Arritmias
Arritmias
Arritmias
ÍNDICE
INTRODUCCIÓN
DEFINICIÓN Y CLASIFICACIÓN
• Ritmo cardiaco fetal normal: ritmo regular con frecuencia que oscila entre 110 y 180 latidos
por minuto (lpm), con una relación 1:1 entre la actividad auricular y ventricular.
• Arritmia fetal: cualquier ritmo regular inferior a 110 lpm o superior a 180 lpm o cualquier
ritmo irregular, intermitente o persistente, en ausencia de dinámica uterina.
Las arritmias fetales pueden clasificarse en función de su potencial repercusión clínica en dos grupos:
1. Arritmias benignas (90%): incluyen la mayoría de extrasístoles y las bradicardias y
taquicardias sinusales.
2. Arritmias potencialmente severas (10%): incluyen las taquiarritmias y bradiarritmias
persistentes.
Métodos directos:
Los métodos directos se basan en el registro de la señal eléctrica del corazón fetal.
1. Electrocardiograma (ECG) fetal: el ECG constituye el gold standard para el diagnóstico de las
arritmias en vida postnatal. En la actualidad es posible identificar la señal eléctrica ventricular
fetal mediante la colocación de electrodos a nivel del abdomen materno. Con la tecnología
disponible actualmente, existen interferencias con la actividad cardiaca materna y es difícil
discernir la actividad eléctrica atrial de la ventricular, por lo que no es un método disponible en
la mayoría de los centros.
2. Magnetocardiotocografía (MCTG) fetal: Consiste en la obtención de un trazado similar al del
ECG a partir de la detección de los campos magnéticos generados como consecuencia de los
cambios eléctricos del corazón. Requiere de una metodología técnica muy sofisticada, es un
método muy costoso y disponible únicamente en algunos centros a nivel mundial (no es
accesible en nuestro medio). Esta técnica permite realizar mediciones de distintos intervalos
del ciclo cardiaco y se considera una de las herramientas más prometedoras para el estudio
del intervalo QT en vida fetal (medición no accesible a través de ecocardiografía fetal).
Métodos indirectos:
La ecocardiografía fetal constituye la técnica de elección para el estudio de las arritmias fetales.
1. Permite inferir los fenómenos eléctricos del corazón a partir de los fenómenos mecánicos
(movimiento de las paredes auriculares y ventriculares -modo M-) o hemodinámicos
(movimiento de la sangre que entra y sale del corazón -Doppler pulsado-) de las estructuras
cardiacas.
2. Permite realizar un estudio anatómico y funcional del corazón y los vasos fetales,
estableciendo si coexisten malformaciones y/o disfunción/fallo cardiaco asociados a la
arritmia fetal.
Mediante la aplicación del modo M o el Doppler pulsado se podrán identificar los siguientes eventos
del ciclo cardiaco (figura 1):
- Onda A: derivada de la contracción auricular (se corresponde con la onda P del ECG).
- Onda V: derivada de la contracción ventricular (se corresponde con el complejo QRS del
ECG).
- Intervalo AV: tiempo entre el inicio de onda A y el inicio de onda V (se corresponde con el
intervalo PR del ECG).
- Intervalo VA: tiempo complementario al anterior, entre el inicio de la onda V y el inicio de la
siguiente onda A (se corresponde con el intervalo RP’ del ECG).
Modo-M: colocar el cursor de forma simultánea a través de una de las paredes auriculares y una de
las ventriculares, para registrar su movimiento y establecer la relación temporal entre la contracción
auricular (A) y ventricular (V). La obtención de trazados de alta calidad puede estar limitada en
edades gestacionales tempranas, en presencia de movimientos fetales, hídrops o polihidramnios y en
función de características maternas y la de la posición fetal (figura 2).
Figura 2. Imagen en Modo M de ritmo sinusal. Se identifican las ondas A y V, así como los intervalos
AV y VA.
Doppler pulsado: obtención simultánea del flujo de salida del ventrículo durante la contracción
ventricular (V) y del flujo de llenado del mismo durante la contracción auricular (A) para establecer su
relación temporal. Permite obtener trazados de mejor resolución con correlación temporal más precisa
en comparación al modo-M.
La obtención simultánea de los flujos ventriculares (V) y auriculares (A) se puede realizar en
diferentes proyecciones:
• Flujo mitro-aórtico: en el corte del tracto de salida del ventrículo izquierdo o corte de cinco
cámaras (figura 3). Es necesario adecuar el tamaño muestra para obtener simultáneamente
el flujo mitral y aórtico. No es un método aplicable cuando la FCF es superior a 160-180 lpm
debido a la superposición entre las ondas E y A del flujo mitral, lo que limita la identificación
de la contracción auricular (A).
