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“Año Del Bicentenario, de La Consolidación de nuestra Independencia, y de la

Conmemoración de las Heroicas Batallas de Junín y Ayacucho”


“SISTEMA POLÍTICO”

 CURSO: CIENCIA POLITICO

 DOCENTE: ANA MARIA FERRE MONTENEGRO

 INTEGRANTES:
o JARAMILLO MESARINA, DAYANA
o PACHERRES OBREGON, DIEGO
o PUENTE MANTESINOS, RUTH INES
o TINEO BACILIO, NICOLE
o TORO SOLORZANO, CAROLINA

 CICLO: II

 SECCIÓN: 10848

CHIMBOTE - PERÚ
2024 - 02

INDICE
INTRODUCCIÓN....................................................................................3

En base al escenario político actual. ¿Cómo podemos apreciar el carácter


social del estado y confirmar que efectivamente nos encontramos en un
estado derecho?........................................................................................4

1. Corrupción y Autoritarismo: El Legado de Fujimori y sus Secuelas


en la Democracia Peruana......................................................................6
1.2. Corrupción persistente y desconfianza en las instituciones.........7
1.3. Violaciones de derechos humanos..............................................8
1.4. Crisis de gobernabilidad y disolución del Congreso (2019).........8

2. Advierten que la falta de inversión en salud y nutrición obstaculiza el


rendimiento escolar..............................................................................10

3. “Una Amenaza Creciente a la Libertad de Expresión y de Prensa" 13

CONCLUSIONES..................................................................................16

INTRODUCCIÓN
El estado de derecho es un concepto dentro de la teoría política y jurídica la cual se
refiere a un sistema donde las leyes son aplicadas a todos de manera justa e imparcial,
garantizando que todos los miembros de la sociedad incluidos aquellos que tienen
posiciones de poder están sujetos a las mismas normas legales sin excepción alguna,
dentro de este estado de derecho se establece un marco normativo el cual va a regular
la conducta de las personas y las instituciones, asegurando que todos los derechos
fundamentales y libertades de los ciudadanos están protegidos y no exista ningún tipo
de abuso de poder, este estado de derecho cuenta con la existencia de la constitución
que cuenta con leyes que definen los derechos y deberes que tiene un ciudadano así
como los límites de poder estatal y por último la separación de poderes la cual es una
de las características más importantes de un estado de derecho, donde encontramos a
el poder legislativo, ejecutivo y judicial que operan de manera independiente para
evitar abusos y garantizar un control adecuado.

A pesar de su importancia, el estado de derecho Peruano enfrenta desafíos en los que


se encuentran, la corrupción la cual socava la confianza en el sistema legal y perjudica
la igualdad ante la ley, la falta de rendición de cuentas por parte de los funcionarios
públicos que debilita el estado de derecho y crea un clima de impunidad, el acceso
limitado a la justicia debido a la pobreza y la discriminación, la restricción a la
libertad de expresión, y las dinámicas políticas alrededor de figuras controvertidas
afectan negativamente el estado de derecho y la gobernanza.

Por ello, frente a esto nos planteamos la siguiente pregunta con respecto al estado de
derecho peruano: En base al escenario político actual ¿Cómo podemos apreciar el
carácter social del estado y confirmar si efectivamente nos encontramos en un estado
de derecho o no nos encontramos en un estado de derecho?

Este informe tiene como finalidad analizar la situación actual del Estado de Derecho
en el Perú, examinando si realmente se cumple con los principios de este modelo de
organización social. Para ello se van a explorar los desafíos que enfrenta el Estado de
Derecho Peruano en la actualidad, tomando como ejemplos concretos la política sobre
Keiko Fujimori, la relación entre salud y educación en zonas rurales, la falta de
infraestructura, la baja tasa de educación y la falta de la libertad de expresión.

En base al escenario político actual. ¿Cómo podemos


apreciar el carácter social del estado y confirmar que
efectivamente nos encontramos en un estado derecho?
El estado es una entidad política que ejerce soberanía sobre un territorio determinado,
le otorga la capacidad de regular la vida social de su población y establecer un marco
legal que rige las interacciones dentro de su ámbito geográfico. En otras palabras, el
estado actúa como una institución con el poder suficiente para tomar decisiones que
impactan directamente a los ciudadanos que residen en su territorio. Para que el estado
funcione adecuadamente, debe contar con tres elementos fundamentales: territorio,
población y gobierno. El territorio es un área geográfica claramente delimitada donde
reside un grupo de personas y donde se ejerce la soberanía del estado, aplicando sus
leyes y regulaciones. La población es la comunidad de personas que habitan este
territorio y sobre la cual el estado ejerce su autoridad, constituyéndose en sujetos con
derechos y deberes en relación con el estado. Por último, el gobierno es la estructura
organizativa encargada de ejercer el poder político del estado, tomar decisiones en su
nombre, implementar políticas públicas, hacer cumplir las leyes y garantizar el
bienestar de la población.

