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Nucleó – Maturín
Facilitadora:
participante:
Sección N
Maturín diciembre del 2018
MORAL INDIVIDUAL: Comprende las normas morales y los actos relacionados con ellas, son los
códigos meramente humanos que nos establecemos nosotros mismos, amonestados solo a
conciencia (individual) y establecidos para dominar nuestra conducta, solo de acuerdo a
nuestros intereses personales y para nuestra vida en sociedad.
El compromiso del empleado es un producto directo de la alta moral, lo cual forma parte
crítica de la compañía. Hay amplia evidencia señalando que la moral del empleado no sólo esta
correlacionada con la productividad- la moral determina la productividad. Esto incluye áreas
de rentabilidad, eficiencia, satisfacción del cliente, y hasta la salud del empleado. También se
ha mencionado correctamente que la ejecución es fundamental para el rendimiento
organizacional, (no solo la estrategia de fondo). Se ha descubierto que la moral del empleado
es una medida especialmente importante de las condiciones de la empresa, mientras se
prepara para ejecutar su estrategia.
La moral del empleado afecta el éxito de su empresa. Empleados con moral alta tienen una
mejor actitud, mantienen la alta calidad del servicio al cliente y son más productivos. Al
contrario, la baja moral reduce la eficiencia y productividad, y se tiende a esparcir rápidamente
a través de la organización con sólo tener una cantidad pequeña de empleados insatisfechos.
Condiciones de trabajo
Carga de trabajo
Equidad percibida
Empleados que se sienten positivamente sobre su trabajo y están motivados tienden a faltar
menos y trabajar más eficientemente cuando sí están presentes.
Los clientes también disfrutan de los beneficios de la alta moral porque los empleados actúan
más amistosamente y son más útiles y serviciales hacia el cliente.
Existe falta de entendimiento sobre la moral empresarial. La moral no se trata sobre el dinero,
y el aumento de ingreso no aumenta la moral automáticamente, aunque la moral sí sufre si los
empleados son mal pagados.
La moral se puede mejorar al descubrir las causas y ofrecerle a los empleados motivaciones
para recuperar el entusiasmo por la empresa y el trabajo.
Esta es una pregunta recurrente en todas las organizaciones sin importar su tamaño y para
responderla, dado su impacto en las mismas surgen muchas respuestas; desde las que
inmediatamente buscan cabezas responsables y personalizan su origen, hasta las que se
orientan hacia las fallas estructurales al interior de la empresa.
La verdad es que el origen de las quejas solo tiene una verdadera causa, con frecuencia
disfrazada por hechos o circunstancias que conllevan hacia el señalamiento de personas como
sus originadoras. La causa siempre serán los procedimientos.
En términos generales las empresas no son muy acuciosas en el seguimiento de los cambios
que se operan en consumidor, éstos ocurren todos los días y están hoy más que nunca
presionados por la influencia de la red en las expectativas del cliente. La forma de relacionarse
el cliente con su proveedor es objeto de cambio permanente, exige mucha inmediatez en las
respuestas, transparencia en el intercambio de informaciones, capacidad de decisión por parte
de quienes están de cara al cliente, gestión proactiva de sus necesidades y por supuesto,
reconocimiento del cliente en cualquier punto de contacto. Lo más crítico de esta aseveración,
es que la velocidad del cambio es altísima y presiona muy fuertemente a las organizaciones
que mientras más grandes, más lentas se vuelven para asimilarlas. Las empresas pequeñas por
su lado ni siquiera se preocupan por tener un funcionario al frente de escribir y diseñar
procedimientos; en ellas los mismos tienen su origen en los deseos expresos o no del gerente
o dueño y variarán según la orientación del mismo en su enfoque del cliente y la importancia
que le atribuya a ellos en su estrategia de negocios.
Ante este panorama, lo usual es que las personas cuya responsabilidad es modificar los
procedimientos se mantienen muy alejadas del consumidor y rara vez tienen acceso a ellos;
por lo que el diseño de los mismos tiene mucha más cara de empresa que de cliente. En su
diseño se involucran intereses particulares de los funcionarios, de facilidad en la operación, de
reducción de costos, o simplemente de evitar con la gestión de las quejas que se puedan
señalar responsables directos. Por eso se deja a un lado el interés de los clientes, su
comodidad, facilidad de acceso y respuesta, el reconocimiento de los errores y la consecuente
generación de descuentos.
Las quejas no deberían ser un indicador negativo para las empresas, sino todo lo contrario. De
su adecuada gestión, del involucramiento de quien se queja para ampliar su insatisfacción y
conseguir que aporte ideas en la solución definitiva de los errores, de la respuesta pronta con
cambios en los procedimientos, del anuncio de los mismos a quienes con sus quejas obligaron
a esa modificación para agradecerles; se podrá conseguir una empresa moderna, diferente a
sus competidores y con seguridad absoluta, llena de clientes leales, fieles, amigos de
referenciarla, enemigos de aceptar cualquier oferta de la competencia y que cada vez
generarán más utilidades. Cordial saludo
Las quejas de los clientes o reclamaciones son situaciones que ocurren en todo negocio. Por muy bien
que se estén llevando a cabo los procesos de venta, la atención al cliente, el envío, etc… las empresas
siempre se encontrarán con clientes que, por diferentes razones, tienen una reclamación que hacer. Es
por ello que hay que estar preparado para gestionarlas.
Como hemos dicho en varias ocasiones, una queja o reclamación mal lidiada solo puede traer malas
consecuencias a la empresa. No solo perderá al cliente en cuestión, sino que dicho cliente contará su
experiencia extendiendo el problema. Sin embargo, una queja bien gestionada no solo es positiva en
relación a conocer posibles fallos, sino que estará proyectando una imagen positiva de marca y reforzará
la relación con el cliente haciéndole sentir importante.
Ante una queja o reclamación, lo más importante es actuar con rapidez y evitar que el cliente se enfade
más por culpa de la inoperancia. La capacidad de reacción y la inmediatez son claves para aminorar las
consecuencias
Sea lo que sea lo que estés haciendo, una vez se presente una queja o reclamación, la prioridad será
tratarla.
3. Mostrar comprensión
Es sabido que “el cliente siempre tiene la razón” y es por ello que, de primeras, la tenga o no, deberemos
mostrar comprensión y hacer ver al cliente que comprendes el problema y que muestras interés en el
caso y en ayudarlo.
4. Ofrecer disculpas
En el caso de que realmente el cliente esté en lo cierto y su queja o reclamación es legítima, es necesario
ofrecer disculpas y hacer ver que nunca más volverá a suceder. Todo el mundo puede cometer errores y
es importante que la empresa saque, en ese momento, su lado humano.
La motivación es uno de los aspectos psicológicos que se relaciona más estrechamente con el
desarrollo del ser humano. La motivación no se caracteriza como un rasgo personal, sino por la
interacción de las personas con la situación, por ello la motivación varía de una persona a otra
y en una misma persona puede variar en diferentes momentos y situaciones.
Teorías de la motivación
U
na visión integral de las teorías de la motivación. Fuente: Chiavenato, p.259