2 - Urgencias Aparato Reproductor

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Autores

M. Campos,
Clínica Veterinaria
Sangüeso
Av. Dr. Peset
Aleixandre, 97
(Valencia)
96 348 82 82

JM. Carrillo,
URGENCIAS
Universidad
Cardenal
Herrera-CEU
(Valencia)
[email protected]

Las actuaciones de urgencia relacionadas con MV. Falceto,


E. González,
patologías sobre el aparato reproductor, tanto D. Sánchez,
masculino como femenino, son frecuentes en G. Soler,
la clínica veterinaria de pequeños animales. F. Clemente.
El adecuado manejo del paciente, así como la
correcta discriminación en las prioridades
terapéuticas, son de vital importancia para la
obtención de un tratamiento exitoso y, por lo
tanto, de un pronóstico favorable.

Manejo de las Management


of the
emergencies
in the

urgencias del
reproductive
system.
Summary
Emergencies
situations related with

aparato reproductor
both male and female
reproductive system
are frequent in
practices.An accurate
management of the
patient as well as the
correct discrimination
in the therapeutical
priorities, are essential
in order to obtain a
successful treatment
and, therefore, a

E
ste tipo de problemas presenta una elevada de edad. Se produce de forma más frecuente en los favorable prognosis.
casuística. El objetivo del presente trabajo es testículos retenidos en el abdomen, en especial
recordar y actualizar las maniobras terapéu- si presentan neoplasia, al carecer éstos de sistemas
ticas ante estas situaciones, intentando ofrecer una normales de fijación (Simpson y cols. 1999). Aunque
información útil y práctica al veterinario clínico. de forma menos frecuente, puede presentarse en
Conscientes de no poder abarcar la totalidad de testículos escrotales normales, siendo la causa de
las urgencias reproductivas en un solo trabajo -pro- mayor aparición el traumatismo (Bichard y Sherding,
cesos como la cesárea, precisarían de un estudio 1994). En este caso, se produce una oclusión del
exclusivo para abordarlos en profundidad- el artícu- drenaje venoso y linfático, pero no de la arteria afe-
lo se centra en cuatro patologías relativamente rente, con un aumento del tamaño del testículo,
frecuentes del aparato reproductor. consiguiente congestión y posterior necrosis
(Bichard y Sherding, 1994).
El animal presenta dolor abdominal agudo si el
testículo está en situación abdominal, o dolor escro-
Torsión del conducto espermático tal agudo si se trata de un testículo descendido
(Dumon, 2001). En este último caso, el escroto apa- Palabras clave:
También conocido como torsión testicular, se pro- rece edematoso, enrojecido e inflamado (Simpson y Aparato reproductor; perro;
perra; urgencias.
duce cuando el conducto espermático gira sobre sí cols. 1999). En todos los casos, el animal puede
mismo. Dicha rotación puede variar entre 360º y presentarse con anorexia, vómitos e hipotermia. Los Key words:
Reproductive system; dog;
720º, no pareciendo haber predisposición por razón cuadros más agudos presentan una sintomatología bitch; emergency.

consulta • 1
clara de shock, con taquicardia, jadeo, retraso del
tiempo de relleno capilar y presencia de pulso débil
(Simpson y cols. 1999).
En la radiografía abdominal puede evidenciarse
en algunos casos una masa, que ecográficamente
se revela con ecogenicidad variable y un conducto
espermático tortuoso e ingurgitado (Dumon, 2001).
La forma aguda precisa de un tratamiento qui-
rúrgico de urgencia tras la estabilización de los
signos de shock (Simpson y cols. 1999) basado en
laparotomía exploratoria y extirpación del testículo
intraabdominal mediante la técnica estándar de la
criptorquidia (Dumon, 2001).
En la torsión testicular escrotal, la posible correc-
ción de la torsión se deberá practicar dentro de las
doce horas a partir del comienzo de los síntomas clí-
nicos. Un retraso mayor en la aplicación del trata-
miento produciría una atrofia testicular completa,
quedando como única opción la castración (King y
Fotografía 1. Aspecto del pene tras la monta en un animal con parafimosis. cols. 1974).
Obsérvese la congestión y la imposibilidad de retorno dentro del prepucio. El pronóstico vital depende de la rapidez de la
terapia y de la eficacia del tratamiento. Si no ha sido
necesaria la castración en el caso de testículos
escrotales, el pronóstico reproductor depende del
tiempo de la torsión, ya que parece ser que al cabo
de 1 ó 2 horas de la torsión, la espermatogénesis
experimenta un daño irreparable (Nelson y Couto,
2000).