El carácter social del estado subraya su relación íntima con la sociedad. El estado no
es una entidad aislada; está profundamente conectado con la sociedad que gobierna.
Las acciones del estado tienen un impacto directo en la vida de las personas, y a su
vez, la sociedad influye en las decisiones del estado. Entre las funciones esenciales del
estado se encuentran proporcionar seguridad, protegiendo a los ciudadanos de
amenazas externas e internas como la delincuencia; garantizar la justicia, creando
leyes y ofreciendo un sistema judicial para resolver disputas y asegurar el
cumplimiento de la ley; promover el bienestar social, proporcionando servicios
esenciales como educación, salud, asistencia social e infraestructura para mejorar la
calidad de vida; y regular la economía, interviniendo para fomentar el crecimiento
económico, proteger a los consumidores y asegurar la competencia justa.

El estado de derecho es un concepto fundamental en cualquier sociedad moderna,


constituyendo un pilar esencial que se refiere a un sistema político y social en el cual
la ley es la máxima autoridad y debe aplicarse de manera igualitaria a todos los
ciudadanos, incluyendo al propio gobierno. Su objetivo es garantizar la justicia, la
seguridad y la libertad para todos. Dentro del estado de derecho, la ley es la fuente
principal de poder y debe ser clara, accesible y estable para que todos puedan
entenderla y actuar en consecuencia. Según el artículo 2, inciso 2, de la Constitución
Política del Perú, se garantiza la igualdad ante la ley, prohibiendo la discriminación
por motivo de origen, raza, sexo, idioma, religión, opinión o condición económica.
Nadie está por encima de la ley; todos están sujetos a las mismas reglas. Además, el
artículo 43 de la Constitución establece que “La República del Perú es democrática,
social, independiente y soberana. El estado es uno e indivisible. Su gobierno es
unitario, representativo y descentralizado y se organiza según el principio de
separación de poderes”. Este principio divide el estado en tres ramas independientes:
el poder legislativo, encargado de crear las leyes; el poder ejecutivo, encargado de
aplicarlas; y el poder judicial, responsable de interpretarlas y aplicarlas, con el fin de
evitar la concentración de poder en una sola persona o institución.

El estado de derecho también reconoce y protege los derechos humanos


fundamentales, que son inherentes a todas las personas y no pueden ser violados, ni
siquiera por el gobierno. Todos tienen derecho a un proceso justo y transparente en el
sistema judicial, lo que implica que las personas acusadas de un delito tienen derecho
a un abogado, a un juicio justo y a una sentencia equitativa. Un estado de derecho
sólido es crucial para lograr una sociedad justa, estable y próspera, garantizando que
todos estén sujetos a las mismas leyes, creando una sociedad más segura y
protegiendo derechos fundamentales como la libertad de expresión, religión y
asociación. Además, el estado de derecho es esencial para una democracia sólida, ya
que promueve la participación ciudadana, la rendición de cuentas y la protección de
los derechos políticos. Sin embargo, el estado de derecho enfrenta desafíos
importantes en muchas partes del mundo, por lo que es vital trabajar para fortalecerlo
y asegurar que todas las personas puedan disfrutar plenamente de sus derechos y
libertades.

Al analizar la situación actual del Estado de Derecho en Perú, es fundamental


preguntarse si los principios básicos de este modelo de organización social se están
cumpliendo. Para responder a esta pregunta, es importante examinar los diversos
desafíos que enfrenta el país en la actualidad. Un ejemplo significativo es la política
en torno a Keiko Fujimori, que refleja tensiones y divisiones en el panorama político.
Además, la relación entre salud y educación en las zonas rurales revela una falta de
acceso adecuado a servicios esenciales, la insuficiencia de infraestructura como
escuelas y hospitales. Otro problema crítico es la falta de libertad de expresión en la
prensa, especialmente en temas políticos, lo que limita la capacidad de los medios
para informar de manera imparcial y ejercer una función de control sobre el poder.
Estos desafíos ponen en cuestión la efectividad del Estado de Derecho en Perú y
resaltan la necesidad de fortalecer los principios de justicia, equidad y transparencia
en el país.

Todo ello se argumentará en considerar si vivimos en un estado de derecho óptimo


para toda la sociedad, donde consideramos que no exactamente sería así por los
aspectos mencionados anteriormente por lo que se abre un debate muy polémico
donde los argumentos sólidos serían unos de los objetivos muy eficientes.
1. Corrupción y Autoritarismo: El Legado de Fujimori y sus
Secuelas en la Democracia Peruana
"Cuando la corrupción empieza en la cima, se extiende como una plaga por todo el
Estado, infectando cada nivel de gobierno y destruyendo la confianza ciudadana." Esta
poderosa reflexión resume cómo la corrupción en las más altas esferas del poder
puede desmantelar las bases de un Estado de derecho, erosionando las instituciones y
perpetuando un sistema donde la ilegalidad y el abuso se vuelven norma. El caso de
Alberto Fujimori y su gobierno en Perú (1990-2000) es un ejemplo emblemático de
cómo la concentración de poder y la corrupción sistémica no solo destruyen la
estructura democrática de un país, sino que dejan cicatrices profundas que continúan
afectando su estabilidad y gobernabilidad hasta el día de hoy.

El régimen de Alberto Fujimori en Perú es uno de los episodios más controvertidos y


trágicos de la política latinoamericana reciente. Su gobierno se caracterizó por una
concentración extrema del poder, violaciones sistemáticas de derechos humanos y una
corrupción generalizada que afectó profundamente a la sociedad peruana. Aunque
Fujimori enfrentó desafíos como la crisis económica y el terrorismo, su respuesta
autoritaria y corrupta debilitó los principios democráticos y dejó cicatrices duraderas
en las instituciones del país.

