Fisica e Historia

Descargar como pdf o txt
Descargar como pdf o txt
Está en la página 1de 3

En la teoría aristotélica, se creía que el átomo era la unidad más

pequeña de la materia y que no podía ser dividido. Esto fue un gran paso
en la comprensión del mundo físico y la base para el desarrollo de la
física moderna. Sin embargo, esta teoría fue descartada más adelante
por la existencia de partículas subatómicas y la capacidad de dividir el
átomo en partículas más pequeñas.

A pesar de que la teoría aristotélica no es exacta, su influencia en


nuestro pensamiento científico persiste. Ejemplos de esto incluyen la
concepción clásica de la estructura atómica y la creencia popular de que
todo en el mundo se compone de elementos básicos. También ha influido
en la forma en que se estudian y se enseñan las cuestiones científicas en
la actualidad, lo que demuestra la importancia duradera de las teorías
clásicas como la de Aristóteles.

Aristóteles también creía que el átomo era una sustancia concreta y


limitada, y no simplemente una abstracción matemática. Creía que cada
átomo tenía un movimiento natural y que se movían en un espacio vacío.
Además, cada átomo tenía su propia forma y tamaño, y estos factores
determinaban las propiedades y características de la sustancia.
SEGUIMIENTO DEL NEOLINERALISMO EN MEXICO
En el caso de México, el neoliberalismo inicia con la ruptura del modelo prevaleciente por más de tres
décadas: el modelo de crecimiento económico, sustitución de importaciones, desarrollo hacia adentro y
economía mixta.

Desde la década de los cuarenta, la estrategia de desarrollo en México, se sustentó en la protección


del mercado interno, a través de barreras arancelarias y no arancelarias que mantuvieron al aparato
productivo virtualmente aislado de la competencia internacional. El Estado, desempeñó un importante
papel, al asumir un alto grado de intervencionismo y regulación de la actividad económica.

Prud´homme (1995), menciona que desde los setenta se puso en evidencia la fragilidad del modelo
de sustitución de importaciones como proceso central del crecimiento económico, y con ello
desaparecieron las bases de estabilidad; manifestadas en aspectos como: 1) el déficit público pasó a
cumplir el papel de motor del crecimiento, y éste a su vez, condujo a un fuerte deterioro de la balanza de
pagos; 2) al mismo tiempo, que el déficit externo como proporción del PIB aumentaba, sus fuentes
tradicionales de financiamiento (la agricultura y los servicios) tendían a agotarse, lo cual obligó a recurrir
en forma creciente al adeudamiento externo; 3) el crecimiento se vio interrumpido, por políticas
contraccionistas, la inflación y la incertidumbre que estas propiciaban, abrieron la puerta a la especulación
y la fuga de divisas; 4) el esfuerzo del estado por recuperar el crecimiento conducían a agravar los
desequilibrios macroeconómicos, en su intento por mantener el modelo en funcionamiento realizó la
exportación masiva de petróleo, más cuando se detuvieron, la situación se volvió insostenible y el país
entro de lleno en un período de crisis y ajuste estructural.

Al inicio de los 80 el fenómeno que se venía perfilando desde la década anterior cumple su cometido,
es decir; el modelo de desarrollo que anteriormente había asegurado el crecimiento económico y la
estabilidad política en el México posrevolucionario estaba en crisis (Nava, 2000).

Es en el período presidencial de Miguel de la Madrid (1982-1988), cuando tiene su aplicación la


estrategia neoliberal; inicia con la venta y privatización de las primeras empresas paraestatales 1;
desmantelamiento, que abarca el régimen de Carlos Salinas de Gortari (1988-1994) y el de Ernesto Zedillo
(1994-2000).

Durante el primer año del régimen de Miguel de la Madrid, el gobierno federal tenía participación en
45 ramas de la economía, para el último año, su participación abarcaba solo 23 ramas. En 1982, tenía el
gobierno federal 1155 empresas, en 1988 poseía solamente 412. La desincorporación de estas empresas
obedeció a que “no eran estratégicas ni prioritarias para el desarrollo nacional”, argumento presentado en
un documento informativo por el gobierno federal (SHCP, 1988).

En el período salinista el proyecto neoliberal se fue profundizando y se plantearon con mayor claridad
los principales postulados de la política económica gubernamental, en ésta etapa; se realizan algunas
reformas constitucionales que impactan enormemente en la naturaleza del Estado, tal es el caso de los
Artículos 28, 73 y 123 referidos a la reprivatización de la Banca, la reforma electoral, de la ley de culto; y
del Artículo 27 que abre la posibilidad para que los ejidatarios pudieran vender sus parcelas a capitalistas
nacionales y extranjeros (tendiente a eliminar los ejidos) 2 (Vidales, 1996).

