Tema 2
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1. El término cultura
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que pueda existir la cultura), mientras que en Francia y Gran
Bretaña se prefería, en este sentido, el término «civilización».Así,
pues, repasando la evolución de este término podemos ver distintos
estadios del mismo: 1) inicialmente se entendía como el cultivo del
espíritu en un sentido individual; 2) posteriormente, especialmente a
partir del s. XVII, se confronta la cultura con la natura (la noción
antigua de cultura como cultivo del espíritu no tiene por qué
contraponer cultura a naturaleza) y se añade el aspecto de actividad
consciente, con lo que el término cultura se asocia solamente a la
actividad humana; 3) a ello se añade la dimensión social de la
cultura, que cristaliza en la noción de «bienes culturales» o de
«cultura material», y que presupone una acción colectiva, es decir, la
colaboración de muchos en la comunidad humana; 4) por último se
asocia, aún de manera elitista, a una situación social privilegiada.
Además, se crea la confrontación con el término civilización y se
relaciona con el término tradición. 5) Todo ello queda superado por
la noción actual de cultura tal como ha sido formulada, en general,
desde la antropología y, en especial, desde la antropología cultural,
en cuanto que la cultura es el objeto de estudio de dicha ciencia y, en
un sentido amplio, se refiere al conjunto de los diversos aspectos de
la conducta humana que son aprendidos y que se transmiten a lo
largo de la historia por aprendizaje social. Finalmente, desde la
perspectiva de la etología, la noción de cultura se hace extensiva
también a determinadas formas de conducta de otras especies
animales.
2. La noción de saber
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el desarrollo del saber como un sentir y la consiguiente historia del
saber entendido como una afección o como una impresión.
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Desde el punto de vista de su utilidad suele distinguirse, desde la
antigüedad, entre conocimiento teórico y conocimiento práctico. Se
trata de una clasificación que goza de una sospechosa popularidad.
Variantes de esta distinción se encuentran en las más diversas
corrientes: saber hacer y saber qué,conocimiento básico y
conocimiento aplicado, ciencia y técnica, especulación y acción,
entendimiento y voluntad, razón pura y razón práctica, logos y bios.
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obtención de nuevos conocimientos, sino la clarificación del
pensamiento. En palabras de Wittgenstein:
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enciclopedia de las ciencias en la cual no se deja de lado ningún
aspecto de la realidad.
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4.1.2 La metafísica entre la ciencia y la poesía
Los mitos eran utilizados por los griegos para narrar el origen del
mundo, las genealogías y el número y la jerarquía de los dioses, pero
también describían aspectos más cotidianos, relacionados con la vida
y la muerte, el bien y el mal, las reglas políticas y sociales, e incluso
se detienen en describir el origen y el uso de algunas armas u otros
artefactos, para dedicarlos a la guerra o al trabajo. En el mito, pues,
mediante fábulas alegóricas, se recrean hechos primordiales,
intentando dar una explicación a las creencias, a las costumbres
sociales, etc., a través de la exposición genealógica de estas
creencias o costumbres. De este modo, los mitos lo que hacen es
reproducir de modo ideológico los cimientos de las culturas o
sociedades que los crean. Y a pesar de su enorme variedad, existe
una uniformidad, versando sobre todo acerca del origen y sentido de
la vida y de la sociedad, del origen del mundo, del significado de la
muerte, etc., con lo que tienen un valor ejemplar o modélico,
generando determinados valores y normas sociales. Por eso, dan una
explicación, un intento de saber de las instituciones sociales y de las
diversas normas. De esta forma, también el mito, como la filosofía, es
un sistema de interpretación que comprende tanto lo cósmico como
lo humano. Enmascarado bajo la forma de alegoría narrativa, el mito
pretende ser una explicación del cosmos en su totalidad; en cuanto a
su extensión, pues, coincide con la explicación propiamente
filosófica, aunque difieren ambas en su método, racional en la
filosofía, y alegórico, remitiéndose al tiempo primordial, y
frecuentemente "sagrado", en el mito, que frecuentemente se
transmite de forma oral y sin espíritu crítico reflejo.
La palabra "mito" nos viene de los griegos. Pero no tenía para los
que la empleaban en los tiempos arcaicos el sentido que hoy le
damos. Cuando surge la filosofía los mitos no desaparecen, sino que
durante mucho tiempo coexistieron la explicación mítica y la
racional. El mitos se presenta, por consiguiente, en el contexto
griego, no como una forma particular de pensamiento, sino como el
conjunto que vehicula y difunde al azar los contactos, los encuentros,
las conversaciones, ese poder sin rostro, anónimo, que Platón llama
pheme, el "rumor". En este sentido se puede definir el mito como la
narración o doctrina tradicional que no es justificada racionalmente,
siendo transmitido, normalmente, por poetas, sacerdotes, etc. Su
doctrina se refiere sobre todo a las cosmogonías, teogonías,
teogenia, sobre el origen del hombre y el sentido de la existencia (de
los dioses, del hombre y del cosmos). Esta visión no es, sin embargo,
compartida por Aristóteles, quien consideraba al mito como un
producto inferior o deformado de la actividad intelectual, un saber
inferior, en la medida en que los valoraba desde la contraposición
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entre ficción y verdad. Al mito se le atribuye como máximo un valor
de verosimilitud, siendo, sin embargo, por el uso que hace de las
imágenes, un buen medio pedagógico y un eficaz instrumento de
persuasión.
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2. Teología y filosofía son dos actividades estructuralmente
disímiles y que se elidenmutuamente, puesto que una procede
de la razón crítica y del hombre, y la otra de la fe y de Dios.
3. Teología y filosofía no se identifican completamente ni se
excluyen del todo, sino que coinciden, o bien se relacionan
entre sí, por lo menos en parte. Según esta tesis, la teología es
filosofía o por lo menos encuentra estructuralmente a la
filosofía en aquella específica zona o sección de ella que es la
teología "racional" o "fundamental" o "apologética".
4.3.1 Schleiermacher
4.3.2 Kierkegaard
Por lo tanto, las religiones atestiguan "el misterio que siempre exige
una interpretación", y las cc remiten a un absoluto que nunca
aprehenderán, ya que constituyen conocimientos relativos. Sin
embargo, existe lo absoluto, o no podríamos hablar de conocimientos
relativos, y por otro lado «podemos estar seguros de que las
religiones -aunque ninguna sea verdadera- son todas ellas pálidas
imágenes de una verdad». Por consiguiente, religión y ciencia son
conciliables: ambas reconocen lo absoluto y lo incondicionado. La
tarea de la religión consiste en mantener alerta el sentido del
misterio, mientras que la función de la ciencia es extender cada vez
más el conocimiento de lo relativo, sin llegar jamás a aprehender lo
absoluto. Y si la religión se equivoca presentándose como
conocimiento positivo de lo incognoscible, la ciencia yerra cuando
pretende incluir lo incognoscible en el interior del conocimiento
positivo. No obstante dichos contrastes están destinados a irse
atenuando cada vez más con el paso del tiempo, y cuando la ciencia
quede convencida de que sus explicaciones son sólo aproximadas y
relativas, y la religión se convenza de que el misterio que contempla
es algo absoluto, entre ambas reinará una paz permanente. En
definitiva, para Spencer religión y ciencia son correlativas. Son
"como el polo positivo y el polo negativo del pensamiento: no puede
crecer en intensidad uno de ellos, sin que aumente la intensidad del
otro".