Parafimosis

Se produce cuando el orificio prepucial es dema-


siado pequeño, ya sea por causa congénita, trau-
mática o postquirúrgica. No obstante, este orificio
es lo suficientemente grande para permitir la exte-
riorización del pene en condiciones normales y sin
erección (Simpson y cols. 1999). La urgencia se evi-
dencia cuando una vez exteriorizado el pene, y
habiéndose producido la erección total, el orificio
Fotografía 2. Lavado con agua fría del pene prepucial actúa como torniquete impidiendo el
para disminuir la inflamación y el edema.
retorno venoso, lo cual produce una severa con-
gestión y riesgo de necrosis (Simpson y cols. 1999)
(fotografía 1).
La parafimosis puede asociarse con la copulación,
traumatismo, hematoma peneano, neoplasia o
cuerpos extraños (Smith y Gourley, 1990). La pre-
sentación en gatos es menos frecuente, general-
mente relacionada con la presencia de pelos prepu-
ciales (Nelson y Couto, 2000).
El diagnóstico se basa en la anamnesis y la ins-
pección clínica. Su aparición requiere un trata-
miento de urgencia en menos de 24 horas, transcu-
rridas las cuales el daño tisular puede justificar la
amputación del pene (Feldman y Nelson, 2000;
Nelson y Couto, 2000).
El tratamiento consiste en retornar el prepucio a
su configuración normal y restaurar la circulación
peneana (Nelson y Couto, 2000).
Es posible actuar a nivel del prepucio aumen-
tando su tamaño mediante corrección quirúrgica
(prepuciotomía), practicando una incisión de espe-
Fotografía 3. El sondaje uretral en estos casos ayuda
a prevenir las estenosis uretrales derivadas de lesiones graves. sor completo en la línea dorsal o ventral. El prepu-

2 • consulta
cio se reafronta anatómicamente suturando la a
mucosa (poligluconato 4-0 a 6-0) con puntos de
aproximación y la piel en capas separadas.
La actuación a nivel del pene se centra en redu-
cir la congestión para lo cual un lavado con agua
fría (fotografía 2) puede mejorar la inflamación y el
edema. Asimismo, se pueden utilizar lubricantes y
soluciones frías de dextrosa hipertónica para tratar
de reducir el tamaño del pene. La colocación de un
catéter urinario permanente durante 7-14 días
ayuda a prevenir estenosis uretrales si el pene tiene
traumatismo grave y se sospecha de afección de la
uretra (Feldman y Nelson, 2000) (fotografía 3). En
los casos más severos, y si el tratamiento anterior no
ha sido exitoso, puede requerirse la amputación
del pene (Smith y Gourley, 1990).
Una vez solucionado el problema agudo, la
extracción diaria del pene y la aplicación de
ungüentos antibióticos dentro de la cavidad prepu-
cial durante dos semanas ayuda a prevenir adhe-
rencias entre el pene y el prepucio (Feldman y b
Nelson, 2000; Nelson y Couto, 2000) (fotografías
4a y 4b). Si se pretende seguir utilizando al pacien-
te como semental se debe agrandar el orificio pre-
pucial, si no se ha realizado como maniobra tera-
péutica en la actuación de urgencia (Simpson y
cols. 1999).
El pronóstico con la reducción manual, o la
reconstrucción junto con la castración es bueno, en
caso de estabilizar y recuperar el estado general del
paciente (Smith y Gourley, 1990).

