LA INTENCIÓN

Contextualización
La escuela primaria Club 20-30 con clave 26EPR0166L, zona escolar 04,
situada en la colonia Tierra Blanca, en la Avenida Nicolás Bravo entre
Corregidora y Cinco de Mayo, en el municipio de Navojoa, Sonora, cuenta con
un total de 12 agentes que garantizan su buen funcionamiento. Esto incluye a 8
profesionales de la enseñanza, una directora, un maestro de apoyo de la
Unidad de Servicio de Apoyo a la Educación Regular (USAER), un psicólogo y
un intendente responsable de la limpieza de toda la institución.

El plantel "Club 20-30", está ubicada en un área de clase media, cuenta con los
servicios públicos adecuados, incluyendo buen alumbrado, acceso a agua
potable y seguridad, lo que contribuye a un entorno propicio para el aprendizaje
y el desarrollo de los estudiantes. Además, la institución está rodeada de
espacios verdes y áreas recreativas que fomentan la actividad física y el
esparcimiento, elementos esenciales para el desarrollo saludable de los niños.

Los profesionales de la enseñanza se encargan de impartir conocimientos y

guiar a los alumnos en su desarrollo académico, mientras que la directora
coordina y supervisa el funcionamiento general de la escuela. El maestro de
apoyo del USAER brinda atención especializada a estudiantes con necesidades
educativas diferentes, y el psicólogo contribuye al bienestar emocional y
psicológico de los alumnos. Por último, el intendente asegura que las
instalaciones se mantengan limpias y en buen estado, lo que también es crucial
para el ambiente escolar. Juntos, forman un equipo comprometido con la
educación integral y el desarrollo de los estudiantes.
La institución dispone de nueve aulas perfectamente equipadas para facilitar el
proceso de enseñanza y aprendizaje. Cada aula cuenta con sus propios
materiales y recursos técnicos, así como mobiliario adecuado y una biblioteca
escolar. Además, la escuela ofrece una cancha deportiva, una cooperativa y un
área de convivencia donde los niños pueden socializar y disfrutar de sus
alimentos. También hay tres baños: uno para niñas, otro para niños y uno más
para el personal docente. Los servicios básicos de agua, electricidad, agua
potable y drenaje están disponibles, lo que garantiza un funcionamiento
adecuado de la institución.

El desempeño y la gestión de una institución dependen de los actores

involucrados en ella. Por lo tanto, es crucial resaltar las seis dimensiones
propuestas por Fierro, Fortoul y Rosas (1999), que abarcan lo social, lo valoral,
lo institucional, lo interpersonal, lo didáctico y lo personal en la práctica
educativa y las definen como:

El trabajo del maestro está situado en el punto en que se encuentran el sistema

escolar (con una oferta curricular y organizativa determinada), y los
grupos sociales particulares. En este sentido, su función es mediar el
encuentro entre el proyecto político educativo, estructurado como oferta
educativa, y sus destinatarios, en una labor que se realiza cara a cara”
(Fierro, Fortoul & Rosas, 1999, pp.20-21).

La dimensión social se centra en cómo los estudiantes interactúan y colaboran.

En esta institución, maestros, alumnos y padres trabajan de manera conjunta en
la toma de decisiones, lo que favorece un funcionamiento armónico de la
escuela. La diversidad cultural y social de la comunidad es respetada y
promovida, fomentando la inclusión y la tolerancia. Esto, a su vez, permite que
los estudiantes desarrollen habilidades y actitudes necesarias para su
integración en la sociedad.

Esta dimensión también se enfoca en la interacción y colaboración entre los

educandos. La dimensión social del Club 20-30 se manifiesta en varios
aspectos clave que fortalecen la comunidad y promueven el desarrollo integral
de sus estudiantes. Involucra a las familias en el proceso educativo a través de
reuniones, talleres, kermeses, festivales y eventos comunitarios. La escuela se
conecta con la comunidad mediante proyectos de servicio social y actividades
que abordan necesidades específicas del entorno. Esto no solo beneficia a los
alumnos, sino que también les enseña la importancia de ser ciudadanos
responsables y solidarios.

En cuanto a la dimensión valoral, se centra en los valores y actitudes éticas de

los estudiantes. Dentro de la escuela primaria se promueven valores
fundamentales que son esenciales para el desarrollo ético de los estudiantes.
Uno de los valores más destacados es el respeto, que implica tratar a los
demás con dignidad y consideración, la empatía también juega un papel crucial,
se fomenta la capacidad de entender y comprender a los otros. Asimismo, la
igualdad es un valor central, promoviendo la idea de que todos los niños tienen
los mismos derechos.

