TEMA-6-PC.

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Mayka_Javier_Eu

Política Comparada

3º Doble Grado en Derecho y en Ciencia Política y

Administración Pública

Facultad de Derecho
Universidad Autónoma de Madrid

Reservados todos los derechos.

No se permite la explotación económica ni la transformación de esta obra. Queda permitida la impresión en su totalidad.
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POLÍTICA COMPARADA JAVIER ROBLES MARTÍN

TEMA 6 – CULTURA POLÍTICA, SISTEMA DE VALORES Y CAPITAL SOCIAL

No se permite la explotación económica ni la transformación de esta obra. Queda permitida la impresión en su totalidad.
1. TESIS DE GABRIEL ALMOND Y SIDNEY VERBA
1.1. INTRODUCCIÓN

Gabriel ALMOND y Sidney VERBA publican en 1963 ‘The Civic Culture’, en la que definen
la cultura política como “una particular distribución de patrones de orientación hacia los
objetos políticos entre los miembros de una nación”. Este análisis de la dimensión psicológica
del sistema político se enmarca en una época en la que la noción de “sistema político” venía
reemplazando a los términos de “nación” y “pueblo”.

En efecto, la concepción de ALMOND y VERBA sobre la cultura política alude a la

dimensión subjetiva de la misma y proponen su estudio a partir de nuevas técnicas de recogida
y análisis de información –desarrolladas en virtud de un enfoque behaviorista-conductista–. Es

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probablemente la primera investigación comparada que emplea técnicas de encuesta a
individuos en Estados diferentes, seleccionando cinco sistemas políticos diferentes; a saber:

• Estados Unidos y Reino Unido –democracias estables y desarrolladas–.

• Italia y República Federal Alemana –nuevas democracias–.
• México –sistema político en desarrollo–.

La tesis de estos autores es que en sociedades en las que predominan las relaciones
horizontales –en las que los individuos se relacionan en un ambiente de igualdad básica–,
prevalecen las estructuras democráticas. Por el contrario, en las sociedades jerárquicas –en las
que hay un claro predominio de unas clases sobre otras–, imperan los valores del autoritarismo.

1.2. CLASES DE ORIENTACIONES POLÍTICAS

a) Orientaciones políticas cognitivas. Entendidas como el grado de conocimiento del

ciudadano sobre el sistema político. Un indicador para su medición consiste en preguntar a los
individuos determinados extremos sobre el sistema político –conformado por tres objetos
políticos básicos: el sistema, las instituciones y los actores– a fin de averiguar si está o no en lo
cierto.

b) Orientaciones políticas evaluativas. Es decir, cómo evalúa el ciudadano el

funcionamiento y el desempeño de un sistema político. A modo de indicador, se podría instar
directamente a un sujeto a que calificara el funcionamiento de una determinada institución.

c) Orientaciones políticas afectivas. Permiten conocer los sentimientos que generan los
elementos del sistema político sobre el individuo.

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1.3. CLASES DE CULTURA POLÍTICA

A la luz de la anterior clasificación, ALMOND y VERBA elaboran unos indicadores de

encuestas para medir la cultura política, los cuales son utilizados todavía a día de hoy. A partir
de estos indicadores y sus resultados, observan que existen tres tipos de cultura política en
función de cómo se orientan los individuos hacia los elementos del sistema político:

a) Cultura política parroquial. Los ciudadanos viven al margen del sistema político y no
expresan orientaciones hacia el mismo –si las expresan son mínimas y puntuales–. ALMOND y
VERBA encuentran una gran presencia de esta cultura en el sur de Italia.

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b) Cultura política de súbdito. Los individuos conocen el sistema político, lo evalúan y
expresan emociones al respecto; pero están fundamentalmente orientados hacia los outputs del
sistema político. Conocen mejor las normas, sanciones y regulaciones que las oportunidades y
derechos de participación (inputs). Los autores encontraron un amplio porcentaje de esta
cultura en la República Federal Alemana.

c) Cultura política de participante. Los sujetos participan activamente y se involucran

en el sistema político; y son conocedores de las oportunidades y derechos de participación
(inputs).

1.4. CONCLUSIONES

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El principal hallazgo de ALMOND y VERBA es que la cultura cívica es una cultura política
mixta en la que prima una mezcla de elementos de súbdito y de participante –aunque también,
en menor medida, elementos parroquianos–. Así, la cultura cívica necesita que el ciudadano
participe, pero también que el ciudadano obedezca con lealtad al sistema.