Torsión uterina

Es una patología poco frecuente en perras y gatas,


presentándose generalmente en útero grávido, en
uno o en ambos cuernos, hacia el último tercio Fotografías 4a y 4b.
de la gestación. El útero puede torsionarse presen- a: Aspecto del pene tras los lavados y masajes con soluciones glucosadas.
tando un giro de entre 180º y 1440º (Johnson, Su volumen ha disminuido y casi puede ser albergado por el prepucio.
1992). En caso de gestación y de presentarse de b: Imagen de la reducción completa del pene dentro del prepucio.
forma unilateral, los cachorros del cuerno no afecta-
do pueden sobrevivir mientras que los del cuerno (Bichard y Sherding, 1994). Si no se diagnostica y
torsionado mueren por hipoxia (Santisteban, 1996). trata de forma adecuada, el pronóstico es reservado
El animal se presenta con síntomas de y el animal puede morir como consecuencia del
distensión uterina y dolor abdominal, shock.
produciendo una distocia si la hembra está
gestante (Bichard y Sherding, 1994). Los síntomas
derivan rápidamente a claros signos de shock, que
Piómetra
requieren un tratamiento de urgencia. El retraso en
la terapia puede derivar en metritis gangrenosa,
peritonitis y muerte. La piómetra es el acúmulo de pus en el útero y
En las radiografías se observa un útero agranda- puede cursar con liberación de endotoxinas a la
do ocupado con líquido en hembras no preñadas, circulación sanguínea, produciendo un cuadro muy
como consecuencia generalmente de una hemome- grave en la hembra (fotografías 5a y 5b).
tra, debiéndose considerar en todos los casos la pió- Tras el estro pueden quedar bacterias en el útero
metra como diagnóstico diferencial del proceso que contaminan la secreciones uterinas que se pro-
(Johnson, 1992). Si aparecen dudas en el diágnósti- ducen durante el diestro bajo la influencia de la pro-
co puede ser de ayuda una laparotomía exploratoria gesterona producida en los cuerpos lúteos. La bac-
e intervencionista. teria más habitual es E. Coli, pudiéndose aislar tam-
El tratamiento de urgencia se centra en una ova- bién, aunque en menor proporción Proteus,
riohisterectomía (OHT), debido a que por lo gene- Klebsiella, Staphylococcus y Streptococcus
ral el tejido isquémico se encuentra desvitalizado (Romagnoli, 2002).

consulta • 3
a Debe sospecharse este proceso en todas las
perras que se evidencien decaídas durante los
dos meses siguientes al estro, aunque una pió-
metra puede aparecer tan solo unos días después
de la ovulación (Simpson y cols. 1999). Se ha
demostrado que el 25% de las perras que reciben
estrógenos para evitar la implantación postmonta
desarrollan piómetra (Bowen y cols, 1985). También
pueden verse afectadas las hembras que sufran el
Síndrome del reducto ovárico en las que tras una
OHT se haya dejado una porción del útero. Estos
casos se denominan piómetra de muñón y precisan
de una mayor atención a los síntomas, ya que sue-
b len despistar al clínico si se considera que el animal
está castrado (Simpson y cols. 1999).

Piómetra en perras

Es una patología frecuente en la perra debido a


factores predisponentes (Dumon,1992) como son
Fotografías 5a y 5b. un celo largo que mantiene el cuello uterino abier-
a: Aspecto de un to favoreciéndose la contaminación bacteriana y un
útero con piómetra diestro muy largo. Durante éste, se producen abun-
tras su extirpación dantes secreciones glandulares que crean un medio
quirúrgica. favorable a la infección, al estar el cuello cerrado y
b: Detalle del
las defensas locales uterinas disminuidas por acción
contenido purulento
en la luz uterina. de la progesterona. Además, la gran longitud de los
cuernos uterinos de la perra puede dificultar el dre-
naje del contenido uterino.
a En un estudio realizado en 70 aparatos genitales,
se encontraron casi un 23% de hembras afectadas
de piómetra (Campos, 1996). Un reciente estudio
realizado en Suecia (Egenvall y cols. 2001) en el que
se ha tenido en cuenta también al perro mestizo, ha
puesto de manifiesto una cierta predisposición
racial, siendo los animales más afectados el Rough
Colli, Rottweiler, Golden retriever y Cocker spaniel.
Aunque frecuentemente la alteración comienza
con una hiperplasia endometrial quística (HEQ)
(Dumon, 1992; Merck, 1993; Simpson y cols.,
1999; Feldman y Nelson, 2000) con infección ascen-
dente desde la vagina, a través del cérvix abierto
durante el estro, se encuentran casos en los que la
HEQ no precede a la piómetra (Campos, 1996;
Falceto y cols. 1997). No obstante es extremada-
b mente raro que se presente en una perra que no
está bajo el efecto de la progesterona en el momen-
to en que se inicia la infección (Feldman y Nelson,
2000). Sin embargo, en el momento en que se rea-
liza el diagnóstico es posible que hayan regresado
los cuerpos lúteos ováricos y que la perra se
encuentre en anestro (Campos, 1996; Falceto y
cols. 1997).
La piómetra puede encontrarse también asociada
a otras patologías del aparato genital diferentes
de la HEQ como son la degeneración quística ovári-
ca y las neoplasias ováricas y uterinas (Falceto y cols.
1997) (fotografías 6a y 6b).
El animal se presenta en la clínica con depresión,
vómitos, inapetencia, poliuria-polidipsia (PU-
PD), hipertermia, dolor articular, uveítis aguda,
distensión abdominal, pudiendo llegar al esta-
Fotografías 6a y 6b. do de shock en caso de no ser tratados (Simpson y
Piómetras relacionadas con neoplasias ováricas y uterinas. cols. 1999). La deshidratación producida como con-

