Para Creer Con Firmeza

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Para creer con firmeza, hay que empezar dudando

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Rating: General Audiences


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Category: M/M
Fandom: 魔道祖师 - 墨香铜臭 | Módào Zǔshī - Mòxiāng Tóngxiù
Relationships: Lan Zhan | Lan Wangji/Wei Ying | Wei Wuxian, Lan Jingyi/Lan Yuan |
Lan Sizhui
Characters: Lan Zhan | Lan Wangji, Wei Ying | Wei Wuxian, Lan Yuan | Lan Sizhui,
Lan Jingyi, Original Characters
Additional Tags: Fluff and Angst, Fluff, Angst with a Happy Ending, Emotional
Hurt/Comfort, Trauma and recovery
Language: Español
Series: Part 4 of Alegría entre todas estas cosas
Stats: Published: 2023-06-14 Completed: 2023-07-07 Words: 13,708 Chapters:
4/4
Para creer con firmeza, hay que empezar dudando
by CissyW

Summary

Todo parece estar acomodándose en La Profundidad de las Nubes. Wei Wuxian cree que
finalmente puede tener una tregua duradera con Lan Qiren, se está llevando bien con el
profesor al que Lan Qiren quiere que reemplace, ¡Lan Sizhui y Lan Jingyi hasta están
ayudándole a regular su horario de sueño!
Él no les pidió ayuda, pero ese no es el punto.
Wei Wuxian se está preparando oficialmente para empezar a enseñar en La Profundidad de
las Nubes. Todo parece ir bien, no hay ningún desastre en el horizonte, nada que necesite su
atención, además de prepararse para ser el mejor instructor posible para sus alumnos.
Todo está bien. Todo está… todo está muy bien. Y así se va a quedar esta vez.
¿Cierto?

Notes

Notas de la autora:
Y aquí vamos con otra incursión en el pequeño universo que he bautizado en privado como
"WWX y LZ consiguen el más feliz de los finales felices 2020" Que, bueno, ya veo por
dónde pueden tener algunas preguntas, dado el resumen de esta entrega :) No voy a responder
a ninguna de ellas, sólo reconozco que probablemente las tengan :D

Quiero dar las gracias sinceramente a todos los que han dejado comentarios tan bonitos sobre
la última parte de este pequeño universo... Soy muy mala respondiendo a todos, pero sepan
que sus comentarios significan mucho para mí. Vuelvo a leerlos cada vez que empiezo a
sentirme atascada en mi escritura, o empiezo a cuestionarme demasiado, y no puedo decir lo
mucho que me ayudan. La respuesta de todos a mi introspección sobre LQR me ha dejado
feliz. Muchas gracias. Muchísimas gracias.

Tumblr de la autora: itsaglitterbombshell.tumblr.com

A translation of [Restricted Work] by Glitterbombshell


Chapter 1

A Wei Wuxian no le da vergüenza admitir que está nervioso cuando se dirige a su cita con
Lan Qiren en el pabellón de los sanadores.

Nunca va a admitirlo en voz alta , pero a juzgar por la mirada que le dirigió cuando proclamó
alegremente (quizá demasiado alegremente) que no era necesario que su esposo lo
acompañara, Lan Zhan no se lo creyó. Habría sido más fácil dejar que lo acompañara, sin
duda. No sabe qué precipitó la repentina amabilidad de Lan Qiren (su brusca, ligeramente
impaciente, extremadamente aterradora amabilidad), pero le preocupa poner a prueba la
buena voluntad del viejo maestro. Especialmente al ver lo que significó para Lan Zhan verlos
llevarse bien por una vez. De todas formas: es algo que debe hacer solo.

Si… si Lan Qiren habla en serio sobre dejar a Wei Wuxian enseñar en La Profundidad de las
Nubes, si realmente quiere que Wei Wuxian asuma ese importante puesto e instruya al grupo
de los principiantes, Wei Wuxian no puede seguir usando a su esposo como escudo. No va a
ser grosero, no va a hacer nada (muy) deliberadamente escandaloso… pero si él y Lan Qiren
no pueden funcionar uno con el otro sin la presencia tranquilizadora de Lan Zhan, no hay
manera de que esto vaya a funcionar.

Y, ay , cómo quiere que la idea funcione.

Le sorprende lo mucho que quiere.

Está contento con la segunda vida que le fue obsequiada, de verdad. Más que feliz. Esta vida,
con su hijo a su lado, con el respeto y afecto del resto de los juniors, con el aún tentativo pero
creciente lazo que está desarrollando con su sobrino. Sabiendo que su mejor amigo está
encontrando su camino en el mundo, aprendiendo a valerse por sí mismo, más allá de la
sombra de Wei Wuxian. Con el sorprendente e inconmensurable amor de su esposo. Es
mucho más de lo que jamás podría haber pedido. Mucho más de lo que sabe que tiene
derecho a pedir.

Aún así. Mentiría si dijera que la idea de volver a tener un propósito, una manera de hacer
una diferencia en el mundo, no le resulta atractiva. Y los niños… apenas los ha conocido
realmente por unos días y ya siente tanto cariño por ellos. La idea de estar involucrado en su
educación de forma permanente (¡y con la autorización de Lan Qiren, nada menos!)... incluso
si es sólo hasta que puedan encontrar a alguien más adecuado entre los cultivadores Lan que
ahora están asignados a otros lugares…

Quiere hacerlo. Con muchas ganas.

Incluso si significa levantarse a la infame hora a la que tendrá que hacerlo para estar listo
para una clase que comienza a las siete de la mañana.

Llega al pabellón de los sanadores unos minutos antes de que la campana anuncie la hora del
periodo de estudio. Tanto Lan Qiren como la sanadora principal (sabe su nombre, sabe que
sabe su nombre, pero maldición si puede recordarlo) le aguardan en la puerta. Una pequeña
parte de él está esperando que Lan Qiren empiece a regañarlo, aunque definitivamente no se
le hizo tarde. Para su sorpresa, el tío de su esposo simplemente hace un asentimiento a modo
de saludo, sin un rastro del trasfondo de hostilidad que habitualmente colorea sus
interacciones.

Su ausencia es… algo sorprendente, si quiere ser honesto.

Se inclina para saludar y al levantarse encuentra la mirada de la sanadora recorriendo su


figura con un aire brusco. Resopla.

-Todavía muy delgado, por lo que veo -dice, mirándolo fijamente como si hubiera hecho algo
para ofenderla personalmente al no estar gordito como una gallina ponedora.

Ah.

Ahora recuerda por qué no retuvo su nombre. Por lo general, le toma una semana o dos de
exposición para fijar el nombre de alguien en su mente si no los ve a menudo. Ha estado
evitando cuidadosamente el pabellón de los sanadores y a la mayoría de los sandores Lan
desde que él y Lan Zhan volvieron a La Profundidad de las Nubes para pasar el invierno.
Evitándolos con cuidado . No es que sean desagradables o recelosos con él, de hecho, su
inquebrantable profesionalismo fue un alivio tras la suspicacia y el enojo con que fue
recibido cuando todos supieron quién era. Es sólo que… bueno…

Lan Zhan insistió en que viera a los sanadores directamente después de los eventos del
templo. La sanadora principal pinchó su cuello todavía irritado, resopló al ver la suave piel de
su vientre, donde Jin Ling lo hirió y pasó casi una hora verificando sus meridianos, punzando
y pinchando su vientre, cadera, brazos y muñecas antes de anunciar que estaba muy bajo de
peso para su estatura y que sufría además de un prolongado agotamiento.

Tenía razón , por supuesto, pero ese no era el punto. No tendría que haberlo dicho donde Lan
Zhan la oyera. Ahí estaban, recién casados (de acuerdo, quizá todavía les faltaba la tercera
reverencia, pero realmente iba a considerar eso un detalle técnico en ese momento), ¡y su
esposo apenas lo tocaba, salvo para animarlo a comer más o acostarse un rato! ¡Durante una
semana!

Tampoco era el punto que había literalmente pasado los primeros días después de los eventos
del templo durmiendo la mayor parte del tiempo. Y tomando siestas.Y comiendo cosas
ligeras pero nutritivas de las que Lan Zhan lo atiborraba antes de dormir un poco más, para
luego despertar y encontrar a Lan Zhan sentado en la orilla de la cama, pasando suavemente
los dedos por el pelo de Wei Wuxian y mirándolo con una mezcla conmovedora de
preocupación, alivio y tanto amor en sus ojos, como si no pudiera creer que Wei Wuxian
estaba de verdad ahí, que nunca iba a dejarlo otra vez y…

¿Cuál era el punto?

-¿Tengo que explicarle las bases de una dieta saludable, Master Wei? -pregunta la sanadora
principal y aunque el tono neutro y profesional que Wei Wuxian tanto aprecia hace que no
suene como un regaño, le viene bruscamente el recuerdo de la vez que a él y Jiang Cheng los
pillaron robando pasteles de la cocina, destinados a un banquete que iba a celebrar Tío Jiang.
De acuerdo, olvidando cualquier punto, el nuevo punto es que la sanadora principal de la
secta Lan es terrorífica y definitivamente no quiere meterse en problemas con ella.

-Ah, jaja -ríe con nerviosismo-, no, no será necesario, Sanadora Lan. Tendré más cuidado de
aquí en adelante.

La sanadora resopla mientras sus agudos ojos negros le echan otro vistazo y luego chasquea
la lengua.

-Asegúrese de hacerlo. No nos gustaría que alguien mencionara esto delante de Su


Excelencia -dice delicadamente.- El Maestro Lan está esperándolos en la sala de visitas. ¿No
tengo que recordarle a ninguno que reduzcan el tiempo de visita si ven que comienza a
fatigarse?

Lo formula como una pregunta, pero claramente no lo es.

Esta vez, el recuerdo que lo asalta no es el de alguno de los cocineros que lo echaron a él y a
Jiang Cheng de la cocina de Lotus Pier. Esta vez, el pasado le nubla la vista con recuerdos de
una voz así de intensa, pero con un toque de amabilidad que su dueña solo le imprimía
cuando hablaba con gente que significaba algo para ella. Casi se encoge de hombros en
anticipación de la pequeña pero fuerte mano dispuesta a picarlo con sus agujas.

Obliga al recuerdo de su amiga a hacerse a un lado y logra asentir en silencio cuando la


sanadora Lan lo mira fijamente de nuevo. Asiente para sí misma y se inclina, antes de volver
hacia el interior del pabellón y desaparecer por un pasillo. Wei Wuxian resiste la urgencia de
jugar con sus mangas como un niño regañado.

-¿De verdad me acaba de amenazar con Lan Zhan? -no puede evitar preguntarse en voz alta,
y no puede esconder su sorpresa cuando Lan Qiren deja escapar una risita divertida.

