Scriptorium
Scriptorium
Scriptorium
Esta miniatura del siglo XV de Jean Miélot (muerto en 1472)1 representa al propio autor trabajando,
precisamente mientras compila sus Miracles de España, en los que esta miniatura aparece.
Los ilustradores de manuscritos trabajaban en colaboración con los escribas en una intrincada
variedad de interacciones que impedían cualquier mínimo modelo de producción manuscrita
monástica.8
El scriptorium físico
De Casiodoro en Vivarium
El monasterio construido en el segundo cuarto del siglo VI bajo la indicación
de Casiodoro en Vivarium, al sur de Italia, contenía un scriptorium construido
expresamente, pues estaba interesado en coleccionar, copiar y preservar textos.
La descripción de Casiodoro sugiere que el scriptorium tendría lámparas de aceite
autoalimentadas, un reloj de sol y una clepsidra. El scriptorium habría tenido
también escritorios para el trabajo de copia de textos por parte de los monjes, así
como los necesarios tinteros, navajas y plumas. Casiodoro estableció una
biblioteca donde, al final del Imperio Romano, intentó hacer aprender griego a los
lectores en latín y preservar textos tanto sagrados como profanos para las
generaciones futuras. En tanto biblioteca no oficial, Casiodoro coleccionó tantos
manuscritos como pudo y escribió tratados con la intención de instruir a sus
monjes en el uso adecuado de los textos. Al final, sin embargo, la biblioteca de
Vivarium fue dispersada y perdida, aunque estuvo activa hasta aproximadamente
el año 630.
De los benedictinos
El contemporáneo de Casiodoro, Benedicto de Nursia, también permitió a sus monjes leer las
grandes obras paganas en el monasterio que fundó en Monte Cassino en 529. La creación de
una biblioteca en ese monasterio inició la tradición de los scriptoria benedictinos, en donde la
copia de los textos no solo proveía de materiales realmente necesarios para las rutinas de la
comunidad y servía como trabajo para unas manos y unas mentes que de otra manera
estarían ociosas, sino que producía un producto valioso. San Jerónimo mostró que los
productos del scriptorium podrían ser una fuente de ingresos para la comunidad monástica,
aunque Benedicto con cautela indicó que «si hay trabajadores expertos en el monasterio,
déjeseles trabajar en su arte con toda humildad».9
En los primitivos monasterios benedictinos, las habitaciones para escribir eran en realidad un
corredor abierto al patio central del claustro.10 El espacio podía acoger, aproximadamente, a
veinte monjes, que estaban protegidos de los elementos sólo por el muro trasero y por el
abovedado de encima. Los monasterios construidos después en la Edad Media situaron
el scriptorium en el interior, cerca de la entrada de la cocina o cerca de la calefacción. El calor
de estos scriptoria sirvió como incentivo para que los monjes poco dispuestos trabajasen en la
transcripción de textos (pues rara vez las zonas de residencia del monasterio eran
calentadas).
El benedictino Plano de San Galo es un diseño de un monasterio idealizado que data de entre
819 y 826, y que muestra al scriptorium y la biblioteca situados en la esquina noreste del
cuerpo principal de la iglesia; las evidencia encontradas en los monasterios que han
sobrevivido no reflejan esta disposición. Aunque el propósito del plano es desconocido,
muestra con claridad la conveniencia de situar los scriptoria dentro de un gran cuerpo de
estructuras monásticas a comienzos del siglo IX.11
De los cistercienses
Los scriptoria de los cistercienses parecen haber sido bastante similares a los de los
benedictinos. La casa generalicia en Cîteaux, con unos de los scriptoria mejor documentados
de la alta Edad Media, desarrolló un severo estilo particular en la primera mitad del siglo XIIb
que se extendió en paralelo a la misma orden cisterciense, a través de los prioratos
de Burgundy y de otros más.12 En 1134, la orden cisterciense ordenó que los monjes se
mantuviesen en silencio en el scriptorium como debían hacerlo en el claustro. Hay evidencias
también de que, a finales del siglo XIII, los cistercienses habrían permitido a ciertos monjes
llevar a cabo su trabajo en pequeñas celdas en las que no cabría más de una persona. 13 Estas
celdas fueron llamadas scriptoria por la labor de copiado que se realizaba en ellas, aun
cuando su función primaria no hubiese sido la de una habitación para escribir.
De los cartujos
Los cartujos entendían su labor de copia de textos religiosos como su obra misionera para
engrandecer a la Iglesia; la estricta soledad de los cartujos precisaba de que la labor manual
de los monjes fuese practicada en el interior de sus celdas individuales; muchos monjes se
dedicaron a esta tarea de transcripción de textos. De hecho, cada celda estaba equipada
como habitación a tal efecto, con pergaminos, pluma, tintero y regla. Guigues du Pin, o Guigo,
el arquitecto de la orden, recomendaba a los hermanos que fuesen cuidadosos con los libros
que recibiesen de la biblioteca y que no los manchasen con humo o suciedad, y que los
tratasen como si fuesen el alimento eterno de sus almas.14
John White Alexander, mural Manuscript Book (1896), Biblioteca del Congreso (Thomas Jefferson
Building), Washington, D.C.