4 • consulta
secuencia de los vómitos, y la diarrea junto con la
endotoxemia bacteriana, provocan lesiones a nivel
Tabla 1 Porcentaje de aparición de los
síntomas en los casos de
renal. Estas lesiones pueden evolucionar hacia piómetra
una insuficiencia renal aguda por 4 factores fun-
damentalmente (Dumon, 2001): Síntoma Porcentaje de aparición
Hipertermia 95%
• Disfunción tubular ligada a la presencia de Flujo vulvar 85%
una nefritis concomitante más o menos rever- Letargia 62%
sible. Anorexia 42%
• Disminución del flujo sanguíneo en el glomé-
PU-PD 28%
rulo como consecuencia de la deshidratación.
Vómitos 15%
• Efectos de E. Coli, la cual presenta una gran
afinidad por el riñón. Diarrea 5%
• Glomerulonefritis primaria por inmunocom-
plejos, formados a partir de antígenos bacte-
rianos de origen uterino (E. coli). Tabla 2 Porcentaje de aparición de
alteraciones en analítica sanguínea
Es muy difícil encontrar un animal que presente en los casos de piómetra
todos estos síntomas (Simpson y cols. 1999). La Síntoma Porcentaje de aparición
secreción vulvar purulenta, o sanguinolenta con leu-
cocitos, es inconstante y su presencia es la base para ALP 57%
la clasificación de la piómetra como abierta o cerra- BUN 29%
da. La distensión abdominal es variable dependien- Hiperprot. 66%
do del contenido acumulado (Simpson y cols. 1999). Monocitosis 57%
Los síntomas más frecuentes y comunes son la Neutrofilia 57%
hipertermia, el flujo vulvar y la letargia (Dumon, Leucocitosis 71%
2001) (tabla 1).
El diagnóstico se basa en la anamnesis, la explo-
ración física y el apoyo de pruebas complementa-
rias. Dentro de la anamnesis se debe incluir infor-
mación de vital importancia como:

☞ Fecha del último celo.


☞ Antecedentes de ciclos estrales irregulares.
☞ Tratamientos hormonales realizados.

En el diagnóstico diferencial hay que tener pre-


sentes procesos que cursen con descargas vulvares,
aumento del volumen abdominal y síndrome de PU-
PD.
En el hemograma se puede encontrar un aumen-
to de neutrófilos (>15x10 3/µl) con marcada desvia-
ción a la izquierda. En casos de piómetra cerrada,
pueden llegar a 100x103/µl. En algunos procesos se
pueden encontrar recuentos normales. En la citolo-
gía puede observarse la presencia de gran cantidad
de leucocitos. La bioquímica puede desvelar posi-
ble uremia debido a la lesión renal al igual que Fotografía 7. Radiografía lateral de un abdomen con piómetra. Obsérvese
aumentos de la GPT y la GOT (Simpson y cols. el volumen uterino y su disposición en el abdomen (flechas).
1999). Las variaciones mas frecuentes en la analíti-
ca sanguínea se exponen en la tabla 2 (Campos,
1996). El tratamiento debe dividirse en una parte médica
En el estudio radiológico se puede observar el y una quirúrgica, dependiendo de la gravedad y
útero dilatado y con contenido en la proyección evolución del proceso.
lateral (Simpson y cols. 1999) (fotografía 7). El útero El tratamiento quirúrgico se reduce a la ova-
en condiciones normales no se visualiza en una riohisterectomía, permitiendo solucionar el pro-
radiografía, siendo muy importante realizar un diag- blema de manera permanente. Antes de su realiza-
nóstico diferencial con gestación (Simpson y cols. ción se debe instaurar un tratamiento para estabili-
1999). zar la hemodinámica del paciente, asociado a una
En la ecografía se puede observar un útero dila- profilaxis antibiótica (Simpson y cols. 1999).
tado y con un contenido que suele ser anecoico El tratamiento médico puede ser recomendable
(Simpson y cols. 1999) constituyendo un buen siste- en animales de alto valor reproductivo, siempre y
ma para descartar la gestación como diagnóstico cuando no corra peligro la vida del animal. También
diferencial (Simpson y cols. 1999). se puede realizar en animales con deficiente estado