• Flujo en vena cava superior-aorta ascendente: en corte obtenido al rotar 90º desde la
proyección de cuatro cámaras cardiacas (figura 4). Obtención simultánea del flujo en vena
cava superior y aorta ascendente. Permite valorar la onda A aún con FCF > 160-180 lpm.
• Flujo vena-arteria pulmonar: En el corte de 4 cámaras debido a la estrecha relación entre las
arterias y las venas pulmonares a nivel intrapulmonar (figura 5). Obtención simultánea del
flujo en una de las arterias intrapulmonares y su vena correspondiente. En ocasiones es difícil
definir la onda A.
Figura 3. Doppler pulsado mitro-aórtico. Identificación de las ondas E y A (mitral) y la onda V (flujo
aórtico). El intervalo AV se mide desde el inicio de la onda A hasta el inicio de la onda V. El intervalo
complementario es el intervalo VA.
Figura 4. Doppler pulsado vena cava superior – aorta ascendente. En la parte superior del trazado
se observa el flujo correspondiente a la onda A de la vena cava superior. En el mismo lado del
trazado también se identifica la onda V del flujo aórtico.
Figura 5. Doppler pulsado vena-arteria pulmonar. En la parte superior del trazado se identifican las
ondas V, que se corresponden con el flujo de la arteria pulmonar. En la parte inferior del trazado se
visualizan las ondas A de la vena pulmonar, que coinciden con el momento del ciclo en el que la
sangre tiene menor velocidad en la vena (contracción auricular).
Caracterización de la arritmia:
1. Medición de la FCF: se puede realizar de manera automática (midiendo entre 2-5 ciclos
cardiacos) o mediante la siguiente fórmula (60/duración del ciclo cardiaco en segundos).
Dado que la frecuencia auricular puede ser diferente de la ventricular, es necesario medir
siempre ambas frecuencias.
2. Establecimiento de la regularidad-irregularidad del ritmo cardiaco.
3. Establecimiento de la relación A:V. Se refiere al número de ondas A por cada onda V. La
relación es 1:1 cuando hay un mismo número de ondas, mayor a 1:1, cuando hay más ondas
A que V y menor a 1:1, cuando hay más ondas V que A.
4. Medición de los intervalos AV y VA: en función del tipo de arritmia a evaluar.
Ecocardiografía funcional /Doppler fetal: El riesgo de fallo cardíaco e hídrops depende del tipo de
arritmia y de su mecanismo fisiopatológico. En general es raro que aparezca un hídrops fetal con
frecuencias ventriculares mantenidas entre 60-210 lpm. Las principales manifestaciones de la
disfunción cardíaca en el contexto de una arritmia fetal son debidas al fallo diastólico, principalmente
del ventrículo derecho. Ante el diagnóstico de una arritmia fetal es importante realizar un estudio de la
función cardíaca, descartar la presencia de hídrops y evaluar el bienestar fetal. El perfil biofísico se
considera la técnica de elección para ello, ya que los flujos fetales y de la arteria umbilical pueden
estar alterados como consecuencia de la arritmia.
Figura 6. Extrasístoles auriculares. Modo M de un feto con extrasístoles auriculares en sístole tardía
(conducidas). Se observa la presencia de ondas A de inicio precoz, que provocan contracción
ventricular (V), tras las cuales hay una pausa hasta el siguiente latido sinusal (S). El ritmo auricular es
irregular (intervalo variable entre las ondas A)
EXTRASÍSTOLES VENTRICULARES:
• Son menos frecuentes que las Es auriculares y su etiología variable.
• Se definen como un latido ventricular prematuro originado en un foco ectópico ventricular que
origina una contracción o latido ventricular prematuro identificable por modo-M o Doppler
pulsado y, por lo tanto, con un ritmo auricular regular (ondas A regulares) (figura 7).
TAQUICARDIAS
TAQUICARDIA SINUSAL:
• Se define por una relación A:V de 1:1 y una FCF en general < 200 lpm.
• La mayoría de los casos son secundarios a una causa extracardiaca como anemia fetal,
pérdida de bienestar fetal, infección, ingesta de fármacos y enfermedad tiroidea materna.
• El pronóstico y tratamiento depende por tanto de la causa subyacente.
Figura 8. TSV por reentrada por vía rápida (intervalo VA corto). Doppler pulsado a nivel de vena
cava superior – aorta ascendente, donde se observa el flujo correspondiente a la onda A de la vena
cava superior i la onda V del flujo aórtico. Se procede a la medición de los intervalos AV y VA,
observándose un intervalo VA de menor duración que el intervalo AV (VA corto).