Dos son los ejemplos empíricos de esta circunstancia: Estados Unidos y Reino Unido,
considerados ambos democracias estables y desarrolladas. A pesar de las tesis de NEWTON y
VAN DETH, también encuentran un inesperado porcentaje de cultura participante en México,
que atribuyen a la Revolución Mexicana.

1.5. CONCEPTOS BÁSICOS

La idea de la cultura cívica como presupuesto básico para la democracia estable se apoya
en dos conceptos fundamentales presentes en el modelo explicativo de ALMOND y VERBA:

a) Competencia política. Alude al conocimiento político y a la eficacia política, pues la

democracia exige conocimiento y participación política. A día de hoy existe todavía cierto deba-

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te acerca de las evidencias en contra de esta postura, así como reacciones adversas a la misma
–atajos informativos y movilización cognitiva–.

• Competencia política interna. Es la medida en que el individuo se siente competente para

cambiar e influir en la esfera pública.
• Competencia política externa. Supone la percepción del individuo respecto de la respuesta
de las instituciones a sus inputs.

b) Lealtad y fidelidad políticas. Una democracia estable no solo requiere la

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participación, sino también el apoyo y la lealtad de la ciudadanía al funcionamiento del sistema.

David EASTON en ‘Political Support’ (1965) aporta una dicotomía que captura la
diferencia entre legitimidad y eficacia del sistema de Seymour Martin LIPSET, pero en función
del apoyo de los ciudadanos.

• Legitimidad política. El apoyo político es difuso; esto es, los ciudadanos prestan apoyo al
sistema político sin esperar nada a cambio.
• Eficacia política. El apoyo político es específico; es decir, los ciudadanos prestan apoyo al
sistema político esperando que, a modo de contraprestación, este responda a sus
necesidades y resuelva sus problemas. Es un tipo de apoyo a los actores políticos que, en
momentos determinados, son los que acaban por tomar las decisiones.

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1.6. EL APOYO DIFUSO EN LAS DEMOCRACIAS ESTABLES

La anterior clasificación es importante porque ALMOND y VERBA aseguran que una

democracia estable requiere un amplio apoyo difuso extendido entre la población, así como
una distancia pequeña en el nivel de apoyo difuso prestado por los votantes del partido ganador
y del partido perdedor. De esto se infiere que ha de existir un consenso general en cuanto a las
reglas del sistema político democrático, con independencia de que la fuerza a la que se apoya
esté en ese momento en el gobierno o no.

1.7. EL CIUDADANO DEMOCRÁTICO

Los autores defienden, pues, que una democracia estable resiste los cambios de apoyo
específico a políticas y actores concretos, pero no así la falta de apoyo a los principios básicos
de la democracia, en especial, la representación política1.

El ciudadano democrático se concibe como un sujeto muy activo a través de los

canales de la participación y la representación institucional –los partidos políticos–; y poco
activo fuera de estos canales. En la práctica, el ciudadano ejemplar es un ciudadano afiliado a
un partido político, integrado en asociaciones cívicas, que se informa, que ejerce el derecho de
sufragio y que acude a sus representantes con demandas.

Además, el ciudadano ideal no desobedece ni se opone a las decisiones políticas cuando

1 Esta explicación de la estabilidad de la democracia a partir del estudio de la cultura política resulta muy útil y
convincente en el momento en que es formulada; es decir, en el contexto histórico de finales de los años 50 y
principios de los 60 del siglo XX.

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la toma de decisiones está en manos de la opción política contraria a su ideología. Este

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ciudadano acepta el liderazgo democrático y, si tiene que oponerse, se opone únicamente
mediante voto en contra.

1.8. EVOLUCIÓN DE ESTE ENFOQUE

Este modelo de funcionamiento describe con bastante precisión la dinámica de la

democracia en un momento y un espacio determinado; no obstante, empieza a dejar de
funcionar cuando se produce el declive entre el ciudadano y el partido político; esto es, cuando
los ciudadanos dejan de participar en virtud de los partidos políticos.

Dicho de otro modo, este enfoque de la lealtad democrática, basado en la identificación

y cuyo mecanismo de participación es de votante-partido, se pone en cuestión con el descenso
de la identificación y la participación partidista de los ciudadanos en las sociedades
postindustriales actuales. A partir de este momento, pues, necesita remodelarse y, para ello, se

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amparará en los nuevos movimientos sociales de los años 60.

2. TESIS DE MICHEL CROZIER, SAMUEL HUNTINGTON Y JOJI WATANUKI

En ‘The Crisis of Democracy’ (1975), Michel CROZIER (Francia), Samuel HUNTINGTON
(Estados Unidos) y Joji WATANUKI (Japón), auguraron que la aparición del desafío de las masas
a las élites democráticas conduciría a un descenso de la legitimidad democrática por una
sobrecarga de las demandas al gobierno.