Este informe examina el impacto del fujimorismo en la democracia peruana,


centrándose en la corrupción sistémica y las violaciones de derechos fundamentales.
Se exploran las consecuencias de este régimen en la política actual, como la
polarización, la desconfianza en las instituciones y los recurrentes escándalos de
corrupción. A través del análisis de la Constitución Política del Perú y tratados
internacionales, se destacan las violaciones cometidas y sus efectos en el presente.

A continuación, se expone un análisis detallado de los efectos del régimen de Fujimori


en la democracia, el Estado de derecho y la gobernabilidad del Pe

1.1. Caída del régimen y crisis de gobernabilidad

La caída del régimen de Fujimori en 2000, precipitada por los "vladivideos" que
mostraban sobornos a políticos, jueces y medios, fue un punto de inflexión para la
democracia peruana. Estas grabaciones expusieron la corrupción extrema del
gobierno, llevando a la renuncia de Fujimori desde Japón y a una crisis institucional
sin precedentes. El Congreso lo destituyó por "incapacidad moral", revelando la
debilidad del sistema democrático. A pesar de esto, el Artículo 39 de la Constitución
establece que todos los funcionarios, incluyendo al presidente, deben servir a la
Nación y personificar esos valores: "Todos los funcionarios y trabajadores públicos
están al servicio de la Nación. El Presidente de la República es el Jefe del Estado y
personifica a la Nación."

El caso de Fujimori es un claro ejemplo de cómo la institucionalización de la


corrupción socava este principio básico. En lugar de servir a la nación, el régimen
fujimorista se dedicó a la autoconservación y al abuso del poder. Esta corrupción de
las más altas esferas del gobierno destruyó no solo la legitimidad de Fujimori, sino
que también debilitó la capacidad de las instituciones para actuar con independencia y
credibilidad.

Desde la caída de Fujimori, el fujimorismo ha seguido siendo una fuerza divisiva en la


política peruana. La polarización se ha evidenciado en las elecciones presidenciales de
2011, 2016 y 2021, con Keiko Fujimori, su hija, alcanzando la segunda vuelta en cada
ocasión. Esta división ha generado un ambiente de confrontación constante,
dificultando el consenso político y bloqueando iniciativas de gobiernos no afines
mediante el control del Congreso, lo que ha contribuido a recurrentes crisis de
gobernabilidad. Esta persistente división refleja las tensiones en torno al Artículo 43
de la Constitución, que establece al Estado peruano como democrático y basado en la
separación de poderes: "La República del Perú es democrática, social, independiente y
soberana. Su gobierno es unitario, representativo y descentralizado, y se organiza
según el principio de la separación de poderes."

El fujimorismo rompió este principio mediante su intervención en las instituciones


judiciales y legislativas, destruyendo los mecanismos democráticos que permiten un
diálogo y consenso político saludable. En mi opinión, la herencia del fujimorismo ha
creado una polarización que impide a Perú avanzar hacia una verdadera reconciliación
política. En lugar de buscar soluciones a largo plazo, las fuerzas políticas siguen
atrapadas en una lucha por el poder, lo que solo agrava la crisis institucional.

1.2. Corrupción persistente y desconfianza en las instituciones

Uno de los legados más duraderos del fujimorismo ha sido la institucionalización de la


corrupción. Desde la caída de Fujimori, todos los presidentes peruanos han enfrentado
acusaciones de corrupción, lo que ha debilitado aún más la confianza pública en el
sistema político. El Artículo 41 de la Constitución señala que aquellos que cometen
delitos contra el patrimonio del Estado deben ser severamente sancionados:

No obstante, la corrupción sigue siendo un problema estructural en Perú, lo que


genera una percepción generalizada de impunidad. Este ciclo de corrupción y abuso
de poder, instaurado durante el régimen fujimorista, ha socavado la credibilidad del
sistema democrático, y los ciudadanos siguen desilusionados con sus líderes políticos.
A mi juicio, esto es especialmente preocupante porque, en lugar de abordar la
corrupción como una prioridad nacional, los gobiernos sucesivos han caído en las
mismas prácticas de abuso de poder, lo que perpetúa el ciclo de inestabilidad.

1.3. Violaciones de derechos humanos

Durante el régimen de Fujimori, se cometieron graves violaciones de derechos


humanos, como las Masacres de Barrios Altos y La Cantuta, perpetradas por el
grupo militar Colina. Estas violaciones vulneraron el Artículo 2, Inciso 1 de la
Constitución peruana: Toda persona tiene derecho a la vida, a su identidad, a su
integridad moral, psíquica y física, y a su libre desarrollo y bienestar."

Además, violaron la Convención Americana sobre Derechos Humanos, en


particular el Artículo 4.1: "Toda persona tiene derecho a que se respete su vida. Este
derecho estará protegido por la ley [...] Nadie puede ser privado de la vida
arbitrariamente."