En efecto, con las modificaciones realizadas al Artículo 27, se buscó crear las condiciones para definir
un nuevo perfil de la propiedad agrícola, abriéndose la posibilidad de participación del capital privado
nacional y extranjero en las tierras ejidales y comunales, además de ser objeto; de compra, venta,
arrendamiento y de contratos de asociación; se buscaba también incrementar la productividad y capitalizar
las actividades agrícolas con el apoyo del sector privado. Es decir; la modificación al Artículo 27, forma
parte de la reestructuración de la economía mexicana en general en un nuevo modelo de inserción en el
mercado mundial. En esta lógica la agricultura requería de una modernización de infraestructura
productiva y de comercialización para aumentar la productividad y competitividad internacional. Para ello,
se necesitan cuantiosas inversiones en el agro, que ahora tienen que ser realizadas por el capital privado
(Prud´homme, 1995).
De acuerdo con Nava (2000), en el contexto de la reestructuración económica, las políticas neoliberales
en el medio rural se traducen en:
• Reformas al Art. 27 Constitucional para cancelar el reparto agrario, acelerar la entrada al libre
mercado de la tierra ejidal y comunal, liberalizar la mano de obra y fomenta la producción
agropecuaria y forestal a gran escala, vía inversión del gran capital industrial nacional y
extranjero.

• Desmantelamiento y privatización de las instituciones de servicio y crédito del sector


agropecuario, así como de la infraestructura productiva.

• Retiro de subsidios y precios de garantía de todos los productos agropecuarios.

• Orientación de la producción agrícola al mercado internacional (exportación).

El neoliberalismo, continúa con la suscripción del Tratado de Libre Comercio de América del
Norte (TLCAN) entre México, Estados Unidos y Canadá, en enero de 1994; representando con ello, su
entrada a la economía global al conformar la mayor área comercial de Norteamérica, anunciado como el
instrumento conducente al crecimiento económico y social que el país necesitaba.En la cuestión
agropecuaria, el TLCAN, generó expectativas para alentar la expansión del sector agroexportador, no
obstante las asimetrías económicas y sociales con la economía norteamericana y la economía
canadiense. La incorporación de México al Tratado ha venido a ser un eje estratégico para forzar a la
modernización del sector agropecuario, los productores que reunieron las condiciones inmediatas para
elevar la productividad, reducir costos y vender a precios competitivos han sido los beneficiarios de este
cambio estructural, alrededor del 5% del total; los productores que no han sido capaces de hacerlo, 95%,
están condenados al desplazamiento del mercado; su producción a ser sustituida por importaciones de
alimentos y materias primas provenientes de sus socios comerciales (Salinas, 2004).

Posteriormente en los años 1994-2000 del período presidencial de Ernesto Zedillo, el neoliberalismo
continuó su marcha. En el plano constitucional, modifica el artículo 28, con el objetivo de permitir la
participación del capital privado en las áreas de comunicación, vía satelital y los ferrocarriles, crea las
Afores transformando con ello la seguridad social de los trabajadores y se compromete con el capital
financiero internacional para privatizar la petroquímica y la industria eléctrica3 .

La política neoliberal de Vicente Fox Quezada (2000-2006), se encaminó bajo el mismo esquema que
sus antecesores al ponerse al servicio del capital trasnacional y buscando cancelar los derechos de la
nación y de los mexicanos. Dentro de las acciones realizadas en este período se puede hacer mención
entre otras: la continuidad en intentos por privatizar la industria energética, a la privatización de la
educación superior, reduciendo y suprimiendo en gran medida el presupuesto otorgado a las
universidades públicas; a la privatización paulatina de los servicios de salud, y a la tendencia creciente de
la desaparición de la seguridad social de los trabajadores. Estos rubros han sido retomados por el
presidente Felipe Calderón Hinojosa (2006-2012), quién al inicio de su período, da paso a la reforma de
la Ley del Instituto de Seguridad Social y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (ISSSTE),
afectando seriamente a los trabajadores agremiados de este Instituto, además de continuar su pugna por
llevar a cabo la reforma de la industria energética.

El legado económico y social del neoliberalismo al concluir el foxismo e inicio del período presidencial
de Felipe Calderón, se resume en: a) estancamiento económico (con un crecimiento de apenas el 2.4 por
ciento); b) la falta de empleos formales; c) el grave deterioro de los salarios reales; d) la concentración de
la riqueza y la exclusión social; e) un mayor flujo temporal y permanente de trabajadores hacia los Estados
Unidos en búsqueda de mejores expectativas de vida; f) una creciente dependencia de las familias de las
remesas de los trabajadores migratorios para atenuar sus bajos niveles de vida; (Chávez, 2006).

Finalmente y afianzando el anterior planteamiento, la política neoliberal en México aplicada desde


1982, no ha logrado los objetivos de desarrollo planteados, pues existe una crisis recurrente en la
economía nacional, el crecimiento sostenido no ha podido lograrse, y existe el padecimiento de inflaciones
constantes, desempleo, inseguridad, pobreza, etcétera; demostrando con ello, su incapacidad para
generar el bienestar que tanto se pregonaba.

También podría gustarte