Titata
Titata
Titata
Alejandro Ruíz, afirma que el juego impacta en seis importantes niveles del desarrollo de niños
y niñas, e incorpora hábitos de cooperación y de socialización. Así:
1. Nivel físico: permite coordinar movimientos, impacta en los ciclos de sueño de los
niños y niñas, y en el desarrollo psicomotriz. Y también aporta a una buena salud
y combate riesgos como el sobrepreso.
2. Nivel mental y sensorial: ya que permite que niñas y niños puedan discriminar formas,
colores, texturas, lo que establece una sensorialidad específica.
3. Nivel afectivo: contribuye a que los niños y niñas expresen sorpresa, alegría,
expectación, estableciéndose así, como un mecanismo afectivo.
6. Nivel de conciencia del cuerpo: el juego les permite a los niños conocer su cuerpo, sus
capacidades, así como reconocer el entorno que los rodea.