Cuadernillo Primer Semestre FVT
Cuadernillo Primer Semestre FVT
Cuadernillo Primer Semestre FVT
- Quino -
Nombre: _____________________
Programa anual 3
Unidad N°1 6
I- Hacer memoria de nuestras experiencias de vida 7
A. ¿De qué estamos hechos? ¿Qué hacemos con lo que somos? 8
B. ¿De qué hablamos cuando hablamos de experiencias de vida? 10
II- Narrarnos para conocernos 14
Unidad N°2 16
I- Introducción 17
II. ¿De qué hablamos cuando decimos Educación Superior? 18
III. Un recorrido sobre las diferentes Universidades de Córdoba 20
Programa anual
El espacio curricular Formación para la Vida y el Trabajo busca, desde el encuentro entre diferentes disciplinas y
saberes escolares y extra escolares, acompañar a los/as estudiantes en los procesos de construcción identitaria
que hoy transitan, situados en los últimos años de la Escuela Secundaria. Desde el reconocimiento de sus propias
experiencias de vida y trayectorias educativas, la intención es que este espacio habilite la posibilidad de un
“pensar(nos)” en y sobre sus proyectos personales y colectivos. Para todo esto, no solo será necesario volver a
mirar lo recorrido hasta el momento, sino también ampliar la mirada a los caminos y trayectos que las y los
alumnos de 5to° año desean transitar. En este sentido, será fundamental el re-conocimiento de sus gustos,
intereses, deseos, expectativas, mandatos y temores .
Durante el recorrido de la materia, las dudas o incertidumbres que vayan surgiendo, y las nuevas preguntas y
puntos de vista que aparezcan, ocupan un lugar fundamental, ya que son necesarios para aclarar las ideas con las
que ellas y ellos van a enfocar sus elecciones, y así pensar en posibles proyectos de vida.
Los contenidos y actividades que realizaremos, permitirán empezar a indagar en diversos intereses y trayectos y
conocer las distintas posibilidades que existen en sus entornos en relación al mundo de los estudios superiores y
del trabajo.
Podríamos decir entonces, que en este proceso, tejeremos hilos significativos entre nuestros pasados y nuestros
presentes, para pensar también en aquello que deseamos construir luego de terminar la Escuela Secundaria.
PROPÓSITOS
- Habilitar tiempos y espacios educativos amorosos en donde se privilegie el encuentro compartido entre
estudiantes y docentes, tanto en la virtualidad como en la presencialidad.
- Generar instancias de debate y análisis que permitan complejizar los contenidos a abordar.
- Facilitar y compartir herramientas para un ejercicio activo en torno a la escritura y lectura académica por parte
de las y los estudiantes.
- Promover el acceso y la difusión de diferentes artefactos y expresiones culturales que guarden relación, en su
forma y su contenido, con lo que la asignatura propone.
- Transitar colectivamente un proceso de aprendizaje que resulte significativo para las experiencias de vida en
sociedad.
- Generar junto con las y los estudiantes un tiempo-espacio áulico donde tenga lugar la escucha atenta y el
diálogo respetuoso.
OBJETIVOS
- Que el grupo de estudiantes pueda poner en diálogo los contenidos, conocimientos y prácticas desarrolladas en
el espacio curricular, con las instancias evaluativas, casos a analizar y/o problemáticas sociales a trabajar a lo
largo de la materia.
- Trabajar desde el compromiso y la responsabilidad ante los tiempos, espacios y requerimientos de las
propuestas, actividades y evaluaciones planteadas.
- Promover y facilitar herramientas y estrategias para la construcción de capacidades que permitan organizar de
forma autónoma el estudio.
- Promover y habilitar instancias de diálogo y debate a partir de prácticas democráticas y comprensivas en
relación a las y los otros.
- Que el grupo de estudiantes tengan un rol activo y creativo en la resolución de actividades y espacios áulicos
propuestos.
- Que el grupo de estudiantes desarrollen capacidades referidas al trabajo colectivo y colaborativo entre pares.
- Transitar individual y colectivamente procesos reflexivos en torno a las experiencias de vida de los/as estudiantes
y sus trayectorias educativas.
- Habilitar espacios de diálogo y reflexión crítica en torno al mundo laboral y de la educación superior junto con
los/as estudiantes.
- Promover abordajes teóricos y conceptuales de los temas a trabajar.
- Promover trabajos individuales y colaborativos que permitan a los/as estudiantes apropiarse de algunas
herramientas procedimentales y conceptuales necesarias en el mundo de la Educación Superior.
UNIDADES DE CONTENIDO
UNIDAD I. Nosotros-otros: re-conocimiento de nuestras experiencias de vida.
Esta unidad funcionará como puerta de entrada de la materia, en tanto buscará habilitar espacios de diálogo y
reflexión crítica en torno a las experiencias de vida y trayectorias educativas de los/as estudiantes. Destinar un
tiempo-espacio a su reconocimiento identitario propiciará un escenario más fértil para abordar los ejes referidos
al mundo del trabajo y los estudios superiores.
Los contenidos a trabajar serán:
❖ Proceso de autoconocimiento, introspección y socialización de las propias condiciones y trayectos,
individuales y compartidos, incluyendo experiencias, fortalezas y dificultades, entorno vincular, social y familiar
(Historias de vida).
❖ Primeras aproximaciones a la reconstrucción de las biografías escolares de los/as estudiantes: reflexión
sobre el momento de transición (finalización de la escolaridad obligatoria)
❖ Primeras aproximaciones a la reconstrucción de las biografías de vida de los/as estudiantes.
❖ Identificación de las propias habilidades, intereses, deseos, saberes y experiencias por parte de las/os
estudiantes.
❖ Representaciones en torno a las juventudes y los posibles roles de género que estas ocupan en la
sociedad.
❖ Categorías: experiencia, identidad, diversidad y memoria.
- Liniers -
I- Hacer memoria de nuestras experiencias de vida 1
Es común que llegados los últimos años del secundario, las preguntas más recurrentes por parte de
los/as adultos/as sean ¿Qué vas a estudiar? ¿Qué querés ser cuando termines? ¿De qué te gustaría
trabajar? Son muchos los interrogantes a los que se enfrentan como jóvenes, quizás sea mejor
reconocerlos y no intentar darles respuestas acabadas… quizás, de eso se traten las búsquedas.
La elección de un proyecto educativo ocupacional -es decir, las decisiones en torno a qué estudiaremos
después del secundario y/o cuál será nuestra ocupación o profesión en el futuro- es un recorrido que se
define mientras se transita.