Las ejecuciones extrajudiciales, junto con el programa de esterilizaciones forzadas,


constituyen violaciones flagrantes de los derechos humanos fundamentales dejando
cicatrices profundas en la sociedad peruana, y aún hoy, la justicia para muchas de las
víctimas es incompleta o inexistente. En mi opinión, la falta de rendición de cuentas
adecuada en estos casos refleja una profunda falla del sistema judicial para proteger
los derechos de los ciudadanos.

Uno de los elementos clave del control de Fujimori sobre el poder fue la manipulación
de los medios de comunicación. El Artículo 2, Inciso 4 de la Constitución garantiza la
libertad de expresión y el derecho a la información: "Toda persona tiene derecho a las
libertades de información, opinión, expresión y difusión del pensamiento mediante la
palabra oral o escrita o la imagen, por cualquier medio de comunicación social, sin
previa autorización ni censura."

El soborno a medios de comunicación y periodistas durante el régimen de Fujimori


fue una violación directa de este derecho. El control que ejerció sobre la información
permitió al régimen silenciar a los críticos y mantener a la población desinformada. La
cooptación de los medios es una de las formas más peligrosas de manipulación
política, ya que destruye la capacidad de la sociedad para fiscalizar al poder y buscar
transparencia.

1.4. Crisis de gobernabilidad y disolución del Congreso (2019)

La disolución del Congreso en 2019 por el entonces presidente Martín Vizcarra es un


reflejo de la crisis de gobernabilidad que sigue afectando a Perú. Esta acción se basó
en el Artículo 134 de la Constitución, que otorga al presidente la facultad de disolver
el Congreso si se niega la confianza a dos Consejos de Ministros: "El Presidente de la
República está facultado para disolver el Congreso si este ha censurado o negado su
confianza a dos Consejos de Ministros."

Aunque legal, la disolución del Congreso destacó la fragilidad institucional y la lucha


entre poderes en Perú. Este evento refleja una falta de diálogo y cooperación entre las
instituciones políticas, intensificada por la influencia del fujimorismo en el Congreso.
Algunos vieron la disolución como una medida extrema, muchos la consideraron
necesaria para desbloquear un sistema político paralizado por intereses partidistas.

El régimen de Alberto Fujimori dejó una lección fundamental sobre los peligros de la
concentración de poder y la corrupción sistémica. Inicialmente respaldado por la lucha
contra el terrorismo y la crisis económica, el costo para la democracia peruana fue
devastador. Las violaciones de derechos humanos, el debilitamiento institucional y la
corrupción estructural destruyeron la confianza pública y sembraron una polarización
que persiste en la política del país.

Uno de los mayores desafíos de Perú es superar el legado del fujimorismo. Aunque las
instituciones democráticas se restauraron parcialmente tras su caída, los escándalos de
corrupción que han afectado a los presidentes posteriores demuestran que el sistema
sigue afectado. Para avanzar hacia una democracia consolidada, se debe fortalecer la
independencia de las instituciones, combatir la corrupción y fomentar el diálogo y
consenso. Solo así Perú podrá cerrar este capítulo oscuro y construir un futuro más
justo y equitativo para sus ciudadanos.

COMENTARIO CRITICO:

Un estado de derecho se caracteriza por la aplicación efectiva y equitativa de la ley, en


este caso se destaca la persistencia de la corrupción y la desconfianza en las
instituciones políticas, lo cual sugiere que el sistema de justicia y las instituciones no
están funcionando de manera efectiva. La polarización política y la lucha constante
por el poder descrita en el caso reflejan una debilidad en la gobernabilidad y en la
capacidad de las instituciones para funcionar de manera estable y equitativa.

El caso nos proporciona una visión crítica del impacto del régimen de Fujimori en el
estado de derecho en Perú. Sin embargo, para ser considerado un estado de derecho
sólido, el sistema peruano necesita demostrar no solo la existencia de normas y
principios legales, sino también su efectiva aplicación y respeto. La persistencia de la
corrupción, la falta de confianza en las instituciones y la polarización política indican
desafíos significativos para el pleno funcionamiento del estado de derecho. Aunque el
análisis del caso refleja una comprensión profunda de los problemas, para ser un
estado de derecho será la capacidad de Perú para superar estos desafíos y restaurar un
sistema donde las leyes se apliquen de manera justa y efectiva para todos los
ciudadanos.

2. Advierten que la falta de inversión en salud y nutrición


obstaculiza el rendimiento escolar
UNESCO, UNICEF y el Programa Mundial de Alimentos (WFP) destacan que muchas
escuelas son el único lugar donde millones de niños y niñas garantizan su comida diaria. A
pesar de que la inversión en salud y nutrición escolar mejora significativamente el
rendimiento académico, un tercio de las escuelas en el mundo aún carece de acceso a agua
potable y a instalaciones básicas de saneamiento.

“Los alumnos aprenden mejor en escuelas seguras y sanas. Sin embargo, demasiadas
instituciones educativas carecen de los medios necesarios para garantizar una buena salud y
bienestar, lo que incluye instalaciones esenciales de agua potable y saneamiento. La
UNESCO y sus socios hacen un llamamiento a la comunidad internacional para que apoye a
los países en sus inversiones en salud, nutrición y protección social en la escuela, porque los
niños merecen un entorno en el que puedan desarrollar todo su potencial”, declaró Audrey
Azoulay, directora general de la UNESCO.