consulta • 5
de salud general o de avanzada edad en los que el En piómetra canina de cuello cerrado
propietario no acepte el riesgo anestésico-quirúrgi-
co. El tratamiento médico ha estado basado en el ☞ Dumon (2001): Aglepristone + PG F2α naturales
uso de prostaglandinas, pudiéndose utilizar también • Día 0: Aglepristone 10 mg/kg (0,33 ml/kg).
antiprogestágenos o antiprolactínicos. • Día 1-6: PG F2α naturales 0,025/kg, tres veces
Es aconsejable añadir al tratamiento fluidoterapia al día.
y antibióticos durante 15 días (Dumon, 2001). El • Antibioterapia.
antibiótico de primera elección es la enrofloxacina
(2,5 mg/kg/12 h ó 5 mg/kg/24 h). Otros antibióticos ☞ Romagnoli (2002): Aglepristone +/- PG F2α nat.
adecuados son la marbofloxacina y amoxicilina / • D1, D2 y D8: Aglepristone 10 mg/kg.
ácido clavulánico (Wessels y Wells, 1989). Se reco- • Antibioterapia.
mienda comprobar la presencia de resistencias • En casos en los que no se consiga un vaciado
mediante el aislamiento e identificacion de la bacte- total se puede asociar a PG F2α el D14 y D28
ria presente en las secreciones y la realización de un obteniendo un éxito del 90%.
antibiograma.
La PG F2α provoca luteolisis y contracción uterina Se debe confirmar la eficacia de este tipo de
pero no induce la abertura del cérvix con lo que se tratamientos comprobando mediante ecografía
debe utilizar sólo en caso de piómetra abierta que el útero alcance el tamaño normal.
(Simpson y cols. 1999). Tampoco debe utilizarse en En hembras tratadas de piómetra y recuperadas,
hembras con nefropatías o cardiopatías, mal estado se recomienda realizar revisiones periódicas del
general o edad avanzada (Dumon, 1992). Si no se útero en las primeras semanas tras el celo. El
observa una clara respuesta al tratamiento con prosta- empleo profiláctico de antiprogestágenos solos o en
glandinas en un período de 72 horas se debe empezar combinación con prostaglandinas (Peña, 2000) y
a considerar la ovariohisterectomía (Peña, 2000). antibioterapia podrían evitar la recurrencia de la
Cuando se utilizan prostaglandinas se deberá hos- piómetra
pitalizar el animal hasta una hora después de su Si el motivo del tratamiento es la obtención de una
administración por los efectos secundarios produci- camada, la perra debe cubrirse en el siguiente celo
dos por el tratamiento (inquietud, jadeos, hipersali- (Simpson y cols. 1999). La fertilidad suele ser buena y
vación, nauseas, vómitos, dolor abdominal, taqui- el número de cachorros normal. Si la cubrición tiene
cardia, diarreas e hipotermia) (Simpson y cols. éxito es recomendable castrar el animal antes del
1999). Para controlar los efectos secundarios de las siguiente estro ya que hay un riesgo muy alto de que
PG F2α es recomendable utilizar antieméticos como se repita el problema (Simpson y cols. 1999).
la metopimazina -dosis 5 mg/10 kg (Vogalen-
Rhone®)- y atropina 1% -dosis 0,25 mg/kg (Atropina Piómetra del muñón uterino
Braun®)- (Dumon, 2001).
La PG F2α provoca que la progesterona disminuya Sucede en perras a las que se ha practicado una
a niveles basales en 2-3 días. Se debe confirmar el OHT y ha quedado una pequeña porción de útero
efecto del tratamiento mediante ecografía y deter- donde se puede desarrollar la piómetra (Simpson y
minaciones de concentración de la progesterona cols. 1999). El muñón queda lleno de pus pudiendo
(Simpson y cols. 1999). Para relajar el cuello uterino ser detectado mediante radiografía o ecografía
se puede utilizar etaminofilina (Allen 1992), no sien- (Simpson y cols. 1999).
do recomencables los estrógenos porque potencian Su tratamiento reside en la extirpación quirúrgica
las acciones de la progesterona sobre el útero del muñón (Simpson y cols. 1999).
(Feldman y Nelson, 2000). El uso de antagonistas de
la progesterona como Aglepristone (Simpson y cols. Piómetra en gata
1999) presenta un efecto similar a la luteolisis pro-
ducida por la PG F2α bloqueando los receptores de En las gatas esta patología no es tan frecuente
Progesterona (Romagnoli, 2002). como en las perras. Debido a su característica de ser
Entre los múltiples tratamientos descritos en la animales de ovulación inducida por el coito, en la
bibliografía utilizando uno o combinando varios fár- mayoría de los casos, éste es requerido para el desa-
macos se describen a continuación algunos ejemplos: rrollo del cuerpo lúteo secretor de progesterona.
El diagnóstico, al igual que en la perra, se centra
En piómetra canina de cuello abierto en la anamnesis, la exploración física y las pruebas
complementarias (fotografías 8a y 8b). Los ultraso-
☞ Dumon (2001): PG F2α natural + Cabergolina nidos permiten diferenciar con facilidad entre emba-
• Día 1: PG F2α natural 2 veces al día; 0,25 mg/kg razo y piómetra a los 21 días de la última fecha de
• Día 2-9: Cabergolina 5 µg/kg/día/oral. apareamiento (Feldman y Nelson, 2000).
• Asociado a antibioterapia. En numerosas gatas con piómetra se aumenta la
fórmula leucocitaria (media de 35.000 clas/mm3),
☞ Romagnoli ( 2002): PG F2α natural pudiendo presentarse un desplazamiento hacia neu-
• Durante 2-3 días: PG F2α natural (Dinoprost®) trófilos más inmaduros en el diferencial leucocitario
50-100 µg/kg (0,05-0,1 mg/kg), 2 veces al día. (Dumon, 2001).
• Antibioterapia: Ampicilina 22 mg/kg, 3 veces Se deben vigilar los siguientes parámetros antes
al día. del tratamiento y durante el mismo:

