Que Es Un Proyecto.

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Que es un proyecto

Generalmente el término proyecto se relaciona con la idea o el deseo de hacer algo. El proyecto puede constituirse en una
actitud, y en este caso se relaciona con una idea o una intención. También puede ser una actividad, en tal caso se relaciona
con un diseño, un esquema o un bosquejo. Existen muchas interpretaciones del término proyecto, las cuales dependen del
punto de vista que se adopte en determinado momento.

En diversas definiciones de proyecto se expresa la idea de ordenamiento de antecedentes y datos, con el objeto de estimar
la viabilidad de realizar determinada acción. El proyecto tiene como fin satisfacer una necesidad, corriendo el menor riesgo
posible de fracaso, permitiendo el mejor uso de los recursos disponibles. Existen diversas definiciones de proyectos
expresadas por diferentes autores:

 Un proyecto es un modelo de emprendimiento a ser realizado con las precisiones de recursos, de tiempo de
ejecución y de resultados esperados.
 Un proyecto es la búsqueda de una solución inteligente al planteamiento de un problema, tendiente a resolver una
necesidad humana.
 Un proyecto es un conjunto de medios ejecutados de forma coordinada, con el propósito de alcanzar un objetivo
fijado de antemano.
 Un proyecto es la compilación de antecedentes y elementos de diagnóstico que permiten planear, concluir y
recomendar las acciones que se deben llevar a cabo para materializar una idea.
 Un proyecto es una propuesta ordenada de acciones que pretenden la solución o reducción de la magnitud de un
problema que afecta a un individuo o grupo de individuos y en la cual se plantea la magnitud, características, tipos y
periodos de los recursos requeridos para completar la solución propuesta dentro de las limitaciones técnicas,
sociales, económicas y políticas en las cuales el proyecto se desenvolverá.

La elaboración de un proyecto consiste esencialmente en organizar un conjunto de acciones y actividades a realizar, que
implican el uso y aplicación de recursos humanos, financieros y técnicos en una determinada área o sector, con el fin de
lograr ciertas metas u objetivos. En el proceso de formulación quien lo hace organiza las ideas de una manera lógica,
precisa los objetivos que puede alcanzar con su acción y concreta las actividades específicas que necesita realizar.
Formular un proyecto no se limita a llenar un formulario, es ante todo un proceso creativo. Tratando de simplificar, sin perder
de vista todas las causales de complejidad, podríamos decir que un proyecto consiste en la sistematización lógica de una
idea de cambio o de intervención.

Importancia del trabajo por proyectos

La expresión de cualquier idea de intervención sobre la realidad, tanto a nivel privado como público, a través de proyectos,
es hoy día casi un código universal de comunicación. Ante esta situación, el conocimiento y la habilidad para identificar,
formular y gestionar proyectos, cobra cada vez más importancia. La presentación de proyectos permite dar una idea
completa y a su vez sintética de lo que queremos lograr y de cómo consideramos que se puede llevar a cabo. Un proyecto
bien elaborado puede ser la clave para lograr la cooperación y la participación tanto de las comunidades como la de las
distintas instituciones promotoras de desarrollo. Además, es un factor importante para la consecución de recursos
financieros, en caso de que estos se requieran.

El trabajo por proyectos es la mejor forma de desatar en las comunidades procesos de acción-aprendizaje conducentes al
desarrollo de capacidades autogestionarias. Este tipo de trabajo permite enseñar y aprender, sobre la puesta en marcha de
acciones concretas, a comprender e interpretar problemas, necesidades y oportunidades, así como la forma de actuar ante
los mismos. Lograda de esta forma, una clara comprensión de los hechos se constituye en la base para plantear soluciones,
acordes a las particularidades de las mismas comunidades proponentes, a su vez actoras de su propia realidad. Al ser los
mismos que sienten y perciben en su cotidianidad, la existencia de situaciones en espera de cambio, quienes además
piensan y concretan alternativas de acción, el grado de apropiación obtenido tanto del problema como de sus soluciones,
permite que sean las propias comunidades participantes quienes se responsabilizan y comprometan con los resultados
esperados. Son los mismos actores del problema quienes personalmente asumen las acciones para el cambio.