El informe, titulado “Aprender y prosperar: Salud y nutrición escolar alrededor del mundo”
muestra que la provisión de salud y nutrición escolar incentiva a los niños a acudir a la
escuela y a permanecer en ella.

La desparasitación y los suplementos de micronutrientes pueden aumentar la asistencia


escolar en regiones con alta anemia e infecciones parasitarias hasta en 2,5 años. El informe
también subraya la importancia de promover la atención oftalmológica, la salud mental y la
prevención de la violencia escolar, destacando que estas medidas ofrecen un retorno de
inversión significativo. A pesar de que la mayoría de los países invierte en salud y nutrición
escolar, estas inversiones son desiguales y a menudo insuficientes. A nivel mundial, solo se
destinan 2.000 millones de dólares anuales para la salud de los niños en edad escolar,
mientras que la educación en países de ingresos bajos y medios-bajos recibe
aproximadamente 210.000 millones de dólares.

En Perú, antes del inicio del año escolar 2023, el 40% de las escuelas no tienen servicios de
saneamiento adecuados, lo que aumenta el riesgo de enfermedades diarreicas agudas
relacionadas con la desnutrición crónica y la anemia, afectando el desarrollo cognitivo, físico
y mental de los niños.

En 2021, el Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEI) reportó que el 49% de los
niños menores de tres años en Perú sufrían de anemia y el 24% de los menores de cinco años
padecían desnutrición crónica. Aunque Perú logró reducir la desnutrición crónica infantil del
30% al 14% entre 2005 y 2015, todavía se enfrenta a desafíos significativos, como el
sobrepeso y la obesidad en el 37% de los niños de 5 a 9 años en 2018.
Las agencias como UNESCO, UNICEF y el WFP coinciden que es importante continuar
mejorando los servicios de agua y saneamiento en las escuelas y mantener una inversión
sostenida en el sector educativo para evitar retrocesos en la nutrición infantil. Programas
como Qali Warma y la Ley de Alimentación Saludable son esenciales, pero se necesita
aumentar la inversión en infraestructura escolar y educación alimentaria para mejorar las
condiciones de bienestar para la infancia y la adolescencia en Perú.

Ante la grave situación de inseguridad alimentaria en Perú, que afecta al 51,7% de la


población (aproximadamente 17,6 millones de personas), se ha llamado a las autoridades a
tomar medidas urgentes para combatir la desnutrición crónica, la anemia y la violencia contra
la mujer. El informe de organizaciones internacionales como FAO, FIDA, OMS, PMA y
Unicef revela que el 33,6% de la población no puede permitirse una alimentación adecuada,
lo que equivale a unos 11,5 millones de personas, un aumento respecto a los 10,6 millones
reportados anteriormente. A pesar del esfuerzo de las ollas comunes, muchas están
desabastecidas en Lima Metropolitana debido a la falta de alimentos y problemas
administrativos con el Registro Único Nacional de Ollas Comunes, conocido como
‘Mankachay’.

La Ley General de Educación establece los lineamientos generales del sistema educativo
peruano, detallando las atribuciones del Estado y los derechos y responsabilidades de las
personas y la sociedad en la función educadora. El Artículo 1° establece que la ley tiene por
objeto establecer estos lineamientos y rige todas las actividades educativas realizadas dentro
del territorio nacional, desarrolladas por personas naturales o jurídicas, públicas o privadas,
nacionales o extranjeras.

El Artículo 3° declara que la educación es un derecho fundamental de la persona y de la


sociedad. El Estado garantiza el ejercicio del derecho a una educación integral y de calidad
para todos y la universalización de la Educación Básica, mientras que la sociedad tiene la
responsabilidad de contribuir a la educación y el derecho a participar en su desarrollo.

En cuanto a la equidad en la educación, el Artículo 17° establece que para compensar las
desigualdades derivadas de factores económicos, geográficos, sociales u otros, el Estado
tomará medidas para atender preferentemente a los segmentos sociales en situación de
abandono o riesgo.

El Artículo 18° detalla las medidas de equidad, incluyendo la ejecución de políticas


compensatorias para los sectores necesitados, la elaboración de proyectos educativos para
revertir situaciones de desigualdad y la priorización de recursos en zonas de mayor exclusión,
abarcando infraestructura, equipamiento, material educativo y recursos tecnológicos.

El Decreto Supremo que incorpora el Artículo 122B al Reglamento de la Ley General de


Educación, aprobado por el Decreto Supremo N° 011-2012-ED, establece que, en las
instituciones educativas públicas de Educación Inicial, Primaria y Secundaria, se deben
brindar programas complementarios de alimentación y salud.
La Constitución Política del Perú, en el Artículo 13°, señala que la educación tiene como
finalidad el desarrollo integral de la persona humana. El Estado garantiza la libertad de
enseñanza, y los padres tienen el deber de educar a sus hijos, así como el derecho de escoger
los centros educativos y participar en el proceso educativo.

COMENTARIO CRÍTICO:

El Estado de Derecho se basa en la garantía de derechos fundamentales y el cumplimiento de


las leyes. La Constitución Política del Perú, así como la Ley General de Educación, establece
claramente el derecho a una educación integral y de calidad (Artículo 3°) y la obligación del
Estado de garantizar la equidad y compensar las desigualdades (Artículos 17° y 18°). Sin
embargo, esto nos muestra una brecha significativa entre estos principios y la realidad.