6 • consulta
a
☞ Temperatura rectal.
☞ Nitrógeno ureico sanguíneo.
☞ Gasto urinario.
☞ Concentraciones séricas de sodio/potasio
(Feldman y Nelson, 2000).

Al igual que en la perra, está recomendado el tra-


tamiento quirúrgico, siendo asimismo la bacteria
más frecuente la E. coli. Un cultivo puede ayudar a
instaurar antibioterapia pese a que los antibióticos
empleados como única alternativa no son eficaces
(Feldman y Nelson, 2000).
La PG F2α se utiliza en hembras de alto valor repro-
ductivo de menos de 6 años, con el cuello uterino
abierto y produce un efecto de contracción sobre el
miómetro (Feldman y Nelson, 2000). El uso de PG F2α
es mejor tolerado por la gata que por la perra
(Dumon, 2001):
b
• PG F2α 0,5 mg/kg/SC/bid/3-5 días.
• Antibioterapia: Ampicilina 20 mg/kg/IM/8 h.
• Fluidoterapia: Ringer lactato.
Fotografías 8a y 8b.
a: Aspecto de una
En caso de presenciarse dolor abdominal y fiebre gata con piómetra.
se debe valorar la fórmula leucocitaria y realizar una Obsérvese la
ecografía buscando los efectos de una posible peri- distensión
tonitis (Feldman y Nelson, 2000). abdominal.
Por lo general, las gatas regresan al estro después b: Útero de una
de una a seis semanas de tratamiento, presentando gata con piómetra
tras su extirpación
un alto porcentaje de gestación en la siguiente
quirúrgica.
cubrición (Feldman y Nelson, 2000).
La piómetra es una enfermedad de pronóstico
Feldman EC, Nelson RW. Reproducción de gatos. En:
grave. El estado de deshidratación, aumento de ure- Feldman EC, Nelson RW. Endocrinología y
mia, anemia, shock, etc., agravan el pronóstico. Es Reproducción en perros y gatos. Mc-Graw Hill
necesario un examen clínico completo para realizar Interamericana, Méjico, 2000. pp 571-839.
una correcta valoración. ❖ Johnson CA. Medical management of feline pyometra.
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