En las condiciones actuales podemos afirmar que el proyecto es la unidad operativa del desarrollo. Los planes de desarrollo
y los programas sectoriales y empresariales bien concebidos, descasan sobre un catálogo amplio de posibles proyectos.
Difícilmente se pueden materializar planes de desarrollo si no se han identificado, formulado y evaluado sus
correspondientes proyectos

Principales Criterios Para La Elaboración De Proyectos

Cuando se elabora un proyecto es necesario trabajar con arreglo a determinadas pautas que la práctica de la planificación
ha ido estableciendo. Las principales pautas o criterios para la elaboración de proyectos suelen ser consideradas de la
siguiente manera:
a. Objetividad: Hace referencia a la necesidad de estudiar los hechos sin aferrarse a opiniones o juicios preconcebidos,
con disposición a abandonar cualquier posición que la realidad muestre como falsa, inadecuada o insatisfecha. Hay que
aclarar que ser objetivo hace referencia a la capacidad de estudiar la realidad sin aferrarse a prejuicios o ideas a priori, y no
a la capacidad de prescindir del sujeto cognoscente en lo que él es. Todo observador incide en alguna medida sobre el
modo de analizar e interpretar la realidad. Esta situación le imprime un sello personal a las decisiones y soluciones
propuestas. Cabe aquí mencionar un principio de realidad resumido en el siguiente aforismo: lo que se dice alguien lo dice,
lo que se hace alguien lo hace.

b. Claridad: Todo proyecto debe definir claramente lo que se quiere lograr, reflejando, de igual forma, las motivaciones y las
aspiraciones de los grupos involucrados. Sin embargo, los objetivos pueden quedarse en simples enunciados, en
propósitos plausibles, pero no operativos. Los objetivos son expresiones cualitativas de ciertos propósitos, las metas son su
traducción cuantitativa. Es preciso determinar dónde, cuándo y cómo se pretende hacer lo que se propone.

c. Principio de realidad: No tiene sentido establecer objetivos óptimos, pero cuyo cumplimiento sea completamente
improbable. Vale la pena reflexionar sobre ésta apreciación que preferimos presentar en forma de retruécano: para ser
realistas en la acción, no hay que confundir lo posible, lo probable y lo deseable. Siempre hay que adecuar lo deseable a lo
posible, y lo posible de cada circunstancia debe usarse para hacer realidad lo probable y lo deseable.

d. Flexibilidad: En la aplicación de un plan, programa o proyecto, las situaciones coyunturales (permanentemente


cambiantes) exigen un constante reajuste o corrección de lo propuesto, de ahí que sea mejor no formular con una
secuencialidad totalmente rígida. La flexibilidad consiste en planear un margen operativo para situaciones cambiantes o
emergentes, en las que es necesario efectuar acciones rápidas o producir algunos cambios de dirección. Las situaciones
cambiantes no deben identificarse siempre con hechos que entorpezcan el logro de lo previsto, también puede tratarse de
oportunidades únicas ofrecidas en un momento inesperado. En la formulación y gestión de proyectos aplica también un
principio derivado de la física cuántica: el cambio es una constante

Tipos de proyectos

Dadas las características de los productos que elaboran o los servicios que se prestan, o de los beneficios que aportan, los
proyectos se pueden clasificar de la siguiente manera:

a. Proyectos sociales: Un proyecto tiene carácter social cuando su implementación y operación no depende
necesariamente de la capacidad de pago de los consumidores o usuarios potenciales, ni de los rendimientos financieros
sobre los dineros invertidos. Ejemplo, proyectos de salud, educación, saneamiento básico, recreación, etc.
Tradicionalmente, el objetivo central de estos proyectos es el de mejorar el bienestar de una comunidad a través de la
prestación de servicios o del suministro de bienes. Pero dejando de lado lo tradicional, y siendo un tanto alternativos,
proponemos que un proyecto social debe tener como objetivo principal, mejorar la capacidad de acción y reacción de los
individuos y comunidades participantes, en función de su relación continua en todos los ámbitos del medio en que
cotidianamente se desenvuelven. Esta propuesta gana relevancia en la medida en que reconozcamos que el cambio
continuo y la heterogeneidad, son características inherente al contexto al que estamos habituados.

b. Proyectos productivos: Estos proyectos tienen como fin instalar y operar una capacidad transformadora de insumos
con el fin de producir bienes con destino a atender necesidades de consumo. Sus posibilidades de implementación y
operación dependen de la existencia de la demanda real en el mercado con la suficiente capacidad de comprar para
permitir una rentabilidad mínima al capital comprometido por los inversionistas del mismo. Ejemplo, proyectos de
transformación industrial, de producción agrícola o agroindustrial empresarial capitalista, de explotación minera, etc.