A pesar de la existencia de políticas y leyes que promueven el acceso equitativo a la


educación y servicios básicos, la realidad muestra grandes deficiencias. Un tercio de las
escuelas carece de acceso a agua potable y saneamiento, y el 40% de las escuelas en Perú no
tienen servicios de saneamiento adecuados. Aunque existen marcos legales, la
implementación efectiva es insuficiente, lo que afecta directamente el derecho a una
educación segura y saludable. La inversión global en salud y nutrición escolar es muy baja en
comparación con la educación, lo que demuestra una falta de prioridad y compromiso con los
derechos de los niños a una educación y salud adecuadas.

La escasez de alimentos en las ollas comunes y los problemas administrativos asociados con
el Registro Único Nacional de Ollas Comunes (‘Mankachay’) indican una gestión ineficaz.
En un Estado de Derecho, se esperaría una administración eficiente y transparente que
asegure el cumplimiento de las políticas y el acceso a los recursos necesarios para garantizar
los derechos establecidos.

Perú presenta un marco legal que, en teoría, si cumple con los principios de un Estado de
Derecho al garantizar estos derechos fundamentales y establecer normas para la educación y
la salud. Sin embargo, la realidad muestra una brecha considerable entre las leyes y su
implementación efectiva. La falta de recursos adecuados, la desigualdad en la distribución de
estos recursos y los problemas administrativos reflejan deficiencias en la aplicación de las
leyes y la gestión del Estado. Aunque Perú se basa en un marco legal que promueve los
principios del Estado de Derecho, la falta de cumplimiento efectivo y la brecha entre las
políticas y la práctica indican que el país aún enfrenta desafíos significativos para consolidar
plenamente un Estado de Derecho en estos ámbitos.
3. “Una Amenaza Creciente a la Libertad de Expresión y de
Prensa"
En promedio, cada dos meses el Congreso peruano plantea un proyecto que afecta a la
prensa o la libertad de expresión. ECData ha identificado hasta 94 proyectos de ley en
los últimos cinco períodos parlamentarios que buscan modificar regulaciones
relacionadas con estos derechos. Un ejemplo reciente es el proyecto de ley N.º
2862/2022, propuesto por la bancada de Perú Libre, que pretende aumentar las penas
por calumnia y difamación para frenar lo que consideran “mala praxis” de los medios
de comunicación. Este proyecto ha obtenido dictámenes mayoritarios y podría ser
elevado al pleno del Congreso.

El artículo 13 de la Convención Americana sobre Derechos Humanos establece que


toda persona tiene derecho a la libertad de pensamiento y de expresión, que incluye la
libertad de buscar, recibir y difundir información sin fronteras, ya sea oralmente, por
escrito, en forma impresa, artística o por otros medios de su elección. Sin embargo,
Rodrigo Salazar Zimmermann, director ejecutivo del Consejo de la Prensa Peruana,
señala que el Congreso tiende a presentar proyectos restrictivos cuando el periodismo
investiga casos de corrupción o temas de alto interés público. También menciona que,
durante el período 2016-2019, cuando el fujimorismo tenía mayoría en el Congreso, se
observaron intentos de limitar la libertad de prensa.

La constitucionalista Erika García Cobián advierte que muchos de estos proyectos


carecen de un sólido sustento técnico y reflejan un claro interés político. A medida
que los proyectos se vuelven más contrarios a la Constitución, también se hace más
evidente el interés que los respalda.

La creciente hostilidad hacia los periodistas independientes y la concentración de


medios en manos de pocos grupos limitan el acceso a información plural y diversa. El
Consejo de la Prensa Peruana (CPP) ha expresado su preocupación por varios
proyectos legislativos que consideran una amenaza para la libertad de expresión y una
forma de censura para el Instituto Nacional de Radio y Televisión del Perú (IRTP). El
CPP denuncia que la inclusión de representantes del Legislativo y del Ejecutivo en el
directorio del IRTP, que maneja TV Perú y Radio Nacional, atentaría contra la
independencia de esta entidad, cuya misión es proporcionar información objetiva sin
beneficiarse del poder político.

El CPP también argumenta que estos cambios podrían dar lugar a una persecución
política de organizaciones que defienden la libertad de expresión y medios sin fines de
lucro. Aunque el Congreso justifica estos proyectos alegando falta de transparencia en
los medios que reciben fondos internacionales, el CPP sostiene que la fiscalización ya
está a cargo de entidades como la Superintendencia de Banca y Seguros (SBS), la
Superintendencia Nacional de Aduanas y de Administración Tributaria (Sunat) y la
Agencia Peruana de Cooperación Internacional (APCI).

La Asociación Nacional de Periodistas del Perú (ANP) también ha manifestado su


desacuerdo con la propuesta legislativa que busca modificar el Decreto Legislativo
829, que estableció el IRTP. La propuesta pretende cambiar la composición del
Consejo Directivo del IRTP para incluir representantes del Poder Ejecutivo (PCM,
Mincul y Minedu), el Poder Legislativo y el Poder Judicial, con el objetivo de
diversificar y aumentar la competencia en la selección de sus miembros.