La dimensión institucional se centra en cómo el entorno afecta el desarrollo del

proceso educativo y el papel del docente. En esta institución, que se encuentra
en un contexto urbanizado, el ritmo de trabajo de los maestros es exigente y
riguroso. La directora establece ciertas expectativas para su equipo, tanto
dentro como fuera del aula. Esto puede ser beneficioso para docentes y
estudiantes, ya que promueve una metodología de trabajo efectiva y compleja.
Como resultado, los estudiantes suelen alcanzar aprendizajes significativos de
manera más rápida que en otras instituciones.

Siguiendo con la misma dimensión, hay que destacar la organización y

diversificación del tiempo pues se manejan horarios de salidas a recreo
diferentes y horarios a la hora de salida también, todo esto, sin dejar de lado la
buena comunicación que existe entre los docentes. En el ámbito educativo, el
Consejo Técnico Escolar (CTE) y el Programa de Mejora Educativa (PME)
abordan una variedad de temáticas esenciales para elevar la calidad de la
enseñanza. Una de las principales áreas de enfoque es la inclusión y la
evaluación, donde se analizan los resultados académicos y se identifican las
necesidades específicas de los estudiantes, permitiendo detectar áreas que
requieren atención.

La dimensión interpersonal se centra en las relaciones entre docentes,

estudiantes y padres de familia, destacando la importancia de la confianza en el
aula. Un docente debe ser un guía, un amigo y una figura segura para sus
estudiantes. En esta institución, se observa una relación sólida entre docentes,
alumnos y padres, con un enfoque en resolver y participar activamente en las
diversas actividades que se proponen. La docente titular, con su carácter firme,
logra mantener el control del grupo, creando así un ambiente de trabajo positivo
que favorece el aprendizaje.

También es importante resaltar la sólida relación y vínculo que se ha

desarrollado entre los compañeros a lo largo del ciclo anterior y el actual.
Basado en la comunicación, el respeto y la inclusión, los estudiantes trabajan en
equipo de manera efectiva, apoyándose mutuamente. Esta colaboración no solo
ha fortalecido los lazos entre ellos, sino que también ha creado un ambiente de
aprendizaje positivo, donde cada miembro se siente valorado y motivado a
contribuir.

Cuando surge algún conflicto en el aula, se sigue un proceso específico para su

resolución, manteniendo siempre una comunicación abierta con la docente, los
padres y los directivos. Esto no solo permite abordar y solucionar cualquier
inconveniente, sino que también promueve un enfoque humanista, fomentando
el bienestar de todos, especialmente el de los alumnos. Este enfoque
colaborativo crea un ambiente en el que los estudiantes se sienten seguros y
valorados, lo que a su vez potencia su aprendizaje y desarrollo personal.

Al fomentar la empatía y el apoyo mutuo, se les enseña a manejar conflictos de

manera constructiva, lo que refuerza sus habilidades sociales y emocionales.
Además, este modelo de trabajo en equipo no solo beneficia a los alumnos, sino
que también involucra a los padres y a la comunidad en el proceso educativo,
creando un círculo de apoyo integral que contribuye al bienestar general de
todos los incluidos. Así, se cultiva una cultura escolar que prioriza el respeto, la
inclusión y la cooperación, sentando las bases para un futuro más humano y
solidario.

Hablando acerca de la dimensión didáctica en las aulas, la cual nos adentra en

el proceso de enseñanza y aprendizaje, esta nos muestra cómo se lleva a cabo
el trabajo del docente y como se desenvuelve dentro del aula. Dichas prácticas
profesionales se llevaron a cabo en el grupo de sexto grado sección “B” a cargo
del Maestro titular Samuel Francisco Mendoza Ramirez egresado de la Escuela
Normal Rural “Plutarco Elías Calles”.

El Maestro ha implementado diversas estrategias pedagógicas que fomentan la

participación de los estudiantes, creando un ambiente dinámico donde cada
alumno puede expresar sus ideas y dudas. Su enfoque centrado en el alumno
permite adaptar los contenidos a las necesidades específicas de cada
estudiante, promoviendo así un aprendizaje más significativo.

El grupo está conformado por un total de 25 alumnos, 9 niñas y 16 niños, se

observó que el maestro cuenta con un buen dominio de grupo y de
implementación de los temas o proyectos a dar en clase, aunque tomando en
cuenta el nuevo plan a implementar hay que considerar que se abren muchas
posibilidades.