Es pertinente recalcar que la implementación de un proyecto productivo es un instrumento de desarrollo y no un fin en sí.
Con los proyectos productivos lo que se pretende es crear las condiciones para que las comunidades de una localidad o
región, puedan por sí mismas generar posibilidades de mejoramiento económico y social. De esta forma, un proyecto de
este tipo puede ser, antes que una acción delimitada y concreta, todo un proyecto de región en donde las comunidades
junto a los agentes pomotores de desarrollo, comprometan sus esfuerzos en el aprovechamiento o en la generación de
ventajas comparativas que faciliten su incursión en el mercado.

c. Proyectos de infraestructura: Tiene como propósito fundamental crear condiciones facilitadoras, inductoras o
impulsoras para el desarrollo económico. El producto del proyecto sirve de instrumento para que las comunidades y los
agentes económicos desencadenen actividades productivas que mejoren sus ingresos y condiciones de vida, y propicien
efectos económicos hacia otros grupos sociales. Ejemplo, carreteras, centrales eléctricas, distritos de riego, sistemas de
comunicación, servicios públicos, etc. Con esto último queremos decir, que todo proyecto de infraestructura, pese a que
generalmente se concretiza por medio de obras de metal y cemento, tiene como fin responder a las necesidades y
aspiraciones de la gente. Los productos de este tipo de proyectos deben ser entendidos como un complemento que suma
beneficios para el logro de un propósito más amplio, el cual debe estar centrado sobre el desarrollo humano.
d. Proyectos educativos: Cualquier tipo de proyecto puede y debe tener un carácter educativo. La experiencia vivencial,
producto de la inmersión en la búsqueda de un propósito común, capacita e instruye a quienes participan en el análisis e
interpretación de las diferentes variables que intervienen en la solución de los diferentes problemas abordados. Los
proyectos sea cual sea su objetivo, deben considerar siempre el aporte de un saldo pedagógico en quienes participan en su
ejecución.

Desde una visión clásica del desarrollo, los proyectos se clasifican respondiendo al tipo de bien o servicio ofrecido, es
decir, su definición es de corte utilitarista. Sin embargo, queremos llamar la atención sobre cual debe ser el propósito
general de cualquier intervención sobre las condiciones de vida de los otros. Siendo sintéticos y hasta un poco
caricaturescos, podemos decir que el desarrollo puede ser entendido de dos formas. Primero, como la satisfacción de
ciertas necesidades básicas, lo cual se logra permitiendo el acceso a ciertas cantidades mínimas de bienes y servicios. Y
segundo, mediante el desarrollo de capacidades en la gente.

Nuestra propuesta se orienta más por la segunda. Siguiendo los planteamientos de Amartya Sem, es conveniente reparar
sobre la siguiente premisa: no es suficiente proporcionar a la gente cantidades mínimas de bienes y servicios, además de
esto es fundamental propiciar en ellos la generación de capacidades para que puedan usarlos en función de sus metas y
aspiraciones. En otras palabras, se trata de que a través de la formulación y ejecución de proyectos no se continúe
replicando el modelo asistencialista, sino que, en lo posible, se trate orientar las acciones hacia el desarrollo de
competencias autogestionarias y de empoderamiento de los individuos, grupos o comunidades participantes. Por eso la
tenencia o el acceso a los recursos es preciso comprenderlos como medios y no como fines en sí mismos.

Mientras la satisfacción de necesidades responde al qué se puede hacer por la gente, las capacidades apuntan hacia el
descubrimiento de qué puede hacer la gente tanto con lo que tiene como con lo que puede adquirir. Esta última premisa
sugiere que la participación de los actores en la intervención sobre su propia realidad, es la forma más coherente para el
descubrimiento de sus potencialidades y para asegurar el éxito y la sostenibilidad de las acciones emprendidas. Es muy
probable que dichas potencialidades se hayan mantenido en un estado de perpleja latencia, y que lo que haga falta sea dar
un impulso hacia el descubrimiento de lo que se puede hacer, dando, sobre todo, mediante la puesta en marcha de
procesos concretos, un alto nivel de autoconfianza a cada uno de los actores en juego.

La generación de proyectos como un proceso creativo

La generación de un proyecto guarda amplia relación con virtudes creativas. Como en toda gestación, los autores sostienen
que hay una fertilización inicial producida por la unión de oportunidades técnicas y detección de necesidades. Quienes
manejan el tema generalmente están de acuerdo en que hay cinco etapas en el proceso creativo de gestación de un
proyecto: identificación del problema, preparación, incubación, iluminación y verificación.

En la etapa de identificación, el actor siente que existe un problema o una oportunidad sobre la cual vale la pena
concentrarse. La preparación se hace a partir de la observación y de la recolección de información. El actor aprende acerca
del problema que tiene a mano, construye un cuerpo de hechos e ideas. La información lo capacita para combinar ideas y
generar nuevas ideas. En este momento el actor es sujeto de un impulso sostenido hacia la búsqueda de la solución.
Durante la etapa de incubación las ideas empiezan a formularse todavía en un estado no muy consciente. Se aceptan
nuevas combinaciones de ideas. La iluminación es el momento del "lo conseguí". El producto de esta etapa es una solución
tentativa que puede ser el primer paso hacia una mejor solución. Durante la verificación, que es la última etapa, el
formulador creativo intenta demostrar que la solución propuesta es meritoria. Es vital en este punto la habilidad de
comunicar, pues se corre el riesgo de que por falta de transmisión de la idea esta no vea la luz.