Estos autores se refieren a la caducidad del modelo en el que el ciudadano se identifica

con el partido político y la aparición y el desafío de los nuevos movimientos sociales2 –
protagonizados, a finales de los años 60, por jóvenes formados y universitarios– que, a su juicio,
estaban planteando un exceso de demandas a los gobiernos democráticos. Finalmente, se
demostró que no acabaron con las democracias, pero sí que inauguraron un nuevo movimiento
que es conocido como fenómeno de la protesta política [vid. infra. epígrafe 3] –la cual se da,
sobre todo, en las democracias más desarrolladas–.

3. TESIS DE SAMUEL HENRY BARNES Y MAX KAASE

3.1. LA PROTESTA POLÍTICA

La protesta política pacífica se vuelve, entonces, un nuevo problema de estudio y una

de las investigaciones clave que viene a comprobar si realmente lo anterior es así de forma
empírica es ‘Political Action: Mass Participation in Five Western Democracies’3 (1979), de Samuel
Henry BARNES y Max KAASE. Se trata de un estudio comparado de la acción política de masas
en varias democracias avanzadas que enumera una serie de características comunes a todos
los fenómenos de protesta y sus participantes:

2 Feminismo, ecologismo, pacifismo, en pro de los Derechos Humanos, etc. En España aún tenía importancia en
este momento el movimiento democrático.

3 Estados Unidos, Reino Unido, Países Bajos, República Federal Alemana y Austria.

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a) En estas democracias modernas y desarrolladas los individuos que más participan en

acciones de protesta política son los sujetos mejor formados y con un nivel de educación más
alto, así como con mejores habilidades políticas.

b) Los participantes en protestas enfatizan las normas democráticas más que los que
no participan. De tal extremo se infiere que la protesta no reviste un carácter antidemocrático.

c) Los que participan en protestas están más comprometidos y son más activos
políticamente que los que no protestan.

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Estos resultados marcaron un antes y un después, conduciendo a nuevos
planteamientos sobre el comportamiento de protesta-disenso político y su papel en la política
democrática.

3.2. LA PROTESTA POLÍTICA EN LAS SOCIEDADES POSTINDUSTRIALES

Los movimientos de protesta política no podían explicarse de acuerdo con las teorías de
la modernización, que predecían que la insatisfacción y la frustración social por la falta de
oportunidades producían violencia política. Son las sociedades postindustriales de los años 70,
que garantizan mayor seguridad física y material, así como mayor prosperidad de vida a sus
ciudadanos, las que presentan tasas más altas de protesta política.

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Y dentro de estas sociedades, son los individuos más privilegiados en lugar de los más
necesitados los que se quejan de manera más efectiva y combativa. La aparición y extensión
de las sociedades postindustriales ha alimentado la actividad de protesta de las masas de dos
maneras:

a) Aumentando los recursos de participación de la gente, porque se les dota de

mayores capacidades para hacer oír su voz.

b) Impulsando el cambio de valores que favorece la aparición de actitudes expresivas

que motivan a la gente a hacerse oír.

4. TESIS DE RONALD INGLEHART

4.1. INTRODUCCIÓN

La teoría que Ronald INGLEHART expone en ‘The Silent Revolution’ (1977) viene a dar
respuesta a la cuestión del cambio cultural en las sociedades industriales avanzadas. Según
INGLEHART, las sociedades postindustriales traen consigo la aparición de prioridades de los
valores postmaterialistas; esto es, el paso del materialismo (moderno) al postmaterialismo
(postmoderno). Dichas prioridades enfatizan el poder del individuo y la libertad de expresión.

La explicación que aporta INGLEHART es la que mejor encaja las piezas de lo que venían
observando los comparativistas sobre el comportamiento político de las masas; habida cuenta
de que trata de averiguar por qué en las sociedades postindustriales –en las que se ha logrado
prosperidad y buen estándar de vida– es donde más se observa el fenómeno de la protesta
política.

De acuerdo con la teoría de INGLEHART, esta circunstancia se explica por dos razones
fundamentales:

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a) Con la transformación de lo industrial a lo postindustrial, los principios y requisitos

conducen a la expansión extraordinaria del conocimiento y estudio entre capas más amplias
de la población, aumentando, a su vez, la capacidad de los individuos para hacerse oír.

b) El cambio de valores hacia el postmaterialismo impulsa su motivación.