En la vida cotidiana cuando se hace referencia a cómo elegir una carrera u ocupación, a veces, aparecen
propuestas de lo que se tendría que hacer para elegir “bien”. Se piensa por ejemplo, en la aplicación de
test prometedores, como si hubiese fórmulas infalibles que bastaría con seguir para elegir
acertadamente, o se proponen carreras que supuestamente conducen al éxito económico.
Estas afirmaciones tajantes sobre cómo elegir o qué carreras conviene hacer suelen resultar muy
tentadoras en momentos en que te encuentras confundido/a y con necesidad de resolver las propias
incertidumbres. Sin embargo, las realidades individuales, tanto a nivel personal como social, varían tanto
de una persona a otra, que se vuelve imposible que exista un modo certero que permita, a todos/as por
igual, hacer una elección adecuada.
Por eso, para hablar de temas referidos a la elección de un proyecto educativo y ocupacional es mejor
usar términos como construcción, búsqueda, recorridos, expresiones que aluden a un proceso de
reflexión e interacción con el entorno, en el cual cada quien irá reconociendo sus propios recursos,
formulando sus propias preguntas y construyendo las herramientas necesarias para poder elegir de
manera reflexiva e informada.
En este proceso de elección de un estudio u ocupación se ponen en juego tres cuestiones claves: lo
relativo a la persona, es decir, todo aquello que tiene que ver con vos, el lugar donde creciste, los
recorridos que has efectuado, tu paso por la escuela, las cosas que te gustan, tus miedos, creencias; lo
referido a lo social, es decir los grupos con los que te vinculas, tu entorno, tus compromisos; y por
último las posibilidades que existen a nivel educativo y laboral en tu contexto.
Antes de que explores las posibilidades educativas, queremos invitarte a que empieces por re-
conocerte, para poder luego considerar qué cosas tenés en cuenta para elegir, lo que te gusta hacer,
cuáles son tus intereses, habilidades, etc. Asimismo, también es importante poder visualizar tu propio
1
Adaptación de GUÍA DE TRABAJO. Proyectos educativos después del secundario: problemáticas y estrategias de acercamiento a la
información. Universidad Nacional de Córdoba. Córdoba, 2018.
contexto y, las particularidades de la comunidad de la que formas parte, para lo cual es necesario tomar
perspectiva, conocer otras realidades sociales, otros contextos, otras vidas que nos ayuden a mirar la
propia vida y a situarnos desde una mirada más amplia sobre las propias condiciones.
Vamos a comenzar por lo primero: ¿quiénes somos? ¿de dónde venimos? ¿de qué estamos
hechos? ¿qué nos distingue? ¿qué nós gusta hacer? … ¿se te ocurren otras preguntas para
hacer-te?
En las siguientes páginas encontrarás una serie de actividades y lecturas que pretenden acompañarte a
responder algunas de las preguntas planteadas. La intención no es elaborar respuestas definitivas y
acabadas, sino animarse a ponerle palabras a lo que estamos siendo.
Un hombre del pueblo de Neguá, en la costa de Colombia, pudo subir al alto cielo.
Y a la vuelta, contó.
Dijo que había contemplado, desde allá arriba,
la vida humana.
Y dijo que somos un mar de fueguitos.
- El mundo es eso - reveló -.
Un montón de gente, un mar de fueguitos.
Cada persona brilla con luz propia entre todas las demás.
-Eduardo Galeano-
En nuestra vida cotidiana ponemos en juego diferentes capacidades para resolver actividades rutinarias,
conflictos y/o situaciones comunes o extraordinarias. Estas capacidades que algunos estudiosos llaman
habilidades influyen en cómo nos desenvolvemos en los espacios que habitamos (escuela, clubes,
organizaciones sociales, etc), en el vínculo que establecemos con la gente que nos rodea, en nuestro
ejercicio ciudadano, en la construcción de hábitos saludables, etc.
Pero los beneficios de las habilidades no se restringen al plano individual. A nivel social, una población
con más habilidades podrá coordinar más fácilmente las acciones necesarias para acceder a mejores
2
Fuente: Más habilidades para el trabajo y la vida: Los aportes de la familia, la escuela, el entorno y el mundo laboral. CAF
Corporación Andina de Fomento. Bogotá, Colombia, 2016.
bienes y servicios públicos, lograr mayor equidad, etc. Es decir, las habilidades individuales benefician y
se retroalimentan con el resto de la sociedad; al mismo tiempo que se construyen siempre en relación a
otros.
Las habilidades para la vida y el trabajo que hoy son importantes, tanto en la esfera individual como en la
social, no necesariamente seguirán siéndolo a futuro. Cada época histórica requirió habilidades
diferentes para lograr un desarrollo pleno. Por ejemplo, hace unas decenas de miles de años las
destrezas físicas para procurarse el alimento y protegerse de los peligros de la naturaleza eran cruciales,
pero hoy lo son mucho menos, ya que altos niveles de ciertas habilidades cognitivas –como la capacidad
de razonamiento matemático y el manejo adecuado del lenguaje– y socioemocionales –como la
autoeficacia o la perseverancia, tienen una injerencia mayor en determinar la calidad de vida de las
personas y de los países.
¿Alguna vez te pusiste a pensar cuáles son tus habilidades? ¿Todas las personas tienen
desarrolladas las mismas habilidades? ¿Será esto importante a la hora de comenzar a pensar
posibles proyectos para cuando terminemos la escuela? ¿Por qué?
Las habilidades se forman en muchas etapas y a lo largo de toda la vida. La escuela, la familia, los
grupos de amigos-as, los clubes y otras instituciones que habitamos en nuestra vida, son ámbitos en
los cuales vamos construyendo estas capacidades, siempre en relación a otros. Por otro lado, es claro
que las habilidades no son fijas o inmutables, ni vienen grabadas en piedra al nacer. Ellas se construyen
de acuerdo a los diversos acontecimientos que transitamos en la vida.
Existen diferentes clasificaciones que nos permiten ordenar estas ideas para comenzar a pensar de qué
estamos hechos y qué hacemos con eso que tenemos…
2. Luego de completar el camino, te propongo que vuelvas a mirar las tarjetas que colocaste en
cada una de las zonas intentando identificar qué habilidades y/o conocimientos pusiste en
juego allí. Luego de eso, completá el siguiente cuadro
Habilidades identificadas ¿Dónde y con quién las ¿Qué me permiten lograr estas
aprendí? habilidades?
Experiencia (y alteridad)
Jorge Larrosa.
Para empezar, podríamos decir que la experiencia es “eso que me pasa”. No eso que pasa, sino “eso
que me pasa”.