Mostrar el proceso de gestación de un proyecto como resultado de un proceso creativo, tiene como propósito llamar la
atención sobre las siguientes consideraciones: la generación de un proyecto es más que el simple resultado de llenar una
preforma; es ante todo la derivación del desarrollo de una idea inicial que surge del conocimiento de un contexto particular y
del interés de intervenir sobre la realidad percibida. La generación de un proyecto no es sólo la respuesta de un pescador de
recursos, es sobre todo la oportunidad de desatar procesos de cambio en donde se trasciende de una situación inicial, a
una en donde todo un colectivo humano encuentre la posibilidad de hacer realidad su imaginario de vida.

Antes de continuar con la ampliación de cada etapa del ciclo creativo, vale la pena que demos respuesta a la siguientes
preguntas: ¿A quien le corresponde pensar y darle forma al proyecto? La construcción del proyecto desde su fase inicial
debe ser el resultado del trabajo conjunto de un equipo gestor, integrado tanto por miembros de las comunidades como por
agentes promotores de desarrollo. El ritmo de trabajo debe ajustarse al ritmo del grupo para lograr mejores resultados. Si se
quiere transformar la manera como se interviene sobre la realidad, dándole un inmenso impulso a la participación
comunitaria, es fundamental gastar el tiempo que sea necesario. Si partimos de que la planeación participativa no es un
modo de acción común, debemos tener presente que una participación efectiva de las comunidades interactuantes, que no
se limite al simple uso de las comunidades para recolectar información, es el resultado de todo un proceso gradual de
aprendizaje.
Identificación del problema

Cuando hablamos de identificación del problema no siempre nos referimos a la identificación de una situación desfavorable
o negativa. La identificación del problema hace referencia antes que todo a la identificación de un objeto de estudio o
interés.

En términos generales, un problema puede surgir de diferentes

##Puede surgir de una solicitud, es decir, de un deseo de cambio de la gente.

##Puede surgir de la identificación de una carencia o incoherencia en la información disponible, es decir, de la identificación
de vacios en la intrpretación de la realidad aceptada.

##Puede surgir de la identificación de una situación potencial, es decir, de una oportunidad.

##Puede surgir de la experiencia sensible del observador o actor inmerso en una realidad determinada, siendo esta la
principal fuente de identificación de problemas

La identificación de la idea del proyecto es la etapa más crucial y compleja, requiriendo altas dosis de conocimiento del
medio, iniciativa e imaginación. En términos más concretos las fuentes de identificación de nuevos proyectos pueden ser
las siguientes:

##Estudio y revisión del plan y programas sectoriales y regionales de desarrollo.

##Análisis de las políticas sectoriales de entidades que promueven, financian o son ejecutoras de proyectos.

##Estudios socieconómicos, diagnósticos y/o evaluaciones que se hayan realizado, tanto en el sector público como en el
privado.

##Revisión de proyectos aplazados o abandonados por diversas razones.

##Observación y análisis de experiencias de otras regiones o países.

##Objetivos sociales, económicos, políticos y culturales que se prevean como estratégicos.

##Propuestas directas emanadas de organizaciones sectoriales, gremiales y de comunidades.

##Existencia de necesidades e intereses insatisfechos o parcialmente satisfechos.

##Identificación de recursos disponibles con el fin de buscar su mejor aprovechamiento.

##Análisis de procesos productivos que generan altos desperdicios y por tanto pérdidas que repercuten en la estructura de
los costos y precios de los productos.

##Existencia de políticas gubernamentales que favorezcan el desarrollo de determinadas actividades económicas.

##Conocimiento de avances tecnológicos y desarrollo de nuevas tecnologías para aprovechar sobrantes y emplear mejor
los insumos y recursos disponible

Hasta el momento, las fuentes de identificación mencionadas provienen ante todo de una lectura institucionalizada de la
realidad. No obstante, queremos recalcar que la mejor forma de identificar problemas es mediante la observación crítica y
analítica de la vida cotidiana de las comunidades comprometidas. Hay que tener siempre presente que los problemas no
son hipótesis abstractas, por el contrario, son experiencias sensitivas interiorizadas en la vida diaria de los grupos sociales y
en la de las instituciones que las acompañan. Por lo tanto, en forma previa al análisis de problemas, todos los grupos
comprometidos y sus intereses deben ser tomados en cuenta. Bajo esta perspectiva, la participación de los grupos sociales
que viviencian la realidad, es la clave para una adecuada identificación del problema.
La identificación del proyecto debe permitir a todos los actores sociales, no solo a nivel individual sino también colectivo,
entender y analizar sus condiciones de existencia y la sociedad en la cual se ubican. Para esto, es necesario desarrollar la
capacidad de analizar críticamente las raíces de los problemas y los conocimientos históricos que explican su situación.
Sobre esta lectura, la capacitación tiene la misión de generar capacidades en la gente.