Por consiguiente, la Nueva Escuela Mexicana (NEM) ha sido uno de los más
grandes retos para los docentes, hay aún muchas dudas acerca de la manera
de trabajo del mismo plan, aunque como Piaget lo ha planteado el objetivo es el
mismo, se “pone énfasis en la figura del aprendiz como el agente que en última
instancia es el motor de su propio aprendizaje” el docente ha buscado y se ha
informado a cerca de como trabajarlo, analizarlo y entenderlo.

El mediador sabe cómo manejar conducta, el ritmo y estilo de aprendizaje de

cada niño, las necesidades que pudieran surgir en cada niño y junto a esto,
saber atender dicha necesidad, pues en la implementación de sus planes se
nota el empeño que pone para adecuar e integrar a todos esos niños que están
rezagados.

Por último, en la dimensión personal se abordan los aspectos internos del

docente, como sus valores, emociones y autoconcepto profesional, que influyen
directamente en su enseñanza y en la relación con los estudiantes. Un trabajo
docente bien implementado no solo favorece el aprendizaje de los alumnos,
sino que también depende de la capacidad del docente para manejar su grupo
de manera respetuosa y generar confianza. Los docentes deben levantarse
cada día con amor y vocación por su carrera, reconociendo que algunas
actitudes pueden no ser beneficiosas para sus estudiantes.

El maestro demostró ser competente y audaz al impartir sus contenidos, ya que

los alumnos evidenciaron el aprendizaje adquirido a lo largo de su formación.
Su motivación por enseñar y su compromiso para guiar a los estudiantes en su
proceso educativo fueron notables. Además, mostró valentía y determinación
ante diversos desafíos en el aula, utilizando su buen carácter para manejar
situaciones complicadas. Reconoció tanto sus fortalezas como sus debilidades,
lo que le permitió seguir creciendo en su camino como docente y contribuir
efectivamente al desarrollo de sus alumnos.

Diagnóstico
Pierre Thibaut (1994), expresa que el diagnóstico es de origen griego que
significa el acto o arte de conocer, se usa frecuentemente en el campo de la
medicina y se refiere a la actividad que determina la naturaleza de una
enfermedad. En el contexto educativo, el diagnóstico se convierte en una
herramienta fundamental para comprender las necesidades y dificultades de los
estudiantes. Permite al docente identificar las áreas de mejora y las fortalezas de
cada alumno, facilitando así la planificación de intervenciones adecuadas y
personalizadas.

El Acuerdo 14/07/18, emitido por la Secretaría de Educación Pública (SEP) de

México, establece una serie de lineamientos cruciales para la atención educativa
a la diversidad en la educación básica. Este documento tiene como objetivo
garantizar que todos los estudiantes, sin importar sus circunstancias personales,
sociales o culturales, tengan acceso a una educación inclusiva y equitativa. Entre
los principios fundamentales que guía el acuerdo se encuentran la igualdad de
oportunidades y el respeto a la diversidad. Se busca promover una educación de
calidad que reconozca y valore las diferencias individuales, asegurando que cada
alumno reciba el apoyo necesario para su desarrollo.

Convertirse en docente es un camino lleno de desafíos y responsabilidades. La

educación no es simplemente una tarea; es un proceso complejo que implica
múltiples factores y motivaciones que pueden influir en el desarrollo del docente.
A continuación, se analizan las competencias clave que todo educador debe
adquirir, así como el nivel de dominio de cada una:

Una de las competencias más relevantes es “Detecta los procesos de

aprendizaje de sus alumnos para favorecer su desarrollo cognitivo y
socioemocional”. Siendo esta la más predominante, tomando en cuenta que
siempre mostré atención a los diversos aspectos del desarrollo y aprendizaje de
mis estudiantes. Adapté las planificaciones del plan y programas para atender las
necesidades específicas de los alumnos.

La competencia de “Aplica el plan y programas de estudio para alcanzar los

propósitos educativos y contribuir al pleno desenvolvimiento de las
capacidades de sus alumnos”, también fue un área de éxito. Un docente debe
seguir las orientaciones de los programas educativos vigentes, y demostré un
excelente dominio de los contenidos. Esto se reflejó en el modo en que los niños
lograron aprendizajes significativos. Utilicé recursos didácticos acordes a las
dinámicas del aula, siempre buscando motivar y entretener a los estudiantes.