El proyecto de ley 2862 modifica los artículos 131 y 132 del Código Penal sanciona y
quiere incrementar la pena por utilización de los medios de educación y afección de la
intimidad personal ya que se ven perjudicados los derechos al honor, buena reputación
e intimidad a la persona las cuales se basan en el articulo 2 inciso 7 de la Constitución
Política del Perú, la cual se complementa con la modificación de la indemnización por
perjuicio basado al artículo 1969 del Código Civil.

La Defensoría del Pueblo recuerda que los tipos penales de injuria, calumnia y
difamación regulados en el Código Penal tienen una incidencia directa en el ejercicio
de las libertades de expresión e información, por lo que toda propuesta de reforma
debe tener en cuenta estándares sobre ambas libertades desarrollados por la Relatoría
Especial para la Libertad de Expresión de la CIDH (RELE) y la Corte Interamericana
de los Derechos Humanos (Corte IDH).

El Ministerio de Justicia considera no viable, ya que no se ha sustentado debidamente


las razones que justifican la cuantía en el incremento de la pena que se propone, en
consideración al principio de lesividad, principio de proporcionalidad y principio de
mínima intervención penal.

 Conceptualización de los derechos a la personalidad: (artículo 2 inciso 7 de la


Constitución Política del Perú)

a. Derecho al honor: Facultad de no ser expuesto al odio, desprecio o ridículo


frente a uno mismo y a la sociedad.

b. Derecho a la vida privada: Nadie será sometido a los abusos arbitrarios de


su intimidad, familia, domicilio, ni ataques ilícitos a su honor y reputación.

c. Derecho a la propia imagen: Se identifica con el legítimo interés de una


persona en impedir la publicación de su propia figura por terceros sin su
consentimiento.
 Tipificación de los delitos de prensa o contra el honor:

a. Delito a la difamación (art. 132 del Código Penal): Imputación de un hecho


inmoral dirigida dolosamente contra un ausente y comunicada a varias
personas.

b. Delito de calumnia (art. 131 del Código Penal): El que atribuye falsamente
a otro un delito.

c. Delito de injuria (art. 130 del Código Penal): Todo contrario a la razón y
justicia, lo que se hace con intención de deshonrar a otra persona.

 Tipificación de las obligaciones que nacen de los hechos lícitos:

a. Daño moral: Es un perjuicio ocasionado a los sentimientos de otra persona,


generándole una afectación psicológica.

b. Reparación moral: La obligación de reparar el daño moral por medio de


una indemnización.

COMENTARIO CRITICO:

La constante falta a la libertad de expresión en Perú, evidenciado por los 94 proyectos


legislativos presentados en los últimos cinco períodos parlamentarios, revela que el
país no se encuentra bajo un verdadero Estado de derecho. Sin embargo, cuando el
Congreso propone leyes que restringen sistemáticamente estas libertades, como el
proyecto de ley N.º 2862/2022, que busca incrementar las penas por calumnia y
difamación, queda claro que se priorizan intereses políticos por encima de los
principios democráticos.

La libertad de expresión es un pilar esencial en cualquier Estado de derecho; sin ella,


los ciudadanos pierden su capacidad de participar activamente en la vida política y de
fiscalizar a los gobernantes. Esta situación convierte la democracia en una fachada,
donde las leyes se utilizan no para proteger los derechos ciudadanos, sino para
defender al poder de la crítica.

Sin una verdadera libertad de prensa, un Estado de derecho no puede existir


plenamente, pues no hay rendición de cuentas ni transparencia. La manipulación de
leyes para limitar la expresión y el control de medios públicos, como el intento de
intervenir en el Instituto Nacional de Radio y Televisión del Perú, refuerzan esta
percepción de que el Perú está transitando hacia un modelo de gobierno que restringe
derechos esenciales, debilitando así los fundamentos de una democracia auténtica.
CONCLUSIONES
● En conclusión el estado de derecho es un principio fundamental que garantiza
que todas las personas, instituciones y entidades, incluyendo al propio
gobierno, están sujetas y sean responsables ante la ley sin excepción alguna, lo
que implica que las leyes deben ser claras, públicas y aplicadas de manera justa
e imparcial, es decir en un estado de derecho, se va a proteger la libertad
individual y asegurar el acceso a la justicia, lo que fomenta la confianza de los
ciudadanos en el sistema legal y político, por ello podemos ver que el estado de
derecho es esencial para el funcionamiento de una sociedad democrática y
justa, garantizando la igualdad ante la ley, limitando el poder arbitrario de las
autoridades y protegiendo los derechos fundamentales de los individuos, Por
eso puedo decir que sin un verdadero estado de derecho, sería difícil mantener
la paz social, el desarrollo económico y el respeto por los derechos humanos.