Bajo este contexto, la capacitación la entendemos como un proceso que fomenta la capacidad de la población para analizar
su realidad y para tomar decisiones de acuerdo a sus necesidades, intereses y aspiraciones. Estas capacidades también
deden ser útiles para planear e implementar, conjuntamente con los organismos de apoyo, acciones que resuelvan sus
problemas y satisfagan sus necesidades. Así, la capacitación surge como una estrategia de participación, orientada hacia el
empoderamiento de las comunidades relacionadas, que se fundamente en el reconocimiento de sus características
socioeconómicas y culturales, para lograr acciones de desarrollo de porte holístico, y no la simple introducción de
innovaciones tecnológicas o de otro tipo de soluciones apartadas del contexto de las comunidades en diálogo.

Siguiendo esta propuesta, a la vez que se trabaja en la capacitación, se avanza en la realización del dignóstico de la
situación tecnológica, ecológica, socioeconómica de las comunidades, analizando los recursos humanos y naturales y su
uso, así como su problemática social y organizativa. La base para la identicación del problema es el análisis que hacen las
comunidades acerca de su situación concreta, luego, incluyendo también las apreciaciones y sugerencias de los
promotores de desarrollo, se llega a un acuerdo sobre las posibilidades para la acción y el cambio. Con esta forma de
análisis de la realidad se obtiene un autodiagnóstico, que es al mismo tiempo un proceso formativo.

Preparación (Diagnóstico)

Una pista, una hipótesis de acción o una simple intuición es lo que inicialmente motiva el inicio de un proceso que se
orienta hacia una acción concreta. Pero es necesario adquirir un buen conocimiento del medio antes de pasar a una fase
más operacional. Antes de pasar a una acción directa es necesario haber confrontado metódicamente la hipótesis inicial
con las realidades concretas del medio. El estudio del medio no es un trabajo enciclopédico. La información recopilada
debe ser útil para determinar aspectos favorables, desfavorables y potenciales de una zona, antes de sugerir acciones: el
diagnóstico debe ser realizado siguiendo un objetivo preciso. Siguiendo lo anterior, debe evitar la recopilación de una
infinidad de datos que no podrán ser tratados correctamente, y que pueden, además, resultar de poca utilidad.

El conocimiento de la situación imperante y el reconocimiento de factores que puedan dinamizar o retardar el desarrollo
de las acciones propuestas, permite establecer un diagnóstico a partir del cual emprender la verificación de la
conveniencia de poner en marcha la idea o las ideas iniciales.

En estos términos, la preparación implica que las primeras acciones se encaminen a la recopilación de toda aquella
información que permita conocer el contexto y de ésta manera entender mejor los planteamientos hechos en el estudio.
Esta información se agrupa y organiza construyendo un marco de referencia, que generalmente consiste en la
descripción del entorno, base contextual para la fase de verificación.

Para la recolección de la información necesaria se acude tanto a fuentes primarias como secundarias.

Lo más formal es que se acuda, en primer lugar, a las fuentes secundarias con el propósito de indagar el tipo, la cantidad
y la calidad de la información que ya se encuentra registrada y que ha sido obtenida por otras personas. En el caso de
que esta información sea escasa, insuficiente o inexistente, se hace necesario utilizar fuentes primarias.

Para llegar a fuentes secundarias se pueden consultar las publicaciones que se encuentran en bibliotecas, archivos,
hemerotecas, bancos de datos, registros, así mismo en institutos de investigación, instituciones de fomento, empresas,
gremios, asociaciones, federaciones, corporaciones, fundaciones, instituciones oficiales o privadas, que puedan tener
algún tipo de documento que contenga información que sea de interés para el proyecto.

La información diagnóstica local suele estar referenciada en instituciones, corporaciones u otro tipo de identidades
muchas veces externas que en algún momento han tenido interés sobre el municipio. Resulta muy prudente recurrir a la
información existente antes de duplicar esfuerzos recreando lo ya existente. Instituciones como las corporaciones
autónomas regionales, los institutos geográficos, ONG, universidades, entre otras, son fuentes que suelen tener más
información que el mismo municipio sobre sí mismo, por lo que vale la pena consultarlos antes.

Cuando es indispensable acudir a fuentes primarias o directas es necesario tener suficiente claridad acerca de la
información que se requiere, para luego determinar cuales son las personas que la poseen o pueden suministrarla.