Otra competencia crucial es “Emplea la evaluación para intervenir en los

diferentes ámbitos y momentos de la tarea educativa para mejorar los
aprendizajes de los alumnos”. Esta capacidad permite medir el progreso de los
alumnos y adaptar las metodologías en función de los resultados. Dentro de esta
área se utilizaron diversos instrumentos y métodos de evaluación, realizando
ajustes para aquellos estudiantes que lo necesitaban, lo que mejoró tanto su
enseñanza como el aprendizaje de los alumnos.
Además, la competencia “integra recursos de la investigación educativa para
enriquecer su práctica profesional, expresando su interés por el
conocimiento, la ciencia y la mejora de la educación”. Es esencial para
enriquecer la práctica profesional. Un buen docente debe estar en constante
formación, investigando e innovando en su metodología. En la actualidad, existen
múltiples fuentes de información que permiten a los educadores mantenerse
actualizados sobre las innovaciones en el ámbito educativo, siempre aportando
su sello personal a las clases, haciéndolas más dinámicas e interesantes.

La competencia de “Actúa de manera ética ante la diversidad de situaciones

que se presentan en la práctica profesional”. Es igualmente importante ya
durante su trayectoria, los docentes enfrentan situaciones que requieren
respuestas adecuadas conforme a las normativas y principios establecidos. La
docente en formación, en momentos de incertidumbre, recurría a su maestra
titular, aprendiendo a gestionar conflictos bajo la guía de alguien con más
experiencia.

Otra competencia que se reflejo es “Colabora con la comunidad escolar,

padres de familia, autoridades y docentes, en la toma de decisiones y en el
desarrollo de alternativas de solución a problemáticas socioeducativas”,
debido a que fomenta en la toma de decisiones y en la búsqueda de soluciones a
problemas socioeducativos, es fundamental para construir una comunidad
educativa efectiva. Es vital trabajar de manera conjunta, creando un ambiente
escolar positivo que beneficie a todos los involucrados.

Al analizar el dominio del perfil de ingreso, se identificó un área de oportunidad

en la competencia “Diseña planeaciones aplicando conocimientos
curriculares, psicopedagógicos, disciplinares, didácticos y tecnológicos
para propiciar espacios de aprendizaje incluyentes que respondan a las
necesidades de todos los alumnos en el marco del plan y programa de
estudio”. Esta competencia es crucial para garantizar que todos los estudiantes
tengan acceso a un aprendizaje inclusivo. La planeación resulta ser un reto por
superar por el docente en formación. Durante la elaboración de un plan de clase,
es crucial no solo considerar los contenidos a enseñar, sino también las
características y necesidades de sus educandos.

Resaltando la importancia de la planificación contextualizada, un docente debe

considerar factores como los ritmos de aprendizaje y las necesidades de los
alumnos. Una planificación efectiva es clave para fomentar aprendizajes
significativos y debe incluir diagnósticos, estrategias y recursos didácticos que
faciliten el proceso de enseñanza-aprendizaje en el aula.

Insumo 1. Diario de clases

Una de las herramientas metodológicas más efectivas que los docentes pueden
utilizar para registrar su práctica diaria en el aula es el diario de aula. Esta
herramienta es particularmente valiosa porque no solo permite llevar un registro
de las actividades y experiencias cotidianas, sino que también garantiza la
reflexión crítica sobre el proceso de enseñanza-aprendizaje. Este no solo facilita
la autoevaluación, sino que también promueve el desarrollo profesional y la
mejora continua en el aula.

El diario de clases lo define Miguel Ángel Zabalza (2004) como un instrumento

de investigación y desarrollo profesional, sirve para hacer evidentes los
dilemas de los profesores. También los describe como herramientas que
ayudan a recuperar el acontecer del salón de clases. Por otra parte,
Zabalza señala que el diario tiene puntos en común con otras técnicas de
documentación como las historias de aula, registro de incidentes o las
observaciones de clase. Más específicamente Zabalza define a los
 diarios de clase como “los documentos en que los profesores recogen
sus impresiones sobre lo que va sucediendo en la clase”.

Según Zabalza, estos diarios permiten a los docentes reflexionar sobre su

práctica educativa, captar momentos significativos y registrar tanto los éxitos
como los desafíos que enfrentan. Al escribir sobre sus experiencias diarias, los
docentes pueden analizar sus decisiones, evaluar el impacto de sus métodos de
enseñanza y desarrollar una comprensión más profunda de su rol en el aula.
Esto contribuye no solo a su crecimiento profesional, sino también a mejorar la
calidad de la educación que ofrecen a sus estudiantes.

Los diarios de aula pueden tener un impacto educativo significativo en la

formación de futuros docentes, así como en la práctica de profesionales
establecidos. Para los docentes en formación, el diario se convierte en un
espacio seguro para explorar y reflexionar sobre sus emociones, creencias y
experiencias recaudadas dentro aula. Este proceso de autorreflexión es crucial
para el autoconocimiento, ya que les ayuda a entender cómo sus propias
vivencias y emociones pueden afectar su práctica docente.