4.2. ORIENTACIONES BÁSICAS

Los valores postmaterialistas, postmodernos o de autoexpresión, que constituyen ese

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síndrome del cambio de valores postmodernos, contienen una serie de orientaciones básicas:

a) Orientación democrática. Los ciudadanos están más capacitados y se sienten más

motivados para participar directamente, sin la intermediación de jerarquías –como los partidos
políticos–.

b) Desconfianza, recelo y cuestionamiento de la autoridad legal-racional. Este

cuestionamiento se extiende más allá del ámbito de la política a otros como el de la ciencia. Los
valores postmodernos son la semilla del recelo a la autoridad científica –algo muy significativo
es el movimiento antivacunas a raíz de la pandemia del Covid-19–.

c) Orientación liberal. Se traduce en una mayor tolerancia hacia la elección de otros

estilos de vida –nuevos tipos de familia, etc.–.

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d) Orientación activista. La gente quiere hacerse oír en su contestación a las élites –
firmar una petición, acudir a una manifestación, llevar a cabo un boicot–.

e) Orientación de eficacia. La gente siente que tiene el control sobre sus vidas y pueden
influir en el ambiente. Esto es, se siente empoderada por su capacidad de adquisición de
información, cuestiona las decisiones del poder y se siente eficaz y competente para solucionar
los problemas de la esfera pública.

f) Orientación de confianza. Frente al recelo ante la autoridad, aumenta la confianza

social que hace que la gente crea que se puede confiar en todo el mundo.

4.3. PROCESOS HISTÓRICOS DE CAMBIO DEL SISTEMA DE VALORES

Ronald INGLEHART publica en 2005, junto con Christian WELZEL, ‘Modernization,

Cultural Change and Democracy: The Human Development Sequence’, en la que ambos autores
distinguen dos procesos históricos de cambio del sistema de valores:

a) Uno primero de valores tradicionales –supervivencia– a valores modernos –secular-

racional–, que tiene lugar durante el proceso de industrialización.

b) Uno segundo de transformación del sistema de valores modernos hacia valores

postmodernos –libertad individual y autoexpresión–, que tiene lugar durante el proceso de
postindustrialización4.

En definitiva, observan un cambio de valores y una extensión de la política populista –

debido a muy diversas explicaciones–.

4 En opinión de INGLEHART y WELZEL, los países nórdicos y los Países Bajos eran las sociedades más postmodernas.

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5. EL CAPITAL SOCIAL5
El capital social viene a ser la cultura cívica6 de ALMOND y VERBA, pero expresada desde
una perspectiva teórica diferente. Así, el capital social es todo aquello adquirido como
resultado de la confianza que lleva a los individuos a participar políticamente.

Esta confianza es una variable esencial en la teoría del juego cooperativo a fin de explicar
la cooperación entre jugadores en ausencia de un tercero regulador. Asimismo, es más probable
que surja entre individuos con estatus similares, pues la cooperación y las interacciones
repetidas a lo largo del tiempo favorecen la confianza.

Esta idea consagra la búsqueda de la complementación de enfoques teóricos en la

Política Comparada, el éxito y el emergente liderazgo de la escuela de la rational choice en la
Ciencia Política e, igualmente, el éxito de la perspectiva histórica en la contribución teórica.

Entre los intentos por explicar las condiciones para crear instituciones democráticas
fuertes, estables y eficaces, destaca la investigación realizada por Robert PUTNAM y sus
colaboradores sobre los gobiernos regionales italianos en ‘Making Democracy Work: Civic
Traditions in Modern Italy’ (1994) –considerada por algunos académicos como la investigación
más completa realizada en el ámbito de la Política Comparada–. Es un estudio que comienza en
1970, cuando en Italia se inicia el establecimiento de los gobiernos regionales, y analiza
aspectos del desarrollo y el rendimiento político de los mismos durante casi dos décadas, hasta
1989.

5 Renacimiento de la cultura política (INGLEHART, 1988), de las instituciones (MARCH y OLSEN, 1989) y aparición
del capital social (PUTNAM, 1993).

6
El comportamiento cívico determina que algunas instituciones representativas, democráticas, tengan éxito; esto
es, logren ampliamente sus objetivos de manera eficaz y satisfagan a sus múltiples electores. Mientras que la hipótesis
de la socialización política se relaciona con la cultura política, la hipótesis del cálculo estratégico se vincula con la
cooperación fundada en la confianza.

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BIBLIOGRAFÍA

• Mota Consejero, F. (2021). Política Comparada. Cultura política, sistema de valores y capital
social [Presentación de PowerPoint]. Moodle de Grado. Universidad Autónoma de Madrid.
Curso de Política Comparada.

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