Me Encanta La Pija

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Revolución Argentina

Agustin Cichero

1)

A) FALSO. El orden correcto sería; Revolución Libertadora (1955) – Gobierno de Frondizi


(1958 – 1962) – Gobierno de Illia (1963 – 1966) – Cordobazo (1969) – Retorno de
Perón a la Argentina (1973)

B) FALSO. Todos estos gobernantes llegaron al poder de forma ilegal, Lonardi llegó al
poder durante el golpe de estado y dictadura apodados “Revolución Libertadora”, aún
así, la política de Lonardi no se consideraba lo suficientemente “dura”, por lo que las
fuerzas armadas lo reemplazaron por Pedro Eugenio Aramburu. A raíz de la
insatisfacción de sectores exteriores, la prensa, y grandes empresas con la política
nacionalista y socialdemócrata de este, y a la decisión de Illia de revocar la
proscripción del peronismo, fue derrocado por un golpe de Estado que se
autodenominó Revolución Argentina, encabezado por los titulares de las tres Fuerzas
Armadas y que designó a Onganía como presidente. Diez días después de la
destitución de Onganía por decisión de los tres miembros de la Junta fue designado un
general con destino en Washington llamado Roberto Marcelo Levingston, para quien el
nombramiento fue tan sorpresivo como para la opinión pública que lo desconocía.
Luego de un breve período como presidente, fue a su vez destituido y reemplazado
por el propio Lanusse que accedió a la presidencia en marzo de 1971.

C) FALSO. Aramburu y Leonardi fueron participes de la autodenominada “Revolución


Libertadora”, mientas que Lanusse participó en la llamada “Revolución Argentina”.

2)

A) En enero de 1969 se realizan dos congresos del peronismo revolucionario. Allí surgió la
denominación tendencia Revolucionaria del Peronismo. Todos sostuvieron la necesidad de la
lucha armada, aunque no todos su oportunidad; algunos (como Sabino Navarro) la iniciaron. A
la tendencia rápidamente se sumaron personas de todo tipo, pero casi todos, de clase media.
Trabajaron tanto en actividades de promoción social, educativa y cultural o de difusión política,
como en organizaciones político-militares (armadas). Así fue como nació el FAP (Fuerzas
Armadas Peronistas) o posteriormente en Montoneros. La organización político-militar
Montoneros hizo su aparición pública en 1970 con el secuestro y asesinato del ex presidente
de facto, general Pedro E. Aramburu, símbolo del antiperonismo en el país. El secuestro fue
realizado en el primer aniversario del Cordobazo y fue visto por el peronismo como un acto de
justicia popular: Aramburu era responsable directo de los bombardeos a Plaza de Mayo, de la
desaparición del cuerpo de Evita, de la proscripción del peronismo y de los fusilamientos de
1956. Montoneros anunció en un comunicado que pelearía “con las armas en la mano por la
toma del poder para Perón y para su Pueblo, y por la construcción de una Argentina libre, justa
y soberana” Onganía fue derrocado ya que su gobierno quedó totalmente débil. Con
puebladas parecidas al Cordobazo, paros, conflictos gremiales y las guerrillas activas como los
Montoneros o la ERP, el descontento se manifestaba por todo el país. El gobierno quedó
totalmente debilitado con el secuestro y asesinato de Aramburu por parte de los Montoneros
en 1970 y Onganía fue derrocado por el general Roberto Levingston

B) El reemplazo de Onganía fue Roberto Levingston.

Levingston, de la sección de Inteligencia, estaba más orientado al nacionalismo que su


antecesor. Continuando con las ideas de la “Revolución Argentina”, no autorizó a los partidos
políticos ni anunció futuras elecciones. Preocupado por fortalecer a la industria nacional
nombró como ministro de Economía a Aldo Ferrer, un técnico desarrollista. Éste, sin hacer
grandes reformas, introdujo la política del “compre argentino” mediante la cual los organismos
estatales cuando adquirían bienes de uso, debían comprarlos a fábricas argentinas, siempre
que se produjesen en el país. De este modo se protegían las empresas nacionales (públicas o
privadas), marcando un contraste con el excesivo liberalismo anterior. Además se tomaron
otras medidas nacionalistas, como la restricción del crédito local para las empresas
extranjeras. Pese a esta política económica, Levingston no contaba con el apoyo político de los
que querían elecciones libres, ni tampoco con el del sector que siempre le había sido fiel a
Onganía: los medios financieros y las grandes empresas.

El descontento popular continuaba, acompañado de acciones guerrilleras cada vez más osadas.
El nuevo gobernador de Córdoba, José C. Uriburu, preocupado por la posibilidad de otro
Cordobazo, auguró en marzo de 1971 que descabezaría a la víbora de la rebelión. La reacción
popular cordobesa no se hizo esperar y fue denominado Viborazo en alusión a los dichos del
Gobernador-Interventor. La CGT resolvió un paro activo y una marcha en repudio. Ese día
(12/3/71), la represión mató a un obrero adolescente. Si bien el joven no era militante del ERP,
su familia aceptó que el féretro fuera envuelto en una bandera de esa agrupación, como
símbolo de odio a la dictadura. Las cámaras periodísticas registraron ese fenómeno inusual de
la presencia de organizaciones armadas en un sepelio multitudinario. El Viborazo no sólo
provocó la renuncia del gobernador de Córdoba, sino también la destitución del general
Levingston por la Junta de Comandantes, en marzo de 1971.

C) El general Alejandro Agustín Lanusse tomó las riendas de la tercera etapa de la “Revolución
Argentina” (1971- 1973) dispuesto a buscar una solución a la crisis política. Su propuesta era el
Gran Acuerdo Nacional o GAN, por medio del cual preparaba la transición hacia la vida política
del país, intentando que la retirada del Ejército fuese de la manera más honrosa posible.
Trataba de someter a todos los sectores políticos a las reglas de juego que él mismo impusiera.
Por lo pronto, permitiría por primera vez en quince años, la incorporación del peronismo a las
elecciones generales. Lanusse quería llegar a un acuerdo con Perón para ser, él en persona, el
candidato por el Ejército y por el peronismo. Perón se rehusó a negociar, ya que el régimen en
crisis sentía la presión del acuerdo entre radicales y peronistas en la Hora del Pueblo. Pese a
que la represión seguía y caían presos los dirigentes del sindicalismo combativo la guerrilla
continuaba con acciones espectaculares, como tomas de pueblos (La Calera, Garín, San
Jerónimo Norte) y comisarías. El fusilamiento de los presos políticos que se habían fugado de la
cárcel de Trelew el 22 de agosto de 1972 provocó la indignación del pueblo, que los consideró
sus mártires; una multitud desafió a la dictadura con su concurrencia a los entierros.

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