-Agradece que fue lo único con lo que te amenazó -murmura. Wei Wuxian espera que diga
algo más, pero apenas se acaricia la barba una vez y hace un gesto para que Wei Wuxian
entre delante de él al pabellón.

***

Lan Guihong los está esperando, en efecto, en uno de los pequeños cuartos laterales
preparados para la gente que visita a los pacientes que se encuentran lo suficientemente bien
para salir de la cama. Wei Wuxian entrega su capa espolvoreada de nieve a un trabajador y se
sienta a la mesa, frente al anciano profesor, con una postura tan perfecta como la de Lan
Qiren, y acepta el té que le ofrecen con una sonrisa amigable. Está preparado para ser
interrogado por Lan Guihong. Preparado para defender sus capacidades. Preparado para que
lo cuestionen sobre métodos de cultivación.

Hasta está un poco preparado para que Lan Qiren decida a media reunión que no quiere a Wei
Wuxian cerca de los niños, después de todo. Que fue un error.
No está preparado para decidir que Lan Guihong le cae bien en menos tiempo de lo que le
toma terminar la primera taza de té.

Sus expectativas no están equivocadas. Lan Guihong está claramente tanteando; le pregunta
muchas cosas sobre su entrenamiento y sus tareas en Lotus Pier. De cualquier manera, lo hace
de una forma que las preguntas no se sienten invasivas ni acusadoras. Parece tener un sexto
sentido sobre cuándo su línea de preguntas empieza a despertar recuerdos dolorosos y
hábilmente cambia de tema. No retrocede ante el tema del pasado de Wei Wuxian, su infamia
como Patriarca Yiling, pero tampoco se extiende en ello. Wei Wuxian se encuentra
respondiendo honestamente sobre la cultivación demoníaca, si y cuándo la usa todavía (solo
cuando no hay otra opción e incluso en esos casos, sólo a veces… Lan Qiren se tensa, pero él
sabe que su esposo ha sido honesto con su tío sobre las habilidades de Wei Wuxian).

Hablando con Lan Guihong, cree que puede ver qué tipo de maestro es, qué valores y moral
ha inculcado en los más jóvenes de la secta Lan desde antes de que Wei Wuxian estuviera
vivo (en cualquier vida). Es un hombre que valora la estructura, pero entiende el valor de la
libertad. Que tempera la disciplina con amabilidad. A quien le encanta aprender por encima
de todo y que solo quiere lo mejor para sus estudiantes.

Wei Wuxian cree que puede ver cómo un profesor así puede haber ayudado a producir los
Lan que él ama y que tanto le importan. Al oírlo hablar de sus estudiantes, a Wei Wuxian le
viene a la mente un diligente jardinero, atendiendo con cuidado cada precioso retoño con la
mezcla exacta de cuidado y apoyo para que se vuelva la mejor versión de sí. Puede entender
cómo todas las particularidades y rasgos de las personas que lleva en el corazón deben haber
sido incentivados y validados en el salón de clases de este hombre.

La dulce curiosidad de su A-Yuan.

La amable gentileza de su cuñado.

El firme sentido de la rectitud de su Lan Zhan y hasta su humor, astuto y seco.

De Lan Jingyi… todo.

Wei Wuxian no sabía que los profesores Lan pudieran ser así. Quizá si hubiera estado
estudiando con alguien como Lan Guihong, su primera temporada en La Profundidad de las
Nubes habría durado más.

Para cuando se acaba el té, él y Lan Guihong están platicando como viejos amigos. Llegan a
una discusión sobre el plan de estudios, haciendo proyectos para que Wei Wuxian regrese al
pabellón de los sanadores en los próximos días, para planear bien al menos el primer mes.
Cuando Wei Wuxian le echa un vistazo a Lan Qiren por el rabillo del ojo, le sorprende ver
que el tío de su marido se ve casi… satisfecho mientras los escucha. Hacia el final de la
conversación, incluso contribuye con algunas sugerencias que ayudarán a Wei Wuxian a que
las clases se den sin problemas desde el principio.

Se está terminando la hora de estudio cuando uno de los sanadores (afortunadamente, no la


que lo… saludó con tanta… atención) entra para echarlos con delicadeza, para que Lan
Guihong pueda descansar. Wei Wuxian se levanta y le devuelve la cálida y amigable sonrisa
al anciano profesor mientras se inclina ante él. Sin embargo, cuando se da la vuelta para irse,
Lan Guihong se levanta para poner una mano en su muñeca.

-Gracias por venir hoy a verme, Joven Master Wei -dice en voz baja-. Quiero que sepa que
estoy muy tranquilo de haber hablado con usted. Creo que será bueno con mis estudiantes y
bueno para ellos .

Wei Wuxian tiene que tragarse el nudo que intenta formarse en su garganta. Tose y se inclina
otra vez.

-Es un honor, Profesor Lan. Haré todo lo que esté en mis manos para justificar su convicción.

Sale del pabellón de los sanadores y se despide de Lan Qiren. Este puede ser el periodo de
tiempo más largo que él y el tío de su esposo han pasado sin enfrentarse. Lan Qiren parece
tan reacio como él a poner a prueba su nueva tregua, así que simplemente le desea a Wei
Wuxian una buena tarde y se da la vuelta por el sendero que lo lleva de vuelta a las aulas,
sacudiendo las mangas mientras se aleja.

Wei Wuxian se queda parado en el silencioso sendero unos momentos, solo escuchando el
(apagado, hay que decirlo) ruido de los discípulos volviendo a las aulas. Lan Qiren no se
arrepintió de su propuesta. Cumplió con los criterios que Lan Guihong haya tenido para su
reemplazo, ¡hasta tiene la bendición del viejo profesor! La próxima semana, una de esas aulas
será la suya. Tendrá estudiantes, Lan Xin, Lan Mingzhe, Lan Chengli… todos esos juniors
bebés que tanto le intrigaron aquel día en la biblioteca y que serán su responsabilidad. Se
presiona el pecho con las manos, sorprendido de que su corazón no estalle de tanta alegría
que siente. Hay todavía tanto por hacer, mucho que preparar, pero por ahora, se permite sólo
ser feliz.

Y si hay un rastro de nervios que lo recorre, una corriente de ansiedad que tirita debajo de esa
brillante felicidad, bueno, es de esperarse, ¿o no?

¿O no?
Chapter 2
Chapter Summary

Notas de la autora:
Algunas notas en caso de que alguien no haya leído las parte anteriores: estoy
recogiendo aquí y allá partes de la novela, la animación y la serie cuando coincide con el
canon. Hay elementos en cada una que me gustan más que en las otras versiones y para
eso es el fanfiction :) En general, me gusta la versión de CQL de la línea temporal
(como Jin Ling de cierta edad, algunos eventos que pasan antes o después que en la
novela, Lan Zhan convirtiéndose en Cultivador Jefe, etc), me gusta la versión de la
animación de los poderes de Wei Wuxian y me gusta casi todo de su relación en la
novela. No voy a incluir smut en esta serie (me encanta leerlo, pero nunca he dominado
el arte de escribirlo, lol) así que aunque pueda dar un toque de descripciones PG-13 de
algunas actividades, eventualmente haré un fundido en negro. ¡Gracias por leer!

-Lan Zhan, Lan Zhan, ¿ cómo pudiste ? ¡Creí que me amabas ! -La voz de Wei Wuxian es un
gemido lastimero que se rompe en la última palabra como si estuviera a punto de llorar. Mira
fijamente a Lan Wangji, con la mirada traicionada y los labios en un mohín tembloroso.

Lan Wangji levanta una ceja.

-Me pediste que empezara a despertarte más temprano -dice suavemente.

-¡Mentiras! ¡Mentiras y calumnias, Lan Zhan! ¿Cómo puede mi esposo difamarme así? Mi
Lan Zhan se ha vuelto tan cruel. ¡Esto es tortura! -Se presiona las manos sobre el corazón,
cerrando los ojos con fingida pena. Lan Wangji sacude la cabeza, con una pequeña sonrisa en
las comisuras de la boca ante las payasadas de su esposo.

-Son casi las ocho y media.

Wei Ying detiene su drama y abre un ojo.

-No te estoy retrasando para algo, ¿no? -pregunta, dejando su pose desenfadada para sentarse
adecuadamente en la cama.

Una familiar oleada de afecto crece en el corazón de Lan Wangji, tibia, profunda y tan
constante como el océano en un día tranquilo.

-No -dice-. No tengo reuniones o asuntos urgentes agendados para hoy -El ‘ para variar ’ no
es explícito, pero ahí está-. Hay correspondencia de la que me tengo que ocupar, pero
pensaba dejarla para después del almuerzo.
-Ah, bien, bien -dice Wei Ying mientras su boca se curva en la sonrisa traviesa que Lan
Wangji se puede pasar horas persiguiendo con los labios-. Entonces tienes tiempo de
despertarme como debe ser -se deja caer de nuevo en la almohada y su bata de dormir se abre
hasta casi el ombligo en un movimiento que no puede sino ser deliberado. Y normalmente,
Lan Wangji estaría más que feliz de responder a la invitación.

Atesora las noches que pasa con su amor, acurrucados uno contra el otro, tan cerca que sus
sus respiraciones se confunden y el latido de sus corazones le resuena en los oídos. Pero sería
falso decir que no extraña las primeras impetuosas semanas de su matrimonio, antes de que lo
llamaran a tomar el cargo de Cultivador Jefe, cuando cuando podía dedicar toda su atención a
Wei Ying y el increíble, asombroso milagro de su regreso. Una vez que Wei Ying se recobró
lo suficiente de los eventos del templo, él se dedicó por completo a recuperar el tiempo
perdido, a reemplazar los recuerdos de esos años -interminables vacíos y solitarios- sin la
sensación de la piel de Wei Ying bajo sus dedos, sin el roce de sus bocas una contra la otra,
sin el suspiro ahogado de su nombre resbalando de la lengua de Wei Ying.

La forma en que Wei Ying encaja perfectamente en sus brazos, como si siempre hubiera
estado destinado a estar ahí.

Extraña ese tiempo, en los que solo estaban concentrados uno en el otro. Y quizá en algún
momento deje sus responsabilidades de lado y puedan volver a esos días, al menos por una
temporada. Pero por ahora…

-Wei Ying, Sizhui y Jingyi te pidieron que los acompañaras en la práctica de espada de hoy.

Inmediatamente, Wei Ying se sienta de nuevo y frunce el ceño.

-Ah, ¿era hoy? -se levanta de la cama a trompicones e intenta forzar algo de orden en su pelo,
murmurando algo sobre la inhumana naturaleza de levantarse tan temprano y quejándose de
los juniors con demasiada energía como para que sea saludable, mientras bosteza a más no
poder.