En esta primera sección, vamos a tratar de desarrollar un poco esa idea. Primero, de una forma un
tanto abstracta. Tratando de sacarle punta a qué significa “eso que me pasa”. Tratando de formular
algunos de los principios de la experiencia. Después, en la segunda sección, trabajaremos la cuestión
de la experiencia de una forma más concreta. Tratando de pensar qué sería la lectura entendida
como experiencia. La tercera y la cuarta sección introducirán dos lecturas complementarias y, a partir
de ellas, continuaremos dándole vueltas a las distintas dimensiones de la experiencia, a sus distintos
principios. La quinta y última sección consistirá en una reivindicación general de la experiencia casi
como categoría existencial, como modo de estar en el mundo, de habitar el mundo. Por último, en la
sección que he titulado “aperturas”, te propondré algunas líneas de pensamiento y algunas
cuestiones problemáticas para que tú puedas continuar el trabajo.
La experiencia es “eso que me pasa”. Vamos primero con ese eso. La experiencia supone, en primer
lugar, un acontecimiento o, dicho de otro modo, el pasar de algo que no soy yo. Y “algo que no soy
yo” significa también algo que no depende de mí, que no es una proyección de mí mismo, que no es
el resultado de mis palabras, ni de mis ideas, ni de mis representaciones, ni de mis sentimientos, ni
de mis proyectos, ni de mis intenciones, que no depende ni de mi saber, ni de mi poder, ni de mi
voluntad. “Que no soy yo” significa que es “otra cosa que yo”, otra cosa que lo que yo digo, lo que yo
sé, lo que yo siento, lo que yo pienso, lo que yo anticipo, lo que yo puedo, lo que yo quiero.
Llamaremos a eso el “principio de alteridad”. O, también, el “principio de exterioridad”. O, incluso, el
“principio de alienación”.
Si le llamo “principio de exterioridad” es porque esa exterioridad está contenida en el ex de la misma
palabra ex/periencia. Ese ex que es el mismo de ex/terior, de ex/tranjero, de ex/trañeza, de éx/tasis,
de ex/ilio. No hay experiencia, por tanto, sin la aparición de un alguien, o de un algo, o de un eso, de
un acontecimiento en definitiva, que es exterior a mí, extranjero a mí, extraño a mí, que está fuera de
mí mismo, que no pertenece a mi lugar, que no está en el lugar que yo le doy, que está fuera de lugar.
Si le llamo “principio de alteridad” es porque eso que me pasa tiene que ser otra cosa que yo. No otro
yo, u otro como yo, sino otra cosa que yo. Es decir, algo otro, algo completamente otro, radicalmente
otro.
Si le llamo “principio de alienación” es porque eso que me pasa tiene que ser ajeno a mí, es decir, que
no puede ser mío, que no puede ser de mi propiedad, que no puede estar previamente capturado o
previamente apropiado ni por mis palabras, ni por mis ideas, ni por mis sentimientos, ni por mi saber,
ni por mi poder, ni por mi voluntad, etc..
Y te diré ya, desde ahora, que, en la experiencia, esa exterioridad del acontecimiento no debe ser
interiorizada sino que se mantiene como exterioridad, que esa alteridad no debe ser identificada sino
que se mantiene como alteridad, y que esa alienación no debe ser apropiada sino que se mantiene
como alienación. La experiencia no reduce el acontecimiento sino que lo sostiene como irreductible.
A mis palabras, a mis ideas, a mis sentimientos, a mi saber, a mi poder, a mi voluntad.
La experiencia es “eso que me pasa”. Vamos ahora con ese me. La experiencia supone, lo hemos visto
ya, que algo que no soy yo, un acontecimiento, pasa. Pero supone también, en segundo lugar, que
algo me pasa a mí. No que pasa ante mí, o frente a mí, sino a mí, es decir, en mí. La experiencia
supone, ya lo he dicho, un acontecimiento exterior a mí. Pero el lugar de la experiencia soy yo. Es en
mí (o en mis palabras, o en mis ideas, o en mis representaciones,o en mis sentimientos, o en mis
proyectos, o en mis intenciones, o en mi saber, o en mi poder, o en mi voluntad) donde se da la
experiencia, donde la experiencia tiene lugar.
Llamaremos a eso el “principio de subjetividad”. O, también, el “principio de reflexividad”. O, incluso,
el “principio de transformación”.
Si le llamo “principio de reflexividad” es porque ese me de “lo que me pasa” es un pronombre
reflexivo. Podríamos decir, por tanto, que la experiencia es un movimiento de ida y vuelta. Un
movimiento de ida porque la experiencia supone un movimiento de exteriorización, de salida de mí
mismo, de salida hacia fuera, un movimiento que va al encuentro con eso que pasa, al encuentro
con el acontecimiento. Y un movimiento de vuelta porque la experiencia supone que el
acontecimiento me afecta a mí, que tiene efectos en mí, en lo que yo soy, en lo que yo pienso, en lo
que yo siento, en lo que yo sé, en lo que yo quiero, etc.. Podríamos decir que el sujeto de la
experiencia se exterioriza en relación al acontecimiento, que se altera, que se enajena.
Si le llamo “principio de subjetividad” es porque el lugar de la experiencia es el sujeto o, dicho de otro
modo, que la experiencia es siempre subjetiva. Pero se trata de un sujeto que es capaz de dejar que
algo le pase, es decir, que algo le pase a sus palabras, a sus ideas, a sus sentimientos, a sus
representaciones, etc.. Se trata, por tanto, de un sujeto abierto, sensible, vulnerable, ex/puesto. Por
otro lado, el “principio de subjetividad” supone también que no hay experiencia en general, que no
hay experiencia de nadie, que la experiencia es siempre experiencia de alguien o, dicho de otro
modo, que la experiencia es, para cada cual, la suya, que cada uno hace o padece su propia
experiencia, y eso de un modo único, singular, particular, propio.
Si le llamo “principio de transformación” es porque ese sujeto sensible, vulnerable y ex/puesto es un
sujeto abierto a su propia transformación. O a la transformación de sus palabras, de sus ideas, de sus
sentimientos, de sus representaciones, etc.. De hecho, en la experiencia, el sujeto hace la experiencia
de algo, pero, sobre todo, hace la experiencia de su propia transformación. De ahí que la experiencia
me forma y me transforma. De ahí la relación constitutiva entre la idea de experiencia y la idea de
formación. De ahí que el resultado de la experiencia sea la formación o la transformación del sujeto
de la experiencia. De ahí que el sujeto de la experiencia no sea el sujeto del saber, o el sujeto del
poder, o el sujeto del querer, sino el sujeto de la formación y de la transformación. De ahí que el
sujeto de la formación no sea el sujeto del aprendizaje (al menos si entendemos aprendizaje en un
sentido cognitivo), ni el sujeto de la educación (al menos si entendemos educación como algo que
tiene que ver con el saber), sino el sujeto de la experiencia.
La experiencia es “eso que me pasa”. Vamos ahora con ese pasar. La experiencia, en primer lugar, es
un paso, un pasaje, un recorrido. Si la palabra experiencia tiene el ex de lo exterior, tiene también ese
per que es un radical indoeuropeo para palabras que tienen que ver con travesía, con pasaje, con
camino, con viaje. La experiencia supone por tanto una salida de sí hacia otra cosa, un paso hacia otra
cosa, hacia ese ex del que hablábamos antes, hacia ese eso de “eso que me pasa”. Pero, al mismo
tiempo, la experiencia supone también que algo pasa desde el acontecimiento hacia mí, que algo
viene hacia mí, que algo me viene o me ad/viene. Ese paso, además, es una aventura y, por tanto,
tiene algo de incertidumbre, supone un riesgo, un peligro. De hecho el verbo “experienciar” o
“experimentar”, lo que sería “hacer una experiencia de algo” o “padecer una experiencia con algo”, se
dice, en latín, ex/periri. Y de ese periri viene, en castellano, la palabra “peligro”. Ese sería el primer
sentido de ese pasar. El que podríamos llamar el “principio de pasaje”. Pero hay otro sentido más.
Si la experiencia es “eso que me pasa”, el sujeto de la experiencia es como un territorio de paso, como
una superficie de sensibilidad en la que algo pasa y en la que “eso que me pasa”, al pasar por mí o en
mí, deja una huella, una marca, un rastro, una herida. De ahí que el sujeto de la experiencia no sea,
en principio, un sujeto activo, un agente de su propia experiencia, sino un sujeto paciente, pasional.
O, dicho de otra manera, la experiencia no se hace, sino que se padece. A este segundo sentido del
pasar de “eso que me pasa” lo podríamos llamar el “principio de pasión”.
Actividad 2
Luego de leer el texto, te propongo realizar las siguientes consignas:
2. Leé con atención la siguiente nota periodística realizada a WOS y luego responde las siguientes
preguntas
Wos duda. Por ejemplo, hoy ya leyó el menú del almuerzo cinco veces y todavía no sabe qué va a pedir. Es tan
indeciso que generalmente necesita ayuda externa. "Yo dudo de todo", dice. "No sé por qué me pasa, pero es
tremendo. Duda siempre, salvo cuando está improvisando
En 2017 debutó en Batalla de los Gallos, donde literalmente arrasó en la nacional después de cinco cruces a priori
complicados (Nacho, Ecko, Papo y Klan) que ganó sin réplica y con el voto unánime de cinco jurados. Luego fue a la
internacional de Red Bull en México e increíblemente avanzó hasta la final, donde perdió contra Aczino, el local
y una leyenda de las batallas, considerado uno de los mejores freestylers de todos los tiempos en habla hispana.
Pero como quedó segundo, Wos se garantizó un lugar en la internacional de este año, que será el 9 de este mes en
el Club Hípico, en Buenos Aires, donde el que jugará de local ahora será él.
"Giré toda mi vida en torno a esto", dice Wos, mientras el camarero se acerca a tomar nuestro pedido. "Dejé de
estudiar actuación para profundizar en el rap, y hoy en mi mira está la revancha contra Aczino."
***
Si bien Wos se interesó por el freestyle desde muy chico, antes de eso ya tenía un camino recorrido en la
improvisación, tanto gracias a sus clases de actuación como a la herencia familiar: Alejandro Oliva, su padre, es el
fundador de La Bomba de Tiempo, un grupo de percusión que creó su propio sistema de improvisación con señas;
y Maia Mónaco, su madre, es una actriz y bailarina que fue parte del cuarteto El Diablo en la Boca (del que
también participaba Alejandro), en el que improvisaban desde lo vocal. Wos estudió piano y batería, además de
teatro, y, cuando era un niño, su padre desparramaba instrumentos en el piso del estudio casero para jugar, tocar
e inventar historias. "Apenas se metió en el freestyle, me preguntaba sinónimos de palabras para no repetirse",
dice Alejandro. "Es clarísimo de dónde viene Valentín."
Sus padres también fueron los responsables de despertar en él la sensibilidad social que lo caracteriza y lo
convierte en un bicho raro de la nueva generación de competidores. Durante la crisis de 2001, a los 3 años, Wos
iba a marchas, asambleas, cacerolazos y ollas populares sobre los hombros de su papá.
Más adelante, cuando cursaba el secundario en el Acosta, sus amigos del centro de estudiantes lo llevaron a
rapear a la villa Zavaleta mucho antes de que fuera conocido. "Siempre me pareció un flash cómo esos pibes
defendían el colegio, me parecía ultra valioso", dice. "Igual, no me considero un militante. No es que me pongo a
discutir y sé mucho sobre todo. Hablo de cosas más simples, que las veo y me rompen mucho las pelotas, nada
más.”
***
Wos encarna a la perfección lo que en Argentina se conoce como "un pibe de barrio". Es sencillo, amable, le gusta
conversar, y tiene un grupo grande de amigos desde hace años con los que siempre "rancheaba en el Parque Los
Andes" … "Estábamos acá cerca y se pusieron a tirar rimas así, de sinvergüenzas", recuerda él. No puede explicar
muy bien qué fue lo que le gustó del rap y las batallas; solo dice: "Y a mí, evidentemente, algo me atrapó".
En 2013, la primera vez que fue a competir a El Quinto Escalón –un evento gratuito en Parque Rivadavia que se
convertiría en la más grande e influyente del circuito mundial de batallas de rap–, su rival intentó atacarlo por su
apariencia aniñada, con un par de rimas sobre Cartoon Network y Danonino. Wos era un nene todavía, de los más
jóvenes del Quinto, muy bajito, rubiecito y lampiño, y todavía no había cambiado la voz. Pero, cuando llegó su
turno, soltó su primera gran rima para la historia: "Me dice enano, mirá cómo lo hundo/Napoleón, 1,50… ¡Y
dominó medio mundo!". Automáticamente, el público estalló (pueden buscar esa batalla en YouTube). "Yo era
mínimo, ¡y encima con esa vocecita!", dice Wos. "Tenía 14, pero parecía más chico. Era obvio que me iban a decir
‘enano’, y en una clase de Historia habían dicho que Napoleón medía 1,50. Eso me re quedó. Así que armé la rima
y la tiré."
Entre 2013 y principios de 2015, Wos y sus amigos fueron al Quinto de manera casi religiosa. Pero todavía eran los
años previos a la explosión, y Wos se aburrió un poco de las batallas. "Éramos siempre los mismos", dice. Sin
embargo, nunca dejó de rapear. En los recreos del colegio entrenaba con un compañero de curso que hacía
beatboxing, y esa regularidad en la práctica no solo le permitió mejorar su estilo, sino volver a sentir las ganas
esenciales de competir. Tras una larga temporada de ausencia en la plaza, Wos volvió al Parque Rivadavia
recargado: estaba más grande, más fachero, con más recursos y más flow que nunca antes. Y ahora nadie iba a
poder detenerlo.
(...)
Eso le abrió paso para clasificarse a su primera nacional de BDLG ("Yo siempre mandaba el video para entrar pero
nunca quedaba", recuerda Wos), que en 2017 se hizo por primera vez en el legendario estadio Luna Park, todo un
hito para el rap local. Wos ganó la nacional de punta a punta.
"Mucha gente pensó: ‘Este chabón salió de la nada y ganó’", dice Wos. "Pero yo nunca lo vi así: yo sabía el
recorrido que había hecho durante años." Si Wos ya era el favorito de "los pibes de la plaza", su coronación en
Batalla de los Gallos lo acercó a un público más grande, justo en el momento en el que el evento estaba en su pico
de popularidad
La presión alrededor de Wos aumentó tras la muerte de El Quinto Escalón, una situación que puso en estado
vegetativo al freestyle argentino y convirtió a Wos en su última esperanza. Wos no solo tiene que ganar porque
compite en casa, sino también porque Argentina necesita desesperadamente volver a verse bien dentro del
circuito de batallas de rap. Si le preguntás a Wos, probablemente te diga que hoy no se siente tan cómodo
compitiendo en Batalla de los Gallos.
A medida que la expectativa del público crece alrededor de la internacional, también crece la posibilidad de que
Wos empiece a reprimirse, y eso ya lo afecta. Por eso decidió dejar la actuación un tiempo. Necesitaba enfocarse
en lo que tiene que hacer ahora. Lo que más extraña son las clases, en las que justamente podía experimentar sin
la presión de exponerse ante un público. Porque en definitiva, la improvisación es su combustible, y fue el hecho
de ver amenazado su canal de expresión lo que lo obligó a hacer un esfuerzo en el último año para no perder la
concentración.
"Mi flash era ser actor, pero hoy siento que tengo más para transmitir desde el lado del rap", dice Wos. Claro
que no es nada fácil cuando tenés 22 años, todo te sale más o menos bien y tus amigos están todo el día
tirándote planes tentadores para hacer a la noche. Sin ir más lejos eso pasó ayer, que Wos terminó quedándose
despierto trabajando hasta que amaneció, algo que antes tuvo que explicarle cuidadosamente a su grupo de
amigos. "A la tarde estaba con mis amigos y me decían: ‘Vamos a tomar un fernet a lo de tal’. Les tuve que
explicar que ya hacía varios días que estaba en esa, y que tenía que ir a hacer lo mío", cuenta Wos y reflexiona:
"Es loco… Por más que te guste tu trabajo, igual te lo tenés que poner como una obligación"
b. Si pensamos, cómo trabajamos en clase, que las experiencias de vida nos transforman ¿Qué
experiencia relatada por Wos en la nota pueden identificar como “transformadora” para él como
persona, músico, jóven, rapero? Escribí un breve párrafo en el qué describas la experiencia y por
qué crees que puede haber sido transformadora para este jóven. Retoma aquí los aportes teóricos
trabajados en el texto de Jorge Larrosa.
Actividad 3
La palabra recordar etimológicamente proviene del Latin y significa algo así como volver a pasar por
el corazón. Para cerrar esta unidad quiero invitarte a recordar experiencias, situaciones, emociones
que formaron y forman parte de tu vida. Para ello te propongo reunirte en grupo y resolver las siguientes
consignas.
1. Lean con atención el texto “La canción más corta y más larga del mundo” de Nicolás Schuff.
2. Luego de leer el texto conversen en torno a las siguientes preguntas. Realicen un registro de lo
conversado para compartirlo luego en el plenario.
¿Qué significa para ustedes “recordar”? ¿Creen que es importante? ¿Qué necesitamos para recordar?
¿Podemos recordar solos o siempre necesitamos de otros? ¿Los recuerdos nos transforman?
3. Escribí individualmente entre 2 y 4 recuerdos significativos que tengas de tu vida: podes remitirte a
tus primeros años de vida, a la semana pasada, a tu primaria, etc. Cuando los escribas intenta
incorporar la mayor cantidad de elementos que ayuden a describir dichas situaciones.
4. Vuelvan a reunirse con el grupo y pongan en común los recuerdos que cada uno escribió. Luego,
piensen grupalmente en 1 o 2 recuerdos significativos que tengan como grupo y escríbalos
incorporando la mayor cantidad de elementos posibles.
Actividad 4
Mirá con atención la charla TDX. Mientras escuchas la conferencia de Mazza, te sugiero anotar
en tu carpeta ideas/conceptos/definiciones importantes que aparecen en el video. También
podes identificar cuestiones que te cuestan comprender, dudas y aportes.
1. A partir de tus registros, te propongo reconstruir con tus propias palabras las siguientes categorías
que aparecen en el video:
- Identidad
- Narración
- Significado
2. Escribí una reflexión, a modo de hipótesis, acerca de cuál es la importancia y el sentido de narrarte a
vos mismo, qué significa hacer memoria de nuestras experiencias, qué implica reconstruir nuestra
identidad, qué esperas descubrir, etc.
Unidad N°2
El mundo de la educación superior, una
invitación a explorar
I- Introducción
El espacio curricular Formación para la Vida y el Trabajo busca, desde el encuentro entre diferentes
disciplinas y saberes escolares y extraescolares, acompañarlos/as en los procesos de construcción
identitaria que hoy transitan, en los últimos años de la Escuela Secundaria. Desde el reconocimiento de
nuestras propias experiencias de vida y trayectorias educativas, la intención es que este espacio habilite
la posibilidad de pensar(nos) en y sobre nuestros proyectos personales y colectivos de vida.
Al comenzar esta travesía, conviene tener presente que las dudas o incertidumbres que vayan
surgiendo, y las nuevas preguntas y puntos de vista que aparezcan, son necesarios para aclarar las
ideas con las que van a enfocar sus elecciones, y así pensar en posibles proyectos de vida. Lo
importante es que no se desalienten frente a la incertidumbre. Es conveniente que estén dispuestas/os a
revisar, reconocer y, a veces, cuestionar las distintas ideas y sentidos que traen de experiencias
anteriores, para poder seguir avanzando en el proceso de construcción de alternativas.
Desde el cole y en particular en este espacio curricular, queremos aportar herramientas para la elección
de posibles campos de estudio que sean de sus intereses, a partir del reconocimiento de sus trayectorias
educativas y de la exploración crítica de posibles espacios de estudio en la educación superior. Es por ello
que compartiremos las experiencias del amplio abanico de posibilidades de este mundo que se les
aproxima. La participación en las diversas muestras de carreras es fundamental para poder ampliar la
mirada y conocer nuestras posibilidades. Sabemos que muchos/as tienen mucha seguridad en las
carreras o universidades en las que estudiar, pero también creemos que es importante hacer un
recorrido por otras oportunidades y posibilidades, que quizás, todavía no conocemos.
Actividad 1
¿Alguna vez te pusiste a pensar qué significa elegir? ¿Qué ponemos en juego a la hora de elegir?
¿Todas las elecciones son iguales?
1. Luego de jugar al juego “las 4 esquinas” coordinado por la profesora, te propongo resolver las
siguientes consignas.
a. Reunite con alguien del curso y realicen un listado de al menos 10 cosas que necesitamos
para elegir.
Elecciones que tienen impacto a lo largo del tiempo Elecciones sin impacto a lo largo del tiempo
c. Piensen en torno a las siguientes preguntas: ¿Qué necesito a la hora de elegir una carrera
de nivel superior? ¿Qué puedo hacer para llevar adelante esa elección? ¿Qué implica
elegir qué y dónde estudiar? ¿Qué tengo en cuenta a la hora de elegir qué y dónde
estudiar?
Nos recomiendan películas, nos dicen qué comer, con qué juegos nos vamos a divertir y qué ejercicios físicos hacer. Los
algoritmos nos estudian, aprenden y nos ayudan a tomar decisiones y ahorrar tiempo: los datos no dudan. ¿Cómo
impacta esto en la construcción de las nuevas familias, chicos, adultos? ¿Estamos perdiendo capacidades reflexivas?
¿Pensamos cada vez menos?
La historia de inventos exitosos que, tras una etapa de vacíos legales, deben ser regulados por sus efectos
sociales es extensa. En la actualidad, un producto relativamente nuevo como las redes sociales y otras
plataformas digitales omnipresentes y desreguladas han aprendido en poco más de una década a usar el
mundo digital como gigantesco laboratorio de experimentación, un laboratorio financiado con miles de
millones de dólares para dar con la(s) fórmula(s) mágica(s) que “atraparán” a los usuarios de internet.
La lista de ejemplos es larga: los algoritmos nos estudian, nos agarran de la mano y nos muestran el camino
a seguir. Los de Netflix aprendieron algunos de nuestros comportamientos culturales y nos recomiendan
películas que podrían interesarnos. Otros han comprendido que en general se prefieren juegos cuya curva
de aprendizaje es de un par de segundos. ¿Años para a tocar el piano? No, para qué. Mejor chatear para
controlar tiempos y mensajes que hablar cara a cara y sentir el costo de sabernos observados. La promesa
de disfrutar sin interrupciones ni consecuencias es posible en el mundo perfecto del diseño digital. Los
algoritmos nos simplifican la vida y nos ahorran “la pérdida” de tiempo de la duda. Gracias a su conocimiento
de nosotros mismos, superior al propio, pueden ofrecernos un atajo para maximizar la felicidad potencial que
se juega entre quiénes somos y las opciones que nos ofrece el mundo.
Pero detrás de la simulación de un poder benévolo que solo nos ayuda a elegir lo mejor para nosotros
aparece el poder para empujar ciertas acciones: que compremos en determinado lugar, agreguemos otro
producto a nuestra canasta de deseos, nos posicionemos frente a las noticias (¿nos gusta, nos sorprende,
nos…?), trabajemos un ratito más o votemos por tal o cual candidato. ¿Cómo podrían las corporaciones no
ceder a la tentación de llevar un poco más de agua a su molino?.
En una interesante entrevista de Todo es Fake, uno de los podcasts de Revista Anfibia, la investigadora
Sonya Song explicaba: “Lo cierto es que las redes sociales son un lugar donde la gente no piensa
demasiado ni piensa de modo profundo. Estas personas pueden ser perfectamente inteligentes, resolver
cálculos y otros problemas complicados, pero en las redes sociales no quieren comprometer su inteligencia
en los posteos que ven”. Este tipo de relación con las redes sociales facilita la circulación de noticias falsas o
recortes de la realidad que enfurecen o generan empatía, a los que comentamos o les damos like; nuestras
reacciones emocionales refinan los algoritmos para mejorar aún más la eficiencia de los mensajes futuros.
Para evitar este tipo de comportamiento se podría pedir a la gente que ratifique su comentario/like cinco
minutos más tarde. También se podrían diseñar herramientas para estimular el diálogo y limitar las
respuestas viscerales que parecen estar poniendo en peligro a la democracia.
El problema no es técnico. Las redes sociales pertenecen a empresas que viven de lo que actualmente se
llama “Economía de la atención”. Diseñan plataformas que nos mantengan enganchados, consumiendo
nuestro tiempo de atención allí dentro y produciendo contenidos para incentivar la atención de los otros. Si
apuntar a nuestras emociones funciona, ¿por qué no explotarlo? Google comparte una presentación sobre el
uso del celular para que las empresas sepan cuándo atacar al cliente: el 68% de los usuarios chequea su
celular antes de los 15 minutos de despertar, aumentó un 20% el número de sesiones desde smartphones,
etc. El resultado es un bombardeo quirúrgico constante que amenaza la capacidad de controlar la propia
vida.
Esa atención empaquetada, segmentada, se ofrece a los anunciantes para que mejoren sus ventas o a los
políticos de cualquier orientación política para que los voten. El objetivo, en ambos casos, es similar: la
manipulación. Esta palabra es casi un anatema entre los científicos sociales pero, pese a necesitar una
reelaboración, debería ser devuelta al análisis. ¿Cómo llamar a los pequeños retoques en los algoritmos de
Facebook para experimentar con los estados de ánimo proyectados en las redes o los “jueguitos” de UBER
para que los choferes sientan la tentación de dar más vueltas y alcancen nuevos objetivos económicos?
Justin Rosenstein, el creador del botón de “like” de Facebook explicó en una entrevista que “nuestras
mentes pueden ser secuestradas” y compara los “me gusta” de Facebook con chispazos de “pseudo-placer”.
Hoy en día Rosenstein confiesa que usa control parental para regular su uso del celular, se autobloqueó de
Snapchat y otras redes. La misma nota menciona estudios sobre una nueva atención “constantemente
parcial” que seguramente sonará conocida a buena parte de los lectores para quienes dedicarse una hora a
una tarea sin interrupciones (posiblemente autogeneradas) debe parecer un lujo de otro siglo. Un
ex-desarrollador de Apple explicaba que nunca se propuso “enganchar” a la gente y que “no es
inherentemente malo atraer a la gente hacia tu producto”. Es cierto: el objetivo, al fin y al cabo, es el mismo
que el de la televisión, la radio o el cine, es decir, comprender nuestros gustos para mantenernos atentos y
vender publicidad. La diferencia es que ahora tienen muchos más datos para dirigir sus mensajes con
precisión y que los medios digitales están (aún más) firmemente entretejidos en nuestra propia subjetividad
que los medios anteriores. En la medida en que pasamos más tiempo en las redes alimentamos más a la
bestia y le damos más espacios para llegar a nosotros. Fenómenos novedosos como la nomofobia dan
indicios de hasta qué punto el celular y el usuario son parte de la misma cosa..
Sujeción
La forma en que nos construimos como sujetos ha consumido hectolitros de tinta y megavatios de pixeles
iluminando pantallas. Desde Antonio Gramsci buscando comprender los mecanismos del sentido común y la
hegemonía, pasando por la ideología en Louis Althusser, la pregunta que horada la academia es ¿qué nos
hace ser lo que somos?
La respuesta es que, evidentemente, el sujeto humano no surge de la nada. No hay sujeto sin sociedad. Los
niños ferales que sobrevivieron se parecieron siempre a los animales que los adoptaron: no se
transformaron en seres en estado de “pura esencia humana”. ¿Pero cómo actúa concretamente el proceso?
El debate seguirá eternamente entre los sujetos que, desde adentro de la sujeción, intentan salirse del barro
para mirar el fenómeno; la tarea es titánica porque están en el mismo lodo, todos manoseados.
En “Todos mienten”, un muy interesante libro sobre el poder de los datos, el periodista y economista Seth
Stephen-Davidowitz cuenta que es fanático desde pequeño de un equipo de béisbol de Nueva York, pero
que su hermano carecía de interés por ese deporte. ¿Por qué? En busca de una posible respuesta, cruzó
datos de los hinchas de cada equipo de beisbol con su nacimiento. Así encontró que el porcentaje de fans
de un equipo crece significativamente en las generaciones que tenían cerca de ocho años cuando ese
equipo ganó un campeonato. Si bien no pudo dar cuenta del caso particular de desinterés de su hermano,
encontró una correlación interesante en los grandes números. ¿Por qué los niños de esa edad son más
susceptibles al exitismo que acompaña el trofeo? Posiblemente la psicología podría buscar causalidad pero
lo cierto es que, al menos según esta investigación, el fenómeno es estadísticamente significativo. Los niños
de ocho tienden a elegir el equipo de su vida entre los exitosos y, ahora que lo sabemos, ¿por qué no
explotar ese recurso para diseñar rasgos de nuevos sujetos?
Pedacito a pedacito, el Big Data permite comprender quiénes somos realmente y los procesos que nos
construyen. ¿Será el Big Data capaz de articular un modelo de sujeción coherente incluso sin hipótesis?
¿Lograrán una demolición de la pregunta con la artillería de los datos? Este tipo de preguntas resulta aún
más relevante (e incómoda) cuando vemos niños conectados a aparatos desde antes de ser capaces de
hablar y cuya irritación al desconectarlos del aparato sorprende a sus padres. Desde pequeños “datificamos”
crecientemente nuestra vida que se almacena en servidores para ser cribada una y otra vez en busca de las
pepitas que permitan monetizarla.
¿Y entonces?
Los algoritmos han aprendido a mantenernos en nuestra zona de confort, una droga contra la que no hay
rehabilitación. El problema es que ese confort, por definición, no nos incomoda. ¿Cómo puede funcionar una
sociedad donde cada uno simplemente acepta lo que es y se siente cómodo en ese lugar? Una respuesta es
la exagerada (y mala) película Idiocracy. En esa sociedad infantilizada nadie se toma el trabajo de
reflexionar más allá de lo que ya pensaba y se delegan las decisiones a las máquinas.
¿Cómo se hace para que los más jóvenes lean un libro completo y descubran el placer de la lectura si
crecieron con juegos cuya curva de aprendizaje es cercana a cero? ¿Cómo favorecer contenidos que
requieren concentración en la era de la interrupción?
Una vez aplacada la indignación, las preguntas apocalípticas anteriores resultan algo paternalistas: ¿quién
decide cómo o en qué deberían pensar los demás? ¿Cuáles son los insumos legítimos para la construcción
de la subjetividad? ¿Solo la familia y la escuela? ¿No es egocéntrico creer que hay conocimientos más
valiosos que otros? ¿Es cierto que el esfuerzo es la condición necesaria para acceder a una reflexión más
compleja? O ¿Son mejores las reflexiones más complejas? Parecería una verdad evidente, pero… ¿por
qué?
Mientras la reflexión se paraliza frente al tsunami digital, los datos aprenden a influir a la sociedad con
creciente eficiencia desocultando también algunos de sus rasgos más preocupantes, haciéndola
parecerse espantosamente a sí misma. ¿Y si simplemente los algoritmos nos estuvieran señalando la
insoportable verdad de que somos como sociedad (aún) peores de lo que suponíamos?
1)- Lean la nota y elaboren una síntesis de al menos 5 renglones en la que expliquen el tema central de la misma.
2)- Escriban una breve reflexión en torno a lo que les pareció la nota: ¿están de acuerdo con lo que plantea? ¿qué
cosas les llamaron la atención? ¿qué crítica o valoración podrían hacer respecto a lo que leyeron?
A- ¿Creen que las diferentes elecciones que hacemos en nuestra vida se dan totalmente libres de influencias
externas? ¿Creen que sus elecciones/decisiones están influenciadas por elementos “externos”? ¿Cuáles creen que
son los elementos externos que influencian nuestras elecciones/decisiones en términos generales?
B- Si pensamos en la elección de una Universidad y carrera para realizar nuestros estudios superiores … ¿cuáles son
los elementos externos que influyen (dificultando o acompañando) en nuestra elección?
A lo largo del cursado de la materia, si bien abordaremos otras unidades, tendremos que ir haciendo
algunos “paréntesis” para participar de las muestras de carreras de las diferentes universidades. Las
fechas que estas instituciones definen exceden a nuestra materia y al cole y es importante no perder
la oportunidad. Cada instancia deberá constar de un registro guiado por parte de ustedes
(explicado al final de la guía), estos registros serán retomados para un trabajo final en el segundo
semestre.
3
Porcel de Peralta, Sergio. Guía de Carreras Estudiar en Córdoba, 20ª edición, 2017.
● Brindar formación científica, humanística y técnica;
● Promover la producción y desarrollo del conocimiento en todas sus formas;
● Formar a personas comprometidas de manera reflexiva y crítica con el mejoramiento de la calidad
de vida, y el respeto al medio ambiente, a las instituciones de la República y a la vigencia del orden
democrático.
En el sistema educativo argentino, la educación superior es impartida por las universidades, los institutos
universitarios y los institutos de educación superior.
La educación superior universitaria está a cargo de dos tipos de instituciones: las universidades y los
institutos universitarios, ambos integran el sistema universitario nacional. Las universidades desarrollan
su actividad en una amplia variedad de campos disciplinarios no afines, pueden ser nacionales,
provinciales y privadas, y todas deben contar con el reconocimiento del estado nacional. Los institutos
universitarios circunscriben su oferta académica a una sola área disciplinaria y pueden ser estatales o
privados, y también deben estar reconocidos por el estado provincial.
Las instituciones universitarias tienen como función fundamental producir y contribuir a la distribución
equitativa del conocimiento, mediante las actividades de docencia, investigación y extensión concebidas
como servicio social. Estas instituciones sociales son comunidades de trabajo que tienen diversas
finalidades: formar y capacitar a técnicos y profesionales, realizar investigación, producir y difundir
conocimientos, producir bienes y prestar servicios con proyección social, y contribuir a la solución de los
problemas argentinos y continentales.
Facultad: es una unidad académica que se ocupa del dictado de carreras que pertenecen a un área del
saber. Por ejemplo, en la Facultad de Filosofía y Humanidades (UNC), se dictan las carreras de
Licenciatura en Historia, Licenciatura en Filosofía, Licenciatura en Letras, entre otras. A su vez, cada
facultad se organiza en escuelas, de las que dependen esas carreras; el dictado de cada carrera de esa
facultad está a cargo de la Escuela de Historia, la Escuela de Filosofía, La Escuela de Letras,
respectivamente.
Carreras universitarias o de grado universitario: son instancias de formación de cuatro o más años de
duración que ofrecen las universidades y los institutos universitarios. Estas carreras tienen como objetivo
capacitar a los estudiantes en los principios, teorías, leyes y métodos de una o más disciplinas, para que
puedan desempeñar una profesión en un campo de actividad determinado, dedicarse a la investigación
o ejercer la docencia. Además, conducen a un título final de licenciado en…, ingeniero en…, profesor
superior de…, arquitecto, etc.
Título intermedio: algunas carreras de grado otorgan un título una vez cumplida cierta parte de su plan
de estudios, dejando abierta la posibilidad de continuar luego con la formación más extensa. Por
ejemplo, el título de técnico en producción de medios audiovisuales (UNC) se otorga al aprobar las
materias de los tres primeros años y un trabajo final, y habilita para la realización del tramo superior de
licenciatura en cine y televisión.
Ciclo de licenciatura (o licenciatura a término): es un ciclo que complementa la formación de quienes
tienen estudios de nivel superior, permitiéndoles ampliar o profundizar sus conocimientos previos y
alcanzar un título de grado universitario. En cada caso, la carrera especifica el título previo requerido. Por
ejemplo, el ciclo de licenciatura en ciencias de la educación (UNC) está destinado, entre otros, a
profesores de educación inicial, educación primaria o de educación secundaria en distintas disciplinas.
Carreras de posgrado: forman parte del cuarto nivel de educación y su dictado está a cargo de
universidades e institutos universitarios. Está dirigido a quienes poseen un título universitario de grado o
acrediten conocimientos y experiencias suficientes en el campo específico de conocimientos. Hay tres
tipos de carreras de posgrado: especialización, maestría y doctorado.
Institutos de educación superior: son instituciones dedicadas a formar profesores para las instituciones
de enseñanza inicial, primaria, secundaria, especial y superior; y a formar profesionales técnicos. Entre
sus objetivos, además, está el investigar y acrecentar el saber, así como, preservar y transmitir la cultura,
atendiendo en la realización de sus fines a las necesidades y características de la comunidad en la que
actúan y de la región donde ejercen su influencia.
Carreras de educación superior (comúnmente conocidas como carreras terciarias o como carreras
cortas): tienen una duración inferior a cuatro años y consisten en el aprendizaje de técnicas y
procedimientos específicos y de las disciplinas que los fundamentan. Conducen a la obtención de un
título de profesor, para el ejercicio de docencia en los niveles no universitarios del sistema educativo, o
de técnico, que habilita para el desempeño de actividades de carácter instrumental o que requieren la
supervisión de un profesional de grado universitario, en las áreas humanística, social, técnico profesional
y artística.
Validación nacional de los títulos: las titulaciones ofrecidas por las diversas instituciones de nivel
superior deben contar con una resolución de validez nacional. En relación con las universidades e
institutos universitarios, esta resolución es emitida por el Ministerio de Educación, Ciencia y Tecnología
de la Nación, en el caso de los institutos de educación superior, lo hacen las correspondientes
direcciones de enseñanza de los ministerios de educación de cada provincia. En nuestro caso, los títulos
emitidos por instituciones de gestión estatal están validados por la Dirección General de Enseñanza
Superior (DGES) y por la Dirección General de Educación Técnica y Formación Profesional (DGETFP),
mientras que títulos emitidos por instituciones de gestión privada están autorizados por la Dirección
General de Institutos Privados de Enseñanza, todas dependientes del Ministerio de Educación de la
Provincia de Córdoba.
Es importante que sepan que nuestra escuela cuenta con algunos convenios conjuntos con algunas de
las universidades mencionadas. A continuación les facilito una breve síntesis de dichos convenios:
Convenio con la Universidad Blas Pascal - La Universidad permitirá el ingreso directo, sin curso de
admisión, y un beneficio del 10% de descuento en los
aranceles mensuales durante el primer año de cursado en las
carreras de grado que cursan los graduados del Colegio.
Convenio con la Universidad Siglo XXI - El convenio se llama “Colegio amigo” y tiene diferentes
oportunidades para aquellos estudiantes que cumplan con
ciertos requisitos.