A lo largo de su carrera, los docentes enfrentan diversos dilemas éticos y

pedagógicos. Al documentar estos dilemas en su diario, los docentes pueden
analizar sus decisiones y las implicaciones de estas, lo que fomenta un
pensamiento crítico sobre su práctica. Esta reflexión les permite no solo
encontrar soluciones, sino también aprender a manejar situaciones complejas
con mayor claridad.

Actúan como una herramienta de autoevaluación, donde los docentes pueden

registrar las metodologías empleadas y la respuesta de sus estudiantes. Este
registro les permite identificar qué estrategias resultan efectivas y cuáles
requieren ajustes. De esta manera, se promueve una práctica docente más
adaptativa y centrada que ira dirigida al beneficio en el aprendizaje de los
estudiantes.

La escritura regular en un diario también contribuye al desarrollo profesional

continuo. Al reflexionar sobre sus experiencias, los docentes pueden establecer
metas de mejora y trazar un camino para su crecimiento. Este proceso no solo
fortalece su identidad profesional, sino que también les proporciona una base
para innovar en sus prácticas y adaptarse a las necesidades cambiantes del
aula.

Nos remontamos a un día en particular en el diario de practicas del diario de

clases con fecha miércoles 12 de octubre del 2022, en esa jornada, donde se
menciona el dilema: ¿Cómo puedo captar de forma continua el interés de los
alumnos?, me enfrenté a la realidad de que, a pesar de tener un contenido bien
estructurado, la atención de los estudiantes fluctuaba. Observé que algunos
estaban desconectados, mientras otros mostraban entusiasmo, pero no de
manera uniforme.

Reflexioné sobre las estrategias que podía implementar para mantener el interés
de todos. Opté por utilizar herramientas tecnológicas, como presentaciones
interactivas y aplicaciones educativas, especialmente que contaran con música.
Noté que captaba más su atención y hacían el aprendizaje más atractivo. A
través de esta experiencia, comprendí que la clave para mantener el interés de
los alumnos reside en la variedad de enfoques y en la relevancia del contenido
para sus vidas.

Los diarios de aula es una herramienta muy significativa fomentan la

autorreflexión y el análisis crítico en la formación inicial y continua de los
docentes. Al ayudar a los educadores a tomar conciencia de su comportamiento
y decisiones en el aula, los diarios promueven un enfoque más analítico de la
práctica educativa. Esto profundiza en la comprensión del significado de enseñar
y permite a los docentes innovar y mejorar sus intervenciones conductuales, lo
que, en última instancia, beneficia el aprendizaje de los estudiantes.

Insumo 2. Fichas evaluativas

La evaluación de la práctica docente es un proceso fundamental para mejorar la

calidad educativa y fomentar el desarrollo profesional de los docentes. La ficha
evaluativa es una herramienta que permite sistematizar la observación y análisis
del desempeño de los educadores en el aula.

Valdez (2000) afirma que la evaluación del desempeño docente es “una actividad
de análisis, compromiso y formación del profesorado, que valora y enjuicia la
concepción, práctica, proyección y desarrollo de la actividad y de la
profesionalización docente". La evaluación orienta las actividades educativas y
determina el comportamiento de los sujetos, no sólo porque proporciona
resultados sino también porque predetermina lo que es deseable, lo que es
valioso y lo que se debe.

Durante esta jornada de prácticas llevadas en la escuela “Revolución”, el maestro

titular llenó una ficha evaluativa en la cual fragmentó los aspectos a superar del
docente en formación, siendo uno de los más críticos el de captar la atención de
los educandos. Esto me llevó a reflexionar sobre la importancia de involucrar a
los alumnos de manera más activa en el proceso de aprendizaje.

En su evaluación, destacó que, aunque el contenido de la clase era pertinente,

había momentos en que la atención de los estudiantes se perdía. Observó que el
uso de metodologías más activas podría mejorar la participación. Por ejemplo,
sugirió implementar más dinámicas grupales y juegos educativos que fomenten
la colaboración y el interés. El maestro también mencionó la importancia de
variar los recursos didácticos, como el uso de videos cortos o presentaciones
interactivas, que podrían captar mejor la atención visual y auditiva de los
alumnos.

La evaluación del docente en formación ha permitido identificar áreas clave para

su desarrollo profesional, destacando la necesidad de mejorar en la captación de
la atención de los alumnos. A través de la implementación de métodos más
dinámicos y estrategias interactivas, se espera que el docente logre crear un
ambiente de aprendizaje más atractivo y participativo.