con apoyo externo, planificaron la toma del penal y el secuestro de un avión. Si
bien participaron 110 presos políticos, pudieron fugarse efectivamente 25 y sólo
seis dirigentes guerrilleros lograron subir al avión y desviarlo hacia Chile. Los otros
19 fugitivos no llegaron a tiempo para el vuelo y coparon el aeropuerto de Trelew.
Inmediatamente fueron rodeados por las fuerzas de seguridad. Antes de entregarse,
solicitaron la presencia de abogados, de un médico y de los medios, para evitar las
represalias. Pese a lo convenido, los miembros de ese grupo no fueron trasladados a
la cárcel de Rawson, sino a una base militar, y días después fueron fusilados. Hubo
sólo tres sobrevivientes.
El general Lanusse solicitó al gobierno de Chile la devolución de los seis guerrilleros
fugados, pero el presidente Salvador Allende, al tener noticias de los fusilamientos
de Trelew, decidió dejarlos salir hacia Cuba. Esta medida representó un revés diplo-
mático para la dictadura de Lanusse.
“La masacre de Trelew” del 22 de agosto de 1972 puede considerarse como un hecho
de terrorismo de Estado. La versión oficial de los hechos hablaba de un nuevo inten-
to de fuga de la base militar; pero la verdad se supo con los testimonios de los tres
sobrevivientes. Hubo represalias con allanamientos, intimidaciones a los familiares
y represión en el velatorio de las víctimas, donde las tropas de asalto dirigidas por
el comisario Alberto Villar irrumpieron con un tanque.
Los guerrilleros que habían logrado escapar (entre
ellos Roberto Quieto, Fernando Vaca Narvaja, Ro-
Ver, oír y pensar
berto Santucho y Marcos Osatinsky, dirigentes de Documental Trelew (2004)
la guerrilla peronista y del ERP) se convirtieron en Dirección: Mariana Arruti
héroes ante la opinión pública. Duración: 98 min.

Actividades

a) ¿Cómo se organizó la toma del


Penal de Rawson?
b) ¿Por qué Agustín Tosco decidió
no escapar?
c) ¿Qué declararon los guerri-
lleros en la Conferencia de
prensa en el aeropuerto de
Trelew?
d) ¿Qué muestras de solidaridad
Presos políticos capturados en Trelew hubo en el pueblo de Trelew
con los presos políticos?

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