● En conclusión, podemos ver que el régimen de Fujimori en Perú marcó un


antes y un después en la historia del país, dejando heridas profundas que aún no
han sanado, debido a que las atrocidades cometidas, como las masacres de
Barrios Altos y La Cantuta, junto con las políticas de esterilizaciones forzadas,
no solamente vulneran y violan los derechos fundamentales consagrados en la
Constitución y en tratados internacionales, sino que también evidenciaron un
sistema judicial incapaz de garantizar justicia, Por lo que la manipulación de
los medios de comunicación por parte del régimen de Fujimori fue una buena
estrategia deliberada para silenciar críticas y mantener el control, lo que resulta
en un debilitamiento de la democracia y la transparencia. Por último es
importante mencionar que si queremos sanar las heridas del pasado y avanzar hacia
una democracia más justa para todos, el Perú debe enfrentar los desafíos de la
corrupción, fortalecer sus instituciones y fomentar un verdadero diálogo político, para
que de esta manera se logre construir un mejor futuro en el que se respeten los
derechos humanos y se garantice la justicia para todos por igual según la ley ordena.
● La desnutrición y la salud en Perú se encuentran gravemente afectadas debido a
diversos factores como la pobreza, la falta de acceso a la educación y la limitada
disponibilidad de alimentos nutritivos. Según datos del Instituto Nacional de
Estadística e Informática (INEI), en 2022, el 13,1% de los niños menores de 5 años
sufrieron de desnutrición crónica y el 22,5% de anemia. Las poblaciones más
afectadas son aquellas que viven en zonas rurales, donde el acceso a servicios de
salud y alimentos nutritivos es limitado. Además, la dieta peruana es alta en
carbohidratos y baja en nutrientes esenciales, lo que contribuye a la prevalencia de la
desnutrición. Es necesario implementar esfuerzos para abordar este problema,
incluyendo iniciativas gubernamentales para mejorar el acceso a servicios de salud y
educación, así como programas comunitarios que promuevan hábitos alimenticios
saludables y seguridad alimentaria. Es fundamental abordar las causas raíz de la
desnutrición para garantizar el bienestar y desarrollo de la población peruana.

● El panorama que describe el texto refleja una preocupante tendencia hacia


el debilitamiento de la libertad de expresión en Perú. La presentación
constante de proyectos legislativos que intentan regular o restringir el
derecho a la información y a la crítica pública es sintomática de un
entorno político que prioriza el control sobre la transparencia. Aunque el
derecho al honor y la reputación es legítimo, los intentos de ampliar las
penas por difamación y calumnia, como el proyecto de ley N.º
2862/2022, parecen dirigidos más a limitar la fiscalización y el escrutinio
a quienes ostentan el poder. En un contexto donde los medios de
comunicación enfrentan una creciente hostilidad y el Congreso busca
interferir en entidades clave como el Instituto Nacional de Radio y
Televisión del Perú (IRTP), la democracia y el Estado de derecho en Perú
parecen cada vez más erosionados. La independencia de los medios es
fundamental para garantizar una sociedad bien informada y plural, pero
las acciones del Congreso indican un interés en silenciar a la prensa
crítica, especialmente en temas relacionados con corrupción o asuntos de
alto interés público. Si bien el Congreso justifica estos proyectos por una
supuesta falta de transparencia en ciertos medios, es evidente que hay
organismos fiscalizadores ya encargados de controlar estas
irregularidades. Por lo tanto, la intervención política parece más una
estrategia para silenciar voces disidentes que una verdadera preocupación
por mejorar la calidad informativa. La falta de sustento técnico en
muchos de estos proyectos, como lo señala Erika García Cobián,
demuestra un uso oportunista de la legislación para proteger intereses
particulares en lugar de promover un verdadero Estado de derecho.
● En conclusión, un estado de derecho es un pilar esencial para el
desarrollo democrático y el bienestar social y es importante para poder
garantizar la justicia, la igualdad y la protección de los derechos humanos
en una sociedad, dentro de un estado de derecho podemos ver que todas
las personas, incluidos los gobernantes, deben de estar sujetas a la ley y
las normas deben ser aplicadas de manera imparcial. Por lo que la
existencia de un estado de derecho promueve la transparencia, la
rendición de cuentas y la participación ciudadana, lo que fortalece la
confianza en las instituciones. Sin embargo, es fundamental tener en
cuenta que para que un estado de derecho funcione correctamente, es
crucial contar con un poder judicial independiente y mecanismos que
prevengan y sancionen la corrupción y el abuso de poder.

● En conclusión, podemos ver que el régimen de Fujimori en Perú marcó


un antes y un después en la historia del país, dejando heridas profundas
que aún no han sanado, debido a que las atrocidades cometidas, como las
masacres de Barrios Altos y La Cantuta, junto con las políticas de
esterilizaciones forzadas, no solamente vulneran y violan los derechos
fundamentales consagrados en la Constitución y en tratados
internacionales, sino que también evidenciaron un sistema judicial
incapaz de garantizar justicia, Por lo que la manipulación de los medios
de comunicación por parte del régimen de Fujimori fue una buena
estrategia deliberada para silenciar críticas y mantener el control, lo que
resulta en un debilitamiento de la democracia y la transparencia. Por
último es importante mencionar que si queremos sanar las heridas del
pasado y avanzar hacia una democracia más justa para todos, el Perú debe
enfrentar los desafíos de la corrupción, fortalecer sus instituciones y
fomentar un verdadero diálogo político, para que de esta manera se logre
construir un mejor futuro en el que se respeten los derechos humanos y se
garantice la justicia para todos por igual según la ley ordena.

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