FLUTTER AURICULAR:
• Incidencia: 1/ 4000-10000 gestaciones. Menos frecuente en el feto (representando el 10-30%
de las taquicardias)
• Se define por una relación A:V> 1 (generalmente 2:1 o 3:1). Se producen por la presencia de
un macrocircuito de reentrada intrauricular, por lo que se requiere que la aurícula debe
alcanzar un tamaño crítico para que la arritmia se genere. Consecuentemente el Flutter
auricular suele aparecer en el tercer trimestre de la gestación.
• La frecuencia auricular suele situarse en un rango entre 400-600 lpm. El nodo atrioventricular
es incapaz de conducir todos los latidos al ventrículo y se establece un grado mayor o menor
de bloqueo a nivel atrioventricular, lo que condicionará la frecuencia ventricular. Aunque suele
ser una taquicardia rítmica, como esta conducción puede ser intermitente, puede dar
frecuencias cardiacas variables (figura 9).
Figura 9. Flutter auricular. Doppler pulsado mitro-aórtico donde se observa como la frecuencia
auricular (A) es mucho mayor a la frecuencia ventricular (V).
Existen otras formas de TSV que se resumen en el Anexo (Tabla 1). Su diferenciación no es siempre
posible en vida fetal y el tratamiento prenatal no difiere sustancialmente entre los diferentes tipos.
TAQUICARDIA VENTRICULAR:
• Muy rara en vida fetal, representa sólo el 3-5% de las taquicardias sostenidas.
• Se define por la presencia de disociación en la relación A:V en general <1 (mayor número de
ondas V que A). En ocasiones la taquicardia ventricular se puede conducir retrógradamente a
la aurícula, provocando la estimulación auricular y la inversión de la relación A:V >1. En estos
casos el diagnóstico diferencial con la TSV por reentrada puede ser muy difícil.
• La taquicardia ventricular suele estar ocasionada por un foco ventricular ectópico que puede
ser secundario a isquemia o proceso inflamatorio del miocardio. También puede asociarse a
tumores cardiacos y al síndrome del QT largo.
Conducta clínica ante la sospecha de una taquicardia fetal (incluye todos los tipos):
1. Descartar causas extracardiacas de taquicardia fetal como anemia fetal (realizar Doppler
arteria cerebral media), pérdida de bienestar fetal (realizar pruebas bienestar fetal en función
de la EG), infección (temperatura materna, pulso, analítica materna en los caos en los que se
sospeche infección), ingesta de fármacos y enfermedad tiroidea materna (solicitar perfil
tiroideo).
BRADICARDIAS
BRADICARDIA SINUSAL:
• Es la bradicardia más frecuente.
• Se presenta con una relación AV 1:1 y un intervalo AV normal (90-150 ms). La frecuencia
cardiaca fetal se sitúa en general entre 80 y 110 lpm.
• Etiología multifactorial. Es importante descartar la pérdida del bienestar fetal secundaria a
factores maternos u obstétricos.
• El síndrome del QT largo (SQTL) puede manifestarse prenatalmente en forma de bradicardia
sinusal mantenida, aunque en la mayoría de los casos la FCF media se situará > 110 lpm. El
SQTL se trata de una enfermedad familiar hereditaria de los canales iónicos, poco frecuente y
con potencial mortalidad perinatal asociada, ya que puede asociarse a taquicardia ventricular
o a otras arritmias. Se debe sospechar ante una bradicardia fetal sin otras causas
identificables, especialmente si se acompaña de bloqueo atrioventricular (BAV) 2:1
intermitente sin alteraciones de la conducción AV (con intervalo AV normal). Puede ir
asociado a historia familiar de síncopes de repetición, ahogamiento, muerte súbita o
necesidad de implantación de desfibrilador.
• Es muy importante distinguir esta situación del BAV 2:1, en el que la relación AV también es
de 2:1 pero el ritmo auricular es regular (intervalo AA constante). Ver en siguiente apartado
(figura 11a).
Figura 10. Bigeminismo auricular. Doppler pulsado mitro-aórtico en el que se identifica un ritmo
auricular irregular debido a un latido auricular sinusal (A) que conduce a los ventrículos (V) seguido
de una extrasístole auricular adelantada (ES) que no es conducida a los ventrículos, observándose un
intervalo AA corto-largo de forma alterna.
• En función del grado de afectación del sistema de conducción se distinguen 3 tipos de BAV:
BAV de 1r grado: se produce una prolongación estable del intervalo AV (>percentil 99, en
general >150 ms) sin que exista bradicardia y con relación AV 1:1
· Tipo 2 (Mobitz 2): sólo se conduce uno de cada dos latidos auriculares (relación AV 2:1),
originando una frecuencia ventricular baja (la mitad de la frecuencia auricular) con intervalo
AA fijo (figura 11a). Debe diferenciarse de las extrasístoles auriculares no conducidas
acopladas en bigeminismo (intervalo AA irregular, corto-largo de forma alterna). El intervalo
AV suele ser normal.