Siguiendo esta línea, el conocimiento tanto de las comunidades como el de los promotores de desarrollo, al tratarse de
su propia realidad para unos, y del resultado de su interacción permanente con el fenómeno de estudio para otros,
permite tener acceso a información de primera mano, útil en la búsqueda del problema y sus repercusiones en forma
mucho más directa. Lo observación del modo de vida de un grupo humano interactuante debe conducir a la
representación de la concepción de su mundo. A partir de la construccion global de los diferentes contextos en que se
desenvuelven a diario las comunidades, es posible determinar las complejas conexiones de causa y efecto que entran en
juego en la vida de las comunidades. Esta indagación no debe quedarse solo en la descripción de situaciones, sino que
debe trascender hacia sus significados e interpretaciones.
Incubación (Formulación)

En esta fase ya hay una idea inicial acerca de las acciones a emprender para dar solución al problema identificado. Lo que
sigue es hacer una reflexión crítica de las hipótesis planteadas, buscando precisar aun más la idea primaria, interpretando y
correlacionando la información obtenida. Se trata de repensar las ideas planteadas sobre las posibilidades de acción,
haciendo una categorización que permita luego centrar la atención sobre algunas elegidas.

En este proceso de reelaboración de las ideas, es inminente que se establezca un dialogo de saberes y percepciones entre
los distintos actores que participaron en su construcción inicial. Centrándose sobre unas bases con cierto grado de
elaboración, es muy probable que surjan nuevas ideas que se articulen o que modifiquen la propuesta inicial. Lo que se
quiere es precisamente poner en juicio las hipótesis primarias, motivando su reelaboración desde distintas perspectivas,
por lo que la heterogeneidad del grupo gestor puede enriquecer el proceso.

Es necesario tener certeza acerca de que se está usando un lenguaje común y de que todos comprenden e interpretan la
información de forma similar. De esta forma, el avance sobre el proceso de formulación va a ser más fluido, sintonizando a
todos los actores sobre un misma línea a seguir.

Iluminación

En esta fase todas las partes interesadas y participantes en el proyecto, como resultado del proceso de reelaboración de las
ideas iniciales, llegan a un consenso sobre las acciones que hay que seguir con el fin de intervenir sobre la oportunidad o
situación problemática identificada. Una vez se tenga en claro cual es la idea a desarrollar, los esfuerzos y aportes del grupo
tendrán una dirección a seguir, facilitando toda actividad posterior.

Verificacón (Evaluación ex-ante)

A partir del momento de la identificación, una vez que las hipótesis de acción son repensadas y escogidas, estas deben
pasar por el tamiz de la viabilidad.

Reflexionar sobre la viabilidad es interrogarse sobre las posibilidades de realizar la acción sin problemas, y sobre la
posibilidad de que se mantenga cuando la ayuda y apoyos exteriores se terminen. El estudio de viabilidad se basa en un
buen conocimiento del medio y de los actores.

Usualmente se sugiere tener en cuenta los siguientes aspectos:

a.Viabilidad técnica: ¿Desde el punto de vista técnico, son realizables las acciones propuestas? ¿Pueden ser exitosas? La
viabilidad técnica contempla también la capacidad de los beneficiarios para apropiarse de la técnica.

Al indagar sobre las características del medio tecnológico lo que se hace es establecer el modo en que se aplican de
manera sistémica los conocimientos, ya sean científicos o empíricos, teóricos o prácticos, en la generación o adaptación de
procesos o procedimientos relacionados con las diversas actividades económicas y productivas de la población de interés.

b.Viabilidad Administrativa: ¿Tienen los responsables capacidad de organizar y administrar las actividades planeadas?

c.Viabilidad Institucional: Las facilidades o restricciones que impongan o puedan imponer los organismos estatales de
orden nacional, regional o local a las actividades propuestas, también son de gran importancia para el establecimiento de
nuevos proyectos. Es preferible que el medio sea favorable a una acción, o por lo menos neutro, y no que la entorpezca.
d. Viabilidad ambiental: Debemos preguntarnos si el medio ambiente soportará la acción prevista. El conocimiento de las
condiciones ecológicas locales y regionales permitirá analizar la situación existente y relacionar el proyecto, desde sus
etapas iniciales, con el medio natural para de esta forma plantear alternativas que tiendan a eliminar los efectos nocivos
sobre el entorno o a plantear alternativas para su preservación o uso racional.

e.Viabilidad social y cultural: Al estudiar este medio se determinan las características sociales y culturales de la región en la
cual se piensa implementar y operar el proyecto. Es conveniente establecer la presencia de variables como los valores,
costumbres, tradiciones, actitudes, nivel educativo, estructuras étnicas, composición demográfica, aspiraciones, capacidad
de gestión, liderazgo, ocupación, entre otras.

f.Viabilidad política: En la zona de trabajo, ¿Quién o quienes ejercen el poder territorial, político, económico o social?
¿Cuáles son los intereses de quienes dominan? ¿Cómo pueden interferir las relaciones de poder predominantes sobre la
puesta en marcha del proyecto? Al interior de las comunidades involucradas, ¿Se pude identificar conflictos por el poder?
¿Es reconocido el liderazgo y la representatibilidad de los líderes? ¿Se pueden percibir situaciones de acumulación de
liderazgo? ¿Hay un ambiente que propicie la participación? ¿Hay posibilidad de ajustarse a las condiciones existentes?

g. Viabilidad económica y financiera: ¿Hay suficientes recursos para la puesta en marcha del proyecto? ¿Es necesario
recurrir a financiación externa? ¿Existe un mercado para los productos que se impulsan y a qué precio se podrán vender?
¿Se es competitivo frente a la competencia? ¿Se tiene la suficiente capacidad para asumir un crédito? Si es el caso,
¿Tienen las actividades propuestas capacidad para generar ellas mismas ingresos suficientes para cubrir sus gastos y
otros compromisos adquiridos? ¿Las acciones propuestas están articuladas a la economía local y regional?

A pesar de que la verificación se puede hacer de forma desagregada, según el conocimiento de los diferentes aspectos que
constituyen el entorno, debe tenerse en cuenta que este es un sistema total, en el que interactúan y ejercen influencia
recíproca los distintos factores que lo integran, por lo que se hace necesario analizar la situación con una visión global.

Como resultado de esta fase se debe establecer tanto la viabilidad como la factibilidad del proyecto.

El proyecto es viable cuando existen las condiciones y los recursos para su ejecución. La viabilidad está relacionada con la
posibilidad de implementación y operación del proyecto.

El proyecto es factible cuando resulta recomendable desde los puntos de vista técnico, político, económico, social, cultural y
ambiental. En otras palabras, mediante la factibilidad se demuestra la conveniencia del proyecto.

Por último, para que un proyecto sea viable y factible, debe considerar las siguientes aspectos:

a.Debe partir de un problema bien definido, acompañado de iniciativas concertadas para su solución. Las iniciativas deben
venir de abajo hacia arriba.

b. Las propuestas planteadas deben estar en sintonía con las aspiraciones, motivaciones, capacidadas y particularidades
de la comunidad. Es importante conocer con quien y con qué se cuenta, valorando la experiencia acumulada, la
idiosincrasia, las estructuras organizativas existentes, las formas convencionales de abordar los problemas, los criterios
que orientan la decisión de cooperar, y las motivaciones individuales y colectivas de ambas partes del equipo. En otras
palabras, las propuestas planteadas deben estar transversalmente atravesada por el acervo cultural de los actores directos
de la acción.
c.Es conveniente que su ejecución se sustente en una base organizacional comunitaria con experiencia y decisión, es decir,
los proyectos deben partir de las organizaciones democráticas existentes, o por lo menos, de las formas autóctonas de
emprender acciones colectivas.

d.La puesta en marcha del proyecto debe estar liderada por un equipo integrado por los actores sociales que experimentan
en su cotidianidad el problema, y por promotores de desarrollo con alta sensibilidad humana y social, comprometidas
ambas partes con la solución conjunta del problema. El componente humano es esencia

Sistematización de la Idea Inicial

Sistematizar una idea de proyecto presupone, en términos generales, dar respuesta adecuada a las siguientes preguntas:

¿Qué se quiere hacer?

¿Qué se puede hacer?

¿Qué se debe hacer?

¿Qué se quiere lograr?

¿Para qué hacerlo?

¿Por qué hacerlo?

¿Cómo hacerlo?

¿Donde hacerlo?

¿Cuándo hacerlo?

¿Cómo se va a costear?

¿Quién o quienes lo van a hacer?

¿Quién lo va a dirigir?

Como podemos observar, la sistematización de la idea da respuestas a preguntas lógicas que a diario utilizamos para tomar
decisiones de acción e intervención de muy diversa índole y tamaño. Las preguntas se ajustan casi a un esquema guiado
por el sentido común.

La respuesta a estas preguntas sencillas y prácticas generalmente se organiza bajo los siguientes títulos:

Planteamiento del problema

La etapa que se identifica como la definición del problema permite al grupo gestor la realización de una descripción de los
hechos o situaciones que pueden llegar a constituirse en el objeto de intervención. Consiste en la descripción de la situación
actual (síntomas y causas) y en la identificación de situaciones futuras al sostenerse la situación actual (pronóstico).

El planteamiento del problema parte de la identificación y descripción de los síntomas que se observan, y que son
relevantes en la situación sobre la que se quiere intervenir. Los síntomas deben estar relacionados con las causas que lo
producen, es decir, se debe tratar de establecer relaciones de causa-efecto en donde se relacionen las variables
identificadas. Esta etapa corresponde a la sistematización del diagnóstico situacional. Es pertinente recalcar que las causas
pueden corresponder y estar definidas por las aspiraciones y las motivaciones de las comunidades comprometidas. El
deseo de cambio, motivado por un imaginario de vida y binestar que supere las condiciones presentes, puede ser
explicitado como hilo orientador de la identificación de problemas.

Una vez planteado el diagnóstico es posible que el grupo gestor esté en capacidad de dar un pronóstico en donde plantee
como podría evolucionar la situación en caso de que se decida intervenir. El pronóstico responde a las preguntas: ¿Qué
pasaría si se da una solución a la situación problemática? ¿Qué cambios se producirían si se aprovecha la oportunidad o
potencialidad descrita? ¿Cuáles y cómo serían los escenarios deseables o imaginables resulatado de la acción?

La fase de diagnóstico-pronóstico es un esquema de trabajo sobre el cual puede ubicarse mentalmente quien formula el
problema
Justificación

La justificación responde a la pregunta ¿Por qué se decide actuar?

La justificación no tiene otro propósito que indicar o describir el por qué del proyecto, qué importancia y qué utilidad tiene
para el problema que se busca resolver. Se trata de argumentar por medio de conceptos tanto técnicos como científicos
que:

##Existe una necesidad que debe ser satisfecha.

##Existe un problema que debe ser solucionado.

##Hay una oportunidad que puede ser aprovechada.

##El proyecto va a satisfacer la necesidad o a resolver el problema.

##Estas necesidades y problemas tienen prioridad sobre otros.

##Existen argumentos políticos, sociales, económicos, técnicos y humanos que justifican que se conceda prioridad a la
solución de estos problemas o a la satisfacción de ciertas necesidades.

Operativamente, los argumentos más sólidos que se pueden esgrimir como fundamento de esta justificación, son los
resultados del diagnóstico participativo y los resultados del estudio de verificación. Justificar el proyecto es ante todo un
ejercicio de reflexión al interior del grupo gestor, en donde, como resultado del dialogo de saberes establecido entre las
comunidades y los agentes promotores, ambas partes argumenta acerca de la relevancia o conveniencia de actuar sobre la
necesidad, problema u oportunidad identificado.

objetivos

Los objetivos se formulan como la solución de un problema o el aprovechamiento de una oportunidad. La identificación
previa del problema permite su adecuada formulación.

Los objetivos responden a la pregunta ¿Qué se desea obtener al culminar la acción? Naturalmente lo que se haga tiene
un sentido o una utilidad que en la mayoría de los casos podría ser la solución total o parcial del problema identificado.

Todas las partes involucradas en la puesta el marcha del proyecto, deben tener muy en claro qué es lo que se pretende
hacer, o cuales son los cambios que se van a producir, como resultado de las acciones propuestas. Las comunidades
relacionadas deben ser plenamente conscientes de las implicaciones de su participación en el proyecto, identificando
claramente cual es su aporte y grado de compromiso con el mismo. Para que esto sea posible, es necesario que los
objetivos reflejen que el proyecto es de la gente y para la gente, y que los resultados a obtener dependen de su nivel de
identidad con la propuesta, del compromiso con los resultados y de su disposición para el cambio. Los objetivos deben
explicitar la obtención de una nueva condición de vida, o por lo menos, resaltar que lo que se desea obtener está en
función del desarrollo humano de los habitantes de una comunidad o región relacionada.

Los objetivos sólo pueden ser formulados claramente si las causas y los efectos del problema a resolver han sido
analizados previamente, contando con la activa participación de las comunidades comprometidas, quienes en primera
instancia, son los responsables de su implementación. Los objetivos deben mostrar una relación lógica y consistente con
la descripción del problema. La formulación de objetivos claros y viables constituyen una base importante para juzgar el
resto de la propuesta y, además, facilita el planteamiento de las actividades a seguir. Es pertinente expresar que lo que
se desee obtener parte de acciones que están en manos de los actores sociales directamente comprometidos, es decir,
se debe obviar la dependencia de actores externos.

Resultados Esperados

Los resultados esperados son los productos concretos, alcanzados por las comunidades comprometidas con el proyecto,
de acuerdo con los objetivos propuestos.

Cualquiera que sea el tipo de proyecto, los resultados esperados deben traducirse en algo concreto y verificable. Cuando
los resultados se formulan como hitos verificables, estos se convierten en los elementos centrales para su seguimiento y
evaluación.

Aquí es conveniente traer a colación el papel de los proyectos como instrumento de enseñanza-aprendizaje. El desarrollo
de capacidades en los individuos, grupos y comunidades relacionadas, en función de los objetivos previamente
concertados, es un resultado que está transversalmente presente en cualquier actividad de todo proyecto emprendido. Es
así, que no se debe desviar la atención unicamente sobre aquellos resultados tangibles, sino que hay que tener presente
que la concreción de un resultado en algo material es muy probablemente la vía que permite, como parte experimental del
proceso, concretar el descubrimiento, desarrollo y puesta en marcha de habilidades y destrezas en la gente.

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