Lan Wangji lo mira con ternura por un momento, antes de tomarlo por los hombros y guiarlo
hacia la mesa. El desayuno los espera, calientito y humeante en las bandejas que trajeron los
trabajadores de la cocina. Es un desayuno escandalosamente tardío para los estándares de
Gusu Lan, pero cree que es mejor acostumbrar a Wei Ying poco a poco a las rutinas de los
profesores de La Profundidad de las Nubes. No es que su amor no sea perfectamente capaz de
levantarse por su propia cuenta a las… mhh… inhumanas horas de la secta… A Wei Ying le
gusta holgazanear, pero no es perezoso … Sin embargo, no tiene caso hacer el proceso más
difícil de lo que va a ser.

-Come -dice, antes de volver al área donde duermen para tomar un peine y una de las cintas
rojas de Wei Ying. Se acomoda a un lado de su esposo y le quita las manos del revoltijo que
las actividades de anoche dejaron en su pelo.

-Ah, mi Lan Zhan es muy bueno conmigo -suspira Wei Ying. Se acerca un plato de bollitos al
vapor mientras Lan Wangji deshace los nudos de su pelo con suavidad.
Wei Ying charla animadamente conforme despierta, saltando de tema en tema como es su
costumbre. Lan Wangji deja que el sonido lo envuelva y una paz casi meditativa lo invade
mientras cepilla el pelo de su esposo y siente el peso de su cuerpo a su lado. Wei Ying toma
otro bollito y simplemente lo sostiene, pasándolo de vez en cuando sobre su hombro para que
Lan Zhan coma mientras lo peina. Inapropiado. Indecoroso. Un comportamiento permisivo y
desvergonzado, de verdad. Wei Yin lo mira mientras termina de atarle el pelo y sonríe con esa
sonrisa iluminada por el sol mientras se inclina a besar la comisura de la boca de Lan Zhan, y
Lan Wangji solo puede sentirse agradecido por poder ser tan desvergonzadamente permisivo
con este hombre. Terminan de desayunar discutiendo tranquilamente los planes del día.

- ¿Otra vez vas a almorzar con el Maestro Lan? -le pregunta, mientras se toman la segunda
taza de té, esperando que su hijo llegue al jingshi. Wei Ying ha pasado casi todas las tardes
con Lan Guihong en el pabellón de los sanadores, discutiendo planes para la transición de las
clases a cargo de Wei Ying. Le da mucho gusto que su amor parezca estarse llevando tan bien
con el viejo maestro. Sin duda, el favor de alguien tan respetado en el clan solo puede hacer
más fácil la transición de Wei Ying.

Pero más que eso, siempre le alegra cuando Wei Ying encuentra a alguien que lo ve, en todo
lo que vale… que ve a Wei Ying y no al Patriarca Yiling. Wei Ying tiene amigos en La
Profundidad de las Nubes. Más amigos, la verdad, de lo que Lan Wangji había notado en un
principio. Los juniors los quieren mucho; incluso los pocos que se habían mostrado recelosos
cuando se reveló su identidad volvieron a caer muy pronto bajo el encanto de su esposo. Pero
también ha encontrado caras amigables entre los trabajadores y los sirvientes e incluso
algunos de los discípulos mayores. Parece haber una división generacional. En general, son
los de la edad de Sizhui -unos años más, unos años menos-, los que están más dispuestos a
ver a su esposo por quien es, no quien fue. Entre la generación más mayor, incluso, hay
algunos dispuestos a ver cómo las manipulaciones de Jin Guangyao y su padre afectaron
algunas de las peores decisiones que tomó Wei Ying.

Pero no todos.

A Lan Wangji le duele más de lo que jamás admitirá, saber que hay tantos en su clan que solo
toleran la presencia de su esposo porque no tienen opción. Le duele más saber que no hay
mucho que él pueda hacer . Quienes todavía ven así a su amor son suficientemente listos
como para hacer algo contra Wei Ying abiertamente, y él no puede obligar a la gente a que su
esposo les caiga bien.

Aunque pudiera, no estaría bien.

Es un problema que solo el tiempo puede resolver; el tiempo y la paciencia. Ahora, por lo
menos, tiene más razones para esperar que pueda solucionarse.

En sus figuraciones más locas, nunca pensó que su tío aceptaría jamás a Wei Ying. Cuando su
amor regresó a él, su pena más grande fue que el hombre que lo había criado, el hombre que
lo forjó en lo que hoy es, no pudiera hacer las paces con la elección del corazón de Lan
Wangji. Se había resignado lo mejor que pudo, dejando ir la decepción y la tristeza. Pensó
que podía aprender a vivir con la decepción de su tío. Sabía que nunca podría aprender a
vivir sin Wei Ying. No otra vez.
Así que se sorprendió cuando su tío le pidió a Wei Ying que se hiciera cargo de la educación
de los principiantes. Por un breve e irracional momento, se preguntó -de verdad de preguntó-
si había estado soñando toda la velada. Cuando se dio cuenta de que su tío hablaba en serio…

No puede decir que su tío y Wei Ying se estén llevando bien. No puede decir que se estén
acercando. Pero… son cordiales uno con el otro en una forma que nunca había ocurrido
antes. La posibilidad de que tengan una buena relación (y no sólo por su bien), existe ahora
como no había existido nunca.

-¿Hmm? -dice Wei Ying, recargándose un poco para apoyar un codo en la mesa y la barbilla
en la mano. Se ríe alegremente de la mirada estricta de Lan Wangji, pero se endereza de
nuevo-. Ah, no, creo que tengo que ver al sastre hoy.

Lan Wangji frunce el ceño.

-¿No se suponía que lo verías ayer?

Un gesto raro revolotea en la cara de Wei Ying, uno que Lan Wangji no logra identificar antes
de que desaparezca.

-Se me olvidó -dice su esposo, un poco avergonzado. Se ríe otra vez, aunque no tan alegre y
despreocupadamente como antes-. ¡Hace tanto de la última vez que necesité un traje nuevo! -
Le da un sorbo a su té y su sonrisa se vuelve coqueta-. ¿Mi Lan Zhan tiene muchas ganas de
verme de nuevo en los colores de Gusu Lan?

Se imagina a su esposo, su alegre, hermoso Wei Ying, vestido en los suaves tonos de azul y
blanco que lo distinguirán como uno de los profesores del clan, y descubre que tiene la boca
seca.

Lo que sea a lo que esa imagen los estaba llevando es interrumpido por un suave golpe en la
puerta del jingshi y los sonidos ahogados de su hijo hablando con Lan Jingyi. Wei Ying apura
el resto de su té y rodea el cuello de Lan Wangji con los brazos, acercándolo para besarlo
profundamente antes de levantarse.

-Sí saben que realmente no me van a cansar haciendo esto, ¿no? No tengo tres años. -dice,
mientras su cara adopta el gesto suave y cariñoso que siempre toma cuando alguien menciona
a su hijo.

-Sólo quieren ayudar -le responde él, levantándose también. Wei Ying inhala teatralmente,
poniendo una mano sobre su corazón.

-Lo sé -suspira-. Mi Lan Zhan y mis chicos… tan buenos conmigo. Tan amables y tan
buenos.

Lan Wangji no puede evitar tomarlo de la mano, llevarla a sus labios y dejar un suave y
reverente beso en el centro de la palma.

-Es sólo lo que te mereces -dice.


Camina con su esposo a la puerta y lo ve irse hacia los campos de entrenamiento, arrastrando
a Sizhui y Jingyi, hablando en una voz exuberantemente alta y un brazo alrededor de los
hombros de cada uno de los chicos. Ante la felicidad de su esposo, es fácil dejar de lado esa
única y fugaz expresión que oscureció sus ojos. No es sino más tarde cuando se da cuenta de
que no debería haberla pasado por alto.

Como muestra de un negro humor cósmico, esa comprensión llega con una hermosa
invitación de Lanling.
Chapter 3
Chapter Notes

Notas de la autora:
Amigos, literalmente no sé. Me senté esta mañana porque la conversación del final
apareció en mi cabeza y seis horas después, tengo un capítulo que es dos veces más
largo que cualquiera de los demás. Para un personaje que no habla mucho (comparado
con los otros) Lan Zhan definitivamente tiene mucho que decir.
¿Que se diviertan?

Lan Wangji pasa el resto de la mañana en una callada soledad, agradecido por el raro regalo
de unas cuantas horas ininterrumpidas para meditar, afinar su guqin e incluso adentrarse en
un volumen de poesía de uno de los ancestros Lan que ha estado tratando de leer desde hace
semanas. Lo único que podría mejorar aún más su ánimo sería tener a Wei Ying a su lado -
trabajando en uno de sus nuevos talismanes, tocando ociosamente la flauta en la ventana o
simplemente murmurando para sí mismo mientras lee cuidadosamente el texto que haya
capturado su atención esta semana. Es bueno y sano tener actividades separadas, por
supuesto. Planes separados además de las horas en que las tareas de Lan Wangji lo obligan a
estar lejos de su esposo.

Saber que es bueno y sano para ellos no tener que estar pegados, no hace que lo eche de
menos, de todas formas. Su instinto lo empuja constantemente a buscar la presencia de Wei
Ying como una flor busca la luz del sol, para absorber ávidamente cada momento y atesorarlo
como algo precioso. Pasó tanto tiempo impregnado de pena y arrepentimiento, caminando
por el mundo con una herida abierta en el corazón -que tenía el tamaño y la forma de ese
hombre, al que secretamente se lo había entregado. Tantas noches había sido incapaz de dejar
de torturarse con quizá y qué tal si , imaginando qué haría si tuviera solo un día más, una
hora más un momento más con Wei Ying.

Es difícil dejar ir esa mentalidad, incluso a casi un año de que Wei Ying volviera a la vida,
difícil aceptar la idea de que tiene el resto de su vida para decir las palabras que mantuvo
encerradas en su corazón, compartir las caricias que asfixió entre puños cerrados. Es difícil.
Y no se tiene que hacer de una sola vez.

Así que cuando la campana anuncia el final de las clases matutinas, deja su libro a un lado y
recoge los guantes de Wei Ying de donde se quedaron (otra vez) colgando de un biombo,
olvidados. Se los guarda en la manga y sale a La Profundidad de las Nubes para ver si a su
esposo le apetece volar a Caiyi, para almorzar en uno de los restaurantes de fideos que tanto
le gustan, antes de su cita con el sastre del clan. La Profundidad de las Nubes está todavía
cubierta de nieve y lo estará durante semanas, pero hay una leve brizna de tibieza en la pálida
luz del sol que brilla en las ramas congeladas de los árboles. Un callado murmullo de agua
que fluye se puede oír en los riachuelos que han estado congelados por semanas. La promesa
de la primavera tiembla en el respirar de un viento que no corta tan ferozmente como solía.