Figura 11a. BAV grado II. Doppler pulsado mitro-aórtico donde se observa un ritmo auricular
regular (intervalo AA constante) con conducción de uno de cada dos latidos auriculares (A) al
ventrículo (V) originando una relación AV 2:1 con una frecuencia ventricular baja (la mitad de
la frecuencia auricular).
BAV grado 3 o BAV completo: existe disociación completa entre la actividad auricular (ritmo
sinusal) y la ventricular (ritmo de escape más o menos lento, que determina la frecuencia
ventricular), en general por debajo de los 60 lpm (figura 11b).
BAV inmunológico (40-50% de los casos): se produce como consecuencia de una reacción
inflamatoria del tejido de conducción, con posterior fibrosis y lesión permanente. Se produce
por la presencia de autoanticuerpos dirigidos contra los antígenos Ro/SSA y La/SSB
presentes en las células del miocardio y, sobre todo, en el sistema de conducción. Los
anticuerpos atraviesan la barrera placentaria y alcanzan la circulación fetal > 16 semanas de
gestación. El riesgo de BAV en gestantes portadoras de estos autoanticuerpos es de un 1,5-
2%, en caso de antecedente de lupus neonatal no cardíaco de hasta un 15% y en caso de un
hijo previo con BAV del 20% (riesgo que asciende hasta el 40-45% tras dos hijos previos
afectos).
BAV aislado: forma rara (menos del 5-10% de los BAV) que puede obedecer a diferentes
mecanismos patogénicos. El diagnóstico en la gestación es habitualmente tardío y el BAV
suele ser incompleto y el curso impredecible. La causa más frecuente es el síndrome de QT
• El pronóstico de los fetos con BAV asociado a CC mayor es globalmente malo (mortalidad
fetal y durante el primer año de vida hasta de un 50-80%). En el BAV de causa inmunológica,
la mortalidad fetal se sitúa entre un 5-10%, la mortalidad perinatal global entre un 15-20% y la
necesidad de implantación de marcapasos durante los primeros años de vida alcanza el 45%
según nuestra serie. Los factores de riesgo asociados a mal pronóstico son: edad gestacional
al diagnóstico por debajo de las 20 semanas, frecuencia ventricular ≤50-55 lpm, presencia de
hídrops, disfunción ventricular o fibroelastosis subendocárdica. La presencia de más de un
factor de riesgo multiplica por 10 la probabilidad de exitus fetal y por 6 la de exitus neonatal.
1. Descartar causas extracardiacas de bradicardia fetal como la pérdida del bienestar fetal,
ingesta de fármacos u otras situaciones transitorias que pueden ocasionar bradicardia
fetal (hipotensión materna, compresión de calota fetal, etc)
1. Control ecocardiográfico:
Por el momento no se dispone de marcadores fiables para predecir el desarrollo de BAV en fetos
expuestos a anticuerpos anti-Ro/SSA y/o anti-La/SSB ni se ha demostrado que el seguimiento
ecocardiográfico seriado incluyendo la medición del intervalo AV tenga un impacto clínicamente
relevante en la identificación precoz del BAV. Port tanto en nuestro Centro se recomendará
realizar un seguimiento mixto de las gestantes portadoras de anticuerpos anti-Ro/SSA y/o anti-
LA/SSB con control de la FCF y ecocardiografías seriadas con objeto de detectar de forma precoz
el BAV y realizar la valoración pronóstica en función de los criterios detallados en el apartado
anterior. La mayoría de los casos de BAV se producen entre las 18-24 semanas, por lo que se
recomienda (Figura 12):
- Gestantes sin antecedente de hijo previo afecto (riesgo de BAV alrededor del
1.5-2%): monitorización de la FCF durante las visitas obstétricas en CCEE en las
semanas 16, 20 (ecografía de segundo trimestre), 24 y 28 (ecografía de tercer
trimestre) + ecocardiografía para medición del intervalo AV en las semanas 18 y 22.
- Gestantes con hijo previo afecto (riesgo de BAV alrededor de 15-20%):
ecocardiografía semanal entre las 16-24 semanas. En función de la EG de debut del
BAV en la gestación previa se recomendará prolongar el control ecocardiográfico
hasta la semana 28-32.
- En todos los casos se realizará un ECG postnatal para confirmar normalidad
Figura 12 Algoritmo para el manejo y tratamiento de las gestantes portadoras de anticuerpos anti-
Ro/SSA y anti-La/SSB
ANEXO:
Validar siempre de forma multidisciplinar para casos muy seleccionados. En nuestro centro, en caso
de plantearse su uso se propone seguir la pauta consensuada con el Servicio de Hemoterapia y
Hemostasia: