La Realidad Invisible
La Realidad Invisible
La Realidad Invisible
Este mensaje trata sobre la lucha entre el reino de la luz y de las tinieblas. Barna Group es
un grupo cristiano que hace encuestas en iglesias y analiza su estado. Ellos hicieron una
encuesta y preguntaron ¨¿qué creen las personas que es satanás?¨, 4 de cada 10
cristianos no creen que existe, en cambio creen que es una fuerza, un ente o una metáfora
de la Biblia. Solo esta pregunta hace que este tema sea relevante. Es muy preocupante
que el pueblo de Dios no crea que satanás existe. Otra pregunta era ¨¿quién es el Espíritu
Santo?¨, 4 de 10 cristianos creen que es un poder o una fuerza, ni siquiera creen que es
una persona, no creen en la trinidad. Hoy en día, 6 de cada 10 cristianos creen que la
Biblia es verdaderamente la Palabra de Dios, 4 de cada 10 no lo creen. Esto habla de la
escasa calidad de cristianismo que encontramos en todo lado. La generación Z, a
diferencia de otras, es altamente espiritual. Eso suena positivo pero no necesariamente lo
es. Buscar espiritualidad no es buscar a Dios, es llenar áreas de la vida de forma tal en que
satisfagan la espiritualidad.
Debido a lo anterior, es importante hablar del mundo espiritual y de la realidad invisible,
aunque no lo creamos o compartamos, si decimos ser cristianos y que nuestra fe se basa
en la doctrina que es la Palabra de Dios. La Biblia se puede leer como un libro espiritual
que relata la historia del choque entre el reino de la luz y de las tinieblas. Queremos atacar
ese escepticismo cristiano acerca del mundo espiritual porque las escrituras dan suficiente
evidencia. El Nuevo Testamento está más cargado de evidencia del mundo espiritual que
el Antiguo Testamento. Lo triste de todo esto es que no es una norma en el incrédulo, sino
en la gente que tiene el título de cristiano.
El doctor Murphy, quien trabaja mucho desde la teología el tema del mundo espiritual y
las repercusiones de la realidad espiritual, dice: “tal vez, desde los días de los apóstoles, la
iglesia primitiva y los padres de la iglesia, nunca se ha dado un avivamiento de lo
sobrenatural maligno como hoy”. Estamos en medio de una sociedad y vivencia cristiana
en la que empezamos a ser tan insensibles al mundo espiritual que como cristianos
estamos en prácticas continuas de brujería, hechicería, adivinación y pareciera que no
nos importa o no queremos atacarla. Parece que somos insensibles a una realidad en la
que estamos viendo un avivamiento afuera, donde es normal ver gente practicando
brujería en las calles y nosotros no manifestamos el reino de la luz.
El problema empieza en la cosmovisión cristiana. Nosotros vivimos el cristianismo en
medio de un choque de ideas dentro de esta. Por cosmovisión nos referimos a las
suposiciones básicas propias en cuanto a nuestra realidad, qué es lo que creemos y qué
dirige nuestra realidad. Dentro de la cosmovisión cristiana hay dos rubros que están
chocando hoy dentro de la iglesia:
1. La cultura occidental que ha traído una fe racional a la iglesia. Cabe aclarar que
nosotros deberíamos de capacitarnos para poder argumentar que la fe cristiana
es una forma racional de vivir, no es que creemos en fábulas. Eso se ha debido a
la mala estructuración de ideas y al mal discipulado que hay en la iglesia.
Nosotros creemos en un Dios que se revela. Es lógico creer en Él porque el
diseño perfecto apunta a un diseñador. La intencionalidad en todo lo que existe
indica que hay alguien que creó con un propósito. El diseño perfecto del
universo habla de un Dios de orden que creó todas las cosas y las puso no por
casualidad. De la no materia no puede haber vida. La vida produce vida,
entonces tiene que haber algo que produjo todo, algo vivo. La moral universal
nos dirige a algo mayor a nosotros que establece el estándar moral. Es lógico
pensar que existe Dios, esa es nuestra fe y la del mundo occidental. El problema
del mundo y la cosmovisión occidental es que no se involucra en los asuntos
que no entiende, ha dejado de lado el mundo sobrenatural en el que vivimos,
en el cual nuestra realidad terrenal está permeada.
2. La cosmovisión oriental. Aunque vivimos en el oeste, entendamos que
occidental se refiere a Europa y al norte de América. Donde vivimos, venimos
de una cultura hasta cierto nivel espiritual, más creyencera, todo lo que es Asia,
África y Latinoamérica se mueve así, entiende esto y ha visto hasta cierto punto
fruto de un cristianismo que da manifestaciones de poder. Hemos
experimentado el poder del Señor, lo hemos visto obrando, sanando lo que no
se podía sanar, haciendo milagros, pero hasta cierto grado carecemos del
conocimiento para poder explicar sobre Dios a aquel que no cree.
Cuando entendemos todo esto comprendemos una cosa, Jesús desarrolló su ministerio en
una sociedad que entendía lo sobrenatural de Dios, el argumento bíblico está en Lucas
7:20-22 dice: “Cuando, pues, los hombres vinieron a él, dijeron: Juan el Bautista nos ha
enviado a ti, para preguntarte: ¿Eres tú el que había de venir, o esperaremos a otro? En
esa misma hora sanó a muchos de enfermedades y plagas, y de espíritus malos, y a
muchos ciegos les dio la vista. Y respondiendo Jesús, les dijo: Id, haced saber a Juan lo
que habéis visto y oído: los ciegos ven, los cojos andan, los leprosos son limpiados, los
sordos oyen, los muertos son resucitados, y a los pobres es anunciado el evangelio.”
Esta es la historia en la que Juan el Bautista está en la cárcel y manda a uno de sus
discípulos a encontrarse con Jesús y preguntarle, ¿eres tú el Mesías? La respuesta
occidental era sí o no, racional, binaria, y la del Señor es ¨no están viendo las
manifestaciones de poder que demuestran que no solo soy la respuesta que dice sí, soy la
manifestación de la respuesta que dice soy el Mesías y todo a mi alrededor se sujeta a mi
autoridad. No es tiempo de luchar entre ser reformados, tradicionales, pentecostales o
carismáticos. Es tiempo de entender que hoy estamos en una sociedad que necesita
tanto el argumento como la manifestación de poder, el conocimiento y el Espíritu
Santo. Principalmente, la generación Z tiene ese alto deseo de espiritualidad, si los
canalizamos bien van a empezar a moverse en dones, prodigios y milagros, porque van a
demostrar en medio de un mundo que cada vez está más corrupto que Jesús sigue siendo
Rey y Señor. Ese es nuestro rol, enseñar eso.
El doctor Hiebert de la Escuela Trinitaria de Teología Evangélica dice “Jesús evidencia su
poder y que a través de su poder esto habla de sí. La confrontación con espíritus, el
choque espiritual era parte natural del ministerio de Cristo”. Nos deberíamos preguntar si
en la iglesia es así hoy. Si inventamos un rumor y decimos que en X lugar salen bichos
raros y asustan, hasta el incrédulo de afuera va a temer al pasar frente al lugar y entrar.
Todos empiezan a tener miedo porque asustan y pasan cosas. Tomando en cuenta esto,
¿cuál es la manifestación del poder de Dios que la iglesia está mostrándole al mundo? Esta
guerra no es Dios contra satanás (de igual a igual), es Dios y algunos ángeles contra
satanás (de superior a inferior respectivamente).
Si esta guerra es así, la norma del ministerio de la iglesia es ver manifestaciones de poder
en la iglesia. Esto no quiere decir que todos los días debería de pasar algo, ni que el día
que denominamos de milagros todos van a suceder, eso no es así. El que ocasiona el
milagro es el Señor soberanamente, pero normativamente la iglesia debería ver su
poder manifiesto una y otra vez. Vemos a alguien que llegó enfermo salir sanado, aquel
que llegó en opresión siendo libre, el que llegó con ataduras es sano en sus emociones,
quien no conocía al Señor sale enamorado de Él, gente con dones de conocimiento, de
ciencia. Esa debería ser la norma en la iglesia. El problema y la razón por la que esto no
está pasando es porque la cultura occidental ha ministrado la forma de hacer iglesia en
demasía, entonces no creemos que eso puede pasar, que Dios nos puede usar, pensamos
que somos indignos y por ende Él no se va a mover en nosotros.
El Nuevo Testamento habla de que los espíritus son reales, que Dios está vivo y que
continuamente hay una invasión en las zonas celestes que se manifiesta en la Tierra, del
reino de luz contra las tinieblas. Si bien nuestra guerra no es contra carne ni sangre, no es
entre personas, todo lo que hagamos físicamente en la Tierra tiene un impacto en el
mundo espiritual, nuestra obediencia, lo que permitamos que entre a nuestras casas y lo
que rechacemos. Somos protagonistas de esta guerra, no los principales, pero mucha de
esta colisión de reinos es para ver quién tiene más poder sobre los hombres. Las escrituras
hablan de eso, en Marcos lo primero que encontramos es a Jesús guerreando con satanás.
Lo segundo es la obra de las tinieblas chocando contra los discípulos, y después Jesús
liberando a personas y endemoniados. Es la manifestación terrenal visible del reino
invisible que se está moviendo en las personas.
En ese entonces, para la primera generación de creyentes era común que se manifestara
el poder de Dios donde quiera que ellos fueran. Hay una cita que dice “después de la
conversión, sin embargo, no se elabora para los nuevos convertidos ninguna teología
bíblica o culturalmente pertinente que atienda los problemas del mundo demoníaco y su
impacto de poder”. No se enseña o se enseña basado en “el reconocimiento intuitivo y el
temor al mundo de las tinieblas, los espíritus, las fantasías y los fantasmas”. Todo se hace
de forma intuitiva, pero la iglesia ha carecido de entregarle bases a los líderes de la iglesia
y a la iglesia misma y hacerles entender que nuestro rol está en tomar armas y en pelear
esa batalla.
En los próximos mensajes de esta serie se dará respuesta a las siguientes preguntas:
¿pueden estar endemoniados los cristianos?, ¿qué debemos hacer para liberarlos?, ¿qué
puede hacer satanás por medio de los demonios contra los creyentes verdaderos?,
¿pueden ser dañados los creyentes por los demonios?, ¿puede satanás lastimar física,
emocional o espiritualmente a los cristianos?, ¿y qué hay de nuestra iglesia, tienen
capacidad los espíritus malos para infiltrarse hasta posiciones de autoridad y acabar con el
fluir del espíritu?, ¿cómo es posible reconocer y derribar tales fortalezas demoníacas?,
¿hay príncipes espirituales malvados de alto rango que gobiernan sobre territorios?
Continuando, nos guste o no, nos parezca o no estamos en medio de una guerra. Somos
parte del reino de Dios y como miembros tenemos que combatir al reino de las tinieblas y
necesitamos salir de esa cosmovisión netamente occidental. Esto no quiere decir que
tenemos que irnos a la cosmovisión de creer a ciegas, pero necesitamos entender que
tenemos que combatir lo que está sucediendo en el plano espiritual con poder de Dios,
con las armas espirituales que el Señor nos ha dado.
¿Cómo empieza esta batalla?
Todo empieza en Génesis 1:1-2. Cuando Dios no da detalles de un asunto, Él lo hace
porque no tiene relevancia sobre el tema principal de la Biblia. Si nos hemos preguntado
¿por qué existen los dinosaurios?, ¿por qué Dios no habla de este tema? Porque el
enfoque principal de la Palabra es la historia de la redención y todo el interés del Señor
está en explicar su plan redentivo para el hombre, no en describir por qué los dinosaurios
existen o no. El principio de lo creado revela ciertas cualidades de Dios, pero no va a dar
hasta el último detalle porque no es parte del plan de redención que es lo que Él estipula
en la Biblia, la cual empieza con esto: “En el principio creó Dios los cielos y la tierra. Y la
tierra estaba desordenada y vacía, y las tinieblas estaban sobre la faz del abismo, y el
Espíritu de Dios se movía sobre la faz de las aguas.”
Lo primero que podemos entender es que esto revela conceptos de los atributos de Dios.
El primer atributo es que es eterno, desde antes del principio ya Él estaba, ya Él era, Dios
no se sujeta al tiempo, el tiempo se sujeta a Dios. El Señor establece desde antes de que
todo lo creado fuera creado, ya Él estaba y a Él no lo crea nadie porque eso le quita
cualidades a los atributos de quien es. El Señor estuvo siempre y siempre estará, habla de
su eternidad y su poder como Dios creador. Él produjo todo en todo y ese es el Dios al cual
servimos, nada se sale de su control. Toda situación que pase es porque Él la permitió, su
Palabra se cumplirá y lo que no dijo no se cumplirá. Así que, a pesar de que se levanten las
naciones y las personas, hagamos algo o dejemos de hacerlo, lo que Dios dice se va a
cumplir con o sin nosotros porque todo trata sobre Él.
Luego de eso, el texto cambia radicalmente del versículo 1 al 2. Dios crea el desorden, la
oscuridad, el caos. Esos no son sus atributos, Él lo permite, quiere decir que ahí algo pasó.
Muchos de los grandes estudiosos dicen que ese fue el momento entre el antes y el
después de la caída del enemigo. El Señor crea a los ángeles, quienes son seres morales,
tienen libre decisión igual que nosotros, y los pone como seres de adoración. El orgullo en
el corazón de Lucifer lo lleva a rebeldía, es expulsado de los cielos y toca tierra. Muchos
teólogos piensan que eso pasó entre el versículo 1 y 2, la Biblia no lo dice con total
exactitud pero es una posible conclusión. Este es el resultado de un choque espiritual
entre el reino de satanás dominado por el demoníaco y los hijos de Dios enfrentándose a
los hijos de las tinieblas. Así es como inicia esta batalla.
Génesis 3:1-7 dice: “Pero la serpiente era astuta, más que todos los animales del campo
que Jehová Dios había hecho; la cual dijo a la mujer: ¿Conque Dios os ha dicho: No
comáis de todo árbol del huerto? Y la mujer respondió a la serpiente: Del fruto de los
árboles del huerto podemos comer; pero del fruto del árbol que está en medio del
huerto dijo Dios: No comeréis de él, ni le tocaréis, para que no muráis. Entonces la
serpiente dijo a la mujer: No moriréis; sino que sabe Dios que el día que comáis de él,
serán abiertos vuestros ojos, y seréis como Dios, sabiendo el bien y el mal. Y vio la mujer
que el árbol era bueno para comer, y que era agradable a los ojos, y árbol codiciable
para alcanzar la sabiduría; y tomó de su fruto, y comió; y dio también a su marido, el
cual comió así como ella. Entonces fueron abiertos los ojos de ambos, y conocieron que
estaban desnudos; entonces cosieron hojas de higuera, y se hicieron delantales.”
Los animales no hablan, entonces esto demuestra que satanás tiene la capacidad de poder
materializarse en algún animal similar a la serpiente, como también puede hacerlo en
personas y en otras cosas. Satanás empieza poniendo en tela de duda el argumento de
Dios, metiendo verdad con mentira, no es 100% mentira porque eso sería más fácil de
captar, sino que mete una verdad disfrazada de mentira, lo cual hace que sea mucho más
complejo descubrirlo porque él viene a engañar. ¿Iban a ser abiertos los ojos de ellos? Sí,
es verdad. ¿Cuál era el problema? Que se iban a morir, no era verdad que no iban a morir.
La muerte no era acerca del cuerpo que iba a perecer sino era sobre su espíritu, que se iba
a separar de Dios y ya ellos no iban a tener la capacidad de estar en medio de la presencia
del Señor continuamente como la tenían en el momento. Fue media verdad con media
mentira. Hay 4 características del pecado:
1. Y vio la mujer que el árbol era bueno para comer. El pecado entra por los ojos
cuando vemos lo que no deberíamos ver, estamos en el lugar donde no
deberíamos estar y dejamos que nuestro sentir empiece a dictar lo que sigue.
Aquí está en el plano de tentación, todavía no hay pecado, está viendo y siendo
tentada.
2. Y que era agradable a los ojos, y árbol codiciable para alcanzar la sabiduría.Aquí
es donde entra el problema, empieza a desear en su corazón. El momento
donde yo bajo la tentación de mi mente a mi corazón es donde la tentación se
materializa en pecado, cuando pecamos en nuestro corazón, ya pecamos. Con
codiciar la mujer del prójimo o desear matar a alguien en nuestro corazón ya
pecamos.
3. Ella no se quedó ahí. Y tomó de su fruto, y comió; y dio también a su marido, el
cual comió así como ella, materializó el pecado. Peor aún, dio de comer a su
marido, o sea, llevó a otros a pecado porque este siempre demanda más
pecado.
4. Entonces fueron abiertos los ojos de ambos, y conocieron que estaban
desnudos; entonces cosieron hojas de higuera, y se hicieron delantales. El Señor
los llama y los encuentra escondidos. Esta es la cuarta etapa, veo, deseo, actúo
y me escondo porque el enemigo va a venir a traer vergüenza, deshonra y eso
nos lleva a ocultarnos.
En resumen, la guerra espiritual en la que estamos es satanás engañando y esclavizando a
la raza humana mientras que Dios la está liberando y redimiendo. Nosotros somos el
centro de esta batalla, satanás no se ciñó contra otras cosas. Su modelo de ataque
comienza por engañar. El doctor Bain dice lo siguiente: “engañar es dar una falsa
impresión”.
1. Satanás viene a engañar. Para dar una falsa impresión, esta tiene que ser
cercana a la verdadera, entre más lo sea más falsa.
2. El blanco principal de satanás es el liderazgo, se va a ceñir contra todo aquel
que está en esa posición porque esto funciona como un dominó. Atacar a un
cristiano de forma individual y derrotarlo es muy fácil, se cae solo. En cambio, la
caída del cristiano que está en cualquier posición de liderazgo podría traer
repercusiones a todos los que están debajo. Satanás se ciñe contra los líderes
de las iglesias, de la sociedad, los políticos, los padres y las madres por ser
autoridades. Él sabe que si caen los padres, cae su familia, si ellos cometen un
error, su familia se va con ellos.
3. El fin de satanás es traer deshonra, no a los hombres porque somos vasos de
deshonra, ¿qué honra podemos traer nosotros, imperfectos, pecaminosos,
malos por naturaleza? Deshonra a Dios porque cuando el enemigo hace caer a
uno de sus hijos, el que se ve deshonrado es el Padre. A cuántos padres les
gustaría llevar las repercusiones de los errores que sus hijos han cometido.
Prefieren que les pase a ellos a que les pase a sus hijos porque les duele más a
ellos el que le pase a sus hijos que a ellos mismos. El fin de satanás es atacarnos
porque nosotros somos hijos de Dios y al atacarnos deshonra a Papá.
Finalmente, hay una organización jerárquica. El doctor Murphy dice que cuando la Biblia
habla de ángeles, huestes de maldad, potestades y principados, él no encuentra
argumento bíblico para decir que estas son jerarquías como a muchos se nos enseñó en la
iglesia. Todos estos son los entes demoníacos encargados de actuar y de ejercer la obra de
ataque a la humanidad en la Tierra. Por otra parte, la Biblia dice que hay jerarquías
espirituales, ángeles caídos rebeldes, atados al abismo (Apocalipsis 9:2-11).
1. Hay un conjunto de ángeles que están atados, en el momento que el Señor lo
permita, porque nada se sale del control de Dios, estos ángeles van a salir a
atacar como langostas que van a venir a destruir el mundo conocido en medio
de la Gran Tribulación.
2. Hay ángeles caídos que eran tan poderosos que fueron atados para siempre (2
Pedro 2:4) y serán soltados solo en el juicio de Dios, o sea, nunca verán a la
humanidad. Dios sabe por qué y los estragos que podían traer estos entes
demoníacos.
3. Ángeles caídos, atados en el interior de la Tierra que serán desatados para
destrucción (Apocalipsis 9). Son cuatro, cerca del río Éufrates, que serán
soltados y dirigirán ejércitos que acabarán con una tercera parte de la
población en ese momento. No se sabe si serán entes físicos, podrían ser entes
que posean a otras personas y que dirijan este ataque como parte de la Gran
Tribulación, no se sabe porque la Biblia no lo dice.
Estamos en medio de una guerra, nos guste o no, y tenemos dos opciones: hay un reino
de la luz y uno de las tinieblas, ambos se manifiestan. Aunque alguien no sea creyente
probablemente ha visto manifestaciones del reino de las tinieblas y quizás hasta del reino
de la luz. Muchas veces nosotros como partícipes de esta batalla en los lugares celestes y
en la tierra, hacemos como que no vemos y creemos que no nos va a pasar nada o que no
existe. Aquí es una de dos, si no entramos en el reino de la luz estamos en el reino de las
tinieblas y quizás en el reino de las tinieblas no vayamos a recibir el mismo nivel de
ataques, nos dejen queditos un poco más, pero ese tiempito en nuestra vida terrenal que
vamos a estar aquí deleitándonos y haciendo como si lo demás no existe, nos va a llevar a
una eternidad apartados de Dios para siempre.
Esa realidad no es el infierno como lo dibujan, de fuego y diablitos como lo ponen en las
caricaturas. El infierno es un lugar donde nuestro espíritu podría acabar si no se vuelve a
Dios y el lugar es eternamente apartado de su presencia. Eso da más miedo que el fuego y
los diablitos. Dios es amor, paz, gozo, bondad, plenitud y en ese lugar no hay paz. ¿Hemos
estado alguna vez sin paz? Maximicemos eso eternamente, ansiedad, deseos suicidas,
rencor, odio en nuestro corazón, un miedo terrible de que algo nos va a pasar. Este es el
reino de las tinieblas, donde todos esos demonios van a estar eternamente, pero si
escogemos a Dios entendemos que estamos escogiendo que todo lo que está en el reino
de las tinieblas va a querer venirse en nuestra contra y vamos a tener una vida difícil, de
pruebas, de búsqueda del Señor, donde va a estar el enemigo ceñido contra nosotros.
Quizás vamos a ver oposición en nuestra vida terrenal, pero vamos a vivir una eternidad
en medio de su presencia porque peleamos la buena batalla y guardamos la fe en esta
temporada.
Es ilógico disfrutar algo temporal y arruinar lo eterno. En cambio, es más lógico pelear
aquí en la Tierra para disfrutar en la eternidad. El enemigo ha querido venir a mostrarse
como más grande de lo que es, como si estuviera al mismo nivel que Dios, que él es
poderoso. El doctor Murphy menciona en un libro que nos quitemos el concepto de
posesión demoníaca porque este es puesto por satanás y se oye tan poderoso. Este doctor
le dice demonología, los demonios toman control de personas, pero son los mismos que
están pisoteados por el Cordero. Entonces, empecemos a cambiar conceptos porque en
este reino el Señor nos dio armas para pelear contra esos demonios, nos dio la Palabra
para derribar todo argumento de mentira, nos dio poder para echar fuera demonios, para
tomar cosas mortíferas y que no nos pase nada, nos dio poder para imponer manos, que
el enfermo sea sanado y el endemoniado libre. Estamos del lado de quien creó incluso a
sus propios adversarios y los puede aplastar en el momento que quiera. Él va a cumplir lo
que está escrito y en el tiempo justo cada injusto pagará lo que hizo. Dios es un juez justo,
llegará el tiempo donde los haga pagar.
El resultado de esto es una iglesia que se levanta y pelea. Esta es la convocatoria para los
ejércitos de Jehová, para que nos levantemos, peleemos, ayunemos, proclamemos y
oremos. Si conocemos una persona enferma, oremos, pongámosle manos y proclamemos
el poder de Dios. La pregunta del creyente siempre es “¿qué pasa si no ando bien, pongo
las manos y no pasa nada?” Solo somos el instrumento, si no andamos bien y el Señor
puso temor de Jehová en nosotros, pidámosle perdón a Dios. En el momento en que lo
hacemos ya Él borró el registro, eso sí, arrepintámonos, no volvamos a pecar, pero
vayamos, oremos y pongamos manos. Creámosle al Señor que mayor es el que está en
nosotros que el que reina en este mundo. La autoridad que tenemos no se debe a que
seamos buenos o hayamos hecho o dejado de hacer, es porque Dios ha sido bueno con
nosotros, Él ya venció la muerte y el pecado en la cruz del calvario.
En 2 Timoteo 4:7-8 Pablo dice: “He peleado la buena batalla, he acabado la carrera, he
guardado la fe. Por lo demás, me está guardada la corona de justicia, la cual me dará el
Señor, juez justo, en aquel día; y no solo a mí, sino también a todos los que aman su
venida.” No a todos los que esperan su venida sino a todos los que la aman. Hay una gran
diferencia entre esperar y amar. Amar su venida es entender que la venida de Dios es
inminente. Todo lo que hacemos, como obramos y lo que procuramos es traer la gloria de
Dios al lugar donde nos necesitan porque entendemos que ya la victoria nos fue dada. Ya
Cristo ganó la batalla por nosotros y solo tenemos que empezar a poner en práctica lo que
Él ha puesto en nuestras manos. Vale la pena pelear porque ya tenemos la victoria.