Se detiene apenas, antes de seguir avanzando por el sendero hacia los campos de
entrenamiento. En realidad, debería empezar el proceso de delegar sus deberes más urgentes
para preparar su partida de Gusu con Wei Ying cuando la nieve se derrita. Su amado solo
aceptó pasar el invierno en La Profundidad de las Nubes, no quedarse de manera permanente.
El arreglo ha funcionado bien desde que lo eligieron como Cultivador Jefe. Él y Wei Ying
nunca se alejan de los territorios de las Grandes Sectas, y el joven Jin Ling amablemente les
proporciona un ilimitado suministro de las mariposas mensajeras de los Jin, para que Lan
Wangji pueda ser alertado rápidamente si algo necesita su atención personal. Y además del
hecho de que viajar los hace felices a ambos, no puede negar que también ha tenido una
ventaja política. Es difícil que la gente te acuse de ser distante y estar más allá de los eventos
del mundo cuando estás, a menudo literalmente, en el centro mismo de los acontecimientos,
tu frente está tan transpirada y tu ropa sucia por el viaje como la de cualquier otro (sabe que
Wei Ying tosería ante la noción de él estando sudado o con la ropa sucia del viaje, pero sí,
pasa). La reputación de Lan Wanji como defensor del pueblo era prístina. ¿Ahora? Ahora es
casi invencible.

En cualquier caso, no hay manera de que vayan a poder irse de La Profundidad de las Nubes
por periodos prolongados si Wei Ying está dando clase. Lan Wangji no está del todo seguro
de que su tío pretenda que esta sea una circunstancia permanente… pero si fuera un arreglo
extremadamente temporal, no se habría decidido a proponérselo a Wei Ying. Sospecha que
Lan Qiren está esperando a ver cómo maneja Wei Ying la responsabilidad antes de decidir si
debe buscar a alguien más en el clan.

Lan Wangji sabe qué va a pasar. Sabe con toda el alma que su tío no tendrá queja de la
habilidad de su esposo para guiar a los discípulos más pequeños.

O quizá… Su tío podría encontrar algunas cosas que no le satisfagan, pero solo porque no las
habrá considerado desde el principio. Lan Wangji ha visto a su esposo de cacería nocturna
con los juniors, ha observado de cerca esa mente genial e impredecible. Los niños del clan se
beneficiarán inmensamente y Wei Ying… Wei Ying va a florecer .

Lan Wangji lo piensa por un momento. Deja su mente vagar en un inusual vuelo de la
imaginación: ve a Wei Ying entrando a su oficina al final de un largo día de exámenes,
vestido con los colores del clan -quizá sucios de tierra y con manchas de hierba, pero sin
duda, los colores de los Lan-, parloteando sobre su día, mientras Lan Wangji termina de
arreglar unos papeles. Se imagina a ambos caminando juntos por los senderos de La
Profundidad de las Nubes, los árboles rosas de flores nuevas, verdes bajo el sol del verano,
un sonrojo escarlata con el año menguante o cargados de nieve. Se imagina a Wei Ying
viendo crecer a los niños del clan, su cara resplandeciente de orgullo cuando sus estudiantes
tomen su lugar en el mundo de la cultivación, llevando a sus profesores en el corazón. Se los
imagina a ambos envejeciendo en el jingshi, viendo las líneas de la sonrisa marcándose en
torno a los ojos de su amado y las hebras plateadas abriéndose paso en su pelo. Juntos. Aquí.

En casa.
Sabe que Wei Ying no es infeliz en La Profundidad de las Nubes. Nunca le pediría que se
quedara si lo fuera, renunciaría al cargo de Cultivador Jefe en un instante, si sus deberes
fueran incompatibles con la felicidad de su amor. Ya ha vivido sólo con la compañía de sus
obligaciones y nunca más va a renunciar a su lugar junto a Wei Ying en nombre del deber. Ya
no es el muchacho que tan tontamente creyó que podía mantener escondido a Wei Ying aquí,
aunque él no quisiera estar recluido. Lan Wangji no es… no es su padre. De todas formas,
sabe que la felicidad o infelicidad de Wei Ying en La Profundidad de las Nubes está ligada
por completo a él mismo y a su hijo. Dondequiera que él y A-Yuan estén, Wei Ying estará
feliz también.

A su esposo no le molesta La Profundidad de las Nubes. Y eso no es lo mismo que sentir que
La Profundidad de las Nubes es su hogar . Que pertenece aquí. Que puede pertenecer a este
lugar para siempre, si quiere.

A Lan Wangji… a Lan Wangji le gustaría mucho que su esposo sintiera que este es su sitio.
No por su matrimonio; no por su hijo. Sino simplemente por sí mismo. Porque aquí está su
trabajo y su vida, su propósito, además de su familia . Porque tras haber sido arrancado de
sus raíces una y otra y otra vez, ha encontrado la fuerza de volver a plantarlas.

Quiere que Wei Ying considere La Profundidad de las Nubes como su hogar. Que ame su paz
y su belleza como él y Sizhui. Quiere que Wei Ying se sienta seguro de que nunca más se
encontrará sin ancla, sin raíces. A la deriva.

Que su esposo tome el puesto de profesor aquí es sólo uno de los muchos pasos que deben
dar para que el pasado quede verdaderamente atrás. Y la esperanza que despierta en el
corazón de Lan Wangji es tan brillante y tan hermosa como su amado.

***

Encuentra a Sizhui y Jingyi en el mismo campo de entrenamiento al que Wei Ying llevó a los
principiantes aqul día que se los encargaron. Casi toda la superficie del campo cubierto de
nieve ha sido pateada y pisoteada, con amplios surcos y tajos que muestran dónde los pies se
arrastraron, saltaron y patinaron.

Lan Wangji inclina la cabeza, leyendo la historia de una pelea vigorosa y ágil en las huellas.
Puede visualizar fácilmente a su esposo, su hijo y su mejor amigo corriendo por el campo,
retándose y animándose unos a otros. Ve el estilo rápido y acrobático de Wei Ying -el estilo
de espada de Yunmeng Jiang, que fluye y refluye alrededor de sus oponentes como las
corrientes ocultas en los lagos alrededor del Muelle del Loto- en la nieve caída de las ramas
gruesas y bajas de los árboles y en los tejados de algunos edificios de los alrededores.

La clara huella de todo el cuerpo de Jingyi en el suelo, justo abajo de un árbol, es una prueba
definitiva.
Lan Wangji está contento de ver cómo la sesión de entrenamiento ocupó todo el campo. No
sólo es bueno para Suzhui y Jingyi practicar contra un oponente tan creativo como puede ser
su esposo, sino que muestra el progreso que Wei Ying ha hecho con el núcleo dorado de su
nuevo cuerpo. Todavía no es tan fuerte como para blandir Suibian adecuadamente. En
verdad, puede que nunca sea lo suficientemente fuerte como para blandir una espada tan
poderosa en todo su potencial, para volar en ella como sabe que parte de su corazón todavía
quiere. Pero su amor ha hecho un increíble progreso; suficiente como para que Lan Wangji ya
no tema que su propia cultivación aventaje a la de su esposo al punto de que tenga que
sobrevivirlo por décadas. Suficiente para que haya dejado algo de su preocupación (cada vez
menos frecuente) de que el uso de Wei Ying de la cultivación demoniaca enferme su cuerpo
como en el pasado. Y no es imposible que llegue al punto en que pueda volar en Suibian otra
vez.

Lan Wangji ha aceptado que para su esposo, imposible sólo significa que aún no se ha hecho
.

Sizhui y Jingyi acaban de levantar un muñeco de entrenamiento que se cayó y están


reuniendo las espadas de práctica que usaron cuando su hijo lo ve.

-¡Padre! -dice, abandonando el más formal Hanguang-Jun , como siempre hace cuando son
sólo ellos. Jingyi se inclina y casi se le caen las espadas que trae, pero las detiene a tiempo

-Sizhui, Jingyi. ¿Qué tal estuvo el entrenamiento?

La sonrisa de Sizhui se amplía.

-¡Muy bien! Master Wei nos hizo formar equipos… Fue muy instructivo pelear con dos
oponentes a la vez. Incluso logramos que Master Wei se rindiera un par de veces. Es muy
rápido.

Jingyi resopla de manera poco elegante.

-Es un tramposo, quieres decir -dice y luego palidece abruptamente cuando su cerebro parece
darse cuenta de lo que dijo-. Eh… es decir…

Lan Wangji deja al muchacho balbucear un poco antes de inclinar con seriedad la cabeza.

-Los métodos de Wei Ying son extremadamente… creativos. Durante un par de latidos del
corazón, su mente conjura el sonido de una risa en los tejados de La Profundidad de las
Nubes, el golpeteo de dos tarros ilegales de la Sonrisa del Emperador.

Sizhui se apiada de su amigo y le da con el codo afectuosamente en las costillas.

-Sólo estás molesto porque te desarmó tres veces seguidas. Y ahora hablas como si no fueras
a usar ese movimiento cada que puedas por el resto de tu vida.

-Sí, es un buen movimiento -resopla Jingyi mientras un ligero rubor tiñe sus mejillas-. De
cualquier manera, si está buscando a Master Wei, Hanguang-Jun, dijo que tenía una cita que
atender.
-Mm, sí. Se supone que tenía que ir con el sastre.

Sizhui se ve sorprendido con eso.

-Creí que fue ayer… son increíblemente rápidos.

Lan Wangji deja que algo de su diversión coloree sus palabras.

-Se le olvidó.

Pero la diversión se desvanece cuando Sizhui frunce el ceño.

-¿Qué? No, no se le olvidó. Le fuimos a preguntar si podía ayudarnos a revisar las defensas
del muro norte, pero ya estaba en camino al edificio de la lavandería.

Una hebra de inquietud se despliega en su pecho cuando recuerda esa mirada fugaz que
apareció en los ojos de Wei Ying en la mañana. ¿Pasó algo con el sastre ayer? No es el estilo
de Wei Ying… de acuerdo, es precisamente el estilo de Wei Ying esconder sus heridas,
aunque está mejorando. Sizhui debe leer algo en sus ojos.

-Estoy seguro que no es nada malo. Lan Guanyu y el resto del equipo en el servicio de
lavandería quieren mucho a Master Wei. Su nieto estaba en el grupo de juniors al que Master
Wei ayudó a proteger de aquel nido de demonios.

-Mn -murmura Lan Wangji, pero hay algo de tensión en sus hombros. Si es el caso, entonces
es poco probable que haya tenido un problema con cualquiera de los sastres.

Pero entonces, ¿por qué mentir sobre no haber ido a la cita?

***

Abandona su plan de llevar a Wei Ying a la ciudad de Caiyi tras hablar con Sizhui y Yingyi.
No será capaz de esconder su preocupación y no quiere hacer hablar a Wei Ying en medio de
un restaurante lleno de gente. En lugar de eso, manda avisar al edificio de lavandería que
estará en su oficina cuando Wei Ying acabe de probarse su nuevo traje y pide que le envíen
una simple bandeja con sopa y pan de cebolleta de la cocina.