4.4.1 Berkeley
4.4.2 Dilthey
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Esto significa que la filosofía es una ciencia histórica y como tal
comparte la realidad y la precariedad de las ciencias del espíritu:
ésta no puede ser concebida según los cánones tradicionales, como
un saber total, que investiga "toda la esencia del mundo y de la vida",
y universal, válido para todo hombre y cualquier época. El análisis
histórico demuestra que toda filosofía en cualquier época ha estado
en posesión de métodos y objetos diversos, y aunque se ha ejercitado
ocasionalmente con los mismos problemas, ha obtenido sin embargo
resultados distintos.
4.4.3 Husserl
Uno puede decir en lugar de esta proposición tiene tal y tal sentido,
esta proposición representa tal y tal estado de cosas (4.031)
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La proposición es una figura de la realidad (4.01)
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Este libro quiere, pues, trazar unos limites al pensamiento, o mejor,
no al pensamiento, sino a la expresión de los pensamientos; porque
para trazar un límite al pensamiento tendríamos que ser capaces de
pensar ambos lados de ese límite, y tendríamos, por consiguiente,
que ser capaces de pensar lo que no se puede pensar
(Wittgenstein,Tractatus, Prólogo)
Este límite, por lo tanto, sólo puede ser trazado en el lenguaje y todo
cuanto quede al otro lado del límite será simplemente un sinsentido
(ibíd.)
(La palabra "filosofía" debe significar algo que esté sobre o bajo,
pero no junto a las ciencias naturales) (4.111)
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Una dilucidación correcta de los enunciados de la lógica tiene que
colocarlos en una posición peculiar entre todos los demás enunciados
(6.112)
4.4.7 Heidegger
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Hempel criticó a esta teoría de Popper sobre la base de que las
hipótesis científicas nunca se formulan aisladas, sino que van
acompañadas de toda una serie de hipótesis complementarias o
auxiliares. Con lo cual, puede ocurrir que lo refutado no sea la
hipótesis principal, sino una o varias de las hipótesis auxiliares. El
esquema lógico es
(H1 Ù H2 Ù H3 Ù … Ù Hn) ® C
¬C
-------------------------------------
¬(H1 Ù H2 Ù H3 Ù … Ù Hn)
Una última dificultad, es que Popper exigía que una hipótesis fuera
abandonada a la primera refutación. Pero de hecho en la historia de
la ciencia hipótesis y teorías que resultaron ser verdaderas
sobrevivieron mucho tiempo con contraejemplos gracias a hipótesis
ad hoc. Popper prohibe totalmente el uso de este tipo de hipótesis;
pero no sólo hay razones históricas para defenderlas, sino que
también hay razones lógicas para admitirlas. Dado que a las
primeras de cambio no podemos saber si un contraejemplo está
refutando la hipótesis principal o alguna auxiliar, fácilmente
remediable, es contraproducente abandonar la teoría al menor
problema. Habrá que esperar hasta ver si logra superar sus
anomalías.
¿En qué se convierte la filosofía, una vez que se concibe como parte
de la ciencia, más que como un estudio independiente de ella? La
epistemología tradicional estudiaba la relación entre los datos y las
creencias, entre la evidencia y la teoría. Intentaba mostrar cómo
nuestras creencias están justificadas por los datos de los que surgen;
cómo nuestras teorías científicas están justificada por la evidencia en
que descansan. Este estudio ¿ha de ser abandonado y reemplazado, o
puede continuarse en el seno de una nueva perspectiva? La postura
de Quine es aquí ambigua. A veces sugiere que las viejas cuestiones
huelen a filosofía primera y que, de cualquier modo, el intento de
descubrir una relación entre evidencia y una teoría que justificara la
teoría se ha probado infructuoso. En ese caso, pregunta por qué no
limitarnos a estudiar simplemente cómo nos comportamos, de hecho,
cuando nos movemos desde nuestros datos a la formación de la
creencia. Este estudio fáctico, claramente dentro de los límites de la
psicología, es lo que denomina epistemología naturalizada. Deja a un
lado cuestiones relativas a la justificación y considera sólo las
cuestiones genéticas o causales.
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