Casiodoro
Vida
Antes de su conversión
Casiodoro era descendiente de una familia de origen sirio (de donde procedería el
nombre de Κασσιόδωρος) instalada, tras varias generaciones,
en Squillace (Scyllacem), en Calabria. La familia de los Cassiodori ya desempeñó
un importante cometido político después de su llegada a Italia: el bisabuelo de
Casiodoro sirvió en la armada de Valentiniano III, repeliendo a
los vándalos cuando intentaron desembarcar en Calabria y Sicilia (hacia 420). Su
abuelo formó parte de la delegación enviada por Atila en 452; su padre fue comes
sacrarum largitionum de Odoacro y fue nombrado, en 495, corrector Lucaniae et
Bruttiorum por Teodorico el Grande, y accedió en 503 a la praefectura praetoriana.
Casiodoro estaba predestinado, por tanto, a ejercer una carrera política de primer
orden, incluso su nombre (Magnus Aurelius Cassiodorus Senator, nombre que él
se dio a sí mismo en la suscripción de las Variae en 538) da testimonio de su
pertenencia a la aristocracia de la época: Aurelius significa la alianza de Casiodoro
con un miembro eminente de la gens Aurelia Symmaque (suegro de Boecio), y el
apellido Senator hace relación a su cargo de senador (al final de su vida,
Casiodoro sólo firmará como Cassiodorus Senator).
Aunque no se tiene constancia de los estudios que realizó, cabe deducir, por sus
obras posteriores, que profundizó en el aprendizaje de las artes liberales y,
especialmente, en la gramática. Casiodoro comenzó su carrera política en la corte
de Rávena en 503, ejerciendo como consejero (consiliarius) de su padre y se
apuntó en el cursus honorum. Se hace aquí una pequeña reseña de la carrera
política de Casiodoro:
Quaestor sacri palatii (506-511): Las actas de este cargo de canciller están
conservadas en los volúmenes I a IV de las Variae.
Obra
Estas son algunas de las obras de Casiodoro:
Dibujo de un patricio romano o nobiles patritii con toga senatorial blanca y púrpura que exhibe la hebilla
de oro donde se grababan cargos y emblemas. Según la tradición, solían llevar una «C» de cien,
emblema del primer Senado.
En la Antigua Roma, el orden social de los patricios1 (del latín, patricii; singular, patricius)
estaba compuesta por los descendientes de las treinta curias primitivas. El nombre viene de
pater (padre), en referencia a los fundadores, es decir, a los primeros padres de Roma. Es el
senador por excelencia y forma parte de la nobleza primigenia de Roma, llamada nobleza de
sangre e ilustrii o nobiles patritii, y por sustrato cultural la de toda Europa. En torno al
emperador y a los senadores patricios se desarrollará toda la sociedad, cultura y civilización
romana que culminará en el Imperio romano. Las ramas patricias de
los Valerios, Fabios, Cornelios, Claudios, Emilios y Manlios formaban una aristocracia dentro
del patriciado conocida como gentes mayores.2
ius connubii: o aptitud legal para contraer matrimonio legítimo (ius nuptiae);
ius commerci: o derecho de realizar toda clase de negocio jurídico;
ius actionis: o facultad de hacer valer en la justicia sus derechos por medio de una acción
(actio);
derecho del uso de tres nombres (tria nomina): uno individual (praenomen), otro gentilicio
(nomen) y un tercero familiar (cognomen).5
Institutiones divinarum et saecularium
litterarum
Institutiones divinarum et saecularium litterarum (Educación en las letras divinas y
humanas) es una obra de Casiodoro, considerada la primera enciclopedia cristiana. Se
comenzó su redacción hacia el 550 y su autor nunca la dio por terminada, ya que acometió
sucesivas ampliaciones de la misma hasta el momento de su muerte, cerca de treinta años
después.
Dividido en dos libros, el primero dedicado a las Escrituras y el segundo a las artes liberales,
el título está directamente inspirado por la obra de Quintiliano Institutiones oratoriae libri (siglo
I), que adapta, junto con muchos otros tratados clásicos grecorromanos, al nuevo contexto
cultural del cristianismo; al igual hicieron posteriormente Isidoro de Sevilla (Etymologiae)
y Alcuino de York (De grammatica, De rhetorica), ambos conocedores de la obra de
Casiodoro.1 La denominación también se incluía en Institutiones Grammaticae, tratado
de Prisciano, un gramático latino activo en Constantinopla hacia el año 500, que es citado por
el propio Casiodoro.
Las Institutiones de Casiodoro incluyen un compendio-guía de las siete artes liberales (ya
definidas en De nuptiis Philologiae et Mercurii de Marciano Capella -entre 410 y 429-2). En la
obra de Casiodoro reciben un tratamiento muy desigual, ya que la retórica y la dialéctica
ocupan más de la mitad del texto, circunstancia esta que podría deberse a la formación
romana del autor.
La utilización de su esquematización del conocimiento en estas siete disciplinas se fijó
como trivium et quadrivium, convirtiéndose en la base de la educación que se impartió en
las escuelas monásticas, catedralicias y palatinas, y posteriormente en los studia
generalia y universidades medievales.
Difusión de la obra
El compendio de las artes liberales comenzó a circular muy pronto como una obra
independiente bajo el título de De artibus ac disciplinis liberalium litterarum y alcanzó gran
difusión como lo demuestra el elevado número de copias y comentarios que se hicieron de
ella. Una de estas copias llegaría a Isidoro de Sevilla que la integró dentro de sus Etimologías.