Llega apenas unos minutos antes que su esposo, quien irrumpe en la oficina con su energía
habitual, sonriendo de oreja a oreja y burlándose de que no pueda pasar un día entero sin
trabajar. Se deja caer sobre la comida como si llevara días -y no horas- sin comer y Lan
Wangji lo observa cuidadosamente, buscando signos de preocupación, cualquier pista de lo
que le pueda estar pasando.

-Si puedes escaparte, deberías venir a ver a los chicos conmigo mañana. Jingyi casi me ganó
un par de veces, me encantaría ver cómo pelea contra el gran Hanguang-Jun.
-Mn -dice con neutralidad-. Quizá puedo mover un par de reuniones -Se queda en silencio
mientras toma la sopa, contento de dejar que Wei Ying llene el silencio con tanta charla como
le apetezca. Observa cada uno de sus gestos, escucha con más atención de la habitual el
sonido de su voz. Pero no hay nada inusual. Wei Ying habla de los sastres en una forma tan
amigable como habla de cualquiera con quien no tiene un problema. Se ríe de cuánto se
disculpó uno de los asistentes más jóvenes cuando lo picó sin querer con un alfiler.
Reflexiona sobre si tendrá tiempo de seguir con la práctica de la espada con su hijo cuando
empiece las clases la próxima semana.

Suena feliz. Emocionado. Alegre incluso.

-¡Oh! ¿Llegó algo de Lanling?

Sus pensamientos son interrumpidos cuando los ojos de Wei Ying se fijan en el montón de
correspondencia que espera en el centro de su escritorio. Cuando mira, ve que hay, en efecto,
un grueso sobre sellado hacia el fondo del montón, que es típico de la secta Jin.

-¿Puedo? -Pregunta Wei Ying, siempre ávido de noticias de su sobrino.

Él y Jin Ling no son exactamente cercanos. No de la manera en que a Wei Ying le gustaría;
Lan Wangji cree que quizá a Jin Ling le gustaría lo mismo. El chico se ha unido al grupo se
Sizhui para varias cacerías nocturnas desde la desaparición de Jin Guangyao y aunque puede
ser tan brusco y áspero como Jiang Wanyin, a veces Lan Wangji cree ver un cierto anhelo en
el rostro del joven líder de secta cuando Wei Ying bromea con Sizhui o pasa amigablemente
un brazo por los hombros de Jingyo o de Ouyang Zizhen. Que se lo quite de encima de
inmediato cuando Wei Ying intenta hacer lo mismo con él, resulta confuso para Lan Wangji.
De cualquier manera, el joven y Wei Ying se escriben constantemente y nunca se niega a ir a
una cacería nocturna cuando sabe que Wei Ying estará ahí. Wei Ying parece cautelosamente
esperanzado de que su relación se esté fortaleciendo y él sabe que las cosas entre Wei Ying,
Jin Ling y Jiang Wanyin son y quizá siempre serán… complicadas.

Asiente y Wei Ying se acerca al escritorio para tomar la carta del montón.

-Oh, oh, el Líder de Secta Yao te escribió otra vez. Sin duda para algo crucial e importante
que merece la atención del Cultivador Jefe, ¿no? -Los ojos de Wei Ying tienen un brillo
travieso cuando se sienta otra vez y hace a un lado su tazón de sopa.

-Sin duda -conviene, y entrecierra los ojos ante la idea de otra larga serie de problemas y
peticiones de una de sus personas menos favoritas. Wei Ying echa la cabeza hacia atrás y se
ríe mientras abre el sello de la carta de Lanling.

Cuando la carta se desdobla, un mensaje más pequeño cae en el regazo de Wei Ying. Es un
simple papel doblado y sellado con cera, y Lan Wangji se da cuenta de que el nombre de Wei
Ying está garabateado en papel, con los mismos trazos que reconoce de los documentos
oficiales firmados por Jin Ling.

La alegría de Wei Ying al recibir una nota de su sobrino es evidente, pero primero le echa un
vistazo a la carta oficial.
-¡Ah! Lanling hará un festival para conmemorar el primer año del liderazgo de Jin Rulan y
celebrar la amistad con otras sectas. Bla, bla bla, una semana de banquetes y fiestas, bla, bla,
estimado Cultivador Jefe e invitados, bla, con el objetivo de fortalecer las alianzas,
esperamos contar con su presencia, bla, bla.

-Mh… ¿Así que Lanling Jin quiere recordarle a las otras sectas su dinero y poder y
asegurarse de mi asistencia antes de mandar las invitaciones a las otras sectas?

Wei Ying chasquea la lengua un par de veces y lo apunta.

-Bien pensado. Mírate, lo hábil que te has vuelto en política -Sonríe orgulloso y luego vuelve
a ponerse serio-. No tenemos que ir… Vemos a Jin Ling a menudo y no es bueno mostrar una
consideración especial por ninguna secta.

Lan Wangji lo piensa un momento.

-Tu sobrino tiene el potencial para ser un líder justo. Ha tratado con muchas ganas de
distanciarse de los planes de Jin Guangyao y de la corrupción de Jin Guangshan, y se ha
rodeado de consejeros sabios. No me molesta si parece que lo favorezco.

Y… no estaría de más recordar a los miembros más desagradables de Lanling que Sandu
Shengshou ya no es el único hombre poderoso que estaría muy molesto si algo le pasara al
joven líder. Está seguro de que esa es una de las razones por las que Jiang Wanyin no ha
puesto ninguna objeción a que Jin Ling vaya de cacería con Sizhui y los demás tan a menudo,
ni a que lo vean con Wei Ying. Habría que estar muy desesperado para arriesgarse a despertar
la cólera del líder de secta Jiang y del Patriarca Yiling.

Wei Ying sonríe más y se inclina a través de la mesa para darle un beso rápido en los labios.
Cuando se vuelve a sentar, abre la carta dirigida específicamente a él. Es una nota breve, unas
líneas apenas, pero la expresión de Wei Ying se torna conmovida y sus ojos se humedecen.
Alarmado, Lan Wangji se acerca.

-¿Wei Ying?

-Nada -dice Wei Ying con la voz temblorosa-. No es nada, solo… ¡mira! -Extiende la nota
para que Lan Wangji la lea.

No hay saludo ni lenguaje formal. Literalmente parece que la escribieron en unos segundos
para meterla en el sobre de la invitación oficial.

Hice renovar el ala este de la Torre Koi este invierno, y hay un cuarto de invitados ahí, si vas
a hacer el tonto con eso. Mi tío va a venir al festival y se va a quedar después por una
semana. Vamos a ir de cacería. Puedes venir si quieres.

El tono es rudo y desdeñoso, si no directamente grosero, pero Wei Ying sigue sonriendo y la
felicidad brilla como mil estrellas en sus ojos. Lan Wangji le devuelve la nota, sin molestarse
en ocultar su confusión. Wei Ying se ríe y se limpia los ojos, todavía húmedos.
-Ah, tendrías que haber crecido con Jiang Cheng para entender. Jin Ling se parece tanto a él.
Me hizo un cuarto de invitados en el ala este.

-Sí -dice Lan Wangji lentamente.

-Hasta el ala este. Completamente de lado opuesto los patios principales. Lejos de los
establos. Y de las perreras. Y dice que no le molesta si voy a cazar con él y Jiang Cheng.
Nunca le daría una sorpresa así a Jiang Cheng, así que debe ser que a él no le molesta
tampoco. ¡Es casi como una invitación personal de parte de los dos!

Sí, las cosas entre Wei Ying, su hermano y su sobrino son muy, muy complicadas. Pero Lan
Wangji no puede negar que fue amable de parte de Jin Ling construir un cuarto donde Wei
Ying no tendrá que preocuparse ni de oír alguno de los muchos perros que viven en la Torre
Koi.

-Entonces haremos planes para quedarnos -dice.

No se da cuenta, pero la invitación es el punto crítico.

Se despierta con el suave sonido de la puerta del jingshi abriéndose lentamente y el frío del
invierno colándose en el cuarto. Despierta solo en la cama; el lado de Wei Ying está tibio aún,
aunque se enfría rápidamente. Se sienta despacio, escuchando que la puerta se cierra de
nuevo y los suaves pasos de su esposo en el porche.

No es un hecho fuera de lo común. Ha ido mejorando en los últimos meses, pero hay noches
en que el sueño evita a alguno de los dos. Cuando el pasado se cierne sobre el presente, los
fantasmas y los recuerdos que acompañan sus pasos hacen demasiado ruido como para
ignorarlos. Es raro que uno de los dos no se despierte con el otro; están demasiado en
sincronía para seguir durmiendo tranquilamente mientras su amado está angustiado. Han
desarrollado casi todo un lenguaje de signos, señales y rutinas para las noches como esta.

Wei Ying sabe cuando Lan Wangji solo necesita oír su voz, necesita sentarse en silencio y
dejarlo hablar de todo y nada; que le recuerden que el jingshi no volverá a estar callado otra
vez. Sabe cuando Lan Wangji está demasiado metido en su propia cabeza para escuchar
palabras, cuando lo que le va a ayudar es simplemente acurrucarse en sus brazos y volverse a
dormir, dejando que Lan Wangji lo abrace tan estrechamente como quiera. Sabe cuando Lan
Wangji necesita más… necesita sujetarlo contra la cama y marcarlo con los labios, la lengua,
los dientes; necesita poner el pulgar en el hueco de la garganta de Wei Ying y sentir su pulso
latiendo vivo, vivo, vivo .

De la misma forma, Lan Wangji sabe cuando su esposo necesita ser abrazado y consolado,
tratado como algo precioso, algo que atesorar y cuidar. Sabe cuando su ánimo está muy tenso
para eso, cuando no puede recibir una simple caricia por miedo a que todo se derrumbe ante
un toque. Sabe cuando Wei Ying necesita que lo sostengan, que lo fuercen a volver a sí
mismo. Sabe cuando solo requiere un momento para aclarar su mente, sentarse en silencio y
dejar que las voces del pasado se desvanezcan de nuevo. Sabe cuando no hay forma de
ayudar y que todo lo que puede hacer es enfrentar la tormenta de su mente juntos.
El dolor no es una competencia. No se trata de quién sufrió más y quién menos… es
suficiente con saber que los dos han sufrido. Aprenden las mejores formas de curar las
heridas que les ha hecho la vida y siguen adelante.

Esta noche… esta noche se siente distinta.

Wei Ying dejó a Chenqing en su sitio, junto al guqin; no pretende ir a vagar por el bosque,
como hace a veces, cuando no puede dormir. No sacó la reserva de licor que siguen teniendo
bajo las tablas del suelo, cerca de la cama; no está tratando de adormecerse ante lo que sea
que lo haya despertado. Se levantó en silencio, tratando de no despertar a Lan Wangji, pero
no se esforzó realmente en esconder sus movimientos.

Lan Wangji considera que su compañía no será mal recibida.

La capa de invierno de Wei Ying todavía cuelga junto a la puerta. La toma mientras sale al
porche y encuentra a su esposo sentado en los escalones. El brillo de la luna en la nieve
refleja una luz etérea y la respiración de Wei Ying, breve y rápida, se enfría en volutas
alrededor de su rostro. Tiene los brazos en torno a sí mismo, los dedos hundiéndose en sus
costados, como si estuviera tratando de sostenerse.

Wei Ying tiene que haberlo escuchado salir del jingshi, pero de todas formas se sobresalta
cuando deja caer la capa sobre sus hombros y se sienta a su lado.

-Lan Zhan -dice con una voz baja, todavía rugosa de sueño-. No quería despertarte.

-No importa -contesta y levanta un brazo, invitándolo a acercarse. Wei Ying duda un
momento pero luego se presiona contra el costado de Lan Wangji, enterrando la cara en la
unión de su cara y su hombro, mientras respira agitadamente-. Wei Ying -dice, acercándolo
todavía más. Levanta la mano para acariciarle el pelo-. Wei Ying, ¿qué te preocupa? -respira
antes de preguntar suavemente-, ¿soñaste con tu hermana?

Es la posibilidad más evidente, considerando las cartas de Lanling. Las pesadillas de Wei
Ying son muchas y muy variadas, pero nunca le hacen tanto daño como cuando shijie aparece
en ellas. De todas las heridas que el destino ha dejado en el corazón de su amado, la muerte
de Jian Yanli es una que sabe que no sanará jamás; el dolor seguirá, afilado y fresco hasta el
fin de sus días. Wei Ying la amaba demasiado, se siente demasiado responsable para que sea
de otra manera. Su dolor no es una competencia, su sufrimiento no es comparable… pero es
verdad que es más fácil luchar contra las pesadillas de Lan Wangji. Cuando despierta con el
corazón en la garganta, con la imagen de su amor cayendo hacia la muerte pintada con
vívidos detalles en su mente, lo único que tiene que hacer es estirar el brazo y tocar a su
esposo para saber que no es real. Para saber que tiene una segunda oportunidad.

La gente por la que Wei Ying llora en sus sueños se ha ido para siempre.

Para su sorpresa, Wei Ying agita la cabeza y suelta una risita que es apenas un respiro.

-No, no es nada -murmura. Lan Wangji presiona los labios, pero antes de que pueda pensar en
que decir, Wei Ying niega otra vez con la cabeza. Los brazos de su esposo se cierran
alrededor de su cintura y aunque ha pasado poco tiempo, sus dedos están muy fríos-. No, Lan
Zhan, en serio, nada está mal. Nada… el problema es que nada está mal -Wei Ying se ríe otra
vez, un sonido húmedo y roto que no tiene nada de alegría-. ¿No es ridículo? No pude ir al
sastre ayer porque se sentía tan real. Demasiado. Un traje de profesor es demasiado. No me
entiendo, pero… no puedo… no es -se quiebra con un sonido herido, sin aire.

-Wei Ying -dice, abrazándolo más fuerte y la mano que acariciaba su pelo baja hacia su
nuca-. Wei Ying -dice otra vez, inevitablemente.

-Tengo tanto, aquí -murmura Wei Ying sin levantar la cabeza del cuello de Lan Zhan. Su voz
es tan bajita que Lan Wangji duda que podría oír las palabras si no fuera por la quietud de esa
noche cubierta de nieve-. Te tengo a ti, a A-Yuan. Y Jin Ling no me odia… Jiang Cheng
aceptó ir de cacería conmigo. Yo… el Maestro Lan ha sido tan amable y me cae bien, Lan
Zhan, me gusta hablar con él y planear con él. Tu tío y yo ni siquiera nos hemos peleado. Y
los niños… Lan Zhan, tu tío de verdad va a dejarme enseñar a esos niños y me va a encantar.
Sé que me va a encantar. Es mucho más que lo que jamás pensé que tendría, más de lo que
jamás soñé tener.

Finalmente, finalmente levanta la cabeza y mira a Lan Wangji a los ojos. Sus manos están
temblando donde se sujetan a la bata de dormir de Lan Wangji.

-Me asusta ser tan feliz, Lan Zhan -dice, con voz temblorosa-. La felicidad siempre se me ha
hecho polvo entre los dedos. ¿Cómo puedo ser así de feliz? ¿Por cuánto tiempo, antes de que
haga algo y lo arruine otra vez?

-No -dice inmediatamente Lan Wangji, fuerte y seguro, como si su simple negación pudiera
alejar cualquier duda clavada en su amor -Wei Ying, no lo vas a arruinar.

-¡Ya lo he hecho antes! -Se aleja un poco, tragando con fuerza. Lan Wangji lo deja, pero
mantiene los brazos en sus hombros-. Lo he hecho antes y no todo fue mi culpa, lo sé ahora,
pero en parte sí. Decisiones que tomé, cosas que hice. ¿Qué tal si lastimo a los niños esta
vez? ¿A A-Yuan? ¿ A ti ?

Se hace bolita mientras se mira las manos, como si estuvieran escurriendo con la sangre de
todos sus fantasmas.

Lan Wangji nunca ha conocido a nadie más adaptable que Wei Ying. Tan capaz de responder
a cualquier cosa que se le presente, de tomarla y cambiarla y encontrar la manera de salir
adelante cuando la lógica y la razón indicaban que debía desmoronarse. Lan Wangji está
convencido de que nadie, ni él, ni Jiang Wanyin, ni su hermano o su tío o ninguno de los
líderes de secta que condenaron a Wei Ying en su primera vida habrían sido capaces de vivir
lo que él y llegar al otro lado. A cualquier otro, los Túmulos Funerarios simplemente lo
habrían devorado, como siempre. A cualquier otro, la energía de resentimiento de la
cultivación demoniaca lo habría destruido por completo, extinguiendo cualquier luz y bondad
que hubiera en ellos.

Y aun así, nunca se le ocurrió que esa misma adaptabilidad podría lastimar a su amado.
Dañarlo. Dejarlo incapaz de confiar en que no tendrá que encontrar una forma de adaptarse y
sobrevivir otra vez, incapaz de simplemente sentir la felicidad en algo sin pensar en todas las
formas en que podría salir mal. Como un marinero tan acostumbrado a los vaivenes de los
mares turbulentos que siente que a sus piernas se les olvidó ya como mantener el equilibrio
en tierra firme cuando se baja del barco.

Wei Ying traga otra vez y se pasa las manos por el pelo. Lan Wangji lo acerca ligeramente y
no trata de alejarse. Casi colapsa contra el costado de Lan Wangji, pasa de nuevo los brazos
por su cintura y se aferra a él.

-Puede que te equivoques -dice Lan Wangji. Lento. Mesurado. Elige cada palabra, le da
vueltas en su cabeza como un joyero que examina los posibles defectos de una gema-. Y
puede que lastimes a quienes te rodean. Tal como nosotros podemos lastimarte a ti -Tratará
de no hacerlo. Con todo su ser, con toda su fuerza, siempre tratará de no lastimar al hombre
que está en sus brazos. Acerca a Wei Ying un poco más, lo abraza más fuerte. Presiona sus
labios contra la piel fría de su frente, su mejilla, la comisura de su boca-. Pero nunca vas a
estar solo ante tus decisiones otra vez. Nunca volverás a estar arrinconado, sin opciones.
Nunca volverás a quedarte sin ayuda.

Wei Ying suelta una exhalación retenida y todo su cuerpo tiembla.

-Si dudas de ti, entonces confía en mí. Confía en nuestro hijo. Confía en los otros juniors y en
quienes serán tus estudiantes. Confía en todos los que te aman hasta que puedas confiar en ti
mismo -lo atrae aún más cerca, hasta que no hay espacio para nada entre ellos, hasta que su
esposo está completamente envuelto en el refugio de sus brazos, donde nada va a lastimarlo
mientras a Lan Wangji le quede un aliento de vida-. No te dejaremos hundirte.
Chapter 4
Chapter Notes

Aunque me tomo más tiempo (mucho más tiempo) del que preví, he aquí la serie
completamente traducida. Estoy muy contenta de poder compartir en español esta
historia que tanto me gustó y que tanto me reconfortó cuando la descubrí por primera
vez. Espero que sea una pequeña felicidad también para quienes la hayan seguido.
¡Gracias por acompañarme!

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Wei Wuxian se ha esforzado mucho en sincronizar su… mmh… caótico horario de sueño con
las horas establecidas por el clan Lan, aunque no cree que jamás vaya a disfrutar levantarse a
las cinco de la mañana, como parece ser el caso de Lan Zhan y A-Yuan. Prevé muchas siestas
vespertinas en el futuro. De preferencia, con la cabeza en el regazo de su esposo, mientras
Lan Zhan pasa los dedos por su pelo… un placer que seguramente puede rivalizar con
cualquier cosa que haya en el paraíso. Pero pese a todo el esfuerzo que ha estado poniendo en
adoptar horarios de sueño más regulares, es imposible contrarrestar la energía nerviosa que se
ha ido acumulando en él estos últimos días.

Y por eso, quizá previsiblemente, se levanta antes de lo necesario el día que va a empezar a
dar clase.

El jingshi está oscuro, la única luz es la de algunas obstinadas brasas que no se extinguieron
en la chimenea, así como una vela en el escritorio de Lan Zhan, en un decorado candelabro
de bronce. Una serie de muescas en cera, en uno de los costados, marcan las horas. Wei
Wuxian entrecierra los ojos tratando de ver cuánto se ha consumido. Calcula que debe ser
temprano en la mañana, más que tarde en la noche y en silencio sopesa las ventajas y
desventajas de tratar de dormir un poco más, antes de dejar ir el sueño una causa perdida.

Todo está callado, excepto por el suspiro del viento afuera y las lentas y constantes
respiraciones de Lan Zhan. Empezaron la noche con los cuerpos enlazados. A Wei Wuxian le
gusta dormir con el tranquilizador latido del corazón de su esposo en el oído y su brazo
envuelto firmemente en torno a su cintura. Desgraciadamente, siempre ha sido inquieto
durante el sueño. Se alejó de Lan Zhan en la noche (llevándose la mayoría de las cobijas, nota
con un dejo de culpa, aunque a Lan Zhan nunca ha parecido molestarle el frío igual que a él),
y de alguna manera se abrió camino hasta el lado opuesto de la cama.

Se inclina ligeramente, recargando la cabeza en una mano mientras se toma un momento para
disfrutar de la novedad de estar despierto antes que su esposo. A veces todavía le sorprende
todo lo que tiene. En momentos aleatorios a lo largo del día, en el instante tembloroso antes
de quedarse dormido, en los latidos jadeantes entre dos besos, le sorprende. Lan Zhan lo ama.
Su Lan Zhan lo ama con todo el corazón y Wei Wuxian puede vivir en ese amor el resto de su
vida. Puede amar a Lan Zhan también. Todavía hay instantes en que le cuesta creer que es
real, que no es un sueño del que habrá que despertar.

Su dedo traza suavemente el contorno de uno de los pómulos de Lan Zhan, sonriendo para sí
mismo cuando su ceja se mueve ligeramente y su cara se gira hacia el toque de Wei Wuxian.
Su sonrisa se torna melancólica mientras retira la mano.

Últimamente, creerlo le ha costado más de lo habitual.

Se siente tan bobo cuando se detiene y lo considera. ¿Qué clase de tonto se asusta cuando
todo le está yendo bien? ¿Qué clase de persona mira los abundantes regalos que puede llamar
suyos en esta segunda vida y estar descontento? Tiene a su esposo y a su hijo… puede ser
otra vez parte de la vida de Sizhui, podrá terminar de verlo crecer y volverse un hombre
maravilloso, podrá verlo casarse y quizá tener sus propios hijos un día. Jin Ling le dirige la
palabra, busca su presencia en las cacerías a las que va con Sizhui y Jingyi. Es importante
para el hijo de su hermana, aunque todavía no hayan decidido qué serán el uno para el otro o
si Jin Ling alguna vez será capaz de llamarlo “tío”.

Jiang Cheng… hay tanto de lo que no han hablado. Tantas cosas cosas que no quieren ni
pueden abordar ahora. Más allá de lo que haya dicho en el templo, Wei Wuxian sabe en su
corazón que hay cosas que tanto él como su hermano deben perdonar y por las que deben
pedir perdón, antes de poder siquiera mirar los cimientos resquebrajados de su relación y
decidir si pueden reconstruirla. Wei Wuxian… Wei Wuxian no cree tener la fuerza para esas
conversaciones todavía. Y no cree que Jiang Cheng la tenga. Pero espera que algún día la
tendrá. Quizá un día no tan lejano.

Y ahora esto.

Mira hacia el armario, apenas visible en la débil luz de la chimenea. Dentro hay un traje
nuevo cuidadosamente colgado, más formal y distinguido de lo que habitualmente usa, fuera
de los insoportables banquetes a los que él y Lan Zhan deben asistir a menudo. La ropa que
usará como profesor en La Profundidad de las Nubes. Él. El instructor oficial de los
discípulos principiantes de Gusu Lan.

Hace tanto desde la última vez que se atrevió a dejarse a sí mismo pensar en el futuro en
términos concretos. Alguna vez pensó que sabía a dónde lo llevaba el camino, la vida que le
esperaba. En retrospectiva, quisiera sonreír ante lo ingenuo que fue. La vida que creyó que
viviría se redujo a cenizas con el Muelle del Loto y nunca… nunca reconstruyó ninguno de
esos sueños.

No, no es exactamente la verdad, ¿no? Había esperado morir, al principio. Se había


resignado. Incluso si Wen Chao no lo hubiera expulsado a los Túmulos Funerarios la primera
vez, una parte de él había esperado morir en un campo de batalla, antes de pensar lo que
regalar su núcleo a su hermano realmente significaba. Pero después…

Después creyó que sería capaz de construir un futuro para y con los Wen. Que podría
mantener su pequeño espacio en esas montañas de cadáveres, que lograría mantenerlos a
salvo. Pensó que sería capaz de criar al pequeño que le había robado el corazón sin siquiera
intentarlo, conseguir un poco de vida junto a él. Con la abuela Wen y todos los tíos y tías.
Con su mejor amigo y la mujer a la que en silencio había empezado a pensar como una
hermana más, gente a la que había llegado a amar casi tanto como a Jiang Cheng y Shijie.

Esa vida también se había vuelto cenizas.

¿Y ahora? Ahora sabe que siempre estará junto a Lan Zhan. Tras darse cuenta de cuánto
amaba a Lan Zhan, en los meses que han seguido, ni una sola vez ha considerado una vida sin
él. Lejos de él. Cueste lo que cueste, cualquier sacrificio que tuviera que hacer valdría la
pena con tal de quedarse con este hombre. Pero aunque está seguro de eso, todavía no se
había detenido a considerar qué forma tendría la vida con él. Cómo sería en un año, en diez,
en veinte años. Hasta ahora ha sido suficiente con vivir al día, adaptarse a las obligaciones de
Lan Zhan como Cultivador Jefe y hacerse espacio, donde y cuando pueda, para descubrir
quién es ahora en este mundo, que siguió moviéndose sin él durante dieciséis años.

Por primera vez desde que abrió los ojos en ese lamentable cuartucho en la mansión Mo, ha
estado pensando de verdad en lo que quiere para el resto de su vida. Lo que quiere hacer,
dónde quiere estar, además de junto a Lan Zhan.

Un año, diez años, veinte años… de pronto, construir toda una vida no es un concepto tan
vago. De repente se ha encontrado preguntándose si es capaz de perseguir una vez más algo
permanente. De perseguir sueños. Metas. Un hogar . Algo real y tangible, algo que exista con
o sin su esposo y su hijo.

Quiere, vaya que quiere. Quiere definirse… encontrar los trozos raídos y desperdigados de sí
mismo y volver a convertirlos en una persona. Wei Wuxian, Wei Ying. No sólo el esposo de
Lan Zhan. No sólo el Patriarca Yiling. No solo los errores e injusticias amontonados sobre él
por sus propias acciones y las de otros.

Dar clase a menos de una docena de discípulos principiantes no es lo que va a cambiarlo


todo. No le faltaría el respeto a sus estudiantes - sus estudiantes - poniendo semejantes
expectativas en ellos. Pero puede ser un primer paso. La confianza que Lan Qiren le ha
demostrado al ofrecerle esto, la mano amiga que Lan Guihong le ha tendido… son cosas
sobre las que puede construir, que puede usar para echar los cimientos de su segunda vida.

Todavía está receloso. Tiene miedo; una parte de él aún está segura de que los cielos no
tolerarán verlo tan feliz y se lo arrebatarán todo en cuanto se sienta confiado.

Pero ya no está solo. No está arrinconado y atrapado, tratando de optar por la menos terrible
de un puñado de opciones espantosas. Puede hacer lo que su Lan Zhan le pide; puede confiar
en su esposo, en su hijo, en la gente que no quiere verlo caer (mucha más de la que habría
pensado, y con el pronóstico de que el número va a aumentar). Puede confiar en que van a
ayudarle hasta que pueda confiar en sí mismo otra vez.

La vela en el escritorio chisporrotea, consumiéndose finalmente tras contar la última hora.


Unos momentos después, Lan Zhan comienza a moverse; los arraigados hábitos de toda una
vida hacen que no necesite ni voltear a ver la vela. En realidad, la usan sólo porque es menos
probable que Wei Wuxian deje que un impulso de invención lo mantenga despierto toda la
noche si tiene justo ahí, frente a él, una señal visible de lo tarde que se está haciendo.
Es apenas un poco menos probable.

Wei Wuxian se da la vuelta para ver a su esposo, sonriendo cuando una de las manos de Lan
Zhan busca su calor de inmediato y se posa en su cadera.

-Buenos días -murmura, para no alterar la tranquilidad del jingshi. Incluso en la oscuridad, ve
la sorpresa de Lan Zhan al encontrarlo ya despierto. La mano se mueve de su cadera para
colocarse suavemente en su cara.

-Buenos días -responde, buscando con los ojos alguna señal de preocupación en Wei Ying,
cualquier pista de que su descanso fue perturbado por más pesadillas o ansiedades.

Algo tibio, un brillo efervescente, burbujea en el pecho de Wei Wuxian y no puede evitar
inclinarse. Besa la mejilla de su esposo, consciente de que no se ha lavado todavía la cara y
mucho menos los dientes.

-Me desperté hace unos minutos -dice, respondiendo a la pregunta que Lan Zhan no planteó.
Su esposo murmura un suave asentimiento y lo acerca un poco más.

Se quedan juntos en la oscuridad por unos momentos, mientras la mano de Lan Zhan se
mueve sobre su espalda. El silencio se extiende entre ellos, cómodo y tranquilo, y si fuera
cualquier otro día, Wei Wuxian se volvería a dormir alegremente, calientito y seguro en el
abrazo de Lan Zhan. Pero hoy tiene compromisos. Hoy y ojalá que muchos de los días por
venir.

Lan Zhan insiste en ayudarlo a vestirse, acomodando el traje con las manos, tan suavemente
como si estuviera envolviendo un tesoro invaluable. Wei Wuxian lo deja y una sonrisa
satisfecha roza sus labios al notar el calor en la mirada de su esposo mientras viste a Wei
Wuxian con los colores de su clan. Ha tenido muchas ocasiones de ver el corazón de Lan
Zhan acelerarse de deseo por él, pero es una visión de la que sabe que no va a cansarse nunca.
Se limitan a unos besos perezosos mientras Lan Zhan termina de atar la banda de la cintura,
conscientes de que La Profundidad de las Nubes se está despertando en torno a ellos y que
ambos tienen cosas que hacer esta mañana. Cuando termina, Lan Zhan da unos pasos atrás y
lo observa por un momento; el orgullo, la alegría y el amor brillan en en sus ojos.

-¿Estoy aceptable? -no puede evitar preguntar, coqueto, mientras da un giro delante de su
esposo. Lan Zhan deja salir una risita y sacude la cabeza.

-Siempre. En todos los sentidos. Más que simplemente aceptable -dice con seriedad, y
extiende una mano para tomar la de Wei Ying.

-Lan Zhan, Lan Zhan, ¿cómo se supone que me concentre en la clase si me dices esas cosas?
-dice y riéndose se lleva la mano de su esposo al pecho antes de levantarla a sus labios. Da un
paso hacia el círculo de los brazos de Lan Zhan y se quedan así por unos momentos, gozando
cada uno de la tibieza del otro.

-¿Estás listo? -pregunta finalmente Lan Zhan, dejando un ligero beso en la frente de Wei
Wuxian. Este sonríe y cierra los ojos.
-¿Sabes qué? Estoy listo. De verdad lo estoy.

***

Toman un ligero desayuno con Lan Guihong en el pabellón de los sanadores, se supone que
para darle a él y a Wei Wuxian unos minutos extra para hablar de los planes que han estado
haciendo en los últimos días. En realidad, Wei Wuxian cree que el viejo profesor sólo quería
darle la oportunidad de plantear cualquier pregunta de último momento, quizá compartir
cualquier duda de último minuto en un entorno más privado.

