UD2. Economías Lineal y Circular
UD2. Economías Lineal y Circular
UD2. Economías Lineal y Circular
El origen de la palabra economía proviene del griego oikos, que significa «casa», y
nomos, que significa «administración», es decir, economía significa la
administración de la casa.
La economía se considera una ciencia social capaz de analizar la forma de
administrar los recursos disponibles para satisfacer las necesidades de la sociedad
y de las familias. Esta ciencia estudia las decisiones, el comportamiento y la toma
de decisiones del individuo.
Economía circular en la UE
La Comisión Europea estableció en el año 2020 un plan de acción en el que se
contempla el ciclo de vida de los productos desde que se diseñan, se producen y
se usan, hasta que se reciclan.
Pretende fomentar el consumo sostenible de los recursos para que estos se
mantengan en la economía el mayor tiempo posible. Una de las propuestas más
destacadas es la dedicada al plástico.
Otras de esas propuestas más destacadas son las diversas legislaciones sobre
sustancias químicas, tanto para productos como para residuos.
El Parlamento Europeo pide a las autoridades de cada país, de cada ciudad, que se
comprometan con medidas concretas y decididas.
Generación de residuos
En 2016 se generaron 5 toneladas de residuos por habitante de la UE. La mayor
parte derivaba del sector de la construcción (37 %), la minería (25 %) y la industria
manufacturera (10 %); los hogares representaban el 9 % del total.
La recogida de residuos está implantada a nivel local y se basa principalmente en
puntos de recogida a través de contenedores separados.
La legislación de la Unión Europea sobre gestión de residuos viene establecida por
la Directiva(UE) 2018/851 como parte de las medidas sobre economía circular y que
se incorporó en la Ley española 7/2022 de 8 de abril, adoptando medidas sobre los
siguientes puntos:
• Respaldar modelos de producción y consumo sostenibles.
• Fomentar el diseño, la fabricación y el uso de productos eficientes.
• Fomentar la disponibilidad de repuestos, así como manuales de instrucciones e
información técnica que permitan reparar o reutilizar productos sin que se reduzcan
su seguridad y su calidad.
• Reducir los residuos alimentarios.
• Fomentar la reducción de sustancias peligrosas en materiales y productos.
Por otra parte, establece nuevos objetivos de reciclaje de residuos para 2025, de tal
modo que, para entonces, tiene que reciclarse un mínimo del 55 % de los residuos
municipales en peso. Este porcentaje ascenderá al 60 % para 2030 y al 65 % para
2035.
Igualmente, todos los países miembros deben:
• Establecer el 1 de enero de 2025 como tarde una recogida separada de residuos
textiles y peligrosos de origen doméstico.
• Garantizar que se han implementado medidas para cumplir con la obligación de
recoger por separado los biorresiduos que entró en vigor el 31 de diciembre de
2023, según el artículo 22 de la Directiva marco de residuos.
La directiva señala posibles sistemas de pago por generación de residuos del tipo
pay as you throw.
Pay as you throw: Herramienta muy eficaz para reducir significativamente los
restos; también es muy eficaz como método de control de costes. Ofrece a la
ciudadanía un incentivo para que participe en programas que enseñan técnicas de
reciclaje y compostaje. (PAYT) se refiere a cobrar a las personas por la cantidad
de basura que tiran. En la actualidad, numerosas ciudades y localidades de todo el
mundo tienen este tipo de pago en función de los desechos.
ACTIVIDADES
Papel
Fabricar papel a partir de pulpa reciclada y no de celulosa virgen requiere un 60%
menos de energía. A su vez por cada tonelada de papel reciclado se ahorran más de
30 mil litros de agua.
Vidrio
Éste es otro de los materiales que pueden reciclarse una y otra vez sin perder su
calidad. Recuperarlo ahorra 38% de energía comparado con fabricar envases con
materia prima nueva.
Además, reduce la contaminación del aire en 20% y del agua en 50%, según un
reporte de la Agencia de Protección Ambiental de Estados Unidos (EPA.)
Plásticos
Existen 7 tipos diferentes de plásticos y todos tienen la particularidad que al
reciclarse pierden sus propiedades y se transforman en materia prima de menor
calidad. A ese proceso se lo llama down cycle y reutiliza plásticos más resistentes
en fibras para alfombras, madera plástica o tela polar.
A pesar de esto, reciclar plástico también ayuda al ambiente. Según un reciente
estudio elaborado por la industria, el ahorro total de energía al reciclar plástico PET
es de 79 % y 88 % para polietileno y polipropileno de alta densidad. Las reducciones
de emisiones fueron del 67 y del 71 por ciento respectivamente.
En conclusión, cuando reciclas no sólo estás reduciendo la basura sino que
estás colaborando en muchos aspectos para cuidar más y mejor a nuestro
planeta
ACTIVIDADES
4. La Huella de Carbono
El rastro de gases de efecto invernadero (GEI) que dejan las actividades humanas
se conoce como huella de carbono.
La huella de carbono se define como el conjunto de emisiones de gases de efecto
invernadero producidas, directa o indirectamente, por personas, organizaciones,
productos, eventos o regiones geográficas, en términos de CO2 equivalentes, y sirve
como una útil herramienta de gestión para conocer las conductas o acciones que
están contribuyendo a aumentar nuestras emisiones, cómo podemos mejorarlas y
realizar un uso más eficiente de los recursos.
Diferenciamos dos tipos de huella de carbono; la Personal y la que producen las
Empresas.
La huella de carbono personal es la que origina un solo individuo en su vida
cotidiana al desplazarse, consumir, alimentarse y utilizar recursos como la energía.
La ONG ambiental The Nature Conservancy estima que cada habitante del planeta
genera una media de casi cuatro toneladas anuales de CO2, mientras que en países
como Estados Unidos esta cantidad se cuadruplica por persona y año.
Los expertos señalan que la huella de carbono personal debe reducirse a menos de
dos toneladas anuales para 2050.
La huella de carbono de las empresas viene dada por las actividades que realizan
y que producen gases de efecto invernadero como, por ejemplo, durante la
fabricación, el transporte o el consumo energético. La huella de carbono
corporativa mide todas las emisiones GEI de las empresas y su alcance, tanto si son
directas y pueden controlarlas como si no.
En este sentido, las compañías suelen tener la opción de reducir o compensar su
huella de carbono. ¿Cómo? Mejorando su eficiencia energética, consumiendo
energía de origen 100 % renovable, realizando campañas de sensibilización,
invirtiendo en proyectos medioambientales, abonando impuestos verdes o
comprando toneladas de CO2 en el mercado internacional de emisiones, entre
otras acciones.
• Erradicar la pobreza
• Poner fin al hambre
• Garantizar vida sana y promover el bienestar en todas las edades
• Asegurar una educación inclusiva, equitativa y de calidad para todos
• Lograr igualdad entre géneros
• Garantizar agua limpia y saneada
• Asegurar el acceso a una energía asequible y no contaminante
• Promover un trabajo decente y un crecimiento económico sostenido
• Crear infraestructuras e industrias sostenibles y promover la innovación
• Reducir las desigualdades en la sociedad y entre diferentes países
• Ofrecer ciudades sostenibles
• Promover un consumo responsable
• Combatir el cambio climático
• Conservar la vida submarina
• Proteger ecosistemas terrestres
• Impulsar sociedades pacíficas
• Fortalecer los medios de ejecución y alianzas para el Desarrollo Sostenible