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Actividad.
Museo tecnológico 4 Juan Martin Crespo
La industria de la moda rápida, conocida por producir grandes volúmenes de
ropa a bajo costo, enfrenta críticas por abusos laborales y daños ambientales. Expertos, como Cynthia Gómez Ramírez de la Universidad Iberoamericana, destacan que las trabajadoras, muchas de ellas mujeres, enfrentan largas jornadas (14 a 16 horas) en condiciones precarias en países como Bangladesh y China. Además, la producción masiva genera contaminación significativa, utilizando enormes cantidades de agua y recursos no renovables.
Organizaciones como Greenpeace han señalado el impacto ambiental de
este modelo, que promueve un ciclo de "tomar, usar y desechar". La ropa no vendida a menudo termina en vertederos, como el desierto de Atacama en Chile. Se insta a los consumidores a reflexionar sobre sus hábitos de compra, priorizando la calidad y la sostenibilidad, e incluso promoviendo el uso de ropa de segunda mano. La educación en diseño también se plantea como clave para fomentar prácticas más sostenibles en la industria.
La industria de la moda rápida refleja la globalización económica de varias
maneras:
1. Producción Internacional: Las empresas de moda rápida suelen
externalizar la producción a países con mano de obra barata, como Bangladesh y China. Esto permite reducir costos y maximizar beneficios, evidenciando cómo las cadenas de suministro globales operan en busca de eficiencias. 2. Consumo Masivo: La globalización ha impulsado un aumento en la demanda de productos asequibles en todo el mundo. La moda rápida satisface esta demanda a través de colecciones constantes y precios bajos, fomentando un consumo excesivo y desechable. 3. Normas Laborales: Las diferencias en regulaciones laborales entre países permiten que las empresas aprovechen condiciones de trabajo precarias, lo que resalta la desigualdad inherente en la globalización. Las trabajadoras enfrentan jornadas largas y salarios bajos, reflejando la explotación laboral en un contexto global. 4. Impacto Ambiental Transnacional: La producción y desecho de ropa no solo afecta localmente, sino que tiene consecuencias ambientales globales. La contaminación del agua y el suelo, así como el aumento de residuos textiles, son problemas que trascienden fronteras, subrayando la interconexión de los efectos del consumo global. 5. Cultura de Consumo: La moda rápida promueve una cultura de consumo instantáneo y efímero, impulsada por la publicidad global y las redes sociales. Esto crea una necesidad de renovación constante en el vestuario, lo que alimenta el ciclo de producción-descarte.
En resumen, la industria de la moda rápida es un claro ejemplo de cómo la
globalización económica puede llevar a la explotación y a graves problemas ambientales, al mismo tiempo que transforma hábitos de consumo a nivel mundial, y mi obra intento capturar esa injusticia.