Lo que en realidad sucede es que Lan Guihong pasa un buen rato después de que han
terminado de comer, hablando de la época en que Lan Zhan iba a su clase. Aparentemente
igual de serio y concentrado que hoy, pero con el extra de unas mejillas regordetas y un par
de incisivos que se negaron a salir por casi tres meses. El resultado final es Wei Wuxian
riéndose hasta quedar sin aliento ante la imagen mental, mientras su esposo bebe el té en
estoico silencio.

Cuando la campana anuncia que faltan quince minutos para que termine el desayuno y
empiecen las clases, los tres salen del pabellón. Lan Guihong toma a Wei Wuxian del brazo
mientras caminan por los senderos hacia el comedor. Wei Wuxian espera que le dé consejos o
que repase los conceptos que eligieron para las primeras semanas de clase… pero en lugar de
eso, el anciano sólo le pregunta sobre un nuevo talismán en el que está trabajando. Deja a
Wei Wuxian extenderse en el tema, asintiendo en momentos precisos y haciendo algún
comentario aquí y allá.

Wei Wuxian casi puede sentir sus últimos nervios calmarse; el fluido ir y venir de la
discusión intelectual le recuerda lo bueno que es en esto. Dirige una sonrisa agradecida a Lan
Guihong mientras suben los escalones al comedor, deteniéndose ante la puerta para que él y
su esposo puedan hacer una profunda reverencia al viejo profesor.

-Gracias otra vez por todo lo que ha hecho por mí, profesor Lan. Le juro que haré todo lo que
esté en mi poder para ser digno de la confianza que está depositando en mí -dice Wei Wuxian
en voz baja mientras se levanta. Para su sorpresa, Lan Guihong toma su mano otra vez, como
lo hizo el día que se conocieron.

-Los niños de este clan te adoran. Incluso los que te han conocido apenas por un breve
tiempo. Confían en ti y te aceptan. Eso es todo lo que necesito saber sobre tus méritos. Te
confío a mis estudiantes, Wei Wuxian, y lo hago sin dudar. Estaré esperando verlos triunfar
bajo tu tutela -con esas palabras, le da un apretón a la mano de Wei Wuxian y lo suelta para
dar la vuelta y entrar al comedor.

Wei Wuxian está orgulloso de necesitar sólo unos momentos junto a la puerta, parpadeando
rápidamente, antes de poder entrar también.

Los trabajadores están recogiendo los platos del desayuno de las mesas y se puede oír un
murmullo ahogado de conversaciones entre algunos discípulos. Wei Wuxian detecta a Sizhui
y Jingyi en las mesas reservadas para los juniors más mayores, cerca de las mesas donde Lan
Qiren, Lan Fang y el resto de los profesores están sentados. Hasta donde sabe, los profesores
no están obligados a hacer todas las comidas en el comedor con los estudiantes… pero se les
anima a que se presenten con frecuencia.

Wei Wuxian no está seguro de que sea buena idea sentarse con Lan Qiren frecuentemente (su
reciente tregua está, milagrosamente, sobreviviendo hasta ahora, pero no quiere forzar su
suerte), sin embargo, cree que le gustaría sentarse con sus estudiantes en su mesa cuando él y
Lan Zhan no tengan otros planes.

Sus estudiantes. Sus estudiantes.

Cualquier conversación ha desaparecido ahora y los discípulos se han vuelto hacia él, Lan
Guihong y Lan Zhan. Cuando se dan cuenta de que el Cultivador Jefe está presente, se
levantan rápidamente y se inclinan para saludarlo. Wei Wuxian hace contacto visual con
Sizhui y le sonríe mientras se vuelve a sentar en su sitio, junto a Jingyi.

La clase de los principiantes está sentada más hacia un lado y Wei Wuxian los ve torciendo el
cuello para alcanzar a ver qué es lo que causó semejante revuelo. Un ruido atraviesa su mesa
cuando ven a Lan Guihong y más de una voz infantil se levanta en un gritito de “¡Profesor”
¡Hola, profesor Lan!”, antes de que rápidamente los hagan guardar silencio.

Desde su posición actual, Wei Wuxian tiene una vista excelente del momento en que los tres
niños que sin querer lo lanzaron en este camino, lo distinguen. El pequeño Lan Xin es el
primero en notarlo y lo saluda discretamente con la mano cuando sus miradas se cruzan. Ve
que el niño ladea la cabeza, lo mira de arriba a abajo y luego sus ojos van de Wei Wuxian a
Lan Guihong, antes de abrirse con sorpresa. Wei Wuxian se aguanta la risa cuando Lan Xin
se estira para picar a su primo en el hombro, inclinándose para murmurar aceleradamente
algo en el oído de Lan Mingzhe. Lan Xin está casi temblando y su sonrisa -a la que le faltan
varios dientes- es tan amplia en su rostro que Wei Wuxian la distingue sin problema desde el
otro lado del comedor.

Los tres se dirigen al frente del salón y Lan Qiren se levanta, saludándolos formalmente
mientras el comedor se queda callado.

-Si puedo tener la atención de todos por un momento -comienza, como si todos no estuvieran
ya atentos a él desde que se levantó de su asiento-. Hay un par de anuncios sobre el futuro de
la enseñanza en La Profundidad de las Nubes. En primer lugar, quisiera informar que Lan
Guihong se retira oficialmente de su puesto como profesor del grupo de principiantes.
Aunque nos entristece ver una carrera tan respetable llegar a su fin, quedamos profundamente
agradecidos por sus años de servicio y dedicación al clan -Lan Qiren se gira hacia Lan
Guihong y se inclina profundamente, al igual que Lan Zhan, Wei Wuxian y todos los otros
profesores.

Línea por línea, los discípulos mayores, los juniors y en especial el grupo de los principiantes
se levantan de su sitio, se inclinan y luego se arrodillan, postrándose ante uno de los más
respetados ancianos del clan… el hombre que guió a cada uno de los discípulos presentes en
sus primeros pasos en el mundo de la cultivación y en el desarrollo de su núcleo dorado.

Lan Guihong se aclara la garganta y las lágrimas llenan sus ojos mientras sus estudiantes,
todos sus estudiantes, muestran su cariño y respeto. Cuando los discípulos se levantan, los
ojos de Lan Guihong no son los únicos que están húmedos. Los principiantes se apiñaron y
Wei Wuxian puede ver las lágrimas corriendo libremente por las mejillas del serio rostro de
Lan Chenli. Lan Mingzhe tiene un brazo alrededor de los hombros de Lan Xin, mientras se
seca los ojos con la manga. Lan Xin también tiene lágrimas en los ojos, pero cada cierto
tiempo sus ojos se encuentran de nuevo con los de Wei Wuxian y el corazón de Wei Wuxian
se contrae ante la desnuda esperanza que ve en la cara del niño. Le dirige una sonrisa que
espera que sea reconfortante.

Lan Qiren se aclara la garganta una vez y otra, antes de asentir hacia Lan Guihong y tomar un
profundo respiro.

-En las últimas semanas, Lan Guihong, Lan Fang y yo hemos tenido muchas pláticas sobre
quién debería hacerse cargo del grupo de los principiantes. No voy a fingir que nuestra
elección no es… poco ortodoxa, quizá, pero todos estamos de acuerdo -aquí Lan Qiren hace
una pausa, suspira. Voltea a ver a Wei Wuxian y Wei Wuxian no está seguro de si algún día se
acostumbrará a que Lan Qiren lo mire sin rencor- en que es la mejor opción. Por lo tanto,
desde el día de hoy, las tareas de Lan Guihong quedarán formalmente a cargo de Wei
Wuxian.

Un remolino de murmullos vibra entre los discípulos y Wei Wuxian no es tan ingenuo como
para creer que ninguno es de decepción y crítica. De cualquier manera, la mayoría de las
caras que ve parecen… satisfechas. Sizhui y Jingyi le sonríen con orgullo y el resto de sus
compañeros están murmurando entre ellos. Le parece oír unas cuantas voces cerca que
preguntan si eso significa que Senior Wei y Hanguang-Jun se quedarán en La Profundidad de
las Nubes de manera permanente.

Suenan emocionados ante la idea.

Pero su emoción no es nada comparada con la cara de los discípulos más pequeños.

Wei Wuxian ve a sus estudiantes y siente que se le podría detener el corazón. Los niños están
resplandecientes . Todas las caritas están sonriendo y la alegría es evidente en su expresión.
Lan Xin se aferra a la mano de su primo y da unos saltitos antes de que Lan Mingzhe le dé
unos toques en el hombro y le murmure, sin duda, que se tranquilice.

Lan Qiren hace un murmullo reprobatorio ante la excesiva -para estándares Lan-
demostración, pero Wei Wuxian sabe que no se está imaginando la falta de auténtica
irritación en el sonido. Si fuera cualquier otra persona, Wei Wuxian hasta podría decir que el
tío de su esposo parece incluso… cariñoso. Junto a él, Lan Guihong sonríe serenamente y le
guiña cuando sus miradas se cruzan.

-Como dije, Master Wei, sin dudarlo un momento -dice, en voz suficientemente baja para que
sólo lo escuche Wei Wuxian.

Afuera, la campana señala el comienzo de las clases y Lan Qiren da una palmada que silencia
el comedor de inmediato.

-Entonces, a clase -dice muy serio. Luego voltea a ver a Wei Wuxian y hace un gesto hacia
los niños-. Por favor, acompaña a tus estudiantes al aula.
Lan Zhan se inclina hacia él un momento, apenas lo suficiente para tocarlo con el hombro.

-Nos vemos más tarde -murmura, con los ojos brillantes de felicidad. Wei Wuxian sabe que él
mismo está brillando con una felicidad similar.

-Esta tarde -confirma-. Grandmaster, Profesor Lan -dice, inclinándose respetuosamente ante
los dos.

Los niños ya han formado dos filas perfectas cuando él se acerca. No puede evitar la sonrisa
que siente atravesándole la cara cuando se detiene frente a ellos y que se refleja en sus
estudiantes. Lan Xin se levanta de puntillas antes de hacerle tímidamente una seña para que
se incline, como si quisiera decirle un secreto.

-Me alegra que sea usted, Master Wei -dice con sinceridad cuando Wei Wuxian está a su
nivel-. Voy a extrañar al Profesor Lan, pero estoy muy feliz de que lo hayan elegido a usted.

Detrás de él, Lan Chenli y Lan Mingzhe asienten. Wei Wuxian aprieta los labios, sonriendo
tanto que cree que más tarde le dolerá la cara.

-Yo también, Lan Xin -dice, levantándose otra vez-. Yo también.

Atraviesan el comedor juntos, los niños detrás de él.

Y Wei Wuxian da sus primeros pasos en un nuevo camino, uno más luminoso y más amplio
de lo que jamás soñó que iba encontrar.

Chapter End Notes

Y bueno, así dejó la autora a Wei YIng en el camino a la felicidad. En su momento


comenzó otra historia dentro de este universo y si en algún momento la termina, yo
estaré más que feliz de traducirla también.
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